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La Revolución y nosotros

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La bandera de la estrella solitaria y el cielo de Cuba. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

La Revolución cumple 65 años y yo con ella, aunque con una diferencia a su favor: mientras yo envejezco inexorablemente por ley de la vida, justo en el año ideal para que me jubile ella podría estarse renovando de nuevo. Así sea.

Siempre hemos tenido una linda relación la Revolución y yo. Quizás porque nacimos en el mismo año, o porque le debo más de la mitad de lo que soy, trato de entenderla y explicarla a quienes un día la quisieron con la misma pasión y ahora reniegan de ella, “porque les ha pagado mal”.

No acepto la frase. Suena egoísta, además de irracional y absurda. La Revolución no es otra cosa que nosotros mismos. Mejor o peor la hacemos cada uno y todos al mismo tiempo. Sus errores son nuestros errores, como sus éxitos nos pertenecen. Hablo, por supuesto, de quienes creemos en ella y la defendemos a ultranza, a veces sin otro argumento que esa fe.

No incluyo en ese “nos” a quienes nunca la quisieron y se matan por matarla, pero no han podido ni podrían por aquello que dijo Fidel en su discurso de la universidad el Día del Estudiante de 2005, en cuanto a que solo los revolucionarios podríamos matar la Revolución.

Comprender su alerta no es tan simple, aunque lo parezca. En mi opinión, se trata de dejar de ver los problemas de la Revolución como un asunto de otros que, en nombre de nuestra condición de revolucionarios, abusamos del deber (y muchas veces del placer) de criticar tomando distancia.

“La culpa, la maldita culpa”, por lo regular, tiene nombre y apellidos y, por supuesto, circunstancias que la alivian o la agravan. Lo terrible es que nos concentremos en juzgar y pedir castigo para culpables sin nombres ni apellidos, cuando lo que urge es rectificar, crear, avanzar.

El problema es esa crítica en abstracto que hace sentir a todos un poco culpables, pero también paraliza por miedo a otro error. A la Revolución la maltratamos un poco todos al dejar hacer y dejar de hacer lo que podríamos.

En La Edad de Oro hay dos ideas que Martí escribió para los niños. Dice Martí que “las cosas buenas se deben hacer sin llamar al universo para que lo vea a uno pasar. Se es bueno porque sí, y porque allá adentro se siente como un gusto cuando se ha hecho un bien o se ha dicho algo útil a los demás. Eso es mejor que ser príncipe: ser útil”.

Y también dice: “Los niños debían echarse a llorar, cuando ha pasado el día sin que aprendan algo nuevo, sin que sirvan de algo”. Los adultos, también, y los revolucionarios, doblemente.

Este lunes empieza otro año desafiante para la Revolución, aunque, de tanto decirla, le hayamos quitado significado a la palabra desafío. Volverá el ensayo a moverse entre el error y el acierto y volverán los que disfrutan oírse diciendo “lo sabía” o “lo dije”. Pero rectificar no está prohibido. Es parte del desafío.

Cuando repaso las noticias del día, pienso en la suerte de la Revolución cubana, que es dueña de la incertidumbre, pero también de la receta que aplica, en un clima de paz que añoran en otras partes del mundo.

Me duele entonces el juicio irracional contra todo lo que se decide o se explica. Como si se ignoraran los cercos y las trampas que debe sortear el Estado (que no es la Revolución, pero la representa) para escoger el camino.

En eso me piden que escriba sobre los 65 años de la Revolución y pienso que en breve yo tendré igual edad. En ese instante, la Revolución se corporiza, me duele lo que le duele y me entusiasma lo que la energiza.

Aunque entramos a un año en el que quizás yo me jubile y ella podría estar naciendo de nuevo. Dependerá de cada uno y de todos que el parto sea exitoso. Ella no es eso que pasa al margen de lo que hacemos; ella es lo que somos y lo que hacemos. Brindo por mi contemporánea en la hora de su necesario renacimiento.

Se han publicado 21 comentarios



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  • Ernesto Díaz dijo:

    Bello artículo.GRACIAS!!!

  • Rafael Emilio Cervantes Martínez dijo:

    Es una dicha haber nacido con el triunfo de la Revolución Cubana, ser parte de ella, aunque nuestra vida biológica no encaje exactamente en la vida social. Leí innumerables veces la obra de Renée Méndez - Capote y Chaple Memorias de una cubanita que nació con el siglo, un paralelismo que aporta significados al cronista. En mí caso vengo al mundo coincidiendo con la salida de la tropa de la Sierra Maestra bajo el mando del Comandante Raúl Castro para fundar el II Frente Oriental Frank País, lo que hace que coincida en edad con el año de la Revolución. Vimos de niños un torbellino de acontecimientos que no lográbamos ordenar, ni lo pretendíamos siquiera, pero sí quedaron gravados intensos recuerdos asociados a hechos y procesos relevantes como las movilizaciones militares ante constantes amenazas, eventos como el ciclón Flora y las movilizaciones agrícolas. Se puede decir que se nos impregnó el espíritu y la mística de la Revolución. Aunque la incorporación a diferentes tareas ocurría desde bien temprano por lo general, la maduración de la conciencia sobre la complejidad de los problemas que debía enfrentar el proceso revolucionario, la búsqueda incesante del camino correcto, pasaba inexorablemente por una acumulación práctica y la correspondiente crítica revolucionaría, proceso que tuvo en Fidel, el maestro indiscutible y en el informe al Primer Congreso del Partido en 1975, una universidad política. Otros hitos de éste aprendizaje extraordinario con el Comandante en Jefe fueron la intervención en el Aula Magna de la Universidad de la Habana el 17 de Noviembre de 2005 y su intervención en el VII Congreso del Partido en abril de 2016. Nadie puede sentirse en condiciones de posesión de una inexistente verdad absoluta, nadie puede erijirse en juez absoluto de la obra realizada, menos aún si lo intenta realizar desde el extrañamiento. Como bien señala Arleen, la Revolución es nuestra responsabilidad, nos hizo y nos compromete. Asombra a muchos en el mundo desde hace décadas cómo hemos podido sobrevivir a grandes crisis globales, al desmerengamiento del socialismo en Europa del Este y la URSS y sobre todo a una política agresiva permanente de sucesivas administraciones norteamericanas durante todo el periodo revolucionario. Pese a ello, una colosal obra de justicia social legítima nuestro proceso histórico. En condiciones de pandemia se escribió una epopeya de ciencia, cooperación interna e internacionalismo que nos dignifica.

  • Rafael dijo:

    Feliz año nuevo, espero que este año seamos mejores. Excelente artículo.

  • Nonchi dijo:

    Muy buen artículo.Feliz Año Nuevo.Yfeluces años de jubilación.

  • Alis dijo:

    Si Arleen, no hay peor ciego que el no quiere ver y peor sordo que el que no quiere oír. Y lamentablemente ambos, no quieren entender que está revolución se hizo para el bien de todos y por tanto, todos tenemos que poner nuestro grano de arena en su construcción y desarrollo. Es muy fácil ponerse a criticar a nuestros máximos dirigentes, que se consagran casi las 24 horas del día en buscar las soluciones a cada uno de los problemas que se presentan en un país bloqueado satánicamente, más los que provocan aquellos compañeros que, --aunque sin malas intenciones-- por h o por b cometen algunos errores en busca de esas soluciones. Lo difícil pero no imposible es, lo que debemos hacer cada uno de los habitantes de esta Cuba digna que nos dio ésta Revolución Socialista, para sacarla adelante con bloqueo o sin bloqueo, con errores humanos o sin ellos. Si todos y cada uno aplicamos el sentido de pertenencia, de consagracion con amor del bueno para continuar construyendo nuestra gran obra, ésta que nuestro gigante eterno nos legó, otro gallo cantaría, TODA CUBA se alegraría, y NUESTRA PATRIA SERIA PROSPERA Y FELIZ. Apliquemos el sentido de pertenencia y trabajemos con pasión por nuestra Revolución que es de todos, con todos y por el bien de todos. Sigamos en combate permanente por un mundo mejor que, sí es posible. Los cubanos dignos, donde quiera que se encuentren podrán, de así decidirlo, sumarse al modo sentido de pertenencia de la Revolución Socialista, Cubanísima, legada por nuestro eterno Comandante en Jefe, y verla brillar con brillo propio.

  • Ramos dijo:

    Excelente comentario la magia de las palabras nuevos retos en el nuevo año y de seguro victorias

  • Paloma dijo:

    Fuerza y confianza, no queda de otra.
    Si algo está claro es q la Revolución no tiene edad de jubilación.
    Feliz año para todo este pueblo, que lo merece con creces

  • Huberlandisariasah dijo:

    Buena reflexión que invita al debate, al análisis y sobre todo a tener conciencia, hacer conciencia y cultivar la conciencia; en la medida que todos tengamos más claridad de esas ideas y formen parte de la conciencia Popular, más se fortalecerá la UNIDAD y más fuerte se hará la Revolución.

  • Tony dijo:

    Brillante su articulo Arleen. Necesitamos hacer llegar ese mensaje a los cerebros y corazones de nuestros jóvenes, fundamentalmente al de aquellos que no laboran o lo hacen en sectores semidesvinculados.del sector.estatal.
    Éxitos y felicidades en este 2024 "Año 65 de la Revolución"

  • ZoniaToledoToledo dijo:

    Me siento feliz de tenerla a Usted entre nosotros. Amo a mi #Cuba, pero sobre todo amo a #Fidel. Muchas felicidades en este año nuevo, felicidades a mi Patria

  • Petí dijo:

    Maravilloso artículo, hermana querida. Cómo siempre, certera, apasionada, lúcida y revolucionaria.

  • yovany dijo:

    Coincido con usted Arleen, pero como no incomodarnos cuando ves en tu barrio a los jubilados haciendo una cola para comprar lo que pudiera traer algún transporte de alimentos al mercado, el que en la mayoría de los casos no llega? eso duele y cala profundo cuando en realidad la revolución no son ni los dirigentes ni el partido, ni el gobierno, somos nosotros, el pueblo en su totalidad, así como me enfurece la frase que el país dono o compro tal cosa o mas cual, cuando el esfuerzo es en realidad de todos, el país somos todos. Desde la tarea de ordenamiento muchos han quedado en un limbo, acabaron con los ahorros de toda una vida de muchísimos trabajadores, ahorros en su mayoría que eran para una vejez, al menos mas llevadera y ahora que? de nuevo a empezar? ya ni ahorros nos quedan. Que nos queda? el orgullo? no se, pero ese no se come, ni se puede convertir en vino. Y culpables si hay, porque en nuestro trabajo si te equivocas pagas, y quien paga por estos errores? Feliz año nuevo.

  • Tranquilino dijo:

    Bellos y oportunos apuntes. Es así. Cuando criticamos la Revolución no estamos criticando a otro que a nosotros mismos. Mi humilde opinión es que el éxito no sólo está en los aciertos, si no en las rectificaciones y la velocidad con que las hagamos. He ahí los mayores problemas. En lo colectivo tenemos complejos para reconocer cuándo y cuánto nos equivocamos y cómo rectificar. Éxitos en tu año oficial de la jubilación.

  • Neudis dijo:

    Gracias por su artículo, lo comparto con mis hijas, es el sentir de muchas buenas personas lo que ha escrito aquí...una vez muchas gracias

  • Yane dijo:

    Muchas gracias. Arleen, por este artículo. Le has puesto palabras a mis sentimientos. Me entristece que te jubiles, todavía tienes mucho que aportar. Feliz año nuevo.

  • Onelio dijo:

    No tengo la edad de la Revolucion, pero muchos nacimos en ella y a ella también le debemos una buena parte de la vida. Rectificar no esta prohibido, debería ser una tarea diaria. Exigir responsabilidad por las decisiones que no salen bien y tienen un alto costo económico y político, es también rectificar. Los dirigentes están para servir al pueblo y tener resultado y los que no sean capaces de lograrlo, deben ser sustituidos como ha dicho Raul.

  • Leonardo dijo:

    La dirección es una ciencia y un arte, para lograr resultados hay que trazar objetivos adecuados, y luego hacer que se cumplan eficientemente, es decir con el menos gasto de recursos. Por mucho esfuerzo e interés que pongan los de abajo, si no se trazan los objetivos adecuados (incluye decisiones de cambios) y si no se conducen las acciones de manera eficiente, no salen los resultados. "Todos" no somos los culpables de que no se logren resultados, eso es tarea de líderes que tracen objetivos y estrategias adecuadas y que motiven y conduzcan las acciones necesarias para cumplir los objetivos trazados.

    • ng dijo:

      Creo que si, culpables somos TODOS,usted puede ser el director de una empresa sin compromiso con nada, yo puedo ser el responsable de una tarea que se me dio y la cumpla a mi manera y no sea controlada por ti que eres mi director, el trabajador de cominales que tira el deposito y lo rompe es parate de ese TODOS y asi un interminable TODOS somos responsables de esta nuestra casa, nuestro pais

  • Rodolfo Dávalos Fernández dijo:

    FELICIDADES ARLEEN, y aunque "atrasadas", porque hoy fue que leí tu artículo, dobles por tu cumpleaños y por el bello artículo que nos regalas. No te jubiles, porque eres parte de la Revolución, y, porque como ella, te renuevas y avanzas. No te jubiles, porque eres de los imprescindibles, de los que luchan todos los días y a toda hora, de los que no se rinden, y a la Revolución le haces falta, y tu, revolucionaria por nacimiento y no por naturalización, no se lo vas a negar. Es un privilegio tenerte, sigue. Como bien dices, . "empieza otro año desafiante para la Revolución"... lo revolucionarios aceptamos el desafío, es nuestro desafío, porque como también dices: la Revolución no es otra cosa que nosotros mismos. Adelante Arleen como la Revolución, contra viento y marea, contra todo lo mal hecho, en esta renovación constante que solo la Revolución y los revolucionarios pueden hacer. Y se hará. Felicidaes.

  • IMaria dijo:

    En tiempos de desafios, hay que seguir de frente en el combate, si tienes la salud que proyectas adelante Arleen con tu tinta y voz afilada, la revolucion que somos todos los comprometidos con ella, te necesitamos. Felicitaciones por tus 65 bien llevados.

  • Luis dijo:

    Excelente articulo querida hermana Arleen (no la conozco pero la admiro como todo el publo cubano por eso le digo hermana ) EN UNA SOLA COSA NO ESTOY EN ABSOLUTO DE ACUERDO, Ud no puede retirarse o jubilarse, no tiene ese derecho, a usted la necesitamos directa y con el pie en el estribo siempre, mientra la salud se lo permita, la REVOLUCION LA NECESITA AHORA MAS QUE NUNCA, cuidadito con pasar por el INASS, fuerte abrazo !! y feliz 2024

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Arleen Rodríguez Derivet

Arleen Rodríguez Derivet

Periodista cubana y conductora del programa de la televisión cubana "Mesa Redonda", que transmite una emisión especial para Telesur. Es coautora del libro "El Camaján".

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