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Treinta febreros de Amor para una Colmena (+ Fotos y Videos)

| 1898 |

La Colmenita al finalizar una reciente actuación en el teatro Sauto de Matanzas. Foto: Cortesía de La Colmenita.

Si de niños, magia y amor se trata, a mi mente llegan - como en ráfaga-, diferentes imágenes en tonos amarillos y negros, con alas y antenitas en constante movimiento. Con una banda sonora de sonrisas y corazones latiendo al compás del Bien. Con rostros pequeñitos y otros no tanto. Traviesos, juguetones y cariñosos, porque como dijera sabiamente el Apóstol “son los que saben querer, son la esperanza del mundo”.

Y en este planeta tan convulso en que vivimos La Colmenita es un rayito de luz que se va abriendo paso entre las nubes más oscuras; que salva y que sana, que impulsa, que forma y completa.

La Colmenita no es una escuela, pero enseña. No es un hospital, pero cura. No es un parque, pero divierte. No es una casa, pero la habitas. Tiene la virtud de ser una y a la vez muchas otras cosas. Y viene con un complemento añadido: las personas maravillosas que la conforman.

Es una inmensa obra de amor.

La Colmenita. Foto: Cortesía de La Colmenita.

Un poco de historia

El 14 de febrero de 1990 surgió un pequeño grupo de teatro compuesto por niños y jóvenes, bajo la dirección de Carlos Alberto “Tin” Cremata y su mamá, Iraida Malberti; que hasta 1993 se mantuvo estrenando obras del Teatro Cubano y el Siglo de Oro Español.

En 1994, un pequeño cambio marcaría el destino del grupo para siempre; estrenaron en el Karl Marx, una versión del clásico Meñique interpretada solo por niñas y niños. Ese sería el inicio de lo que, al paso de los años se ha convertido en La Colmenita, Compañía Infantil de Teatro de los Niños de Cuba.

La idea de Cremata fue sumando abejitas y zánganos. Cuando ya eran tantos los que iban hasta el panal fundador, Tin le pidió a Jaime Fort (el guionista de buena parte de los programas de Vivir del Cuento) que abriera un Taller anexo por Alamar, y después se abrió otro en Plaza, y así en otros municipios de La Habana. Por eso hoy en la Colmenita actúan niños del Vedado, pero también de San Miguel, La Lisa, el Cotorro y casi todos los lugares de la capital.

Tiempo después el sueño se multiplicó y se abrieron Colmenitas en casi todas las provincias de Cuba. De algunas vinieron a enterarse cuando visitaron ese territorio y Tin y sus compañeros quedaban maravillados de la calidad de aquellos proyectos.

La Colmenita en la cima del Turquino. Foto: Cortesía de La Colmenita

Una gran familia

Eso es La Colmenita. Así la forjaron sus fundadores. Así la han sostenido generaciones de maestros, instructores, productores y técnicos. Así la han vivido generaciones de niños.

Algunos que llegaron siendo pequeñines con ganas de fantasear desde el teatro y la música, hoy son parte de la compañía como maestros. Algunos encontraron el amor en aquellos predios. Otros ya tienen a sus hijos criándose en La Colmenita.

Allí todos hacen de todo. Como los mosqueteros actúan: todos para uno, uno para todos. Jaime Fort lo cuenta con gracia en este testimonio:

Soy Fundador de La Colmenita y durante muchos años tuve un pequeño problema, que no por pequeño dejaba de ser inquietante. Cada vez que debía rellenar alguna de las muchas planillas que los cubanos tenemos que cumplimentar a lo largo de nuestras vidas; y me topaba con la pregunta “profesión” ahí mismo me entraba una indecisión muy grande. Yo, como trabajaba en La Colmenita, lo mismo hacía de actor, que de profesor, que de técnico de sonido, utilero, tramoyista, atrezo, auxiliar de iluminación, escritor de guiones, ayudante de vestuario, repartidor de merienda, electricista, y algunas veces, hacía hasta la dirección general y puesta en escena de algún espectáculo. También desarrollaba en la Colmenita otras actividades relacionadas con el teatro, pero de forma más indirecta, como: desmontador de ascensores, ayudante de mecánico de guagua, chapistería y pintura, traductor e intérprete, cuidador de niños, estibador, espantador de ranas o relaciones públicas. Pero la casilla de “profesión” era un solo cuadrito y yo nunca supe qué diablos poner. En realidad, podría haber escrito una sola palabra; una palabra que lo resumía todo, pero estoy seguro que el burócrata de turno no iba a entender nada si ponía ahí, “Profesión”: COLMENERO…

La Colmenita celebró los 25 años de la primera puesta en escena de su versión de La Cucarachita Martina. Foto: Daylén Vega/ Cubadebate

Del Teatro Nacional a La Bajada

Siempre agradece Cremata a la Juventud, los Pioneros y a Nisia Agüero por haber creído en la valía del proyecto, cuando apenas nacía. El Teatro Nacional, que dirigió Nisia le abrió las puertas hace 25 años para aquella producción de "La Cucarachita Martina", a la que ahora le han celebrado sus bodas de plata.

Después han paseado por los mejores teatros de Cuba maravillosas versiones de obras como “Sueño de una noche de Verano”, “La Cenicienta… según Los Beatles”, “Los Cuentos Cubanos de Andersen”, “Alicia en el país de las Maravillas”, “Y sin embargo, se mueve”, “Fábula de un país de cera”, “Ajiaco de Sueños”, “Elpidio Valdés y los Van Van”, “Abracadabra”, “Pedro y el Lobo”, “Meñique”, “Bululú y Medio”, “Los Balcones de Madrid”, “El gato con Botas”, “Ricitos, los Tres Ositos… y la Década Prodigiosa”, “Blancanieves y los siete enanitos”, “Las aventuras de Pinocho”, “El Concertazzo de La Colmenita”, “Travesía Mágica”…

Junto a la magia que le ponen los niños a esas obras, en sus elencos han participado integrantes de lujo como Silvio Rodríguez, Juan Formell y Los Van Van, Omara Portuondo, Compay Segundo, Eliades Ochoa, Adalberto Álvarez y su son, Alexander Abreu, la Orquesta Aragón, Virulo, Teresita Fernández, Buena Fe, Liuba María Hevia, Issac Delgado, Pancho Amat, Beatriz Márquez, Vocal Sampling, Los Papines, Oscar Valdés, Enrique Plá, Ernán López Nusa, Julito Padrón, Orlando Valle “Maraca”, Rolando Luna, David Álvarez, Moncada, y María de los Ángeles Santana, entre muchos otras joyas de la cultura nacional.

Hola, soy Omara Portuondo, quiero enviarle un beso muy grande a Tin y a todos los colmeneros en este cumpleaños. Gracias por invitarme a cada rato a compartir sus aventuras y muchas gracias por lo que hacen por nuestra Cultura. Yo también me siento parte de esa familia, como una abejita más, endulzando el alma de Cuba. ¡Felicidades Colmenita!

Pero las abejitas no están hechas para encerrarse sólo en los teatros; han salido a repartir sus mieles por decenas de lugares de toda Cuba. Han realizado decenas de Giras Nacionales por las zonas más intrincadas o las llamadas Áreas de Silencio, por aquellas que han sido afectadas por desastres naturales o por las comunidades rurales del Plan Turquino-Manatí.

En escenarios improvisados al aire libre, a veces al amparo de las luces del ómnibus que los traslada, en ocasiones actuando para sólo una decena de niños (que eran todos los niños de esa comunidad), La Colmenita ha dejado sus huellas en Maisí y La Bajada, en Moa y Guaracabulla;  llevando un mensaje de aliento y con la premisa de que tener talento es tener buen corazón.

Junto al Movimiento de Payasos Terapéuticos han promovido también una labor de hermoso alcance humano por los Hospitales Oncológico y Pediátrico de La Habana, que ya se extiende por todo el país.

En 1998 La Colmenita se integró al Ministerio de Cultura de Cuba como un proyecto oficial del Consejo de Artes Escénicas, y en 2006 fue nombrada Centro de Promoción de Salud, por el Ministerio de Salud Pública cubano.

Con Cristina Fernández en la Casa Rosada, Argentina. Foto: Cortesía de La Colmenita

Libando por el mundo

El paradigmático modelo pedagógico y teatral que La Colmenita ha desarrollado en estos treinta años ya es reconocido en diversos continentes.

Más de 25 países de Asia, Europa y América, han disfrutado de las actuaciones de la compañía cubana. Hasta a los propios Estados Unidos, pese al bloqueo, llegó el mensaje de paz y amor de Cremata y sus pequeñines.

Y en no pocos lugares por donde han pasado han dejado sembrada la semilla. Así han surgido Colmenitas en España (Sevilla, Cantabria y Tenerife), México (Querétaro, Chiapas y San Luis Potosí), Panamá, Nicaragua, República Dominicana, Colombia (San Cristóbal, Bogotá), Canadá (Winnipeg), seis en Argentina (Buenos Aires), 50 en los diferentes estados de Venezuela y 31 en todos los departamentos del Salvador. Cada una con una membresía de entre 50 y 100 niños.

La Colmenita fue el primer grupo teatral del mundo en ser proclamado Embajadores de Buena Voluntad del Fondo de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Yalcin Baykul (Turquía) – Yo sueño con que haya muchas más Colmenitas alrededor del mundo… y más, sueño que el mundo todo – sea una gran Colmenita.

La ColmenaTV. Foto: Cortesía de La Colmenita

Teatro, Cine, Música y TV

La Colmenita ha realizado coproducciones exitosas con Bread and Puppet Theater (EE.UU.), Odin Theatre (Dinamarca), Deep Mountain (EE.UU.), People´s Little Theater (Bangladesh), Les Mordus du Théatre (Bélgica), Corporación Cantoalegre (Colombia), Big Band Ribe (Dinamarca), CoopFilarmónica de Bogotá y un largo etcétera.

Pero La Colmenita en su quehacer ha trascendido la puesta en escena teatral, produciendo tres largometrajes con y para niños: “¡Viva Cuba!”, “Habanastation”, “Y sin embargo…”; los tres con gran acogida por el público y multipremiados internacionalmente.

Asimismo, obtuvo el Premio Especial Extraordinario del Festival CUBADISCO 2014 con el DVD “Siempre habrá Van Van” y Premio Especial del CUBADISCO 2017 con los DVD “Pedro y el Lobo” y “¡Feliz Cumpleaños Fidel!”. Su disco “Añejo Jardín”, producido por la EGREM, fue nominado a los Premios Grammy Latinos en el 2017.

En 2017, 2018 y 2019, el grupo teatral produjo y protagonizó “La Colmena TV”, un programa de televisión que se ganó un espacio de preferencia en los hogares de Cuba.

Desde 2005 La Colmenita tiene su propio coliseo, en la Sala de Teatro de la Orden Tercera del Convento de San Francisco de Asís, perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad, en La Habana Vieja.

La Colmenita. Foto: Cortesía de La Colmenita.

Sólo el Amor salva

La Colmenita siempre ha gozado del gusto popular. La simpatía y el aprecio hacia el grupo y sus integrantes, es una constante en el corazón de los cubanos. Los teatros se llenan cuando actúan. En las provincias los esperan con entrañable cariño y deferencia.

Quizá nunca Tin imaginó que aquellas tardes en que su padre (*) inventaba obras de teatro y los ponía a actuar a él y sus hermanos serían el embrión de este hermoso proyecto de amor por los niños que trasciende a sus hacedores y que enaltece a Cuba.

Bien lo ha dicho Eusebio Leal:

Eusebio Leal. Foto: Archivo.

Siempre creí y creo que Tin, como le llamamos cariñosamente a Cremata, es un discípulo puro de Luz y Caballero; quiere decir, el Teatro es para ellos el vehículo para formar y para educar el alma de esos niños y prepararlos para la vida.

De esa manera, a través del Arte, logran lo incocebible, lo inimaginable, que criaturas de este tamaño, no ya hagan algo, porque los hacen meditar, los hacen pensar, sino que actúen concertadamente para crear una maravilla como es la obra de La Colmenita.

Esa Colmenita ha trascendido y hoy forma parte de un legado generacional; hoy hay muchos niños, que son adolescentes y que son jóvenes y que se formaron al calor de Tin y de sus colaboradores, un maestro de generaciones, alguien que se ha entregado por completo, con amor, alguien que fue muy herido y que sin embargo convirtió la herida en Amor, eso es lo más importante, lo convirtió en una voluntad creativa, en una voluntad salvadora. Él me ha hecho a mí creer firmemente, en lo que una vez dije: "Solo el Amor, salva".

Se cierra el telón. Todos se reúnen con las manos apretadas en el círculo como tras cada función. Un nuevo bien se ha hecho. La Colmenita comienza a mirar hacia los próximos treinta años.

La Colmenita. Foto: Cortesía de La Colmenita.

(*) El padre de Carlos Alberto Cremata es una de las 73 víctimas de abominable sabotaje contra un avión de Cubana en Barbados en 1976. Su madre, Iraida Malberti, fue una de las más importantes creadoras de teatro y televisión para niños en Cuba.

El llamado de Tin a los Colmeneros

Carlos Alberto Cremata, director de La Colmenita en un ensayo. Foto: Bill Hackwell / Archivo de Cubadebate

Treinta años cumple hoy la Colmenita de Cuba, que tuvo la suerte de nacer un día de los enamorados, cuando recién comenzaba el período especial (14 de febrero de 1990).

Catorce jóvenes, que enseguida fueron veinte y ocho, y que estuvimos del 90 al 98 sin recibir salario, unidos solo por el placer de estar juntos compartiendo aventuras de Teatro Musical por toda Cuba

Invito a todos los colmeneros de antes y de ahora, los cientos de niños que hoy tienen 40, 30 y 20 años y que andan dispersos por todo el mundo, sus familiares, los miembros de las Colmenitas nacionales e internacionales, amigos y público en general - a que escriban sus recuerdos, anécdotas, impresiones, vivencias, opiniones, dudas – y las envíen a esta especie de foro que puede tornarse para nosotros Cubadebate, y así atesorar una suerte de almacén virtual de nuestra treintañera y melífera historia de vida… que además publicará este sitio - para todos los que a él acudan de Cuba y de todo el mundo. 

¡Cuántos recuerdos!... en primer lugar mi Papá (Carlos Alberto Cremata Trujillo), que siempre he dicho - ha sido el verdadero director de nuestra Colmenita desde muuucho antes de fundarse… mi Mamá (Iraida Malberti Cabrera) eterna Abeja Reina y la siempre respuesta a las más difíciles preguntas del Arte y la Vida… La fuente originaria y pretexto para fundar - mi primogénita Camila, que hoy ronda la treintena y educa a muchos niños (como su Papá) en la Tampa de nuestro Martí… y además reencarna en mi hija menor Maria Carla de 15 recién cumplidos.

Los primeros: Alex, Yoha, Ernan, Mao, Ramfis… Alpízar, Janecita, LuisMa, Amarilys, Yanín, YanCap, Arielito, Julio el policía, Anmerix, Nenita, Lourdes, Mayra, Patri… Susy, Joselín, Yanai, Gretell, Carlitín, Yasbel, Churrisquito, Malú, Gabo, las Claudias, Riquifito, Thais, Marlon…

Las inolvidables asistentes de dirección Marisela Hernández Arocha e Ingrid León Vila, la tiernas creadoras de los textos teatrales en verso Julia González Carid y “Titi” Oltuski, los músicos Yamel Romero, Amaury Ramírez, Mónika O’Reilly, Tony Carrera, Ivis Reyes y René Baños (Sampling), el guionista Jaime Fort (¡el del programa de Pánfilo!), la Maga de las Luces - mi tía Saskia Cruz, las diseñadoras de vestuario Nora Mesa, Magalys Acosta y Melba Cortés, los productores Leonardo Buenaventura (¡que nos abrió al mundo!), Lupe Rey, Marta Palacios y Cristina Leyva, los directores de arte Yoqui Tornes y Juan García, la directora de sonido de siempre Janet Rodríguez del Sol, las Almas del Panal: en el teatro - mi Muma de todos los recuerdos lindos  y en la música - Rocío Calle, mi “Puchi” (hoy Directora Orquestal)

Los Maestros que nos dieron a luz y amamantaron: Berta Martínez (Teatro Hubert de Blanck), Nisia Agüero (Teatro Nacional de Cuba), Enith Alerm y Laritza Díaz (Organización de Pioneros José Martí), Teté y su Escuela “Solidaridad con Panamá”, José Arroyo de Bogotá, Ulvi Icil de Estambul y Miguel Adan de Sevilla, Michel Frank… y por supuesto: Fidel, Raúl y Martí.

Las tantas aventuras nacionales e internacionales a JAPÓN, la Ciénaga de Zapata, ESTADOS UNIDOS, Guaracabulla, RUSIA, el Pico Turquino, KUWAIT, Mangos de Polilla, FRANCIA, Naranjo Agrio, TURQUÍA, La Isabelita, CANADÁ, Mamanantuabo, ALEMANIA, Pinar de las Canas, MÉXICO, Mangos de Baraguá, ESPAÑA, San Pablo de Yao, HAITÍ, Arroyo Seco, BANGLADESH, La Bajada, PORTUGAL, Las Martinas, VIET NAM, Chafarina, DINAMARCA, Piedrecita, RUMANÍA, La Tinta, BULGARIA, Potrerillo, NICARAGUA, Dos Ríos, REPÚBLICA DOMINICANA, Magarabomba, EL SALVADOR, Birán, VENEZUELA, Cauto Embarcadero, ECUADOR, Minas de Matahambre, BÉLGICA, Caimanera, ARGENTINA, Boquerone, PANAMÁ, Guamuta, COLOMBIA, Playitas de Cajobabo…

¡Escriban, escriban! - queridos colmeneros de estos inolvidables treinta años!

Tin Cremata

La Colmenita llevando alegría tras el desastre natural. Foto: Cortesía de La Colmenita

Con Juan Formell Foto: Cortesía de La Colmenita

Encuentro de los presidentes Fidel Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y Ministros de Cuba y Hugo Rafael Chávez Frías Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, En el Teatro Karl Mark de la Capital cubana, En el marco de la visita que realiza a cuba el presidente Venezolano.
En la foto Ambos presidentes saludan a niños cubanos integrantes del grupo Infantil La Colmenita.
Fecha: 29 Abril de 2005
Foto: Roberto Suárez

En la celebración de los 90 de Fidel. Foto: Cortesía de La Colmenita

La Colmenita recibe su teatro nuevo. Teatro de la orden tercera en La Habana Vieja. Foto: Archivo / Cortesía de La Colmenita

En video, La Colmenita de Cuba

Se han publicado 1898 comentarios



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  • Leosbelquis Téllez Guisao dijo:

    Es una satisfacción tener mis dos niñas en la Colmenita, es una escuela más porque han aprendido valores éticos y morales, a relacionarse con las personas, a prepararse para la vida.
    Nuestro Héroe Nacional José Martí dijo que un niño es como un libro abierto donde estás escribiendo para toda la vida. Con esto quiero decir que le agradezco al Director de la Colmenita por crear este proyecto, a los guías por la labor que están desempeñando.
    Nos queda como recuerdo las vivencias de Trinidad y Santiago de Cuba, las visitas a la casa de Alberto Delgado Delgado, el valle de los ingenios, Topes de Collantes, cementerio Santa Ifigenia y el cuartel Moncada, hoy convertido en escuela.
    Estoy muy agradecida del proyecto y cooperaré en todo para que se mantenga vivo.

  • Fermina Rivero Villa dijo:

    Soy una abuela de Jobabo. Teniendo en cuenta que nuestro municipio de Jobabo carece de grupos profesionales, el instructor Freddy hizo la convocatoria a niños y niñas de diferentes edades para crear una Colmenita, contando con el apoyo de los padres. La misma ha tenido gran aceptación, integrándose a ella niños talentosos de la zona urbana y del rural.
    El proyecto la Colmenita no solo ha recorrido las zonas de nuestro municipio, sino también de otras provincias, llegando a comunidades rurales.
    Logramos que los niños sepan llevar a la par el arte y los estudios. Este proyecto es lo más grande y bello que ha ocurrido en la vida de mi nieta Rebeca Martínez, para mí también. Todos formamos una gran familia con valores, donde prima la unidad y solidaridad. Contamos con el apoyo del Gobierno, el Partido y demás instituciones del municipio.
    Nos sentimos felicies, y como dijo Martí “tener talento es tener buen corazón”.

  • Guille L.C. dijo:

    “Incendio en La Colmenita”

    Haciendo uso de la memoria compartida, creo que fue un sábado 5 de septiembre de 2003, en la mañana. Los niños ensayaban en el tabloncillo, cuando al parecer, por un corto circuito, se produce un incendio en el local de Sonido de dicha sede. Yo ocupaba el cargo de Segundo Jefe del Departamento Nacional de Extinción de Incendios del Cuerpo de Bomberos. Pude llegar rápido al lugar, donde ya estaban los bomberos del Comando # 5 de Plaza, con su Jefe al frente, quienes después de confirmar la evacuación de las personas, se disponían a desafiar la combustión, que ya ocupaba todo el cuarto de Sonido. La instalación estaba casi totalmente enrarecida por el denso humo, que dificultaba la visibilidad de los combatientes, los que tuvieron algunos tropiezos para acceder al foco del incendio. Durante el proceso de extinción, recuerdo que una trabajadora nos pedía incansablemente que salváramos una cajita fuerte, donde guardaban unos ahorros. Logramos rescatar la cajita, algo dañada en su exterior. Cuando la entregamos y se abrió, los ahorros estaban sanos e intactos, lo que fue motivo de satisfacción, a pesar del llanto y la tristeza existente, debido a los severos daños causados por el siniestro; el que finalmente logramos liquidar, evitando males mayores. Aquel momento fue conmovedor, cuando pude observar a varios colmeneros sufriendo con un profundo sentido de pertenencia, sensibilidad y amor por las cosas destruidas. Confieso que antes de ese día, apenas tenía una vaga noción de lo que era y hacía La Colmenita. Quién se iba a imaginar que 12 años después, un 17 de septiembre de 2015, estaría matriculando a mi hija de 4 años en el maravilloso Taller de “Los Meñiquitos de La Colmenita”. Y mucho más, ..... unos meses más tarde, estaba yo integrándome - como un colmenero más a ese privilegiado Panal. Ahora puedo comprender con mayor profundidad, el amor, el apego, la pasión, la devoción y el cariño que sentimos los que habitamos en La Colmenita. Porque La Colmenita forma parte de nuestra casa, de nuestra familia, de nuestras almas, y de uno de los valores más sagrados de la Patria....... la Felicidad de los Niños.

  • Guille L.C. dijo:

    “Mi primera gira nacional con La Colmenita Central”

    Corría el mes de agosto de 2016, cuando fui invitado personalmente por Tin, para ir con mi hija a Santiago de Cuba, durante una semana. Era la primera vez que mi niña se separaba de su mamita por tantos días, lo que provocó cierta preocupación y melancolía en la familia, a diferencia de la alegría, emoción y expectativa que reflejaba la pequeña Jessiquita. Era lógico el sentimiento maternal, y más, teniendo en cuenta que la niña cumpliría sus 5 añitos durante la gira, y lejos de su Mami. Les cuento que fue una gira totalmente espectacular en todos los sentidos. Dimos funciones en el Teatro “Heredia” con la obra “Ricitos de Oro, los Tres Ositos.... y La Década Prodigiosa”. También se dieron funciones de "Crecer con Martí" en el propio Teatro “Heredia” con el colectivo de trabajadores y en la Sala “Dolores” con los Cuadros más importantes de la Provincia. Recuerdo que en esa misma Sala Dolores, previo a la función, y en el momento en que los niños colmeneros repasaban los Versos Sencillos del Apóstol; fue donde Jessica inició el estudio y aprendizaje de los primeros Versos Sencillos de José Martí.
    Extremadamente emocionante resultó el día 18 de agosto, pues le celebraron el cumple # 5 a Jessiquita, por todo lo alto, cantándole FELICIDADES muchas veces durante ese día. Primero, al amanecer, con un estilo particular de La Colmenita..... "lanzándola hacia arriba varias veces". Seguidamente, durante el almuerzo en un Restaurante, con animación y un presente incluido. Después en La Sala “Dolores”, repleta de público y con La Banda de La Colmenita en vivo, y Tin bailando con Jessi en el escenario. Más tarde en el Teatro “Heredia” con un Cake gigante. Posteriormente en una cremería, con dulces, helados y confituras. Y finalmente en el albergue, donde concluimos con juegos colectivos. Fue un día de cumple maravilloso, histórico e inolvidable!!!......
    Continuará........

  • Guille L.C. dijo:

    " Mi primera gira.... (Continuación.)

    Durante la gira también visitamos lugares históricos, museos, nos bañamos en piscina; en fin, fueron jornadas desbordantes de tantas vivencias hermosas, que las mismas desbordarían el universo de lindas palabras: entrega, esfuerzo, pasión, disfrute, alegría, cultura, conocimiento, emociones, hermandad, amistad, familiaridad, solidaridad, bondad, agradecimiento, y muchas cosas bellas más .......
    Fue una gira en la que consolidamos principios, valores, y fortalecimos nuestros sentimientos humanos. Una gira que sobrepasó el clímax de la felicidad. Esa gira la recordaré eternamente con inmenso placer.

  • Guille L.C. dijo:

    “Juego Martiano”

    El mismo día que mi hija Jessica cumplió sus 5 añitos, comenzó a aprenderse los primeritos Versos Sencillos de José Martí. Recuerdo que fue en la Sala “Dolores” de Santiago de Cuba, durante nuestra primera Gira con La Colmenita Central. La mayoría de los demás niños y adolecentes ya casi dominaban los 210 Versos, que conforman los 46 poemas de ese genial compendio autobiográfico del Apóstol. En función de despertar la motivación y el interés de mi pequeñita, que todavía no sabía leer ni escribir, y que solo dominaba algunos números; ideamos un jueguito competitivo para aprendernos los versos. Resulta que, en las noches, previo a la hora de dormir, yo le leía y repetía varias veces un verso, aunque a veces, más de uno!!! Siempre en forma cronológica, para lo cual los enumeré en orden del 1 al 210. De manera que le resultara más atractivo aprendérselos e identificarlos por el número. Al día siguiente en el desayuno, yo le mencionaba un número, y ella debía decir el Verso correspondiente; si lo lograba, ganaba un punto, y si fallaba, el punto lo ganaba yo.....
    Continuará.....

  • Guille L.C. dijo:

    "Juego Martiano" (Continuación.)

    Fueron pasando las semanas y los meses, la competencia se tornaba reñida y con tanta rivalidad, que la mamá tenía que mediar como jueza, frecuentemente. El avance en el aprendizaje era tan visible que empezó a ser centro de atención y admiración en otros colmeneros. Paralelo a nuestra competencia fuimos descubriendo decenas de palabras que desconocíamos, a veces me demoraba más localizando un significado, que enseñándole un Verso, pero ella ante su duda no me dejaba continuar hasta que se lo explicara.... muchísimas veces tuve que confesarle que yo también tenía dudas, y que tampoco sabía, o sea, que yo también estaba aprendiendo. Imagínense!!! .... palabras como: muceta, redoma, cazurro, baturro, yerta, orlas, cetrina, moruna, mendrugos, mondados, mushma, soclo, y muchas más.....
    Continuará....

  • Guille L.C. dijo:

    "Juego Martiano" (Continuación.)

    También durante la competencia fuimos relacionando muchos de los Versos con las vivencias reales vividas por Martí.
    Lo que comenzó como un juego competitivo, se fue convirtiendo en un círculo de estudio familiar, donde se integraron su mamá y hasta su abuelita materna, sumándose también sus amiguitos del aula en la escuela; lugar donde también imparto un taller Martiano.
    Bueno los resultados con el jueguito fueron tan buenos, que el propio Tin incluyó esa escena Martiana en las funciones de "Crecer con Martí"; en la que el público menciona varios números al azar y Jessiquita recita el verso correspondiente. Es muy gracioso y curioso ver los rostros de asombro cuando comprueban la veracidad, en el libro de referencia. Algunos llegan a pensar inicialmente que es como un acto de Magia. Pero nada de eso, es totalmente real.....
    Continuará......

  • Guille L.C. dijo:

    "Juego Martiano" (Continuación.)

    La presencia de Martí en La Colmenita es una prioridad en nuestro quehacer cotidiano.
    Resumiendo, sin prisa, pero sin pausa, Jessica logró aprenderse los 210 Versos Sencillos, casi 3 años después de haber iniciado aquel jueguito Martiano, exactamente durante la tercera temporada de “La Colmena TV”, en agosto del 2019, y próximo a cumplir los 8 años. Actualmente mi Jessica, que ya sabe leer y escribir, está tratando de comprender que aprender sobre Martí, más que un juego, es una necesidad y un deber.
    Eso se logra no solo con inteligencia, sino también con voluntad, entrega, dedicación, pasión y sobre todo, PERSEVERANCIA.
    " Antes que lo que conviene hacer, está siempre, lo que se debe hacer"
    José Martí.

  • Guille L.C. dijo:

    “Bucear en Martí”

    Una de las esencias de La Colmenita se basa en la siguiente frase Martiana: "Los niños debían juntarse una vez por lo menos a la semana, para ver a quien podían hacerle algún bien, todos juntos"
    Aprender y estudiar sobre la vida y obra de José Martí, y seguir su ejemplo, es un principio colmenero. Tin me motivó en su manera de lograrlo con los niños, con un método didáctico y super eficaz: en forma de cuentos, aventuras, relatos, anécdotas, y agregándole una buena cuota de suspenso y drama. Lo que provoca elevar la atención, el interés y la expectativa.
    Yo siempre fui un Martiano y seguidor de los postulados del Apóstol; pero reconozco que lo que hacía era “surfear” sobre Martí. Confieso que La Colmenita me ha hecho bucear y profundizar en el legado Martiano, comprendiendo con mayor claridad de lo imprescindible y necesario que es eso - para vivir mejor en Cuba.
    Actualmente dirijo el Taller de “Los Meñiquitos de La Colmenita”; con niños que comienzan con 4 y 5 años de edad. Los primeros 45 minutos del Taller lo dedicamos a decir y debatir el bien que hizo cada uno, durante el tiempo que no nos hemos visto, y a profundizar en la vida de Martí, concluyendo con el repaso y aprendizaje de sus Versos Sencillos.
    Es impresionante ver los magníficos resultados que hemos logrado, aplicando los mismos métodos que me cautivaron y sembraron en mí la sed Martiana de seguir enseñando y conociendo sobre la maravillosa y ejemplar vida y obra de nuestro Héroe Nacional. Esa es una de las mejores recompensas que atesoro de La Colmenita.
    "Para ser recompensado, se necesita ser útil" J.Martí.

  • Arelis * dijo:

    Quisiera contarles uno de los más lindos recuerdos que tengo de La Colmenita. Este sucedió cuando mi niña pertenecía al taller de los chirriquiticos. Montamos la obra Ajiaco de Sueños y la estrenamos. Pero todo esto fue logrado por el empeño y la dedicación de sus profesoras Sahily e Indira! Maravillosas las 2!! También por todo el amor y la entrega de los padres que estábamos volcados por completo contribuir con la felicidad de nuestros niños! Que se sentían tan bien y soñaban cada día de ensayo con la puesta de la obra. Parecíamos una gran familia, éramos realmente eso! Una colmena laboriosa donde cada uno ponía su granito de arena. Todos lo disfrutamos mucho mucho, desde los niños hasta cada uno de los familiares! Esta fue una de las tantas experiencias que he vivido en La Colmenita que me ha enseñado que con el trabajo en equipo y con amor se obtienen resultados maravillosos pero sobre todo muy gratificantes. Gracias Colmenita.

    • Rita Lina dijo:

      Y ahora, Arelis, gracias a esos bellos antecedentes y a tus dos hijos María Carla Miranda y el Viticooooo de "La Colmena TV" - eres una de las Asistentes de Producción mejores - que ha tenido La Colmenita en su historia...

  • Valesca Villaroel, Venezuela dijo:

    Mi nombre es Valesca Villaroel, soy margariteña de Isla Margarita en Venezuela, ahorita tengo 15 años y entré en La Colmenita con 5 años, en el colegio pasaba el día pensando en la hora de llegar a las clases de La Colmenita, era lo que más me gustaba hacer, jugábamos, aprendíamos canciones y obras de teatro. Un día, la maestra me dijo que yo iba a hacer el personaje de la Lechuza y recuerdo que el texto era complicado, creo que imitando el latín, pasé una semana repitiéndolo en mi casa sin parar, y una noche estando toda la familia sentada en la mesa para la cena, mi abuelito, que ya murió, y que en aquel momento estaba siempre en su sillón de ruedas comenzó a decir - "levantáti vérsus cuánticutoruuuuuuu", cambiando el texto, pero con la entonación exacta que llevaba mi personaje, todos nos reímos a carcajadas y hasta hoy, después de 10 años, seguimos hablando de ese día....

  • Janet Rodríguez del Sol dijo:

    Soy Janet Rodríguez y soy fundadora de La Colmenita, lo que se traduce en que la mayor parte de mi vida adulta ha transcurrido en este Grupo. Tengo muchas vivencias, recuerdos hermosos que llevo conmigo, he conocido a varias generaciones de niños y a muchos amigos, y algunos son parte de mi familia. Cuando aún éramos Colmena y estábamos presentando "Los Balcones de Madrid" de Tirso de Molina en el Teatro "Hubert de Blanck", recuerdo que era muy divertido todo lo que hacíamos, pero lo que más me emocionaba era que al final de la obra, se hacía fuera del Teatro - una fogata, para que el público que quisiera participar atravesara la fogata en parejas, porque existía la tradición desde el Siglo de Oro Español, que los enamorados que saltaran juntos - una fogata grande, el Día de San Valentín, permanecerían juntos y enamorados para toda la vida...

  • Andrea Elas, Sonzacate, El Salvador dijo:

    Me llamo Andrea y estuve durante 3 años en La Colmenita de Sonzacate en el Departamento de Sonsonate, en El Salvador, esa experiencia cambió mi vida por completo, aunque ya pertenecía a la Orquesta de música de la Casa de Cultura, en La Colmenita aprendí a desarrollar habilidades que no sabía que podía tener, aprendí a actuar, a animar, a bailar, a entender la cultura desde la humanidad, haciendo el bien, buscando cada día cómo hacerle un bien a otra persona. En La Colmenita me enseñaron a no esperar sentada a que alguien me necesite, me enseñaron a salir a buscar a quiénes nos necesitan, compartir, respetar, ser justos, ser responsables, tolerantes y honestos - son valores fundamentales para ser un buen colmenero. Todo lo que aprendí en La Colmenita son herramientas que me han servido para emprender mi labor como facilitadora de un grupo de niñas y niños, con los que trabajo actualmente en el Municipio. ¡Gracias a Cuba por este hermoso legado y por confiar en mi!

  • Marta Palacios dijo:

    Cuando estaba en Isla Margarita, Venezuela, fundando La Colmenita Bolivariana de Nueva Esparta, un día alguien me comentó que había un hombre, papá de un niño de 3 añitos, que dormía en el suelo con su hijo en la terminal de autobuses, y que ese hombre había sido durante muchos años trabajador del Teatro "Simón Bolívar" de Margarita, haciendo de tramoyista, de escenógrafo, de utilero y a veces de actor secundario. Que no tenía trabajo, porque nadie lo contrataba con un niño tan pequeñito, y que vivía haciendo algunos encargos a las personas para darle de comer a su hijo. Fui a la terminal de autobuses y allí estaba, sentado sobre unos cartones con su hijito, un niño hermoso, muy limpio y cuidadito, me senté frente a él y después de explicarle quién era yo y lo que hacía, le pregunté si quería ayudarme con el trabajo de La Colmenita, y luego de quedarse mirándome fijamente, comenzó a mirar hacia los lados y hacia atrás, buscando quizás una cámara escondida... Pasado el asombro, me respondió - "¿Y qué puedo hacer yo?, tengo que cuidar a mi niño, no tengo a nadie a quién se lo pueda dejar", entonces le dije - "Puedes ayudarme en todo lo que hacemos, tu estás familiarizado con el Teatro, tu hijo estará contigo todo el tiempo, y puede ser un integrante de La Colmenita"... se sonrió con los ojos brillantes y me dijo - "¿A qué hora y dónde hay que estar?!!!".
    Al otro día Rubén Rosario comenzó a trabajar con nosotros, y se convirtió en un trabajador excelente de La Colmenita, con un buen salario pagado por el IDENNA (que era la instancia Venezolana, que atendía por el gobierno al sistema de Colmenitas), cambiando su vida completamente... Lo ayudaron a conseguir un apartamentico, y era muy querido por todos los niños... Su hijo Ariangel, comenzó como Zanganito, y después hizo el Don Loro Dorado, el Chivo Nativo y el Gallo Malayo de "La Cucarachita Martina". Cuando se fueron a vivir para Trujillo (donde vive la mayor parte de su familia) - creó La Colmenita Trujillana, que estuvo funcionando hasta el 2018...

  • Janet Rodríguez del Sol dijo:

    Lo que más nos gusta hacer a los Colmeneros, es salir de gira - por los lugares más humildes de nuestro país, son bastantes los recuerdos lindos que tenemos de estas giras, donde las experiencias vividas son únicas. Por ejemplo, son muchas las veces que estuvimos en Guantánamo, y en los primeros años de La Colmenita, cuando no era tan conocida, nos hospedábamos en lugares muy humildes, y con las condiciones elementales... Y recuerdo, que en el año 1999 - fuimos al Campamento de Pioneros "Daniel Yosa Preval", que en esos momentos tenía serias dificultades con el agua, y estaban los guantanameros muy apenados, porque la única forma de bañarnos era con una tubería que salía de una pared, en un patio. Nosotros los adultos les explicamos a los niños que no se quitaran las ropas, que se pusieran sus trusas o un short para bañarse al aire libre todos juntos, y los adultos nos pusimos shores también. Estoy segura de que nadie que vivió aquella experiencia podrá olvidarla jamás pues fue uno de los baños más divertidos que nos hemos dado en una gira, todos juntos, enjabonándonos, haciendo cola para la pila de agua, bajo la luz de luna, entre risas y jaranas. Yo lo recuerdo con mucho agrado y cariño.

  • Adam Lemus, Opico, El Salvador dijo:

    Le doy las gracias a los cubanos de La Colmenita que vinieron al Pulgarcito de América, a hacer tan linda obra, desafiando el peligro y la lejanía de sus familias, trabajaron con nuestros niños enseñando valores y dedicándoles tiempo, para que descubrieran habilidades como el canto, el baile, la actuación y sobre todo crearon lazos eternos con las familias salvadoreñas, que siempre los recordaremos como personas imprescindibles para la Infancia de El Salvador.

  • Massiel Dueñas Acosta dijo:

    Cuando estábamos en Venezuela, fundando la Colmenita de Río Chico, del Estado de Miranda, fuimos Marta Palacios y yo a Caracas, a hacer unas compras. Estando en pleno centro de la Ciudad, comenzó de repente un tiroteo, muy cerca de donde estábamos, la gente comenzó a correr y en un segundo aquello era un caos, Marta y yo corrimos por direcciones opuestas y quedamos separadas, yo me metí en las escaleras de un edificio, donde también había una señora muy viejita escondida, comencé a llorar asustada por los tiros, y la señora me dijo - "Quédate tranquila hijita, que nada va a pasarte, aquí estamos a buen recaudo", yo todavía llorando le dije - "Es que yo estaba con una amiga y nos separamos y mi teléfono no tiene carga y no voy a poder localizarla", entonces con una sonrisa me preguntó - "¿Tú eres cubana?", le respondí - "Si", ella dijo - "Mi nieto está en Cuba estudiando para Doctor, y yo amo a los cubanos... ¿Te sabes el número de tu amiga?", dije - "Si", y ofreciéndome su teléfono me aseguró - "Todo resuelto pues, la llamas y ya está", le di muchos besos y abrazos y miles de gracias, no le pregunté su nombre, pero nunca se me olvidó su cara de ángel...
    Marta y yo nos encontramos cuando todo se tranquilizó, y regresamos enseguida para Río Chico.

  • Luis Manuel Iglesias Reyes dijo:

    "…¡¡¡Fuego , bombero, se quema!!! …"

    El primer Estudio de Sonido, hecho por nosotros mismos, los colmeneros de entonces (año 1998), fue desde su inicio, no solo el lugar donde se grababa la música que utilizábamos en las obras, sino también sirvió para que muchos compositores de Música Infantil, sobre todo los más jóvenes, grabaran.... eso fue ,desde siempre, un propósito de Tin. Para nosotros era el lugar de reuniones, cuarto de dormir de invitados, también de siestas, allí guardábamos los instrumentos musicales, equipos de audio, todo lo que tuviéramos de valor, era como nuestra “caja fuerte”, si venía una visita, allí eran donde se recibía. Era el único lugar que tenía aire acondicionado, el de mayor seguridad, y sobre todo vivíamos orgullosos de haberlo construido con nuestras propias manos y recursos... Era el símbolo de nuestra Colmena, todo el que nos visitaba se quedaba deslumbrado con las historias de su construcción.
    Si bien el hecho de haberlo construido nosotros mismos, era motivo de orgullo, también era un arma de doble filo, ya que no tuvimos en cuenta todas las medidas de seguridad necesarias, sobre todo las eléctricas, pero al parecer nuestra “estrella “nos protegía y todo iba bien.....
    continuará.....

  • Luis Manuel Iglesias dijo:

    ... Corría el mes de septiembre de 2003, y estábamos inmersos en los ensayos para el estreno de “Ajiaco de Sueños”, que sería el espectáculo de inauguración del “Festival Internacional de Teatro de La Habana” (¡por primera vez un grupo de teatro de niños inauguraba el importante certamen!). Ensayábamos en nuestro recién estrenado tabloncillo, era la mañana del 4 de septiembre, cuando al parecer nuestra “estrella “nos dejó de proteger y ¡… entra corriendo al tabloncillo - Leoncio, administrador en aquel entonces, y grita - “Hay que salir rápido, hay fuego en el Estudio”!!, rápidamente reaccionamos y sacamos a los niños.... al pasar por el Estudio salía mucho humo por la puerta.... en el caos que se formó, recuerdo a Nenita, fajada por teléfono con los Bomberos, que al parecer le preguntaban datos necesarios sobre el incidente, y ella le gritaba - “Que hay fuego, fuego en La Colmenita, que más quiere que le diga…”!!
    Enseguida todos nos pusimos a cargar agua, para echarla en el Estudio, yo solo recuerdo que yo salía de la terraza con un cubo, y choqué estrepitosamente con Leonardo Buenaventura (nuestro productor), que venía con una palangana, me levanté empapado de agua y salí a la terraza para llenar nuevamente el cubo, y cuando intenté regresar, no pude, ya el humo que había era insoportable, y tuve que quedarme en la terraza junto a Ricardo Calle (el administrador), cerramos la puerta y esperamos a ver que pasaba. Empezamos a especular qué hacer si el fuego llegaba a nosotros?, de cómo haríamos para bajar?.... Por suerte el fuego no llegó hasta nosotros, porque la única opción era tirarnos desde esos 4 metros, para no morir quemados!!.... Ahí me di cuenta, que estaba sin zapatos!!.... es que para preservar el nuevo tabloncillo, habíamos puesto la ley de quitarnos los zapatos antes de entrar, así que la mayoría de los niños estaban igual que yo....

    continuará....

  • Luis Manuel Iglesias Reyes dijo:

    .... Desde allí, pude ver cuando llegaron los bomberos, vi que en dos ocasiones subieron y bajaron rápidamente por calle 13, y después fueron por G, el administrador Ricardo Calle intentó subir al techo para ver mejor, y tuvo que bajar rápido, ya que estaba descalzo y el techo estaba supercaliente. Después supe por qué no pudieron entrar por la puerta principal?, es que cuando llegaron, preguntaron cómo llegar al Estudio, y les dijeron que subieran la escalera y doblara a la derecha, y la primera vez - chocaron con la pared del descanso, bajaron, y le dijeron que al llegar al descanso, un metro después, doblara a la derecha.... y cuando un bombero hizo el recorrido, se enredó con el sofá, y no pudo seguir, en fin que, como el humo era muy intenso, decidieron entrar - por calle G....
    Cuando abrieron la puerta de la terraza, ya habían sofocado el incendio, todo era tizne, humo, agua. El Estudio, nuestra “joya”, el lugar preferido, nuestra “caja fuerte”, estaba destruido!!.... inmediatamente comenzamos a limpiar, recuerdo que llegaron rápidamente muchos padres a preocuparse por sus hijos, pero también a ayudar en la limpieza.... Cómo olvidar al Duo “Karma” y Rita del Prado!!, los primeros en solidarizarse y trabajar junto a nosotros.... Mucha , mucha gente buena que lloró junto a nosotros, y trabajó en esos días intensos, y no pararon junto a todos y las autoridades del país, que invirtieron lo necesario - para que en 5 meses, tuviéramos una Sede y un Estudio, mejor equipado técnicamente.... aunque siempre añoraremos el que hicimos nosotros mismos - “equipado con la Pasión Colmenera”

    • Anmerix Hernández Llanes dijo:

      Y reto a Alpi - para que haga en estas páginas le simpatiquísima anécdota - de lo que él le contestó a la Directora de la Casa de la Amistad de Chile con Cuba, cuando en medio del fuego, ella pasó por la acera, y asustada le preguntó a Alpízar: - "Dios mío!!!... se incendió la sede de La Colmenita!!!... y qué dijo el Director???..."

  • Eclys Ñañes, Venezuela dijo:

    Soy Eclys Ñañes, de Nueva Esparta, en Venezuela, empecé en La Colmenita con 5 años, enseguida me dieron el papel de la Cucarachita Martina, el profesor Jaime Fort me ayudaba mucho con la actuación, aprendí muchas cosas, viajé por todo mi país a tan corta edad, pasé los mejores momentos de mi vida en ese grupo, y ahorita tengo una hija, y todos los días pienso que sería muy bueno si aquí todavía hubiera una Colmenita, para que mi hija pudiera crecer en un lugar tan especial.

  • Janet Rodríguez del Sol dijo:

    En una de las tantas giras que hacemos por las provincias orientales de nuestro país, recuerdo que hace unos cuantos años fuimos al Oriente cubano, a lugares muy humildes, y entre las actividades que nos planifican las autoridades del Gobierno de las provincias, siempre pedimos que tengan en cuenta bañarnos en una piscina, en un río, en un lago, en la playa o en un charco, porque esa es, sin dudas - la diversión que más le gusta a nuestros niños, después de las presentaciones. Recuerdo que una vez estando en Oriente, nos planificaron una tarde en una piscina, y cuando llegamos al lugar, habían comenzado a llenarla, así que el agua nos daba por los tobillos, los adultos inmediatamente al ver la cara de tristeza de nuestros niños, decidimos meternos en la piscina, y organizar un juego de voleibol, bueno, pues, quién les dice que pasamos una de las tardes más divertidas de la historia de las giras, y desde ese momento siempre hablamos de aquella vez del juego de voleibol, con la piscina casi vacía...

    • Alexis dijo:

      Yo creo que yo nunca me he reído tanto en mi vida, como en aquel juego de voleibol, dentro de una piscina, bajo techo, con el agua por la mitad... Es más, recomiendo que alguien que tenga alguna posibilidad - pruebe eso algún día (jugar voleibol con el agua por las rodillas).... si se convirtiera en Deporte oficial - ¡sería, seguro, el más divertido del mundo!

  • Marta Palacios dijo:

    Una madrugada sonó mi teléfono, estando yo en Isla Margarita trabajando con La Colmenita Margariteña, desperté sobresaltada, como siempre que suena un teléfono en la madrugada!... era Daichel, una niña de 7 años, que vivía solita con su abuela, que no tenía mamá, estaba asustada - "Profesora, tengo miedo, mi abuelita no se mueve y no despierta", me tiré de la cama aterrada y con la voz más calmada que pude lograr le dije - "Day, hagamos juntas una cosa, sin cortar la llamada, abre la puerta de tu casa y ve caminando a casa de la vecina por fa", ella me iba diciendo - "Ya voy profe, estoy caminando, ya llegué a casa de Doña Teresa la voy a llamar", escuché su vocecita llamando y enseguida a la vecina - "¿Qué pasa?, ¿qué tú haces aquí a esta hora?, la niña respondió - "Mi maestra cubana de La Colmenita quiere hablarle"...cuando la señora cogió el teléfono, le expliqué, y ella enseguida llamó a su hija para que se quedara con Daichel, entonces sin cortar la llamada, se fue hasta la casa de Doña Cata, la abuelita de Daichel y allí la encontró, sin vida. No hubo forma de lograr que la niña se quedara con nadie más que conmigo, estuvo en mi habitación, previa autorización de nuestra Misión, tres días, hasta que pasó el velorio, el entierro, y llegó una tía que vivía en Maracaibo - para hacerce cargo de la niña. Afortunadamente se quedaron a vivir en Margarita y la niña seguió en La Colmenita durante mucho tiempo.

  • Yisell Delgado Domínguez dijo:

    Desde muy pequeña fui una niña colmenera, crecí en la Colmenita de Jarahueca, Sancti Spíritus, y luego estudié y me gradué como Instructora de Arte. En el año 2011 fui seleccionada para cumplir misión en Venezuela, y al llegar allí encontré que había un gran movimiento de Colmenitas desde el 2009, entonces me incorporé al trabajo con todos los que estaban haciendo Colmenitas Bolivarianas, y como mi ubicación era en el Estado de Anzoátegui, en la ciudad de El Tigre, fundé La Colmenita de El Tigre. Esa experiencia me hizo crecer como persona, pues conocí a niños y familias que hasta este momento después de tantos años, continúan siendo mis amigos y los quiero mucho, lo mismo que me sucede con mi familia Colmenera de Jarahueca.

  • Wladimir Romero, Venezuela dijo:

    Yo era un niño peleonero, siempre me agarraba a los golpes con mis amigos, me sacaban de clases por indisciplina. Cuando entré en La Colmenita, la maestra cubana explicó que agarrarse a golpes allí, no estaba permitido. La primera vez que me agarré a los golpes en La Colmenita fue con Rafael, y la maestra me castigó entregándole mis textos del Chivo Nativo a otro niño, por mucho que le supliqué, ella no me regresó el personaje, solo me dijo - "Tienes que ganártelo otra vez, y es con disciplina que eso se logra", otro día me agarré a los golpes con Leo, un niño mucho más pequeño que yo, entonces la maestra después de separarnos y saber que le había pegado a Leo, solo porque quería quitarle su puesto en la fila me dijo - " Wladimir, vas a pedirle disculpas a Leo", yo estaba muy enojado y le dije que no, entonces ella me dijo - "Pues, sale de la clase, y no regreses hasta que entiendas lo importante de disculparse, cuando uno se equivoca", me negué a salir de la clase, y entonces ella insistió varias veces, hasta que toda la clase me estaba diciendo que saliera, y me fui muy molesto. Al otro día regresé a La Colmenita y la profesora me detuvo antes de entrar al salón de clases - "¿Por qué regresas Wladimir?", le dije - "Voy a disculparme con Leo, maestra", entonces ella me dijo - "Esa oportunidad ya la perdiste, hoy tienes que disculparte con todo el grupo, que perdió como 20 minutos de clases ayer, porque tú no querías retirarte", me tocó sentarme en el círculo y pedir disculpas a todos. El personaje del Chivo tardó un poco en regresar a mi, pero fui el mejor Chivo Nativo que tuvo la Colmenita de Nueva Esparta.

  • Marta Palacios Cabrera dijo:

    Recuerdo que cuando comencé a trabajar en La Colmenita, me llamaba mucho la atención ver a Tin, durante las presentaciones, en las patas de los escenarios, dando instrucciones hasta el último minuto, al personaje que iba a salir, o escucharlo gritar, escondido en las patas de los telones a los actores en escena "¡¡¡¡Ve más adelante!!!!", " ¡¡¡¡Pégate el micrófono!!!", "¡¡¡Abre los pies!!!". Yanet Capetillo, más conocida por "Yancap", es una de las mejores actrices adultas que ha trabajado en La Colmenita (ahora vive y trabaja en España), y durante muchos años hizo el personaje del Juglar de "Meñique" (que es el personaje que cuenta la historia, la parte que narra Martí), ella tenía que improvisar gran parte de su presentación, porque interactuaba con el público, algo que hacía de forma genial y única... a veces como puede suceder en las improvisaciones, cometía algún error de vocabulario, o no respondía correctamente ante lo que hacía o decía un niño o un adulto que subía al escenario desde el público, entonces todos podíamos escuchar la voz de Tin desde la pata gritar "¡¡¡¡Yancaaaaaaaaap!!!! Y ese grito era suficiente, para que ella entendiera y rectificara inmediatamente lo que estaba haciendo mal...

    • Janet Rodríguez dijo:

      Yan Cap ya pasó - a la historia de Miel de La Colmenita - como la actriz más dotada de talento natural, Nobleza y ... despiste - de nuestra Melífera Biografía de Vida!!!

  • María Teresa Leandro, Venezuela dijo:

    La estrategia del "saco" en las giras es algo que nunca olvidé. En las giras que hacíamos con La Colmenita de Nueva Esparta, las maestras Dana y Marta, tenían un método para mantener el orden en los dormitorios, ellas tenían un saco de tela, en el que iban metiendo todo lo que dejábamos tirado, un peine, un interior, una blusa, unas antenas, etc. Al final de la noche hacíamos un círculo, y se ponía el saco en el medio, y alguien iba sacando los objetos y prendas que se habían quedado regados, y se ponía de pie al dueño, al que se le devolvía y se le ponía un castigo, "limpiar los baños", "barrer el dormitorio", " fregar las bandejas", "ayudar a servir el desayuno", eran muchos los "castigos" que se ponían, y eso hacía que tuvieras menos horas de diversión después de las funciones, por eso poco a poco, todos fueron organizándose y cada vez eran menos los objetos del saco. Ahora soy Mamá y aplico ese método como un juego con mi niña pequeña. Aunque los castigos sean otros, porque solo tiene 4 años, ella va aprendiendo a ser ordenada.

  • Maniurbis dijo:

    Quiero contar una maldad que me hizo Tin, acabadita yo de estrenarme como mamá colmenera, cuando estaba la preparación del espectáculo por el 90 cumpleaños de Fidel, que Tin convocó a un gran trabajo voluntario de todos los familiares de la Colmenita (mientras los niños ensayaban en el Carlos Marx), para hacer una limpieza y organización general en el local de Cultura, donde se estaban haciendo los telones gigantes nuevos para ese espectáculo, porque esa nave inmensa estaba muy regada, sucia y desorganizada, y eso podía afectar el cuidado extremo, con que tenían que pintarse esos telones. Entonces Tin, muy serio, me dijo que "iba a ir el Noticiero, y me iban a filmar para la Televisión", y recuerdo que yo me estrené un mono deportivo, que tenía muy bonito para salir por Televisión, y hasta me encaramé todo el tiempo en una estiba de madera, para cuando llegaran las cámaras, me vieran bien, y salir por el "vidrio", y que mi familia me viera en Guantánamo... y resulta que la TV nunca llegó ....

  • Rita Léon de los Reyes dijo:

    Quiero contar el susto cuando nos robaron de regreso a La Habana, de una gira en Guantánamo, una experiencia de las más desagradables que viví en La Colmenita de Plaza.
    Regresábamos de Guantánamo, después de haber pasado una linda y fructífera semana de las vacaciones de Julio.
    Recuerdo que nos hospedamos en la Escuela de Artes Plásticas Provincial, allí nos acogieron, desde la noche que llegamos hasta el ultimo día que partimos, con todo el amor mas grande del mundo. Me acuerdo que en esa gira hicimos funciones en el Hospital Pediátrico, en Caimanera, Boquerón, fuimos a la Punta de Maisí (poblado de La Máquina), y por si fuera poco hasta Baracoa, donde nos quedamos en casas de visitas del PCC y la Federación de Mujeres Cubanas. Recuerdo que había una niña muy pequeñita, que estaba hechizada con las montañas, miraba muy asombrada cuando pasábamos por algunas, que el agua de los manantiales le brotaba, y les hicimos creer que habían montañas de leche de yogurt, de jugo!... y ella en su inocencia, miraba asombrada las diferentes montañas, esperando ver también salir leche de alguna, todos íbamos disfrutando de su ingenuidad, y hacíamos más amena la subida de las "Farola", algunos íbamos con temor, y para otros era su mayor diversión, bueno terminada la gira y ya listos para salir muy tempranito de regreso a La Habana, más menos sobre las 5 o 5:30 am - caímos en los asientos todos niños y adultos, completamente rendidos....
    continuará....

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Daylén Vega Muguercia

Daylén Vega Muguercia

Periodista cubana. Realizadora audiovisual. Integrante del proyecto Mujeres Al Sur. Colabora con Cubadebate y otros sitios digitales.

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