Kamilo 100fuegos: En la hondura de un país
"Porque tu nombre celestial Camilo
es muy grande y no cabe en el estilo
del molde estrecho que el parnaso encierra.
Pasarán muchos siglos todavía
y cuando llegue de tu fecha el día
habrá luto y dolor sobre la tierra".
Noel Guzmán Boffill
Una semana después de que Anisia cumpliera ocho años supo, por la voz entrecortada de su maestra Graciela Pinillo, que Camilo había desaparecido. No pudo explicarse cómo una niña de su edad lloraba por alguien que jamás había visto, más allá de una pantalla de televisión. ¿Cómo se calla una voz que días antes hablaba enardecida frente a todo un pueblo, ovación tras ovación? ¿En qué momento se disemina la sonrisa de un hombre en la hondura de un país, y se hace eterno?
Salió corriendo de la escuela primaria “Carlos Manuel de Céspedes”, en el municipio matancero de Cárdenas, hacia su casa. “No recuerdo ni por qué puerta salí para la calle. Llegué a la casa y abracé a mi mamá. Llorábamos las dos. Ella siempre sintió mucho cariño por Camilo y los niños también tenían tremenda empatía con él. Siempre se estaba riendo”, recuerda.
Anisia Villarreal –jubilada y profesora de Historia– cuenta que su mamá percibió que se había escapado de la escuela y fue a hablar con Graciela, “una excelente maestra, porque ¿cómo era posible que yo me hubiera ido del aula y ella no se había percatado de eso?”. A lo cual la profesora respondió: “Soy tan sensible como su hija, y cuando supe la noticia me pasó lo mismo que a ella”.
Ahora, a sus 69 años, Anisia dice, como si resumiera al Héroe de Yaguajay en una frase, que “Camilo era extremadamente querido por la gente”.
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Dicen que era un hombre de pueblo. Y lo fue. Su primera casa, entre las callejuelas empinadas e irregulares de Pocito, entre San Anastasio y Lawton, fue tan “lujosa” como podía ser la de dos emigrantes hispanos que vivían con el salario intermitente de un sastre, tenían otros dos hijos y padecían la crisis económica y política provocada por la dictadura de Gerardo Machado.
Peregrinó por varios alquileres con su familia. Cazó mariposas con los amigos, tal como dictan los Dos Milagros de Martí. Hizo travesuras, se fajó, nadó y jugó pelota. Un niño común. Ahorró el dinero de su merienda para colaborar con un hogar de huérfanos españoles. Recolectó ropa y comida para enviar a España en medio de la guerra civil.
Se apasionó con el arte. Transformó hojas de álamo, por costumbre familiar y con un poco de pintura, en marcadores de libros. Hizo dibujos. Matriculó en la escuela anexa de San Alejandro e intentó esculpir algunos rostros en piedra. Renunció para ayudar a la economía familiar. Y fue mojador de telas, mozo de limpieza, el mejor dependiente de la sastrería El Arte (cosas del azar). Heredero de las dotes danzarias de Emilia, su mamá; de las ansias de justicia de Ramón, su papá. La precaria situación que imponía el batistato a la Isla lo hizo emigrar con apenas 21 años.
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Kamilo 100fuegos –como firmaba muchas de sus cartas a familiares y amigos– salió de Cuba en la primavera de 1953 rumbo a Estados Unidos, donde vio la posibilidad de ayudar a su familia, mejorar la economía del hogar y echarle una mano a los suyos con lo poco que ganó después, como sastre, en un taller de confecciones de Nueva York, o como ayudante de cocina en un Yacht Club de Long Island.
“Durante todo este tiempo que Camilo estuvo en Nueva York, más o menos siete meses, estuvimos vinculados a una organización patriótica de cubanos exiliados, Acción Cívica Cubana, que editaba un periódico que se llamaba La Voz de Cuba, para el cual escribió varios artículos. José Antonio Pérez era administrador de este periódico y nos vinculó a esta organización patriótica; participamos en actos y manifestaciones antibatistianas, antitrujillistas, antisomocistas, etc.
Recuerdo que al producirse los sucesos del Moncada, en julio, nos reunimos para ver de qué forma apoyar y colaborar con la causa de los asaltantes, pues este hecho nos había conmovido mucho a todos”, rememora su amigo y compañero de viaje, Rafael Sierra.
En carta a Reinaldo, hermano de Sierra, Camilo escribe desde San Francisco cómo conoció del asalto al cuartel en Santiago de Cuba:
“No puedo escribir cómo me sentí aquel domingo en que escuchando la radio dieron la noticia ‘que se estaba peleando en toda la isla’; fue tal mi desesperación que no tenía otra idea de ir para allá, como fuera; horas más tarde, cuando andaba en busca de los medios, salió en las primeras páginas de los periódicos que el intento insurreccional había fracasado. Ese ha sido el día que más he querido a Cuba; fue ese día que le di gracias a la madre natura por habernos ofrendado una tierra como esa el día de la creación, una tierra donde sus hombres de arrestos mambises, y arrojo sublime, se lanzan a la muerte, antes que vivir de rodillas”.
Al vencerse la visa en territorio estadounidense, Camilo y Sierra fueron deportados hacia México en 1955 y de la nación azteca a Cuba. Un año más tarde regresó a San Francisco, pero esa vez con el objetivo de recaudar fondos para viajar a México y unirse a los futuros expedicionarios del yate Granma. Así lo recuerda Sierra:
“Después de unos pocos meses, que le sirvieron para recaudar los fondos económicos necesarios para el viaje y la estancia, Camilo marchó hacia México. Isabel y yo fuimos a despedirlo a la terminal, recuerdo que iba vestido con un saco sport y nos despidió con su franca sonrisa. Ninguna de las dos personas que lo despedíamos aquel día nos imaginábamos entonces que llegaría a ser el héroe legendario que es hoy”.
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Desde hace algunos años abuela no va al litoral a echarle flores. En la costa norte de su Cárdenas natal comenzó esa tradición hacia el hombre de las mil anécdotas, como lo definiera el Che. Allí, el 15 de noviembre de 1959, los cardenenses desfilaron hacia el litoral para despedirse de Camilo. Pero abuela Luisa ya no va hasta la costa. Lo hizo en su juventud.
Sin embargo, en este octubre vuelve a hablarnos de Camilo, así, sin apellidos, como se nombra a la gente cercana:
“Alumnos y profesores salimos de la escuela. Recuerdo que había mucha gente llorando en la calle. Fue por la mañana. No había llegado el receso todavía. Aquello fue muy fuerte. Los cubanos sentíamos un cariño grandísimo por él”.
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El jueves 29 de octubre Fidel suspendió una reunión del Consejo de Ministros al conocer la noticia. Cuentan que en los días de búsqueda, apenas comía ni tomaba agua, mientras dirigía la investigación desde una aeronave.
El Che fijaba la vista en el mar a bordo de un avión C-46. Almeida, Raúl, Celia, su hermano Osmany Cienfuegos… más de 50 aviones escrutando el cielo. Barcos mar adentro. Nada.
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“Camilo no era universitario, pero había que ver cómo le hablaba al pueblo sin un papel y la gente le aplaudía. ¡Fíjate en quién confía Fidel para hacer la invasión a Occidente! Ahí estaba Camilo y el Che”, dice Roberto Blanco Trujillo, quien fuera combatiente internacionalista en Angola, y recuerda cuando una emisora afirmó que el Héroe de Yaguajay había aparecido: “El pueblo se lanzó pa’ la calle. Los carros pitaban. Cuando se supo que era falso, la gente viró pa’ sus casas con una tristeza del carajo. A Camilo todo el mundo lo quería”.
Roberto estudió en el primer curso de la Escuela Militar “Camilo Cienfuegos” de Matanzas y recuerda cuando en 1969 fue seleccionado junto a otros estudiantes para un viaje a Argelia.
“De regreso a Cuba subimos al avión en Árgel, la capital, y vimos a la mamá, el papá y Osmany, el hermano. Se emocionaron cuando supieron que viajarían junto a una delegación de camilitos de todas las escuelas del país. Me acuerdo del viejo: muy sociable, con sombrero y barba igual, pero ya canosa. Se parecía mucho”.
Si en algo coinciden muchos cubanos es que el Señor de la Vanguardia era un hombre de pueblo. Roberto es uno de ellos: “Fíjense que hoy, a 61 años de su desaparición física, seguimos hablando de él. Y cuando tantas personas lo recuerdan así, óiganme, no pueden estar equivocadas”.
El Che tampoco se equivocó cuando dijo que “Camilo, el guerrillero, es objeto permanente de evocación cotidiana”, aunque se hable más de él en fechas históricas y los 28 de octubre sigan siendo, por lo general, días grises en esta Isla.
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Nosotros apenas rozamos los veintisiete años. Roque Dalton, el poeta, versó que tenerlos “es una de las cosas más serias”. A decir verdad, hoy nos embarga un sentimiento de inutilidad espantoso. ¿Qué hemos hecho? ¿Qué haremos?
Veintisiete años. ¡Camilo Cienfuegos tenía veintisiete años cuando el Cessna 310, número 53, rojo y blanco, desapareció! Solo vivió 301 días del triunfo revolucionario. Pero fue legendario, como alguna vez dijo Vilma Espín, desde su nombre “lleno de fuerza y poesía” hasta su muerte, mítica y aún dolorosa.
Consulte además:
- El último discurso de Camilo Cienfuegos (+ Fotos y Video)
- Descargue el libro “¿Voy bien, Camilo?”
- Contra Fidel ni en la pelota, a todo color
Bibliografía consultada:
Camilo Cienfuegos. Diario de un joven revolucionario. Editorial Ocean Sur. 2018.
La Guerra de Guerrillas. Ernesto Che Guevara. 1960.
- “Pago el doble que cualquiera”
- El periódico Patria fue, es y seguirá siendo siempre la voz viva de lo mejor de nuestro pueblo
- Isla de Pinos y el Tratado Hay-Quesada: Una historia que debe ser recordada
- Fidel Castro: “Esta generación aprendió de aquellos héroes” (+Fotos y Audio)
- Hallan una fosa común que podría ser la mayor jamás excavada en Europa
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Buenos dia. Hoy es un dia memorable para todos los cubanos. El articulo referido a Camilo estuvo excelentemente escrito. Lo que no me gusto fue que en el titulo se escribiera Kamilo 100fuegos en vez de Camilo Cienfuegos como es lo correcto. El nombre de nuestros heroes y patriotas debemos respetarlo y escribirlo correctamente.
Buenos días, Pedro. Muchas gracias por su comentario. Si leyó completo el trabajo hay una parte en la que se explica que Camilo firmaba muchas de sus cartas como Kamilo 100fuegos, incluso solo como Kmilo. Quizás era parte del carisma que siempre tuvo. Gracias por la lectura. Saludos.
Incluso a veces tambien firma como K100. Muy bonito el trabajo de ustedes.
Camilo es de esos hombres que son imprescindibles, su ejemplo es infinito como fue su valor y sencillez los buenos Cubanos siempre le agradeceremos por su Obra.
Camilo siempre sera para todos los cubanos, El señor de la vanguardia.
Hemos crecido oyendo hablar de Camilo y es increible como su Pueblo lo recuerda y no porque nadie no los impuso; el pueblo hiso suyo a Camilo por sus hazañas, por su valor y por su fidelidad a Fidel. Fidel no se equivocó cuando dijo que en el pueblo hay muchos Camilos. Por eso es que no pueden con este pueblo, porque hay millones de Camilos, millones de CHE y millones de Fidel. Mi hija fué Camilita y ahora tiene una hija que le puso Camila. Nada que hay Camilo para rato. Gloria eterna querido Comandante del sombrero alón y la sonrrisa amplia.
Camilo realmente fue es y sera siempre GRANDE ENTRE LOS GRANDES y un gran ejemplo a seguir por siempre.
El pueblo de Cuba nunca olvidará al Señor de la Vanguardia. Su espíritu está entre los cubanos.
Por siempre Camilo, el señor de la Vanguardia, heroe popular, querido y admirado, aun hoy a 61 años de su desaparición fisica, sentimos su ausencia,
La desaparición de Camilo Cienfuegos ha generado todo tipo de teorías de la conspiración. Algunas han culpado a Fidel, quieren hacerlo responsable de la desaparición y muerte de Camilo.
Las he escuchado y siempre hago la misma observación: acusan sin pruebas, los hechos no son confirmados, las evidencias no son convincentes y condenatorias; o sea, son acusaciones falaces, eluden la carga de prueba.
Llamo la atención sobre este tema porque sobre la desaparición de Camilo se dicen cosas carentes de rigor científico. No me sorprendería escuchar que su desaparición está relacionada con una abducción alienígena.
La vida del Comandante Camilo Cienfuegos, fue corta, pero tan fecunda que la Historia no pudo recoger todos sus actos bienhechores. Camilo, cuando la campañas de Las Villas, acampo en Juan Francisco, a pocos kilómetros de mi pueblo, General Carrillo, liberado por él. El pueblo salía todo a la calle a recibirlo. Una anciana lloraba, inválida, por no ver de cerca a nuestro héroe, él lo supo y fue donde la viejecita, limpió sus lágrimas y le prometió una silla de ruedas. Fue allí donde tan cerca lo tuve. A la semana un carro llevó al hogar de Vicenta la prometida silla. Hoy rememoro aquella acción, giron historia no escrita, pero viva, como si hubiera sido ayer y mis lágrimas son testigo de que nuestro Camilo está aquí, gigante y multiplicado. ¡Viva Kmilo! Viva la Revolución!
Mi Proyecto Final de Curso trató sobre la vida y obra de Camilo. De todos los mártires de la patria es el que más me motiva a seguir luchando.
Hoy recordamos al Héroe de Yaguajay, al Señor de la Vanguardia, al de la sonrisa amplia, no con lágrimas, con amor, ejemplo, cumpliendo con nuestro trabajo, preparando todo para el inicio del nuevo curso escolar en la nueva normalidad, para salir adelante en las tareas de la Revolución. Vamos bien Camilo.
Camilo es la representación del cubano humilde y Patriota, camilo es pueblo cubano. Gracias camilo por ser un eterno baraguá.
Hasta la victoria siempre.
Dinardo
Es verdad que nuestro Camilo Cienfuegos, se identificaba familiarmente de varias formas.Esto forma parte de la juventud y su modestia .Para un titular no me gusta, dado que el español debemos respetarlo siempre ya que estamos en tierras latinoamericanas, por demás es un interesante articulo que saca a la luz los rasgos muy bellos de su personalidad.
Gloria Eterna al Señor de la Vanguardia. Vivirá por Siempre en los corazones de todos los cubanos.
Camilo es la imagen del pueblo cubano, como lo es Fidel, y a ése pueblo no habrá imperio en la tierra que podrá doblegar,ni derrotar .Honor y gloria
a Camilo Cienfuegos.
Camilo es la imagen del pueblo.
Grande Camilo !!
Camilo, un hombre de pueblo, Señor de la vanguardía, valiente como el que más, en quien se podía confiar plenamente, realmente es y será siempre un EJEMPLO a seguir, agradecidos de que cuente en nuestra historia.....
Camilo noble Camilo,
barba, sonrisa, sombrero
de corazon muy sincero
y de mirada con filo.
Siempre mantibiste el hilo
fiero de la rebeldia,
con tristesa y alegría
recordamos tu honores
sobre un mal de rio y flores
comemorando este día.
A ti comandante hermano
fue tu desaparición,
quedaste en el corazon
de todo el pueblo cubano.
Hoy en Cuba muy temprano
las flores y los pistilos
tu pensamiento y estilo
y tu honestidad tan fiel,
en su discurso Fidel
preguntó ¨¿Voy bien Camilo?¨.
Kmilo 100, de esta forma también firmaba algunas de sus cartas, con un dibujo de un fuego y el #100.
Kamilo 100fuegos: En la hondura de un país, en la fuerza de un país, en la alegría de un país, en la resistencia de un país,en el corazón de un país, en la piel de un país... Inovlidablemente siempre.
Compartimos en un día tan significativo para el pueblo cubano, la admiración y el respeto hacía el Señor de la Vanguardia, ejemplo de combatiente revolucionario.
Felicito y agradezco a Cubadebate por el logo que lleva hoy
Tenía yo seis años cuando lo vi pasar por Matanzas a caballo con los campesinos de Yaguajay que participarían en el acto del 26 de julio. Para mí esta anécdota era familiar pues mi abuela me había contado muchas veces como vio pasar a Maximo Gómez . En octubre de 1959 ya había cumplido los siete años, todos en casa lloramos y fuimos a esa primera vez en que se echaron flores al mar en su memoria, así año tras año no ha faltado mi flor. Hoy como en los últimos años fuimos con mi nieto y depositamos nuestras flores y el canto y recitó a Camilo, le llamó la atención que en el agua, en el mar habían muchas flores. Así fue el homenaje de hoy, atípico, sin grandes movilizaciones, muchos cubanos acudieron por su cuenta a homenajear al héroe querido de la sonrisa amplia
Estas presentes en la brisa
que viene de allá, del mar
y no dejas de alumbrar
con la luz de tu sonrisa,
te nos marchaste de prisa
en circunstancias fatales
y hoy tus huesos inmortales
florecen echan raíces
y crecen, crecen felices
en el mar como corales