Cubadebate

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No llega a ser el animal sagrado que ha significado para diferentes culturas y civilizaciones; pero su silencioso andar por entre patios, arboledas y la pequeña casa, lo delatan. El se ha hecho costumbre, y en sus ausencias intermitentes se extraña. Y se le llega a amar como al más sagrado de los gatos.

EL MAR: PLACER, ALEGRIAS Y SUSTOS
Eran las 3 de la tarde de un viernes inolvidable. Irrepetible 21 de abril de 1995. Había mucha juventud reunida que extasiada, miraba hacia el mar desde un punto de la costa, cercano al Reparto Camilo Cienfuegos en Habana del Este. Ese lugar era muy concurrido por los que sabían nadar dada la ausencia de molestos herizos. Era fácil entrar al agua por donde persona alguna tocaba fondo de pie. Existía una plataforma de concreto con varias grampas de sujeción que permitía a los bañistas deslizarse suavemente para entrar al agua, o parados sobre ella, utilizarla como trampolín. Nadie se bañaba porque había oleaje. A la derecha e izquierda de la plataforma, las olas pegaban con fuerza sobre el arrecife, provocaban remolinos de espumas blancas y cada dos o tres embestidas se producía una breve retirada de las olas para nuevamente volver a golpear. De forma inesperada un adolescente de 13 años, con el impulso de la carrera que traía, se lanzó al agua y comenzó a nadar alejándose de la plataforma. Evidentemente conocía el lugar, pero no se percató que el mar no estaba igual a como en quietas aguas se había bañado en ocasiones anteriores. Ese jovencito había venido acompañado de su madre, pero se adelantó a ella en loca carrera. Cuando su madre visualizó dónde estaba el hijo, reaccionó en forma desesperada. Comprendió el peligro inminente que estaba corriendo su hijo. Como relámpago vino a la mente de su Madre cuándo y cómo lo había enseñado a nadar, de cómo él se sostenía en el agua, pero… no sabía flotar para reponerse del cansancio. Él le decía a ella estar cansado, pedía ayuda para flotar, recuperarse del cansancio y luego retornar a la orilla. Con mucho apremio la Madre calzo sus patas de rana y con la careta y esnórquel en mano, se lanzó al agua. Con prontitud se puso a su lado, le dio fuerte regaño y lo conminó a nadar de regreso por delante de ella. Ella le daba dos o tres brazadas de ventaja para visualizar si se cansaba o si lo veía en aprietos. Inesperadamente el joven dio un grito aterrador, los ojos se le desorbitaron de espanto, regaló al mar su careta y gritaba desesperado de dolor: ¡Barquito Portugués! ¡Barquito Portugués! Esa agua mala llamada así, tiene un cuerpo en forma de globo y posee tentáculos que alcanzan hasta un metro de largo, tiene ventosas que se adhieren al cuerpo y descargan una sustancia urticante que producen quemaduras. Las víctimas la describen como un fuerte corrientazo eléctrico o la caída sobre sí de agua hirviendo, cualesquiera de las dos provocan dolor insoportable. Con la velocidad de un relámpago la Madre lo abrazó y con voz firme le dijo: no grites, aquí va tu vida y la mía, ¡sujétate! El regreso no podía hacerse por donde se visualizaba una gran concentración de Barquitos Portugués, había que nadar paralelo a los arrecifes y eso representaba alejarse de las aguas malas, pero también de la plataforma de concreto por donde era imprescindible la salida. Ya alejada se presentaba otro peligro que podría ser mortal: que las olas los arrastraran y estrellaran contra los arrecifes. Pero ella asumió el reto. Mientras tanto, se oían muchos gritos que provenían de los espectadores: ¡Así No! ¡Por ahí no! Otras voces femeninas conminaban a los varones a que se tiraran a ayudar, pero nadie lo hizo; en esas circunstancias era una lucha de dos por la vida: la loba marina con su cachorro en peligro. Alejada de la concentración de aguas malas y peligrosamente más cerca de los arrecifes, la Madre con su Hijo emprendió el regreso hasta acercarse a la plataforma donde muchas manos se tendían para ayudar en el momento que la cresta de una ola los elevara. Al primero en sacar del agua fue al Joven que gemía de dolor. La Madre debió esperar otra cresta de ola para que las manos de varios jóvenes sujetos de las argollas de la plataforma de concreto la ayudaran rápidamente a salir. Ya ambos fuera del agua, los presentes se concentraban alrededor del joven David, así se llama, que ya estaba siendo socorrido. Un pomo de refresco frio que alguien llevaba lo vertían sobre las ventosas que retiraban de su cuerpo: cuello, abdomen, un brazo y las dos piernas; otra madre allí presente le sostenía la cabeza, lo acariciaba, lo reanimaba, le decía palabras dulces y de consuelo, tratando de calmar el dolor que él no lograba reprimir. En un carro que milagrosamente estaba cerca fue llevado hasta el Hospital Naval. Cuánta prontitud y humanidad fueron desplegadas por los pediatras que inyectaron y dieron los primeros auxilios. Luego fue trasladado al Hospital Pediátrico de Centro Habana donde fue hospitalizado. Durante tres días: sueros en vena y curas con lociones que refrescaban las lesiones, que aún picando y/o ardiendo, no se podían rascar. Eran quemaduras oscuras en muchas partes del cuerpo. El paciente David tenía una sola interrogante: ¿esas manchas se quitarán? Más de un joven galeno expresaron no haber visto en vivo algo semejante. Fue allí, en ese excelente Hospital Pediátrico, donde un Profesor Médico que también lo asistió, expresó haber escuchado por la radio una alerta dirigida a la población de que se abstuvieran de ir a la playa por un arribazón de Barquitos Portugués que se acercaban a nuestras costas. Una cosa más aprendida: hay que oír noticias. Todos hubiéramos ahorrado tiempo de un paseo grato pero inconcluso y tampoco hubiéramos sido espectadores de tantos minutos de susto ante lo que pudo ser un triste desenlace. Para los actores de este relato quedará un perenne recuerdo también de susto, con final feliz y más experiencia.

Les dejo estos dos microrelato o minicuentos

Persistencia
El cántaro regreso por enésima vez al pozo...lo encontró vacio.
Apocalíptico
El ruido era atronador, unos gritaban que seria una epidemia, otros que un meteorito, los mas que el cambio climático. Mientras el dinosaurio sonreía a un costado del salon

A la Orden.

Suena el teléfono, me fijo en la hora, que raro 3:00 AM, el niño se despierta, mi mujer lo logra controlar, contesto, se me ase un nudo en la garganta, con tan solo cinco palabra del lado allá del auricular, no pude conciliar mas el sueño, llego más temprano que de costumbre a mi empresa, me dirijo con una carta en mis manos hacia la oficina del director, extiendo el fax en sus mano, lo abre y me dice no me jodas chico, y esta broma de mal gusto qué cosa es, le contesto, no es ninguna broma, ahí está mi baja del centro y también le entrego mi carnet del partido, me va a replicar algo pero no lo dejo, le viro la espalda y me voy. Me dirijo al lugar donde se originó la llamada telefónica, no hay tiempo que perder, me dicen, abandonas el país dentro de dos horas, cuando llegues a los Estados Unidos te estarán esperando. A la llegada hago una llamada a mi casa, una voz dulce y serena contesta al teléfono, felicito a mi hijo por sus seis añitos y me dice, papito te espero después del trabajo para irnos al zoológico, hablo con mi esposa y automáticamente me dice que no me retrase, le digo que abandoné el país, que me canse de pasar trabajo y de aguantar apagones y que lo hago por un futuro mejor para nuestra familia, me dice deja la broma y no te retrases y me cuelga, más tarde se convence cuando tocan a la puerta del apartamento dos compañeros de la seguridad del estado y le ponen Radio Martí, ahí me escucha dando mis motivos de la salida del país, entró en pánico, ese no es mi marido decía, el es un revolucionario, eso pensábamos todos dijo uno de ellos, pero la realidad demuestra lo contrario... Solo después de diez años pude relevar esas cinco palabras de aquella noche: HAY QUE SALBAR LA REVOLUCIÓN.

Comienza la aventura.
Corría Octubre del año 2010, habían transcurrido tres desde mi graduación como médico, cuando me sorprendió la noticia de un diplomado en Terapia Intensiva, el fin ; se decía, cumplir misión internacionalista en Venezuela, y la idea a decir verdad no me desagradó para nada.Por esa fecha ya tenía a mi hija Roxana próxima a cumplir su primer añito de vida ,y realmente no me encotraba bien economicamente, había terminado tres años de servicio social en Plan Turquino y necesitaba nuevos aires, tanto de superación profesional como de desenvolvimiento económico.
Pasaron seis meses,terminé satisfactoriamente el diplomado y rondaba la incertidumbre de cuando sería el tan esperado llamado para comenzar el andar por ese camino desconocido que era la colaboración médica en Venezuela, hasta que a finales de Julio llegó la anciada noticia de la partida.Como buen cubano y primerizo en estos andares ya había pedido prestado un dinerito,para comprarme una muda de ropa nueva, garantizar mi estancia en la CUJAE y cambiar unos dólares al llegar a la patria de Bolívar, para no estar “arrancao”.Con el buen desempeño en el curso y la experiencia adquirida trabajando en los servicios de Emergencia,Unidad de Cuidados Intermedios y Unidad de Terapia Intensiva de el Hospital Celia Sánchez en Manzanillo, tomé rumbo a La Habana el 28 de Julio de 2011,dejando atras a mi niñita de año y medio y al resto de mi familia,además faltando pocos días para la llegada al mundo de mi segundo hijito(Marcos). El triste adios transitó con opresión en el pecho,taquicardia, un asfixiante nudo en la garganta y un fino rocio que humedecia mis ojos, pero al mismo tiempo, con una sensación de que un nuevo horizonte de aventura y prosperidad era mi destino.
Pasó una semana en la UCCM(Unidad Central de Colaboración Médica) que pareció un año, entre charlas,papeles,colas y mosquitos no hacían de la estancia la mejor de las mismas, además de los testimonios de algunos desdichados como: llevo un mes aquí y no salgo en vuelo,mi pasaporte no aparece o se venció,no me han acuñado la visa,o no aparesco en el listado para la misión ,y otros similares ,que creaban una incertidumbre y estrés constante que solo podian ser un poco atenuados en los raticos de oro negro.
Pasado ese tiempo llega por fin la hora de partir a la esperanzante aventura, lleno de euforia a lo desconocido,impaciente por ayudar a los necesitados de mis conocimientos médicos y comenzar a obtener mis ingresos para ir construyendo de a poco el futuro de mi familia.En el aeropuerto no eran muchos los tramites y tampoco las colas para despachar el menudo equipaje, pues el viaje de ida se hacía con lo necesario e impresindible para pocos días.
Era mi primera vez en un avión y sinceramente pensé que sería una experiencia más desagradable, no hubieron nauseas,vómitos ni mareos gracias a el gravinol que mi madre me habia dado para llegado ese momento, solo un leve dolor y presión en los oidos al tomar una altura considerable que desapareció después de pocos minutos.El tiempo estimado de vuelo eran dos horas y treinta minutos hasta el aterrrizaje en Maiquetia, no me perdí un detalle que pudiece ofrecerme la pequena ventanilla ovalada y de grueso cristal de aquella no muy confortable aeronave.Entre turbulencias, charlas fraternales, averiguaciones sobre los destinos de cada cual e impaciencia me sorprendió una voz que comunicaba la proximidad a nuestro destino. El tubo, como jocosamente le llamamos los cubanos a el avión se posó sin contratiempos sobre la inmensa pista,y un aplauso que nos sorprendió a los novatos se hizo escuchar, salido de las ya más experimentadas manos de los que retornaban de vacaciones o por segunda vez de misión para halagar la buena maniobra del piloto; de eso nos enteramos después.
Medio anodadados por el viaje y el nuevo ambiente bajamos la escalera hasta la pista, caminamos hacia el interior del vistoso aeropuerto, donde después de pasar los controles aduaneros y recoger el menudo equipaje nos esperaban dirigentes de la misión médica, para ofrecernos la bienvenida y tener el primer encuentro con el nuevo grupo de entusiastas colaboradores cubanos.Recuerdo esa reunión donde se nos explicaba las medidas de seguridad que debiamos tomar al estar en un entorno nuevo,que nada se parecía al experimentado hasta ese momento en nuestras vidas,pues los tiroteos, atracos y otras manifestaciones de violencia no son muy frecuentes en nuestro suelo,que desde ya se comenzaba a extrañar.Una vez finalizada la reunión tomamos una merienda que ya sabía diferente, un emparedado de jamón y queso con un jugo natural que no llamaron mucho la atencion con respecto a lo que se observaba a través de los cristales que daban a la calle...

"Puedes verme"
Helena vive su vida tan agitada y deprisa ,con problemas económicos y familiares.Una tarde después de salir de su trabajo en un callejón cerca de allí se encuentra un chico llamado khristian ,asustado y delirando a la vez.Al verlo va a socorrerlo,cuando este la ve venir hacia él se da cuenta que Helena podía verlo,Khristian intenta explicarle lo que le sucedió, Helena pensaba que este chico se le habían "quemado los cables " luego de varias horas Khristian le cuenta lo que había sufrido un accidente y como llegó a ese callejón ,él había muerto y por lo tanto era un fantasma que vagaba..Después de varios días que Khristian le contaba a Helena sobre su vida y esta a la ves estaba comprendiendo todo ocurre algo inesperado donde Khristian se da cuenta que había una razón por la que Helena podía verlo y comenzó a investigar y después de tanto buscar en el accidente que él tuvo también murió una chica escuchó,Helena era un fantasma que no aceptaba la realidad y su espíritu vagaba como una persona viva.
Un día Helena decide visitar a su familia fuera de la ciudad,al llegar se encuentra a toda su familia de luto y se entera que su madre fue internada en un instituto psiquiátrico por la perdida de su hija en ese momento Helena sintió un fuerte apretón en el pecho y empezó a sentir el vacío y todo entorno a su alrededor ya no era lo mismo, ya nadie la veía o la escuchaba. Entonces comprendió mucho de lo que Khristian le habia hablado y como podía verlo..Después de un largo viaje de carretera,y de aceptación Helena y Khristian deciden seguir su camino juntos.

Aquella mañana salimos de la casa aún en contra de las indicaciones dadas de no hacerlo teniendo en cuenta la situacion política tan caótica que atravesaba el país. Pero ya me venía mi período y no tenía almohadillas sanitarias para asistirlo, además, la tiendita de Doña Inés quedaba a menos de 10 metros y otra compañera nuestra se encontraba en mi misma situación fisiológica. Así que salimos ella, mi esposo y yo, con pasaportes y credenciales en nuestros bolsillos para estar debidamente identificados si por azahar la policía nos interceptaba. 10 metros, solo 10 metros nada más, que podía pasar en tan solo 10 metros y en una salida de tan solo 15 minutos? pensaba una y otra vez yo para generarme algo de traquilidad cuando ya la ansiedad y el pánico comenzaba a crecer. Por suerte,no fue uno d esos días en que Inés demoraba horas y siglos en salir de su casa que quedaba en la trastienda, ella estaba ahí mismo detrás de uno de los mostradores. Su reacción inmediata al vernos es la razón y esencia de este relato. Sus lágrimas saltaron y con voz entrecortada por la emoción contenida y su típico acento de hablante de aymara, nos dijo en español "¡Ay doctorcitos! !Ya se nos fue el Evo, y ahorita se nos van ustedes! Nosotros los pobres muy tristes estamos, ya no seremos nada, ya muchos se han vuelto al campo, y mi familia y yo ya lo haremos también, pues aquí ya no nos querran. Volveremos a cocinar con leña pues el gas nos quitarán y todo volverá a ser como antes, cuando no teníamos nada para comer, ni a ustedes para curarnos. Su dolor fue contagioso entre nosotros tres, y mientras ella se secaba sus lágrimas con su mandil de tela de aguayo, mi esposo, con la firmeza que lo ha caracterizado siempre a la hora de decir lo que piensa le dijo "Ahora tienen que luchar, doñita. Tienen que llamar a la guerra y luchar. No se dejen arrebatar lo que con tanto sacrificio han logrado. Luchen y defiéndanse. Mis ojos y los de nuestra compañera no cabían en sus órbitas,y de nada sirvió q con mi mano le apretara con fuerzas casi dolorosas la de él para que se detuviera y se callara, pues la situación política y la manipulación mediática que había en nuestra contra para nada que favorecía aquello que él acababa de aconsejar. ¡¿"Pero se habrá vuelto loco ahora?!" Ya le tenía preparado mentalmente un discurso soberano de regaño con enojos de esos que él ya conocía cuando hacía algo que no me gustaba apenas llegaramos a la casa. Pero decidi ceder y no hacerlo pues ya eran demasiados los días aciagos y de estrés y noches sin dormir vividos desde el 20 de octubre cuando todo cambió para mal. Solo atiné a preguntarle que por qué le dijo eso a la cholita Inés. "Tienenque hacerlo, Ali. Les queda El Alto y El Chapare para que luchen y se fajen con sangre derramada si es necesraio. Nosotros lo hicimos, luchamos por casi mas de 100 años, y aunqe muchos murieron lo logramos, y 60 años después aquí estamos".

Buenos días! Podría alguien decirme a que correo enviar los microrrelatos o alguna dirección específica. Urgente. Gracias

No son los perros los únicos habitantes irracionales de mi comunidad, pues han existido canarios, sinsontes, cotorras, guacamayos, hámster y hasta cocodrilos, pero sin dudas los más abundantes después de los perros, son los gatos.
Los gatos son algunos de los animales de compañía más apreciados y nuestro caso no es la excepción, no obstante la mayor cantidad de felinos no se encuentra en el interior de los apartamentos, sino en las áreas exteriores del edificio, donde realizan la mayoría de sus actividades habituales, tanto de día como de noche.
Los “domésticos” son bien atendidos por sus respectivos dueños, por el contrario los “independientes”, a cambio de su mayor libertad de movimiento, dependen de la misericordia de algunas almas caritativas que asumen la obligación de garantizar su supervivencia.
Destaca entre estos protectores de animales una vecina, esperada cada tarde por los cuadrúpedos que se concentran en los lugares acostumbrados y una vez ahí la siguen como los niños que acompañaban al flautista de Hamelín de la leyenda alemana, aunque en este caso la melodía es sustituida por el olor emitido por los alimentos, que con su fino olfato ellos advierten.

Olor a Patria

Soy el despertar de cada mañana que sale al patio semidesnuda en un invierno tropical, se sienta bajo el árbol de naranja agria con una tasa de café recién colada, para que la frialdad me embriague, me acaricie la cara, me vuelva los pómulos rojos y el color de mis ojos se intensifiquen. Soy el frio que entra por mi piel en ese día invernal, me entumece los huesos y me deja en un letargo agradable bajo un cielo sin nubes lleno de estrellas, no importa la estación del año para él siempre es primavera. Café que calienta mis manos con callos por los años, que han labrado mi futuro y hoy guían mi presente, lleno de glorias. Donde sé el valor de cada pequeña cosa y donde el valor del dinero desaparece cuando aparece el amor, ese amor loco pero sensato que encuentras en el camino muchas veces, pero que solo sabes ver en pocas ocasiones. Vuelvo a mi taza de café que me acompaña, tiene un olor inigualable porque es nuestro, cultivado por personas laboriosas que se levantan al alba y conservan la alegría de la vida, no tienen pena porque llevan su tierra en la sangre. A eso olemos, a cubanía, al café que me da los buenos días, me dice que el día empieza y será justo como yo me proponga, mi café huele a mí y yo huelo a Cuba.

Título: Burbujas
Asi partió, con su mochila al hombro y sus sueños en ella...anhelando cada uno de los pensamientos que un día se propuso lograr. Pero, será cierto eso que dicen? Será cierto que lo mejor de la vida es lo que no planificas?... quizás ella detiene el tiempo para averiguarlo, quizás se encuentre con él y juntos entren a esa burbuja q ella pensó un día, y se llenen de sentimientos, de sueños, de metas, de trivias y de paz. "La vida es más fácil a tu lado" piensa ella.... "La vida es sólo una" piensa él. Y la sujeto a su espalda y la cargó todo el camino hasta la burbuja, sintió su corazón latir y retumbar en su espalda, sintió su respiración en el cuello, sintió sus palabras susurradas..."estamos llegando?"..."falta bien poco" pensó él. Y la sentó a su lado, la rodeo con sus brazos y le dijo de la burbuja, le dijo la inmensidad de sus dimensiones y la fortaleza de sus paredes, le dijo de su interior brillante y puro, le dijo q pronto estarían juntos. Ella sonrió como antes, ella acarició su rostro y le prometió sonreir siempre, le prometió amarlo por siempre...y él lloró...la abrazó, la besó y la perdonó por no entrar a la burbuja con él....

El Sol y la Luna (parte II)
Nasamo

Lo que el mundo ignora, lo que nadie sabe, es que en los días nublados y noches vacías, el Sol y la Luna, se juntan. Las estrellas se apagan, y las nubes cubren como mantos negros el firmamento. Nada puede perturbar a los amantes.
Allá donde no alcanza la agudeza visual humana, en una copula de pasiones, se ocultan, se abrazan , se entregan. El cosmos se detiene mientras la unión perfecta alcanza su máximo esplendor. Entonces una lluvia de estrellas cae sobre el Universo. No habrá fenómeno más hermoso, que la danza de las estrellas, invocando un suntuoso escenario.
Pero el mundo espera, y nuestros astros amantes tienen que decir adiós. Un poco de la esencia del sol queda en la Luna, y el alma de la luna se lleva el Sol. No podrán estar juntos siempre, no hay eternidad para los que en la distancia se aman.