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Una opinión

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El profesor y escritor Guillermo Rodríguez Rivera en La Timba. Foto Kaloian

El profesor y escritor Guillermo Rodríguez Rivera en La Timba, durante un concierto de la Gira por los barrios de Silvio Rodríguez. Foto: Kaloian.

Lo primero que llamó mi atención fue que Diario de Cuba –que es una publicación declaradamente opositora a la Revolución Cubana–, acogiera in extenso, las opiniones de un ensayista cubano que vive en la Isla y que, sin duda, se ubica en el ámbito de la que ellos (los del Diario) llaman “oficialidad” cubana, como estima la publicación a todo el que trabaje en cualquier entidad estatal del país: ahora mismo, el 75% de la población laboral de la nación.

Roberto Zurbano, el ensayista al que aludo, porque son sus declaraciones las que recoge la publicación de nombre cubano, radicación madrileña y aires miamenses, es director del Fondo Editorial de Casa de las Américas y, como puntualiza el Diario, “vicepresidente de la Asociación de Escritores de la oficialista UNEAC”.

Me pareció escandaloso que un negro cubano y revolucionario afirmara de modo terminante que “para los negros cubanos, la revolución no ha comenzado”. Es perfectaente lógico que semejante declaración le sirva a Diario de Cuba para colocarla como cintillo de la información que resume las opiniones de Roberto Zurbano, y que el escritor cubano diera originalmente a The New York Times.

Como Zurbano, además de ser cubano es negro y revolucionario, considero que hay ciertas apreciaciones conceptuales que lo han conducido a unas conclusiones superficiales en torno a los complejos problemas que aborda. Me parece necesario aclararlas.

El primer asunto que quiero tratar es la confusión que existe en las opiniones del ensayista al abordar conceptos como racismo y discriminación racial. En el caso que nos ocupa, el racismo anti-negro es la idea de la inferioridad de la raza negra. Se trata de la raza que fue esclavizada por casi cuatro siglos y, después, ha sufrido las consecuencias de esos siglos de opresión.

Tan temprano como en marzo de 1959, Fidel Castro advertía las complejidades y dificultades del problema. Decía ese mes, en un discurso, que el de la discriminación racial es

uno de los problemas más complejos y más difíciles de los que la Revolución tiene que abordar… Quizás el más difícil de todos los problemas que tenemos delante, quizás la más difícil de todas las injusticias de las que han existido en nuestro medio ambiente… Hay problemas de orden mental que para una revolución constituyen valladares tan difíciles como los que pueden constituir los más poderosos intereses creados[1].

Cuando Fidel está refiriéndose a asuntos “de orden mental”, está subrayando que el racismo solo puede ser parcialmente resuelto por las leyes y resoluciones que pudiera dictar el gobierno de la Revolución y advierte que el prejuicio racial no está únicamente en los económicamente poderosos, en los enemigos de la Revolución, sino en gente

que no tiene latifundios, ni tiene rentas, ni tiene nada, que no tiene más que prejuicios en su cabeza.[2]

Son los siglos de esclavitud y los prejuicios que generó esa forzada interiorización del negro, los que conforman la perspectiva racista y desembocan en la praxis que es la discriminación racial.

El instrumento legal contra la discriminación racial se desplegó a fondo en el marco de la Revolución Cubana, del mismo modo que se puso en juego un amplio dispositivo ideológico contra el racismo que, de hecho, transformaron en vergonzantes las manifestaciones de discriminación que podían aparecer. La Revolución Cubana desarrolló un estado de opinión mayoritaria entre los cubanos, que obligaba a aquel que la sentía, a enmascarar cualquier manifestación de racismo.

La Revolución Cubana no solo inició la lucha contra el racismo y la discriminación sino que puede decirse que nunca esa lucha había sido tan a fondo como en ese momento de nuestra historia.

En otro articulo, Zurbano manifestaba que el racismo solo podía manifestarlo quien ejercía el poder. En verdad, quien no ejerce el poder también puede ser racista, pero tendrá dificultades mucho mayores para que su racismo desemboque en la práctica que es la discriminación.

Pero el único poder en un estado no es el central, ese que dicta layes, decretos y resoluciones. Mucho más abajo un director, un administrador, un jefe de personal, ejercen un poder efectivo que puede pasar y a veces pasa por encima de los criterios de ese poder central, claro que sin hacerlo explícito. Finalmente, puede ejercerse incluso la discriminación privada, la que dispone la sola persona en el ámbito que domina.

Pero la apertura de los puestos de trabajo, de los medios de comunicación, de los centros y las oportunidades de estudio a los cubanos de todos los colores, es algo que no puede ignorarse, porque resulta una falsedad cuando se hace. Zurbano, que nació y creció en tiempos de revolución, debía indagar –si es que no lo conoce– el asunto con sus mayores, antes de formular ante la prensa norteamericana una opinión que acaso la complazca, pero que desacredita sin ningún fundamento real a la Revolución Cubana.

Los procesos radicales de la historia cubana han generado en diversos momentos la esperanza del fin de la discriminación racial. Es lo que creyó uno de los más importantes líderes negros cubanos, Juan Gualberto Gómez, quien supuso que la proclamación de la independencia cubana tras el fin de la esclavitud, solucionaría el problema de la subordinación de negros y mulatos cubanos en una sociedad que los había discriminado.

Pero la república surgida en 1902, tras cuatro años de intervención norteamericana y la imposición de la Enmienda Platt, ya no era la proyectada república “con todos y para el bien de todos” proclamada por Martí y apoyada por Antonio Maceo.

Cuando triunfa la Revolución en 1959 y se proclama socialista en 1961, el mulato comunista Nicolás Guillén acaso tuvo las mismas esperanzas que Juan Gualberto medio siglo atrás. Guillén sabía que la igualdad de derechos de las razas no podía darse en medio de la opresiva sociedad de clases, en las que negros y mulatos arrastraban la desventaja de más de trescientos años de esclavitud. Pero eso había terminado. Cuando Guillén publica Tengo, su primer libro ya en la Revolución, escribe:

Tengo, vamos a ver,

que siendo un negro

nadie me puede detener

a la puerta de un dancing o de un bar.

O bien en la carpeta de un hotel

gritarme que no hay pieza,

una mínima pieza y no una pieza colosal,

una pequeña pieza donde yo pueda descansar.

La conclusión del texto era plenamente optimista:

Tengo, vamos a ver,

tengo lo que tenía que tener.

Nicolás Guillén, comunista, creo que sí pensaba, porque era obvio, que la Revolución había comenzado para los negros cubanos. Acaso creyó también que ya todo se había conseguido y ahí sí se equivocaba.

Casi treinta años después se produce el derrumbe de la Unión Soviética y del campo socialista europeo. Cuba pierde el suministro de la energía que la mantenía viva y el 85 % de su comercio. Para no rendirse ante la contrarrevolución, el país tiene que hacer transformaciones que, en efecto, implicaron enormes sacrificios para la inmensa mayoría de los cubanos, blancos y negros. Los que lo vivimos, no olvidamos aquel agosto de 1993, cuando la ciudad de La Habana se apagaba y encendía alternadamente cada 8 horas. Hubo que sacrificar brutalmente el consumo de la población justamente para obtener los recursos a fin de que esa misma población subsistiera, para mantener actuantes los sistemas de salud y educación, y los demás servicios vitales.

Zurbano hace un arbitrario sesgo de la población que, automáticamente dice que fue escindida en dos porciones absoluta y claramente delimitadas:

La primera es la de los cubanos blancos, que han movilizado sus recursos para entrar en una nueva economía impulsada por el mercado y cosechar los beneficios de un socialismo supuestamente más abierto. La otra es la de la pluralidad de los negros, que es testigo de la muerte de la utopía socialista

La “utopía” socialista la vimos morir blancos, indios, mulatos, negros, zambos y “jabaos” de todas las categorías. Nos pasó a médicos, albañiles, arquitectos, obreros, maestros, deportistas, profesores, peones agrícolas, ingenieros.

Los que pudieran emerger como beneficiarios de esa anormal situación no son en manera alguna “los blancos”, presentados como una compacta, solvente y masiva unidad, sino la exigua minoría de gerentes y sus colaboradores y acólitos, que no representaría ni el 0,1% de la población del país, integrada por blancos, negros y mulatos. Otra parte de la población, también minoritaria aunque creciente, empezó a buscar lenta pero indeteniblemente, la forma de ir accediendo, en los avatares de las necesidades cotidianas, a esos mínimos beneficios que empezaban a deslizarse hacia un reducido sector de sus conciudadanos.

Zurbano acepta en sus declaraciones –que reproduce también la opositora Martí Noticias– la engañosa idea de convertir en dólares, de acuerdo con la tasa de cambio cubana, los salarios de los trabajadores, pero esa conversión no puede tener en cuenta el reducidísimo costo de la vivienda en Cuba, y los servicios gratuitos de salud y educación que hacen que los 20 dólares que aparentemente gana un trabajador, le permitan vivir. El salario entra forzosamente en relación con los gastos que deben asumirse: en otros sitios, con ese salario, el mismo trabajador sería un limosnero.

Creo que Roberto Zurbano necesita conocer mejor la conformación y las peculiaridades de la población cubana, para entender mejor las de su zona negra, que es la que parece importarle. Y yo empezaría por decir que ese es un problema cambiante, en la realidad y en la misma percepión del fenómeno.

En los primeros años del pasado siglo, la norteamericana Irene Wright trataba así el tema racial en Cuba:

Los nativos [los cubanos] son negroides. Algunos “pasan por blancos”, como expresa la ilustrada expresión coloquial. Algunos son, posiblemente, blancos; sin embargo, pocos se preocuparían de someter su linaje a un escrutinio a fin de probarlo. Sólo los [norte]americanos piensan cosas inferiores sobre el cubano, porque si él no es de color, es al menos matizado[3]

Es curioso que esta “cubanóloga” de la época, estadounidense, catalogue como “negroides” a los cubanos, y es obvio que la Wright no está aludiendo esencialmente al color de la piel de los habitantes de la Isla. Lo precisa inmediatamente después. Cuando se refiere a los cubanos de piel blanca, aquellos en que no existen los rasgos físicos de la raza negra, aclara:

la sangre negra está allí […] en una cierta voluptuosidad de la figura y, obviamente, en la alegre visión de la vida en general. [4]

Mujer de una nación en la que la cultura del blanco sojuzgó las de los negros; en la que el negro fue también esclavizado pero, además, aculturado, despojado de sus tambores, sus cantos y sus creencias, está comprobando con inquietud la esencial mulatez espiritual del cubano: cómo esas culturas negras han actuado sobre el cubano blanco para comunicarle esa “alegre visión de la vida” que ella entiende casi como una propiedad de la sangre negra.

Desde una perspectiva ideológica colocada en las antípodas de las de la Wright, Nicolás Guillén rechazaba la pertinencia del término “afrocubano” para calificar la poesía que escribe.

A partir del criterio de Fernando Ortiz que califica nuestra cultura de “blanquinegra”, Guillén sostiene que lo cubano ya tiene en lo africano uno de sus componentes, que va unida en él a la impronta española. Guillén, que aludió a los dos abuelos que eran los ancestros del cubano, reclamaba para su poesía el calificativo de “mulata”, `porque pensaba que mulata era también Cuba. No hay que decir afrocubano, porque lo cubano implica, incluye lo africano.

Para Zurbano, como ocurre en la cultura norteamericana, lo no puramente blanco es negro. Pero llamar negro a un mulato únicamente apresa una porción de su identidad. Zurbano reclama lo que llama un “conteo preciso de los afrocubanos”, pero esa precisión quedaría vulnerada al “contar” como negros a los mulatos, en los que la ascendencia española coexiste con la africana. Creo que despojar de la impronta española al puro (si es que existiera esa pureza) negro cubano, es también desconocer su identidad.[5] De alguna manera el “ajiaco” sl que alude Fernando Ortiz; el “todo mezclado” que proclama Nicolás Guillén, devienen auténticas imágenes de la cubanidad.

La Revolución Cubana se ha defendido sabiamente de aquello que ha querido destruir la unidad del pueblo. Esa unidad garantizó su invulnerabilidad en los días de las agresiones militares de las décadas de los sesenta y setenta. Acaso la preservación de la seguridad del país hizo que el abordaje del tema racial fuera considerado lesivo para el mantenimiento de la unidad de los cubanos.

Tiene razón Zurbano cuando afirma que es la crisis económica que vive el país en los años noventa la que pone de relieve el tema del racismo, cuando es el propio Fidel Castro quien lo aborda en uno de los congresos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Zurbano opina que, cuando Raúl Castro abandone la presidencia en el año 2018, no puede esperarse que los cubanos elijamos un presidente negro, por lo que él llama “la insuficiente conciencia racial” que existe en Cuba.

Pero Cuba ya tuvo un presidente no blanco: fue el general Fulgencio Batista y Zaldívar aunque, de acuerdo a los parámetros de Zurbano, habría que clasificarlo como negro.

Estados Unidos, que ha visto surgir en su seno una burguesía negra, eligió en 2008 su primer presidente negro. Barack Obama pertenece a la misma clase política burguesa que los republicanos Colin Powell y Condoleeza Rice y como ellos, así sea con matices, es un defensor de la política imperial que también defendieron los presidentes blancos, porque la burguesía no tiene raza sino intereses e ideología.

Quiera Dios, o Elegguá, que abre los caminos, que cuando los cubanos tengamos que elegir un presidente en 2018, no pensemos en el color de su piel, sea esta del color que sea, sino en el hombre que está cubriéndose con ella y, sobre todo, en lo que ese hombre tenga en la cabeza.

(Tomado del blog Segunda Cita)

Se han publicado 198 comentarios



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  • P dijo:

    Peticion a cubadebate, que en casos como este de ser posible incluir el articulo al que se refiera el debate para poder tener amplio conocimiento del mismo

    • Randy dijo:

      El link al artículo referido está en el tercer párrafo de la opinión del profesor Rodríguez Rivera

  • JD dijo:

    Hago un segundo comentario. No habia leido el articulo de Zurbano, lo hice gracias al link que señaló el forista Randy, y me quedé literalmente HORRORIZADO. Para los que no lo han leido, les pongo algunas perlas, para que vean cuan "equilibrado" y "bienintencionado fue el articulo de marras

    "La realidad es que en Cuba tu experiencia de estos cambios depende del color de tu piel"

    "La exclusión racial continuó después de la independencia de Cuba en 1902, y medio siglo de Revolución desde 1959 ha sido incapaz de superarla."

    "Era frecuente no hace mucho que los administradores de hoteles, por ejemplo, contrataran solo empleomanía blanca para no ofender la supuesta sensibilidad de su clientela europea"

    "Aquí, los matices que gobiernan el color de la piel son una tragicomedia que oculta conflictos raciales de larga existencia"

    No me extiendo, pero hay mucho mas de donde vino eso. Realmente, y parafraseando a Hector Zumbado "¿REVOLUCIONARIO, TU?"

  • hugo salvador dijo:

    a los negros cubanos antes de la revolucion los trataban como a los negros colombianos en la actualidad.son la comunidad mas miserable.el unico trabajo si se le puede llamar asi es el de sirvientas en casa de los ricos,los pequeños habitan en los semaforos limosneando,viven en casas de carton sin educacion sin salud y muy poca comida.si los llamados blancos ven un negro toman precauciones porq a todos los consideran ladrones,en muchos sitios no les permiten entrar.esto si es el verdadero holocausto,pero como son negros sin alma segun los catolicos protegen mas a los animales

  • abel dijo:

    Es también directiva del estado norteamericano que los negrso se superen académicamente? Y no estoy hablando de becas u otros sucedáneos.

  • abel dijo:

    Leí el artículo de marras y la palabra que me viene a la mente es: perverso, y además es verdad que en ocasiones su lenguaje es común al de la derecha.

  • Jorge dijo:

    Oiga Zurbano, le zumba el mango que se dedique a escribir para esa fauna que lo unico que quiere es desprestigiar a la revolución, el racismo es un problema que la revolución ha enfrentado, un mal muy enraizado, pero que la revolución ha enfrentado dándole igualdad de condiciones a todos, somos seres humanos no importa el color y tenemos la oportunidad en nuestro país de ser lo que seamos capaces de lograr, siempre nos ha caracterizado la unidad de nuestro pueblo, la hermandad entre todos y eso no es un secreto tenemos hoy en la máxima dirección del país dirigentes de una y otra raza, el fallecido Juan Almeida, Esteban Lazo, el compañero Salvador Valdes Mesa, el Ministro de Industria, la Presidenta del Instituto de Recursos Hidráulicos, entre muchos más que tienen hoy puestos calves en la economía y en la sociedad.

  • Jorge dijo:

    Oiga Zurbano si es verdad lo del racismo como es posible que usted haya tenido en este país todo este currículo, que de seguro esta bien ganado y tenga la posibilidad de lograr todo lo que ha alcanzado en su carrera.

    Licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad de La Habana. Ha recibido otros cursos en la Casa de las Américas, el Instituto de Literatura y Lingüística de Cuba, así como en la Universidad de La Sorbona en París, Francia.

    Varios libros y textos suyos han obtenido premios y reconocimientos nacionales en los géneros de crítica y ensayo.

    Es miembro de la Asociación Hermanos Saìz, de la cual fue su vicepresidente entre 1996 y 1998; y miembro de la UNEAC, donde ocupa una vicepresidencia de la Asociación de Escritores. Se desempeña, además, como jefe de redacción de Catauro, la revista cubana de Antropología.

    Con su proyecto La soledad del crítico y otros abandonos obtuvo la Beca DADOR del Instituto Cubano del Libro. Actualmente trabaja su proyecto Un árbol negro en la ciudad oscura. (Etnos, literatura y nación: el triángulo "invisible" del siglo XX cubano).

    Colabora en publicaciones cubanas y extranjeras abordando figuras, libros, grupos, tendencias, temas y problemáticas de la literatura y la cultura cubana e iberoamericana, a través de enfoques críticos, teóricos e histórico-literarios donde muestra el dominio de un riguroso y actualizado instrumental con que deconstruye lugares comunes y esquemas hegemónicos y/o colonizados que sobreviven en el pensamiento crítico de las letras cubanas e iberoamericanas del fin de siglo.

    Premios obtenidos:
    Premio “Letra y Solfa”(1994)
    Premio de Ensayos "Juan Marinello".
    Premio “Abril” (1995) de ensayo por su Poética de los noventa: Ganancias de la expresión?.
    Premio Pinos Nuevos (1996).
    Premio de Crítica Literaria “Mirta Aguirre” (1999).
    Premio Nacional de Periodismo Cultural 2000.
    Reside en La Habana

  • granito de arena dijo:

    Si Zurbano ha manifestado eso de forma tan categórica, sencillamente está haciendo el juego al enemigo; él debe saber que en Cuba todos tenemos iguales derechos y deberes. Pero es difícil desarraigar conceptos que están en las mentes de las personas de ahora para ahorita. Está reflejando una gran mentira, y eso hace daño, porque sirve de caldo de cultivo al enemigo que se apropia de cuanto sirva a sus intereses. Me gustaría poder leer el artículo donde afirmó esa falsedad. Ojalá todos los negros del mundo tuvieran asegurados sus derechos como en Cuba. Las gracias al profesor Rguez Rivera por su excelente artículo.

  • Lyonel Laguna dijo:

    Cuantos gallos locos adoctrinados. Zurbano tiene toda la razon y debe respetarse su opinion sin ofensas alusivas a vender su pluma.
    Esa es su opinion y pienso que es valida. Dizque ministros negros y Vice negro? Hablame del negro presidente anterior y del actual y del posible que viene?

    Miren a lo lejos y veran el sol brillar, con claridad y con la verdad.

    • abel dijo:

      Si nosotros somos gallos locos adoctrinados (lo pienso y repienso y sí me creo las doctrinas que aludes en lo fundamental)tú eres una gallina loca adoctrinada.

    • jorge a dijo:

      Lyonel nací en 1963, de padres negros cuando ya la Revolución había llegado al poder y las condiciones para superarme han sido más favorables que las de mis hermanos nacidos previo a esa fecha.No juzgo a la Revolución por lo que me falta sino por lo que me ha dado y las perspectivas que con ella tienen los que como yo somos de piel negra. Falta mucho por hacer pero también mucho se ha avanzado.Miremos al resto del continente y la propia sociedad norteamericana y saquemos cada cual sus conclusiones.

    • sergioaalm dijo:

      Diga usted entonces cual es su candidato (negro por cierto) para la presidencia de este país. Nada tiene que ver el color de quien ocupe un cargo, cuando ha existido una política abierta en contra del racismo.
      La sociedad es compleja, no por gusto existen tantos en el mundo que la escogen como tema de estudio para el resto de sus vidas.
      Que en Cuba hay racismo: sí. Que todo es racismo:No.
      En Cuba desde mis 25 años de edad, el racismo nunca lo he visto politica o profesionalmente, solo he visto en aquel fulano que no quiere que su hija se case con un negro o en aquella mitologica ofensa que menciona la palabra negro como algo que duele (Paradojicamente la escuchado mucho entre personas negras).
      Naci y me crie al lado de un negro de mi edad por el que me fajo con quien me tenga que fajar y esto es recíproco.
      Pero el sentimiento que me viene a la mente al leer ese artículo es desagradecimiento si es que existe tal palabra, es verdad que la verdad no es absoluta, pero tampoco se puede por esto tergiversar los hechos. Si desde que triunfo la Revolución los negros no han sido partícipes y beneficiados de ella, que hace este hombre con tantos títulos y honores?
      Ahora trantando de recordar, en santa clara que es donde vivo actualmente, la mayoría de las personas que viven en la calle (en condiciones terribles) que conozco son blancos. Y es que la situación del país y del mundo en estos momentos nos toca a todos.

      PD: Nunca me escucharan llamar a una persona negra como "de color" me parece altamente ofensivo. Cada persona debe estar orgullosa del color que lleva en la piel, principalmente los negros que en la historia de su "raza" tienen pocas cosas de que avergonzarse, no asi en el caso delos blancos.

    • Gotu Kola dijo:

      Lyonel Laguna, siguiendo tu recomendación lo más lejos que puedo mirar es al presidente negro y millonario de Estados Unidos, que está ahí porque su partido se anotaba con él un punto como inclusivos y demócratas y porque para la población parecía ser de dos males, el menor.
      Gracias por el consejo, de verdad que es un brillante ejemplo de lo que no debe hacerse.

  • karl dijo:

    Lyonel Laguna, de acuerdo que cada cual tiene su opinion, pero la suya es del New York Time, del Diario de Cuba, o de la SINA, por favor aclare esto.

  • Jorge dijo:

    Miren el artículo del afamado escritor, es una lástima que se dedique a esto, realmente todo su obra debe sentirse lastimada al escribir este artículo que a mi opinión no trata otra cosa que dividir, es solo lo que puedo interpretar sobre el mismo, además un artículo de alguien quien se respete algo no debe ser tan vano, sin fundamento alguno, pero nada saquen ustedes sus propias conclusiones, les dejo con SU OBRA MAESTRA PARA LOS QUE NOS QUIEREN DESTRUIR

    Para los negros en Cuba, la Revolución no ha comenzado
    El cambio es la última noticia que salir de Cuba , aunque para los afrocubanos como yo, esto es más un sueño que una realidad. Durante la última década, decenas de prohibiciones ridículas para los cubanos residentes en la isla han sido eliminados, entre ellos dormir en un hotel, la compra de un teléfono celular, la venta de una casa o un coche y viajar al extranjero. Estos gestos se han celebrado como signos de apertura y reforma, a pesar de que en realidad no son más que los esfuerzos para hacer la vida más normal. Y la realidad es que en Cuba, la experiencia de estos cambios depende de su color de piel.
    El sector privado en Cuba ahora goza de un cierto grado de liberación económica, pero los negros no están bien posicionada para tomar ventaja de ello. Hemos heredado más de tres siglos de esclavitud en la época colonial española. Exclusión racial continuó después de Cuba se independizó en 1902, un siglo y medio de la revolución desde 1959 no ha sido capaz de superarla.
    A principios de 1990, después de la guerra fría terminó, Fidel Castro emprendió reformas económicas que su hermano y sucesor, Raúl, sigue buscando. Cuba había perdido su mayor benefactor, la Unión Soviética, y se sumergió en una profunda recesión que llegó a ser conocido como el "Período Especial". Hubo apagones frecuentes. El transporte público apenas funcionaba. La comida era escasa. Para detener los disturbios, el gobierno ordenó la economía se dividió en dos sectores: uno para las empresas privadas y las empresas orientadas a extranjeros, que fueron esencialmente permite al comercio de dólares de los Estados Unidos, y la otra, la continuación del viejo orden socialista, construido en el gobierno trabajos que pagan un promedio de $ 20 al mes.
    Es cierto que los cubanos todavía tienen una fuerte red de seguridad: la mayoría no paga el alquiler, y la educación y el cuidado de la salud son gratuitas. Pero la divergencia económica creado dos realidades contrastantes que persisten en la actualidad. El primero es el de los cubanos blancos, que han aprovechado sus recursos para entrar en la nueva economía de mercado y aprovechar los beneficios de un socialismo supuestamente más abierta. La otra realidad es la de la pluralidad negro, que fue testigo de la desaparición de la utopía socialista de menor cuartos cómodos de la isla.
    La mayoría de las remesas del exterior - sobre todo el área de Miami, el centro neurálgico de la comunidad de exiliados mayoría blancos - van a los cubanos blancos. Tienden a vivir en casas más lujosas, que fácilmente se puede transformar en restaurantes o alojamiento y desayuno - el tipo más común de la empresa privada en Cuba. Negro cubanos tienen menos bienes y dinero, y también tienen que lidiar con el racismo generalizado. No hace mucho tiempo era común que los directores de hotel, por ejemplo, para contratar sólo a los miembros del personal blancas, para no ofender a las supuestas sensibilidades de sus clientes europeos.
    Ese tipo de racismo flagrante se ha vuelto menos socialmente aceptable, pero los negros siguen siendo lamentablemente insuficientemente representados en el turismo - probablemente el sector más lucrativo de la economía -. Y son mucho menos propensos que los blancos a los dueños de sus propios negocios Raúl Castro ha reconocido la persistencia del racismo y tiene tenido éxito en algunas áreas (hay profesores más negros y los representantes en la Asamblea Nacional), pero aún queda mucho por hacer para abordar la desigualdad estructural y los prejuicios raciales que continúan excluyendo los afrocubanos de los beneficios de la liberalización.
    El racismo en Cuba se ha ocultado y reforzado en parte porque no se habla. El gobierno no ha permitido que los prejuicios raciales en debate o confrontado política o culturalmente, a menudo fingiendo lugar como si no existiera. Antes de 1990, los cubanos negro sufrió una parálisis de la movilidad económica, mientras que, paradójicamente, el gobierno decretó el fin del racismo en los discursos y publicaciones. Poner en duda el grado de progreso racial era equivalente a un acto contrarrevolucionario. Esto hace que sea casi imposible para señalar lo obvio: el racismo está vivo y bien.
    Si la década de 1960, la primera década después de la revolución, significaba la oportunidad para todos, las décadas que siguieron demostraron que no todo el mundo era capaz de tener acceso y beneficiarse de esas oportunidades. Es cierto que la década de 1980 produjo una generación de profesionales negros, como los médicos y los maestros, pero estos beneficios se redujo en la década de 1990 que los negros fueron excluidos de los sectores lucrativos como la hospitalidad. Ahora en el siglo 21, se ha convertido en algo muy evidente que la población negro está subrepresentada en las universidades y en las esferas de poder económico y político, y excesivamente en la economía sumergida, en el ámbito penal y en los barrios marginales.
    Raúl Castro ha anunciado que renunciará a la presidencia en 2018. Tengo la esperanza de que para entonces, el movimiento antirracista en Cuba habrá crecido, tanto legal y logísticamente, por lo que podría llevar a soluciones que durante tanto tiempo había prometido y esperado, por los cubanos negro.
    Un primer paso importante sería para finalmente obtener una cifra oficial exacta de los afrocubanos. La población negro en Cuba es mucho más grande que los números no esenciales de los censos más recientes. El número de los negros en la calle socava, de la manera más obvia, el fraude numérico que nos pone en menos de una quinta parte de la población. Mucha gente se olvida de que en Cuba, una gota de sangre blanca puede - aunque sólo sea en el papel - hacer un mestizo, o persona de raza blanca, de alguien que en la realidad social cae en ninguna de esas categorías. Aquí, los matices que rigen color de la piel son una tragicomedia que oculta los conflictos raciales de larga data.
    El fin del régimen de los Castro significará el fin de una era en la política cubana. No es realista esperar que un presidente negro, dada la insuficiente conciencia racial en la isla.Pero por el momento la oficina de Raúl Castro hojas, Cuba será un lugar muy diferente.Sólo podemos esperar que las mujeres, los negros y los jóvenes serán capaces de ayudar a guiar a la nación hacia una mayor igualdad de oportunidades y el logro de la plena ciudadanía para los cubanos de todos los colores.
    Roberto Zurbano es el director y editor de la Casa de las Américas editorial. Este ensayo ha sido traducido por Kristina Cordero de la española.

  • Telo dijo:

    Zurbano, sin dudas, es un tipo inteligente, lo que busca es promoción personal y lo está logrando, ya eso se ha visto… gracias al profesor Guillermo por su artículo, si yo tuviera su talento y cultura respondería con las mismas palabras, así que no me queda otra que plagiarle sus ideas… saludos… Telo.

  • José A. dijo:

    ¨¨Digase hombre,porque, es mas que,negro,blanco,o amarillo¨ Todos no somos iguales ni en el hacer,en el pensamiento ni la forma, lo cierto es que al decir de uno de los grandes.
    ¨Los hombres,se dividen en dos bandos, los que aman y construyen y los que odian y destruyen,los primeros los que miran de que lado esta el deber, los segundos donde se vive mejor¨.
    Digase hombre y encontrara humanidad con sus defectos y virtudes.
    No se puede ideologizar por decreto ni en lineas oficiales de leyes de gobierno.
    El unico bien que posee el hombre de forma natural es su capacidad de razocinio, lo que no lo excluye de actuar de acuerdo con sus interes individuales o colectivos, la sociedad no es de por si de una raza pura,todos tenemos algo de otros, es el medio el que nos impulsa a pensar como vivimos y no a vivir como pensamos, cada hecho en si, tiene sus propios antecentes historicos, politicos,culturales, economicos y morales, que se van extrapolando de acuerdo con la del conocimiento,la culturay la educación.
    Un buen gobierno es aquel que facilita que todos sus ciudadanos tengan oportunidades iguales, que sus derechos sean respetados y que sus leyes sean cumplidas, con el beneplacito de la mayoria que las aprobaron.
    Un ciudano tiene la obligación decumplirla, si partimos de la maxima que deberes y obligaciones han de ir juntas.
    En cuba y gracias a la revolución triunfante del 59 y a su gobierno revolucionario en cabezado por Fidel, se barrio con la ignominia del racismo institucional, gracias a ellos surgieron miles de escuelas en todo el pais, donde estudian niños, y niñas sin distinción de raza o color, ni credo o religión.

    A las universidades ingresan cada año jovenes con probada capacidad que llenan las aulas para adquirir los conocimientos necesarios, para desempeñarse como profesionales de alto nivel en todas las esfera de la economía nacional, para contribuir al desarrollo de nuestra nación cubana, y contribuir tambien por miles con otros paises en el mundo entero basados en el sentimiento internacionalista que nos han legados los dirigentes historicos de la revolucíón.
    Todos sabemos aunque algunos lo olviden, que el requisito fundamental es el del mérito y la capacidad.
    habria que preguntarse,¿cuantos negros, pobres o ricos tenia esa posiblidad.?
    ¿Cuantas mujeres se hubiesen graduado como profesionales blancas o negra?
    Sólo un ejemplo, se pueden citar innumerables.
    Ahora como se puede afirmar que la revolucíon no ha llegado a los negros.

    la discriminación racial es y ha sido tal vez uno de los problemas mas escabroso y difíciles de los que la Revolución se ha enfrentado, precisamente al de los prejuicios raciales que para una revolución constituyen barricadas pero no infranqueble con solución a largo plazo que resultan tan difíciles por los intereses creados, de acuerdo con la naturaleza del medio en que historicamente se han desarrollado.
    por tanto el llamado seria a la reflexión, ir a lo que nos une y no a lo que pueda dividir,debilitar, socavar.
    No cejaren el empeño de cultivar cada vez más la cultura , el arte las ciencia y la solidaridad humana entre los hombres y mujeres de este genial pueblo que derrocha amor y en su sacrificio cotidiano de construir una sociedad mas justa y hermosa,que no ha conquistado toda la justicial social, pero que ha conquistado toda la justicia posible
    Desterrar cada vez mas cualquier vestigio de descriminacíon.
    !Cubanos a las armas valiente corred que la patria nos contempla orgullosa.!

    Hemos hecho una revolucíon mas grande que nosostros mismo, !crecernos!
    Zurbano, respeto sus criterios pero no los compartos.
    ¨Al enemigo ni un tantito asi¨

  • El Ario dijo:

    Yo por si acaso me hice un test genético creyendo que era blanco y resulta que soy chino, le sumba.

  • silvia ivonne dijo:

    Gracias profesor por una respuesta tan explícita, nuestras raíces están ahí, hay que estudiar la conformación de nuestra nacionalidad para que nadie se confunda. Creo que es muy superficial centrar a esta altura un debate en el asunto de las oportunidades de blancos y negros, cuando en todas nuestras tribunas públicas se habla de unidad para encauzar un proceso social que avanza con expectativas por nuevos caminos.
    Ese detalle también lo pasó por alto Zurbano.

  • Albert dijo:

    Por casualidad en la mañana venía hacia mi trabajo en el omnibus y miraba pensado, en qué País del mundo andamos todos juntos !!!!!tan diversos!!!, si caminas por nustras calles, nadie te aparta, es sencillo, mi Cuba es para todos!!!!! y no lo repartimos todo!!!!!
    Sabemos lo que quieren, no nos dejaremos provocar!!!!!Hace mucho tiempo, a pesar de las dificultades, tenemos... "LO QUE TENIAMOS QUE TENER"

  • Pombo dijo:

    De acuerdo al curricum de Zurbano su artículo en el NYT es de bajo vuelo.

  • Carlos Bernal dijo:

    Nunca había oído hablar de Roberto Zurbano, por el artículo debe tener menos de 50 años. Es tan racista como el mayor que pudo haber habido, porque en Cuba nunca se había formado ese debate entre blanco o negro. Yo en lo particular ni pensaba en eso y así la gran mayoría de nuestro pueblo. Nunca he sacado la cuenta de que si este u otro dirigente, director o vecino tiene la piel de un color u otro.
    Lo que si demuestra Zurbano es bastante desconocimiento de nuestra historia, anterior y posterior a la Revolución. Eso es delicado; una persona que ocupa la responsabilidad que tiene no puede ser tan irresponsable. Me recuerda las guerrillas de Bove en Venezuela al principio del siglo XIX y aquello de la guerra de razas. ¿Que piensa esta persona?, será que vive en Cuba y no está en ella.
    Muy lamentable que alguien por hablar, como una cotorra, le de pie al imperio para crear dificultades en nuestro país. Tal parece que el ciudadano de referencia no conoce lo que ha sucedido en Irak y Afganistan y sucede hoy en Siria.
    Es, o se hace, tan ingenuo que no comprende que la unidad del pueblo ha permitido resistir, por más de 50 décadas, los ataques del imperio y ahora con su filosofía de no se nada quiera quebrarla.
    Para ser sincero: dudo del sujeto.

  • Daydier dijo:

    Hola a todos, excelentes comentarios:

    Hay que ser descarados para decirle "oficialista" a las instituciones que pertenecen al Estado Cubano (de Cuba, nuestro país, nuestro Estado) y sobre todo clasificar asi a las personas que trabajan en ellas (a los cubanos, los que hacemos Patria cada dia). Acaso esos que se dicen disidentes y opositores no son oficialistas tambien?? Lo que ellos no trabajan en instituciones del Estado de su Pais, sino que trabajan para el gobierno de EUA. Radio Marti es oficialista del gobierno yanqui. Ellos les pagan, ellos les dicen lo que pueden y no pueden decir. Lo mismo ocurre con los llamados periodistas "independientes", que de independientes no tienen nada pues se deben a las exigencias de la SINA y sus lacayos de Miami.

    El tema racismo:

    En Cuba no hay discriminación racial, ni racismo institucionalizado, ni odio o desprecio de una raza a otra. El fenómeno racismo no es solo el odio al negro, sino el odio del negro al blanco, del chino al judio, del judio al indio, y asi sucesivamente. En Cuba blanco, negros, verdes, azules, etc,etc, caminamos unidos y nos respetamos y vivimos como hermanos. Es cierto que en nuestras calles hay negros que odian a blancos y blancos que odian a negros, es cierto que hay gente que todavia mantienen un desprecio hacia otras razas, pero es algo tan intimo, y tan mal visto, que es como un mal vicio, pero para nada es un estilo de vida en Cuba. El denominado "racismo" no es mas que un rechazo a manifestaciones de indisciplina y falta de respeto y cultura de muchos miembros marginales de ciertas razas predominantes en Cuba (blancos, negros, mulatos). Es cierto que algunos se destacan mas que otros, pero lo que se rechaza no es el color de la piel, ni la textura del pelo, es la actitud ante la vida, la disciplina, el comportamiento de la persona. Si un negro, o blanco, entra a un lugar gritando, buscando problemas, robando y diciendo malas palabras, es logico que tiene que se expulsado del sitio y no aceptado, pero eso no es racismo. Repito, algunas personas de unas razas se destacan mas que otras, pero eso no es motivo para decir que hay discriminacion por color de piel.

    Esta gente gusana se aprovecha de todo lo que sea hablar verdades, que si es cierto que antes estaban prohibidas y hasta penalizadas, ahora todo ha cambiado, la Revolucion avanza y traer a Cuba al mundo actual es un paso complejo, con muchos detractores y gente aprovechada que inventa cualquier cosa para sacar ventajas materiales, pero lo que si es seguro que no volveremos al capitalismo salvaje que vemos como se desmorona en todo el mundo. Esa gentuza de Miami no podran gobernar a nuestros blancos, negros y mulatos jamas.

    Comentarios sobran, ustedes todo lo han dicho.

  • Francisco A. Dominguez dijo:

    “Quien no está de acuerdo con nosotros y la posición oficial le está haciendo el juego al imperialismo”. Eso es simple y llano miedo al debate, una manera de descalificar a todo aquel que tiene opiniones que no nos gustan.
    ============================================================
    Yo creo que no se trata de tenerle miedo al debate, sino de que sea un buen debate, y para que sea un buen debate hay que pensar muy bien lo que se va a decir, y tener en cuenta en ese pensar bien que efectivamente todo lo que se diga le puede servir al contrario, y en este caso al contrario se le puede llamar enemigo sin temor a equivocarnos: la palabra es un arma. El acto de decir no esta exempto de responsabilidades, como cualquier otro acto, y en este caso el opinante, Zurbano, parece haberse saltado esa responsabilidad de pensar un poco mejor lo que iba a decir, pues simplemente mintio... por mucho que sea cierto que, a pesar de todos los esfuerzos de la Revolucion,sigue existiendo el racismo en Cuba. Ojala, sin embargo, que el desaguisado sirva para despertar las conciencias de aquellos que, en el otro lado de la ecuacion, siguen dormidos con respecto a este tema: el racismo para erradicarlo hay que combatirlo en cada momento.

  • El Kindo dijo:

    Ahí pueden leer el articulo, tan simplista, insulso. La falta de objetividad denota en el autor una falta de dignidad real, y de amor propio. Al Cesar lo que es del Cesar... Por favor Zurbano, cual es su verdadero propósito? Buscar apoyo, protagonismo, cambiar de color.

    Para los negros en Cuba la Revolución no ha comenzado aún

    Roberto Zurbano / La Habana

    Publicado en marzo 23 de 2013

    La últimas noticias salidas de Cuba se refieren a los cambios, aunque esto es más un sueño que una realidad para los afrocubanos como yo. A lo largo de la última década, han sido abolidas muchas prohibiciones ridículas para los cubanos que viven en la Isla, como dormir en un hotel, comprar un celular, vender una casa o un automóvil y viajar al extranjero. Estos gestos han sido celebrados como signos de aperturas y reforma, aunque en realidad solo son esfuerzos para normalizar la vida. La realidad es que en Cuba tu experiencia de estos cambios depende del color de tu piel.

    El sector privado goza ahora en Cuba de cierto grado de liberalización económica, pero los negros no estamos en posición ventajosa para aprovecharnos de ello. Heredamos más de tres siglos de esclavitud durante la era colonial española. La exclusión racial continuó después de la independencia de Cuba en 1902, y medio siglo de Revolución desde 1959 ha sido incapaz de superarla.

    En los primeros años de la década de los 90, después del fin de la Guerra Fría, Fidel Castro se embarcó en reformas económicas que continúa Raúl, su hermano y sucesor. Cuba había perdido su mayor benefactor, la Unión Soviética, y cayó en una profunda recesión que se conoció como el “periodo especial”. Había frecuentes apagones. El transporte público apenas funcionaba. La comida escaseaba. Para encauzar el descontento, el gobierno dividió la economía en dos sectores: uno para el negocio privado y las empresas de orientación extranjera, esencialmente autorizadas a negociar en dólares estadunidenses; y otro que continuaba el viejo orden socialista centrado en puestos gubernamentales de trabajo con un promedio de 20 dólares mensuales.

    Es cierto que los cubanos tienen aún una fuerte red de seguridad: la mayoría no paga alquiler, y la educación y la salud son gratuitas. Pero la divergencia económica creó dos realidades contrastantes que persisten hoy en día. La primera es la de los cubanos blancos, que han equilibrado sus recursos, para entrar en la nueva economía de mercado y cosechar los beneficios de un socialismo supuestamente más abierto. La otra realidad es la de la pluralidad negra, que fue testigo de la desaparición de la utopía socialista en los sectores más desprovistos de la Isla.

    La mayor parte de las remesas del exterior —principalmente del área de Miami, centro neurálgico de la comunidad de exiliados mayormente blancos— va a cubanos blancos. Tienden a vivir en mejores casas, que pueden ser convertidas fácilmente en restoranes o alojamientos con desayuno —el modo más común de negocio privado en Cuba—. Los cubanos negros tienen menos propiedades y dinero, y además han tenido que lidiar con el racismo imperante. Era frecuente no hace mucho que los administradores de hoteles, por ejemplo, contrataran solo empleomanía blanca para no ofender la supuesta sensibilidad de su clientela europea.

    Este tipo de racismo escandaloso se ha vuelto socialmente menos aceptable, pero los negros son aún tristemente poco representados en el turismo —probablemente el sector más lucrativo de la economía—, y es mucho menos probable que posean sus propios negocios que los blancos. Raúl Castro ha reconocido la persistencia del racismo, y ha tenido éxito en algunas áreas (hay más maestros y diputados negros en la asamblea nacional), pero falta mucho por hacer para enfrentar la desigualdad estructural y el prejuicio racial que aún excluye a los afrocubanos de los beneficios de la liberalización.

    El racismo en Cuba ha sido ocultado y reforzado en parte porque no se habla de él. El gobierno no ha permitido que el prejuicio racial sea debatido y confrontado política o culturalmente, pretendiendo a menudo, en ocasiones, que no existe. Antes de la década del 90, los cubanos negros sufrían una parálisis de movilidad económica mientras, paradójicamente, el gobierno decretaba el fin del racismo en los espectáculos y publicaciones. Cuestionar la extensión del progreso racial equivalía a un acto contrarrevolucionario. Esto hizo casi imposible señalar lo obvio: el racismo está vivo y saludable.

    Si los años 60, la primera década después de la Revolución, significaron oportunidad para todos, las décadas que siguieron demostraron que no todo el mundo podía tener acceso al beneficio de tales oportunidades. Es cierto que la década de los 80 produjo una generación de profesionales negros, como médicos y maestros, pero estas ganancias disminuyeron en la década de los 90, cuando los negros fueron excluidos de sectores lucrativos como la hotelería. Ahora, en el siglo XXI, se hace muy visible que la población negra está poco representada en universidades y en espacios de poder económico y político, y sobrerrepresentada en la economía subterránea, en la esfera criminal y en los barrios marginales.

    Raúl Castro ha anunciado que cesará en la presidencia en 2018. Espero que para entonces, en Cuba el movimiento antirracista habrá crecido, tanto legal como logísticamente, de modo que pueda traer soluciones que durante tanto tiempo han sido prometidas y esperadas por cubanos negros.

    Un primer paso importante sería lograr finalmente un conteo oficial de afrocubanos. La población negra de Cuba es mucho mayor que los números espurios de los recientes censos. El número de negros en la calle subraya obviamente el fraude numérico que nos coloca con menos de un quinto de la población. Muchas personas olvidan que en Cuba una gota de sangre blanca puede —aunque solo en el papel— hacer un mestizo o una persona blanca de alguien que en la realidad social no cae en ninguna de estas categorías. Aquí, los matices que gobiernan el color de la piel son una tragicomedia que oculta conflictos raciales de larga existencia.

    El fin del gobierno de los Castro significará el fin de una era en la política cubana. No es realista esperar un presidente negro, dada la insuficiente conciencia racial en la Isla. Pero cuando Raúl Castro deje el puesto, Cuba será un lugar muy distinto. Solo podemos esperar que mujeres, negros y jóvenes serán capaces de ayudar a guiar a la nación hacia una mejor equidad de oportunidad y al logro de ciudadanía plena para cubanos de todos los colores.

  • Rolando Oñate dijo:

    En Cuba desde el triunfo de la revolución esta ha promovido la política de cero discriminación racial, esa es la política oficial y se lucha porque eso se cumpla, pero como otras eso no quiere decir que no exista discriminación en la sociedad como tal, son rasgos del pasado, ni siquiera del capitalismo, sino de la colonia, en el mundo entero sucede lo mismo, quizás uno de los países que meno exista este problema sea Cuba, porque existe la voluntad de sistema de eliminar ese mal que aún persiste y que está arraigado en la sociedad, pero quiero decir también que el racismo está presente de las dos partes, conozco negros racista total, hablan mal de los blancos, se burlan de los blanquitos y peor no son tolerantes como son los blancos generalmente con lo negros, conozco barrios en Santiago y Guantánamo que es como les comento y muchas de los forista aquí me darán la razón, yo soy mulato o negro, mi abuelo según Zurbano, por la forma del clasificarlo era negro, mi mejor amigo es negro de verdad y es mi amigo en las buenas y las malas, pero ese mismo amigo negro me hacia reír hace unos días cuando le contaba que fui a un lugar donde tenían que atenderme para una situación y el compañero que me atendió empezó a ponerme mil dificultades para al final resolverme a medias, cuando yo sabía que si podía resolver mi problema y sin mirar para ningún lado ni pensarlo mi amigo me dijo seguro es que ese tipo es negro, no me quedo otra alternativa que reírme, porque mi amigo estaba en lo cierto, quizás mi anécdota la tomen como racista, pero no, porque según Zurbano yo soy negro y vivo orgulloso de serlo, creo además que Cuba eles el país meno racista del mundo, gracias a esta gran Revolución Socialista.

  • Roberto dijo:

    Aca yo veo algo muy contradictorio en las palabras de Zurbano...si pues no me da la cuenta con el dinero....

    SI EN CUBA HUBIESE ESE NIVEL DE RACISMO COMO JUSTIFICAR SU IMPORTANTE Y MULTIPREMIADA CARRERA ARTISTICA??

    Te la comiste Roberto Zurbano!!!!!

  • Rafa dijo:

    Es verdad que en Cuba no hay racismo de manera abierta y generalizada, hay amistades de diferentes razas y etnias, pero no nos llamemos a engaño. ¿Cuantas personas no les dicen a sus hijos que no se casen con una negra o negro?, que como les saldrá el pelo a sus nietos, que para atrás ni para coger impulso, cuando un negro hace algo viene el dicho: tenía que ser negro....., y si buscamos más ejemplos y dicharachos llenamos una libreta.
    Se que la alta direccion de la Revolución quiere eliminar el flagelo del racismo, pero no es fácil, después de 54 años los negros siguen siendo los mas desposeídos, y cuando vemos los cargos de direccion en casi todas las empresas casi todos son blancos, se cuelan muy pocas personas de color, y ejemplos de estos hay muchos también.
    Con esto no estoy dándole el visto bueno al articulo de Zurbano, aunque tampoco lo critico, ya que todos somos libres de pensar lo que nos de la gana, y este es un tema del que se puede polemizar constructivamente y sacar provecho de todos los criterios.

  • Alejandro dijo:

    Acabo de leer el articulo publicado por Zumbado y realmente se equivoco del pi al pa como decimos los cubanos o mejor dicho no se equivoco dijo lo que pensaba y siente, el mensaje, su mensaje, esta mas bien en pretender cambiar lo que con tanto sacrificio le ha costado a este pueblo y es su unidad,libertad y soberanía es su opinión pero nada que ver con la realidad de mi Cuba ni con el pensar de muchos negros que como yo vivimos en esta isla.
    Me molesta que sutilmente enfoque su articulo como un problema racial cuando en realidad su problema es político,lean el escrito y veran o sera que la traducción se equivoco, NO ME PARECE.

  • Yibril dijo:

    Yo apoyo a arwen, y quiero que sepan que la palabra cubano lo engloba todo(razas?), a mi entender no existen razas sino solo grupos etnicos, de los cuales en cuba hay casi de todos tipos, y el ser cubano entraña tenr de todos esos grupos y es lo que da alegria y diversidad a nuestra cootidianidad, el tema es complejo, lo reconozco, pero tener ascendencia "NO BLANCA" no es roblema para mi, cientificos NO BLANCOS han sido y continuaran siendo orgullo de nuesra sociedad....

  • Mariano dijo:

    Desearia que se publicara mi opinión sobre el particular que quiero abordar pues no pretendo detenerme a analizar todo este artículo menos el de Zurbano que evidentemente se expresó solo hacia algunas aristas del problema sin ir mas profundo en su analisis que la inserción de la población negra a los negocios particulares y a la hoteleria (amén de las demás cosas que escribe y no fundamenta)

    y dice el periodista "Zurbano acepta en sus declaraciones –que reproduce también la opositora Martí Noticias– la engañosa idea de convertir en dólares, de acuerdo con la tasa de cambio cubana, los salarios de los trabajadores, pero esa conversión no puede tener en cuenta el reducidísimo costo de la vivienda en Cuba, y los servicios gratuitos de salud y educación que hacen que los 20 dólares que aparentemente gana un trabajador, le permitan vivir. El salario entra forzosamente en relación con los gastos que deben asumirse: en otros sitios, con ese salario, el mismo trabajador sería un limosnero."

    No existe un reducido costo de la vivienda en cuba cuando algunas se cotizan hasta en mas de 50 000 (cincuenta mil) dolares y el estado no vende vivientas a bajos costos ni de ningun tipo, cuando los materiales para cualquier reparacion menor cuestan mas dinero que cualquier salario devengado en un año por un trabajador cualquiera (un ejemplo hacer un baño en cuba no sale por debajo de 15 000 (quince mil) pesos cubanos) y me parece que estoy siendo conservador

    Los servicios gratuitos de atención médica PUBLICA (no confundir con salud en general que los medicamentos si se pagan) existen en casi cualquier pais, así como la educación publica, gratuita y obligatoria.

    Los alimentos en cuba tienes un precio tan alto (excepto la reducidisima canasta básica) que todavia nadie se explica como es posible comprar lo que nos comemos, la ropa tambien tiene precios altisimos asi como los productos de primera necesidad (valga la redundancia pues comida y ropa se incluyen en ellos) digase jabones, pasta dental, detergente por citar solo algunas de mas demanda por parte de los cubanos.

    No se puede cerrar los ojos a una provocación como la de Zurbano pero periodista tampoco se puede tapar el sol con un dedo y ser simplistas en el analisis en cuba con nuestro salario casi vivimos como limosneros sino fuese en muchas ocasiones a negocio turbios y ocasionales, a lo que se resuelve o se lucha en el trabajo, a las remesas que a no todos nos toca o a los que como yo tenemos dos trabajos para poder salir mas menos que mas adelante.

    Gracias por publicarme.

    • Nelo dijo:

      Estoy totalmente de acuerdo contigo

  • midel dijo:

    En este Link esta el articulo publicado por el New York Time

    http://www.lajiribilla.cu/2013/n621_03/new_york_times.htm

  • ARTURO dijo:

    De verdad yo no entiendo nada, Zurbano creo que tiene ansias de notoriedad, porque toda esa cantidad de tonterias que ha hablado no tienen sentido y menos para una persona con la prepacion que el tiene.
    Si hay un pais donde el racismo es, al menos oficialmente, algo pasado de moda es Cuba. Yo conozco muchisimos negros que han estudiado en la universidad y se han graduado con titulo de oro, han hecho postgrados, han hecho maestrias y han hecho doctorados y por el camino nadie le ha preguntado si tienen dinero, ni le han cuestionado su color. Conozco negros que son inclusos figuras publicas y que ocupan importantes cargos en la direccion del pais, recuerdo la mas reciente asamblea donde se eligió a Esteban Lazo como su presidente y la defensa que realizó Raúl de el para ese cargo, en esa misma asamblea se eligió al hasta entonces secretario de la CTC Salvador Valdes Mesa como vicepresidente del consejo de estado. Conozco igualmente y son tambien personajes publicos una buena cantidad de artistas de todas las artes que son negros y a ninguno se les veta por ser de uno u otro color, hay infinidades de deportistas que son negros y que han representado a Cuba en el exterior y a ninguno se les veta por ser negros. Si en la poblacion aun quedan vestigios de racismo es algo que el estado no puede controlar a pesar de la defensa que ha hecho de la no discrimanacion racial, si existe todavia racismo en algun lugar y por ser de uno u otro color te ponen trabas, está muy claro que no es politica del gobierno revolucionario para que estas cosas sean asi, vuelvo y repito lo del inicio, para mi Zurbano tiene ansias de notoriedad y considero muy personalmente que alguien con esos problemas y con una muestra de racismo evidente no debe ocupar un cargo como el que tiene en la tan prestigiosa UNEAC.

  • E.M.PALACIOS dijo:

    «Hombres es mas que negro, mas que blanco, mas que mulato: Dígase Hombre y ya se han dicho todos los derechos». jose Marti

Se han publicado 198 comentarios



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Guillermo Rodríguez Rivera

Guillermo Rodríguez Rivera

Escritor cubano nacido en 1943. Su producción incluye poesía, novelas como "El cuarto círculo" (1976, en coautoría con Luis Rogelio Nogueras) y ensayos como "Por el camino de la mar. Los cubanos" (2005).

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