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Los días del agua

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Manuel Octavio Gómez, Bernabé Hernández y Julio García Espinosa, me deben disculpar donde quiera que estén, por tomar prestado para este trabajo el titulo de ese magnifico filme que inmortalizó a la pinareña Antoñica Izquierdo, y lanzó al plató a la actriz Iraida Anreus.

Sucede que regiones enteras de Cuba fueron inundadas, y hoy siguen bajo agua, debido a las intensas y duraderas precipitaciones ocurridas al paso del fenómeno tropical Ike, y a la sobretauración del manto freático en las referidas zonas, por el también tristemente célebre meteoro Gustav.

La fértil llanura del Río Cauto, y áreas intramontanas de las provincias de Matanzas, Villa Clara Cienfuegos, y Pinar del Río, estan aún anegadas pese a las redes de presas y micropresas construidas previsoramente por el Gobierno Revolucionario.

Esos embalses, en su mayoría sobre su cota máxima, vierten sus aguas que corren sin misericordia hacia ríos, arroyos, cañadas y lagunas antiguas.

Los derramamientos han puesto en colapso a comunidades, casas aisladas, e industrias, que jamás habían conocido el beso de las aguas.

También a otras construidas irreverentemente en lugares donde jamás debieron fundarse, porque significaba una ofensa a la madre natura.

En espera del retorno a la normalidad, decenas de miles de personas permanecen evacuados en albergues o solidariamente en casas de amigos o vecinos; millares de hombres, mujeres, niños y niñas han perdido los medios para la vida humana en sus casas.

Inusuales precipitaciones de hasta más de 300 mm en las actuales zonas inundadas, a no dudarlo resultado del cambio climático que afecta hoy al mundo, son el resultado de las actuales inundaciones que en algunos sitios se mantienen desde hace casi 100 horas.

El regreso a la normalidad absoluta llevará tiempo; semanas, meses, hasta años en algunos lugares.

Pero todo tiene su lado positivo. Tenemos agua, adiós a las carencias del líquido vital en Holguín, Las Tunas, Santiago de Cuba, Camagüey y otras provincias.

Nadie quedará desprotegido, sin ayuda, o abandonado a su suerte, así ha quedado demostrado desde que Roberto Roque piloto del yate Granma cayó al agua, y su arribo libertario se retrasó, y devino quizás por eso Alegría del Pío.

Los días del agua pasarán, no a la manera mágica - religiosa plasmada en el primer largometraje a color de la historia del cine en Cuba, sino con el trabajo fuerte, eficaz y eficiente de todos, confiados en la sabiduría colectiva del Partido, y la experiencia combativa de Fidel y Raúl.  

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Benito Joaquín Milanés

Benito Joaquín Milanés

Periodista de la radio cubana y colaborador de Cubadebate.