Martí, municipio del noreste de Matanzas vive tiempos de reanimación. Desde el desmantelamiento de los centrales azucareros, y la depresión de la industria correspondiente, los pobladores refuerzan otras áreas de su economía, como la agricultura, apelando a mucho más que el azaroso régimen de lluvias: invierten horas, sudor.
Amanece en Martí. Foto: Alejandro Ramírez Anderson
Casita sobre pilotes. Foto: Alejandro Ramírez Anderson
Cayos de las Cinco Leguas. Foto: Alejandro Ramírez Anderson
Campesino. Foto: Alejandro Ramírez Anderson
Antigua locomotora de central. Foto: Alejandro Ramírez Anderson
Encargada de protección en las ruinas del central. Foto: Alejandro Ramírez Anderson
Donde habita el olvido. Foto: Alejandro Ramírez Anderson
Huella de la abundante lluvia de estos días. Foto: Alejandro Ramírez Anderson
Salina. Foto: Alejandro Ramírez Anderson
Envase del producto. Foto: Alejandro Ramírez Anderson
El nombre del municipio se adivina a cada paso. Un "rincón martiano", en el que a los tradicionales se les añade a escala pequeña la casita en que nació el Apóstol. Foto: Alejandro Ramírez Anderson
"La lluvia deja, la seca no", dicen los pobladores de Martí. Hace alrededor de 20 años, no se registraba tanta lluvia. Foto: Alejandro Ramírez Anderson
La Atenas de Cuba guarda entre sus columnas. Foto: Alejandro Ramírez Anderson
Fauna del mayor humedal de Cuba después de la Ciénaga de Zapata. Foto: Alejandro Ramírez Anderson
Jornada de trabajo al sol de Martí, en Matanzas. Foto: Alejandro Ramírez Anderson
Geniales estas fotos.
Me encantan.
Saludos