Cubadebate

El nadador Hanser García clasificó para la semifinal de los 100 metros estilo libre y hoy por la tarde competirá nuevamente, en busca de situarse entre los ocho primeros. Algo que, en su modalidad, ningún cubano ha conseguido jamás. Hanser nadó -mañana inglesa, madrugada cubana- en el séptimo de ocho hits eliminatorios. Concluyó sexto, pero -lo más importante- registró un 48.97 segundos que a la postre lo ubicó en un puesto quince.

En un día típicamente londinense -cielo plomizo y lluvia pertinaz-, Marianne Vos asiste a un punto sublime de su carrera. No digo el más sublime porque la ciclista holandesa ya se había colgado en Beijing 2008, con apenas 21 años, un oro en la carrera por puntos. Cuatros años después, coronó la ruta con un sprint intachable y un pedaleo de alcurnia, casi endemoniado.

En definitiva, el 56 kg Yasmani Romero terminó cuarto en la pool B de las pesas olímpicas. Hizo justo lo que se esperaba. Inscrito con un total de 257 kg, en la jornada matutina de hoy, levantó un kilo más. El cómputo de Romero fue de 112 kg en el arranque y 146 en el envión. Y no decepcionó, porque era, dentro del equipo cubano, el de menos posibilidades.

Luego de 250 kilómetros y casi seis horas de recorrido por Londres, el ciclismo de ruta volvió a demostrar que puede convertirse en una prueba impredecible: el oro fue para el kazajo Alexander Vinokourov, la plata para el colombiano Rigoberto Urán y el bronce para el noruego Alexander Kristoff. El cubano Alcolea, digno, entró en el pelotón que perseguía a los líderes.

Las pesas cubanas ya no son las de antes. Es decir, en Londres casi seguro no habrá medallas. Pero una actuación decorosa se podrá realizar. Hacia las Olimpiadas partirán cinco representantes, y bien vale que hagamos un repaso de sus posibilidades...

Andy Pereira, nuestro representante en Londres de tenis de mesa, ha hecho de la constancia una divisa. Consiguió el boleto olímpico en el último evento -Campeonato Latinoamericano de Río de Janeiro- y en una entrevista que le realizara la televisión, antes de partir hacia Europa, el muchacho parecía feliz.

Si Hanser García lograra clasificar entre los ocho finalistas de los 50 o los 100 metros libres de la natación olímpica, Cuba sabría agradecer tamaña satisfacción. Desde los tiempos de Falcón y Bent no ha habido -ni siquiera Imaday Núñez- un nadador tan popular. Ni tan bueno. Es más, ahora mismo hay pocos deportistas en Cuba tan aclamados y seguidos como este librista introvertido, huidizo ante las cámaras, temerario en el agua, de arrancada horrible, pero de remates implacables.