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Una opinión

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El profesor y escritor Guillermo Rodríguez Rivera en La Timba. Foto Kaloian

El profesor y escritor Guillermo Rodríguez Rivera en La Timba, durante un concierto de la Gira por los barrios de Silvio Rodríguez. Foto: Kaloian.

Lo primero que llamó mi atención fue que Diario de Cuba –que es una publicación declaradamente opositora a la Revolución Cubana–, acogiera in extenso, las opiniones de un ensayista cubano que vive en la Isla y que, sin duda, se ubica en el ámbito de la que ellos (los del Diario) llaman “oficialidad” cubana, como estima la publicación a todo el que trabaje en cualquier entidad estatal del país: ahora mismo, el 75% de la población laboral de la nación.

Roberto Zurbano, el ensayista al que aludo, porque son sus declaraciones las que recoge la publicación de nombre cubano, radicación madrileña y aires miamenses, es director del Fondo Editorial de Casa de las Américas y, como puntualiza el Diario, “vicepresidente de la Asociación de Escritores de la oficialista UNEAC”.

Me pareció escandaloso que un negro cubano y revolucionario afirmara de modo terminante que “para los negros cubanos, la revolución no ha comenzado”. Es perfectaente lógico que semejante declaración le sirva a Diario de Cuba para colocarla como cintillo de la información que resume las opiniones de Roberto Zurbano, y que el escritor cubano diera originalmente a The New York Times.

Como Zurbano, además de ser cubano es negro y revolucionario, considero que hay ciertas apreciaciones conceptuales que lo han conducido a unas conclusiones superficiales en torno a los complejos problemas que aborda. Me parece necesario aclararlas.

El primer asunto que quiero tratar es la confusión que existe en las opiniones del ensayista al abordar conceptos como racismo y discriminación racial. En el caso que nos ocupa, el racismo anti-negro es la idea de la inferioridad de la raza negra. Se trata de la raza que fue esclavizada por casi cuatro siglos y, después, ha sufrido las consecuencias de esos siglos de opresión.

Tan temprano como en marzo de 1959, Fidel Castro advertía las complejidades y dificultades del problema. Decía ese mes, en un discurso, que el de la discriminación racial es

uno de los problemas más complejos y más difíciles de los que la Revolución tiene que abordar… Quizás el más difícil de todos los problemas que tenemos delante, quizás la más difícil de todas las injusticias de las que han existido en nuestro medio ambiente… Hay problemas de orden mental que para una revolución constituyen valladares tan difíciles como los que pueden constituir los más poderosos intereses creados[1].

Cuando Fidel está refiriéndose a asuntos “de orden mental”, está subrayando que el racismo solo puede ser parcialmente resuelto por las leyes y resoluciones que pudiera dictar el gobierno de la Revolución y advierte que el prejuicio racial no está únicamente en los económicamente poderosos, en los enemigos de la Revolución, sino en gente

que no tiene latifundios, ni tiene rentas, ni tiene nada, que no tiene más que prejuicios en su cabeza.[2]

Son los siglos de esclavitud y los prejuicios que generó esa forzada interiorización del negro, los que conforman la perspectiva racista y desembocan en la praxis que es la discriminación racial.

El instrumento legal contra la discriminación racial se desplegó a fondo en el marco de la Revolución Cubana, del mismo modo que se puso en juego un amplio dispositivo ideológico contra el racismo que, de hecho, transformaron en vergonzantes las manifestaciones de discriminación que podían aparecer. La Revolución Cubana desarrolló un estado de opinión mayoritaria entre los cubanos, que obligaba a aquel que la sentía, a enmascarar cualquier manifestación de racismo.

La Revolución Cubana no solo inició la lucha contra el racismo y la discriminación sino que puede decirse que nunca esa lucha había sido tan a fondo como en ese momento de nuestra historia.

En otro articulo, Zurbano manifestaba que el racismo solo podía manifestarlo quien ejercía el poder. En verdad, quien no ejerce el poder también puede ser racista, pero tendrá dificultades mucho mayores para que su racismo desemboque en la práctica que es la discriminación.

Pero el único poder en un estado no es el central, ese que dicta layes, decretos y resoluciones. Mucho más abajo un director, un administrador, un jefe de personal, ejercen un poder efectivo que puede pasar y a veces pasa por encima de los criterios de ese poder central, claro que sin hacerlo explícito. Finalmente, puede ejercerse incluso la discriminación privada, la que dispone la sola persona en el ámbito que domina.

Pero la apertura de los puestos de trabajo, de los medios de comunicación, de los centros y las oportunidades de estudio a los cubanos de todos los colores, es algo que no puede ignorarse, porque resulta una falsedad cuando se hace. Zurbano, que nació y creció en tiempos de revolución, debía indagar –si es que no lo conoce– el asunto con sus mayores, antes de formular ante la prensa norteamericana una opinión que acaso la complazca, pero que desacredita sin ningún fundamento real a la Revolución Cubana.

Los procesos radicales de la historia cubana han generado en diversos momentos la esperanza del fin de la discriminación racial. Es lo que creyó uno de los más importantes líderes negros cubanos, Juan Gualberto Gómez, quien supuso que la proclamación de la independencia cubana tras el fin de la esclavitud, solucionaría el problema de la subordinación de negros y mulatos cubanos en una sociedad que los había discriminado.

Pero la república surgida en 1902, tras cuatro años de intervención norteamericana y la imposición de la Enmienda Platt, ya no era la proyectada república “con todos y para el bien de todos” proclamada por Martí y apoyada por Antonio Maceo.

Cuando triunfa la Revolución en 1959 y se proclama socialista en 1961, el mulato comunista Nicolás Guillén acaso tuvo las mismas esperanzas que Juan Gualberto medio siglo atrás. Guillén sabía que la igualdad de derechos de las razas no podía darse en medio de la opresiva sociedad de clases, en las que negros y mulatos arrastraban la desventaja de más de trescientos años de esclavitud. Pero eso había terminado. Cuando Guillén publica Tengo, su primer libro ya en la Revolución, escribe:

Tengo, vamos a ver,

que siendo un negro

nadie me puede detener

a la puerta de un dancing o de un bar.

O bien en la carpeta de un hotel

gritarme que no hay pieza,

una mínima pieza y no una pieza colosal,

una pequeña pieza donde yo pueda descansar.

La conclusión del texto era plenamente optimista:

Tengo, vamos a ver,

tengo lo que tenía que tener.

Nicolás Guillén, comunista, creo que sí pensaba, porque era obvio, que la Revolución había comenzado para los negros cubanos. Acaso creyó también que ya todo se había conseguido y ahí sí se equivocaba.

Casi treinta años después se produce el derrumbe de la Unión Soviética y del campo socialista europeo. Cuba pierde el suministro de la energía que la mantenía viva y el 85 % de su comercio. Para no rendirse ante la contrarrevolución, el país tiene que hacer transformaciones que, en efecto, implicaron enormes sacrificios para la inmensa mayoría de los cubanos, blancos y negros. Los que lo vivimos, no olvidamos aquel agosto de 1993, cuando la ciudad de La Habana se apagaba y encendía alternadamente cada 8 horas. Hubo que sacrificar brutalmente el consumo de la población justamente para obtener los recursos a fin de que esa misma población subsistiera, para mantener actuantes los sistemas de salud y educación, y los demás servicios vitales.

Zurbano hace un arbitrario sesgo de la población que, automáticamente dice que fue escindida en dos porciones absoluta y claramente delimitadas:

La primera es la de los cubanos blancos, que han movilizado sus recursos para entrar en una nueva economía impulsada por el mercado y cosechar los beneficios de un socialismo supuestamente más abierto. La otra es la de la pluralidad de los negros, que es testigo de la muerte de la utopía socialista

La “utopía” socialista la vimos morir blancos, indios, mulatos, negros, zambos y “jabaos” de todas las categorías. Nos pasó a médicos, albañiles, arquitectos, obreros, maestros, deportistas, profesores, peones agrícolas, ingenieros.

Los que pudieran emerger como beneficiarios de esa anormal situación no son en manera alguna “los blancos”, presentados como una compacta, solvente y masiva unidad, sino la exigua minoría de gerentes y sus colaboradores y acólitos, que no representaría ni el 0,1% de la población del país, integrada por blancos, negros y mulatos. Otra parte de la población, también minoritaria aunque creciente, empezó a buscar lenta pero indeteniblemente, la forma de ir accediendo, en los avatares de las necesidades cotidianas, a esos mínimos beneficios que empezaban a deslizarse hacia un reducido sector de sus conciudadanos.

Zurbano acepta en sus declaraciones –que reproduce también la opositora Martí Noticias– la engañosa idea de convertir en dólares, de acuerdo con la tasa de cambio cubana, los salarios de los trabajadores, pero esa conversión no puede tener en cuenta el reducidísimo costo de la vivienda en Cuba, y los servicios gratuitos de salud y educación que hacen que los 20 dólares que aparentemente gana un trabajador, le permitan vivir. El salario entra forzosamente en relación con los gastos que deben asumirse: en otros sitios, con ese salario, el mismo trabajador sería un limosnero.

Creo que Roberto Zurbano necesita conocer mejor la conformación y las peculiaridades de la población cubana, para entender mejor las de su zona negra, que es la que parece importarle. Y yo empezaría por decir que ese es un problema cambiante, en la realidad y en la misma percepión del fenómeno.

En los primeros años del pasado siglo, la norteamericana Irene Wright trataba así el tema racial en Cuba:

Los nativos [los cubanos] son negroides. Algunos “pasan por blancos”, como expresa la ilustrada expresión coloquial. Algunos son, posiblemente, blancos; sin embargo, pocos se preocuparían de someter su linaje a un escrutinio a fin de probarlo. Sólo los [norte]americanos piensan cosas inferiores sobre el cubano, porque si él no es de color, es al menos matizado[3]

Es curioso que esta “cubanóloga” de la época, estadounidense, catalogue como “negroides” a los cubanos, y es obvio que la Wright no está aludiendo esencialmente al color de la piel de los habitantes de la Isla. Lo precisa inmediatamente después. Cuando se refiere a los cubanos de piel blanca, aquellos en que no existen los rasgos físicos de la raza negra, aclara:

la sangre negra está allí […] en una cierta voluptuosidad de la figura y, obviamente, en la alegre visión de la vida en general. [4]

Mujer de una nación en la que la cultura del blanco sojuzgó las de los negros; en la que el negro fue también esclavizado pero, además, aculturado, despojado de sus tambores, sus cantos y sus creencias, está comprobando con inquietud la esencial mulatez espiritual del cubano: cómo esas culturas negras han actuado sobre el cubano blanco para comunicarle esa “alegre visión de la vida” que ella entiende casi como una propiedad de la sangre negra.

Desde una perspectiva ideológica colocada en las antípodas de las de la Wright, Nicolás Guillén rechazaba la pertinencia del término “afrocubano” para calificar la poesía que escribe.

A partir del criterio de Fernando Ortiz que califica nuestra cultura de “blanquinegra”, Guillén sostiene que lo cubano ya tiene en lo africano uno de sus componentes, que va unida en él a la impronta española. Guillén, que aludió a los dos abuelos que eran los ancestros del cubano, reclamaba para su poesía el calificativo de “mulata”, `porque pensaba que mulata era también Cuba. No hay que decir afrocubano, porque lo cubano implica, incluye lo africano.

Para Zurbano, como ocurre en la cultura norteamericana, lo no puramente blanco es negro. Pero llamar negro a un mulato únicamente apresa una porción de su identidad. Zurbano reclama lo que llama un “conteo preciso de los afrocubanos”, pero esa precisión quedaría vulnerada al “contar” como negros a los mulatos, en los que la ascendencia española coexiste con la africana. Creo que despojar de la impronta española al puro (si es que existiera esa pureza) negro cubano, es también desconocer su identidad.[5] De alguna manera el “ajiaco” sl que alude Fernando Ortiz; el “todo mezclado” que proclama Nicolás Guillén, devienen auténticas imágenes de la cubanidad.

La Revolución Cubana se ha defendido sabiamente de aquello que ha querido destruir la unidad del pueblo. Esa unidad garantizó su invulnerabilidad en los días de las agresiones militares de las décadas de los sesenta y setenta. Acaso la preservación de la seguridad del país hizo que el abordaje del tema racial fuera considerado lesivo para el mantenimiento de la unidad de los cubanos.

Tiene razón Zurbano cuando afirma que es la crisis económica que vive el país en los años noventa la que pone de relieve el tema del racismo, cuando es el propio Fidel Castro quien lo aborda en uno de los congresos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Zurbano opina que, cuando Raúl Castro abandone la presidencia en el año 2018, no puede esperarse que los cubanos elijamos un presidente negro, por lo que él llama “la insuficiente conciencia racial” que existe en Cuba.

Pero Cuba ya tuvo un presidente no blanco: fue el general Fulgencio Batista y Zaldívar aunque, de acuerdo a los parámetros de Zurbano, habría que clasificarlo como negro.

Estados Unidos, que ha visto surgir en su seno una burguesía negra, eligió en 2008 su primer presidente negro. Barack Obama pertenece a la misma clase política burguesa que los republicanos Colin Powell y Condoleeza Rice y como ellos, así sea con matices, es un defensor de la política imperial que también defendieron los presidentes blancos, porque la burguesía no tiene raza sino intereses e ideología.

Quiera Dios, o Elegguá, que abre los caminos, que cuando los cubanos tengamos que elegir un presidente en 2018, no pensemos en el color de su piel, sea esta del color que sea, sino en el hombre que está cubriéndose con ella y, sobre todo, en lo que ese hombre tenga en la cabeza.

(Tomado del blog Segunda Cita)

Se han publicado 198 comentarios



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  • Jobosi dijo:

    A Zurbano lo picó la Mosca Azúl, como expresó Frei Beto.

  • Lázaro Policarpo dijo:

    Sr. Zurbano lo suyo no es antiracismo, eso se llama coqueteo con el enemigo, es el timido y no declarado inicio de cambio de bando. Ud utiliza una verdad que todos los verdaderos revolucionarios compartimos como reto en el combate de ideas (El racismo que perdura en la mente de muchos) para demostrar una mentira conque se pretende atacar a la revolución cubana.

  • karl dijo:

    Proflesor excelente articulo,lo felicito,he leido su comentario, no sé cual es el interés del señor Zurbano haciendole el juego a nuestros enemigos historicos, es verdad, al triunfo de la revolucion nuestro pais se vivia una discriminacion racial propia de nuestra propia historia, la esclavitud aunque fue eliminada en papeles, siguió llevando a los negros a mantenerse como una clase inferior, tengo edad para conocer eso, sociedades negras y blanca, playas solamente para blanco, etc, eso se fue introduciendo en nuestras mentes, como dijo Fidel, no es facil de quitar solamnte con leyes o decretos , esta dentro de nosostros mismos.Soy, segun el carnet de identidad de la raza blanca, pero realmente no es verdad, todos tenemos mescla, como dijo Guillen,no me considero puro,me crie dentro de la clase pobre y muchos de mis mejores amigos son negros, entre nosostros no existia esa division, hoy son medicos, ingenieros, cientificos, revolucionarios y los considero mis hermanos independientemente de su color de piel, no sé que persigue este "intelectual cubano" regalando al imperialismo esas ideas, los pobres, preocupados por nuestros negros,no por los suyos, porque no dice que en todas nuestras organizaciones se tiene en cuenta lo que llmamos en su composicion grupos etcnicos, un tecnicimos para eliminar eso que algunos le quedan, porque no dice que las oportunidad que da nuestro pais es para todos, independientemente el color de su piel o su creencia religiosa, me siento decepcionado por los criterios de un intelectual nuestro, formado por la Revolucion y negro por color de su piel, esos son los enemigos que tenemos que tener cuidado, no nos olvidemos de europa del este con los seudointelectuales, por ultimo quisiera que esos articulos, como la respuestas de nuestro pueblo sea publicado en prensa grafica para que todo nuestro pueblo conosca y este preparado para salirle al paso a estos seudorevolucionarios, gracias de nuevo Profesor.

  • Jorglez dijo:

    Yo creo que el racismo está en la mente del señor Zurbano y con esto no quiero decir que no exista pero, siempre se mira el racismo dede el punto de vista del blanco discriminando al negro, nadie lo mira desde el negro discriminándose a si mismo, porque también existe, o es que nadie ha oido la frase "estoy adelantando la raza". El problema es mental, tanto de blancos como de negros. en cuanto al hecho de que haya pocos negros o mestizos en cargos dirigentes, yo no lo creo tan así si se tiene en cuenta que la mayoría de la población cubana es blanca de piel, se puede decir que casi el 80% lo es. Por lo tanto, no veo la preocupación del señor Zurbano. Existen muchos ejemplos palpables de negros y mestizos dirigiendo a todos los niveles. Lo importante es su deseo de trabajar y de superarse. Por supùesto, si no cumple con los requisitos para un cargo, no puede estar en él y esto es válido para negros y blancos.

  • Eric Burdon dijo:

    Soberano FARSANTE este Zub-urbano, que solo hace tales "jueguitos" a la escritura complaciente -y se sabe a quienes- a fin de centrar su EGO, única salida para aliviar sus frustraciones (Y DE TODO TIPO)...
    Y le cantaré el "estribillito" de una popular timba de los 90's; por demás hecha por los buenos NEGRONES de la Charanga Habanera:
    ¡Maricuso! ¡quítate el disfraz!...¿No la bailaste, Zub-Urbano?...Seguro que no, con esos COMPLEJOS tuyos de ser NICHE...
    Saludos de Eric Burdon...¿sabes quién es?...Probablemente no lo sepas pues no viviste su época, un BLANCO al que siempre le latió un CORAZÓN NEGRO.¿Serás su triste contrapartida?...

  • Miguel Angel dijo:

    Coincido plenamente con Gilberto, el segundo comentario.

  • frankhf dijo:

    Nos haría falta ver el artículo que escribió Zurbano para poder valorar lo que quiso expresar aunque es evidente que la frase de que para los negros no ha comenzado la revolución la veo desproporcionada.
    Saludos y que siga el debate!!!!!!!!!!!!!!!

  • jabao dijo:

    No he tenido la oportunidad de leer lo que dijo este negro cubano y revolucionario, todo parece indicar que es un reflejo de resentimiento heredado de siglos de esclavitud y posterior marginalidad que padeció el hombre negro y que aún persiste en el subconsciente de algunos pertenecientes a esta raza por eso se explica que el mayor porciento de los delincuentes sean negros, como dice el articulo es un problema de mentalidad social que nada tiene que ver con la política que el estado desde los inicios de la revolución priorizó en nuestro país. Pueden ver la magnitud de este problema de resentimiento cuando una persona del nivel profesional de Zurbano asume un criterio como este y donde lo hizo, recuerden que Pablo Milanes, resentido también, dio este mismo criterio y en el mismo escenario.
    Cuantos cubanos diríamos en aquel momento...¨que mal agradecido ese negro¨

  • alfonso hernandez dijo:

    Hola, Zurbano es un especialista prestigioso y revolucionario. Es cierto que cuando se descontextualiza al autor de las opiniones y se manipula la información los resultados pueden ser los deseados por los manipuladores. Por favor evitemos opiniones descalificatorias sin haber leído el documento original y mucho mas sin conocer a Zurbano.

    • Sayli dijo:

      Estoy muy de acuerdo con usted y precisamente cuando dice que debemos leer ese artículo completo, no soy blanca y nunca he pensado en mi raza para nada de lo que he querido hacer en la vida, pero no se como pueden aqui hacer juicios tan contundentes de alguien que no conocen y de algo que no se ha leído completamente. Nos pueden mostrar ese trabajo??? o indicarnos el camino para poder formar un juicio personal. Por favor respeten otras opiniones aunque no sean las que queremos escuchar. Gracias.

  • CMP dijo:

    Excelente, Profesor Guillermo Rodríguez Rivera.

    Gracias por esta oportunidad de leerlo, sobre todo en este tema tan complejo y real.

    "Cuando conozco a alguien no me importa si es blanco, negro, judío o musulmán. Me basta con saber que es un ser humano".

    Walt Whitman (1819-1892) Poeta estadounidense

    Usted escribe en su artúclio, lo siguiente:

    Quiera Dios, o Elegguá, que abre los caminos, que cuando los cubanos tengamos que elegir un presidente en 2018, no pensemos en el color de su piel, sea esta del color que sea, sino en el hombre que está cubriéndose con ella y, sobre todo, en lo que ese hombre tenga en la cabeza.

    Una gran reflexión, con un hondo significado histórico y una visión del futuro muy realista. Estoy seguro que eligiremos al Hombre, independientemente del color de su piel y sobre todo por lo que tenga en su cabeza y en su corazón.

    Usted es uno de los formadores de las nuevas generaciones de cubanos; con sus enseñanzas nos llevó al convencimiento de que el ser humano es lo fundamental, no su piel o atributos adiconales, y así actuaremos en el propósito de continuar la obra grande de la revolución cubana y en defensa de los derechos de todos los cubanos y cubanas que habitamos esta preciosa y colorida Isla del Caribe. También nos enseñó que la historia no puede ser olvidada y tenemos el sagrado deber de presevar la obra hecha por nuestros líderes y mártires para nuestros hijos y nietos.

    Gracias otra vez por estos reportajes, tan valiosos y educativos, tan revolucionarios y cubanos.

    Debería Usted escribir más a menudo en este sitio tan importante y tan leido por tantas personas del planeta.

  • Jose Angel Turro dijo:

    Zurbano, lamentable tu actitud, no es por desconocimiento, estás detrás del dinero yanqui y utilizas el color de tu piel como moneda de cambio para entrar en los grandes circuitos de publicación mundiales controlados por el imperio. Triste favor que haces a los enemigos de tu pais y de tu raza.
    Me da la impresion que quieres emular con Yoani Sanchez. Es triste.

  • abel dijo:

    Evidentemente este tipo se descarrió. Él tiene que haber releído una y mil veces lo que escribió.

  • arwen dijo:

    Zurbano yo en el 2018 votaria por abel prieto...que tiene matices...hasta en el apellido.

  • AG dijo:

    El racismo está en la mente de todos, blancos, negros, mulatos y jabaos, esa mente no se cambia con leyes ni decretos. Pero es injusto decir que la Revolución no ha comenzado para los negros, me parece ilógico que un intelectual cubano, nacido en Cuba y que vive en Cuba diga semejante cosa. ¿Es que no ve la TV? ¿No ve el deporte? ¿No ha visto cuantos negros son diputados al Parlamento? ¿No ha visto cuantos negros hay en la máxima dirección del país?
    Que barbaridad.

  • ley dijo:

    Hola a todos: soy ¨jaba¨ por así decirlo que según Zurbano es lo mismo que negro y estoy de acuerdo. Trabajo en Etecsa y estudie en la UCI
    Considero que lo que tenemos que hacer es tratar de ser intachables, buenas personas, cultos, ampliar nuestros horizontes, conocer cada día mas de tu país, de tu cultura, tu historia y también la del mundo, que consideras bueno y malo y que camino debes tomar para convertirte en un ser humano superior en alma y espíritu solo así nadie podrá importarle si eres blanco y negro porque no tendrá argumentos por donde atacar tan fácilmente. Conozco los problemas nuestros como cubana que soy y me alegre infinitamente haber nacido en 1985 porque si fuera antes del triunfo de la Revolución talvez no seria ingeniera , ni supiera que Paris es la capital de Francia y nunca he ido, ni supiera que el capitalismo hay muchos avances, ejemplo tecnológicos pero que lamentablemente no todos pueden alcanzar. Pero tanbien existe capitalismo en Haití, Jamaica, que son países cono nosotros del Tercer Mundo y existen muchos negros allí que no saben leer ni escribir, hay Zurbano considero que perdiste la ocasión ( THE NEW YORK TIME ) de lucirte y plantear los verdaderos problemas de los negros latioamericos si es que realmente estas ofendido.
    Recuerden que ser culto es el único modo de ser libre. Jose Martí

  • Charlie dijo:

    Hola a todos
    Soy un ciudadano cubano de piel blanca, no conozco ancestros de otra raza. Dentro de mis mejores amigos los hay negros y mestizos, mulatos , o como quieran llamarles. No tengo prejuicios raciales
    Tuve la suerte de estar presente en un evento publico, en una prestigiosa institucion cultural cubana, donde se debatia el tema de la discriminacion racial, alli el 90 % de los presentes eran de piel negra o mulatos, hubo opiniones de todo tipo incluyendo las del propio Zurbano, presente como publico.
    Debo decir que escuché decires muy radicales, alpunto de que senti temor de exponer el mio, casi temor de ser blanco.Tengo 2 puntos de vista al respecto, sobre los que no tengo duda alguna
    1... Existe discriminacion racial en Cuba, PERO DE NINGUNA MANERA ESTO ES POLITICA OFICIAL, ni es estimulada abiertamente por el Gobierno nuestro
    2....Puede lucir superfluo, pero me parece que hay negros que exageran de cierta manera, al despreciar el componente blanco en la composicion racial de un meztizo, al decir ....yo soy negro.. cuando su padre o madre son blancos, desde este punto de vista un norteamericano blanco puede decir que Obama es tan blanco como negro y sentirse tambien orgulloso de el como su presidente .
    En Cuba, y en cualquier parte del mundo.. EL SER HUMANO es lo que importa
    Gracias Cubadebate

  • mauricio go dijo:

    Hombre es más que negro, más que blanco, más que mulato. José Martí

    Ahí está dicho todo. Quien tenga prejuicios raciales solamente incuba en su mente un problema más para si, la realidad en algún momento le hará ver más allá de sus narices.

  • Abdala dijo:

    La discriminación racial no es solo una realidad cultural, social y político, sino fundamentalmente económica, los descendientes de los esclavos africanos no heredaron fincas, centrales azucareros, empresas importadoras, almacenes, ferrocarriles, etc., ni sus padres poseían títulos universitarios y profesiones lucrativas que les permitieron mantener niveles de vida superiores a los de la población negra, ellos tenían que vivir de su trabajo, cuando lo conseguían. En ese sentido entiendo lo que dice Roberto Zurbano, la Revolución no ha comenzado para los negros porque no ha modificado sus relaciones de producción o de propiedad, al pasar al poder del estado la inmensa mayoría de los medios de producción y mantener a los obreros, negros y blancos, como asalariados. Para que los negros en Cuba alcancen la igualdad económica con los blancos hay que hacer realidad la utopía socialista de que los obreros -los trabajadores y campesinos en general- sean los verdaderos dueños de los medios de producción organizados en cooperativas o mediante la autogestión obrera. Esa es la única vía para liberar a negros y blancos por igual de todo tipo de discriminación.

  • yho dijo:

    Primero quiero aclarar algo: SOY ORGULLOSAMENTE NEGRA. Creo que Zurbano tuvo que estar muy necesitado de atención o de DINERO para publicar un artículo que además de incoherente resulta insultante. No solo por la sarta de mentiras que escribió sino porque pardójicamente en su biografía (que leí en este artículo) aparecen reflejados logros que con un racismo como el que él relata NUNCA hubiera logrado. Y asumo que esta biografia no resume todas la cosas que en nuestro país debe haber logrado. Por otro lado, como es posible que en un país tan racista (según él) un negro ocupe el cargo de director del Fondo Editorial de Casa de las Américas???????? En fin, es vergonsozo que haya quien obtenga tantos beneficios de la revolución y luego se llene la boca para mancharla. Pienso que hasta que no aprendamos TODOS a querer lo nuestro y a hacernos escuchar sin mentir seguiremos arrastrando con personajes como este director. PD: Acá les dejo el link de la biografía de Zurbano (http://www.uneac.org.cu/index.php?module=asociados&act=detalle&id=Roberto,Zurbano%20Torres)

  • Julio Vidal dijo:

    Excelente artículo.
    No hay dudas que todos tenemos una buena parte de la responsabilidad con los rezagos, no pocos, de racismo existente, sumarlos todos y responsabilizar por ello a la revolución, es, cuando menos, sumamente injusto y en este caso concreto un lamentable aporte a la desunión de los cubanos.

  • Laly dijo:

    Compatriotas : No entiendo nada, si puede haber discriminación racial en muchas personas pero no en todas, soy negra y de verdad que no entiendo nada, a donde nos quiere llevar este profesor y quien es él para decir que el 2018 nuestro Raúl dejara la presidencia, por favor unidad, unidad, detrás de todo esto hay algo, quisiera que los mas inteligentes de este foro explicaran mejor y porque este Surbano aparece de la nada calgado aqui. SE LE OLVIDO ALGO COMO DECIA MI ABUELA EN CUBA QUE QUE NO TIENE DE NEGRO TIENE DE CARABALI

  • eldris dijo:

    El racismo en esencia se ejerce en muchas ocasiones por las propias personas de color negro, desde mi punto de vista opino: Negro es más que mulato, más que blanco, dígase hombre y ya se habrán dicho todas las razas, en Cuba desde el triunfo revolucionario se lucha por eliminar este flagelo heredado por siglos, aún existen diversos criterios entorno a este tema, considero que la esencia no esta en dictar resoluciones ni decreto leyes, la solución es fácil y sencilla eliminar esos tabúes que nada tienen que ver con el hombre nuevo formado por nuestra Revolución.

  • Ezequiel dijo:

    Estimado profesor Guillermo Rodríguez, en su artículo hace un análisis conceptual de lo que es o pudiera ser el racismo en Cuba desde una óptica muy bien pensada, que en Cuba no existe racismo es diríamos una gran mentira, siempre lo ha habido, eso nadie lo pone en tela de juicio, pero quien haya tenido la oportunidad de leer a Fernando Ortiz, nuestro gran y mayor etnólogo, estudioso del origen y evolución de la población en Cuba puede darse cuenta perfectamente que en Cuba existe una sola raza, la de criollo, la de cubano, porque todos tenemos un poquito de todo lo que en otros tiempos y en estos han entrado a Cuba, si quiere saber si existe o no diferencia alguna en los criollos, que toque Van Van en el centro de La Habana y va a ver cómo asisten a bailar de todas las razas y de todas las generaciones, eso es una gran verdad que nadie cuestiona porque lo tenemos en las raíces, en la sangre.

    En cuanto a Zurbano, todavía no concibo la idea que una persona como él, que tiene un cargo político, académico y administrativo en este país y que además es negro le esté haciendo el juego al enemigo en esa naturaleza, ese enemigo que ha querido sesgar nuestra identidad por más de 200 años. El enemigo es también inteligente, que nadie lo dude y con este personaje está sucediendo lo mismo que con Pablo Milanés, pobres diablos ambos, yo quisiera ver si él siendo del color que es pudiera en otro país ser lo que es en Cuba, y es ahí donde nos marca la diferencia con los demás.

    Buena respuesta pero sería mejor entendida si Cubadebate publicara todo lo que Zurbano expresara a la prensa extranjera, buen debate sería el conocer ambos criterios de forma íntegra, para, solo así tomar partido.
    Mis saludos y mis respetos,
    Ezequiel

  • Wilfredo Castellanos dijo:

    Roberto Zurbano.
    Le voy a relatar parte de mi historia y saque usted sus propias conclusiones analice y con toda honestidad y honradez dígale a Diario de Cuba si usted es verdadera mente revolucionario que lo que usted dijo fue mal interpretado por ellos.
    Yo un negro cubano nací en la Sierra maestra hijo de padres negros pobres analfabetos y trabajadores explotados en los cafetales de los Ramírez donde el trabajo que realizaban se convertía en un bale para comprar en la bodega.
    Triunfó la Revolución mi papá tomó posesión de una porción de tierra amparado por la ley de Reforma Agraria ,llegó la alfabetización y mis padres fueron alfabetizados aprendieron a leer y a escribir.
    Nosotros somos 10 entre hermanos y hermanas por su puesto todos negros hermanos de padre y madre.
    En esta familia descendiente de mi papá y mi mamá 5 somos graduados de nivel superior. Un ingeniero agrónomo, un médico veterinario, una licenciada en microbiología, una licenciada en educación, una psicóloga. Tres técnicos medios dos en O.T.S. y una en economía. Dos no tienen títulos técnicos pero son graduadas de bachiller es decir preuniversitario.
    En mi caso específica hice mi carrera técnica y profesional gratuita y en mi carrera de técnico medio el estado me pagó un salario durante 5 años interno en un politécnico comenzó mi vida laboral y dos años después tuve la posibilidad de estudiar en la universidad acogido al decreto 91 devengando el salario que cobraba como trabajador durante 5 años interno en la universidad.
    Así trata la revolución cubana no sólo a los negros también a los blancos, los mestizos, los ciegos, los impedidos físicos, incluso a otras personas que en cualquier parte del mundo necesitan de su apoyo y colaboración.
    Así somos tratados los negros en Cuba.

  • Guarina dijo:

    Considero que la esencia del problema planteado esta en estos dos párrafos uno de Roberto Zurbano y el otro de Guillermo Rodríguez Rivera:
    "La primera es la de los cubanos blancos, que han movilizado sus recursos para entrar en una nueva economía impulsada por el mercado y cosechar los beneficios de un socialismo supuestamente más abierto. La otra es la de la pluralidad de los negros, que es testigo de la muerte de la utopía socialista

    La “utopía” socialista la vimos morir blancos, indios, mulatos, negros, zambos y “jabaos” de todas las categorías. Nos pasó a médicos, albañiles, arquitectos, obreros, maestros, deportistas, profesores, peones agrícolas, ingenieros.

    Los que pudieran emerger como beneficiarios de esa anormal situación no son en manera alguna “los blancos”, presentados como una compacta, solvente y masiva unidad, sino la exigua minoría de gerentes y sus colaboradores y acólitos, que no representaría ni el 0,1% de la población del país, integrada por blancos, negros y mulatos. Otra parte de la población, también minoritaria aunque creciente, empezó a buscar lenta pero indeteniblemente, la forma de ir accediendo, en los avatares de las necesidades cotidianas, a esos mínimos beneficios que empezaban a deslizarse hacia un reducido sector de sus conciudadanos."

  • katana dijo:

    Es que el zurbano tiene algun complejo seguro y pienso que hay una parte de la discriminacion reside en los propios discriminados. Recuerdo que en el preuniversitario los negros y mestizos del aula comenzaban deliberadamente discuciones sobre como los "negros" eran mejores que los "blancos" ejemplificando con deportistas y tal para luego tratar de involucrar en dicha discusion a los "blanquitos", como ellos decian, del aula.
    Nunca entendi tal actitud ni tanto empeño sobre el tema y por tanto lo vi siempre como un complejo o algo parecido manifestandose.
    Yo creo que es hora de eliminar el cliche de la discriminacion donde algunos de la raza "tal" en un arranque maligno por el mal mismo y repleto de egocentrismo agreden o conspiran contra los de la raza "mascual" que es victima e inocente al 150%. Solo se seguira avanzando en este asunto en la medida en que se asuma que el racismo es un problemas de TODOS los seres humanos tanto la raza discriminadora como de la discriminada.
    Finalmente decir que quisieran muchisisisimos paises tener un "problema" de racismo con la minuscula magnitud como hay Cuba, incluidos los EEUU, pero a ellos no les importa en realidad.

  • Charlie dijo:

    De acuerdo con los anteriores que me han precedido solicitando la publicacion del articulo original, del que no se pueden emitir criterios solidos sin conocerlo a cabalidad
    Gracias Cubadebate

  • yo dijo:

    Realmente me encantó la respuesta del profe, naci con la revolución y en mi mente y en mi comportamiento nunca han incidido el color de la piel de las personas que me rodean, el recismo no es politica de nuestro estado si no revisen cuantas personas conforman el consejo de estado de ellas cuantas son negras, tenemos un Vicepresidente negrito, negrito, cuantos Viceministros son negros, cuantos directores son negros, revisen y veran que en la dirección del país hay mezclas de razas como es en si la sociedad cubana, yo pienso que el problema no es de color de la piel si no de problemas mentales, y perdonenme pero no hay mas recistas que los propios negros.

  • Roger dijo:

    Muy buena la respuesta pero como no he leido el articulo de Marras no puedo crearme una opinion

    • Randy dijo:

      Puede leer el artículo dándole clik al link que aparece en el inicio del tercer párrafo de la opinión del profesor Guillermo Rodríguez Rivera

  • Valery dijo:

    Saludos.
    La discriminación de la raza no existe hoy en la Isla. Más bien existe discriminación de la condición social, seas blanco o seas negro.
    Por qué se discrimina a una persona? No es por su color, es por lo que trasmite hacia tres sentidos básicos de las otras personas; la visión, la audición y el olfato.
    En Cuba y muchos otros lugares, se repudia lo mismo a un negro o a un blanco, si resulta maloliente y en harapos. Se rechaza lo mismo a un blanco o a un negro, si vive de expresiones chabacanas y de guapería. Se repele lo mismo al abusador blanco que al drogadicto negro. Pero se disfruta de la compañía de un blanco o de un negro que vista bonito, esté limpio, hable y actué correctamente. Discriminación porque son los blancos los que más reúnen estas últimas características? No me queda claro que sea así. Si las fuentes para obtener éstas, estuvieran vedadas para los negros, entonces sí tendría razón alguien en tildar la situación de discriminación racial, pero no es el caso.
    Hoy, lo mismo el blanco que el negro, forman parte de la corrupción que maltrata el país. Es decir la corrupción como fuente que mantiene activa a Cuba, no se limita a los colores de los que la hacen posible. Si en algún momento existió el prejuicio racial, en estos momentos dio paso al prejuicio de la condición social. La discriminación es por lo que no tienes: una buena vestimenta, una buena aroma, un hablar correcto, un buen comportamiento. Si te falta algo de esto de forma regular, es muy probable que seas discriminado de alguna manera sin importar que seas azul o amarillo.
    Qué y cómo se trasmite?
    A los ojos, trasmites lo físico: el cuerpo y sus partes con la ropa y el calzado que lo cubren. Lo bonito que tengan estos, encuentra una aceptación que favorece el acercamiento a la mayoría de los receptores.
    A los oídos, trasmites las palabras que forman oraciones, frases y discursos, que de acuerdo a su tono, ritmo, volumen, y lo más importante, sentido y actualidad, hallarán receptores dispuestos a escucharlas con deleite.
    A la nariz, trasladas olores a través de perfumes, colonias, cremas, desodorantes, champuses, preparados, medicinas, sudores, ropas sucias y alientos, que directamente inciden en la reacción del cuerpo de los receptores. Mientras la trasmisión se mantenga agradable, así se mantendrá el criterio de la mayoría.
    Debe existir la complementación de la trasmisión hacia los tres sentidos. De nada vale tener un aspecto físico agradable, si eres un abusador y un mal hablado.
    La trasmisión debe ser estable y duradera. De no contar con estas características, la aceptación mayoritaria de los receptores, perduraría lo que un merengue en la puerta de un colegio.
    Que hacemos para detener el problema?
    Educación hacia el respeto. Parece fácil pero nada más alejado de la realidad. El respeto es la clave para el desarrollo de la convivencia, para el desarrollo de las relaciones de y entre las personas. Desafortunadamente en Cuba y en la mayoría de los países, no se ha podido garantizar un desarrollo estable de este medular valor humano.
    El respeto inicia su recorrido cuando el concebido y no nacido, empieza a escuchar lo que pasa a su alrededor, y finaliza su camino cuando el cuerpo muere. Tenemos la vida para ganar en respeto cada día.
    Si consideramos que el respeto consiste en saber valorar los intereses y necesidades de otro individuo, entonces hay que educar a través de asignaturas, que faciliten este aprendizaje en todos los niveles de enseñanza. Como mismo debe existir el Español y la Historia en todos los niveles educacionales, el Respeto debe acompañarlas en el club selecto de materias prioritarias para los alumnos.
    Claro que no es suficiente una asignatura y un profesor, además del ejemplo familiar, hace falta como en casi todo, una base económica que garantice una vida sin penurias de lo elemental.
    Para saber valorar los intereses y necesidades de otra persona, debes ponerte en su lugar, si no logras entrar a la realidad del otro, difícilmente podrás valorarlo adecuadamente, incurriendo en la falta de objetividad y siendo irrespetuosa la solución que pudieras brindar ante un hecho que te pudiera involucrar con esa persona.
    No andamos por la vida con la idea de que en cada encuentro con alguien, sea de unos segundos o de varias horas, vamos a iniciar un estudio de su condición humana, eso sería imposible. Lo más sensato es que en cada roce con otro individuo, nos acompañe la máxima de respetar y de ser respetados. Para ello, debemos cumplir de forma regular, al menos con estas cuatro características, vestir adecuadamente, estar limpios, hablar y comportarnos correctamente.
    El primero que debe respetar al individuo, debe ser esa persona que ha recibido el mandato para ser parte de la dirección de un país, desde el nivel más bajo hasta el superior. Para poner un ejemplo, el administrador de una entidad de servicios, debe valorar al cliente por su integralidad y no sólo por su aspecto exterior, pues si bien es cierto que para iniciar una negociación, influye más, ir vestido reluciente e impecable que si vas con ropas desgastadas, también lo es, que serías un irrespetuoso, si tu decisión de negociar estuviera respaldada sólo por la mejor ropa y sin tener en cuenta las otras cualidades que se trasmiten al escuchar y poner en función el sentido del olfato.
    Por supuesto que el tema es más rico de lo que en una hoja de papel se pudiera plasmar, pero no por gusto un Grande de México resumía, que el respeto al derecho ajeno, es la paz.
    En Cuba, casi todos, negros y blancos, nos hemos perdido el respeto. Desde el aparato gubernamental hasta los vecinos en las cuadras. Un ejemplo que demuestra lo anterior es la ya mencionada corrupción. El Estado al no lograr minimizar este mal, incurre en el irrespeto hacia sus ciudadanos, sean blancos o negros, y a su vez, los que viven de la corrupción(negros o blancos), se irrespetan a ellos mismos y a los otros individuos(blancos y negros) que soportan la carga de una mala gestión estatal.
    Lo peor del tema, es que perdure como un círculo vicioso, borrando esperanzas de un futuro mejor. Esperemos que eso no ocurra por el bien de los cubanos amantes de la evolución, en otras palabras, para los cubanos revolucionarios.

    • Yo misma dijo:

      Los que quieran leer el articulo de zurbano, vayan a La Jiribilla, donde mismo esta lo escrito por Esteban Morales y otros.

Se han publicado 198 comentarios



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Guillermo Rodríguez Rivera

Guillermo Rodríguez Rivera

Escritor cubano nacido en 1943. Su producción incluye poesía, novelas como "El cuarto círculo" (1976, en coautoría con Luis Rogelio Nogueras) y ensayos como "Por el camino de la mar. Los cubanos" (2005).

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