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Política exterior cubana: 60 años de fidelidad a los principios revolucionarios

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El líder histórico de la Revolución Cubana se dirige a la ONU. Foto: Archivo

Cuando en septiembre pasado el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se dirigió al estrado de las Naciones Unidas en Nueva York, algunos se hicieron ilusiones sobre un cambio en el discurso o los principios defendidos por Cuba en ese hemiciclo durante las últimas seis décadas.

Si existía alguna duda, el discurso de Díaz-Canel la despejó para siempre:

“El cambio generacional en nuestro gobierno no debe ilusionar a los adversarios de la Revolución. Somos la continuidad, no la ruptura”.

Desde este 23 de diciembre del 2018, la diplomacia revolucionaria comienza a recorrer sus 60 años de existencia, fiel a los principios revolucionarios de la Sierra Maestra.


2018: Un año difícil, pero con resultados encomiables

El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, refirió recientemente que el año que termina ha sido tremendo:

 “Un año difícil, de resultados encomiables y alentadores y de una política exterior que sigue y seguirá siendo fiel a nuestra tradición independentista y patriótica y a nuestra tradición revolucionaria, que es de profunda entraña popular”, refirió durante las sesiones de la Asamblea Nacional.

“Me parece muy importante la reacción internacional que se produjo a la elección del presidente Miguel Díaz-Canel, como un reconocimiento internacional y una expresión de conciencia de la legitimidad de nuestras elecciones a escala regional y mundial”, dijo.

“Fue importante, sin dudas, la visita del presidente y su presencia en la Asamblea General de las Naciones Unidas; su potente discurso, la manera en que fue percibido; su reunión con sectores diversos de la sociedad norteamericana, que evidenció una oposición creciente a la política de bloqueo y, más aún, al endurecimiento de esta que caracteriza al gobierno actual de los Estados Unidos”.

Su gira por la Federación de Rusia, la República Popular Democrática de Corea, la República Popular China, la República Socialista de Vietnam, la República Democrática Lao, agregó el diplomático, fue también muy importante en el sentido de la prioridad que tienen los vínculos respectivos en todos los ámbitos, incluida la concertación política y las relaciones económicas, comerciales y financieras.

Respecto a las relaciones con Estados Unidos, Rodríguez Parrilla refirió que desde el 17 de diciembre del 2014 hasta el 2017, se alcanzó “cierto progreso en la relación bilateral con los Estados Unidos”.

“Sobre todo, fue muy significativo el reconocimiento del bloqueo como obsoleto e inefectivo; la necesidad de levantarlo porque provocaba descrédito y aislamiento al gobierno de Estados Unidos. Nunca hubo un reconocimiento de su carácter genocida ni violatorio de los derechos humanos de un pueblo entero, ni tampoco de su aspecto ético y violatorio del derecho internacional”.

“Desde entonces hemos estado viendo un endurecimiento del bloqueo, que nunca fue substancialmente modificado en el periodo anterior, pero que suma cada vez nuevas medidas cada vez más infundadas y marca una intención de sectores de poder en los Estados Unidos de avanzar hacia un grado mayor de confrontación con Cuba, que puede implicar medidas adicionales de bloqueo, nuevas escaladas retóricas de ataques infundados contra Cuba, mayores acciones subversivas”, añadió.

Sobre la situación en América Latina y el Caribe dijo que se intenta aplicar nuevamente la Doctrina Monroe. “Ha habido cambios en el balance político regional; desfavorables en algunos casos. Acabamos de tener la Cumbre del Alba aquí en La Habana que demuestra su vitalidad, su pujanza y su coherencia”.

“Habrá que defender la aplicación de la proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz. Habrá que defender sus postulados frente al imperialismo norteamericano, frente a poderes externos y frente a la complicidad de algunas fuerzas radicales de extrema derecha, e incluso neofascistas, que se abren paso en la región”, dijo sobre los retos del próximo año 2019.

Bruno Rodríguez: “Sobre bases de igualdad y respeto, siempre estaremos dispuestos a dialogar con Estados Unidos”

Una política basada en principios

Cuba es un país pequeño y pobre en recursos económicos, pero ha mantenido durante los últimos 55 años una política exterior con alcance e influencia global, basada en principios y valores revolucionarios.

Esta opinión la comparten incluso sus pocos —aunque poderosos— adversarios, quienes no han podido evitar que se extiendan y diversifiquen los lazos forjados con pueblos y gobiernos del mundo entero.

En la propia esencia de la nación, en su insularidad y composición multiétnica, están algunas de las claves para comprender la activa relación que ha mantenido Cuba con el exterior a lo largo de su historia.

Ubicada en el Mar Caribe, una región que el dominicano Juan Bosh calificó de frontera imperial, nuestro país ha estado siempre sometido a los intentos de dominación de grandes potencias, desde España y Gran Bretaña, hasta los Estados Unidos.

En tales circunstancias, el principal interés nacional, más allá de cualquier coyuntura, ha sido y es garantizar nuestra soberanía, independencia y autodeterminación.

El triunfo de la Revolución el primero de Enero de 1959 fue el acontecimiento histórico que materializó esos objetivos, pospuestos por una república neocolonial dependiente de Estados Unidos. La elección del camino de la construcción del socialismo a 90 millas de la principal potencia capitalista, hizo de la consolidación de una eficiente política exterior un asunto de vida o muerte.

Antimperialismo, internacionalismo y anticolonialismo

Tropas cubanas en Angola.

Estados Unidos no podía permitirse el ejemplo que representaba Cuba para América Latina y el Caribe, así como para los países del Tercer Mundo. Su política de agresión se dirigió a intentar derrocar al nuevo gobierno por todas las vías posibles.

En Punta del Este, Uruguay, Estados Unidos reunió en 1962 a los países de la Organización de Estados Americanos (OEA) para imponerle su política de aislamiento contra la Revolución. Allí, la mayoría de los gobiernos de las oligarquías locales se plegaron a los intereses norteamericanos.

"La OEA quedó desenmascarada como lo que es; un ministerio de colonias yanquis", le dijo Fidel al pueblo reunido en la Plaza de la Revolución el 4 de febrero de 1962, para escuchar la Segunda Declaración de La Habana.

"Vamos a tener con nosotros la solidaridad de todos los pueblos liberados del mundo, y vamos a tener con nosotros la solidaridad de todos los hombres y mujeres dignos del mundo", afirmó entonces el líder cubano.

Cuba tuvo que mirar a miles de kilómetros hacia el este para encontrar aliados en la construcción de un nuevo tipo de sociedad, más justa y solidaria, sobre la base de una economía subdesarrollada y monoproductora.

Por razones políticas, económicas y de seguridad, las relaciones con el campo socialista, principalmente con la Unión Soviética, pasaron a ocupar un papel protagónico en la política exterior.

Sin embargo, jamás se cerraron las puertas a una mejoría en las relaciones con las naciones de América Latina y el Caribe, e incluso, con los Estados Unidos. De hecho, a medida que en las siguientes décadas las dictaduras militares y los gobiernos de derecha plegados a los intereses de Estados Unidos fueron dando paso a fuerzas menos retrógradas, la Revolución creó importantes espacios de intercambio con su espacio geográfico natural.

Además, Cuba no dio la espalda a la causa de los países del Tercer Mundo y fue miembro fundador, a la vez que un actor de peso, en el Movimiento de Países No Alineados, que presidió por primera vez entre 1979 y 1983, en pleno auge de la Guerra Fría.

Los combatientes y colaboradores cubanos, desde un inicio, ofrecieron su ayuda desinteresada a varias naciones que luchaban por su independencia, principalmente en África y América Latina, como prueba de los principios antimperialistas y anticolonialistas de la Revolución. Asimismo, decenas de miles de médicos, maestros, y asesores civiles de diversos tipos colaboraron con el desarrollo social y económico de los países del Sur.

La independencia de Angola y Namibia, el comienzo del fin del Apartheid, la formación de miles de profesionales que educaban, salvaban vidas o construían sus nuevos países, son solo algunos de los éxitos que se pueden contar en esta etapa.

La política exterior, como la Revolución misma, se movía por ideales. Esa realidad, aunque tardíamente, fue reconocida incluso en las filas enemigas:

"Castro era tal vez el líder revolucionario en el poder más genuino de aquellos momentos", escribió en sus memorias el habilidoso político estadounidense Henry Kissinger.

Romper el cerco

Un cartel en La Habana proclama "Viva Cuba Libre". Foto: Desmond Boylan/ AP

A comienzos de los noventa, la desintegración de la Unión Soviética y la caída del campo socialista supusieron un duro golpe para Cuba, que de la noche a la mañana perdió sus principales mercados y fuentes de suministros esenciales.

Los sectores más extremistas y anticubanos en Estados Unidos, ante la posibilidad de dar la estocada final, arreciaron el bloqueo con la aprobación de la Ley Torricelli, en 1992, y la HelmsBurton, en 1996, entre otras medidas. Al mismo tiempo, destinaron cientos de millones de dólares extras a la subversión y la creación de una supuesta disidencia interna.

Contra todos los pronósticos de quienes contaban los días finales de la Revolución, Cuba no solo logró resistir, sino que salió fortalecida en diversos frentes.

Adquirieron un renovado auge las relaciones con los países del Sur, en especial con América Latina y el Caribe, Asia y África. Con ello, se dio continuidad a nuestros principios y propósitos en los organismos internacionales, se privilegió la búsqueda de la paz, la voluntad de integración y colaboración.

Las políticas agresivas, ilegales y extraterritoriales de Washington resultaron ser tan arrogantes, que suscitaron un casi unánime rechazo internacional y llevaron a niveles exponenciales la solidaridad con Cuba, incluso dentro de países tradicionalmente aliados de los norteamericanos.

Prueba de ello son las votaciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas que desde comienzos de los noventa condenan anualmente el bloqueo estadounidense: si en 1992, 59 países votaron a favor, tres en contra y la inmensa mayoría, 71, se abstuvieron; en 1997 (un año después de la aprobación de la Helms-Burton), 143 países votaron a favor, tres en contra y 17 se abstuvieron.

A pesar de las vicisitudes económicas, la solidaridad cubana se multiplicó. Incluso durante los años más duros del Periodo especial, Cuba no vaciló en poner a disposición de los pueblos del mundo su ingente capital humano, y hasta sus magros recursos económicos. Ese fue el caso de la ayuda médica gratuita ofrecida a varios países centroamericanos que resultaron devastados por los huracanes George y Mitch en 1998.

Las escuelas continuaron abiertas no solo para los cubanos, sino para miles de estudiantes extranjeros que compartieron necesidades para convertirse en ingenieros, maestros e infinidad de otras profesiones.

Éxito y amenazas de un nuevo siglo

La primera década del siglo XXI iniciaba con un hecho que removió los cimientos de la nación: la lucha por el regreso del niño Elián González, retenido ilegalmente en Estados Unidos. Esta vez, el pueblo sacó la política exterior a las calles en masivas manifestaciones que no cesaron hasta que su padre, Juan Miguel González, tocó suelo cubano con su hijo en brazos.

Además, en territorio norteamericano se albergaron y protegieron organizaciones terroristas y declarados criminales que causaron muerte y destrucción en Cuba, como Luis Posada Carriles y Orlando Bosh, entre muchos otros.

En lugar de apresarlos y condenarlos por sus crímenes, las autoridades estadounidenses se dedicaron a perseguir y apresar a un grupo de jóvenes cubanos cuya misión era obtener información sobre esas mismas estructuras terroristas que ponían en peligro la seguridad de los ciudadanos.

Desde entonces, Cuba libró una batalla por la liberación de Cinco declarados Héroes en el país que se extendió por más de 15 años, hasta el regreso de todos el 17 de diciembre del 2014.

Fin de la larga noche neoliberal

Durante los primeros diez años del siglo XXI, América Latina y el Caribe sufrieron una transformación radical que cambió la correlación de fuerzas, hasta entonces dominada por la derecha y el neoliberalismo.

En ese lapso de tiempo, como ha dicho el presidente ecuatoriano Rafael Correa, se terminó "la larga noche neoliberal" que había llevado a la miseria a las grandes mayorías, mientras enriquecía a unos pocos privilegiados.

La llegada de Hugo Chávez a la presidencia venezolana en 1999, y el posterior triunfo de movimientos progresistas y de izquierda en Argentina, Uruguay, Brasil, Ecuador, Bolivia, Paraguay y Nicaragua, entre otros, crearon un nuevo ambiente de cooperación e intercambio entre los países de la región.

A comienzos de noviembre del año 2005, en la ciudad argentina de Mar del Plata, se produjo un punto de inflexión que evidenció los nuevos aires que corrían. Allí se desterró el ALCA que proponían los Estados Unidos para crear un espacio de libre comercio en todo el continente.

Algunos meses antes, se había producido otro hito en pos de la unión de los pueblos latinoamericanos. En diciembre del 2004 el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, y el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, firmaron la Declaración Conjunta para la creación del ALBA (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América) y se realiza en La Habana la primera cumbre de este organismo.

En los años siguientes se sumarían a esta iniciativa Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda y Honduras. Este último abandonó el organismo en el 2009, luego del golpe de Estado que removió del poder al presidente constitucional Manuel Zelaya.

"Afirmamos que el principio cardinal que debe guiar el ALBA es la solidaridad más amplia entre los pueblos de América Latina y el Caribe, que se sustenta con el pensamiento de Bolívar, Martí, Sucre, O’Higgins, San Martín, Hidalgo, Petión, Morazán, Sandino, y tantos otros próceres, sin nacionalismos egoístas que nieguen el objetivo de construir una Patria Grande en la América Latina, según lo soñaron los héroes de nuestras luchas emancipadoras", refiere su documento constitutivo.

Solidaridad: Principio y fin

En este nuevo escenario y después de dejar atrás las más graves vicisitudes económicas, el alcance de la cooperación internacionalista cubana se convertiría en un ejemplo de lo que puede lograr un país cuando se mueve por principios de justicia.

Surgió el Programa Integral de Salud que buscaba extender los servicios médicos a un centenar de países, fundamentalmente en África y América Latina. Este incluía también la formación y capacitación de recursos humanos en las áreas donde laboran los galenos cubanos como en la Isla. La Escuela Latinoamericana de Medicina, que en el curso 1999-2000 contaba con más de 3 000 estudiantes de 23 naciones, multiplicó sus matrículas para convertir a jóvenes pobres en doctores para sus propias comunidades.

En el 2005, las graves inundaciones provocadas por el huracán Katrina en Estados Unidos, motivaron que Cuba organizara la Brigada Médica Henry Reeve, bautizada así por Fidel en honor a un médico neoyorquino que luchó por la independencia de Cuba.

Esa brigada, rechazada por los norteamericanos, sería desplegada poco tiempo después en suelo paquistaní, afectado por un fuerte terremoto, considerado la peor catástrofe natural de ese país, con un saldo aproximado de 80 mil muertos y más de tres millones de damnificados.

La Henry Reeve sumó desde entonces más de una decena de misiones ante la ocurrencia de terremotos, inundaciones y otras situaciones de catástrofes en Guatemala, Paquistán, Bolivia, Indonesia, Belice, Perú, México, Ecuador, China, Haití, El Salvador y Chile.

Si bien el área de la salud ha sido el buque insignia de la cooperación internacional, en otras áreas como la educativa el aporte no ha sido menos importante. Mediante el método cubano Yo sí puedo, desarrollado por especialistas de la Isla a principios de la década, se han alfabetizado millones de personas adultas en todo el mundo.

Además, como parte del ALBA, Cuba y Venezuela han llevado a cabo misiones internacionales de manera conjunta, como es el caso de la Operación Milagro, que se planteó el objetivo de operar a seis millones de personas de diferentes padecimientos oftalmológicos en diez años. El plan que se inició en Venezuela, abarcó una treintena de países de América Latina, el Caribe, Asia y África.

Los profesionales se desplegaron también en territorio venezolano en Misiones sociales que han cambiado la fisionomía de ese país. Como es el caso de Barrio Adentro, que llevó salud a millones de ciudadanos pobres de esa rica nación.

Los galenos cubanos protagonizaron en el 2014 una de las páginas más heroicas de la historia de la mayor de las Antillas, al ser claves en la derrota de la epidemia de Ébola que afectó África occidental.

La brigada cubana que participó en esas labores recibió importantes premios de la Organización Mundial de la Salud.

La cooperación internacional cubana, por su alcance y trascendencia, ha devenido un elemento troncal en las relaciones de Cuba con el Tercer Mundo.

Sin abandonar los principios solidarios que siempre la han guiado, se ha ido transformando en un sistema cooperación Sur-Sur, que resulta beneficioso para ambas partes.

Sin embargo, no ha estado exenta de provocaciones y ataques, como fue el caso reciente del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, cuyas declaraciones agresivas supusieron el fin de la participación cubana en el programa Más Médicos, gracias al cual millones de brasileños tuvieron acceso a un médico por primera vez en sus vidas.

José Angel Portal: “Cuba no hace política con la salud de ningún pueblo” (+ Video)

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  • Dionides Moreno dijo:

    Reciban todos los trabajadores del Ministerio de Relaciones Exteriores, muchas felicitaciones por el 60 Aniversario de tan grandiosa institución, 60 años de numerosas batallas defendiendo a nuestro país en la arena internacional. Saludos.

    • Colaboración Médica Manzanillo-Granma. dijo:

      Desde Manzanillo, tierra de mambisa,tiera rebelde, tierra reovolucionaria,rincón de Cuba decisivo para el triunfo total, aquí donde inició la única Revolución que ha existido desde hace 150 años, la misma que inició Carlos Manuel de Céspedes y se concretó en enero del 59,desde aquí estamos claro cuál es el deber y la prioridad, somos conscientes que ha sido un año duro, de esfuerzo y de victoria, ha sido un año donde la decisión fue clave y respaldada por el pueblo como el tema relacionado con la misión más médico en el hermano país de Brasil, pero en todo momento estuvo claro la prioridad del pueblo,estuvo presente el sudor en la frente de los obreros Cubanos, las luchas de nuestros médicos ante las enfermedades, las maestras en las aulas, los campesinos en los campos, las mujeres tomando papeles fundamentales como las Mariana de estos tiempos y los jóvenes como esa generación del Moncada de los cuales son herederos y continuadores de su legado.
      Desde aquí, desde la región del Guacanayabo, donde se respira el aire de Las Coloradas y vive en el presente el recuerdo del Granma, porque es símbolo y escudo del impulso para la victoria guiados por la máxima dirección del partido y el gobierno, pero sin olvidar las ideas de Martí y Fidel y el compromiso para que tantos años de lucha no hayan sido en vano.
      Desde aquí le decimos, primero que estamos Firmes, comprometidos con el Partido Comunista de Cuba y La Revolución Cubana, que de cada obstáculo sacaremos experiencias para enfrentar nuevos retos, los cuales serán una escuela para trazar nuevas estrategias con el objetivos de nuevos logros, nuevas metas alcanzadas, nuevas victorias.
      Siempre por delante:las ideas del Apóstol, el legado del Comandante; y mantener en primer orden La Defensa de la Patria y Las Conquistas de La Revolución.
      Feliz 2019, éxitos para todos los cubanos en lo personal y profesional, muchas cosas maravillosas en este nuevo año.
      Seguimos en Combate, Hasta La victoria Siempre !
      Venceremos!

  • llerandi30 dijo:

    Grande mi comandante sin el nada fuera posible

  • José E. Hernández Paz dijo:

    Como cubanos nos sentimos orgullosos del trabajo que hizo, hace y continuarán haciendo los trabajadores de Relaciones Exteriores de Cuba. Felicidades en este 61 Aniversario que comienza.

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Sergio Alejandro Gómez

Sergio Alejandro Gómez

Periodista de Cubadebate y analista de temas internacionales. En twitter: @sagomezgallo

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