Imprimir
Inicio »Opinión  »

No te pierdas esta crónica: Nadie te dará su almuerzo

| 259
Carlos Manuel Álvarez, colaborador de CubaDebate

Carlos Manuel Álvarez, uno de los jóvenes cronistas de CubaDebate.

Qué les puedo contar, foristas, las cosas han cambiado. Saben quién soy. Saben que me llamo Carlos y que tengo 22 años. Que estudio algo y que hago mis cosas, un par de artículos a la semana, nada del otro mundo. Sé que les parezco joven, pero no es así. Bueno, con razón les digo que las cosas han cambiado. Es una señal de que empiezo a envejecer.

De repente te percatas de que nada es igual, pero tienes que seguir con esa carga. Hace par de semanas salí de La Habana, iba para el Victoria de Girón. No tengo que decirles, ustedes saben lo que es el Victoria de Girón: el estadio de Matanzas. Lo que no saben es que en ese estadio eché yo buena parte de mi adolescencia y casi todas mis ilusiones.

Pues como decía fui hasta el intermitente de Alamar y me puse a esperar una guagua. Esperé cerca de media hora y no pasaba ninguna. Al rato paró un taxi de esos de los modernos, justo delante de mí. Otra gente le había hecho la seña pero en lo que el chofer frenó yo me adelanté y logré clasificar. El de la seña era un hombre, si hubiera sido una mujer le habría dado paso, pero como no era una mujer hice de oídos sordos y me senté. El hombre se quedó refunfuñando y diciendo sandeces en voz baja. No tuvo valor para encararme. Milagro, porque yo soy flaco, bastante escuálido, mi cara es una cara de cobarde o de no andar metiéndose en líos, y la gente aprovecha y a cada rato se lanza y prueba fuerzas. A veces les doy paso y a veces me pongo en mis trece. Es así, como un juego de naipes. Hay que saber cuándo soltar y cuándo recoger.

El chofer me dijo que eran veinte pesos. Le pagué con tres billetes de a cinco y cinco de a uno, no tenía más nada. Me miró con cara de pocos amigos pero enseguida se relajó. Parece que algo en mí le atrajo porque cerca de Tarará me preguntó hasta dónde yo iba. En el taxi había otras tres personas. ¿Conmigo?, le dije. Sí, contigo. Hasta Matanzas, dije, a ver la pelota. Quién juega hoy, dijo. Matanzas-Artemisa, dije. El chofer vestía elegante. Bueno, su carro era un Peugeot moderno. Tenía porte de vivir en Varadero, o en alguna zona residencial.

Andaba cerca de los cincuenta. Unas pocas canas le adornaban la cabeza. Le quedaban bien, ciertamente, le daban un toque interesante. Y su cara no era la cara demacrada de un chofer, era la cara despejada de un ingeniero o de un abogado. Quizás, pensé en ese momento, fue abogado o ingeniero en alguna etapa de su vida, esas cosas suceden en Cuba. Los ingenieros manejan carros y ganan su dinero, es normal. ¿Y a ti te gusta la pelota?, preguntó. Los otros pasajeros miraron extrañados. A mí sí, por qué. No, porque no lo aparentas. Los pasajeros echaron a reír. Decidí no contestar, el tipo me estaba jodiendo. Pero no le faltaba razón. Tengo muchos pelos en la cabeza y en la barba y ando por la vida como bobeando. No tengo pinta de que me guste la pelota. Tengo pinta de que me guste Tolkien o Deep Purple, pero no me gustan las cosas raras.

Me gusta la pelota, y aunque no me gusta el dominó ni el ron, bailo casino y les mando poemas a las mujeres. Es toda una técnica. Hay que saber qué poema va con cada mujer. No puedes enviarle un poema de Benedetti a una niña avispada y uno de Bukowsky a una tonta. En verdad no debes enviarle poemas de Benedetti a nadie. Perdónenme los latinoamericanos, pero el tipo es insoportable. Bueno, no debo hablar así. Ya se los dije, las cosas han cambiado.

Cuando yo estaba en décimo grado e iba al Victoria de Girón mi poeta preferido era Benedetti. El uruguayo me revolcaba, pero no daba resultado. A las mujeres hay que entrarle con algo más fuerte. Tampoco Bukowsky, claro, era un decir. Bukowsky las ahuyenta y no es menos insoportable que Benedetti, aunque viene mejor con los tiempos que corren. Y tiene, además, un poema sublime. Empieza así: There is a blue bird in my heart that wants to get out. Eso quiere decir que el hombre tiene un pájaro azul en su corazón y que el pájaro quiere salir. Es una metáfora, no vengan con el chiste. Después dice que su canto, el canto del pájaro, es tan tierno como para hacer llorar a un hombre, pero que él, Bukowsky, no llora. Y termina preguntándote: ¿Lloras tú? Eso me tumbó, el tipo se te para de frente y te pregunta si eres capaz de llorar. Pero no es, evidentemente, un poema que yo pueda hacer mío, porque el pájaro es azul, si fuera verde tal vez, o marrón, pero como es azul la gente enseguida va a salir con que yo soy industrialista, y nada más lejos de la verdad. Nunca le he ido a Industriales ni le iré, pero si lo buscan verán que el poema es un tronco de poema. Sí, foristas, búsquenlo. Es un poemazo. Si lo buscan y lo leen no me podrán decir que no.

***

Una hora demoró el taxi de La Habana a Matanzas. Me dejó en el Viaducto. Del Viaducto al estadio hay todavía varios kilómetros. Loma arriba. Matanzas está llena de lomas, eso es lo que no me gusta de la ciudad. Eso y que un día, así, sin más, tuve que irme de ella porque se me acababa el preuniversitario y era hora de seguir. ¡Qué farsa eso de seguir! Yo me hubiera quedado en la vocacional toda la vida. De ahí se veía la bahía y las luces de la noche. Ese es mi único paraíso y mi única patria. Suena cursi, pero es real.

Subí dos cuadras por la calle Contreras y esperé la 19. Antes, por suerte, paró una ruta de empleados de no sé dónde, que pasaba cerca del estadio, y en eso mismo me fui. Este chofer sí tenía aspecto de chofer, es decir, un tipo centrado en su timón y con miles de ideas bien fuertes dentro de su cabeza. Llevaba puesta la radio. Yo no soporto la radio. Si hay algo que no me gusta son los malditos programas de participación. Solo comparado con el rechazo que me provocan los retratos de época. Hay quien los ve hermosos, pero a mí me parecen horribles. No he visto mucha pintura, es cierto, tampoco muchos originales, no he ido ni a Bellas Artes, pero todas las mujeres de antes eran gordas y rosadas. No hay una sola que sea por lo menos normal. No, todas obesas y rechonchas y con tremenda sonrisa a todo lo largo y ancho de sus caras de damas respetables. Esa sería una buena pregunta. ¿Por qué los pintores de cámara solo retrataban a mujeres gordas? Bueno, debe ser porque las tipas comían mucho. No les faltaba nada, supongo. Lacayos, manjares, amores prohibidos. Todas esas condesas eran unas zorras. Tenían su marido pero se enamoraban de los artistas. Así le pasó a Goya, por ejemplo. No es que yo sepa mucho de Goya, pero hace poco tuve que estudiarlo. Esos chismes siempre le interesan a uno. Es lo que más se saca de la universidad. Chismes históricos, chismes actuales, chismes del profesor, chismes del alumno. Nadie escapa. Ni los peloteros. ¡Mira que en la universidad se habla de los peloteros! Bueno, en todos lados.

Detrás de mí, en la ruta de no sé dónde, iban dos tipos hablando de Víctor Mesa. Que si visitó a cada uno de sus jugadores para ver el estado en que viven, que si el hombre es un líder, que puede ser un líder pero es un payaso y a mí no me gustan los payasos, que puede ser un payaso pero lo que importan son los resultados, que qué tú hablas si hace veinte años Matanzas no hacía nada y mira cómo está, que sí pero que no y que mejor cállate la boca que ahora el estadio se llena y antes parecía un cementerio. Sí, es cierto. El estadio está lleno, abarrotado. No lo reconozco. Lo pintaron incluso. No me gusta mucho el color, un rosado que no expresa demasiado pero que quizás era el único lote de pintura que había en la provincia. Hay carteles por todas partes. Esos carteles me abruman, foristas.

No me dicen absolutamente nada. Pero no quiero parecer pedante. A alguien le debe decir algo y eso lo justifica. ¡Cocodrilos al combate! Parece una consigna de tiempo de guerra. Nada que tenga que ver con el deporte, y menos en tiempo de paz. Lo que sí me gustan son las gigantografías, o las fotos de la entrada. Pude ver el rostro de Lino Betancourt, un pelotero que había imaginado pero que no sabía cómo era y que según parece tenía su estilo, aunque tampoco podría asegurarlo. Me siento por la banda de tercera. Puedo sentarme detrás de home, ya tengo credencial de prensa. Se los dije, las cosas han cambiado. No deja de ser irónico. Puedo llegar a los estadios y sacar mi pasaporte y pasar como si fuera mi casa, pero para qué, no tiene caso, mi estampa no es tampoco la de un periodista deportivo.

Los periodistas deportivos son lo más antideportistas que hay. Echan barriga y teorizan. Yo puedo parecer un lector de Tolkien, pero juego varias cosas y no lo hago del todo mal. Una vez hasta pisé la grama del Victoria. Me faltaba poco para graduarme del preuniversitario y nos llevaron a disputar un play contra los profesores. Jugué de segundo bate y cubrí el left. Di hasta un triple, me robé el home y no hice errores. Me vestí de héroe, aunque hubo quien lo hizo mejor que yo. Las muchachas nos aplaudían. Los amigos también. No guardo en toda mi vida un recuerdo más feliz. Lo puedo jurar. Terminamos tocando una conga y todo el mundo moviendo la cintura. La noche cayó y nosotros ahí. Qué de risas y de gritos y de felicidad. Era increíble estar vivos y estar en aquel lugar y habernos encontrado justamente nosotros: los matanceros y los cubanos y los habitantes de este mundo más estelares de toda nuestra generación. Ese día, que yo recuerde, nadie se sentó detrás de home. Lógico, debe ser terrible ver un partido detrás de esas mallas. Como si fuera un fotograma. Las jugadas cuadriculadas, por recortes. ¡Ni muerto saco yo una credencial y me siento ahí!, donde se sientan los tipos importantes. No es que esté mal ser un tipo importante, pero solo cuando se pasa de los cuarenta años. Cuando se tiene poco más de veinte, aparentar privilegios resulta patético. Y al final te desinflas. Además, si fuera una credencial para el Capri, valdría la pena, pero los estadios en Cuba cuestan un peso, hasta yo puedo costearlos.

Por eso me siento en la banda de tercera. Siempre me sentaba por aquí. Pero antes no había tanta alegría. El estadio parecía no un cementerio, sino una funeraria, que es peor. Venían alrededor de doscientas personas, no muchas más. Hay quien va a los parques, hay quien va al cine, hay quien va al mar y hay quien va al estadio. Suceda lo que suceda. Por aquella época, año 2005 ó 2006, Matanzas no ganaba ni treinta partidos, pero una banda de viejos fumadores de tabacos, y nosotros, estudiantes fugados de la escuela, siempre estábamos ahí. Tarde por tarde. Noche por noche. Madrugada por madrugada. La cobradora de la puerta ni nos paraba. Sigue siendo la misma, quizás con un poco más de canas, pero ya no se acuerda de mí.

***

Qué quiénes éramos nosotros. Yo y unos socios que ahora estudian Ingeniería. Son la gente más graciosa y más noble que he conocido en mis 22 años. Todavía no he visto a nadie igual. Pero claro, es imposible. Las cosas inevitablemente han cambiado. Aquellos muchachos se levantaban por la noche y te prendían candela en los dedos de los pies. ¿Les parece cruel? Las becas son así. A mi nadie me hizo eso, por supuesto. Siempre he intentado estar entre los que joden, no en los jodidos. Bueno, esos mismos muchachos después te ofrecían la pomada para que te curaras, pero si el día de la visita nadie te llevaba comida ellos te daban su almuerzo, o por lo menos una parte. A medida que crezcas nadie te dará su almuerzo.

Eso es algo, foristas, que hay que saber. Nadie te dará el almuerzo como lo daban mis socios del preuniversitario. Te lo ofrecían y luego se olvidaban. No eran conscientes del acto. Y luego en la madrugada te lanzaban encima una cubeta de agua fría y tenías que poner a secar el colchón y dormir en la tabla y asunto cerrado. Las becas, como la vida, pueden ser crueles, no lo niego, pero yo no he conocido un sitio mejor. Una vez el baño se aglomeró. La gente iba llegando y nadie llevaba jabón. Éramos como veinte, después como treinta, y nadie con jabón. Todo el mundo esperaba por el otro. Llegamos a vivir en ese grado de comunismo. ¿Y saben cómo se llamaba la escuela? Carlos Marx, foristas, la escuela se llamaba Carlos Marx. Sin palabras.

Pues ese mismo día nos bañamos con agua nada más y de ahí salimos para el estadio. Éramos alrededor de ocho. De la vocacional al Victoria de Girón no hay más de dos kilómetros. Y si se atraviesa el cementerio San Carlos, se llega más rápido. Cruzamos las tumbas, los panteones, los nichos sin nombre y salimos a la calle. Casi de madrugada regresamos, con otra derrota arriba, naturalmente, y en el viaje de vuelta a alguien se le ocurrió -a mí no, como se supone- que nos lleváramos un cráneo de los que estaban dispersos sobre la tierra. Porque allí, en un cementerio tan respetable, había cráneos cuya única paz era la paz de la luna, sin dudas el más tremebundo de los descansos. Si yo fuera un muerto, me habría gustado que varios muchachos fastidiosos me llevaran consigo y me salvaran de aquella obstinada intemperie. Sin embargo, puedo entender que a alguien le parezca un sacrilegio. Que lo es, no digo yo si lo es, pero fue exactamente lo que hicimos. Nos llevamos no un cráneo, sino dos. Y los jodedores de la beca le pusieron nombre a cada calavera. Qué nombres, foristas. Wisin, la del occipital hundido. Y Yandel la más cabezona. Creo que un día fueron hasta al estadio y todo. Dormían con nosotros. Se bañaban con nosotros. Estábamos enfermos, o medio muertos. Aquello nos parecía normal. Hasta que un profesor nos trabó en la gracia y en pago pintamos tres kilómetros de paredes y perdimos una semana de pase. Dos veces me retuvieron a mí en esa escuela. Bien pocas, para todas las trastadas que hice.

La segunda porque coincidí con el viejo Pedro, aquí mismo, en la banda de tercera. Me quedé tieso. La última persona que deseaba ver en ese momento era aquel profesor recalcitrante e inamovible. El tipo no entendía. En vano intenté hablarle. Sin embargo, hoy daría cualquier cosa por encontrarme al viejo Pedro. Pero no está. Ni siquiera me tomo el trabajo de buscarle, porque el viejo Pedro ya no debe ni existir. No conozco a nadie. No hay nada propio de aquellos tiempos, tan extraños que parecen mentira. Se los dije, foristas, las cosas han cambiado. Antes Matanzas perdía. Ahora gana. Antes era un equipo fantasma. Ahora todos lo aplauden. Da gusto venir a un estadio así. Repleto, alegre, sin pasado. O con un pasado que poco a poco va cayendo en el olvido. Eso es lo otro que hay que aprender. No quiero parecer pedante. Esa es la única verdad, mirar al frente y seguir. El día que me robé el home, sin embargo, me raspé la rodilla. Ya no duele, es cierto, pero se me ha quedado la cabrona marca.

Se han publicado 259 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Yanet dijo:

    Definitivamente es una crónica carente de profesionalismo (entendible, pues el chico aún no ha culminado sus estudios de periodismo), pero también un tanto irrespetuosa (sobre todo al referirse a Benedetti), inmadura y un largo etcétera.
    Espero encontrar crónicas mejores en este espacio de Cubadebate.
    Saludos.

  • Anabel Oduardo dijo:

    Carlos Manuel....he revivido gracias a tu cronica momentos y recuerdos de mi estancia "en el pre". Me gusta la forma en que escribes, tan deshinibida, sigue asi, no caigas en dogmatismos ni en teques. Lo unico que te deseo es que Matanzas llegue este año a cuartos de final, quien sabe si mas allá...y que puedas seguir visitando el Girón sin grandes contratiempos...de mas está decirte que podemos compartir almuerzo cuando quieras, jajaja, un gran abrazo

  • omg dijo:

    estuve en la lenin, tengo 49 y por eso me identifico mucho con este artículo. daba gusto escaparse para ver a changa en el latino.
    a los que cuestionan tanto lo que este joven escribió, creo que la crónica de la vida de nuestros hijos en las becas (de sus sinsabores y de su cotidianidad no exenta de disparates, insisciplinas, excentricidades, incomprensiones, inmadurez, extremismo, chivatería, buena y mala fe, y falta de comprensión de algunos adultos que los cuiadaban y enseñaban) no ha tenido jamás un espacio en ninguna parte. es la primera vez que veo esto en un medio de prensa, que no hable del primer lugar en la emulación, ni de los "pasos al frente", ni de los dirigentes estudiantiles que los ponen como si fueran caulquier cosa menos adolescentes llenos de conflictos que son propios y normales de la edad. la vida fue sublime, pero también difícil para los que hemos estado becados, sobre todo en el periodo especial. la crónica está está escrita desde la óptica del periodista que fue un adolescente desprejuiciado e inmaduro, que todavía "regalaba el almuerzo". si no le gusta benedetti, y si no le gusta rubens, u otros que pintaban mujeres rellenitas, también es cuestión de gusto. su crónica es personal, acaso está prihibido en el periodismo hacer crónicas personales? y tiene el espacio, y quiso hacerlo, está bien, y está bien también que haya quien le guste y a quien no...el joven tiene futuro, y conste que he estado en desacuerdo con él, por ej, con el artículo del roble talado.
    MONI, Y SI DE ACLARAR SE TRATA: JUZGA VA CON Z, E HINCAPIE CON H, Y EXPRESION CON S, Y ESE OH CON H ES EXCLAMACION Y NO CONJUNCIÓN QUE ES O, ASI SOLITA, QUE LE PARECE? NO SE PUEDE TIRAR PIEDRAS AL TECHO DE VIDRIO, VEO QUE POR SUS FALTAS DE ORTOGRAFIA DEBE TENER MUY POCO QUE VER CON LA LITERATURA, LO QUE HACE QUE SUS JUICIOS A LOS POETAS DEBEN SER MAS DE INDOLE VIVENCIAL QUE LO QUE ESTABLECE LA TEORIA EN LA LITERATURA. REITERO: AL CHICO NO LE GUSTA BENEDETTI, SEA POR LO QUE SEA, DEJENLO EN PAZ, PORQUE ES SU GUSTO. ACASO EL HA DICHO QUE ES MALO COMO POETA? NO, HA DICHO QUE NO LE GUSTA.
    saludos carlos, espero que saques provecho de lo que te señalan, de lo que te critican y de lo que te exaltan para que sigas creciendo como periodista. y sobre todo hazle caso a michel y acaba de cobrarle el salario y pidele que regrese cdo pueda para que siga poniendo picante este sitio!!!!

  • Javier Montenegro Naranjo dijo:

    Genial, pero qué se puede esperar... eres tú el que está escribiendo.

  • maria dijo:

    Está bien tu crónica Carlos pero creo que deberías visitar el museo de Bellas Artes, es muy bueno.

  • Amauris Domínguez Meriño dijo:

    !!!!!!...!!!!!
    Mis parabienes.

  • Chess dijo:

    Muy bueno, carlos preparate para la censura. Felicidades

  • Jose Ramon dijo:

    Excelente crónica, me gusta, me recuerdas cuando yo iba de matanzas al estadio del cerro, hoy latinoamericano a ver jugar a mi equipo favorito que era los Azucareros. Muy bien muchacho.

  • Maritere dijo:

    Como cronica esta regular considerando que eres solo un inexperto de solo 22 añitos, aun te queda mucho por aprender y demostrar.
    Muy feo de tu parte hablar en esos terminos de Benedetti, como diria mi madre: "que sabe el mono de comer panques si nunca los ha probado"
    Superate si de verdad quieres llegar a ser bueno en lo que te gusta pero hay que leer y estudiar mucho, ¡oye visita con confianza el museo de Bellas Artes que no muerde!.
    Hasta ahora MT va bien, pero no creas que podra mantener por mucho tiempo mas ese paso, lo siento por ti pero al final solo llegan los fieras, y MT no lo es.
    Chao, chao

  • MAIKELDIAZ dijo:

    Q añoranza por el IPVCE José Martí!!!

  • Respetuosa dijo:

    Los tiempos de estudiante secundario son inigualables. A todos nos hace gracia recordar las pilllerías de esos tiempos. Creo que todos podemos entender que el autor se fugara para presenciar un partido de pelota y nos sintamos un poco cómplices pero...me hubiera gustado que hubiese mostrado vergüenza por la profanación de los restos humanos, quizás hubiese podido ser entonces considerado un acto irreflexivo y no más. Sin embargo, se presenta como algo gracioso siendo, en realidad, algo muy preocupante. No, no creo que sea costumbrismo (como alguien escribiera). En cuanto a las lágrimas invocadas por alguien, deberían ser derramadas por esos seres humanos ya fallecidos y por sus familiares.

  • Jandlo dijo:

    Carlos Manuel vuelvo a escribir para decirte que he leído todos los comentarios hasta este momento, entre los que le gustó, pero te critican y los que te elogiamos por tu trabajo superamos en gran medida a los que te ofenden y tratan de desmeritarlo. Soy joven igual que tú y creo que los que te critican con mala fe son (utilizando tus propias palabras) de los jodidos o de los que no tuvieron una beca por muchas justificaciones y siente incertidumbre por no saber de lo que hablas o en ocasiones envidia. También creo que están equivocados los que creen que por ser joven o por ser tu trabajo diferente a lo que estamos acostumbrados a leer aquí en CUBADEBATE no tienes el derecho de hacerlo, todo lo contrario deberíamos tener espacios en todos los medios de prensas para poder publicar cosas como estas. Para adelante hermano que este récor de opiniones significa que has sido leído y que tus letras también le gusta a los que no son tan jóvenes.
    Saludos…

  • Mar dijo:

    Yanet:
    Creo que exajera un poco los defectos que observa en la crónica. La crítica a Benedetti es más para hacer sonreír que para criticar al excelente poeta. Además, no todos los escritos tienen que ser cerrados y serios. Este es un ejemplo de que se puede hacer lo contrario, compare los comentarios de esta crónica con los de artículos más serios, verá que muchos de ellos no llegan a 180 comentarios (a pesar de estar impecablemente escritos).

    Tantas personas que han defendido esta crónica no pueden estar equivocadas, por favor, sea un poco más flexible y abra más su mente a cosas nuevas, puede sorprenderse.

    Saludos.

  • telleria dijo:

    Mi hijo que feliz me hace ver como las personas interactuan contigo , de las criticas negativas analizalas y saca lo positivo. La cronica me gusto mucho , tu sabes que yo estudie en esa misma vocacional y me hiciste recordar esos años que como tu dices son los mejores .Mi curso fue la tercera Graduacion (1978,1979 y 1980)nosotros nos reunimos todos los años y se cuentan historias igual a las tuyas .
    En cuanto a compàrtir el almuerzo , tu eres un invitado especial en mi casa , hace dias que no vas, te esperamos. Que orgulloso me siento de ti.

    Muchas felicidades.

  • Gabriel Torres dijo:

    Carlitos, espero que te acuerdes de mí. Sí no fuera por las circunstancias, y digo yo, la cabrona mala suerte, hoy estuvieramos juntos en la misma brigada de la UH. Quizo la casualidad que mientras subía lomas y disparaba con AKMs en Corralillo, la Universidad de Matanzas se preparaba para inaugurar la carrera de Periodismo.
    Muy buena tu crónica, llorar (y sí lloró, si Bukowsky me pregunta)y reír al mismo tiempo creo pocas personas tienen. Esó provocó tu post.
    Muchas felicidades por el trabajo, comparto la opinión de Guevara, pronto, si no ya, lloverán los premios.
    Comparto tu opinión, y casi todo el piquete de nuestro año en la Carlos Marx: ese es nuestro paraíso, el más añorado. Rememorar esa beca, las congas, los combates a "colchazos" entre albergues, las fugas a Coppelia y el Victoria.
    Gracias por el regalo.

  • Carlos Manuel Álvarez dijo:

    Barbara: muchas gracias, yo voy a matanzas hoy, y el sábado, pero en lo adelante iré con bastante frecuencia. Me dices dónde localizarte y vamos juntos al estadio. Un abrazo.

    Rony: lamentablemente no me acuerdo de ti, no sé si eres de mi año o no. Pero igual, si llevas el IPVCE adentro, no hay más nada que hablar. Saludos.

  • neisy dijo:

    la verdad q no me ha gustado nada este artículo!!! me parece muy mal la forma en q te refieres a benedetti; a las pinturas de antes de la manera más irrespetuosa posible, pasa por bellas artes, debe ser algo obligatorio para un periodista, para q se instruya y hable con propiedad, en vez de criticar con ignorancia; PERO MUCHO MENOS LA FORMA EN Q DESCRIBES A PEDRO!!! yo estudié en la Karl Marx y uno de los profesores a los q recuerdo con más cariño es a ese, tremenda persona, el hombre al q acudíamos muchos cuando estábamos en problemas. figúrense ustedes amigos foristas, q muchas veces mientras él nos impartía las clases, de matemática por cierto, se le aparecían de momento muchachos q iban a verlo, de graduaciones anteriores, eso siempre nos llamó la atención. llegó la hora de graduarnos y despedirnos de la vocacional, y entonces éramos nosotros los q sacábamos tiempo para ir a darle una vueltecita :) todavía existe PEDRO por suerte, y al parecer seguirá dedicando su vida a los alumnos de la vocacional. así q carlos manuel, ya ves, nada nada me gustó lo q escribiste. ahh, y corriste con suerte pq esos taxis como el q mencionas normalmente cobran 33$, jajaja.

  • Herbert Pino dijo:

    Carlos:
    Ayer cuando leí la crónica no tuve tiempo para escribir mi comentario. En ese momento solo habían cinco, pero hoy, de verdad me impresionó la cantidad de opiniones vertidas por los foristas. Como te dije una vez, también vengo leyendo tus trabajos desde hace un tiempo, no solo captan mi atención por tu forma de escribir, sino por los comentarios que suscita, y en eso éste, sin dudas, ha sido el mejor. Según algunos, tu crónica es muy personal y no debería estar en Cubadebate, sin embargo, nadie se ha detenido a pensar en lo importante que resultan estos temas para despertar la atención de la gente. La cantidad de comentarios así lo demuestra. Nuestra vida cotidiana, nuestros problemas, el reflejo de la sociedad cubana actual y, sobre todo, de su juventud, deberían considerarse privilegiados en nuestros medios de prensa.
    Sigue así, tus amigos y los que cotidianamente leemos tus trabajos te lo agradecemos. Más aún cuando siendo matanceros, alguna vez estudiantes de la Carlos Marx, de la Facultad de Comunicación de la UH y fieles seguidores de los cocodrilos, nos podemos sentir plenamente identificados con lo que haces.
    Ahora déjame decirte, sinceramente, que no pensé fueras a ser tan buen periodista. Quizás me pasó como a uno de los foristas, que viendo tu pinta y tu manera de actuar nos dejamos guiar por las apariencias. Se comprueba el dicho de que las apariencias engañan.
    Pd. En cuanto a tus aptitudes deportivas puedo dar fe de que te defiendes bien en la pelota.
    Saludos, Herbert.

  • Label dijo:

    Muy buena cronica, es una acuarela delo vivido en esa epoca, no fui a la Vocacional, pero si CAMILITO y se hacian las mismas bromas pesadas. Creo es refrescante y atrevida, Felicidades.

  • Yolanda la O Carret dijo:

    G y KV, ustedes sí que aburren y son envidiosos, esa crónica estuvo GENIALÍSIMAAAAAAAA...... pero no todo en la vida es chicas, regaettón y gozadera.....
    ...Carlos Manuel, al igual que tantos otros, mediante su crónica, ha contado una parte linda de nustras vidas, cosas que cuando comenzamos la vida laboral o las complicaciones, más alla de formar una familia u otras cosas, se van dejando atrás y por más que se quiera quizás y no se tenga el tiempo suficiente para revivirlos.... y me gustó esa crónica porque me hizo recordar mi época de estudiante, que no fue hace mucho, pero que me sentí feliz por no haber "quemado" etapas y vivirla como una chica adolescente con ganas de vivir aventuras propias de jóvenes, por eso lo entiendo, y me cautivó toda la historia: la del estadio, la de los cráneos Wisin y Yandel, y todo lo demás, simplemente me encantó, y si hay personas que creen que eso es aburrido, es porque no han vivido la vida, no se han contentado con todos esos detalles que transcurren, y a lo mejor, para ellos, lo divertido sea una buena cerveza u otra bobería que pase a la historia como algo irrelevante.

    Yolanda la O Carret (23 años).

  • Alexey.Santiago de Cuba. dijo:

    Hola
    Leo poco en profundidad los articulos de este sitio,solo los titulares sin embargo esta cronica esta Super-Genial.
    Me recuerda los tiempos del Juventud rebelde solo los domingos.
    De Hecho ?pregunto , cree Carlos ser un Joven Rebelde.

  • Abelito dijo:

    Felicidades por tu crónica hermano, también estudié en la Carlos Marx, soy de ls época de Lautaro, sinceramente lograste sacarme las lágrimas. Nunca olvidaré esa etapa de nuestras vidas. Aún estoy en La Habana, pues continúo con la farsa de "hay que seguir" pero cada viernes necesito llegar y admirar nuetra bahía y nuestra ciudad de noche, no hay nada como esa tierra. Estuve en el Victoria en la subserie con Cienfuegos, fenomenal.... aunque coincido con Lautaro la última ocasión que se llenó el estadio fue cuando nos quedamos a un juego de los Industriales, tampoco los resisto, jejejeje, que por cierto fue por una mala decisión de un arbitro, que cantó un buena bola un jonrón que picó en zona faul en la subserio particular y eso decidió el juego y la clasificación. Gracias por tu crónica me hizo recordar aquellos inolvidables momentos. Felicidades.

  • neisy dijo:

    LAUTARO!!!! tú eres el del grupo 5 de la unidad de jorgito?? si es así soy del grupo 10. por dónde andas??
    saludos

  • Rafael dijo:

    Carlos Manuel Álvarez...
    Soy profesor universitario y llevo más de 20 años entre jóvenes.
    Para nada deseo desestimular a un joven que da sus primeros pasos en su oficio, recuerdo cuando yo comencé los errores que cometí y que por supuesto recibí ayuda de los más experimentados.
    Carlos Manuel Álvarez un futuro profesional de las letras tiene que ser cuidadoso con su expresión escrita y por supuesto oral, no demuestras profesionalidad en la crónica y tu lenguaje no parece haber madurado, ni estar a la altura de la cultura que debes haber adquirido. Con toda honestidad tengo alumnos que si tuviesen abiertas las puertas que tienes sin ser periodistas se expresan en blog y artículos universitarios de manera excelente.
    El debate que has generado con los que te alaban y los que no lo hacen ha sido muy provechoso.
    Por favor te voy a pedir 2 cosas que de seguro te serán bien útiles y te ayudará por siempre:
    1- ARCHIVA esta crónica que hoy de seguro te sientes orgulloso y mírala críticamente dentro de quizás 10 años... te dará espanto haberla escrito.
    2- COPIA Y PEGA todos los comentarios negativos y busca los defectos o los errores que ven eso te ayudará muchísimo.
    Con el mayor deseo que llegues a ser un excelente profesional
    Rafael Jiménez

  • yorol dijo:

    oie me gusto muxo la cronica, me hizo recordar mi pre porque teniamos un cementerio cerca jeje. saludos

  • AAN dijo:

    Hacia rato no leía un buen artículo, aunque por los contratiempos del trabajo llevo un día y medio leyéndolo pero muy bueno, soy Industrialista y felicito a Matanzas, un saludo para la gente del preuniversitario Estados Unidos Mexicano en Güines.

  • Ricardo R dijo:

    Me interese en CUBADEBATE por las reflexiones de Fidel,luego por el deporte cuando escribía Michel.Ya Fidel se hace mas esporadico en las reflexiones y Michel que buscaba los temas de actualidad en nuestro pasatiempo nacional a desaparecido gracias que Lagarde y CUBA Si siguen existiendo pues CUBADEBATE se esta convirtiendo en un culebrón.

  • Luis dijo:

    Carlos:
    El secreto de un buen articulista, como de un buen escritor, es tener la capacidad de aplicar tijera a lo que escribe. Al inicio, puede que la vanidad lo impida. Al final, el público lo agradece. Preferible siempre la contención al desbordamiento. Hilvanas hechos interesantes, pero pudiste ser más concreto. Ganarías en la necesaria agilidad que requiere escribir para la web. Inténtalo con otros textos y seguramente atraparás más lectores.

  • Carlos Manuel Álvarez dijo:

    Victor: no es que me considere latinoamericano, es que soy latinoamericano. El mejor poeta que he leído se llama César Vallejo. El mejor narrador, Roberto Bolaño. Y el mejor todoterreno, José Martí. Vallejo era peruano. Bolaño, chileno. Y Martí, como debes saber, era guyanés.

    Gabriel Torres: un abrazo fuerte, hermano, mañana paso por la universidad de matanzas. Espero verte, y conversar.

  • Rubiel dijo:

    Los comentarios negativos siempre son bienvenidos si se quiere perfeccionar la obra que hacemos. Comenté anteriormente que escribes cosas muy locas aunque bien escritas, pero OJO, a veces son imperdonables a nuestra edad, gánate el derecho de decirlas con propiedad. Aparte, muchas personas me dicen que critican a Cubadebate por estos trabajos, principalmente de quienes desean cuidar la imagen política de Cuba hacia al exterior. Pero, acaso lo popular, quiénes somos, cómo vivimos, no forma parte de nuestra manera de hacer política?

Se han publicado 259 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Carlos Manuel Álvarez

Carlos Manuel Álvarez

Matanzas, 1989. Periodista y colaborador de Cubadebate.

Vea también