Imprimir
Inicio »Opinión, Sociedad  »

Una vez más…

| 19

No cesan las labores para extinguir el incendio en la base de supertanqueros de Matanzas. Foto: Irene Pérez/Cubadebate

“Hay instantes que son muy importantes en la vida de los pueblos;

hay minutos que son extraordinarios,

y un minuto como ese es este minuto trágico y amargo

que estamos viviendo en el día de hoy”[1]

Fidel Castro

Una vez más los azares irracionales de la naturaleza ponen a prueba la fuerza de nuestro pueblo, la entereza de una nación que no ceja en su esfuerzo por construirse frente a todas las severidades.

No hay conciencia en la emergencia de los fenómenos llamados naturales. No hay ni puede haber intencionalidad alguna, mucho menos ensañamiento. Solo hay el obrar de las fuerzas naturales, que unas veces hacen emerger y multiplicar la vida, pero en otras actúa contra ella. Por mucho que el conocimiento de la naturaleza ha crecido vertiginosamente, el conocer no hace indefectiblemente al controlar (y esto no lo digo con desanimo, sino con realismo y responsabilidad). Las predicciones superan con creces a los vaticinios,  los análisis científicos a las especulaciones. Pero como bien sabemos lo improbable no es imposible.

Si además se suma la acción agresiva contra la naturaleza, sostenida por   tantos años de “civilización”, entonces la ecuación ignota se aprovecha más de las vulnerabilidades.

Una vez más las y los bomberos cubanos, socorristas, miembros de los cuerpos de seguridad, no dudaron ni por una mini fracción de tiempo en entregarse en cuerpo y alma a salvar vidas y evitar que el peligro se extienda.

Así lo hicieron y lo hacen, impulsados por el deber y la ética,  como aquel fatídico 17 de mayo de 1890 cuando el incendio de Isasi, con la valentía y entereza que acompañó a los que llegaron al muelle en el que, los terroristas de siempre, hicieron explotar el vapor La Coubre, con los valores que también construyeron la respuesta inmediata de jóvenes estudiantes en 1964 cuando el incendio de 12 y malecón y más recientemente en el trágico y lamentable accidente del Hotel Saratoga.

En todos los rincones del país, y más allá, las personas acuden espontáneamente a brindar la ayuda posible a quienes más han sido impactados por la dolorosa situación. Un acto de solidaridad humana que emerge desde la espiritualidad, la sensibilidad, la unidad nacional, el sentido compartido de pertenencia a la patria, a la nación. Porque Cuba vive, porque quiere vivir. Porque queremos que viva.

Una vez más cubanas y cubanos ven su existencia ensombrecida por el profundo dolor de la pérdida de familiares, seres queridos que yacen sin vida, algunos incluso sin saber tan siquiera dónde porque están desparecidos, personas heridas en el cuerpo y en el alma. Huellas que será muy difícil borrar del todo, que quedarán como llagas endeblemente cubiertas a merced del recuerdo.

El dolor es siempre dolor, pero cuando viene de la mano de lo inesperado, de lo irracional, de lo que no debía haber sucedido, entonces daña, lacera. Es ese un dolor para el que no hay medicamento que cure, que no tiene fórmula inequívoca de sanación. Eso sí, necesita y recibe compañía, apoyo, calor humano, comprensión.  Una mano amiga, hermana, misericorde.

No hay consuelo eficaz, pero alivia mucho contar con la asistencia profesional indicada: médicos, enfermeras, luchadores por la salud y el bienestar tan necesarios en un momento tan complicado. (Gracias a mis compañeras y compañeros psicólogos que están allí, donde quisiera estar también yo).

Una vez más somos sometidos a una prueba de fuerza, a una prueba de resiliencia, a una prueba de amor solidario.

La fuerza de un país, de una nación, la fuerza del ser humano, se mide sobre todo en su capacidad de afrontamiento, de superación, de salir adelante. Por eso es axiomática la sentencia según la cual esa fuerza no reside tanto en no caer, cuanto en siempre levantarse y seguir adelante.

Una vez más un golpe devastador se cierne sobre nuestra isla y cae con fuerza inusual sobre la Atenas de Cuba. Ralentiza los procesos en curso. Empaña la esperanza. Convoca al desánimo.  Impone la tristeza. Después de la tempestad parece venir un mal tiempo.

Desde el cinismo argumentado de Murphy podría decirse que nada es tan malo como para que no pueda empeorar. Desde la vocación humanista podemos afirmar que nada malo llega a ser tan definitivo donde hay personas, seres humanos, dispuestos a construir juntos los mejores designios de la vida, de la ética fundante de lo humano, sabiendo que “en el mundo hay dolor, pero no es dolor el mundo”, como canta el trovador.

Entonces, una vez más el alma cubana brilla con luz propia, abraza a los que sufren pérdidas irreparables, acompaña a quienes son impactados por la agresiva escalada, esparce confianza y seguridad, proyecta su luz hacia adelante, se piensa y actúa como país. Porque llegado el momento “del recuento, y de la marcha unida” nadie vacila en “andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes”.

[1] Palabras pronunciadas por el comandante Fidel Castro Ruz, primer ministro del gobierno revolucionario, en las honras fúnebres de las víctimas de la explosión del barco “La Coubre”, en el cementerio de Colon, el 5 de marzo de 1960. http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1960/esp/f050360e.html 

Se han publicado 19 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • terec dijo:

    No creo que los azares irracionales de la naturaleza hayan sido muy duros con nuestro país, aunque es verdad que en los últimos años hemos sufrido de eventos, como el tornado, que precisamente por lo poco comunes aqui, nos parecen terribles. Pero afortunadamente estos eventos son muy raros, aqui no se preoducen terremotos, ni tsunamis, ni deslaves, ni nevadas, los ciclones casi nunca son de categoría 4 o 5 cuando pasan por aqui, los tornados son "rabos de nube", en fin, la mayor parte del tiempo somos el paraíso terrenal. Parafraseando a Nino Bravo "cuando Dios hizo el Edén pensó en Cuba".

    • terec dijo:

      Se me olvidó mencionar los volcanes y las olas de calor extremo entre los eventos que afortunadamente no tenemos.

  • Gemma dijo:

    Brillante! Como siempre. Todos juntos avanzaremos. Cuba vive y renace, siempre como el Fénix. Viva Cuba, la nuestra, la que queremos para bien.

  • Albio Leonel dijo:

    La Coubre fue un sabotaje, por tanto, intencional. El rayo caído sobre el domo del tanque no. 52 de la base de supertanqueros fue acto de la naturaleza; pero hay que descartar si hubo imprevisión o negligencia humana. Sólo así nuestra conciencia ante el dolor estaría en paz sabiendo que no se repetirá un desastre como este. Por qué no funcionó el sistema de protección establecido? Eso hay que investigarlo a profundidad e informarlo al pueblo que es el que pone los fallecidos y tendrá que apretarse aún más el ya tenso cinturón para resarcir los daños.

    • frank dijo:

      Hay que ver primero si había pararrayos instalado eso lleva mantenimiento. Opino fue esto último la causa de todo. Explotó el hotel zaragoza explotó camión cisterna llevando combustible a un cupe y. Todo esto nada tiene que ver con actos irracionales de naturaleza. Me disculpan

      • Alberto Chaviano dijo:

        Estoy de acuerdo con Ud. la fuerza de la naturaleza provoca estos desastres, pero la inteligencia del hombre trata de controlarlo. En los casos como éste, donde existen medios para evitarlos, dado el nivel de peligrosidad, debe investigarse el por qué el sistema de protección con pararrayos no funcionó, así como el sistema automático para refrescar el resto de los tanques no evitó la explosiones de otros depósitos. Cierto que los azares de la naturaleza han sido en el mundo entero, pero hay que preparse para resistirlo.

    • @adriancamaguey dijo:

      Revise una explicación que hay de un doctor de la CUJAE al respecto. Solo le puedo decir una cosa, por experiencia: Las descargas eléctricas no siempre tienen la misma fuerza. Y llega un momento que el mejor sistema de aterramiento se ve sobrepasado.

  • Alexandre Nuno Pires dijo:

    Me uno al dolor de la poblacion de Matanzas y todo el pueblo de Cuba. Un abrazo de solidariedad desde Cabo Verde.

  • Olga Cecilia García Moreira dijo:

    Coincido plenamente con mi colega y profesor Calviño. Una vez más, los avatares de la vida, ponen a prueba nuestra entereza y saldremos adelante. Doy fe de nuestra resistencia, resiliencia y coraje. Fuerza Matanzas, toda Cuba está contigo. Estoy dispuesta a colaborar en todo lo que sea necesario. Viva Cuba!!!

  • Néstor del Prado Arza dijo:

    Gracias mi hermigo Manolo. Me acabo de inventar esta palabra hija de hermano y amigo, algo que nos une.
    Es cierto lo que dice un lector sobre la necesidad de analizar a fondo e informar sobre la pertinencia de los sistemas de protección ante los fenómenos de la naturaleza. Tampoco deja de tener razón terec que en juiciosa comparación, coincide con ese Bravo cantante que califica de Eden a América, y ella a Cuba.
    Ningún desastre provocado por la descomunal fuerza de la naturaleza, se puede desligar de la vida en la sociedad.
    Peligro y riesgo se encadenan pivotados por la naturaleza para demostrar ese ínfimo porcentaje probabilístico , en que emerge el daño, frente al cúmulo de beneficios de una obra humana.
    En esa carretera han muerto 10 000 personas, por esa carretera han pasado felizmente decenas de millones de personas y de productos de primera necesidad.
    En esa ciudad han vivido felices millones de personas, y un día, un terremoto mató a miles.
    Hay desencadenamiento de tragedias que dan avisos previos de varios días, otros de varias horas y otros de apenas algunos minutos.
    Hay obras sociales que requieren imprudencia o simplemente el pasar cerca de ella para que una desgracia le dañe. Figúrate, pasó por debajo del puente cuando este colapsó.
    Pero la construcción de una base de grandes tanques para almacenar sustancias altamente inflamables, tiene otra connotación. Que un supertanque derrame cientos de litros de petróleo al mar es un desastre ecológico; pero que una descarga eléctrica impacte en una base de tanques de combustible, provocando un implacable incendio con todas sus terribles secuelas, es mucho peor. Se pone en peligro la vida de bomberos, socorrista y de ciudadanos que no tienen culpa pero que llevan años disfrutando del beneficio de la energía aportada por esos hidrocarburos fósiles.
    Tal vez esté equivocado, pero de las obras sociotecnológicas, las centrales electronucleares son las de mayor peligro.
    Ya el presidente Díaz Canel mencionó el asunto de la protección anti rayos de la base de supertanques de Matanzas, dejando claro que hay un sistema de protección y a la vez planteó la necesidad del reanalisis.
    El mismo Murphy que Manolo citó, dijo que una inversión protectora crecerá hasta que supere el daño que puede provocar una falla.
    Parar un rayo de alto poder destructivo, es posible que se convierta en un imposible tecnosocial.
    Pensar en un sistema de apagado automático y local de un incendio en un tanque de gasolina o diésel, se puede, claro que se puede pensar, pero construirlo es lo difícil y tal vez imposible, impropio, improcedente.
    Dicen que un científico inventó un líquido que lo disolvía TODO, y otro le preguntó que dónde lo almacenaría.
    Las obras sociotecnológicas de alto riesgo suelen fabricarse en lugares aislado.
    La cercanía de insumos de productos de su consumo, siempre son tentadores por el ahorro de transporte, pero cuando algunos de los insumos son muy riesgosos en su tratamiento, hay que pensar 360 grados en R3.
    Que tengamos un presidente ingeniero, es un factor clave para poder entrarle con todo, a esta tragedia que mi hermigo Manolo Calviño ha puesto en Cubadebate.

  • Néstor del Prado Arza dijo:

    Gracias a mi hermigo Manolo por esta publicación. Hermigo que es una manera licenciosa de decir hermano-amigo, algo que nos une.
    Voy a reflexionar sobre el tema de peligro, riesgo y protección relacionados con obras sociotecnológicas de alta trascendencia.
    Ya un lector se refirió al tema y también nuestro presidente Miguel Díaz Canel dejó claro que existe un sistema de protección antirayos o pararrayos, que tendría que someterse a un analisis crítico.
    El propio Murphy citado por Manolo decía que una inversión de protección crecerá hasta que supere el valor del daño que una falla o accidente natural pueda causar.
    Qué sistema de pararrayos puede detener a uno de un poder destructivo inimaginable por la ley de la probabilidad?
    Hay obras sociotecnológicas que beneficia por mucho tiempo a decenas de millones de personas, y en un día es pivote de una catástrofe para ciertos de miles de personas.
    Es muy tentador concentrar territorialmente insumos de la industria que los consumen. Pero si esos insumos son altamente peligrosos, entonces la ecuación se complica.
    ¿Será ciencia ficción pensar en un sistema automático local de protección contra incendio en grandes tanques en serie de gasolina o diésel?
    Manolo, esto me recuerda tu referencia en un Evento que compartimos, en que un científico anunció el descubrimiento de un líquido que lo disolvía TODO. Y otro le preguntó que en qué recipiente lo almacenaría.
    Una de las obras sociotecnológicas más productivas y riesgosas a la vez, es una Central Electronuclear. Y sabemos de grandes tragedias.
    Tener un presidente ingeniero, consagrado a su misión y de probada inteligencia, es un factor clave para sacar lecciones de este lamentable accidente.
    Nuevamente le agradezco al hermigo Manolo por su publicación, con tantas verdades bien dichas.

  • Merlys Gort dijo:

    Estas pruebas serán superadas como siempre por el pueblo cubano, me uno al dolor de los matanceros que es el dolor de Cuba toda. Profesor excelente reflexión como siempre Vale la pena

  • William dijo:

    Sabias palabras como siempre doctor el que no va a aportar algo positivo que se aparte y deje a los que si estamos dispuestos a hacerlo

  • Alejandro Fernández Costa dijo:

    ¡Viva Cuba!

  • Aida Pérez Osorio dijo:

    Nuestra solidaridad con los hermanos matenceros, nuestro apoyo y disposición para lo que sea,fuerza Matanzas hasta la victoria siempre patria o muerte venceremos

  • joloro dijo:

    Un artículo certero y brillante como todos los que salen del Profesor Calviño,son tiempos realmente dificiles para nuestro país,algo que como pueblo como nación no merecemos pero nos han tocado por diversos motivos.Lo valido y necesario es no dejarnos vencer,luchar y estar seguros de que seguiremos adelante y aunque nos puedan amenazar y hasta tocar momentos más dificiles aún aqui estaremos dando hasta lo indecible por la vida y por todos los que vivimos en esta tierra tán única.

  • Israelssp dijo:

    De acuerdo, excelente y sintético análisis, gracias profe. Los que piensen diferente, los respeto, pero no los comparto y en los 15 comentarios hay algunos, con mirada no tan noble

  • Maria elena dijo:

    Excelente reflexión..como siempre..querido profesor...

  • yanet dijo:

    excelente articulo, alentadoras y muy sabias palabras profesor

Se han publicado 19 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Manuel Calviño

Manuel Calviño

Doctor en Ciencias Psicológicas y profesor universitario.

Vea también