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Crónica sencilla de unas Jornadas

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Colectivo Cádiz Rebelde

Con irregular cobertura en los medios y buena afluencia de público -creciente además en el transcurrir de las jornadas- se han celebrado en Cádiz, promovidas por la Asociación de Solidaridad con Cuba de Puerto Real y por la revista Cádiz Rebelde, las jornadas: "Cultura y libertad en Cuba."
Las jornadas han cubierto los objetivos señalados por los organizadores: explicar ante un público andaluz cuáles son los principios fundamentales, los objetivos generales y los programas concretos de la política cultural de Cuba; establecer una comunicación directa, no mediatizada por intermediarios que con mucha frecuencia son enemigos de Cuba, con los intelectuales y responsables políticos cubanos; analizar el hecho concreto de la relación de los intelectuales con Cuba; organizar un espacio concreto para el encuentro entre Cuba y sus amigos en Andalucía; y, finalmente, continuar la batalla informativa con Falsimedia, el conjunto de los medios masivos de comunicación cuyo objetivo no es informar ni debatir sobre Cuba, sino cumplir con el objetivo de destruir la revolución cubana.
En el transcurso de tres días muy intensos tuvieron lugar dos mesas redondas y una conferencia, además de diversos actos complementarios en la Universidad y en el Centro de Formación del Profesorado de la provincia de Cádiz. las Jornadas incluyeron también la presentación del libro de Belén Gopegui: "El lado frío de la almohada".

Primera jornada
El primer día, bajo el título: "Cultura y compromiso para otro mundo posible", intervinieron cuatro destacados intelectuales cubanos: Pedro Pablo Rodríguez, historiador y periodista, miembro de la Academia de Ciencias de Cuba; Armando Cristobal, escritor y miembro de la Sociedad Cubana de Investigaciones Filosóficas; Iroel Sánchez, presidente del Instituto Cubano del Libro; y Alexis Díaz Pimienta, investigador y poeta repentista.
Pedro Pablo habló, con excelente erudición y sencillez, de los elementos necesarios para el desarrollo de las culturas alternativas a la seudocultura dominante. Armando Cristóbal se refirió a algunos elementos políticos y sociales de la cultura comprometida con otro mundo posible. Iroel Sánchez ironizó sobre la "cultura bajo sospecha de Cuba" comparándola con la cultura legitimada de los "analfabetos libres" y los "hambrientos libres" de las economías capitalistas; Alexis Díaz Pimienta resumió la historia y la realidad del repentismo como elemento común de la cultura andaluza y cubana.
La Mesa, antes de abrirse al debate con el público, se cerró con una exhibición de improvisación en verso realizada por el poeta Alexis Díaz Pimienta, que entusiasmó al público asistente.
El acto central de la jornada estuvo precedido por dos conferencias en la Facultad de Filosofía y Letras: una sobre "El pensamiento latinoamericanista de Marti" impartida por Pedro Pablo Rodríguez; la otra sobre "Cuba en la narrativa de Alejo Carpentier", que fue desarrollada por Armando Cristóbal.

Segunda jornada
En la segunda jornada un conjunto de intelectuales del estado español: Carlo Frabetti, matemático, novelista y ensayista, presidente de la Alianza de Intelectuales Antiimperialistas; Eva Forest, escritora y editora; Andrés Sorel, ensayista y novelista; Belén Gopegui, novelista; y Alfonso Sastre, dramaturgo y ensayista; intervinieron en una mesa redonda titulada: "Los intelectuales y Cuba".
Carlo Frabetti, denunció las acusaciones habituales contra Cuba, comparándo las situaciones de referencia con lo que ocurre realmente en "occidente". Eva Forest planteó algunas preguntas incómodas a los intelectuales que atacan a Cuba; Andrés Sorel partió de la responsabilidad e los medios de comunicación en las terribles guerras del siglo XX y habló sobre el belicismo, la mentira y la sumisión absoluta a los grandes poderes económicos de los medios de comunicación actuales; Belén Gopegui hizo una propuesta a los intelectuales, particularmente novelistas, para que trabajasen en las realidades y las fronteras transformadas por la acción política, para que trabajes en la retaguardia de los proyectos revolucionarios; Alfonso Sastre comenzó hablando de la irregular relación histórica de los intelectuales y Cuba, partió después de la moral kantiana para hablar de la apertura de horizontes humanos abiertos por la revolución.
Antes de la mesa redonda que concluyó con un largo debate, Belén Gopegui presentó el libro "El lado frío de la almohada" contando la finalidad del mismo y las peripecias de una entrevista, publicada por Babelia, cuya intención era formular el contenido político y la intención del relato, rompiendo el encasillamiento literario de una novela de intención claramente política.
Durante esta jornada el repentista cubano, Alexis Día Pimienta, dio dos talleres de repentismo. Uno en el IES "La Caleta" para alumnos de diferentes edades, y otro teórico-práctico, para profesores de enseñanza media en el Aulario "la Bomba". El éxito y la expectación de ambos talleres fueron muy grandes.

Tercera jornada
  La tercera jornada correspondió a Abel Prieto. El ministro de Cultura de Cuba, con una sencillez natural y una simpatía extraordinarias explicó la política cultural de la revolución cubana. "Nosotros no queremos formar fanáticos, sino hombres y mujeres cultos". Empezaron con una rápida alfabetización -perseguida ya por acciones armadas de sabotaje, dirigidas desde Florida e impulsadas por los Estados Unidos- en los inicios de la revolución. Durante todos estos años, Cuba entregó miles de maestros a los países pobres del mundo, recibió a decenas de miles de estudiantes universitarios, y apoyó con técnicas y métodos de alfabetización la recuperación de la dignidad de millones de seres humanos.
Después de la alfabetización masiva, el siguiente acto notable por su carácter y su simbolismo fue la edición de cien mil ejemplares del Quijote. "Aquella Cuba de los años sesenta -dijo, con humor, Abel prieto- se convirtió en el país con mas Quijotes per cápita del mundo".
En Cuba, la cultura es el gran antídoto contra la entrada de la basura mediática y la terrible cultura de masas con que unifica, en la estupidez, el imperio.
 Con detalle, explicó Prieto, las medidas culturales expresamente dirigidas a la integración laboral de los jóvenes en una economía que está pasando por graves discontinuidades a causa del bloqueo.

El símbolo
 En la noche del día 28, finalizada la mesa redonda, una parte de los asistentes -casi cien personas-, invitados por los organizadores del acto, se desplazaron cerca de un kilómetro, hasta la Alameda Apodaca, para colocar un ramo de flores a José Martí.
Así, con el gran prosista, poeta y revolucionario, Martí, homenajeado, se simbolizó la inspiración de las jornadas: cultura y libertad, cultura y revolución, en Cuba,

Final
 Las jornadas finalizaron con el compromiso de los organizadores de repetir el próximo año la experiencia y extenderla a algunos lugares del resto del Estado. Así será, así se hará, sin duda alguna.

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Antonio Maira

Antonio Maira

Dirige el diario digital InSurgente y es uno de los editores principales de la publicación Cadiz Rebelde. Vive en Cádiz.