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¿Hasta cuándo?

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Las prohibiciones de viaje a Cuba

Miami.- En una de las manifestaciones convocadas en días recientes en Miami para apoyar al movimiento reivindicatorio de los derechos de los inmigrantes expliqué que aunque los inmigrantes cubanos en Estados Unidos, debido a la política en contra de la independencia de Cuba mantenida por Washington, disfrutan privilegios que no le son concedidos a ningún otro grupo étnico o nacional en este país, también éstos son víctimas de la injusticia e irracionalidad que sustentan la política estadounidense en relación a sus inmigrantes.

Si bien a los inmigrantes cubanos, a través de la perversa Ley de Ajuste Cubano, se nos otorga el permiso de trabajo y la residencia legal permanente al año y un día de estar en el país, hoy, la Administración Bush, terminantemente nos niega nuestros derechos de poder viajar a Cuba a visitar y a compartir con nuestras familias.  Inclusive, osa en su desatino, a definir por ley quién es y quién no es nuestra familia, así arrebatándonos derechos inalienables.

Azuzada por el odio que la extrema derecha cubanoamericana siente por el pueblo cubano la Administración Bush vuelve este mayo a refinar con ensañamiento sus prohibiciones de viajes a Cuba.  Queda ahora eliminado el espacio que cierta indefinición en el otorgamiento de licencias religiosas permitió que a pesar de las crueles restricciones de viaje impuestas por esta Administración en mayo del 2004 -hace dos años- más de 40 mil inmigrantes cubanos pudieran viajar a visitar a sus familias durante el año pasado.  Acosados por la negación a sus derechos fundamentales, estos miles de emigrados cubanos estuvieron dispuestos a utilizar el pretexto de una licencia religiosa, y pagar el precio de las mismas, con tal de poder viajar a visitar a los suyos.  Ya no más.  El encono contra lo cubano de esta Administración y sus aliados de la extrema derecha cubanoamericana nos imposibilita ahora viajar a compartir con los nuestros a no ser una vez cada tres años -sin excepciones, no importa la urgencia que se presente,-- y viajar a compartir con quien esta Administración ha decidido que podemos visitar.  De aquí en adelante no hay otra posibilidad legal de poder ver a los nuestros.

¿Hasta cuándo los miles de cubanos que necesitan ver y compartir con los suyos en Cuba van a permitir semejante ultraje?  ¿Hasta cuándo van a permitir que se les humille y se les desprecie por un gobierno que les niega sus derechos más  fundamentales?  ¿Hasta cuándo?

Siempre ha existido en nuestras comunidades en Estados Unidos un sector que se niega a aceptar este estado de cosas violador de nuestros derechos y de los derechos de los nuestros en Cuba. Y aquí estamos en Miami, los miembros de las organizaciones que componemos la Alianza Martiana, dispuestos nuevamente a retomar la lucha reivindicatoria de estos derechos.  Mientras más seamos los que públicamente dejemos saber nuestra oposición a semejante estado de cosas más rápido se logrará un cambio, más rápido podremos disfrutar de nuestros derechos, hoy secuestrados.

La semana pasada más de un centenar de intelectuales cubanoamericanos: académicos, escritores y artistas, entre otros, indignados ante el horror que es la política mantenida por los gobiernos norteamericanos durante 47 años en contra del pueblo cubano, emitieron una declaración pública dejando saber que se han unido, por vez primera, en una red nacional, ENCASA, para influir en lograr los cambios que conduzcan al establecimiento de una política justa con respecto a Cuba.  Sigamos este digno ejemplo de ese importante sector de nuestra comunidad. 

Además, hay decenas de miles de otras personas, no cubanas o de descendencia cubana, en el resto del país a quienes esta desacertada política les niega sus derechos constitucionales de poder viajar a Cuba, de intercambiar ideas y experiencias de diversas índoles con el pueblo cubano, como también de ejercer su derecho de comerciar con Cuba, quienes activamente se oponen a semejante estado de cosas producto de tan ruin política.

Aprendamos de la decisión de millones de otros inmigrantes, legales e indocumentados, que recientemente han perdido el miedo a públicamente exigir sus derechos. Somos decenas de miles los emigrados cubanos que queremos ejercer nuestro derecho constitucional de viajar libremente a Cuba, a compartir con nuestras familias y con el resto de la sociedad cubana. Unámonos en la decisión de reivindicar lo que por derecho nos pertenece.

* Director de Areítodigital

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Andrés Gómez

Andrés Gómez

Periodista cubano residente en Miami. Fundador de la Brigada Antonio Maceo, integrada por cubanos que viven en los Estados Unidos. Es el director de la Revista Areito.