Detalles  »

| 27

¿Quién no ha mataperreado? ¿Quién no correteó vociferando de esquina a esquina? ¿Quién no se puso bien sucio y provocó el grito de su madre o abuela cuando regresó a casa? ¿Quién no se raspó las rodillas, o se partió un diente delantero mientras jugaba a la mejor de las aventuras? Por eso me conmueven tanto las fotos tomadas por mi amigo en el municipio capitalino de Centro Habana. Miro a esos niños, y de pronto me he visto a mí, cuando era como ellos y me creía inmortal.

Detalles  »

| 6

Para decir que estuvo en La Habana llega el viajero desde cualquier otro lugar de la Isla o el mundo y posa, sonrisa en ristre y con el Capitolio de fondo, delante de un artefacto insólito. El edificio es para los cubanos punto de referencia imprescindible, es la construcción faraónica que, inaugurada solemnemente el 20 de mayo de 1929, se robó toda la atención de visitantes y anfitriones hasta que en los años cincuenta del pasado siglo la Rampa del Vedado se convirtió en escenario de primer orden.

Detalles  »

| 6

La explicación más aceptada sobre el origen de la palabra "guagua" se remonta a los primeros años del siglo XX, durante la ocupación de Cuba por el ejército de los EE.UU. Los norteamericanos organizaron en la Isla un servicio de transporte colectivo por medio de carretones tirados por caballos, que en inglés se pronuncia "wagon". Se especula que la gente tomó el sonido de la palabra inglesa "wagon" como "guagua" y comenzó a llamarle así a este medio de transporte, en el que como se ve en esta galería de Kaloian "todo el mundo cabe", amores incluidos »

Detalles  »

| 34

Mientras ella caminaba su ciudad, un joven reparó en su vestido negro. "¿Está usted de luto?", preguntó el zalamero. Y en un acto de audacia que las mujeres no suelen protagonizar cuando son piropeadas, lanzó ella su respuesta: "Sí, ando de luto". El provocador, para rematar, sacó su mejor espada: "Ya sabía yo que lo habías matado de tan linda...", dijo, y se llevó su mejor premio: la sonrisa de una mujer tocada por la ternura.

Detalles  »

| 10

Con su lente que mira y atrapa donde otros quizás no vean nada hermoso, el amigo Kaloian atrapó y me hizo llegar imágenes de tendederas en Caibarién, ese pueblo de pescadores al centro de la Isla. El solo nombre de Caibarién me enternece. Y de especial modo, si de pronto un amigo me muestra a ese universo con sus tendederas al aire libre, como para recordarme que el cubano gusta de orear sus cariños y costumbres leves, sin que por eso sienta la menor vergüenza.

Detalles  »

| 13

Si alguien pensó que los días glaciales por los cuales tiritó la Isla detuvieron ciertos caprichos nuestros, pues no alcanzó a imaginar todo el atrevimiento que puede embargar al cubano si de darse gustazos se trata. En las horas más frías de La Habana, cuando lo común era que la gente estuviera buscando abrigo bajo las colchas, o cazando el calor del pan, o asomándose al borde de un plato con sopa caliente, un grupo de muchachos se lanzaron a perseguir las crestas más altas de las olas del mar.

Detalles  »

| 8

En traspaso siempre notable de un año al otro, el cubano se luce con todas sus añoranzas, aguardos y supersticiones. No solo se le puede ver caminado con una maleta llena de sueños, sino también quemando lo viejo que se va; o botando en un balde salvador, en forma líquida, todos los sinsabores vividos en los últimos doce meses. Esperando este 2010, esos rituales se mezclaron con la fiesta y el comer excedido al borde de la mesa donde no faltó la carne de cerdo -aunque sea pequeña-, ni la yuca, ni el tomate, ni los frijoles, ni los dulces.

Detalles  »

| 5

Cuba es una Isla llena de ventanas que, como las columnas y los portales, están situadas en puntos cardinales de nuestras vidas. Son para abrirnos al paisaje, y para mirar la suerte que discurre afuera como corriente en la cual nos sumergimos día a día para pescar nuestras fortunas, pesadumbres y sorpresas. Abramos las ventanas de este 2010 con Cuba. Asomémosnos a un nuevo año de la Revolución y a la esperanza de un mundo más solidario y más feliz.

Fotorreportajes, Cultura  »

| 6

Cuando hace unas semanas mi viejo leyó en la prensa que el legendario grupo norteamericano Kool and the Gang estaría en concierto en La Habana, me llamó por teléfono desde Holguín, donde vive, como a las 7:00 A.M. Sus buenos días fueron: ¡No te los vayas a perder! "¿Qué cosa papi?", pregunté soñoliento. "Kool and the Gang viene a Cuba. Y tienes que estar ahí por mis años mozos. Procura mandarme las fotos". Este domingo cumplí con mi querido papá.

Detalles  »

| 13

Hoy salí a asaltar la ciudad con mi cámara... rara vez escucho música cuando estoy haciendo fotos pues no quiero perderme ningún sonido ambiente. Y hoy no sé por qué extraña razón tenía conectado el mp3. En fin que caminando y escuchando un temazo de Santiago Feliú que se llama "Planeta Cuba" encontré está foto... y en el momento de opturar por casualidad o alguna divinidad se terminaba la canción que concluye así: "Por la Virgen de la Caridad,/ por la sangre de San Ernesto,/ sigue CUBA, sigue de verdad, sigue CUBA sigue resistiendo..." »

Detalles  »

| 14

El rostro del Che atrapado en los instantes terribles del entierro de nuestras víctimas cobradas por la explosión del buque francés La Coubre, en marzo de 1960, se acentúa definitivamente en la trascendencia. El Che, escapado de toda medida, fórmula o mediocridad, salta desde su presente al nuestro como evidencia de que la impronta de un revolucionario tan hondo seguirá siendo, por mucho tiempo, clave que nos obligue a buscar en el futuro.

Detalles  »

| 1

En estos días en que La Habana ha sido escenario predilecto de los amantes del séptimo arte, se han visto todo tipo de colas. Estas se han dado a veces a modo de estrechas ristras; y otras, como nubes densas. Y esa diversidad no ha impedido que cada quien conozca de sobra quién va delante del que va delante de él. Agentes del orden, taquilleras, porteros y transeúntes ajenos a la batalla, miran atónitos el oleaje encrespado del cual emergían manos abiertas, cabellos desordenados, bolsos, papeles y pañuelos.

Destacadas