Irak: Un pasaje a lo desconocido
Algún día se sabrá toda la historia secreta de cómo y por qué el Presidente Bush decidió la invasión de Irak sin buscar primero- como era lo sensato- el apoyo de las Naciones Unidas, como le aconsejaban otros gobiernos aliados de los Estados Unidos. El pretexto utilizado por la Casa Blanca ante los foros internacionales de que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masivas fue puesto siempre en dudas por la opinión pública mundial.
La actitud obediente de Senadores y Representantes del Congreso norteamericano, tanto Republicanos como Demócratas, junto al silencio cobarde de la gran prensa de la nación- sin excepciones- llevó al pueblo norteamericano a creer dos cosas lo que no eran ciertas.
Primera falsedad: Que Saddan Hussein tenía complicidad con los atentados terroristas realizados por la organización musulmana extremista Al Qaeda el once de septiembre, actos criminales que provocaron la muerte de tres mil norteamericanos inocentes. Segunda falsedad. Que Saddam Hussein, tenía en su poder armas químicas y bacteriológicas en su arsenal militar- las famosas armas de destrucción masivas- capaces de atentar contra los Estados Unidos en una acción terrorista catastrófica de imprevisibles consecuencias.
Ni una cosa ni la otra eran ciertas. ¿ Lo sabía entonces el Presidente Bush y sus hombres más cercanos, como el vice presidente Cheney, Donald Rumsfeld, Condolezza Rice y Colin Powell? ¿O tomaron el camino que tomaron basados en informaciones de inteligencia falsas que condujeron a los Estados Unidos o a una guerra innecesaria? Algún día se sabrá hasta que punto hubo engaño y manipulación por parte de la Casa Blanca o si el engaño fue la responsabilidad consciente o inconsciente de los Servicios de Inteligencia que dieron información falsa al gobierno de Bush que actuó entonces en la creencia de que ciertamente Irak era un peligro para la seguridad de los Estados Unidos y la paz mundial.
Sea una cosa o la otra, lo cierto es que se invadió a Irak sin el respaldo de una resolución de la Organización de las Naciones Unidas. Se bombardearon y arrasaron ciudades y se ocupó ese país musulmán- la cuna de nuestra civilización occidental- provocando la muerte de miles de civiles iraquíes así también como innumerables bajas de soldados norteamericanos. El prestigio del Ejercito de los Estados Unidos fue puesto por los suelos cuando se revelaron los escandalosos actos de sádicas torturas que se realizaron contra prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Garib y en las prisiones de Guantánamo. Y para poner la situación mas grave, se ha provocado con todos estos hechos una ola mundial de rechazo a Norteamérica como nunca antes en la historia de los Estados Unidos.
En Falluja hubo una sublevación y Falluja prácticamente fue arrasada. ¿ Cuantos muertos civiles perecieron allí? No se sabe. Los muertos algún día serán contados. Pero la rebelión continúa y mientras más matan iraquíes los soldados norteamericanos, también los sublevados iraquíes matan a soldados norteamericanos como acaba de ocurrir hace apenas unas horas en un cuartel del Ejercito de Estados Unidos en la ciudad de Mosul. La guerra sigue. Y no va a terminar aunque en Irak se celebren elecciones. No fue cierto lo que dijo el Presidente Bush en un portaviones de la Armada cuando cantó victoria al finalizar la invasión de Irak y dijo: "la guerra ha terminado".
La verdad es que la guerra sigue. Y que seguirá la guerra aún después que se celebren o no las elecciones convocadas en Irak para el 30 del mes de Enero.Estados Unidos se ha embarcado en una peligrosa aventura militar que nadie puede predecir como y cuando se va a terminar. Esto peor que Viet- Nam aunque ni los políticos ni la prensa se atrevan a decirlo todavía. Es como un estrecho, largo y oscuro túnel del cual no se sabe si es peor seguir adelante o dar marcha atrás. Esta guerra es un pasaje a lo desconocido.
!Es el Infierno! Y se llama Irak.
Habló para Réplica de Radio-Miami, Max Lesnik.
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