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Sueños robados

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El abuso sexual infantil implica un riesgo para el normal desarrollo de los niños y niñas. Diseño: Edilberto Carmona/Cubadebate.

Decir que desde 2016 hasta mayo de 2019 los abusos sexuales contra menores en Cuba crecieron en un 24 % es, cuando menos, una cruda realidad. El dato lo confirma el último informe de la Isla sobre la prevención y enfrentamiento a la trata de personas y la protección a las víctimas, un documento que señala al abuso lascivo, la corrupción de menores y la violación como los delitos con mayor incidencia en el tema, aunque no son los únicos.

Asunto complejo y en extremo sensible, cada uno de los hechos reportados en el país representa una historia que muchas veces habla desde las sombras, la vergüenza o el miedo. Otras ni siquiera salen a la luz. ¿Qué sucede cuando ocurre una agresión sexual contra un infante? ¿Cómo entender un asunto sobre el que se debate poco al interior de las familias? ¿Cuáles herramientas tiene Cuba para enfrentarlo?

Responder a esas preguntas, y sobre todo comprender el fenómeno en toda su magnitud, incluso más allá de la alarma o el miedo, significa un buen primer paso para evitar un suceso capaz de marcar a alguien para toda la vida.

Ernesto

Ilustración: 5 de septiembre.

El papá de Ernesto y el vecino de enfrente crecieron casi como hermanos. Cuando ambos tuvieron familia mantuvieron esa tradición con sus hijos y juntos iban a fiestas y cumpleaños. Cuando Ernesto visitaba la casa de “tío” no existían preocupaciones.

Cada tarde, el papá llegaba del trabajo y repetía una especie de ritual. Ernesto se abalanzaba a sus brazos, él lo cargaba, lo besaba y muy bajito le susurraba: “te quiero mucho”. El hijo respondía lo mismo y ambos jugaban un rato. En las noches el niño no dormía sin escuchar un cuento en boca de papá. Así sucedió hasta un día.

— “Papá, yo también te quiero mucho, pero hoy el cuento te lo voy a hacer yo. Le di un beso en el pipi a tío”.

El padre de Ernesto prefiere no hablar mucho sobre lo que sucedió casi al instante. Solo recuerda cómo sintió los pies débiles, la garganta seca, los pensamientos uno tras otro en su cabeza. Cuando reaccionó preguntó de nuevo, y el niño lo reafirmó con todas las letras. Lo dejó jugar un rato y en la noche otra vez Ernesto le contó la misma historia.

Como tantas otras veces, esa tarde había estado en casa de “tío”. Fue un momento veloz. El vecino se bajó el short, puso al niño entre sus piernas y con sus manos lo guió. Cuando terminó lo llevó al baño y le enjuagó la boca. Ernesto solo tenía dos años y ocho meses. 

Los números de una realidad

Infografía: Edilberto Carmona/Cubadebate.

Parte importante del aumento en las estadísticas del abuso sexual infantil en los últimos años lo propició el incremento en los casos de ultraje sexual (50 %), corrupción de menores (47 %) y pederastia (30 %). No obstante, en ese listado solo la violación y el estupro —relación sexual con una mujer mayor de doce años y menor de 14, empleando abuso de autoridad o engaño— decrecieron en respectivos 5 % y 11 %.

Mientras, las cifras del incesto permanecieron idénticas y los abusos lascivos —tocamientos sin ánimos de penetración— subieron un 22 %. Según el informe, solo entre junio de 2018 y mayo de 2019 el país reportó 2350 presuntos hechos de abuso sexual contra niños y niñas. Dicho de otra forma, cada cuatro horas un menor sufrió por esta causa.

En medio de ese panorama, tampoco es casual que las acciones de protección realizadas por la Dirección de Menores del Ministerio del Interior, incluso a nivel comunitario, reportaran un crecimiento del 19 % entre 2016 y mayo de 2019.

Una investigación publicada en 2019 por un equipo de especialistas del Hospital Clínico Quirúrgico Universitario Arnaldo Milián Castro, de Santa Clara, muestra otros detalles interesantes para comprender el fenómeno. El estudio examinó a todos los menores entre 10 y 15 años de edad atendidos durante 2016 y 2017 por la Comisión Psiquiátrico-Forense Infanto-Juvenil de Villa Clara como víctimas de delitos sexuales.

Ese análisis muestra que el 90.9 % de los casos ocurrieron contra las niñas. Sin embargo, también refleja números que echan por tierra varias creencias populares. Por ejemplo, el 87 % de los abusos acontecieron en zonas urbanas, mientras que el 68.8 % sucedió en familias compuestas por la madre, el padre y sus hijos. Contrario a cierta tradición oral, ni los territorios rurales ni las familias monoparentales mostraron las mayores incidencias.

De igual manera, otros hallazgos también llaman a la reflexión. Entre ellos, sobresale cómo el 98.7 % de los responsables eran personas cercanas al menor, o que en más de la mitad de las veces los abusos ocurrieron en los hogares de los niños o sus victimarios.

Esos números coinciden con los de otra pesquisa realizada por el Tribunal Provincial Popular de Villa Clara durante 2019. Esta investigación encontró que el 60 % de las veces los abusos tuvieron como escenario las casas de las víctimas o los acusados. Solo en dos casos el padre resultó implicado, en otros dos los victimarios aprovecharon alguna condición de discapacidad intelectual del menor, y en dos más los niños sufrieron enfermedades de transmisión sexual.

Entre los principales resultados de ese análisis también aparece que la mayoría de los hechos fueron cometidos por personas sin antecedentes penales y de buena conducta ante la sociedad. Asimismo, crece la tendencia al empleo de medios digitales para atraer a los niños.

Un lugar para defender la verdad

El Centro de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes (CPNNA) de Villa Clara es un lugar acogedor y discreto. Ubicado en las afueras de Santa Clara, tiene una apariencia hogareña que por momentos hace olvidar las historias narradas bajo su techo. Es uno de los tres existentes en Cuba —los otros se ubican en La Habana y Santiago de Cuba—, y hasta ellos llegan los menores víctimas para narrar sus más doloras experiencias.

Salvo pocas excepciones, los infantes no asisten a los tribunales para brindar declaraciones, así que dependen de lugares como estos para contar su verdad. Un reporte publicado por la emisora santiaguera Radio Mambí en marzo de 2019 reconoce que uno de sus objetivos es “promover y garantizar la protección de los menores, brindar orientación a la sociedad respecto a los derechos de los pequeños, así como prevenir y actuar ante situaciones de maltrato infantil”.

Mientras tanto, otro artículo publicado en 2017 por las especialistas Sandra Reyes, Sandra Almodóvar y Noemy Morales—todas pertenecientes al CPNNA de La Habana—, explica paso a paso cómo ocurre la atención a un menor. Según el informe cubano sobre el cuidado a las víctimas, solo entre 2016 y 2017 estos lugares realizaron 6844 acciones encaminadas a la protección y la prevención.

De acuerdo a las especialistas, cuando el niño y su familia llegan se les explican todos los detalles del proceso, siempre sin mencionar asuntos vinculados al abuso sexual. A su vez, antes de iniciar cualquier acción es clave el consentimiento informado de sus representantes legales.

Una vez finalizada la etapa de recibimiento —una de las seis identificadas por las autores del artículo científico—, comienzan de manera simultánea la fase de preparación y de atención a la familia. De un lado, el psicólogo inicia un acercamiento al niño a través de juegos, dibujos o conversaciones. Del otro, la familia aporta detalles sobre el entorno del menor y los hechos investigados.

Luego de definir la estrategia de exploración entre todos los miembros del equipo, y solo cuando el infante asegura estar listo, el instructor especializado y él van a otra habitación y conversan. El tiempo depende del ritmo que necesite el niño. Esa entrevista se graba y es la que ven los jueces en el tribunal.

La fase de la exploración ocurre solo una vez durante todo el proceso, de ahí el valor de cumplirla con calidad. En ella no solo se intenta confirmar la identidad del victimario, sino también otras cuestiones como el modus operandi, los hábitos, si utilizó algún arma o los escenarios donde ocurrieron los hechos. De manera invariable, los especialistas indagan si el infante conoce de otros menores abusados o si otra persona también se aprovechó de él.

Basta imaginar ese momento para entender cuán difícil es. A fin de cuentas, nadie está listo para escuchar a una niña decir que pensó morirse mientras la violaban, cómo quería gritar y defenderse “pero no tenía fuerzas ni me salía la voz”, el “asco cuando metía su lengua en mi boca”, o el miedo cuando “me amenazaba con enterrarme viva si decía algo”. Son palabras que duelen.

Al respecto, la Tte. Yalili Esther Mignó González, psicóloga del CPNNA de Santiago de Cuba, comentó a Radio Mambí sobre la importancia de escuchar a los niños. “Es esencial creerles cuando exponen algún tipo de abuso, porque generalmente los pequeños no tienden a inventar estas cosas”, aseguró.

Luego de la entrevista el psicólogo alivia las tensiones que pudieran surgir durante la exploración. A su vez, el grupo de expertos redacta un informe con su valoración y algunos días después otra comisión recibe el expediente, conversa nuevamente con el menor y valida lo útil y creíble del testimonio para su presentación en vista oral. El objetivo es que el proceso llegue al tribunal con la seguridad de que lo dicho es la realidad.

Daniela

Aquella mañana Daniela no pudo más y llegó hasta la oficina del jefe de sector dispuesta a contar su verdad. Entonces tenía 14 años y necesitó fuerzas para decidirse, pero al final lo consiguió. Desde los diez años vivía en una especie de pesadilla y tanto silencio, sin alguien a quién sostenerse, ya le resultaba insoportable.

Si antes no habló fue por miedo, porque “¿quién le va a creer a una niña?” Pero ahora no. Ya basta. Daniela le contó al oficial que su hermano la violó. Le dijo también que desde hacía años su madre la obligaba a prostituirse para traer dinero a la casa. “La vida está cara —le recriminaba— y aquí todos tienen que aportar”. Es una frase tan clásica que de pronto uno piensa que solo la verá en películas. Pero Daniela sabe bien cuán real es.

Ella conoce también de falta de atención y maltrato. Su padre lo sabía todo y jamás intercedió para librarla de aquel horror. A sus 14 años, Daniela ha sufrido el abuso de tres victimarios, todos miembros de su familia. Hoy vive en una casa para niños sin amparo filial y es un poco más feliz.

Delinear las certezas

El Dr. José Manuel González Cuétara dirige la comisión que cada semana atiende a los niños abusados sexualmente en Villa Clara. Foto: Emanuel Hernández/Telecubanacán.

El Dr. José Manuel González Cuétara reúne años de experiencia en la atención a niños abusados sexualmente. Con su hablar calmado y objetivo, preside la Comisión Psiquiátrico-Forense Infanto-Juvenil que cada semana recibe a los menores luego de su paso por el CPNNA.

Quizás por ese conocimiento acumulado, el también médico legista siempre tiene a flor de labios una triste verdad: “estos son los casos denunciados, pero muchos otros quedan para siempre en el silencio”.

Justamente el equipo dirigido por él intenta deshacer esa realidad y arrojar luz sobre cada hecho. Compuesto además por una psiquiatra y una psicóloga forense, una especialista en psiquiatría infantil y una trabajadora social, el grupo define si la historia de cada niño o niña resulta confiable, no confiable o dudosa. Es uno de los últimos pasos antes de llegar a los tribunales.

“Siempre trabajamos con el informe del CPNNA y con el resto de los documentos recogidos en el expediente, pero tomamos muy en cuenta nuestra propia conversación con el menor”, asegura.

Aunque José Manuel reconoce que la mayoría de las narraciones resultan confiables —un estudio dirigido por él en 2019 encontró que el 96.1 % de ellas recibió ese criterio—, aclara que catalogar una como no confiable o dudosa no significa la detención del proceso. En esos casos el tribunal tiene otros elementos de prueba para emitir su veredicto. Incluso muchas veces los miembros de la comisión reciben el llamado a declarar en la audiencia.

Para el equipo de profesionales del Hospital Clínico Quirúrgico Universitario Arnaldo Milián Castro, de Santa Clara, la protección del menor tiene máxima prioridad. “Preferimos sentarnos en círculo junto al niño, para garantizar la igualdad de condiciones y ayudarlo a evitar los sentimientos de inferioridad”.

La psiquiatra infanto-juvenil Aymee Fournier Orizondo explica que uno de los objetivos de la entrevista radica en descartar algún padecimiento mental capaz de incidir en la imaginación del menor. Asimismo, evalúan si el niño mantiene el hilo conductor de su relato, utiliza la descripción acorde a su edad y habla sin saltos o reacomodos en el tiempo. También buscan manifestaciones propias de quienes sufren abusos, como el llanto, la pena o el miedo.

Para la psicóloga forense Lumey Novoa Díaz, una mujer que todas las semanas participa en las consultas, tiene gran valor el análisis del entorno social del menor. A su vez, resalta que el hecho de encontrar una patología psiquiátrica no guarda relación directa con la confiabilidad del testimonio. “Hemos visto niños con alguna condición mental, pero capaces de explicar con claridad lo sucedido”, comenta.

Tanto en la primera exploración con los especialistas del Ministerio del Interior como en la realizada por los miembros de la comisión médica existe otro riesgo significativo: el intento de terceras personas de manipular al infante para ocultar lo sucedido. Algunas veces, incluso, con ofrecimientos de dinero a los padres para evitar la denuncia.

“Por lo general los menores cuentan siempre la verdad. La mayoría narra el acto sexual con un grado de detalle impropio para sus edades, pero con un vocabulario acorde a su nivel de desarrollo. Al contrario, si percibimos un lenguaje propio de los mayores ahí tenemos un indicador de alguna incongruencia y debemos profundizar más”, explica la Dra Lumey.

Mientras tanto, el Dr. José Manuel advierte sobre otro asunto importante: la necesidad de reducir los tiempos entre la ocurrencia del hecho y la denuncia. En tal sentido, entender la importancia de avisar ante una agresión es una ganancia no solo a favor de la estabilidad física y psicológica de la víctima, sino también una oportunidad para evitar que el problema crezca, se vuelva común y tome dimensiones aun más peligrosas.

Luces de alerta

La psiquiatra infantil Aymee Fournier resalta la necesidad de atender a los niños ante cada cambio en su conducta. Foto: Emanuel Hernández/Telecubanacán.

¿Cómo identificar a una posible víctima de abuso sexual infantil? ¿Cuál camino seguir ante un hecho así? ¿Qué hacer para evitar secuelas en el futuro? Más allá de los ámbitos especializados, quizás muchas personas ni siquiera dediquen abundante tiempo a reflexionar sobre esas preguntas, sobre todo porque aun subsisten en nuestra sociedad dos grandes tabúes: hablar del tema y comprender que es un fenómeno presente en la realidad nacional.

Ese criterio lo comparte la Dra. Clarivel Rodríguez García, Jefa del Departamento Provincial de Medicina Legal en Villa Clara. Luego de radicada una denuncia, muchas veces los galenos de ese servicio son los primeros en atender a los niños y tienen el reto de aportar unas de las conclusiones iniciales del caso.

“Si el hecho ocurrió recientemente buscamos arañazos, moretones, erosiones en las zonas cercanas a los genitales o si existen alteraciones que indiquen la penetración. Si tuvo lugar hace más tiempo igualmente realizamos nuestro diagnóstico, porque siempre queda información útil por aportar”, asegura.

La psiquiatra infanto-juvenil Aymee Fournier coincide con esa opinión, mientras advierte cómo en otras ocasiones el caso sale a la luz porque un menor llega a las consultas de salud mental tras cometer un intento suicida o porque muestra alteraciones en su comportamiento. “Muchas veces descubrimos que esa actitud surge como respuesta a un abuso sexual. Entonces a la par de la atención médica comienza el proceso investigativo”.

Junto a ambos escenarios, otros dos contextos ganan importancia a la hora de prevenir e identificar los posibles casos de abuso sexual: la escuela y la familia. Ambas representan los espacios donde mayor tiempo permanecen las niñas y los niños y tienen el desafío de velar por la formación de los menores, así como por el cuidado integral de su salud.

En esos ámbitos, la psicóloga forense Lumey Novoa incita a prestar atención a la aparición repentina de comportamientos como la apatía, el aislamiento, el bajo rendimiento académico, los trastornos del sueño o la depresión, todos indicadores de la existencia de algún problema en el infante. Según dice, ante una situación así lo recomendable es buscar ayuda especializada para dilucidar los motivos del cambio en la conducta.

Sofía

Los casos de abuso sexual sin denunciar representan un riesgo mucho mayor. Foto: Emanuel Hernández/Telecubanacán.

A Sofía le detectaron el embarazo de casualidad. A fin de cuentas, ¿quién puede pensar que una niña de once años ya espera un hijo? Eso es gordura —le decían—, pero cuando su cuñada sospechó y la llevó al médico la conclusión no tardó en llegar: siete meses. A partir de allí se desató el caos.

Aunque su madre reclamó una y mil veces, la doctora explicó que no era posible una interrupción. También reportó el caso a las autoridades y entonces todo empeoró más. A quienes preguntaron, Sofía les contó la misma historia: en una acampada por la escuela conoció a una persona, pero era de noche y no le pudo ver bien la cara. “Era alto y fuerte —repetía—, y nos vimos de madrugada”. Nada más.

Mientras, la madre aparentaba una tranquilidad irreal. Lejos de preocuparse por quién era el padre de la criatura o qué le había sucedido a su niña, aseguraba que ella y su esposo criarían al bebé como suyo. “El niño lo pariré yo —explicaba Sofía con la inocencia de sus once años—, pero va a ser como mi hermanito”. Algo no encajaba en la historia.

Las autoridades lo notaron y propusieron una prueba de ADN para aclarar el asunto. La niña se echó a llorar y la madre sufrió un desmayo. Sofía tenía nueve años cuando su padrastro la tocó por primera vez.

Todo el peso de la ley

Aunque muchas veces la tradición popular entiende el abuso sexual como tal solo cuando incluye la penetración, el Título XI del Código Penal de Cuba, dedicado a los delitos contra el normal desarrollo de las relaciones sexuales y contra la familia, la infancia y la juventud, recoge un grupo de infracciones que califican dentro de esa categoría.

Entre ellas, el Capítulo I menciona la violación, pederastia con violencia, abusos lascivos, proxenetismo, trata de personas y el ultraje sexual. A su vez, el Capítulo II incluye el incesto y el estupro, mientras el Capítulo III dedica un gran espacio a la corrupción de menores. Cada uno de esos delitos tiene capacidad suficiente para modificar el ritmo y la tranquilidad de cualquier familia.

La Presidenta del Tribunal Provincial Popular de Villa Clara, Elena Margarita Cabrera Figueroa, los conoce al dedillo. Experimentada y segura a la hora de enfrentar procesos penales, recuerda un asunto fundamental para quienes deben sancionar estos hechos: diferenciarlos por la forma de actuación del victimario, pero también por su propósito.

Como ejemplo, la jurista comenta que los abusos lascivos implican rozamientos sin más ánimo que el de obtener placer. “La corrupción de menores, en cambio, incluye también la entrega de regalos, la formulación de promesas o amenazas por parte del victimario para conseguir su objetivo. Entonces su meta no es solo la satisfacción personal, sino modificar la conducta de la otra persona”.

De igual manera, confirma que cada uno de estos hechos tiene previstas altas penas. Solo basta una mirada al Código Penal para descubrir que la violación o la pederastia con violencia pueden recibir una sanción de 15 a 30 años o muerte. Asimismo, un abuso lascivo oscila entre uno y cinco años de privación de libertad, mientras que las condenas para los casos de corrupción de menores con un fin sexual fluctúan entre los siete y los 30 años o la muerte.

Como en tantos otros procesos, en los vinculados al abuso sexual infantil los jueces toman en cuenta las circunstancias agravantes previstas en la ley. Entre ellas, el propio Código Penal menciona la reincidencia del acusado en el delito, el contagio intencional a su víctima de alguna enfermedad de transmisión sexual, o si como consecuencia del hecho el menor recibe lesiones graves.

La Presidenta del Tribunal Provincial Popular de Villa Clara confirma que los abusos sexuales contra menores reciben penas severas. Foto: Emanuel Hernández/Telecubanacán.

Junto al reto de impartir justicia sobre sucesos que por lo general movilizan a la opinión pública y provocan un rechazo mayoritario de la población, las cortes tienen aquí otro desafío importante: garantizar el cuidado de los menores y no victimizarlos nuevamente.

Para responder a esa exigencia, en mayo de 2003 el Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo Popular dictó la Instrucción No. 173, encargada de regular la presentación de un niño o niña en los tribunales. Entre otras disposiciones, el texto deja claro que un menor solo concurrirá a una sede judicial si su presencia resulta imprescindible. A su vez, esboza un grupo de criterios a tener en cuenta a la hora de tomar esa decisión.

  • No afectar su salud mental.
  • Alcanzar los fines de justicia con un adecuado proceder.
  • Si su declaración es determinante o no para el esclarecimiento del hecho.
  • Si es suficiente la entrevista filmada en el CPNNA, particularmente cuando se trata de un infante con una edad inferior a los doce años.
  • La opinión del facultativo que lo atendió.
  • La propuesta y fundamentación del Fiscal y el abogado defensor.

Del mismo modo, la Instrucción enumera las pautas a seguir si la entrevista resulta inevitable. En esos casos, el niño no irá al tribunal y los jueces verán sus respuestas a través de un circuito cerrado de video. Las preguntas las hará un especialista de la Unidad de Protección al Menor.

Si no existen las condiciones técnicas para cumplir esos requisitos, y además el niño supera los doce años, sí puede emplearse un local habilitado en la sede judicial. En ese caso, los magistrados nunca usarán toga y únicamente el presidente de la sala podrá conversar con la víctima. El objetivo nunca cambia: juzgar al culpable y preservar el respeto a los derechos del niño.    

“Al tribunal le corresponde una función de amparo al menor —reafirma su Presidenta—. A la hora de dictar sentencia los jueces valoran las características del inculpado y del hecho en sí para graduar la pena, aunque siempre estará en dependencia de la gravedad de los actos. No obstante, estos delitos se juzgan con rigor, siempre sin desconocer las normas del debido proceso”.

Más allá de la denuncia

De acuerdo a dos de los balances más recientes presentados por Cuba sobre la prevención y enfrentamiento a la trata de personas y la protección de víctimas,  entre junio de 2017 y mayo de 2019 el trabajo en las escuelas identificó a víctimas de 50 hechos asociados fundamentalmente a abusos lascivos, acoso sexual y violaciones. Ambos documentos reconocen que todos los infantes recibieron atención y permanecen asistiendo a las instituciones docentes.

De igual manera, solo entre junio de 2018 y mayo de 2019 fueron atendidos 23 246 estudiantes identificados con diversos riesgos que pudieran incidir en su normal desarrollo. “En todos los casos —reconoce el texto— se elaboraron estrategias educativas para la atención y protección a los menores de edad y se adoptaron medidas con los representantes legales, donde predominaron las actas de advertencia”.

La voluntad de Cuba para enfrentar el fenómeno se resume en el Plan de Acción Nacional para la Prevención y el Enfrentamiento a la Trata de Personas y la Protección a las Víctimas (2017-2020), publicado en la Gaceta Oficial No. 33 Extraordinaria del 2 de agosto de 2017.

Ese acuerdo centro su mirada en los derechos humanos, el enfoque de género y la cooperación entre todos los actores, mientras resalta el interés fundamental en la protección de las víctimas, sobre todo cuando son menores de edad.

Para la Ms.C. Elena Benítez Leiva, Secretaria del Consejo de Atención a Menores de la Dirección Provincial de Educación en Villa Clara, parte de los esfuerzos dirigidos a minimizar el abuso sexual infantil radican en la preparación de los maestros para que sean capaces de detectar signos de alarma y actúen a tiempo. Asimismo, tampoco olvida el valor de acompañar al menor y guiarlo en el regreso a su rutina normal sin grandes contratiempos.

A su lado, la Ms.C Maritza Arce Echevarría, encargada del Centro de Diagnóstico y Orientación de la Dirección Provincial de Educación, habla sobre la importancia del trabajo integral a la hora de atender a un infante abusado. “Convocar a los Comités de Defensa de la Revolución, a la Federación de Mujeres Cubanas, conversar con los miembros del hogar y realizar actividades de socialización. Ahí radica la clave para ayudarlos a superar ese momento”.

De un lado y del otro, todos los especialistas coinciden en varias ideas fundamentales. En primer lugar, destacan la necesidad de no revictimizar a las niñas y niños, así como la importancia de que la familia vele por un entorno seguro para su hijo, conozca sobre sus actividades cotidianas y sepa interpretar las pistas que siempre dejan los casos de abuso sexual.

Mientras tanto, para la Presidenta del Tribunal Provincial Popular de Villa Clara el ritmo que muchas veces impone la vida moderna no puede disminuir la responsabilidad de quienes tienen un menor a su cargo. Por su parte, para la Dra. Aymee Fournier se trata de elevar la percepción de riesgo y dialogar con mayor frecuencia sobre un tema más común que lo pensado.

“No significa vivir con terror, pero sí velar y preguntarlo todo sobre nuestros niños. Indagar si llegan a la casa con algún regalo y uno no sabe de dónde salió, chequear lo que guardan en sus teléfonos o con quiénes conversan, preocuparse por sus actividades durante el tiempo libre y conocer a sus amigos. Esas son actitudes que no se pueden perder”, asegura.

Junto a ellas, también resulta clave entender que un abuso contra un menor nunca es fácil de superar ni para él ni para su familia. Aprender más sobre el asunto, incrementar la educación sexual de nuestros niños y niñas, escucharlos siempre y ofrecerles confianza ante cualquier situación, también son aspectos fundamentales para evitar que los mejores sueños de la infancia salgan volando como un globo batido por la tormenta.

Se han publicado 275 comentarios



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  • KB dijo:

    Los niños son la esperanza del mundo, muerte les deberían dar como pena a todo aquel que se aproveche de ellos para satisfacer deseos sexuales, es mi opinión. Tremendo artículo.

    • Agapito Pérez dijo:

      100 x 100 de acuerdo con ud. No menos de 20 años por acciones que no lleven a la realización de actos sexuales de cualquier tipo - penetracion, sexo oral, etc. Corrupción de menores y otros actos - 25 a 30 años o muerte si hay agresión física o mental. En general, que para todo lo relacionado con estos delitos con menores de edad, la 1ra opción sea la pena capital y, después, veremos si se puede reajustar, pero nunca menos de 25 años y a cumplirlos hasta el último día. Nada de reducción de pena.

    • José dijo:

      Muy de acuerdo con usted mi amigo

    • Flaco dijo:

      Así mismo esos deprabados lo que merecen es lo peor pero por desgracia no los matan y los sueltan a los pocos años me parte la cabeza cada vez que veo algo como eso

    • KR dijo:

      No puedo más que agradecer por este artículo que aunque sea escalofriante trata la realidad Es triste y aterrador pensar en ello. Dios tenga piedad de tantas almas indefensas e inocentes que tienen que vivir algo así y SI que caiga sobre los culpables indolentes y abusadores todo el peso de la Ley POSIBLE. 0 escusas!!!!

    • aydha dijo:

      se entonces pero mi mama me habia explicado me hbia enseñado que los niños deben pedir permiso a donde quiera que van que no hablan con extraños ni se van con extraños y yo niña al fin fui a pedirle permiso hasta que no fui madre no entendi porque mi mama ese dia se puso contrariada prque me prohibio jugar en la ascera xq salio disparada a insultar a ese muchacho y porq armo un escandalo y llamo a toda la familia de ese joven yo no entendi hasta que fui madre. Mi madre me cuido, yo le hablo a mis hijos todo el tiempo de estas cosas que muchas suceden por nuestra negligncia, si los cuidamos como debemos estas cosas no suceden no tienen xq suceder y la justicia deb tener mano de hierro, la justicia de este pais en muchos casos es muy blanda y no debe ser.

    • La voz dijo:

      Las leyes son complicadas para cumplirlas conozco un caso q por abuso lascivo le impusieron al sinvergüenza 8 meses y a los 3 meses estaba en la calle.... Sin palabras con la mala conducta q venía arrastrando y de nada sirvió.

      • la china Mil dijo:

        El código penal nuestro es muy benévolo con estos depredadores y la verdad esto debe ser revisado

    • La vida dijo:

      Somos propietarios de nuestro cuerpo y nadie puede tocarnos sin nuestro consentimiento.
      Cadena perpetua o pena de muerte para los abusadores y violadores.

  • Cubanita 100 % dijo:

    Sencillamente escalofriante. Se me apretó el pecho al leer este artículo. Ojalá sea publicado también por otros medios donde toda la población tenga acceso a leerlo o escucharlo. Cuidemos nuestros niños, ellos son la esperanza del mundo!

    • Yixia dijo:

      lamentablemente lo expresado en el artículo es la cruda realidad. Nuestro país posee la legislación, la infraestructura y la política para perseguir y sancionar con todo el rigor de la ley estos delitos que inplican a menores como víctimas. Como Fiscal durante diez años me tocó vivir muchas veces esas historias y como madre se me retorcía el corazón al oir las historias que aquellos niños contaban, oír aquellas palabras que querían contar lo que les pasó y que no podían explicar. Es muy difícil escuchar una niña decir que su papá la tocaba, o a otra que su tío la violó; es duro verles en sus caritas la vergüenza de lo sucedido como si fuese su culpa (por que eso es lo que el abusador les hace creer). Los niños deben protegerse, inculcarles siempre la distinción entre lo bueno y lo malo, enseñarles a decir NO y a denunciar lo que les pasa. Nuestros Niños son nuestra responsabilidad, y artículos como este son muy importantes para que la población abra los ojos ante una realidad: los niños no son culpables, son víctimas.

      • Marian dijo:

        No creo q 1, 5, 7, 15, 30 años sean condenas q representen TODO EL RIGOR DE LA LEY ante actos como los q se relatan en este muy buen artículo y que refleja una MUY TRISTE E INCREIBLE realidad que se está viviendo en Cuba, país en el que uno no se imagina q pasen semejantes barbaridades pues nacimos y hemos crecido en un sistema que ha tenido como objetivo formar seres humanos con valores y proteger no sólo a los niños de estos abusos. A diario vemos q personas q cometen otros delitos reciben sanciones más fuertes Y para nada pueden compararse con lo que se relata en el artículo por la afectación de todo tipo q dejan PARA TODA LA VIDA en las personas q lo sufren. Es muy cierto q las familias juegan un papel fundamental para evitar q esto suceda. La madre q conozca, permita y encubra un hecho como el q se cuenta que será lo que se merece? En fin, leer este artículo le pone los pelos de punta a cualquiera y es bastante preocupante que el número de casos en nuestro país tenga tendencia al incremento Es momento de reflexionar y tener siempre presente q NO SE PUEDE CONFIAR EN NADIE Hay q mantener a nuestros niños siempre bajo nuestra vigilancia El q es capaz de "tocar" por ahí empieza....Mañana de qué no será capaz? Mano bien dura en estos casos es lo que hay que tener.

      • Dean dijo:

        He visto muchos casos donde la familia tiene culpa y tienen que pagarla, niñas menores de edad por la madrugada en las calles, los casos de niñas de 12,13,14 años no se denuncian muchas veces y la misma familia los encubre. Menor de 16 años despues de las 11 pm en la calle, la policia debería pararlos y ponerle una multa a los padres.

        Hay que trabajar en la prevención, con las familias disfuncionales, con las familias donde existe el maltrato, tratar de evitar.

        A los padres no confiar en nadie, no juzgar por las apariencias.
        A los victimarios, están a tiempo, vayan al sicólogo ahora antes de cometer un crimen y van a salvar sus vidas.

    • Physico dijo:

      Excelente artículo, los felicito pues es un tema que a veces se esconde en los medios nacionales, y no por eso deja de estar presente . Es mejor mostrarlo para que no ocurra que esconderlo y hacernos los de la vista gorda .

      • Neisy dijo:

        Las leyes son muy blandas!! Deberían recibir cadena perpetua y nada de salidas o premios por buena conducta! El que es capaz de perjudicar a un niño en cualquier sentido, da lo mismo roce que violación, tiene la mente enferma y merece todo el daño que se le pueda hacer. No sólo encerrarlo en prisión, sino además deberían hacerles sufrir por hp!!! Esa es mi opinión. Los noiños son tan inocentes e indefensos... Cuando se tiene un hijo la vida cambia y nos llenamos de miedos. A los abusadores que les caiga el peso de la ley con todo y martirio!!!

  • maikel dijo:

    Muy buen trabajo este,dios permita que muchas personas se tomen su tiempo y lean este articulo.Para asi ser mejores padres,dedicar 20 minutos de nuestro tiempo para conversar y saber que tienen en mente nuestros hijos,algo en que refiere el artico es muy importante,revisar los tablet y los telefonos.Por favor mucho cuidado con estas cosas.

  • Maik dijo:

    Importantisimo algo que todos los padres deberiamos leer y analizar bien , gracias a los doctores que realizaron este estudio y a cubadebate por publicarlo ojala muchos padres estubieran al corriente de esta situacion , soy padre y por tanto me estremece esta situacion , todo el peso de la ley y mucho mas a quien realice semejante agravio , gracias

    • Gladiedel dijo:

      Me sumo al comentario de maik. y nosotros los padres debemos ser buenos observadores con el actuar de nuestros hijos y también ejemplos ante sus ojos.

  • Cadillac dijo:

    Estremecedor articulo... lo he leído completo es increíble las cifras de aumento del maltrato y los delitos a menores del 2016 para acá...cada 4 horas...sin palabras.....

    • Rosa dijo:

      El alarmante el crecimiento. Considero que también está presente en ello que existe más conocimiento y educación para enfrentarlo, a lo que sin dudas, trabajos como estos contribuyen grandemente.
      Es importante que se conozcan los mecanismos y lugares a donde recurrir.
      Es evidente que "El rostro de los días" ha dejado una huella que marcar un antes y un después en el abordaje de temas enmarcados como tabú por los medios.

      • MRL dijo:

        Coincido contigo, pero también pienso q deberían publicar este excelente artículo en los periódicos, al cual cada cubano tiene acceso y así se reflexione y nos educamos más sobre el tema.

  • Lisandra dijo:

    Muy bueno este artículo, realmente es algo que afecta a muchos niños y en ocasiones los cambios de comportamiento del menor suelen ser visto como malcriades, cuando en realidad están tratando de defenderse de ese modo de lo que les hace daño. Gracias por los relatos y sobre todo por la seguridad que nos brinda la ley para proteger a nuestros niños.

  • Sirenita dijo:

    Un excelente artículo, muy completo. Un analisis que se debiera traer al publico más seguido. Gracias a la Novela El rostro de los días este tema ha llegado y tocado cada fibra del pueblo cubano. Felicitaciones al autor. Complacidísima

  • Marianna dijo:

    muy claro el artículo y escalofriante además..algunos comentan que la novela El rostro de los días toca este tema y muchas personas se identifican con Lía y su madre..seria bueno que este artículo se analizara en todas las reuniones de padres en las escuelas y fuera tema obligado en los CDR y la FMC..quizás tenemos cerca alguna Lía que pueda salvarse!!!! Gracias Yunier por tus comentarios tan acertados..

  • Gloria Rivero dijo:

    Bendito el arte de hacer periodismo de este joven. Otra vez, oportunamente, toca un tema sensible en nuestra sociedad, que se ha visto silenciado. Felicidades. Excelente trabajo.

  • Leydis dijo:

    Muy bueno el artículo. Deberian hacerlo público para aquellos que piensan que en nuestro pais no suceden estas cosas a tan alta escala. No es sobreproteger a los niños y adolescentes pero si PROTEGERLOS en todo momento. Saber con quien se reúnen y con quien nos reunimos nosotros los adultos. Mantener un ojo alerta en todo momento, conversar con ellos para que sientan la confianza de hablar en cualquier situación. Se que es fácil escribirlo pero hay que lograrlo para evitar tales situaciones.

  • YMC dijo:

    Muy buena publicación, se agradece mucho. Comparto la idea de mostrar más, estos datos escalofriantes de abuso de menores, aprovechen los Telecentros para mostrarlo. Me sorprendió que las zonas rurales tiene un índice más discreto de abusos, lo cual a mí criterio podría estudiarse, por que allí las familias son más de pensar, de qué dirán los demás!!!! Y evitan a cualquier costo que cosas como estas, desprestigien a la familia. Creo que se pudiesen hacer más labores educativas, para buscar en nuestras familias ese despertar y que estén atentos a esos pequeños detalles de los niños después de un abuso que tanto dicen y muchos pasan por alto, robándole así, todos sus sueños.

    • Juan dijo:

      Ya se ha estudiado. El % de negación o de ocultar lo ocurrido es igual tanto en las zonas urbanas como rurales pero como bien dice el artículo las zonas urbanas superan con creces a las zonas rurales en este delito y hay muchos factores a tomar en cuenta para entender el por qué de este desvalance. Sería tela para otro artículo.

  • Revenge dijo:

    No pude terminar de leer... Esto le revuelve la sangre a cualquiera: abusadores, pervertidos, padres que permiten estas cochinadas y hasta viven de ellas... Tengo un amigo que fue marcado para toda la vida por haber sido tratado como 'Ernesto'; y una vecina a quien conozco desde niña quien bien podria llamarse 'Daniela'. Mi hijo tuvo una compañera de aula cuya historia se asemeja a la de 'Sofia', y se diferencia solo porque no salio embarazada, y la mentira que le obligaron a decir fue que habia sido ella quien incitó a su padastro una y otra vez a tener relaciones con ella. Excelente articulo, preciso y hasta crudo; pero asi se necesita para abrir los ojos a la realidad. Es muy duro reconocer que las consecuencias del deterioro moral de nuestra sociedad estan erosionando ya nuestras mas preciadas conquistas. Un aumento del 25% de estos hechos horrendos en apenas cuatro años es una mancha en el expediente de nuestra sociedad, como lo seria en la de cualquier pais donde esto ocurra. Agradezco a los especialistas que en su practica diaria tienen que atender estos casos; y no puedo ni imaginarme el esfuerzo que realizan.

  • Abel Fuentes Perez dijo:

    Muy interesante artículo que profundiza en fenómenos que marcan a muchas familias, especialmente a niñas y niños. Necesario para que la gente cree conciencia y tenga percepción del riesgo. Un reconocimiento a aquellos que le toca enfrentar la investigación y esclarecimiento de estos hechos horrendos.

  • Enrique dijo:

    Degenerados sin conciencia es una desviacion del ser humano.Protejamos a los niños ypersonas debiles y castiguemos duramente a los pervertidos sin escrupulos

  • L.R.A. dijo:

    Estos articulos, muy bien fundamentados, debian ser parte de la orden del dia de las reuniones de padres en las escuelas.
    Tambien formar parte de la preparacion de los maestros y profesores porque muchas veces ellos mismos no son concientes de esta realidad y entonces no se,puede estar al tanto de algo que se desconoce.
    Hace poco, y ha pasado anteriormente, en la Isla de la juventud un Profesor que aparentemente era un "muy buen profesor", abusò de una niña pequeña en la misma escuela donde estaba con su mamà incluso, pero por la confianza este señor pudo estar solo con la niña.
    Llevar a la FMC estos textos y debatirlos seria muy bueno, ya que hay muchas madres jovenes que no son muy dadas a entrar y leer en estos sitios.
    Siempre se ha dicho que en la confianza està en peligro. Pero nunca mas veridico este dicho que cuando de niños y amistades se trata, mas en estos tiempos que un "regalito" es muy bien visto. !cuidado!

  • Lily dijo:

    Tremendo artículo, muy profesional y a su vez esclarecedor. Trabajo en una institución educativa y me encantaría que artículos como estos sean publicados más y estén al alcance de todos, tanto familias como personal educativo. Gracias al equipo médicos y a los periodistas .

  • Nel23 dijo:

    Felicidades por el artículo, no pensé q las cifras fueran tan altas en Cuba. Cuidemos siempre a nuestros niños. Castiguemos sin piedad al que haga un acto tan cruel como los narrados.

  • Alejandro de Pinar dijo:

    Me deja sin palabras y con mucho dolor a la vez que rabia al leer este valioso artículo, que junto con la novela que recién finaliza El Rostro de los Días, reportan una gran enseñanza y una alerta para la familia cubana, y para aquellos que adolecen de esas nefastas características. La Pederastia siempre ha existido, y desde sus orígenes ha producido mucho dolor, reproche de la humanidad y ha sido declarado como uno de los delitos y pecados más repudiables, sino el que más. Al familiar que coadyuve a que este repudiable acto se produzca le debe caber la misma o mayor sentencia que al que comete el acto. La Iglesia Católica ha sido vulnerada en este flagelo a través de los tiempos, y en los últimos han aparecido casos en denominaciones protestantes. Contra este pecado capital debe actuarse sin miramientos.

  • hector dijo:

    Impactante este trabajo, nunca imaginé que fueran tan comunes los delitos sexuales contra menores en nuestro país.
    Se que es un tema delicado pero deberían existir spots televisivos alertando esta situación para que tanto familiares como los propios niños estén atentos y no tengan miedo de denunciar a los agresores.

  • Fructuoso dijo:

    Muy buen articulo, de estas realidades no se habla mucho y son muy criticadas y le hierve la sangre de la inmensa parte de la poblacion cubana ante un caso de estos, en la novela cubana se toco este tema que impulso a muchos a cogerla con el actor que interpretaba un papel, pero la mayoria de los comentarios estuvieron dirigidos a su papel como actor y a la situacion de la novela, y no a la realidad cubana sobre este tema tan odiado y este puede ser un punto de partida para hablar y hacer conciencia en otros espacios, inclusive en la televisión para que llegue a todos como bien usted a escrito.

  • heriberto dijo:

    MAGNIFICO TRABAJO PERIODÍSTICO, NO RECUERDO HABER LEIDO ALGO SIMILAR.
    LAMENTABLEMENTE ESTOS FENÓMENOS PASAN EN NUESTRO PAÍS Y EN EL MUNDO. FELICIDADES AL PERIODISTA.

  • gladys regina dijo:

    Que gran tema!,y eso que no lo he leido con calma,cosa que hare apenas termine mi conexion telefonica.Fui medico de familia desde el comienzo del Plan,antes fui pediatra de un policlinico y como estudie en un Hosp pediatrico,pude conocer algunos casos confirmados de abuso sexual y maltrato infanti,,otros que sospechabamos aunque no pudimos comprobar pero aun asi sabiamos que habia "algo turbio".Es un problema mas frecuente de lo que imaginamos sobre todo porque siempre los abusadores ejercen cierto poder sobre el abusado y las amenazas ,el chantaje etc le cierran la boca .Me encanta cuando cubadebate publica este tipo de trabajo bien estudiado y redactado,gracias por este de hoy.

  • El Chino dijo:

    Excelente artículo, revela una realidad cruda, dolorosa, sensible y desgraciadamente común... Que caiga todo el peso de la ley y más sobre los desgraciados comisores de semejante acto... Lástima que aquí no existe la pena de castración porque es lo que merecen, de todas formas en la prisión recibirán lo suyo....este tipo de delito es rechazado por todos.

  • nelys dijo:

    Muyimportante este articulo, sería bueno que se publicara por otros medios, así como se dedicara un programa en la televisiónpara que se hable de todo esto y se pongan varios ejemplos, debemos cuidar nuestros hijos, nietos, para evitar desagradables sucesos, que caiga todo el peso de la Ley a todas aquellas personas que incurren en tal fechoria, como se plantea en el articulo siempre caen en esas situaciones personas preparadas, personas que nunca uno se va inmaginar que son capaces de hacer semejantes cosas por eso hay que fucilarlos nada de de 15 ni de 30 años porque se ha estado incrementado por año las violaciones de menores y los abusos lacivos, es terrible leer estas cosas que una niña de 11 años embarazada y y ser vilada por su propio padrastro

  • Patricia dijo:

    El artículo es verdad que resulta muy bueno y el hecho de que hablen con tanta claridad de temas como este es muy buen indicio de que las estadísticas están alarmando.
    Ahora bien, pienso que el Código Penal o su aplicación hacia quienes cometen estos delitos aún carece del rigor que este asunto lleva. Por poner un ejemplo, hace tan solo unos 2 años, en la provincia de Cienfuegos una joven aún estudiante madre de un niño pequeño fue violada por 3 hombres, matada, descuartizada y tirada a una cañada. Los culpables no fueron condenados a muerte y en este caso realmente esa era la pena que llevaban.
    Mientras existan leyes que no sean estrictas, seguirán estos tipos de delitos e irán en aumento como bien muestran las estadísticas expuestas aquí

  • José Luis dijo:

    Felicidades a éste periodista , con artículos como estos se combaten éstos tristes hechos.
    No soy juez,pero sí padre , éstas personas de mente diabólica deben desaparecer de cualquier sociedad , estén enfermos o no solo llevan un veredicto ,la muerte !
    No quisiera estar en la piel de su abogado defensor.

  • Paloma dijo:

    Da dolor conocer esas historias, la niñez es un bien sagrado, nadie tiene derecho a matar sus sueños
    Y preocupa mucho leer esas cifras q suben como la espuma

  • Arassay dijo:

    Es muy cruda la realidad que se vive en cuanto a estos temas, pero nos ha tocado vivirla y creo que hay que ser muy severos a la hora de castigar a estas personas sin escrúpulos, los niños son indefensos e inocentes, no merecen pagar las consecuencias de la maldad de alguien que no merece ni siquiera estar vivo.

  • Dalianni dijo:

    Deberían de llevar este tema a los programas televisivos, para así despertar a muchos padres que se descudan de sus hijos o simplemente no le preguntan que hicieron mientras ellos trabajaban. Es muy doloroso escuchar estas historias, pero más doloroso sería que tuviesemos que vivirlo de cerca por despreocupación.

  • Geidys dijo:

    Muy buen artículo, realmente me ha conmovido. Debemos hablar mucho con nuestros hijos.

    • taniah dijo:

      Al que haga algo como eso deberían darle el peor de los castigos, hacerles vivir en infierno en vida, pues la muerte sería un premio, así como al que lo sabe y no hace nada por ellos, los daños Psicolígcos que deja en un niño(a) son irreparables, es una de la peores cosas que se pueden hacer en contra de un ser humano. Hay que darle mucha confianza a los hijos y apoyarlos mucho para que nos confíen sus problemas mas grandes.

Se han publicado 275 comentarios



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Yunier Javier Sifonte Díaz

Yunier Javier Sifonte Díaz

Graduado de Periodismo en la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas en el año 2016. Periodista de Telecubanacán. Colaborador de Cubadebate. En Twitter: @yunier_sifonte

Edilberto Carmona Tamayo

Edilberto Carmona Tamayo

Subdirector de Desarrollo y Soporte a los Medios de Ideas Multimedios. Licenciado en Periodismo en 2016 por la Universidad de Holguín. Contacto: edilberto@cubadebate.cu

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