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Treinta febreros de Amor para una Colmena (+ Fotos y Videos)

| 1898 |

La Colmenita al finalizar una reciente actuación en el teatro Sauto de Matanzas. Foto: Cortesía de La Colmenita.

Si de niños, magia y amor se trata, a mi mente llegan - como en ráfaga-, diferentes imágenes en tonos amarillos y negros, con alas y antenitas en constante movimiento. Con una banda sonora de sonrisas y corazones latiendo al compás del Bien. Con rostros pequeñitos y otros no tanto. Traviesos, juguetones y cariñosos, porque como dijera sabiamente el Apóstol “son los que saben querer, son la esperanza del mundo”.

Y en este planeta tan convulso en que vivimos La Colmenita es un rayito de luz que se va abriendo paso entre las nubes más oscuras; que salva y que sana, que impulsa, que forma y completa.

La Colmenita no es una escuela, pero enseña. No es un hospital, pero cura. No es un parque, pero divierte. No es una casa, pero la habitas. Tiene la virtud de ser una y a la vez muchas otras cosas. Y viene con un complemento añadido: las personas maravillosas que la conforman.

Es una inmensa obra de amor.

La Colmenita. Foto: Cortesía de La Colmenita.

Un poco de historia

El 14 de febrero de 1990 surgió un pequeño grupo de teatro compuesto por niños y jóvenes, bajo la dirección de Carlos Alberto “Tin” Cremata y su mamá, Iraida Malberti; que hasta 1993 se mantuvo estrenando obras del Teatro Cubano y el Siglo de Oro Español.

En 1994, un pequeño cambio marcaría el destino del grupo para siempre; estrenaron en el Karl Marx, una versión del clásico Meñique interpretada solo por niñas y niños. Ese sería el inicio de lo que, al paso de los años se ha convertido en La Colmenita, Compañía Infantil de Teatro de los Niños de Cuba.

La idea de Cremata fue sumando abejitas y zánganos. Cuando ya eran tantos los que iban hasta el panal fundador, Tin le pidió a Jaime Fort (el guionista de buena parte de los programas de Vivir del Cuento) que abriera un Taller anexo por Alamar, y después se abrió otro en Plaza, y así en otros municipios de La Habana. Por eso hoy en la Colmenita actúan niños del Vedado, pero también de San Miguel, La Lisa, el Cotorro y casi todos los lugares de la capital.

Tiempo después el sueño se multiplicó y se abrieron Colmenitas en casi todas las provincias de Cuba. De algunas vinieron a enterarse cuando visitaron ese territorio y Tin y sus compañeros quedaban maravillados de la calidad de aquellos proyectos.

La Colmenita en la cima del Turquino. Foto: Cortesía de La Colmenita

Una gran familia

Eso es La Colmenita. Así la forjaron sus fundadores. Así la han sostenido generaciones de maestros, instructores, productores y técnicos. Así la han vivido generaciones de niños.

Algunos que llegaron siendo pequeñines con ganas de fantasear desde el teatro y la música, hoy son parte de la compañía como maestros. Algunos encontraron el amor en aquellos predios. Otros ya tienen a sus hijos criándose en La Colmenita.

Allí todos hacen de todo. Como los mosqueteros actúan: todos para uno, uno para todos. Jaime Fort lo cuenta con gracia en este testimonio:

Soy Fundador de La Colmenita y durante muchos años tuve un pequeño problema, que no por pequeño dejaba de ser inquietante. Cada vez que debía rellenar alguna de las muchas planillas que los cubanos tenemos que cumplimentar a lo largo de nuestras vidas; y me topaba con la pregunta “profesión” ahí mismo me entraba una indecisión muy grande. Yo, como trabajaba en La Colmenita, lo mismo hacía de actor, que de profesor, que de técnico de sonido, utilero, tramoyista, atrezo, auxiliar de iluminación, escritor de guiones, ayudante de vestuario, repartidor de merienda, electricista, y algunas veces, hacía hasta la dirección general y puesta en escena de algún espectáculo. También desarrollaba en la Colmenita otras actividades relacionadas con el teatro, pero de forma más indirecta, como: desmontador de ascensores, ayudante de mecánico de guagua, chapistería y pintura, traductor e intérprete, cuidador de niños, estibador, espantador de ranas o relaciones públicas. Pero la casilla de “profesión” era un solo cuadrito y yo nunca supe qué diablos poner. En realidad, podría haber escrito una sola palabra; una palabra que lo resumía todo, pero estoy seguro que el burócrata de turno no iba a entender nada si ponía ahí, “Profesión”: COLMENERO…

La Colmenita celebró los 25 años de la primera puesta en escena de su versión de La Cucarachita Martina. Foto: Daylén Vega/ Cubadebate

Del Teatro Nacional a La Bajada

Siempre agradece Cremata a la Juventud, los Pioneros y a Nisia Agüero por haber creído en la valía del proyecto, cuando apenas nacía. El Teatro Nacional, que dirigió Nisia le abrió las puertas hace 25 años para aquella producción de "La Cucarachita Martina", a la que ahora le han celebrado sus bodas de plata.

Después han paseado por los mejores teatros de Cuba maravillosas versiones de obras como “Sueño de una noche de Verano”, “La Cenicienta… según Los Beatles”, “Los Cuentos Cubanos de Andersen”, “Alicia en el país de las Maravillas”, “Y sin embargo, se mueve”, “Fábula de un país de cera”, “Ajiaco de Sueños”, “Elpidio Valdés y los Van Van”, “Abracadabra”, “Pedro y el Lobo”, “Meñique”, “Bululú y Medio”, “Los Balcones de Madrid”, “El gato con Botas”, “Ricitos, los Tres Ositos… y la Década Prodigiosa”, “Blancanieves y los siete enanitos”, “Las aventuras de Pinocho”, “El Concertazzo de La Colmenita”, “Travesía Mágica”…

Junto a la magia que le ponen los niños a esas obras, en sus elencos han participado integrantes de lujo como Silvio Rodríguez, Juan Formell y Los Van Van, Omara Portuondo, Compay Segundo, Eliades Ochoa, Adalberto Álvarez y su son, Alexander Abreu, la Orquesta Aragón, Virulo, Teresita Fernández, Buena Fe, Liuba María Hevia, Issac Delgado, Pancho Amat, Beatriz Márquez, Vocal Sampling, Los Papines, Oscar Valdés, Enrique Plá, Ernán López Nusa, Julito Padrón, Orlando Valle “Maraca”, Rolando Luna, David Álvarez, Moncada, y María de los Ángeles Santana, entre muchos otras joyas de la cultura nacional.

Hola, soy Omara Portuondo, quiero enviarle un beso muy grande a Tin y a todos los colmeneros en este cumpleaños. Gracias por invitarme a cada rato a compartir sus aventuras y muchas gracias por lo que hacen por nuestra Cultura. Yo también me siento parte de esa familia, como una abejita más, endulzando el alma de Cuba. ¡Felicidades Colmenita!

Pero las abejitas no están hechas para encerrarse sólo en los teatros; han salido a repartir sus mieles por decenas de lugares de toda Cuba. Han realizado decenas de Giras Nacionales por las zonas más intrincadas o las llamadas Áreas de Silencio, por aquellas que han sido afectadas por desastres naturales o por las comunidades rurales del Plan Turquino-Manatí.

En escenarios improvisados al aire libre, a veces al amparo de las luces del ómnibus que los traslada, en ocasiones actuando para sólo una decena de niños (que eran todos los niños de esa comunidad), La Colmenita ha dejado sus huellas en Maisí y La Bajada, en Moa y Guaracabulla;  llevando un mensaje de aliento y con la premisa de que tener talento es tener buen corazón.

Junto al Movimiento de Payasos Terapéuticos han promovido también una labor de hermoso alcance humano por los Hospitales Oncológico y Pediátrico de La Habana, que ya se extiende por todo el país.

En 1998 La Colmenita se integró al Ministerio de Cultura de Cuba como un proyecto oficial del Consejo de Artes Escénicas, y en 2006 fue nombrada Centro de Promoción de Salud, por el Ministerio de Salud Pública cubano.

Con Cristina Fernández en la Casa Rosada, Argentina. Foto: Cortesía de La Colmenita

Libando por el mundo

El paradigmático modelo pedagógico y teatral que La Colmenita ha desarrollado en estos treinta años ya es reconocido en diversos continentes.

Más de 25 países de Asia, Europa y América, han disfrutado de las actuaciones de la compañía cubana. Hasta a los propios Estados Unidos, pese al bloqueo, llegó el mensaje de paz y amor de Cremata y sus pequeñines.

Y en no pocos lugares por donde han pasado han dejado sembrada la semilla. Así han surgido Colmenitas en España (Sevilla, Cantabria y Tenerife), México (Querétaro, Chiapas y San Luis Potosí), Panamá, Nicaragua, República Dominicana, Colombia (San Cristóbal, Bogotá), Canadá (Winnipeg), seis en Argentina (Buenos Aires), 50 en los diferentes estados de Venezuela y 31 en todos los departamentos del Salvador. Cada una con una membresía de entre 50 y 100 niños.

La Colmenita fue el primer grupo teatral del mundo en ser proclamado Embajadores de Buena Voluntad del Fondo de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Yalcin Baykul (Turquía) – Yo sueño con que haya muchas más Colmenitas alrededor del mundo… y más, sueño que el mundo todo – sea una gran Colmenita.

La ColmenaTV. Foto: Cortesía de La Colmenita

Teatro, Cine, Música y TV

La Colmenita ha realizado coproducciones exitosas con Bread and Puppet Theater (EE.UU.), Odin Theatre (Dinamarca), Deep Mountain (EE.UU.), People´s Little Theater (Bangladesh), Les Mordus du Théatre (Bélgica), Corporación Cantoalegre (Colombia), Big Band Ribe (Dinamarca), CoopFilarmónica de Bogotá y un largo etcétera.

Pero La Colmenita en su quehacer ha trascendido la puesta en escena teatral, produciendo tres largometrajes con y para niños: “¡Viva Cuba!”, “Habanastation”, “Y sin embargo…”; los tres con gran acogida por el público y multipremiados internacionalmente.

Asimismo, obtuvo el Premio Especial Extraordinario del Festival CUBADISCO 2014 con el DVD “Siempre habrá Van Van” y Premio Especial del CUBADISCO 2017 con los DVD “Pedro y el Lobo” y “¡Feliz Cumpleaños Fidel!”. Su disco “Añejo Jardín”, producido por la EGREM, fue nominado a los Premios Grammy Latinos en el 2017.

En 2017, 2018 y 2019, el grupo teatral produjo y protagonizó “La Colmena TV”, un programa de televisión que se ganó un espacio de preferencia en los hogares de Cuba.

Desde 2005 La Colmenita tiene su propio coliseo, en la Sala de Teatro de la Orden Tercera del Convento de San Francisco de Asís, perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad, en La Habana Vieja.

La Colmenita. Foto: Cortesía de La Colmenita.

Sólo el Amor salva

La Colmenita siempre ha gozado del gusto popular. La simpatía y el aprecio hacia el grupo y sus integrantes, es una constante en el corazón de los cubanos. Los teatros se llenan cuando actúan. En las provincias los esperan con entrañable cariño y deferencia.

Quizá nunca Tin imaginó que aquellas tardes en que su padre (*) inventaba obras de teatro y los ponía a actuar a él y sus hermanos serían el embrión de este hermoso proyecto de amor por los niños que trasciende a sus hacedores y que enaltece a Cuba.

Bien lo ha dicho Eusebio Leal:

Eusebio Leal. Foto: Archivo.

Siempre creí y creo que Tin, como le llamamos cariñosamente a Cremata, es un discípulo puro de Luz y Caballero; quiere decir, el Teatro es para ellos el vehículo para formar y para educar el alma de esos niños y prepararlos para la vida.

De esa manera, a través del Arte, logran lo incocebible, lo inimaginable, que criaturas de este tamaño, no ya hagan algo, porque los hacen meditar, los hacen pensar, sino que actúen concertadamente para crear una maravilla como es la obra de La Colmenita.

Esa Colmenita ha trascendido y hoy forma parte de un legado generacional; hoy hay muchos niños, que son adolescentes y que son jóvenes y que se formaron al calor de Tin y de sus colaboradores, un maestro de generaciones, alguien que se ha entregado por completo, con amor, alguien que fue muy herido y que sin embargo convirtió la herida en Amor, eso es lo más importante, lo convirtió en una voluntad creativa, en una voluntad salvadora. Él me ha hecho a mí creer firmemente, en lo que una vez dije: "Solo el Amor, salva".

Se cierra el telón. Todos se reúnen con las manos apretadas en el círculo como tras cada función. Un nuevo bien se ha hecho. La Colmenita comienza a mirar hacia los próximos treinta años.

La Colmenita. Foto: Cortesía de La Colmenita.

(*) El padre de Carlos Alberto Cremata es una de las 73 víctimas de abominable sabotaje contra un avión de Cubana en Barbados en 1976. Su madre, Iraida Malberti, fue una de las más importantes creadoras de teatro y televisión para niños en Cuba.

El llamado de Tin a los Colmeneros

Carlos Alberto Cremata, director de La Colmenita en un ensayo. Foto: Bill Hackwell / Archivo de Cubadebate

Treinta años cumple hoy la Colmenita de Cuba, que tuvo la suerte de nacer un día de los enamorados, cuando recién comenzaba el período especial (14 de febrero de 1990).

Catorce jóvenes, que enseguida fueron veinte y ocho, y que estuvimos del 90 al 98 sin recibir salario, unidos solo por el placer de estar juntos compartiendo aventuras de Teatro Musical por toda Cuba

Invito a todos los colmeneros de antes y de ahora, los cientos de niños que hoy tienen 40, 30 y 20 años y que andan dispersos por todo el mundo, sus familiares, los miembros de las Colmenitas nacionales e internacionales, amigos y público en general - a que escriban sus recuerdos, anécdotas, impresiones, vivencias, opiniones, dudas – y las envíen a esta especie de foro que puede tornarse para nosotros Cubadebate, y así atesorar una suerte de almacén virtual de nuestra treintañera y melífera historia de vida… que además publicará este sitio - para todos los que a él acudan de Cuba y de todo el mundo. 

¡Cuántos recuerdos!... en primer lugar mi Papá (Carlos Alberto Cremata Trujillo), que siempre he dicho - ha sido el verdadero director de nuestra Colmenita desde muuucho antes de fundarse… mi Mamá (Iraida Malberti Cabrera) eterna Abeja Reina y la siempre respuesta a las más difíciles preguntas del Arte y la Vida… La fuente originaria y pretexto para fundar - mi primogénita Camila, que hoy ronda la treintena y educa a muchos niños (como su Papá) en la Tampa de nuestro Martí… y además reencarna en mi hija menor Maria Carla de 15 recién cumplidos.

Los primeros: Alex, Yoha, Ernan, Mao, Ramfis… Alpízar, Janecita, LuisMa, Amarilys, Yanín, YanCap, Arielito, Julio el policía, Anmerix, Nenita, Lourdes, Mayra, Patri… Susy, Joselín, Yanai, Gretell, Carlitín, Yasbel, Churrisquito, Malú, Gabo, las Claudias, Riquifito, Thais, Marlon…

Las inolvidables asistentes de dirección Marisela Hernández Arocha e Ingrid León Vila, la tiernas creadoras de los textos teatrales en verso Julia González Carid y “Titi” Oltuski, los músicos Yamel Romero, Amaury Ramírez, Mónika O’Reilly, Tony Carrera, Ivis Reyes y René Baños (Sampling), el guionista Jaime Fort (¡el del programa de Pánfilo!), la Maga de las Luces - mi tía Saskia Cruz, las diseñadoras de vestuario Nora Mesa, Magalys Acosta y Melba Cortés, los productores Leonardo Buenaventura (¡que nos abrió al mundo!), Lupe Rey, Marta Palacios y Cristina Leyva, los directores de arte Yoqui Tornes y Juan García, la directora de sonido de siempre Janet Rodríguez del Sol, las Almas del Panal: en el teatro - mi Muma de todos los recuerdos lindos  y en la música - Rocío Calle, mi “Puchi” (hoy Directora Orquestal)

Los Maestros que nos dieron a luz y amamantaron: Berta Martínez (Teatro Hubert de Blanck), Nisia Agüero (Teatro Nacional de Cuba), Enith Alerm y Laritza Díaz (Organización de Pioneros José Martí), Teté y su Escuela “Solidaridad con Panamá”, José Arroyo de Bogotá, Ulvi Icil de Estambul y Miguel Adan de Sevilla, Michel Frank… y por supuesto: Fidel, Raúl y Martí.

Las tantas aventuras nacionales e internacionales a JAPÓN, la Ciénaga de Zapata, ESTADOS UNIDOS, Guaracabulla, RUSIA, el Pico Turquino, KUWAIT, Mangos de Polilla, FRANCIA, Naranjo Agrio, TURQUÍA, La Isabelita, CANADÁ, Mamanantuabo, ALEMANIA, Pinar de las Canas, MÉXICO, Mangos de Baraguá, ESPAÑA, San Pablo de Yao, HAITÍ, Arroyo Seco, BANGLADESH, La Bajada, PORTUGAL, Las Martinas, VIET NAM, Chafarina, DINAMARCA, Piedrecita, RUMANÍA, La Tinta, BULGARIA, Potrerillo, NICARAGUA, Dos Ríos, REPÚBLICA DOMINICANA, Magarabomba, EL SALVADOR, Birán, VENEZUELA, Cauto Embarcadero, ECUADOR, Minas de Matahambre, BÉLGICA, Caimanera, ARGENTINA, Boquerone, PANAMÁ, Guamuta, COLOMBIA, Playitas de Cajobabo…

¡Escriban, escriban! - queridos colmeneros de estos inolvidables treinta años!

Tin Cremata

La Colmenita llevando alegría tras el desastre natural. Foto: Cortesía de La Colmenita

Con Juan Formell Foto: Cortesía de La Colmenita

Encuentro de los presidentes Fidel Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y Ministros de Cuba y Hugo Rafael Chávez Frías Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, En el Teatro Karl Mark de la Capital cubana, En el marco de la visita que realiza a cuba el presidente Venezolano.
En la foto Ambos presidentes saludan a niños cubanos integrantes del grupo Infantil La Colmenita.
Fecha: 29 Abril de 2005
Foto: Roberto Suárez

En la celebración de los 90 de Fidel. Foto: Cortesía de La Colmenita

La Colmenita recibe su teatro nuevo. Teatro de la orden tercera en La Habana Vieja. Foto: Archivo / Cortesía de La Colmenita

En video, La Colmenita de Cuba

Se han publicado 1898 comentarios



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  • Lisbel Arrastía dijo:

    Recuerdo mi primer encuentro con La Colmenita de Plaza, en el Cine “Acapulco”. Primero que todo - un grupo de niños que se despedían momentáneamente de sus padres, para entrar a lo que sería una especie de “parque de diversiones” (lleno de juegos y Aprendizaje)... Dentro del cine, ya listo el equipo de padres, que se hacía llamar Equipo de Dirección del Taller - Rita la Productora, Celita la Asistente de dirección, Laritza la entrenadora deportiva, mi viejito Orlando (¡que Dios lo tenga en la Gloria!), que era el que entrenaba a los niños en los Zancos, Grisel (la maga de los Vestuarios), Regla, María Eugenia, Viviana, y muchos más que se entregaban para que los niños estuvieran esas 2 horas y media - en aquel “parque de diversiones”… Por supuesto que también estaba el Líder de todo aquello - el guapo, talentoso y cariñoso “Yoqui” – Joaquín Jorge Tornés (Mi primer Maestro, como lo digo)... Como yo era graduada de la Escuela de Instructores de Arte en Música, empecé a trabajar musicalmente con los niños que eran afinados, y a raíz de un aniversario que cumplía La Colmenita de Plaza, nos fuimos de gira y se hizo un Documental (que después sería estrenado en el mismo cine por nuestro aniversario). Por lo que se nos ocurrió a Carlitín (el hijo de Rita - Productora) y a mi - hacer varias iniciativas musicales - para aquel acontecimiento… Entonces comenzamos a formar un grupo musical, con la experiencia que fuimos adquiriendo en algunos de los ensayos que habíamos asistido en La Colmenita Central… Empezamos a ensayar con varios niños, y a enseñarles también a tocar las tumbadoras, el bongó… por ejemplo a Rubén (que es el tumbador principal actual de la Colmenita Central), guitarra y el bajo. Y a través de los mismos niños, que algunos tenían hermanos, fuimos incrementando con algunos metales de los que estudiaban en las Escuelas de Música. Hicimos también una pequeña Orquesta de Percusión Menor, haciendo varias polirritmias super interesantes, que pudimos presentar en la Premier del Documental… y luego nos presentamos en la Casa de Fuster, en Jaimanitas...

  • Héctor "Riquifito" David Rosales dijo:

    En La Colmenita - Aprendí a SERVIR al OTRO - con ALEGRÍA… Recuerdo cuando Patch Adams (“El Médico norteamericano de la Risa”) fue a Cuba, y aprendimos un montón de cosas sobre clowns, e íbamos a los hospitales sólo a hacer reír… Nos inventamos unos trajes de payaso con ropas grandes y coloridas de nuestros padres y nos pintamos el pelo. Pero todo se trataba de hacer reír a los otros, de traer Felicidad, y ese sentido de servir con Alegría por la Alegría, eso también lo guardo como uno de mis tesoros… Da igual los recursos que tengamos, es importante Servir al otro con Alegría y lo más importante - sacar una sonrisa.
    También aprendí del “AMOR”. La verdad es que nunca me imaginaría mi infancia sin todos los cuentos del ABC, manito negra, carticas, canciones en las guaguas de: …”fulano está enamorado… ¿de quién de quién será?”… No me imagino mi infancia, sin la suerte de haber podido tener verdaderas historias de “Amor” - con personajes de Cuentos de Hadas.

  • Alina Jarahueca dijo:

    Parece que cuando uno empieza a recordar, todo viene junto - a la mente. Recuerdo que estábamos en una escuela en Sancti Spíritus, albergados con La Colmenita de Jarahueca. Hacía mucho frío y era la hora del baño, de pronto viene una niña corriendo y llorando, porque había visto un bicho rojo arrastrándose en el baño, y salimos corriendo!, cuando llegamos al baño había otra niña llorando a mares, pues estaba con mucha sangre en los pies… lo que pasaba es que, por primera vez la niña tenía la menstruación, y estaba lejos de casa… y el bicho no era más que la sangre que corría con el agua. Fue tanto su susto que llamo a la mamá, quién hizo acto de presencia, esa misma noche en la escuela…

  • Caterine Fuentes dijo:

    “Una linda historia”… Era un día de ensayo, pero en esta ocasión tenía una hermosa noticia para los niños del Taller - Nos habían seleccionado para desfilar en la Plaza el 2 de Diciembre junto a todas las otras Colmenitas de los municipios de La Habana y de todo el país. Todos estábamos muy contentos, super felices; y más cuando les informé que podían llevar compañeros con ellos… Comenzaron los ensayos en la Plaza, y una de las niñas grandes llevó a un compañero de aula, el muchacho se llama Lázaro, fue a todos los ensayos, yo como profe al fin, lo observaba mucho… aunque estaba en 8vo grado, en su forma de actuar parecía un niño de cuarto grado… Pasó el tiempo y seguimos nuestra rutina de ensayos, yo observaba que Lázaro seguía viniendo a los ensayos, y desde abajo, sentado, veía todo lo que hacíamos. Un día, Gabi una niña fundadora me dice: - “Profe, Lázaro quiere entrar en la Colmenita”… yo le respondo: - “Ay, Gabi, ya él está en 8vo grado, ¿para qué?, ya está grande, yo necesito niños pequeños”… ella seguía insistiendo, y yo - que no. Pasaron 2 semanas, Lázaro dejó de venir y un buen día, en el ensayo se me acercó una persona mayor (era la mamá de Lázaro), y me dice: - “Profe, ¿Usted tiene unos minutos para hablar conmigo?... la noté triste, y le dije que sí… Cuando terminó el ensayo fui con la señora, me dijo que era la madre de Lázaro, y que ella me pedía de favor que le diera una oportunidad a su hijo, que él necesitaba mucho estar allí, me dijo que tenía muchos problemas de conducta, que andaba con malas compañías, que lo querían sacar de la escuela para una de escuela especial de conducta, que me lo pedía de favor, que ella veía que a él le gustaba mucho la Colmenita… Yo le dije que le iba a dar una oportunidad, pero que si había el más mínimo problema, lo sacaba… Así comenzó Lázaro en la Colmenita... Nuestro equipo de trabajo fue a la escuela, al barrio, y supimos que era una familia con muchos problemas, bajos recursos, padres divorciados, en fin, comenzamos a trabajar entre todos con él, hablamos y le explicamos que para estar en la Colmenita, tenía que ser buen estudiante… Con el transcurso del tiempo vimos que tenía grandes aptitudes para la Actuación, para el Baile, y mucho para la Música… con su comportamiento se ganó personajes principales, empezó a tener buenos resultados en la Secundaria, muy buena disciplina en todas partes, y se ganó el cariño de todos… Nosotros le celebramos en el barrio de Romerillo sus 15 años, y fue una sorpresa para él… sus amigos hoy - son los niños colmeneros, siempre está en el Barrio, actualmente ya no está por estar cursando su Técnico Medio, pero no se ha desvinculado nunca de su Colmenita… Cuando tiene algún problema, primero acude a nosotros, a mí me busca donde quiera que esté… su Mamá está muy agradecida de la Colmenita, y eso personalmente me llena de un gran orgullo, el saber qué nuestro Lázaro, siempre cuenta con nosotros.

  • Claudia "Muma" Alvariño dijo:

    Uno de los recuerdos más hermosos que tengo de ya adulta colmenera - es aquella gira inolvidable en el 2011 a los Estados Unidos, donde representábamos a Cuba y a los niños cubanos por la liberación de los Cinco Héroes Cubanos.
    Estuvimos en varias ciudades de ese país (Washington, New York y San Francisco), gira maravillosa donde cada día hablábamos por teléfono con uno de los cinco, todo eso organizado por Gerardo. Cada día esperamos la llamada de un héroe diferente, al final de la gira tuvimos pocas horas en la ciudad de Miami, donde casi todos los niños y adultos tenían un familiar o un gran amigo; y era el único momento que podíamos verlos... Recibimos la noticia de que debíamos estar cinco horas antes en el aeropuerto, porque había una sorpresa muy grande, nosotros ni imaginar la noche hermosa que nos esperaba. Nos montaron en una guagua, que recorría una carretera llena de árboles, llegamos a una casa grande, pero muy modesta, y ahí nos reunimos todos en un jardín, nos tomamos de la mano en círculo, y Tin comenzó hablar demasiado hermoso… y como por arte de magia ¡apareció René González!, uno de los cinco héroes cubanos, el primero en ser liberado, y que llevaba preso muchos años. La mezcla de Alegría y Cubanía fue tanta, los miles de sentimientos encontrados, que todavía no he vuelto a volver a sentir esa sensación inexplicable en mi vida.
    Esa noche no se durmió, fue toda una madrugada haciendo cuentos, anécdotas, los niños y los no tan niños le preguntaban miles de dudas.... Imagínense, era como ver a un Héroe de los libros -¡en persona!, y tener la oportunidad de hacer las preguntas más curiosas e inexplicables. René hasta nos hizo café en una cafetera típica cubana, y nosotros pudimos preguntar lo que queríamos, que él con la mayor dulzura, nos respondía... Tuvimos el privilegio hermoso de ser los primeros niños cubanos en darle el recibimiento a la Patria - a uno de sus Héroes!!!

    • tin cremata dijo:

      Mumi, ese día será siempre inolvidable!... Yo supe lo del encuentro con René, creo que dos o tres días antes, Boris me llamó y me dio el notición, pero acordamos que lo mantuviera en secreto - para dar la Sorpresa... Hay una foto (en el preciso momento que irrumpió mágicamente René en nuestro círculo), en que se ve a Luis Manuel llorando, bueno, yo recuerdo haber visto a casi todos llorando... Para mí es el recuerdo más exacto que tengo, de eso que se llama - ¡Llorar de Felicidad!

      • Maria Carla dijo:

        Bueno, el otro momento en que supimos de verdad - lo que era llorar de Felicidad - fue, cuando nadie se lo esperaba, ¡y se apareció Fidel, en el Karl Marx, para la fiesta de su 90 cumpleaños!!!

  • Kleyvis dijo:

    Otras de las experiencias que me llevo del taller de la Colmenita de la P.N.R. fueron....La giras por todas las Comunidades de Tránsito de La Habana (donde están los albergados de la capital). Después de visitar la primera Comunidad de Tránsito (que fue en el municipio de Boyeros, y se llama Miraflores), al Jefe de la Policía, por orientación de nuestro Presidente, se le ocurre que La Colmenita de la P.N.R. debía visitar todas las Comunidades de Tránsito de La Habana. Recuerdo a Callejas, Jefe de la Policía, que nos reúne y nos da esta nueva tarea… ¡y nosotros dispuestas como siempre!... Cuando le contamos nuestra nueva misión a Tin, recuerdo se entusiasmó cómo hacía tiempo no lo hacía, le brillaban los ojos; y por supuesto se unió a esa nueva tarea con nosotras… Tin le puso mucho entusiasmo, buscó la forma de que toda Cuba viera el Bien tan grande que podían hacer los niños junto con una Policía, que además le estaba poniendo todos los recursos y hasta el Alma a tan noble tarea. Esas funciones para cientos de personas albergadas, fueron para mí de los gestos más nobles que yo he tenido el privilegio de brindar en mi vida, y no me alcanzarán cien existencias para agradecer a La Colmenita por haberme permitido hacer un Bien de esa dimensión. En La Colmenita uno hace muchas cosas, pero ojalá todo el que tenga el privilegio de pasar por La Colmenita pueda vivir experiencias como esa. Llevarle un poquito de alegría a esas personas - no tiene nombre, poder ver que esas personas, por un ratiquito, olvidan un poco sus problemas, eso no sé como se explica, yo les puedo decir que se siente una gran Felicidad, uno se siente (como escribió Martí en “La Edad de Oro”) mejor que un Príncipe, porque se siente Útil… y eso - ¡es La Colmenita!

  • Liuba Reyes Bravo dijo:

    Recuerdo el año 2011 o 2012… Nos preparábamos para representar “Las Aventuras del Capitán Plin”, en el Teatro “Lázaro Peña”, y de pronto una noticia… ¡Asistiría a nuestra función, el HOMBRE MÁS ALTO DEL MUNDO!... Era algo difícil de creer, siempre había visto este tipo de noticias de personas poco comunes, en los medios, televisión, radio, internet… Entonces, saber que lo veríamos tan de cerquita, era algo que nos tenía muy emocionados… Llega la función, y ahí estaba ÉL, ocupando un asiento en platea - Sultán Kösen, el hombre de mayor altura, y también pies y manos más grandes del mundo (según los Récords Guinness)... Disfrutó, según sus propias palabras, de la función, rodeado de niñas, niños y pueblo cubano en general, como uno más. Al terminar la función, permaneció en el Teatro, para conversar un poco con nosotros… Fue muyyyy sorprendente y extraño, pararse al lado de alguien a la altura, prácticamente, de su cintura… Ya podrán imaginar - ¿a qué altura le daban las niñas y niños?!!!... Si mal no recuerdo habían algunos asustados, y muchos estábamos escépticos y hasta incrédulos…

  • Liuba Reyes Bravo dijo:

    Recuerdo el año 2011 o 2012… Nos preparábamos para representar “Las Aventuras del Capitán Plin”, en el Teatro “Lázaro Peña”, de pronto una noticia… ¡Asistiría a nuestra función, el HOMBRE MÁS ALTO DEL MUNDO!... Era algo difícil de creer, siempre había visto este tipo de noticias de personas poco comunes, en los medios, televisión, radio, internet… Entonces saber que lo veríamos tan de cerquita, era algo que nos tenía muy emocionados… Llega la función, y ahí estaba ÉL, ocupando un asiento en platea - Sultán Kösen, el hombre de mayor altura, y también pies y manos más grandes del mundo (según Los Récords Guinness)... Disfrutó, según sus propias palabras, de la función, rodeado de niñas, niños y pueblo cubano en general, como uno más. Al terminar la función, permaneció en el Teatro, para conversar un poco con nosotros… Fue muyyyy sorprendente y extraño pararse al lado de alguien a la altura, prácticamente, de su cintura… Ya podrán imaginar - ¿a qué altura le daban las niñas y niños?!!!... Si mal no recuerdo habían algunos asustados, y muchos estábamos escépticos y hasta incrédulos…

    • Lisbel Arrastía dijo:

      Mira que en La Colmenita se conoce a Turquía!, porque La Colmenita ha ido varias veces allá (sobre todo a Estambul y Ankara, la capital), y que Alpízar (nuestro Fundador y Director actual de La Colmenita del municipio Playa) estuvo en Estambul, haciendo todos los esfuerzos junto a Ulvi Icil (el "representante Espiritual" de La Colmenita en Turquía) para fundar una Colmenita por esa tierra que tanto Adora a Cuba... Y nadie, NADIE entre nosotros, conocía - que en esa tierra de Europa y Asia - vivía: el Hombre más Alto del mundo!!!, qué impresión más inolvidable!!!... los más altos le llegaban a la cintura, y él era toda Sonrisa y Nobleza!

  • Wendy de Romerillo dijo:

    Soy fundadora de La Colmenita de Romerillo. Una experiencia tremenda que tuve fue mi primera gira, donde por primera vez pude compartir fuera de nuestro ámbito, por así decirlo, con mis compañeros y mis maestros; y desde ese día descubrí que era mi Familia, con la cual podía contar para todo, y a la que yo siempre iba a estar dispuesta a brindar mi mano!!... Bueno, cuento desde el principio. La vez que estrenamos la obra “En busca de un Sueño”, en el Cine - Teatro “Miramar”, y vi el teatro tan lleno de personas y niños ansiosos por ver la obra y disfrutando tanto de esta... Eso me conmovió, porque pude ver qué tanto esfuerzo en los ensayos y tanta dedicación que hacía feliz a tantos niños, y que estos pasaran tan buen rato con el trabajo de nosotros, y por eso en cada ensayo yo me esmeraba, y lo hacía con mucho Amor, porque sabía que iba a hacer felices a muchos, y desde ese momento descubrí que ese era mi primer Bien… La primera gira a Jarahueca. De hecho aquí viví mis mejores recuerdos en La Colmenita; aunque todos los días en mi Colmenita son buenos momentos. Fue cuando llegamos y teníamos que quedarnos en las casas de los niños de ese poblado, y es increíble como esas personas sin conocernos, y sin saber quiénes éramos, nos acogieron y nos dieron la mejor atención del mundo, y hubo niños del pueblo que se pusieron tristes, porque no pudieron llevarse a un niño colmenero a su hogar… Ese fue otro grandioso recuerdo…

  • Héctor David Rosales dijo:

    En La Colmenita - Aprendí tanto de - SER PARTE del EQUIPO. Son tantas las historias que tengo con respecto a “hacer Equipo”... Desde compartir una galletica, hasta nuestros padres todos - consiguiendo cosas (juntos) por una Competencia sana en Equipo, para ayudar a La Colmenita. Creo que lo que mejor que resume todos esos momentos es - como 15 años después de haber salido de La Colmenita, yo y mi generación nos juntamos todos, hicimos un maletín lleno de pañales, ropitas y cremas de bebé - cuando Thiago, el niño de Dévorah nació… Algunos pusimos dinero, otro organizamos el tiempo y otros nos encargamos de hacérselo llegar…
    En La Colmenita - Aprendí de comidas. Recuerdo cuando llegué a Bélgica el primer día, fui a desayunar con Regis y me pregunto: - “¿Quieres Nutella?”, y yo le dije que sí, pero no tenía la menor idea de ¿qué cosa era eso?... Y recuerdo que sacó de una gaveta un pomo de chocolate en pasta y yo pensé: -¡”Wow! ¡Qué tremenda idea, estos belgas son unos locos!... ¡Cogen las barras de chocolate y las derriten dentro de un pomo y luego se lo echan al pan!”… Probé tantas cosas diferentes, desde el baguette, helados, churros, caramelos… ¡Tantas cosas!… Tuve la suerte de tener una foto en el Canal de Panamá, en la torre Eiffel (en Paris), en los “Universal Studios” de Los Ángeles (E.U.), en Bayamo, en Pinar del Río… y en Jarahueca.

  • Lourdes Broche dijo:

    Recuerdo como si fuera ahora, cuando Malú, mi hija, hizo aquella Lechuza, al principio de La Colmenita y Tin le gritaba - ¡Mueve los hombros, Malúúúúú… y cuando salió la primera vez a un escenario, sin saber hablar bien ni leer, y el trabajo, que pasamos todos en la casa, con ese texto - fue comiquísimo!… O cuando Iraida quiso hacerle los rizos, para hacer “Ricitos de Oro” y hasta un coldway le hizo!!!.... O cuando se tuvieron que poner mucha gente en Vestuario a pegar poliespumas - para hacer el traje aquel de Ovejita Blanca, y cada vez que salía al escenario se empezaban a caer decenas de pedacitos de poliespuma… Y ¡¿quién le enseñó en los tantos recorridos en la guagua de la Colmenita por todo el país, en las giras - las tablas de Matemática, y hasta a leer y a escribir, y al mismo tiempo los textos de las obras, cuando se preparaba para interpretar el papel de Meñique en las montañas, sin saber leer? - ¡el loco de Tin!… Y aquella etapa de Malú no querer comer nada, y había que cargar con el pomo de leche para que al menos… ¡eso se tomara!…

    • Muma dijo:

      Es verdad que ese traje de Ovejita Blanca costó muuuuuucho trabajo, porque había que pegar cientos de pedacitos de poliespuma - a una tela base, y eso nucleó a muchas personas, y nos llevó muchas horas y días, y hasta semanas de arduo trabajo... pero yo no recuerdo otro traje tan hermoso, como aquel que ideó la mamá de Ernestico - Nora Mesa (nuestra Mítica Diseñadora de Vestuario de la época Fundacional), y que lució Malú... aunque en cada espectáculo - dejara sobre el escenario - muchos de esos pedacitos de poliespuma...

  • Alina Jarahueca dijo:

    Para quien le guste trabajar con Niños, lo mejor que le puede pasar es estar frente a un Taller de La Colmenita, pues tienes la oportunidad de entregarte a ellos de VERDAD, ya que ahí no se trabaja para formar artistas, sino para formar mejores seres humanos, se labora tocando las fibras que están más cerca del corazón, y que con la prisa de la vida, no se les está dando la prioridad que merecen. Recuerdo que el año pasado en el Día de las Madres, me dediqué a hacer una postal personalizada a cada Mamá del Taller de La Colmenita de Arroyo Naranjo, con una frase o un pensamiento Martiano, fue algo increíble lo que sucedió, pues muchas se quedaban leyéndola una o más veces… Y acababan con lágrimas en los ojos, y vino una que me abraza de pronto, y me dice: "¡¡¡TÚ NO SABES LO QUE ESTAS HACIENDO!!!"… ¡Gracias!

  • José Armando Alpízar Ríos dijo:

    “El peligro de un Oso Ciego”
    Durante la celebración de uno de los Festivales “Cantándole al Sol”, me asignan el rol de “Papá Oso”, con el cual - debía presentar a los Premiados. Era algo sencillo, que se limitaba a seguir las indicaciones, que una Voz en off - me daba desde una esquina… Esos trajes de Osos son calurosas “Escafandras”, con muy poca posibilidad de ver y respirar, pues el único orificio para ello, se limitaba al pequeño y estrecho hueco de la boca… Yo, con el fin de asegurar que la cabeza no se me cayera cuando actuaba, había asegurado la cabeza, poniéndole varias tiras, que amarraba a una faja bien apretada en la cintura… La desventaja de ese invento era que, a diferencia de los otros trajes, no podía quitarme la cabeza por mí solo, si quería refrescarme momentáneamente o tomar agua, pues los amarres lo impedían y el traje cerraba herméticamente con zípper a la espalda. O sea: debía mantenerme vestido el tiempo que durara el espectáculo que fuera… Así, con aquella especie de “Armadura Medieval”, comienzo mi actuación, hasta que un alambre de los que fijaban el casco de plástico que aguantaba la cabeza, se parte, haciendo que el borde del mismo caiga sobre uno de mis párpados, y me impide la visión de ese ojo… Eso no hubiera representado un gran daño, pues me quedaba el otro ojo, pero es que el pedazo de alambre suelto, a medida que movía mi cabeza, empieza a rasgarme la piel de la frente, precisamente encima del ojo ileso, produciéndome una herida, de la que empezó a brotar sangre, que provocó la pérdida completa de contacto ocular con el mundo exterior…
    Continuará…

  • Alpízar dijo:

    ... Como nadie imaginaba lo que me había ocurrido, y tampoco podía dejar a medias las Premiaciones, seguí haciendo mi papel a como diera lugar, pero cometiendo algunos errores, como: darle un golpe en la cara a uno de los galardonados (pensando que estaba a mi derecha, y no a mi izquierda como supuse)… presentar a algún premiado, señalando para un lado (y la persona entraba por el lado contrario)… o tropezar con los niños que traían los premios, hasta tumbar a algunos, etc… Como el que hacía mi Voz desconocía por lo que estaba pasando, aprovechó la ocasión para improvisar chistes de mí, usando frases que en aquel momento consideré crueles, por burlarse de mi desgracia. El momento cumbre llegó cuando, queriendo dejarle el camino libre a los que subían al escenario, decidí retroceder unos pasos, con tan mala suerte, que mis talones tropiezan con la tarima donde estaba la Orquesta, haciéndome perder el equilibrio, y caer de espalda sobre los instrumentos situados en los primeros asientos, lo que provocó un efecto dominó, (acompañado melódicamente de un gran estruendo), que se extendió hasta el final de los mismos. En medio de aquel desastre, traté de levantarme, pero enredado como estaba entre atriles, sillas e instrumentos, cada vez que lo intentaba, volvía a caer, arrastrando algo conmigo... El público reía pensando que aquello era para hacer amena la cansona Premiación, sin sospechar que todo era - la auténtica actuación de alguien, que no veía…
    No recuerdo cuanto tiempo duró aquello (aunque a mí me pareció una eternidad), pero sí que en medio de aplausos, risas y tropezones, logré incorporarme, y a tientas, salí del escenario... Ya allí, algunos de mis compañeros me felicitaban y todo, por lo que consideraron una genial improvisación de mi parte, pero al quitarme el traje, descubrieron, (por mi cara llena de sangre y un ojo medio chusco) - el porqué de lo sucedido…
    Afortunadamente no rompí instrumento alguno, pero si ocasioné gran demora en el espectáculo, pues los músicos debían encontrar sus partituras respectivas en aquel gran reguero, ya que las de los Metales podían aparecer en la parte de las Cuerdas, y las de estas - en la de la Percusión etc.
    Tampoco tuve que lamentar ningún daño en lo físico, y tampoco en lo psíquico, gracias al incómodo traje, pues, aunque parezca paradójico, se imaginan lo que significaría para cualquiera, hacer semejante papelazo - delante de cinco mil personas (en el Teatro “Karl Marx”), a cara descubierta…

    • Camila dijo:

      Esos trajes de Osos siempre han sido verdaderas "Escafandras" muy molestas, que solo pudieron domar los avezados y entrenados adultos deportistas colmeneros de José Alpízar Ríos - Jefe fundador de la Cátedra de Preparación Física del Instituto Superior de Arte y voleibolista destacado (Papá Oso)... Joaquín "Yoqui" Tornés - un fanático de los ejercicios físicos (Mamá Osa)... y Alexis Martín - ex-Clavadista del Equipo Nacional (Nené Osito)... Fíjense que el papel de Mamá - solo lo podía hacer un Mulatón de la corpulencia del "Yoqui"... Nunca olvido el ejército de Madres en las patas de los Teatros, con "pepinos" de agua y absorbentes, para que los Ositos, cuando raramente podían tener un "break", se acercaran a la pata, y tomaran un buchito de agua (que les permitieran casi - no desmayarse!!!)... Y eso es - en un Teatro con aire acondicionado!... Imagínense, en un campo a cielo abierto del Oriente cubano, en lo más tórrido de nuestro eterno verano... y en la tercera función de un mismo día...

  • Caterine dijo:

    “¡Fiesta en la Ciudad Deportiva!”
    ... Fuimos convocados como todos los Talleres de La Colmenita - a una gran fiesta en la Ciudad Deportiva, por el Triunfo de la Revolución (en la que iban a estar los 5 Héroes), todos teníamos que ir disfrazados (los niños y los adultos), todos estaban preciosos con sus trajes, entonces Tin le pide a los Jefes de Talleres, que viéramos qué padres podían ponerse los Muñecones Grandes, pero que viéramos bien, para que nadie se cayera, ni pasara nada... Cuando hablo con los padres, María Julia una madre muy entusiasta y siempre dispuesta, dijo: - “Yo profe!!!”… y se mete en el Muñecón - Escafandra aquel… Todo iba muy bien, pero al final, se formó!!!: se desmayó María Julia! (era Diabética y no lo dijo)… Todos a correr! , se hizo un gran grupo, vinieron los médicos, enfermeras… fue un show, y cuando se despertó decía: - “Un caramelo, un caramelo... ¡¡¡y me pongo en talla!!!” … En talla, ja, nunca más le pusimos un Muñecón…

  • "Muma" Alvariño Díaz dijo:

    ... Allá por el año 2000, cuando Cuba estaba toda volcada por la liberación del niño Elián, La Colmenita, no se quedaba atrás… yo era una niña de alrededor de 12 años, y recuerdo que todos los días teníamos actividades diferentes, lo mismo con las abuelitas del niño Elián, que visitando escuelas, que - actuando donde estaba Fidel, o participando en todas las tribunas abiertas que se celebraban para su liberación…. Ese mismo año se celebró el “Cantándole al Sol”, Festival Nacional de la Canción Infantil… Nosotros veníamos desde hace muchos meses preparando esos espectáculos, que eran tres consecutivos y diferentes cada día, porque competían niños de muchas provincias del país, cada día cantaban niños diferentes, y era un espectáculo distinto... Entonces Tin nos dio la noticia (el día antes del último espectáculo), que había cambiado el guión, adaptándolo a todo lo que estaba sucediendo con el niño Elián (¡esos son los "prontos" creativos de Tin!).
    Esa noche, antes del espectáculo, Tin llamó por teléfono a cada niño, para cambiar su texto…
    Al día siguiente, repasamos todo el espectáculo que era completamente nuevo, y a mí me tocaba un texto muy sencillo que decía: “Elián, todos los cubanos vamos luchando por ti y nada ni nadie nos detendrá”... Entre el nervio de los cambios del espectáculo, de un Teatro
    de 5 mil butacas, lleno de gente, de la Televisión ¡en vivo!... se me olvidó completamente el texto, me quedé en blanco!... Tengo la imagen de mirar para la pata del Teatro, y Alexis Martín, uno de los fundadores colmeneros, me soplaba el parlamento, pero con los nervios no lograba escuchar nada… Yo comencé a llorar, y recuerdo que el público aplaudía y aplaudía enardecido, como si me hubiera emocionado…
    Ese día Tin me dio un lección para toda la vida, pensé que por equivocarme me iba a reclamar, pero en el Círculo Final (cuando se cierra el telón), donde se dicen las cosas que estuvieron bien y las que estuvieron mal, él nos dijo que jamás en la vida él nos iba a regañar por algún error nuestro en medio de una función, en un escenario (que todos, absolutamente TODOS, los más grandes actores y actrices de la Historia del Arte - se habían quedado en blanco, frente al público, más de una vez!)… pero que sí se iba a poner muy triste, si no entregábamos el máximo de Pasión – en cada cosa que teníamos que hacer; y que así debíamos hacer en nuestras vidas, siempre… ¡Cada tarea que enfrentemos - debemos hacerla con el máximo de Pasión!... Por eso la letra X de nuestro Abecedario Colmenero, dice – “Disfrutar los errores como parte de crecer, no juzgar…”

    • Janet Rodríguez dijo:

      ¡Nunca, nunca (y mira que llevo años al lado de Tin), lo he visto regañando a un niño por un error en medio de una función, por eso que en el Teatro se llama "quedarse en blanco"... No olvido aquella vez en que Tin se subió encima del escenario, en medio de una función importantísima (en un aniversario cerrado del Hotel "Habana Libre"), para ayudar a Anita chiquitica, que se había "quedado en blanco"... y yo estaba a su lado, cuando al final de la función, se acercaron nada menos que Rosita Fornés y María de los Ángeles Santana (que estaban allí junto a muchísimas estrellas del Arte Cubano) para contarle a Tin, y a la pequeña Anita - ¡la cantidad de veces que ellas se habían quedado en blanco en los escenarios de Cuba y del mundo!

  • Armando Romerillo dijo:

    “¡Al carnaval con todo!”
    Como todos los años, nuestro Taller de La Colmenita de Romerillo, participamos sin falta en el Carnaval Infantil del Verano de La Habana, pero en el 2018 Caterine estaba en las filmaciones del programa “La Colmena TV”, y no pudo ir… entonces yo, como Productor – fui con la tropa… Nos tocó una carroza sin techo, y de pronto comenzó a caer tremendo palo de agua, todos se mojaron y empezaron a correr hasta el Cupet de la esquina, los rayos y truenos estaban fortísimos, y los niños gritaban... pero como se trataba de La Colmenita del Barrio de Romerillo!... Ahí mismo sacamos las tumbadoras!... y ahí mismo nos pusimos a cantar y tocar!!!... Y todas las personas que pasaban, se quedaban a ver y cantar, hasta que la tormenta pasó… Nos divertimos muchísimo, a pesar del susto… Ah!... y la gripe que vino después…

  • Ale Sosa dijo:

    … Estábamos en una gira en España, y mis compañeros de cuarto eran Osmany Artidiello (“Osmanín”) y Robertico Díaz (“Robert”)… Luego de varios días de seguimiento al compañero Roberto Miguel, nos dimos cuenta de que tenía SERIOS problemas...repito SERIOS problemas - ¡a la hora de efectuar el baño!; así que Osmany y yo nos dimos a la tarea de emboscarlo… y desinfectarlo…. Luego de varios días, logramos agarrarlo por los pies y manos (como al Enanito “Gruñón” en la escena de la canción “¡A lavarse” de Blancanieves)… y lo metimos en la ducha!!!... Fue una dura tarea, pero nos beneficiamos los 3, jajajaja... Ahhh y para su desgracia… el agua caliente se acabó...LO MATAMOS!!!!

  • Kleyvis Caraballo dijo:

    Siempre en La Colmenita de la P.N.R. celebrábamos los cumpleaños, lo hacíamos colectivos cada tres meses, era increíble, los padres llevaban cantidad de cosas y terminábamos haciendo tremendas pachangas…. A mí siempre me celebraban mis cumpleaños, resulta que yo todos los años cumplía 28 años, hasta que uno de los niños me dijo...profe hasta cuando son los 28!!, fue entonces cuando por fin cumplí los 29… y en esa ocasión no solo me homenajearon los niños y los padres, sino también los jefes de la Policía. Recuerdo me prepararon tremenda sorpresa, me hicieron tremendo almuerzo, me regalaron un cake inmenso y lo mejor fue cuando el jefe de la Policía, delante de un comedor lleno de oficiales - me sacó a bailar, todos quedaron boquiabiertos pero yo lo disfruté mucho; y es de las cosas más bonitas que viví en la Policía. Hoy, un año después de ese momento inolvidable, llega mi otro cumpleaños (creo que es el cumpleaños 30), pero les confieso pasé un día un poco triste, recibí muchas felicidades de personas que me quieren, pero me faltaban las felicitaciones de esas grandes personas que años atrás me habían hecho muy feliz… y la tristeza me duró hasta las 10 de la noche, cuando recibí dos mensajes que me cambiaron el día (eran de dos de los máximos responsables de ese órgano, que están extremadamente ocupados con el enfrentamiento a la Covid-19)… Hoy, por cosas de la vida, y otras misiones que cumplo, no estoy al lado de esas personas, y por un momento pensé que me habían olvidado, pero no fue así… Gracias a La Colmenita pude sembrar una semillita en los corazones de esos seres, que siento que son de otra galaxia, de la cual siempre recogeré frutos. ¡Gracias Colmenita!

  • Héctor David Rosales "Riquifito" dijo:

    En La Colmenita - Aprendí del ESFUERZO y de la ENTREGA... Recuerdo cuando me dieron mi primer personaje protagónico, fue el Conejo de “Alicia en el país de las Maravillas”. En esa etapa tenía muchas alergias, y el asma había recientemente debutado. Y recuerdo que corría un poquito, y enseguida me daba un ataque de asma. Pero también me acuerdo de mi mamá, esperándome entre las patas de los Teatros, con el aerosol de salbutamol. Me lo daba, me daba un beso y me decía: “¡Dale, tú puedes!”… Y yo salía de nuevo corriendo dando gritos: - “Alicia se me hace tarde...”
    Hoy en día, nada me impide salir corriendo, con una cámara al hombro, y eso lo Aprendí en La Colmenita, con dos orejas blancas en la cabeza… y un teatro lleno.

  • Lourdes Broche dijo:

    Recuerdo cuando en La Colmenita, siempre, todos los días, en las giras a montañas, se hacían 2 o 3 funciones al día, y Jaime Fort le daba un sorbito de café a Malú, para que se espabilara, al principio… y ya después, hasta ella se lo pedía!... Recuerdo también cuando mi Mamá Zoila (y abuela de Malú) - enganchaba el calentador de agua, en las giras, y se iba la luz!... o cuando Yancap metió el calentador del pomo de leche de Malú - en un cubo de agua, pensando que era un calentador de agua, y lo deshuavinó… Y qué decir del susto que pasamos con Anita Vega y Jorgito “Escopeta” (su papá) – cuando la súbita crecida del río del Campamento de Santo Domingo (una de las veces que íbamos a subir el Turquino), y después todos tuvimos que ayudar con la guagua, guiados por Rey (el chofer histórico de la guagua amarilla de “Pastores por la Paz” de La Colmenita de los primeros tiempos), y con una soga - tratar de sacarlos… ¡Qué susto más grande se pasó!!!, porque por poco se ahogan!...Yo creo que ha sido unas de las experiencias más difíciles de la historia del grupo, y después las diarreas, de las que se contagió todo el mundo, yo estoy segura que por el stress, etc, etc
    Tampoco olvido cuando nos fuimos en la histórica gira de “La Barraca” con los españoles (cuando el Centenario de Federico García Lorca), Malú solita, solita con todos los adultos colmeneros, para hacer “Meñique” – de José Martí (por las mañanas) y “Bululú y Medio” – un remedo de una obra del Siglo de Oro Español, de Ignacio García May (por la noche), y tuvimos que buscar un culero desechable para que Malú hiciera su personaje (porque era la bebita que daba la prueba del casamiento del Galán y la Damita de la obra, recuerdo que se llamaban: “Andrés” y Elena”), y salía al final Malú, con el culero, y decía: - “Abuelitooooo” (para convencer al padre de Elena, el Malvado de la obra - que lo hacía Alexis Martín)... y recuerdo a Tin, en aquella gira, cuando llegamos a Cienfuegos, con una virosis intensa, y con una fiebre altísima (de tremendos temblores y todo)… Ufff, ¡qué rico!... ¡¡¡Qué tiempos aquellos!!!

  • Annik Romerillo dijo:

    Hay momentos, lugares y personas que se aferran a tu vida, que quedan tallados en tu Esencia. A veces no nos damos cuenta de cuan dentro de nosotros están, hasta que nos vemos en una situación, que hace que todos esos recuerdos te azoten de golpe…. Cuando acabé el noveno grado, tuve que distanciarme un poco de La Colmenita de Romerillo, Taller en el que había pasado gran parte de mi niñez y adolescencia… Entonces había empezado a estudiar en la Escuela Nacional de Música, y eso, inevitablemente, ocupaba gran parte de mi tiempo. Me vi obligada a dejar de asistir a una que otra actividad, cosa que poco a poco se fue haciendo más frecuente, hasta que finalmente dejé de ir casi por completo. De vez en cuando me pasaba a saludar, pero el tiempo no me permitía más que eso. Eran momentos de mucho estudio y dedicación. En este, mi último año, he podido hacer un huequito para ir a uno que otro ensayo… Hace un tiempecito me llamaron para participar con mi Colmenita de Romerillo, en una actividad, como parte de las conmemoraciones del 500 Aniversario de La Habana, y yo, por supuesto, acepté aquella invitación. Era otra perfecta oportunidad para compartir con mi gente, con mis colmeneros. Cuando llegamos al lugar la nostalgia me abrazaba. ¡Qué tiempos! Era lo único que podía pensar, los recuerdos de la infancia, por montones, me asaltaban… Comenzó la actividad y yo, como en los viejos tiempos, bailaba cada canción, reaccionaba (como diría Katerine) - a cada poesía. Estaba allí nuevamente con mis niños ya adolescentes, mis amigas ya casi mujeres, y aún emanaba la misma Alegría de siempre. Ya grandes, seguíamos siendo niños… Al terminar uno de los textos por el Aniversario, escucho a los padres casi gritándome que saliera al escenario. Había un bache en la obra. Yo no entendía ¿por qué?, pero solo atiné a salir y coger el micrófono… Empezó a sonar el background de aquella canción, ("Caballo Viejo"), que tantas veces canté cuando niña, y de la que ahora, pensaba yo, probablemente no recordaría ni la letra, pero ¡debía cantar!... No había opción... Ya estaba frente al público y debía comenzar… Resulta que al colmenero que debía estar en mi lugar, no le había dado tiempo de cambiarse de vestuario, pues también tenía un personaje en la obra… Asumí aquella situación y, ni siquiera yo sé cómo?, pero todo salió bien. Melodía y letra fluían tranquilas y precisas. ¡Era la pequeña Annik de nuevo, como si nunca se hubiera ido de allí!... Es la magia de la Colmena, esa magia que roba se un pedazo de tu corazón para siempre, y queda impregnada en tu Esencia. Cuando acabó la función, todos me agradecían, porque decían que "había salvado el momento"… ¿No sabían acaso que quien debía Agradecer - era yo? ¡Reviví tantas cosas lindas esa tarde!... Había reencontrado a una “colmenera”, que creí perdida después de tanto tiempo. Aquella vez entendí que la Colmenita se te queda adentro... ¡Si una vez estuviste allí, ella estará en ti… para siempre!

  • José Armando Alpízar Ríos dijo:

    “Dentadura Salvadora”
    Teresa (“Tere”) - es una trabajadora nuestra, que no llega a las 100 libras de peso, pero sobrepasa ampliamente los 100 kilotones de energía… No sé si su delgadez obedece a esa hiperactividad, o es genético, pero de que no para nunca, ¡no para!…
    En una ocasión bajábamos del Pico Turquino, a un ritmo bastante rápido, cuando una fría lluvia nos sorprende, convirtiendo aquellos trillos en resbaladizos lodazales. La marcha se hace muy lenta, para evitar un accidente en aquellas alturas y hondos barrancos... Tere, como todos la conocemos, no pudo soportar aquel "paso funerario", y desafiando a la física, decidió, con una arriesgada maniobra, adelantarse al grupo. Primero pasó al que iba delante de ella, luego al otro, y a otro, pero cuando casi llegaba hasta la vanguardia del grupo, un resbalón, junto al acostumbrado grito de "¡Eeeeeehhh!!!", le propició un impulso que, hasta los que no sabemos nada de física, vimos aquellos escasos 40 kilos de hueso, con muy escasa masa muscular (pero acelerados), resbalón mediante, en pendiente de 70 grados - convertirse en un peligroso proyectil, ¡capaz de arrastrar todo a su paso!… Como a medida que bajaba, ganaba en intensidad y desorganización, los que iban delante, buscaron un árbol donde aguantarse para, tenderle un brazo, y tratar de detenerla, cuando pasara por su lado... pero afortunadamente, ninguno pudo… o si no - hoy tuviéramos en la Colmenita - ¡unos cuantos mancos!… Ante la impotencia de poder detenerla, empezamos a recomendarle a gritos - que hiciera tal o más cual cosa, sin darnos cuenta que a esa hora, y con semejante velocidad, nadie atina a hacer lo correcto... Recuerdo que le decíamos: - “¡¡¡Pero frena, coño!!!”… ¡¡Aguántate por favor !!”… incluso escuché un: - “¡Oye Tere, deja la “guanajá”, y para yaaaaa!”… Menos mal que un nuevo tropezón la hizo perder velocidad y equilibrio, provocándole un aterrizaje forzoso que, burlando nuevamente las leyes de la física, la hizo frenar bruscamente… Todos nos quedamos en silencio muy asustados, pensando en los daños que podía haberle ocasionado en su anatomía, semejante caída… y fuimos a socorrerla, cuando (para tranquilidad momentánea) - vimos que empezaba a levantarse por sí misma, pero para intranquilidad colectiva, empezamos a reírnos tanto, que hasta hubo quien rodó por el piso al ver la cara de Tere, volverse hacia nosotros “pintadita” de fango… ¡y un hueco negro en el lugar donde antes estaban los dos dientes centrales de su prótesis! (que fueron los que, al clavarse en el fango, impidieron a la inercia demostrar que existe… No hubo desgracia alguna que lamentar, y desde aquel momento esa loma fue bautizada por nosotros - como “La Loma del DienTere”, en homenaje a lo sucedido...

  • Maria Carla Rodríguez del Sol dijo:

    Yo no recuerdo si alguna vez comenté, a mis amigos y familiares, que yo no quise volver a hacer el personaje de Blancanieves (¡que tanto interpreté de niña!), por lo que me habían dicho (y se habían burlado en la escuela, el famoso buling!) - todos mis compañeros, incluyendo a Isel y a Nayla (que están en mi aula, y están en La Colmenita)... eso fue lo que me acomplejó, e hizo que yo no quisiera hacer ese personaje “infantil”. El caso es que ahora tengo un amigo nuevo, que es un muchacho super espectacular, y es uno de los poquísimos, que le parece Maravilloso que yo esté en La Colmenita!… Nadie imagina a qué nivel - él valora el trabajo que hace la Colmenita!, y está super orgulloso, por decirlo de alguna manera, de que yo forme parte de algo tan lindo… Cuando le comenté lo de mi negativa a hacer el personaje de Blancanieves, y que ya no estaba actuando mucho, me preguntó ¿por qué?, y al principio no quise decirle… pero después le conté, que algunos de mis amigos no ven bien eso, porque ya yo tengo 15 años, y que lo ven como si fuera algo de niños pequeños, y que esa era la razón por la que había dejado de actuar (¡a pesar de lo mucho que me gusta!)… y me dijo que eso era una estupidez de mi parte, que como me iba a limitar a hacer LO QUE ME GUSTA, por la opinión de unos frívolos (me recordó la frase de Martí, que aprendí en mi Colmenita, de lo que le escribió Martí a su María Mantilla: “Deja a otras el mundo frívolo, tú vales más!)… y me dijo que lo que yo hacía era algo Admirable, porque no cualquiera es capaz de pararse frente a cientos, y a veces miles de personas, y hacer lo que yo hago, me dijo que él va a hacer lo imposible para que eso cambie, ME ASEGURÓ que - ¡Yo voy a volver a actuar!, sencillamente solo porque que a él le encantaría verme; y que de hecho ahora mismo me está presumiendo con todos sus amigos, porque “él tiene una amiga que es parte de la Colmenita”... Es la primera persona que me dice todo esto, y eso hace que lo aprecie más, porque la Colmenita es MI VIDA, y me parece maravilloso poder mostrarle a mi nuevo amigo - ese mundo que a mí tanto me gusta; y él es un muchacho que es muy lindo físicamente y es muy inteligente (es un titi), todas las niñas están enamoradas de él, y cuando él y yo comenzamos a hacernos amigos, lo que más apreció de mi, es lo diferente que me veía en cuanto a mis preferencias y valores… y creo que eso se lo debo totalmente - a la Colmenita…

    • tin cremata dijo:

      ¡¡¡Maria - GRACIAS!!!... ¡Y Agradécele sobre todo a ese nuevo Amigo!... ¡No sabes lo que yo he sufrido por ese bullying!!!

      • Maria Carla dijo:

        De nada, Papi...Cuando era pequeñita, te escribí: “Papito, Gracias por darme tu vida, y entregarte a mí al cien por ciento. Un Padre es una persona que te ama, te complace, y que te deja acabar en la casa, mientras mamá no está. Gracias por levantarme cada vez que me caigo y consolarme después de un regaño. Gracias por ser el mejor padre del mundo. Y Felicidades porque lo único que haces es dar, recibir y enseñar el Amor. Te Amo”

    • Magela Pérez dijo:

      Ahhh Maria... Todos de una forma u otra hemos pasado por eso... Mi corazón opina igual que tu amigo, si una cosa es importante para mi, me hace bien, me siento feliz, nada ni nadie puede hacerme renunciar a eso... Y espero que sigas el Consejo de tu amigo, y no sólo en este caso, sino siempre... Uno nunca debe dejar de lado aquello que disfruta y le gusta, por lo que opinen unos pocos, simplemente ellos no han encontrado con tú, aquello que los hace inmensamente FELIZ!!!

  • Amanda Sanz dijo:

    “El Panal del Cerro”
    El Taller de la Colmenita del Cerro tuvo sus inicios - al yo tener que asumir el proyecto, como continuación del trabajo realizado por Patricia Gómez Wong, quien fuera su guía desde mucho tiempo antes de este Taller (cuando radicaba en La Colmenita del Poligráfico Granma, y se hacía llamar “La Colmenita del Poligráfico”), siendo uno de sus fundadoras.
    Esta herencia surgió por esos giros de la vida, ya que yo tenía una vecina y amiga que se llama Idorka, que le había insistido de todas las formas posibles la posibilidad de matricular a su niña en La Colmenita, y luego de tanta persuasión, su mamá contactó con Patricia (la Directora de la Colmenita del Poligráfico), y ubicaron a la niña en ese Taller… Un buen día, como era cotidiano, fuimos a recoger a Idorka, y entramos a los ensayos, donde Patricia se encontraba ejercitando la excelente puesta en escena colmenera “Ajiaco de Sueños”, y como yo era parte de la Colmenita Central, ya la había interpretado muchas veces, y me la conocía al dedillo, y claro, me sumé al ensayo.... Lo cual a partir de ese momento, se volvió parte de mi día a día. Meses más tarde, el Taller del Poligráfico se tomó unas vacaciones, pues su directora tenía problemas personales, y se le dificultaba asistir a dar los ensayos, pidiéndome de favor, la apoyara en ese momento, lo que poco a poco comenzó a comprometerme con los niños y con el proyecto.
    Patricia no logró recomponer su situación personal en un corto período, terminando el asunto en que a modo personal me pidió asumir la Dirección del Taller por un tiempo… Sinceramente esta idea me asustaba, pues era todavía una pequeña adolecente, en realidad no quería, ya que, a pesar de siempre haber formado parte de La Colmenita, tenía otras tareas, recién comenzaba el preuniversitario, y aún era miembro de la Colmenita Central… la incertidumbre de dirigir niños como yo, incluso mayores, solo me hacía pensar que no lo podría hacer… Pero Acepté!
    continuará…

  • Amanda dijo:

    ... Patricia hizo una reunión con los niños y sus padres, y anunció la nueva Dirección de la “Pandilla”.... El rostro de los padres era un poema, como si estuvieran viendo un “OVNI”... qué angustia, cuánto temor e inseguridad de no estar a la altura. Así comenzó todo, con altos y bajos.... Una historia de crecimiento y de superación constante, una historia de Amor tan bella, como aquellas que me contaba mi abuela antes de dormir, una historia de Amor...
    La metamorfosis del nombre del Taller y el nacimiento de La Colmenita del Cerro fue el resultado de que, al asumir la nueva Dirección, los primeros dos meses fueron muy buenos, a pesar de las dudas de los padres… Pero, algo comenzó a fallar, pues seguían esperando el regreso de Patricia, porque supuestamente era algo temporal, y tenían la esperanza que su fundadora retornara, lo cual no pasó... Los padres comenzaron a cotillear, muchos por los pasillos, otros me llamaban y me preguntaban, algunos incluso dejaron de asistir a los ensayos, era obvio que era hora de hacer las tediosas reuniones de padres, esas que tanto le temen los niños, pero esta vez la “maestra” - era una niña... Recuerdo haber pasado ese día en silencio, con las manos sudorosas, dudando de la valentía y con un deseo implacable de salir corriendo…
    continuará…

  • Amanda Sanz dijo:

    ... Llegó el momento de darle el frente a aquellos padres, casi como Tribunal y acusada, que desastre!… Me senté en el escenario del Teatro del Poligráfico, y explico que Patricia no se incorporaría, y que la intención, por sugerencia de la propia Directora y de Tim - era que yo me quedara al frente del Taller... Los padres escucharon atentamente, sin expresión corporal alguna que diera algún indicio de qué pasaba por sus mentes, la reunión acabó y todos se fueron sin decir absolutamente nada, incluso aquellos que eran más cercanos a mí... Al próximo ensayo planificado, sorprendentemente - de 42 niños, solo asistieron 15… y al siguiente 7, estaba clarísimo, pasaba algo y no precisamente bueno.... Por lo que, como mambí, “¡Al Ataque!!!” … Nuevamente se citó a los padres para otra reunión, recibiendo como respuestas - evasivas como que “no tenían tiempo”, que “los niños no querían seguir”, o que “estaban enfermos”, que “tenían problemas personales”, o cualquier justificación, incluso ninguna… Estaba claro, se resistían al cambio, y no confiaban en la edad e inexperiencia de Amanda, era mucha la diferencia entre la gran Maestra Colmenera Veterana y yo... Al hacer la reunión, luego que varios padres confirmaran su ausencia, no llegábamos ni a 12 niños, pasó la carga al machete, y todos los padres se fueron…. Quedé en el Teatro sola, con mi mamá, comencé a llorar, mientras mi compañía me consolaba, diciéndome que no me derrumbara… Al salir de allí, para mi sorpresa, se acercaron ¡dos padres y me devolvieron el aliento!, con el pedido de favor - de no cerrar el Taller, de continuar y captar nuevos niños, a lo cual - se fueron sumando unos pocos… Así se fue reintegrando el Taller, concurrieron nuevas abejitas poco a poco, se le dio la oportunidad a amigos y desconocidos (que siempre habían querido ser miembros de La Colmenita), hasta llegar a los primeros 30 (con un promedio de edad entre 4 y 10 años)... El 15 de marzo de 2010 - en el Teatro del Poligráfico - se realizó el primer ensayo, y allí nació La Colmenita de Amanda, un taller prácticamente nuevo, cuyo nombre es “La Colmenita del Cerro”, porque si bien ya la Colmenita se encontraba enclavada en el municipio Cerro, no era precisamente la Colmenita que es hoy, además porque ese municipio se dice “tiene la llave” de la Ciudad… llave que nosotros - ¡queríamos alcanzar!

    • tin cremata dijo:

      Amandita, una de las cosas que más le voy a agradecer a los comentarios que ha generado este artículo cumpleañero - es haber podido conocer tantas y tan lindas peripecias de tu admirable Colmenita del Cerro (que hasta ahora has callado por tu modestia proverbial)... No imaginas - ¡¡¡Cuánto TE ADMIRO!!!

  • Mamá de Thiago dijo:

    Conocí a la Maestra Amanda Sanz en el “Callejón de Hammel”, cuando mi Principito tenía apenas 5 años, nos encontramos en el Barrio Chino, y allí comenzó la travesía… Recuerdo su primera actuación fue: ¡Maravillosa!, me dio mucho orgullo y siguieron llegando más y más actividades, de las cuales, en algunas participábamos y en otras no, porque hay que rotar las oportunidades para todos los niños... En el transcurso del tiempo (como en cualquier familia), siempre existen diversos criterios e inconformidades, pero siempre se resuelven, lo digo por experiencia propia, ya que, aunque disfruto mucho participar en actividades, no sé si algún día podré ser de esas madres que eligen para ayudar a cuidar a los niños, pues tengo que reconocer que soy cardiaca al mío. De las cosas cómicas, los despistes, los disgustos, los que hacen cosas que te dejan con la boca abierta, los comelones, los que se equivocan… mejor ni hablar... Pero si decir que una vez me equivoqué y hablé de más, de lo cual me arrepentí mucho, por lo que pedí mil disculpas y aprendí bien la Lección… eso lo voy agradecer siempre, ya que a partir de ahí todo cambió, y terminé siendo una mejor persona...
    He podido ver de cerca la gran labor del Taller y su Directora reflejado en mi niño bello, que comenzó haciendo cosas sencillas, hasta que un día lo felicitaron en el “Carabalí”, porque se había aprendido frases de la obra “La Cucarachita Martina”, y con empeño, disciplina y deseos - terminó siendo el Ratoncito Mingollo Pérez, y hasta terminó cantando… y yo a la par con él, Feliz de pertenecer a esta Colmena…

  • Caterine Fuentes dijo:

    “¡Nos llevamos un gran susto!”
    En la semana de receso escolar del año 2017 - fuimos de Gira a Sancti Spíritus, era nuestra primera salida después de mucho tiempo, todos estábamos muy contentos, llevamos dos espectáculos, por suerte, y les diré más adelante ¿por qué?… El recibimiento fue Maravilloso, después nos reunimos para organizar las presentaciones: eran dos diarias (la mayoría en los diferentes municipios de la provincia)... Al segundo día, después de las presentaciones en Jatibonico, nos llevaron a comer al Campamento de Pioneros Exploradores (un lugar de campo hermoso), los niños corrían, jugaban, estaban a su aire, nosotros muy tranquilos descansando y… de repente, "adiós tranquilidad "… Sergito un niño, se paró llorando frente a mí, con una mano en un ojo, los demás niños a su alrededor muy asustados… “¡Profe, profe, no veo nada de este ojo, no veo…”, los demás niños me decían: - "Profe estaba debajo de la mata de ciruela y le cayó una en el ojo", otros decían que estaba tirando ciruelas y mira, en fin salimos todos super apurados, montamos en la guagua y - al hospital! (estábamos lejísimo del centro)... Yo le dije: - “Mi niño, siéntate tranquilo, y trata de dormir un poco, hasta que lleguemos…”, a mí me temblaba todo el cuerpo, estaba muy, pero muy nerviosa, estábamos todos muy mal; sólo Armando (nuestro genial Productor), me decía: - “Tranquila, yo soy guajiro, eso a mí me pasó varias veces cuando era chiquito en el campo, eso se le quita dentro de un rato, ya verás”… perooooo, detrás de mí sentado, estaba nuestro “Sonrisita”, que además, trabaja en el Hospital de la Liga contra la Ceguera, y me iba diciendo al oído: - “Oye, eso seguro que es desprendimiento de retina; y si eso es así es - ¡SIUM directo a La Habana!, y.....
    Continuará…

  • Caterine Fuentes Guevara dijo:

    … Bueno me iba diciendo cada cosa, y a mí se me iba agudizando el dolor de cabeza, imagínense con todo lo que me decía, ya yo me veía montada en una ambulancia, y me decía: - “¡Ay dios, no quiero ni pensar, cómo le doy la noticia a Tin!”… y por ahí vaya, el tiempo se me hacía más largo, el camino interminable, mi cabeza al explotar, sólo la voz de Armando me clamaba: - "Tranquila guajira, que eso no es nada, ya verás, pero el “Sonrisita” seguía a mi oído, y me enseñaba por el teléfono todos los síntomas de desprendimiento de retina… ¡Qué horror!.... Armando viéndome cómo yo estaba, y ya había pasado un buen rato, cogió un billete de 5.00 CUC, se puso delante de Sergito y le dijo: - “Sergito, abre el ojo que tienes malo, y dime ¿qué tengo en mi mano?”… entonces Sergito le dijo: - “Armando, esos son 5 “fulas”, ¿me los vas a dar?”... Todos se empezaron a reír, y a mí me vino el alma al cuerpo… Llegamos al hospital, ya Sergito estaba bien, y empezó a llorar, porque decía que ya estaba bien y lo iban a inyectar… El médico lo atendió con todo el amor del mundo, le taparon el ojo para que hiciera reposo. Así tendría que estar un día, se viró hacia mí y me dijo: - “Profe, entonces ¿mañana no podré actuar?”… Y empezó de nuevo a llorar… Cuando el médico supo que era de La Colmenita le dijo: - “Claro mañana en la mañana, te quito la venda, y entonces actúas en la función de la noche… Ah y yo voy a ir a verte!”… Y así lo hizo, esa noche el médico fue a ver la función, y al final abrazó a Sergito y le dijo: - “Bárbaro, quedó “bolá’o”!!!
    … Pero lo que nadie supo fue que tuvimos que cambiar la obra, que estaba prevista en la mañana por la otra, porque Sergito que era el protagónico, no podía actuar…

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Daylén Vega Muguercia

Daylén Vega Muguercia

Periodista cubana. Realizadora audiovisual. Integrante del proyecto Mujeres Al Sur. Colabora con Cubadebate y otros sitios digitales.

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