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Treinta febreros de Amor para una Colmena (+ Fotos y Videos)

| 1898 |

La Colmenita al finalizar una reciente actuación en el teatro Sauto de Matanzas. Foto: Cortesía de La Colmenita.

Si de niños, magia y amor se trata, a mi mente llegan - como en ráfaga-, diferentes imágenes en tonos amarillos y negros, con alas y antenitas en constante movimiento. Con una banda sonora de sonrisas y corazones latiendo al compás del Bien. Con rostros pequeñitos y otros no tanto. Traviesos, juguetones y cariñosos, porque como dijera sabiamente el Apóstol “son los que saben querer, son la esperanza del mundo”.

Y en este planeta tan convulso en que vivimos La Colmenita es un rayito de luz que se va abriendo paso entre las nubes más oscuras; que salva y que sana, que impulsa, que forma y completa.

La Colmenita no es una escuela, pero enseña. No es un hospital, pero cura. No es un parque, pero divierte. No es una casa, pero la habitas. Tiene la virtud de ser una y a la vez muchas otras cosas. Y viene con un complemento añadido: las personas maravillosas que la conforman.

Es una inmensa obra de amor.

La Colmenita. Foto: Cortesía de La Colmenita.

Un poco de historia

El 14 de febrero de 1990 surgió un pequeño grupo de teatro compuesto por niños y jóvenes, bajo la dirección de Carlos Alberto “Tin” Cremata y su mamá, Iraida Malberti; que hasta 1993 se mantuvo estrenando obras del Teatro Cubano y el Siglo de Oro Español.

En 1994, un pequeño cambio marcaría el destino del grupo para siempre; estrenaron en el Karl Marx, una versión del clásico Meñique interpretada solo por niñas y niños. Ese sería el inicio de lo que, al paso de los años se ha convertido en La Colmenita, Compañía Infantil de Teatro de los Niños de Cuba.

La idea de Cremata fue sumando abejitas y zánganos. Cuando ya eran tantos los que iban hasta el panal fundador, Tin le pidió a Jaime Fort (el guionista de buena parte de los programas de Vivir del Cuento) que abriera un Taller anexo por Alamar, y después se abrió otro en Plaza, y así en otros municipios de La Habana. Por eso hoy en la Colmenita actúan niños del Vedado, pero también de San Miguel, La Lisa, el Cotorro y casi todos los lugares de la capital.

Tiempo después el sueño se multiplicó y se abrieron Colmenitas en casi todas las provincias de Cuba. De algunas vinieron a enterarse cuando visitaron ese territorio y Tin y sus compañeros quedaban maravillados de la calidad de aquellos proyectos.

La Colmenita en la cima del Turquino. Foto: Cortesía de La Colmenita

Una gran familia

Eso es La Colmenita. Así la forjaron sus fundadores. Así la han sostenido generaciones de maestros, instructores, productores y técnicos. Así la han vivido generaciones de niños.

Algunos que llegaron siendo pequeñines con ganas de fantasear desde el teatro y la música, hoy son parte de la compañía como maestros. Algunos encontraron el amor en aquellos predios. Otros ya tienen a sus hijos criándose en La Colmenita.

Allí todos hacen de todo. Como los mosqueteros actúan: todos para uno, uno para todos. Jaime Fort lo cuenta con gracia en este testimonio:

Soy Fundador de La Colmenita y durante muchos años tuve un pequeño problema, que no por pequeño dejaba de ser inquietante. Cada vez que debía rellenar alguna de las muchas planillas que los cubanos tenemos que cumplimentar a lo largo de nuestras vidas; y me topaba con la pregunta “profesión” ahí mismo me entraba una indecisión muy grande. Yo, como trabajaba en La Colmenita, lo mismo hacía de actor, que de profesor, que de técnico de sonido, utilero, tramoyista, atrezo, auxiliar de iluminación, escritor de guiones, ayudante de vestuario, repartidor de merienda, electricista, y algunas veces, hacía hasta la dirección general y puesta en escena de algún espectáculo. También desarrollaba en la Colmenita otras actividades relacionadas con el teatro, pero de forma más indirecta, como: desmontador de ascensores, ayudante de mecánico de guagua, chapistería y pintura, traductor e intérprete, cuidador de niños, estibador, espantador de ranas o relaciones públicas. Pero la casilla de “profesión” era un solo cuadrito y yo nunca supe qué diablos poner. En realidad, podría haber escrito una sola palabra; una palabra que lo resumía todo, pero estoy seguro que el burócrata de turno no iba a entender nada si ponía ahí, “Profesión”: COLMENERO…

La Colmenita celebró los 25 años de la primera puesta en escena de su versión de La Cucarachita Martina. Foto: Daylén Vega/ Cubadebate

Del Teatro Nacional a La Bajada

Siempre agradece Cremata a la Juventud, los Pioneros y a Nisia Agüero por haber creído en la valía del proyecto, cuando apenas nacía. El Teatro Nacional, que dirigió Nisia le abrió las puertas hace 25 años para aquella producción de "La Cucarachita Martina", a la que ahora le han celebrado sus bodas de plata.

Después han paseado por los mejores teatros de Cuba maravillosas versiones de obras como “Sueño de una noche de Verano”, “La Cenicienta… según Los Beatles”, “Los Cuentos Cubanos de Andersen”, “Alicia en el país de las Maravillas”, “Y sin embargo, se mueve”, “Fábula de un país de cera”, “Ajiaco de Sueños”, “Elpidio Valdés y los Van Van”, “Abracadabra”, “Pedro y el Lobo”, “Meñique”, “Bululú y Medio”, “Los Balcones de Madrid”, “El gato con Botas”, “Ricitos, los Tres Ositos… y la Década Prodigiosa”, “Blancanieves y los siete enanitos”, “Las aventuras de Pinocho”, “El Concertazzo de La Colmenita”, “Travesía Mágica”…

Junto a la magia que le ponen los niños a esas obras, en sus elencos han participado integrantes de lujo como Silvio Rodríguez, Juan Formell y Los Van Van, Omara Portuondo, Compay Segundo, Eliades Ochoa, Adalberto Álvarez y su son, Alexander Abreu, la Orquesta Aragón, Virulo, Teresita Fernández, Buena Fe, Liuba María Hevia, Issac Delgado, Pancho Amat, Beatriz Márquez, Vocal Sampling, Los Papines, Oscar Valdés, Enrique Plá, Ernán López Nusa, Julito Padrón, Orlando Valle “Maraca”, Rolando Luna, David Álvarez, Moncada, y María de los Ángeles Santana, entre muchos otras joyas de la cultura nacional.

Hola, soy Omara Portuondo, quiero enviarle un beso muy grande a Tin y a todos los colmeneros en este cumpleaños. Gracias por invitarme a cada rato a compartir sus aventuras y muchas gracias por lo que hacen por nuestra Cultura. Yo también me siento parte de esa familia, como una abejita más, endulzando el alma de Cuba. ¡Felicidades Colmenita!

Pero las abejitas no están hechas para encerrarse sólo en los teatros; han salido a repartir sus mieles por decenas de lugares de toda Cuba. Han realizado decenas de Giras Nacionales por las zonas más intrincadas o las llamadas Áreas de Silencio, por aquellas que han sido afectadas por desastres naturales o por las comunidades rurales del Plan Turquino-Manatí.

En escenarios improvisados al aire libre, a veces al amparo de las luces del ómnibus que los traslada, en ocasiones actuando para sólo una decena de niños (que eran todos los niños de esa comunidad), La Colmenita ha dejado sus huellas en Maisí y La Bajada, en Moa y Guaracabulla;  llevando un mensaje de aliento y con la premisa de que tener talento es tener buen corazón.

Junto al Movimiento de Payasos Terapéuticos han promovido también una labor de hermoso alcance humano por los Hospitales Oncológico y Pediátrico de La Habana, que ya se extiende por todo el país.

En 1998 La Colmenita se integró al Ministerio de Cultura de Cuba como un proyecto oficial del Consejo de Artes Escénicas, y en 2006 fue nombrada Centro de Promoción de Salud, por el Ministerio de Salud Pública cubano.

Con Cristina Fernández en la Casa Rosada, Argentina. Foto: Cortesía de La Colmenita

Libando por el mundo

El paradigmático modelo pedagógico y teatral que La Colmenita ha desarrollado en estos treinta años ya es reconocido en diversos continentes.

Más de 25 países de Asia, Europa y América, han disfrutado de las actuaciones de la compañía cubana. Hasta a los propios Estados Unidos, pese al bloqueo, llegó el mensaje de paz y amor de Cremata y sus pequeñines.

Y en no pocos lugares por donde han pasado han dejado sembrada la semilla. Así han surgido Colmenitas en España (Sevilla, Cantabria y Tenerife), México (Querétaro, Chiapas y San Luis Potosí), Panamá, Nicaragua, República Dominicana, Colombia (San Cristóbal, Bogotá), Canadá (Winnipeg), seis en Argentina (Buenos Aires), 50 en los diferentes estados de Venezuela y 31 en todos los departamentos del Salvador. Cada una con una membresía de entre 50 y 100 niños.

La Colmenita fue el primer grupo teatral del mundo en ser proclamado Embajadores de Buena Voluntad del Fondo de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Yalcin Baykul (Turquía) – Yo sueño con que haya muchas más Colmenitas alrededor del mundo… y más, sueño que el mundo todo – sea una gran Colmenita.

La ColmenaTV. Foto: Cortesía de La Colmenita

Teatro, Cine, Música y TV

La Colmenita ha realizado coproducciones exitosas con Bread and Puppet Theater (EE.UU.), Odin Theatre (Dinamarca), Deep Mountain (EE.UU.), People´s Little Theater (Bangladesh), Les Mordus du Théatre (Bélgica), Corporación Cantoalegre (Colombia), Big Band Ribe (Dinamarca), CoopFilarmónica de Bogotá y un largo etcétera.

Pero La Colmenita en su quehacer ha trascendido la puesta en escena teatral, produciendo tres largometrajes con y para niños: “¡Viva Cuba!”, “Habanastation”, “Y sin embargo…”; los tres con gran acogida por el público y multipremiados internacionalmente.

Asimismo, obtuvo el Premio Especial Extraordinario del Festival CUBADISCO 2014 con el DVD “Siempre habrá Van Van” y Premio Especial del CUBADISCO 2017 con los DVD “Pedro y el Lobo” y “¡Feliz Cumpleaños Fidel!”. Su disco “Añejo Jardín”, producido por la EGREM, fue nominado a los Premios Grammy Latinos en el 2017.

En 2017, 2018 y 2019, el grupo teatral produjo y protagonizó “La Colmena TV”, un programa de televisión que se ganó un espacio de preferencia en los hogares de Cuba.

Desde 2005 La Colmenita tiene su propio coliseo, en la Sala de Teatro de la Orden Tercera del Convento de San Francisco de Asís, perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad, en La Habana Vieja.

La Colmenita. Foto: Cortesía de La Colmenita.

Sólo el Amor salva

La Colmenita siempre ha gozado del gusto popular. La simpatía y el aprecio hacia el grupo y sus integrantes, es una constante en el corazón de los cubanos. Los teatros se llenan cuando actúan. En las provincias los esperan con entrañable cariño y deferencia.

Quizá nunca Tin imaginó que aquellas tardes en que su padre (*) inventaba obras de teatro y los ponía a actuar a él y sus hermanos serían el embrión de este hermoso proyecto de amor por los niños que trasciende a sus hacedores y que enaltece a Cuba.

Bien lo ha dicho Eusebio Leal:

Eusebio Leal. Foto: Archivo.

Siempre creí y creo que Tin, como le llamamos cariñosamente a Cremata, es un discípulo puro de Luz y Caballero; quiere decir, el Teatro es para ellos el vehículo para formar y para educar el alma de esos niños y prepararlos para la vida.

De esa manera, a través del Arte, logran lo incocebible, lo inimaginable, que criaturas de este tamaño, no ya hagan algo, porque los hacen meditar, los hacen pensar, sino que actúen concertadamente para crear una maravilla como es la obra de La Colmenita.

Esa Colmenita ha trascendido y hoy forma parte de un legado generacional; hoy hay muchos niños, que son adolescentes y que son jóvenes y que se formaron al calor de Tin y de sus colaboradores, un maestro de generaciones, alguien que se ha entregado por completo, con amor, alguien que fue muy herido y que sin embargo convirtió la herida en Amor, eso es lo más importante, lo convirtió en una voluntad creativa, en una voluntad salvadora. Él me ha hecho a mí creer firmemente, en lo que una vez dije: "Solo el Amor, salva".

Se cierra el telón. Todos se reúnen con las manos apretadas en el círculo como tras cada función. Un nuevo bien se ha hecho. La Colmenita comienza a mirar hacia los próximos treinta años.

La Colmenita. Foto: Cortesía de La Colmenita.

(*) El padre de Carlos Alberto Cremata es una de las 73 víctimas de abominable sabotaje contra un avión de Cubana en Barbados en 1976. Su madre, Iraida Malberti, fue una de las más importantes creadoras de teatro y televisión para niños en Cuba.

El llamado de Tin a los Colmeneros

Carlos Alberto Cremata, director de La Colmenita en un ensayo. Foto: Bill Hackwell / Archivo de Cubadebate

Treinta años cumple hoy la Colmenita de Cuba, que tuvo la suerte de nacer un día de los enamorados, cuando recién comenzaba el período especial (14 de febrero de 1990).

Catorce jóvenes, que enseguida fueron veinte y ocho, y que estuvimos del 90 al 98 sin recibir salario, unidos solo por el placer de estar juntos compartiendo aventuras de Teatro Musical por toda Cuba

Invito a todos los colmeneros de antes y de ahora, los cientos de niños que hoy tienen 40, 30 y 20 años y que andan dispersos por todo el mundo, sus familiares, los miembros de las Colmenitas nacionales e internacionales, amigos y público en general - a que escriban sus recuerdos, anécdotas, impresiones, vivencias, opiniones, dudas – y las envíen a esta especie de foro que puede tornarse para nosotros Cubadebate, y así atesorar una suerte de almacén virtual de nuestra treintañera y melífera historia de vida… que además publicará este sitio - para todos los que a él acudan de Cuba y de todo el mundo. 

¡Cuántos recuerdos!... en primer lugar mi Papá (Carlos Alberto Cremata Trujillo), que siempre he dicho - ha sido el verdadero director de nuestra Colmenita desde muuucho antes de fundarse… mi Mamá (Iraida Malberti Cabrera) eterna Abeja Reina y la siempre respuesta a las más difíciles preguntas del Arte y la Vida… La fuente originaria y pretexto para fundar - mi primogénita Camila, que hoy ronda la treintena y educa a muchos niños (como su Papá) en la Tampa de nuestro Martí… y además reencarna en mi hija menor Maria Carla de 15 recién cumplidos.

Los primeros: Alex, Yoha, Ernan, Mao, Ramfis… Alpízar, Janecita, LuisMa, Amarilys, Yanín, YanCap, Arielito, Julio el policía, Anmerix, Nenita, Lourdes, Mayra, Patri… Susy, Joselín, Yanai, Gretell, Carlitín, Yasbel, Churrisquito, Malú, Gabo, las Claudias, Riquifito, Thais, Marlon…

Las inolvidables asistentes de dirección Marisela Hernández Arocha e Ingrid León Vila, la tiernas creadoras de los textos teatrales en verso Julia González Carid y “Titi” Oltuski, los músicos Yamel Romero, Amaury Ramírez, Mónika O’Reilly, Tony Carrera, Ivis Reyes y René Baños (Sampling), el guionista Jaime Fort (¡el del programa de Pánfilo!), la Maga de las Luces - mi tía Saskia Cruz, las diseñadoras de vestuario Nora Mesa, Magalys Acosta y Melba Cortés, los productores Leonardo Buenaventura (¡que nos abrió al mundo!), Lupe Rey, Marta Palacios y Cristina Leyva, los directores de arte Yoqui Tornes y Juan García, la directora de sonido de siempre Janet Rodríguez del Sol, las Almas del Panal: en el teatro - mi Muma de todos los recuerdos lindos  y en la música - Rocío Calle, mi “Puchi” (hoy Directora Orquestal)

Los Maestros que nos dieron a luz y amamantaron: Berta Martínez (Teatro Hubert de Blanck), Nisia Agüero (Teatro Nacional de Cuba), Enith Alerm y Laritza Díaz (Organización de Pioneros José Martí), Teté y su Escuela “Solidaridad con Panamá”, José Arroyo de Bogotá, Ulvi Icil de Estambul y Miguel Adan de Sevilla, Michel Frank… y por supuesto: Fidel, Raúl y Martí.

Las tantas aventuras nacionales e internacionales a JAPÓN, la Ciénaga de Zapata, ESTADOS UNIDOS, Guaracabulla, RUSIA, el Pico Turquino, KUWAIT, Mangos de Polilla, FRANCIA, Naranjo Agrio, TURQUÍA, La Isabelita, CANADÁ, Mamanantuabo, ALEMANIA, Pinar de las Canas, MÉXICO, Mangos de Baraguá, ESPAÑA, San Pablo de Yao, HAITÍ, Arroyo Seco, BANGLADESH, La Bajada, PORTUGAL, Las Martinas, VIET NAM, Chafarina, DINAMARCA, Piedrecita, RUMANÍA, La Tinta, BULGARIA, Potrerillo, NICARAGUA, Dos Ríos, REPÚBLICA DOMINICANA, Magarabomba, EL SALVADOR, Birán, VENEZUELA, Cauto Embarcadero, ECUADOR, Minas de Matahambre, BÉLGICA, Caimanera, ARGENTINA, Boquerone, PANAMÁ, Guamuta, COLOMBIA, Playitas de Cajobabo…

¡Escriban, escriban! - queridos colmeneros de estos inolvidables treinta años!

Tin Cremata

La Colmenita llevando alegría tras el desastre natural. Foto: Cortesía de La Colmenita

Con Juan Formell Foto: Cortesía de La Colmenita

Encuentro de los presidentes Fidel Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y Ministros de Cuba y Hugo Rafael Chávez Frías Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, En el Teatro Karl Mark de la Capital cubana, En el marco de la visita que realiza a cuba el presidente Venezolano.
En la foto Ambos presidentes saludan a niños cubanos integrantes del grupo Infantil La Colmenita.
Fecha: 29 Abril de 2005
Foto: Roberto Suárez

En la celebración de los 90 de Fidel. Foto: Cortesía de La Colmenita

La Colmenita recibe su teatro nuevo. Teatro de la orden tercera en La Habana Vieja. Foto: Archivo / Cortesía de La Colmenita

En video, La Colmenita de Cuba

Se han publicado 1898 comentarios



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  • Marta Palacios dijo:

    Un día amaneció lloviendo mucho en Isla Margarita (Venezuela), y no paró de llover en muchos días, las inundaciones fueron cada vez mayores, hasta que empezaron a ponerse muy peligrosas en algunas zonas, sobre todo en los sectores más pobres. Recibí una llamada de la dirección de IDENNA (que era la Institución Venezolana, que atendía todo el sistema de Colmenitas), y me pedían que fuéramos a visitar a los niños de La Colmenita que tenían sus casas inundadas, y que habían perdido muchas pertenencias. Llegamos Marianela, Rubén (dos facilitadores Venezolanos) y yo - a la zona del Guiriguiri, que era la más afectada y donde estaba la mayor parte de los integrantes de La Colmenita Margariteña; y de pronto las madres comenzaron a decirnos: - "Qué bueno maestros, para que se lleven a los niños al refugio... ¡A ustedes si se los damos!", resumen, que nos fuimos a un refugio situado en una escuela, con 36 niñas y niños de La Colmenita, y permanecimos allí por 21 días hasta que la situación se normalizó, pero no fuimos solo a refugiarnos, también en las mañanas ayudábamos en la limpieza de la escuela, ayudábamos a los viejitos en el desayuno, y a contar y separar las donaciones que llegaban para los damnificados... en las tardes hacíamos dos funciones colmeneras en otros refugios, y en las noches poníamos música y animábamos a los de nuestro refugio... Fueron 21 días inolvidables...

  • Héctor David Rosales "Riquifito" dijo:

    En La Colmenita - Aprendí a Creer en las Fantasías. Y lo lógico sería que contara de las obras que montábamos y tal, pero no. Dentro de las obras, y los montajes y las giras - habían “otras obras”… Jaime Fort (en los recorridos, hoteles y campamentos) nos inventaba unas historias de “detectives” y “de tesoros” y “de ciudades” y de papelitos escondidos en el arroz de los restaurantes, que de verdad nos hacían erizar la piel. Nos las creíamos a profundidad, y defendíamos el Equipo o la Misión que nos tocaba - "¡a muerte!"... Recuerdo al “Gabo” (Gabriel Buenaventura) saltando de un balcón (de un primer piso, jejeje), para poder encontrar parte de los papelitos que tenían “la pista” de la “Misión” que nos tocaba… Y si eso no es creer en la Fantasía, entonces nada lo es…

    • Marta Palacios Cabrera dijo:

      Yo estoy segura que lo que más recuerdan los niños de entonces, incluso más que las inolvidables funciones colmeneras!!! - eran los "juegos" ingeniosísimos (que inventaba Jaime Fort (el "gigante de Meñique"!)... Se pasaba TODAS las Giras a las montañas y ciudades cubanas - inventándole constantemente juegos nuevos (sobre todo de "Detectives tras una pista" y de "películas,Thrillers") que grababa y editaba - con una camarita primaria y aquellos "actores" de cine Negro y de versiones de Agatha Christie, ja, ja - qué siempre fueron las verdaderas delicias de los Tom Sawyers de La Colmenita!!!

  • Caterine Fuentes Guevara dijo:

    ....En confección de telones, cosas que pueden pasar... Una tarde estábamos el equipo técnico organizando todo el trabajo de escenografía para la nueva obra: "El Velorio de Tío Tigre", todos decíamos algo y un artista plástico padre de un niño, iba haciendo el boceto de las patas y el telón, al final quedó muy bonito, a todos nos gustó, entonces decidimos ver a Kcho para enseñárselo, y hablar con él, para que contribuyera, eso queríamos, y así lo hicimos... aprovechamos un día que estaba descansando en el barcito, nos acercamos, le enseñamos el boceto, le explicamos todo, y le pedimos que nos ayudara, él se puso muy contento, pero, en un momento cogió el boceto, lo miró, agarró un carboncillo que tenía a su lado y en la misma mesa donde estaba - dibujó otro boceto con su idea, y decía: - "Mira aquí me gustaría poner esto, aquí una iglesia con un camino, aquí....", en fin cambió todo!... nosotros: observando todo, era maravilloso lo que decía y pintaba, y al final dijo: - "... pero no quiero pintar solo, todos los niños lo van a hacer conmigo!.... Van a ser parte del proceso - con sus manos, ya verán!!!", estaba muy contento y dijo: - "¿Cuándo empezamos?"... enseguida le tomamos la palabra, decidimos que todos los días al terminar los ensayos íbamos al combate, y así fue!... Algo muy gracioso, al otro día casi al terminar el ensayo se aparece Kcho en el Teatro, cosa que no era habitual en él, porque no le gusta interrumpir y dice: - "Ya todo está listo para empezar... los estoy esperando!!!"... Imagínense... los niños se alborotaron!!!....

  • Caterine Fuentes dijo:

    … Cuando salimos, ya él con sus trabajadores habían puesto el lienzo a todo lo largo, en el suelo… estaba preparado ya con las pinturas, esperando por los niños A partir de ese momento, él comenzó a dirigir el taller, les explicaba lo que tenían que hacer?, ¿cómo y qué tenían que pintar?... nosotros estábamos sin palabras, porque aquello era mágico… solo nos dedicamos a mirar y a ayudar… Ese trabajo continuó por varios días, contando hasta el 1ro de Mayo, porque al regresar del desfile, Armando (nuestro Productor) me llama, porque Kcho lo había llamado, y nos estaba esperando… A esa hora "a llamar a toda la tropa", increíblemente no faltó nadie… Cuando se hacía muy tarde, él encargaba pizzas y refrescos para todos, y seguíamos... En aquel tiempo yo andaba en silla de ruedas; pero ahí!!!... No se me olvida que ya cuando eran las 5 y media, en el ensayo, los niños me decían: - "Porfa, profe, ya es hora de pintar"… Era maravilloso, lo disfrutaban al máximo, así pasaron los días, peroooo siempre hay una historia no contada… Sergito es un niño del Taller muy pequeño y ocurrente, que cuando estaba pintando, llega Kcho, se le pone a su lado y de repente veo que Kcho cambia la expresión de su cara, y al momento un grito: “¡¡¡Catherineeeeee, Armandoooooo!!!”… Cuando llegamos me señala la pintura de Sergito, y me dice: - “Mira todavía no lo creo, primero pensé que decía: “Pinta”, “Piña”, pero dice: “P….”
    Sergito, el niño, muy asustado al ver a Kcho así, y a nosotros que no sabíamos que decir, mira al maestro y le dice: - “Lo siento, fue sin querer”… en ese momento Kcho se viró y empezó a reírse, nos miró a nosotros y nos dijo: - “Por si acaso vigilen, y estén al tanto, por si las moscas”… le tiró el brazo a Sergito y le dijo: - “Vamos a solucionar este problemita...”
    Armando y yo respiramos, peroooo ahí no paró la cosa, más tarde llega Jorgito, que no sabía lo del cambio del boceto (porque llevaba unos días sin ir al Taller), y cuando comienza a ver el telón dice: - “Pero Katy, ¡este no fue el boceto de nosotros, esto no tiene que ver con la obra!”… y yo –roja, que no sabía dónde meterme; y él seguía… no se daba cuenta… y Kcho detrás, encima de una escalera, viendo cómo iba quedando el telón… Gracias a Armando que pasó por su lado, le hizo una seña, y al fin pudo callarlo… fueron unos minutos interminables, fue de madre, pero creo que Kcho no lo oyó, o no le dio importancia… Finalmente terminamos y quedó hermoso!, cuando pusimos las patas y el telón para probarlo, los niños decían muy emocionados: -“ ¡Mira mi casita!... ¡Esa la dibujé yo!... ¡Mira mi camino el que dibujé con Kcho!... ah y Sergito, para variar: - “Oyeeeee, no se ven ni rastros de mi error”… jajajaja…. En fin, que todo fue genial y, la verdad - una experiencia única.

  • Ale Sosa dijo:

    ... Bueno, lo de República Dominicana no fue fácil...Resulta que por bañarme en la piscina del Hotel “Jaragua” (en un tiempo que no era como para eso), empecé a tener unas fiebres muy altas por la noche, que no se me bajaban con nada... Me llevaron al hospital más cercano al hotel, y llegando ya me estaban esperando con una silla de ruedas, enfermeros y demás... El drama empezó a la hora de darme el medicamento... una simple inyección!!!!!!, y digo drama, porque si no pagábamos, no me inyectaban!!!!!, así de sencillo... porque resulta que estábamos en una clínica privada. Esa gente no creía en nadie. ¡Ni porque íbamos en una gira artística oficial, invitados por la Primera Dama de la República, ni nada!... Si no pagábamos, no había inyección. Después de "tremenda bronca" entre los adultos que me llevaron. Lupe, Luisma, y creo que Cristina (no recuerdo muy bien, era de madrugada y me sentía mal de verdad) y los médicos de ahí... llegó la persona que nos estaba atendiendo, que trabajaba directamente con la Primera Dama (no recuerdo su nombre, creo que era Miosotis)... Ella nos sacó de ahí y nos llevó a un hospital militar, donde ya estaban esperándome hasta con la inyección lista...Tremendo mal rato que pasé, e hice pasar a los adultos. Yo sentía tremenda pena por lo que les estaba haciendo pasar. Pero les agradezco eternamente el no dejarme ni un momento solo… A todos en general, pero especialmente a Lupe, Cristy y Luisma – que, aun cuando me mejoré, seguían arriba de mí!!!!!. Jajajaja. GRACIAS!!!!!!

  • Kleyvis Caraballo dijo:

    … Otro gran momento fue - en la celebración del 4to aniversario de la Colmenita de la P.N.R. ... Recuerdo que después de varios intentos de gestión, y de estar preparando para nuestro aniversario, resolvimos - para hacer nuestro cuarto cumpleaños - un centro de recreación llamado “La Hiedra”. Para ese aniversario habíamos preparado que los padres le regalaran a sus hijos - la presentación de la obra “La Cucarachita Martina” (pero esta vez hecha por los padres, madres, tíos y abuelitas)... Se imaginarán lo que costó aquello, que los padres se aprendieran los textos, que consiguieran vestuario, pero bueno, en fin - lo logramos!!!. En esa celebración estaban como invitados varios jefes de la Policía, y algunos compañeros de la Colmenita Central, recuerdo que dentro de esos compañeros estaba Dayan alias “Tó’ está rico” (uno de nuestros choferes), que estaba sentado junto a los máximos jefes de la Policía, que eran todos invitados... y todos nos morimos de la risa cuando - alias “Tó’ está rico” dijo que él se sentía – “como Polo Montañez - rodeado de tantas estrellas”... Les puedo decir que ese día los jefes de la Policía, quedaron una vez más boquiabiertos - al ver lo que lograba La Colmenita!, esta vez habíamos conseguido que los padres de los niños (muchos de ellos oficiales del MININT) - sacaran el “artista que tenemos todos adentro”... Sin duda fue de los mejores momentos que viví en La Colmenita de la PNR.

  • Muma dijo:

    En el año 2000, hice mi primera gira al exterior - a Venezuela, fue la primera gira oficial cultural, que fuimos con Fidel - a ese país... Recuerdo que fuimos a varios Estados, uno de ellos fue Vargas... Días atrás, en ese lugar había ocurrido un alud de fango, que arrasó con toda esa región… De pronto fuimos a una iglesia a hacer una función, y en la entrada de la iglesia había un gran mural con fotos de niños y un cartel debajo que decía: "¡Ayúdanos a encontrarlos!"... yo no entendía ¿qué significaba eso?, y le pregunte al Padre de esa iglesia, y me respondió - que eran niños desaparecidos de la comunidad, que habían sido arrastrados por el fango… Aquella situación me provocó una mezcla de sentimientos, y pensé: - “Coñó, en mi país no pasa esto!”...

  • Ailyn Febles dijo:

    “Antes de iniciar el viaje”
    Desde que Adrianita (mi hija) nació, su papá casi nunca estaba en casa. Estaba cumpliendo una misión de trabajo muy importante, a la que le tenía que dedicar todo su tiempo. Pero ese día que venía a la casa, ese día, se aprovechaba para cumplir sueños, llenarnos de cariños y hacer toda una lista de cosas lindas, juntos. Así, un día (de esos en que papá estaba), y hubo entradas para ver a La Colmenita en el Teatro “Karl Marx”, tuvimos uno de esos sueños a cumplir. Siempre habían muchas cosas, una detrás de otra, y el tiempo alcanzaba poco, ¡pero lo lográbamos!... Ese mismo día en su Círculo Infantil celebraban alguna actividad, y Adriana fue vestida de bailarina española. Así mismo, sin cambiarla, porque no daba tiempo (y ella estaba feliz con su disfraz), nos fuimos para el teatro. El Karl Marx, lleno como siempre, afuera - miles de niños y familiares, adentro sube y sube y sube escaleras. Estábamos en el segundo balcón, pero felices de estar juntos y disfrutar en vivo de "La Boda de Cucarachita Martina". Fue un espectáculo hermoso, a esa distancia conocimos niños que después fueron nuestros niños, nuestros amigos, nuestro equipo... Robe (Robertico Díaz), como siempre - con su Ratón Pérez, que enamoraba a la Cucarachita y a todas las hormigas, abejas, madres, abuelas, en fin!… Caro, con su dulce Cucarachita y su hermosa voz… Rocío (la actual Directora Musical y de Orquesta de La Colmenita), los jimaguitas (Seba y LUcas), Luisito, Ernestico… ¡Todos en un espectáculo que nos mantuvo embelesados todo el tiempo!... Nuestra Adrianita feliz, disfrutaba aquello, desde su segundo balcón, como si estuviera en el escenario... Papá estaba emocionado, disfrutaba los textos, los niños, las canciones y de pronto… una niña, que casi no se veía detrás de la batería, comenzó a hacer un solo (en la canción "Somos Cubanos" de Van Van), y Papá comenzó a llorar emocionado... Creo que Lilita Sosa no sabe ese cuento, todavía los ojos a Papá se le llenan de lágrimas cuando recuerda ese día. Fue algo mágico que se apoderó del Karl Marx completo, y que le puso la guinda a ese espectáculo… Así siguió sonando la música de Van Van… y mamá y papá no se habían dado cuenta que Adriana - ¡había salido para el pasillo a bailar con su traje de bailarina española!... Como las abejas y zánganos habían pasado a bailar del escenario a la platea, los niños que estaban en el segundo balcón, pensaron que Adriana era la colmenera disfrazada de bailarina (que les había tocado en el balcón), e iban a bailar con ella... Los padres le pedían fotos con sus niños, los niños le sonreían y ella les correspondía. Fue muy simpático para nosotros, pero más que todo fue una señal… ¡Había que lograr que nuestra niña formara parte de esa pandilla!.... Ese fue el comienzo…

    • Yisel dijo:

      Ja,ja... Ailyn... qué anécdota más simpática de nuestra hoy Solista estrella Adrianita (antes de que la conociéramos y amáramos tanto!)... Yo estoy seguro que casi nadie en la Colmenita conocía de esta anécdota... Así que, una vez más: le doy las Gracias - a esta idea de almacenar recuerdos en los comentarios de este hermoso artículo de cumpleaños treinta - por conocer tantas cosas nuevas... y tan lindas...

  • Lisbel Arrastía dijo:

    ... Además de La Habana, antes de entrar a la Colmena, solo conocía Pinar del Río y Cienfuegos (porque mi familia materna y paterna es de allí)... Y a través de La Colmenita he conocido MI PAÍS - de punta a cabo!!!... Y uno de los primeros lugares que conocí fue Moa (“lugar de la tierra colorá’”), donde la gente es muy hospitalaria y gentil. Donde hay un hombre que se llama, o más bien le dicen - “Turro” (el excelente Director de La Colmenita de Moa), que su frase es: “TODO ESTÁ CUADRÁ’O”, por lo que es muyyy conocido por los colmeneros. Fuimos para allá y nos quedamos en aquella ocasión en el Hotel de la expansión del Níquel. El recibimiento despampanante, como sabemos que podía pasar con Turro. Para mí una experiencia única, la de su gente que nos quería como si nos conociera de toda la vida (¡muy cariñosa!). Estuvimos como 5 días por allá. Hicimos funciones, intercambios, pasacalles… ¡Una estadía increíble!... En esa gira de Guantánamo que fue, si mi memoria no me falla, la primera de muchas, fue donde descubrí la verdadera esencia de La Colmenita. Desde que salimos descubrí que era una super responsabilidad - llevar a tantos niños sin sus padres, pero para mi desconocimiento, ya había varios mecanismos que se practicaban con mucha experiencia, y por supuesto, que el resultado era perfecto: en primer lugar se trataba de “la lista”, se le da un número a cada niño, y esa lista se pasaba (en la voz de los propios niños), siempre cuando salíamos a o de algún lugar... Otra de las esencias: Educar, enseñar EN VALORES, haciendo hincapié en la educación formal, y sobre todo - aprender a HACER AMIGOS. En esa gira como en casi todas nos quedábamos en una escuela, dormíamos en albergues, y en una mañana coincido con el abuelo Orlando (enseñando a un niño pequeño a descargar el baño y luego pasar la frazada)... Y en la noche, un círculo de niños con libretas y lápices, y al frente Celita (la actual Directora de esa Colmenita, y maestra de profesión), repasando a los niños para que no perdieran contenido de sus actividades docentes... Y al otro día - ¡a regalar sonrisas a los lugares más intrincados de Guantánamo!... Eso hizo que me enamorara completamente de Mi Colmenita, porque su esencia se podría resumir en tres palabras: ¡¡¡ENTREGAR AMOR SIEMPRE!!!

  • Héctor David "Riquifito" Rosales dijo:

    En La Colmenita - Aprendí a CUIDAR y a CONFIAR... Me encantaban las clases de Acrobacia que dábamos. Ahí aprendí a saltar sin miedo (“los teatrales ejercicios de confianza”), y saber que alguien me iba a recoger de espaldas… y a confiar en el otro. Y también aprendí a cuidar cuando me tocaba cargar a Malú, siendo dos enanos flacos… Aprendí a RESPETAR y ADMIRAR... Cuando entré en La Colmenita Central, fue en un espectáculo en que estaban los estudiantes de la Escuela Especial para niños con discapacidad físico-motora “Solidaridad con Panamá”... Entre los niños había uno (de Jiguaní, Granma) que se llamaba Héctor (como yo)… y entonces Tin empezó a llamarme “Ricky” de “Riquifito” que era el personaje que yo hacía en la obra “El Perrito Riquifito” del taller de La Colmenita de Plaza. Todo el mundo se aprendió mi nombre de esa manera, al punto que durante muchos años, todos creían que me podía llamar Ricardo o directamente Ricky, pero nadie se imaginaba que yo me llamaba Héctor también… Pero ese no es el punto de la anécdota, sino que, a la edad de siete años, tras conocer a Héctor haciendo el Gallo Malayo (que era un niño que tenía una seria discapacidad motora), me pregunté por primera vez - ¿cómo dos niños con nombres iguales, habían tenido suertes diferentes?... Y aprendí a Respetar y Admirar al otro, por el esfuerzo doble que muchas veces tenía que hacer… Aprendí a ayudar desinteresadamente y reconocer que, en esencia - éramos iguales… Hoy me siento un adulto que sabe reconocer las diferencias y privilegios, pero eso no me aleja de nadie, al contrario, hace que lo admire el doble, que lo respete y que sea consciente de lo privilegiado que soy.

  • Alina Jarahueca dijo:

    Otra anécdota que nunca se nos va a olvidar, fue el día que nos invitaron (a la Colmenita de Jarahueca) - a un Festival “Cantándole al Sol”, en Sancti Spíritus. Al llegar allí le dieron los textos a todos los muchachos, y, Tito (mi hijo), que era el más pequeño - recibió el texto más corto. Solo debía decir: "Un mundo mejor es posible". Cuando le tocó el momento de hablar, en plena función, él, muy emocionado y apasionado gritó ante todos: "Un mundo mejor NO es posible".... Todo quedó en silencio por unos segundos… Marta Julia (la Directora de La Colmenita de Jarahueca) y yo queríamos arrancarnos los pelos, pero de pronto - se escucharon las carcajadas de todos… y Tito, muy emocionado, salió del escenario dando saltitos…

  • Magela dijo:

    Desde mi infancia aprendí apreciar la buena Música (Los Beatles, la Vieja y Nueva Trova, etc), porque a mi profe Alpi (el Director de La Colmenita de Playa) - le gustaba compartir con nosotros - su música... Recuerdo una vez que íbamos de gira, y la música nuestra (de los muchachos) sonaba en todo la guagua... De pronto Alpi se levantó y dijo: - “En el próximo pueblo, pongo mi música”… todos nos miramos y no le dimos importancia, seguimos cantando y bailando... Yo creo que no habían pasado ni 5 minutos (¡efectivamente en el próximo pueblo!), y quitó nuestra música, y puso la de él!!! (Beatles, Van Van, Elton John, Matamoros…) ... Ufff, que pesado se ponía!!!... Pero hoy se lo agradezco… mi infancia y mi juventud – estuvieron repletas de buena Música...

  • Caterine Fuentes dijo:

    Esta es una historia de la “Mamá del Vestuario”, que tanto ayuda a La Colmenita de Romerillo:
    En el año 2018, la última actividad en una Gira a Yaguajay - se realizó en su Teatro “Principal”... Para los cambios de vestuario durante la obra, nos pusieron en una esquina del escenario - un vestidor improvisado... En medio de la presentación se desarmó aquello, y había varios niños a medio vestir, con ropa interior... ¡Fue bien gracioso y una locura!… Causó al público una risa tremenda, y las pocas madres que estábamos dentro (creo que 3), tuvimos que aguantar las "paredes del camerino - escenario" - hasta terminar la obra...

  • Luis Manuel Iglesias Reyes dijo:

    ¡“…Con una lata y un palo…”!
    Desde que conozco el trabajo de La Colmenita, la Música siempre ha tenido un lugar preponderante… Por suerte muy buenos músicos han estado entre sus integrantes... Recuerdo a Yamel Romero Soto, a quien conocí haciendo - el Gigante “Saxofonista “ de la obra “Meñique”, y también compuso la extraordinaria música original de obras como “La Cucarachita Martina”, “El Perrito Riquifito”, “Blancanieves y los 7 enanitos”, entre otras; además de la música del “Himno de La Colmenita”, Tony Carreras, Mónica O’Reylly, Ivis Reyes (a los que conocí en los primeros tiempos)… Casi siempre esta música era hecha en Estudio; y después se usaban en Back Grounds o Play Backs - en las obras… Nunca, salvo excepciones (recuerdo las funciones de “Bululú y Medio” de Ignacio García May, en la casa de Tony Carreras) - con grupo” en vivo”… Muchos de los que integrábamos el grupo nos gustaba “tocar instrumentos”, Tin lo hacía en la guitarra, Alexis Martín y a mí nos gustaba la percusión, y en fiestas y giras usábamos los instrumentos que teníamos, pero no en las puestas en escena...
    continuará...

  • Luis Ma dijo:

    ... Al principio de mi estancia en el grupo, ya con Sede fija, todos hacíamos DE TODO, lo mismo trabajábamos en albañilería, que en plomería, mecánica de guagua, aparte de los ejercicios físicos, de actuación, etc; pero algunos comenzaron a dedicarse a las tareas afines a sus conocimientos; el “Yoqui” (Joaquín Tornés) se dedicó a la parte de Dirección de Arte, escenografía, luces (porque él es graduado de Artes Plásticas en el ISA); Janet Rodríguez del Sol - a la Dirección de Sonido (también graduada - en el primer grupo que estudió Dirección de Sonido en el ISA), entonces Janet se dedicó a las grabaciones de música, junto a Patricia (graduada de Directora Coral), Alpízar (entonces - Jefe de Cátedra de Preparación Física en el ISA) - un poco se dedicó a la Producción, Tramoya, y junto a Alexis Martín (Clavadista de alto rendimiento) y Ernán Hernández Moreno (Nadador) - dirigían la preparación física, Acrobacia… Y: Yanín Penalba, Yancap (Janet Carrasco) y Yiyi (Gipsia Torres) - apoyaban a Tin en la parte de Actuación (porque las tres - habían sido alumnas de Tin en el Instituto Superior de Arte)… Así cada uno fue acomodándose en lo que mejor podía hacer, y yo, antes de julio de 1998 - fungía como Administrador de la Sede, pero al pasar todo al MINCULT, quedé como un integrante más (uno de los “26” de entonces); pero estaba que no sabía dónde iba a “poner el huevo”, me gustaba actuar, y me gustaba mucho la Música (sobre todo tocar los bongoes, la tumba, todo lo que fuera Percusión), nunca había estudiado música, todo lo sacaba a “oído” (por suerte la naturaleza no solo me dio una cabeza grande sino oído musical también), de hecho estaba estudiando “Educación Musical “ en el Pedagógico del Varona…
    Continuará…

  • Luis Manuel dijo:

    … Bueno, así pasaba el tiempo, ayudando en lo que más falta hiciera, hasta que un día Leonardo Buenaventura, quien era el Productor de La Colmenita, y también Productor del “Conjunto Folclórico Nacional de Cuba” - llegó con la noticia, que había resuelto que - miembros de la Colmenita pasaran el Curso de Verano que impartía el Folklórico Nacional, en Danza y Percusión, y allí mismo vi la posibilidad de desarrollar mi “Oído” para la Percusión, y junto a Alex (Alexis Martín) primero; y después con Alpi (José Alpízar) pasé dos cursos... Ya con ese conocimiento, se me ocurre que podía empezar a enseñar a los niños algo de lo aprendido, y se lo propuse a Tin… En esos momentos, él estaba inmerso en el montaje de “Sueño de una Noche de Verano”, de Shakespeare, con los niños, le gustó mucho la idea, pero me pidió lo hiciera con niños de los Talleres Municipales, porque no iba a tener tiempo con los de la Colmenita Central, que estaban a tiempo completo en el montaje de la difícil obra Shakespereana...
    continuará…

  • Luis Manuel Iglesias dijo:

    …Pues, ya con la aprobación del Jefe, comencé hacer algunas pruebas en los Talleres, y reuní un grupo de niñas y niños, y empecé a enseñar lo poco que había aprendido, Alexis estuvo al principio conmigo, por suerte Alpi también le pidió a algunos estudiantes de Percusión del ISA que nos ayudaran, y aproveché muy bien esos momentos para ampliar mis conocimientos… Ya llegó el momento que los niños aprendieron lo que yo sabía, y pedían hacer algún número para presentar, pero no sabía ¿cómo hacerlo?... Un buen día Patry, que estaba montando en su Taller de La Colmenita Coral una obra, al ver un ensayo del grupo, me propone que en su puesta en escena, había un momento que se cantaba una canción, que no tenía la música todavía, solo la letra, y se le ocurría hacerla en guaguancó… y ¡que la tocaran los niños!.. Ahí - ¡vi el momento de probarnos y complacer a los muchachos!... Pusimos manos a la obra, y salió bien, al punto que decidimos terminar la obra con una conga por todo el Teatro hasta la calle, el estreno fue en el “Café del Teatro Bertolt Brecht”… Tin estuvo allí, y quedó impresionado, y como ya había terminado el montaje de “Sueño de una noche de verano”… Me dijo que empezara entonces a enseñar - a los de la Colmenita Central…
    continuará…

  • Luis Ma. dijo:

    … Comenzamos a trabajar con una generación, que por suerte fue muy rítmica: Gabriel Buenaventura “El Gabo”, Leandro de la Rosa, Malú Tarrau (“Yasnely”), Javier “Pavarotti” Nápoles, Marlon Pijuán (hoy - el sobrino de Ruperto, en el programa de Pánfilo), Sahilis Cisnero, Anita Vega, Jorgito Miló, entre otros… estos niños acogieron la idea con mucho entusiasmo, ¡al igual que yo!… Comenzaron a aparecer instrumentos: maracas, claves, tumbadoras, bongoes, bombos y hasta una paila (aunque esta última solo la teníamos de adorno porque yo de eso no sabía nada!)… Recuerdo que en “Meñique”, en la escena de este con el Gigante - se decían unos versos acompañados con un bongó... entonces aprovechamos y lo hacíamos con un guaguancó, que tocaba un grupo de abejitas y zánganos… Creo recordar que eso fue lo primero que hicimos musicalmente en vivo, igual que en el estreno de "Blancanieves y los siete enanitos", donde el “Duende del Espejo” cantaba, acompañado del grupo... Esas eran las cosas que hicimos al principio… Corría el 2003 y estábamos en el montaje de “Ajiaco de Sueños” (donde se bailarían las danzas folklóricas campesinas cubanas – “La Caringa”, “El Papalote”, etc), y comenzamos en los ensayos a “jugar” a tocar en vivo esa música, Tin con la guitarra (y sus “tres acordes”) y los niños con la Percusión… Esto lo hacíamos como para tener un pretexto, y enseñarles a tocar el Son Cubano, porque ya habíamos grabado con la Orquesta del “Conjunto Folklórico de Camagüey” (la gente de Echemendía) la música de la obra, pero… 15 días antes del estreno, que iba a ser la Inauguración oficial del “Festival Internacional de Teatro de La Habana”, ocurre el incendio de la Sede, y perdimos todo lo que se había grabado para la obra!... Entonces lo que era un juego, un pretexto, se convirtió en una necesidad, y tuvimos que “ponernos las pilas” y ensayar fuerte para tocar “¡¡¡en Vivo!!!” – toda aquella música campesina, por suerte - se unió Janet a “tocar el bajo” desde un teclado, y por más suerte además - contamos con Enit (¡la gran Tresera Cubana!), que puso - su “tres cubano” y nos ayudó muchísimo y… ¡Así fue el estreno del flamante Grupo Musical de La Colmenita!... y nada más y nada menos que - en la Sala “Avellaneda” del Teatro Nacional de Cuba… En el público de ese estreno - se encontraba Amaury Ramirez Malberti (el primo de Tin, excelente músico cubano de oído absoluto y entonces Director del Grupo “Fragua”), quien elogió mucho el trabajo que habían hecho los niños (con lo poco que pudimos enseñarles)… Allí mismo Tin se volvió como que loco y lo convenció para que nos ayudara... porque a partir de ese momento - ¡Nos propusimos tocar la Música en vivo - para todas las presentaciones!!!…
    Continuará…

  • Luis Manuel Iglesias Reyes dijo:

    ... Ya después vinieron “Los Cuentos Cubanos de Andersen”, con la Música Tradicional Cubana - ¡tocada en vivo! (de la llamada “Vieja Trova”: Matamoros, Sindo, María Teresa, Corona, Villalón, Teofilito, Los Compadres…) que fue montada magistralmente por nuestro ya entonces Director Musical - Amaury Ramírez Malberti (“Tío Amaury”)… los niños comenzaron a aprender guitarra, teniendo de guía a Ana Laura Vilaragut (nuestra "Jico"), quien guiada por los “tres “acordes de Tin, se empeñó y esforzó mucho, y llegó a interpretar el instrumento de una forma magistral (tanto, que fue muy elogiada por el mismísimo Silvio Rodríguez)… Héctor David (“Riquifito”), quien me dio una Lección, cuando yo no creía que pudiera llegar a tocar el bongó… y se convirtió - ¡en unos de los mejores que hemos tenido!, Danielito Ramírez (el hijo de Amaury), que llegó a tocar un bajo acústico y eléctrico - ¡que le hizo graduarse de la ENA en el instrumento!, Lilita y Alejandrito Sosa que, al llegar junto a su Padre (percusionista profesional) a la Colmenita – fue que se comenzó a enseñar de verdad la Percusión (y la paila y la batería dejaron de ser “adornos”), y se ha llegado a tocar bien duro la música de Van Van, Adalberto, Issac, Alexander Abreu, Silvio, Beatles, etc… o Lily López con la flauta , entre otros... Con el tiempo hemos llegado a compartir escenario con las más grandes agrupaciones de Cuba, dígase los propios Van Van, Adalberto Alvarez, y un largo y conocido etcétera... Junto a Amaury hay que mencionar a Dorgeris Álvarez (la hija de Adalberto y Sonera Mayor), Yaroldi Abreu (el percusionista de Chucho Valdés), y sobre todo René Baños (Sampling), quien junto a Rocío Calle (niña que formó parte del grupo inicial), y actual graduada con Honores de Directora Orquestal en el ISA - llevan actualmente la Dirección Musical de La Colmenita… Hay un cuento popular que habla que está Cristo en el Cielo, y mira hacia abajo, y ve que del Vaticano sale el “Papamóvil, acompañado por cuatro lujosos “Audi”, varios policías de la Motorizada Italiana, nada, una caravana muy larga… Cristo sonríe y dice: - “…y pensar que todo esto lo comencé yo - montado en un burro!”… Creo que nosotros, al ver a la Orquesta actual de La Colmenita tocando al nivel (¡y siendo elogiada!) por las más reconocidas agrupaciones musicales cubanas, podemos decir: - “Y pensar que esto lo empezamos - con tres acordes en una guitarra, una tumbadora, un bongó… y unas claves”...

  • Claudia "Muma" Alvariño dijo:

    Cuando entré en La Colmenita, acababan de entregar la nueva sede nuestra… hasta ese momento La Colmenita ensayaba en casa de Iraida Malberti, la Abeja Reina y mamá de Tin... Yo no tuve la suerte de ensayar en su portal (como aquella orquesta sinfónica, que se repartía por los cuartos de la casa, el comedor, terraza, la sala y la cocina), pero si fui partícipe de la entrega de la sede en 13 y G, y también fui partícioe de cómo, poco a poco, se fue transformando en nuestra Casa, en nuestro Hogar...
    Recuerdo que estábamos saliendo del período especial, eso es lo que cuentan nuestros padres, porque uno de niño ni se enteró de ese "período especial", y sus carencias… y fuimos inmensamente felices!!!
    En el afán de poner la nueva casa linda, La Colmenita empezó a hacer una “Competencia” y todo el mundo traía lo que podía, desde un pestillo para una puerta, hasta una cajita de fósforos, y entonces así luego - cada uno tenía algo suyo - dentro de la Casa Colmenera ... Recuerdo que mi mamá llevó una reja grande blanca que había en mi casa… eso fue un problema con mi tío, jeje... pero mi abuela dio la última palabra, y ¡la desenganchó, y la llevamos!... esa reja todavía sigue ahí en la sede de la Colmenita, es la reja que da para el patio....
    ... Ahh también llevábamos la mitad de la cuota de la bodega, para los fines de semana cocinarnos nosotros mismos... En ese momento todavía no contábamos con el apoyo alimentario, que después nos asignó el Estado!...

  • Kleyvis Caraballo dijo:

    Otro gran recuerdo de La Colmenita de la P.N.R. - fue en una función que hicimos en la estación de Policía de La Habana Vieja. Recuerdo era una actividad por el “Día de la Mujer” y la policía de La Habana Vieja estaba encargada de hacerle una actividad a las mujeres de la FAR. Era un pequeño homenaje que la policía les regalaba, y que cerró con la actuación de La Colmenita. A pesar de que no fue de las mejores funciones de nosotros, ya que el audio no nos acompañaba mucho, las mujeres homenajeadas gozaron y se despelotaron con “El Baile del Toca Toca” de Adalberto Álvarez. En esa función estaba presente el General Becerra (el Fundador mayor de nuestra Colmenita), y como de costumbre, nos pide hacer “Reyes del Son” (la excelente canción de la cienfueguera Rosa Campo), al terminar la canción él tuvo un pequeño debate con un compañero, al cual yo no conocía. El debate era porque el compañero decía que el Niño que tocaba el bongó - no lo hacía de verdad, que eso era doblado; y Becerra le decía que sí, que El Niño si lo hacía de verdad!... bueno aquella discusión terminó con El Niño haciendo nuevamente las pruebas del bongó - ¡a Capela! para ese incrédulo… Ese compañero que terminó con la boca abierta, resultó ser nada más y nada menos que Arnaldo Tamayo Méndez (¡nuestro cosmonauta!), quién salió de ese lugar muy asombrado y amando el trabajo que estábamos haciendo con los niños de los combatientes de la Policía, y diciendo que ese era de los trabajos más lindos y revolucionarios que se estaban haciendo en la Policía. Ese día también se encontraba junto a nosotros una gran revolucionaria que yo tuve el honor de conocer, Teté Puebla, que expresó: “... hacía mucho tiempo que yo no me divertía tanto, como lo hice con los niños de La Colmenita”…

  • Lisbel dijo:

    … Tenía 19 años cuando empecé mi vida laboral, después de haber estudiado el bachillerato, y haberme graduado de la Escuela de Instructores de Arte… Me gradué y empecé a trabajar en mi Amada Escuela Primaria: “Miguel Fernández Roig”... Mi prima hermana (Indira Arrastía), abejita desde muy pequeñita, me da la noticia que en la Colmenita Central iban a entrar un grupo de instructores, y que nosotros íbamos a entrar a la Colmenita de Plaza, para trabajar allí con el “Yoqui” (Joaquín Tornés). Aquellas eran para mí las mejores de las noticias, ya que habíamos pasado por muchos problemas con Educación y Cultura, porque nuestro programa de la Batalla de Ideas - nos mantenía en los dos Ministerios, y eran tremendos los líos para el tema del salario y la superación... En fin, aquel sueño se hizo realidad, y comenzamos en la ya entonces experimentada Colmenita de Plaza...

  • Héctor David "Riquifito" dijo:

    En La Colmenita - Aprendí de DISCIPLINA. Recuerdo cuando estábamos montando la obra de “Alicia en el país de las maravillas”, había que traer tareas con el Diseño de la Escenografía de la obra… Recuerdo que un día se me había olvidado la tarea, o, mejor dicho, la había dejado para última hora, y antes de subir al ensayo, le pedí a mi papá una hoja cualquiera, e hice un dibujo rápido para poder entrar… Cómo tenía la tarea hecha -pude entrar al ensayo, pero Tin sentado en el círculo, revisaba las tareas… y recuerdo que me dijo: - “Ricky, pudiste entrar, pero eso no significa que lo hayas hecho bien”... La verdad es que nunca se me olvida ese día… Entendí que si uno va a hacer las cosas, hay que hacerlas bien, sino, es mejor no hacerlas… y reconocer el error. Esa lección rige mi vida en muchos sentidos. ¡Yo soy un tremendo curioso, y me gusta aprender de todo, pero si hay algo que tengo claro es que si lo voy a hacer - lo hago bien HASTA EL FINAL… ¡ y con todo!

  • Alina Jarahueca dijo:

    En una de nuestras giras por la provincia de Sancti Spíritus, nos hospedamos en el Pre de Centeno. Por la noche en el albergue de los varones, se escuchaban risas y ruidos muy altos, así que fuimos a ver - ¿qué ocurría?... Al llegar allí, vimos como los muy traviesos pequeños colmeneros - habían tirado todos los colchones para el piso, y estaban saltando desde las literas, haciendo acrobacias y hasta “mortales”... Por suerte, Luisma y “el Chuli” estaban a cargo de los varones; y para nuestro asombro… ¡ellos eran lo que saltaban y enseñaban a los niños - las mejores formas de hacerlo, sin lastimarse, jajajaja

  • Suanet Maniurbis dijo:

    En una gira artística de La Colmenita, decidimos hacer una “piyamada” un grupo de niñas, nos fuimos para el cuarto de Mercedes (la mamá de María Karla Sánchez), y una mamá para mí!. Nos pusimos a brincar y entre saltos, risas y brincos, a una cama se le viró una pata… Y ahora actualmente, cada vez que le hablamos a Mercedes sobre camas, piyamadas, o algo así... siempre nos recuerda el “Cuento de la Pata Virada”, jeje...

  • Caterine Fuentes dijo:

    “¡Al fin llegó el 4 de Mayo, y parimos!”
    4 de Mayo del 2014, día especial para una Colmenita, que estrenaba su obra ¡por primera vez! … Romerillo estaba con más ajetreo que de costumbre, a las 12 de la noche del día 3, parecía que eran las 8, un ir y venir de madres, padres, vecinos: de sus casas para la Casa de Cultura y viceversa, preguntando: - “¿Qué nos falta profe?... y los vestuarios, ¿por fin se terminan?", yo no sabía qué responder, estábamos todos muy nerviosos, pues nos habían cortado la electricidad de la Casa de Cultura (nos pasamos de Kw), y tuvimos que coger la corriente con una extensión de una vivienda del caserío de Romerillo… Estábamos muy atrasados con el Vestuario, dos vecinos del barrio nos prestaron dos máquinas de coser, otras 3 abuelitas (que eran artesanas) se brindaron a coser, montamos todo en la dirección de la Casa de Cultura (hasta ahí llevamos la extensión para poder continuar), que era donde único teníamos luz: en total 5 costureras y un sastre.....
    Yo no atinaba a nada, ya las invitaciones estaban repartidas, carteles en todos lados… ¡A las 10 era la función!, y nos faltaban muchos vestuarios… Armando, nuestro productor me dijo a la 1 de la madrugada: - “Kathe, vamos al cuartico donde está la escenografía, para ir sacando todo para ver - ¿qué nos falta?, y en la carretilla ir llevando todo para el lugar de Kcho, por lo menos vamos adelantando con eso, y ya veremos con el vestuario”... me pide el teléfono mío para alumbrar, porque como dije ¡No teníamos corriente!, sólo el móvil, alumbro, entre varios padres sacamos todo, lo montamos poco a poco en la carretilla, guardo mi celular en el bolsillo (cosa que nunca hago), aquello era un verdadero Panal: un ir y venir de todos trabajando, madres poniéndole la ropa a los títeres, otros pintando los niveles....
    Continuará….

  • Caterine Fuentes Guevara dijo:

    … En ese momento nos damos cuenta que al "Perrito Títere", le faltaban los ojos, no se le habían pegado, y era una de las primeras canciones del espectáculo... ¡ya eran las 5 de la mañana, y sin dormir!... enseguida Rey, un padre colmenero me dijo: - "Tranquila Profe, yo le pego los ojos, siga con lo suyo”… Seguimos entre todos trabajando, y pasadas dos horas ya, habíamos montado toda la Escenografía… Cuando regresamos a la Casa de Cultura a recoger lo que faltaba, voy al baño y... ¡un ruido!, mi celular se había caído dentro de la taza del baño (no me acordaba que lo tenía en el bolsillo)… En ese momento no sabía qué hacer?, si meter la mano en un baño donde habían ido muchas personas y sin agua, o lo dejaba ahí... después de unos segundos, decidí poner fin a mi angustia… y metí la mano, haciendo miles de muecas y... ya se pueden imaginar, ¡no sirvió para nada más!... Ya iba a comenzar a quejarme, pero cuando miro hacia la mesa grande - ¿qué veo?... al papá Rey sentado dormido, pero con las dos manos, apretando los ojitos del "Perrito Títere", que íbamos a usar en la función!... En ese momento se me olvidó el dichoso celular… Eso me llenó el corazón de un sentimiento tan grande… ver a ese padre, sin soltar los ojos del títere, a pesar del tremendo sueño... porque lo que quería, al igual que todos, era que se abriera el Telón en ROMERILLO, y ¡que todos los niños de ese barrio pudieran disfrutar!, los que iban a actuar, y los que iban a ver el espectáculo….
    Ya eran las 9 y 30 am, todos los niños alegres, peinados, esperando solamente a ponerse el vestuario, padres, vecinos y el equipo técnico muy cansados (no habíamos pegado un ojo, excepto Rey jajaja)... Estábamos cansados, pero felices: de repente se oye la voz de una costurera (yo no sabía si taparme los oídos, o ir a su llamado, decidí lo segundo)... la costurera me dijo: - “Profe están listos todos los vestuarios!, sólo faltan las sallitas de las abejas… esas no salen hasta la segunda función, qué hacemos?”… entonces se escuchó la voz de Armando: - “Pues ¿qué hacemos?... ¡la función sin las sallitas!… Hablamos con los niños, pero la función va!... Ahí afuera hay un barrio entero, deseoso de ver el estreno de su Colmenita... así que adelante!!!”...
    Nos reunimos todos, hablamos, y después de un apretón de manos, nos pusimos en posición… y fue para todos - la mejor función de nuestra Colmenita.
    ¡Y sí señor, a las 10 de la mañana del 4 de Mayo - en el Teatro “Tocororo” del Taller de Kcho - parió - nuestra Colmenita de Romerillo!

  • Claudia "Muma" Alvariño dijo:

    … Una de las primeras giras que hice de niña con La Colmenita, fue a un municipio muy intrincado, pero solo recuerdo la anécdota, no sabría decir la provincia, ni el lugar específico, pero si no se me olvida, cada detalle del lugar y de su gente… Era una comunidad muy humilde e intrincada, de piso de tierra, de animales por las calles, del olor a mango... Cuando terminábamos de actuar, siempre nos hacían una Mesa Sueca llena de frutas frescas y muy variadas, recuerdo que ahí fue la primera vez que comí mamoncillo chino, que no es el verde común, es rojo y la masa es blanca y es riquísimo!!!... todo eso nos lo brindaban con tremenda sonrisa y sobre todo Amor...
    Hicimos “Meñique”, y recuerdo que éramos más niños en el escenario improvisado, que niños del público… Yo hacía la Princesa, y para mi hacer la Princesa siempre ha sido una diversión, creo que fue el personaje que más hice de niña, nos turnábamos entre otras niñas, un día una función y otra la otra....Yo cruzaba los dedos porque ese día tocara triple función, porque así tenía más posibilidades de repetir, jejeje....
    Y en una de esas funciones en este lugar humildísimo que describo, cuando se acabó nuestra obra, se acerca una niñita del público (yo todavía no me había cambiado, porque siempre que terminábamos las funciones intercambiábamos con el pueblo); y la niñita con muuuuucha pena se me acercó a preguntarme si era una Princesa verdadera, y que si detrás de ese telón (improvisado, amarrado a dos gajos de una mata) estaba mi ¡¡¡¿Palacio de verdad?!!!....Creo que esa pregunta me hizo entender (a pasear de mi corta edad), lo valioso que era cada acción, cada sonrisa, cada entrega de Amor que hacíamos en nuestras funciones!!!... llegué a mi casa después de una semana de gira - más grande, y sobre todo con más conciencia de eso que se llama "responsabilidad", seguro que sí...

  • Lourdes Broche dijo:

    Soy la Mamá de “Yasnely”, que todos en la Colmena conocen como “Malú”, y nunca olvido cuando mi hija muy pequeña, ¡apenas con 4 añitos recién cumplidos!, se tuvo que aprender su primer texto para el evento “Pedagogía 97” y fue tremendo aquello - presentando a Panamá: “Panamá, la del sombrero / y el tambor de la Alegría / siempre ha sido solidaria / para ti - la Patria Mía”… Y también cuando bailó como una loquita en aquel primer Concertazzo Colmenero inolvidable, y se iba para delante del proscenio, y después con el “Ula Ula”, con Rebeca… O tocando violín, como si supiera, en el primer concierto con Liuba María Hevia… ¡Y como se movía!... Y cuánto le gustaba!... Como tampoco olvido cuando se quedó en blanco con un texto en medio del Festival “Cantándole al Sol”… y empezó a llorar… y después lo dijo… ¡cuando no le tocaba!, jajaja

  • Kleyvis Caraballo dijo:

    "Mi última celebración en La Colmenita de la PNR"... Fue en el quinto aniversario del Taller. ... Después de ver el programa “Hacemos Cuba”, donde estuvo presente el Segundo Jefe de la Policía, (además un gran amigo mío), se me apretó el pecho, sentí alegría y tristeza al mismo tiempo, pero me vinieron muchos recuerdos lindos, como el de aquella gran celebración… Para ese quinto aniversario - se nos había ocurrido hacer algo extraordinario, ya que era un aniversario cerrado y teníamos que superar expectativas, sobre todo porque el cuarto aniversario - había sido espectacular. En esa ocasión nuevamente contábamos con el apoyo incondicional de nuestro jefe, amigo y confidente - el Coronel Bermejo, que ese si nos seguía en todas las locuras (¡Ese loco colmenero de tremendo corazón!)... Bermejo nos tenía preparado para ese día - una Sorpresa, que, por supuesto, muy estratégicamente nos propuso - celebrar una semana después, para que no fuera el mismo día que se cumplía nuestro aniversario, ya que él tenía ese otro plan - sorpresa para nosotras - ese día… Resulta que el propio día de nuestro cumple, Bermejo junto a toda la Dirección de la Policía, habían acordado entregarnos por segunda vez (a Shakira y a mí, como guías de esta Colmenita) - la Medalla del Servicio Distinguido del MININT… Imaginarán como nos sentimos, en realidad no lo esperábamos, pero toda la Dirección de la Policía había dispuesto que, por el trabajo desplegado en todo esos cuatro años, y el impacto que había tenido La Colmenita en las Comunidades de Tránsito con características especiales, era suficiente para merecer nuevamente esa honrosa Distinción. La semana siguiente le dimos un aniversario inolvidable a los niños… ¡estuvieron tres días de celebración!... Tuvieron visitas a parques, almuerzos, paseos, visitas a Museos y terminamos en un “día de piscina”... Sin duda fue una gran celebración, y más que eso un gran encuentro con toda la Familia Colmenera… Hoy siento una gran tristeza, porque ya no formo parte de esa familia que se creó, y en la que conviví cinco largos años, y a la cual nunca olvidaré. Y todas esas historias que se quedarán para siempre en mi memoria es - ¡Gracias a La Colmenita!...

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Daylén Vega Muguercia

Daylén Vega Muguercia

Periodista cubana. Realizadora audiovisual. Integrante del proyecto Mujeres Al Sur. Colabora con Cubadebate y otros sitios digitales.

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