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Doce de Septiembre: fecha de una infamia

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Hace un mes y 3 días deberían estar libres, en realidad desde hace 7 años a esta misma ahora.

Hablo de los Cinco, esos cinco jóvenes cubanos por los que su pueblo no ha dejado de exigir su libertad un solo día.

Esos Cinco muchachos que fueron condenados en diciembre del 2001 por un tribunal impúdico de Miami y declarados Héroes por la Patria que los vio nacer.
Son los Cinco, nuestros Cinco hermanos de lucha por la vida que no necesitan mayor presentación.
 
Dos mil quinientos cincuenta y cinco días privados de todo derecho es tanto tiempo en la vida de un ser humano. Seiscientos días y seiscientas noches en huecos de máximo aislamiento, es tanto tiempo en un hombre. Son tantas las cicatrices que deja una injusticia como esta. Cuánta crueldad hacia quienes solo querían evitar la muerte.
Se siente una vergüenza tan profunda cuando se toma conocimiento de todo esto. Eso que llamamos vergüenza ajena, se multiplica aquí por cinco.
 
Olga Salanueva lo recuerda como si fuera ayer, de un seco puntapié el FBI rompió la puerta de su casa arrasando con sus modestas pertenencias. La niña, de solo 4 meses todavía estaba dormida sobre René. A punta de ametralladora despertaron a su otra niña de escasos 14 años.
 
No allanó el FBI las organizaciones terroristas de Miami que colocaban bombas en los hoteles de la Habana y amenazaban con hacer estallar aviones repletos de norteamericanos y cubanos, como había denunciado el gobierno cubano a través de García Márquez gracias a las informaciones suministradas por los Cinco. Ninguna de ellas fueron molestadas. Todas hasta el día de hoy siguen operando impune y libremente en el país que dice estar en guerra contra el terrorismo.
 
Cuántos sueños quedaron destrozados la noche del 12 de septiembre? Cuántas secuelas dejaron para siempre en el alma de estas familias?. Uno se pregunta ¿quién resarcirá el enorme daño provocado a ellos y ellas, a sus madres, a sus pequeños? ¿quién pedirá disculpas, quien pagará por daños, tanto daño y tanto perjuicio?
 
Daño hasta para poder ir a visitarlos. Daño para sacar un turno que habilite el derecho a solicitar una visa, no de turismo, no de placer, sino para visitar a un familiar en prisión. Daño para denegar esa visa a dos mujeres. Daño, siempre el daño de por medio.
 
Conseguir un turno en la Oficina de Intereses de EE.UU. en La Habana para que sus familiares les visiten es tortuoso.
Cualquiera puede hacer la prueba llamando a los dos teléfonos, solo dos líneas habilitadas para ello. Puede pasarse días y semanas intentándolo, si no tiene suerte de que su llamada sea atendida, pues no tiene posibilidad de que le den un turno.
Si tiene la enorme fortuna de lograr comunicar, le darán turno para dos o tres meses más adelante, esto es en el mejor de los casos. Esto que parece salido de un cuento de Kafka tampoco termina aquí, luego del turno viene la entrevista y luego de ella esperar las ordenes de Washington por sí o por no que pueden tardar otros 6 meses. 
 
Cuando se viaja por placer la respuesta es inmediata. En el caso de las Cinco familias no. Cuando se tiene al esposo, al hijo o al padre encerrado en una prisión de máxima seguridad en otro país, sin haber cometido delito alguno y habiendo sido declarados inocentes por un Tribunal superior como el de Atlanta, esto se convierte también en un daño, otro pecado, otra forma de tortura de las muchas que se han cometido con los Cinco y sus familias. 
 
Hemos escrito 16 veces al Fiscal General de Estados Unidos exigiendo la libertad inmediata de los Cinco. Lo hemos hecho desde los cinco continentes. Nos acompañan en este reclamo miles de hombres y mujeres del mundo, desde Premios Nóbel a artistas reconocidos mundialmente. Solo exigimos que se respete la Constitución norteamericana y en función de ella se libere de inmediato a los Cinco.
 
"Gracias por contactar al Ministerio de Justicia", nos ha dicho 16 veces el Sr. Fiscal General de Estados Unidos.
El Presidente Bush no contesta, primero estaba en su rancho de vacaciones jugando golf, luego ocultando el crimen que acaba de cometer con su propio pueblo: los pobres del Sur que le han cambiado para siempre la fisonomía a la gran postal del Norte.
 
Nadie olvidará que un día como hoy se secuestró la inocencia y se llevó a cabo una de las mayores injusticias que ha cometido el imperio: encerrar tanta vida que nos defendió de la muerte.
 
Nadie olvida tampoco que en El Paso se discute la impunidad de uno de los criminales más grandes de la historia reciente: Luís Posada Carriles, ni el mundo ignora el pedido de extradición cursado por Venezuela. Los pueblos tenemos memoria.
 
Solo parece ignorarlo el Sr. Fiscal General y el Sr. W Bush.
Prometemos recordárselo todos los días de nuestra vida, por todas las vías posibles, hasta que los Cinco regresen a su Patria y cada uno de los asesinos de nuestros pueblos, llámense Posada, Bosh, Frometa, Basulto o Pepe Hernández sean juzgados y condenados como merecen.
 
Junto a las muchas acciones que se llevarán a cabo este día exigiendo su libertad, en La Habana se presentará un nuevo libro de Poemas de Antonio Guerrero:"Inseparables", dedicado a sus cuatro hermanos de lucha.
La libertad interior que habita en René, Gerardo, Ramón, Antonio y Fernando no la puede encerrar ni siquiera el imperio que los mantiene secuestrados.  Es por esa libertad que seguiremos reclamando sin descanso por ellos.

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Graciela Ramírez

Graciela Ramírez

Periodista argentina radicada en Cuba y activista de grupos de solidaridad a favor de la liberación de los Cinco cubanos presos en los Estados Unidos.