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Del amor, los libros y mis 22 años

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David en la Facultad de Comunicación

Me robaron un libro de García Márquez en mi aula. No hace mucho. Después de buscar por todos los asientos y revisar minuciosamente mi mochila me convencí de haberlo perdido. Me paré entonces y grité lo que nunca creí que diría: "la madre pa´l que me cogió el libro de García Márquez". Nadie dijo nada, mis socios más cercanos sonrieron, el resto de la clase continuó en sus tareas (que no son muchas).

Al final no me importó demasiado. El libro no me gustaba y la verdad me decepcionó. La típica historia de un muchacho de 22 años (mi edad por cierto) y su conflictos existenciales y reales. Sus problemas "más graves" giraban en torno a una muchacha (¡qué sorpresa!). Después de un tiempo junto se separaron y no encontré en la historia ningún elemento convincente para que lo hicieran.

No. No era esa la historia, me confundí. Era sobre un viejo y su relación con una niña. Pero había alguien de 22 años, una muchacha, una despedida, dolor, lágrimas, más dolor, besos, malas palabras y caricias. Había todo eso pero ahora no sé si era en la novela del Gabo o en el otro libro, el de Benedetti. Me perdí. Mejor cuento lo que recuerdo y después aclaro de dónde salió.

Digo adiós como quien siente que será el último y nunca antes lo había sentido así. Fue una sensación extraña y difícil, sin dudas. Hago como que me voy pero cuando ella se vira me detengo a mirarla. Abre la puerta, entra y en un último instante, en un espacio más breve que un suspiro, nos miramos. Ella sabe que me quedé. Lo peor de la despedida fue el beso, no el que nos dimos, sino el que deseé, ese que por buenas e innombrables razones no le di.

A cada paso me debatía entre quedarme y virar. Tenía tantas ganas de detenernos entre los dos una vez más y pararlo todo. Al carajo todo, mi carrera, mis amigos, mi familia, mis miedos, mis sentimientos, al carajo Obama, yo quería quedarme junto a ella una vez más. Pero seguí caminando con la certeza de que nos volveríamos a ver, quizás con rencor, reproches y sin gustarnos, pero estaríamos parados uno frente al otro y entonces todos sabrían que un día nos quisimos.

A mis  22 años todo es muy simple y complejo. Las relaciones de pareja rara vez escapan de la presión social, locuras, pasión y los celos (ay, los celos). De todas formas si sufro un poco lo agradezco, pues me parece que no voy por mal camino. Sentir es vivir (o eso creo), y con cada separación recuerdo que tengo sangre en mis venas y en el fondo, debajo del dolor, me alegro.

Una vez más me refugié en Julio Cortázar. En tiempos de mal de amores, Rayuela es mi Biblia; nunca he entendido muy bien de qué va el libro pero no me hace falta para sentirme mejor. De solo pasar sus páginas, de saltar del capítulo 31 al 7 y después al 58, de perderme en los neologismo cortazarianos y los razonamientos filosóficos de Horacio Oliveira, me siento bien. No pretendo indagar en mi comportamiento para no perder la magia.

El asunto es que esta vez parece que actué con más sensatez y me niego a madurar. Heráclito dijo que la fruta madura es la que está más cerca de podrirse y yo renuncio a crecer. De todas formas perdí "güiro, calabaza y miel", como dice mi padre que nació en el campo, y antes de poder reaccionar sentí un bloque, de los grandes, en mi pecho y aunque no lloré tuve ganas de gritar.

Ella me habló, yo la escuché, me dijo un par de razones, yo las refuté pero igual no las retiró. Estaba parado frente a ella y aunque logré quitarme el bloque de las costillas me sentía solo. Estábamos en medio de la calle, con carros, guaguas, un par de perros callejeros, ella sentada, yo solo. Conversamos hasta que sonó el cañonazo de las 9. Tú me gustas mucho pero no tanto, me dijo y sentí que el bloque viraba rápido contra las costillas y amenazaba con destruirme. Fui más rápido y le respondí algo que por respeto no puedo contar pero que la hizo pensar. Así siguió la charla durante un buen rato hasta que llegó el final inevitable, el anunciado y que esperaba con resignación: me voy, le dije, ya no somos novios.

El resto ya lo conté, me paré, le dije un adiós de dolor, la miré y finalmente caminaba en medio de la noche en busca de una guagua que me devolviera a mi casa.

Lo que todavía no recuerdo es si esto me pasó a mí, lo leí en el libro de García Márquez, de Benedetti o el de Vargas Llosa que me prestaron hace poco. Ya no sé qué es verdad. Tampoco sé por qué este post, creo que era porque me robaron un libro de Gabo, me leí otro del uruguayo de los poemas y tengo en la mochila "La fiesta del chivo" esperando a que me decida a "entrarle".

Mi pecho sigue con la marca de un ladrillo doloroso. Mientras, alterno Rayuela con los trabajos de Ética del Periodismo, Historia de América y Economía Política.

¿Ella? Digamos que se llama Laura, o Patricia, o Claudia y que tiene 20, 21 ó 19 años. Nada de eso es importante, ni siquiera importa si es real o no. Lo único cierto es el amor y ya no queda mucho por ahí. Pero ese es otro post.

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Se han publicado 47 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Senia dijo:

    Hooolaaa: David,no pensé que pudieras escribir algo tan "cute" como esto. La verdad que me quedé impresionada al sentirme tan cerca de lo que escribes... me tocó el corazón. Espero que no dejes de escribir cosas así que, me doy cuenta que no soy la única que lo necesita. Te felicitoooo y te quiero un montón.

  • Karen dijo:

    de verdad que tienen mucha razón, a llorar al parque niño y creo ademas que debes ponerte a estudiar que en la universidad ya estan en examenes finales

  • Denis dijo:

    Espero que aparezca

  • Yohanna (Yoyi) dijo:

    ¡¡¡¡Me encanto tu articulo :-)y son cosas q de veras suceden a diario, no te preocupes ...no esta para nada sentimental es la realidad les guste o no, me llego de veras, me kede impresionada,te felicito...... besitos David te kelo

  • yuly dijo:

    me encantó, me hizo recordar muchos momentos lindos y también tristes de mi vida. qué bueno que todavía existen personas como tú, dispuestas a otorgarle esa frescura(característica de la juventud) a espacios que desgraciadamente muchos denominan "serios". es una pena que haya personas que no se tomen unos minutos de su ocupado tiempo para leer algo como esto que te hace sonreír y querer leer más. felicidades, AVELLA

  • Anna dijo:

    Me encanto, sencillamente fabuloso, yo tambien recuro a Garcia Marquez de vez en cuando, lo del bloque en las costillas tienes razon, yo tambien lo he sentido y como tu me niego a madurar aunque hay personas que pidan lo contrario a eso, hace poco me paso una cosa muy parecida a la tuya por eso me he identificado con el articulo, muy bueno, sigue escribiendo asi.

  • Maydely dijo:

    Ahhh qué lindo! me gustó mucho, que pena que cada día haya menos personas con sensibilidad y sencillez.
    Gracias David por regalarnos un poco de ti o de nosotros mismos!

  • yoabani dijo:

    hola me gusto mucho la historia quisiera que cada día fueran mas las persona que sintieran amor por la vida

  • yoabani dijo:

    hola me gusto mucho la historia de amor

  • roberto dijo:

    esta historia de amor me gusto mucho por que en ella se declaran sentimientos profundos .

  • yosbani dijo:

    Hola amigos me gusto mucho la historia de amor por que en ella se encuentra plasmada el amor y el cariño que se siente en la vida quisiera que me escribieran a yruiz@feu.ucp.rimed.gr.cu

  • La Chiqui dijo:

    David amor mio casi eres un profesional con todas las de la ley, te felicito por tu artículo tan fresco,eres joven y para todo la juventud se impone, muy bien que le digas a Garcia Marquez GABO estoy casi segura que si no lo conociste personalmente no te hizo mucha falta porque todos los que lo amamos lo consideramos casi familia.
    Te amo corazón
    Chiqui.

  • La Chiqui dijo:

    David amor mio Felicidades. Eres genial, esa frescura e inteligencia no la pierdas nunca. Es cierto que la juventud se impone para todo,
    Bien por ti por decirle a Garcia Marquez Gabo ael lo conociamos todos los cubanos lectores.
    Te amo

  • Ruby Toledano Escalona dijo:

    David, yo también he escrito cosas que a veces solo uno entiende, pero que en ello se te va un pedazo del alma. deja ver si te llega este que escribi, no en forma de prosa, pero ahi va:ENTRE EL AMOR, TÚ Y YO
    Quiero salir a buscarte
    Encontrarte en el camino, donde te perdimos un día
    Quiero buscarte,
    Encontrarme aquel amor que tiramos por que no nos servia,
    Por que no nos importaba a los dos
    Y lo busco en el polvo del camino
    En las lluvias repentinas
    En el árbol ya caído
    En el paso de los años…
    Y es que esta en todas partes
    Menos entre tú y yo
    Y se me hace tan difícil, saberte tan cercano y tan distante
    Donde pues, quedamos los dos?
    Viviremos de recuerdos, añorando lo perdido.
    Esa será nuestra maldición, por que el amor no se improvisa
    Se nos queda prendido en el recuerdo,
    en mis pasos vacilantes,

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David Vázquez Abella

David Vázquez Abella

La Habana, 1989. Es estudiante de Periodismo de la Universidad de La Habana y colaborador de Cubadebate. Twitter: @eldavixxl

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