Imprimir
Inicio »Especiales  »

The Barbados Journal: Posada y los dobles raseros de Estados Unidos

| +

Publicado el 14 de mayo de 2007

Los barbadenses continuarán dando seguimiento a la evolución legal en Estados Unidos del caso de Luis Posada Carriles, exiliado cubano condenado por la voladura de una aeronave cubana con 73 personas a bordo, en las costas de Barbados, en 1976.

Los actos de Posada tuvieron lugar en un momento en que Estados Unidos no tomaba las acciones de los terroristas contra los regímenes con la seriedad que éstas merecían.

La voladura de una aeronave cubana se consideraba sencillamente un golpe asestado por los "luchadores por la libertad", aquellos que, con una forma de pensar bastante retorcida, pensaban que privar de sus vidas a 73 personas inocentes que viajaban en un avión era, de alguna manera, una forma de derrocar al gobierno comunista de Fidel Castro.  Después ocurrieron los sucesos del 11 de septiembre y de repente cambió la forma de pensar.

Ahora Estados Unidos está comprometido con la lucha contra los terroristas y tiene problemas para determinar que hacer con Posada a quien, si no ayudó y alentó a realizar tales acciones sinuosas y mezquinas, al menos brindó refugio dentro de sus costas, a sabiendas de lo que él había sido capaz de hacer.  El aliento para esas acciones fue promovido mientras Posada era empleado de la Agencia Central de Inteligencia.

La semana pasada, una jueza federal estadounidense descartó los cargos migratorios contra Posada y acusó al gobierno de utilizar "fraude, engaño y artimañas" en el tratamiento del caso de Posada. Cuba actuó con rapidez al acusar a Estados Unidos de aplicar dobles raseros en su guerra contra el terrorismo porque Posada fue empleado de la CIA. Una declaración oficial cubana indicaba: "Esta decisión es un insulto al pueblo cubano y a los pueblos que perdieron a 73 de sus hijos con el derribo, frente a las costas de Barbados, de un avión civil de Cubana de Aviación"

La declaración continuaba señalando que la liberación de Posada había sido preparada por la Casa Blanca como "como compensación para que Posada Carriles no divulgue lo que sabe, para que no hable de los innumerables secretos que guarda sobre su prolongado período como agente de los servicios especiales norteamericanos".

Mientras tanto, Estados Unidos se mantiene firme diciendo que no tiene intenciones de enviar a Posada ni a Cuba ni a Venezuela, donde fue sentenciado y encarcelado por la voladura de la aeronave y logró escapar en 1985 durante un proceso de apelación por su condena.  Con posterioridad, fue arrestado en Panamá en el año 2000 por tramar el magnicidio de Fidel Castro, pero recibió el indultó presidencial y fue liberado cuatro años más tarde.  Existen pruebas contundentes que indican Estados Unidos le garantiza a Posada más "protección" de la normal.

Se ha informado que el Departamento de Justicia de Estados Unidos está ahora revisando el veredicto de la Jueza Kathleen Cardone, pero es muy probable que el resultado siga siendo el mismo.  Resulta instructivo que la jueza haya acusado a su país de "engaño", entre otras acusaciones, por el tratamiento dado recientemente en el caso de Posada.  Los que estamos siguiendo este caso no debemos seguir siendo engañados ni pensando que algún día se hará algo serio para juzgar a Posada en Estados Unidos por lo que ha hecho.

Es por ello que Posada seguirá siendo una vergüenza para Estados Unidos, un país que conoce lo que es llorar y sentir el dolor causado por los terroristas, sobre todo después de los sucesos del 11 de septiembre.  El monumento erigido en St James siempre nos recordará en Barbados a esas 73 personas que murieron, no porque le habían hecho algún daño a Posada, sino porque Posada odia tanto a Fidel Castro que, en ese proceso a él no le importan las personas que tenga que destruir.

Traducido por Pablo Ramos del equipo de traductores de Cubadebate y Rebelión

Haga un comentario



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Vea también