Imprimir
Inicio »Opinión, Cultura  »

La fundación de la UNEAC

| 7 |

Ante la proximidad de su aniversario, las referencias a la fundación de la Uneac son cada vez más numerosas en el panorama noticioso. Carecemos, sin embargo, de un estudio que aborde el desarrollo de la institución destinada a agrupar a los escritores y artistas, inscrita en los complejos avatares históricos de los últimos 60 años.

Con su presencia reiterativa, el tema abre las compuertas al despertar de la subjetividad latente en mi memoria personal. Me asalta el recuerdo de las jornadas tumultuosas y multitudinarias del congreso celebrado en el Habana Libre. A pesar de las afiebradas discusiones, se definieron entonces los rasgos esenciales del perfil de la organización que requeriría, como único aval para integrar su membresía, el testimonio de la obra realizada en los campos de la creación artística y del ejercicio activo de la crítica.

Habría de ser un espacio de convergencia para la diversidad de credos estéticos. Sus portadores pertenecían al más amplio espectro generacional, desde los iniciadores del movimiento vanguardista en la tercera década del siglo XX, hasta quienes aún no arribaban a los 30 años. Descartada la imposición del llamado realismo socialista, se reivindicaba en la práctica el legado de una tradición renovadora de los lenguajes artísticos. A la vez, se configuraba un imaginario asentado en la afirmación de la identidad nacional y dotado de un espíritu, esencialmente, descolonizador.

En efecto, Guillén, Carpentier y los pintores Eduardo Abela y Amelia Peláez se habían dado a conocer en las batallas en favor de un arte nuevo. José Lezama Lima, junto a los pintores Mariano y Portocarrero, habían animado al Grupo Orígenes, mientras los jóvenes Lisandro Otero, Roberto Fernández Retamar, Pablo Armando Fernández y Fayad Jamís habían asumido un temprano perfil propio. El poeta Pablo Armando recibió las llaves de la casa de 17 y E en el Vedado, futura sede de la Uneac.

Con el auspicio de las instituciones surgidas a partir de 1959, los escritores encontraron vías para la publicación de sus obras, a la vez que los cineastas, teatristas, músicos y creadores inscritos en las diversas expresiones de la danza tuvieron la oportunidad de dedicarse al ejercicio de su profesión. Dispusieron desde entonces de los medios para hacerlo y, sobre todo, de un interlocutor necesario para el pleno desarrollo de la creación artística. Por otra parte, el triunfo de la Revolución colocó a la nación caribeña en el escenario internacional, donde por primera vez la cultura cubana encontró la resonancia requerida para el establecimiento de un diálogo fructífero.

Nacida en ese contexto, la Uneac tenía que definir su función y construir su propia identidad para inscribirse en el devenir histórico de la cultura cubana. Era un lugar propicio para el encuentro informal entre escritores y artistas. Pero significaba mucho más. Ofrecía los medios para participar, desde la perspectiva de los artistas, en la animación de la vida cultural y, más importante todavía, de intervenir con voz propia en las numerosas vertientes del debate de ideas característico de la época. Como nunca antes, se estaba abriendo la posibilidad de contribuir de manera activa a la realización de un proyecto en marcha, no exento de contradicciones en medio de amenazas siempre renovadas.  Fresca la victoria de Playa Girón, sabían todos que el peligro seguía acechando. En una realidad compleja y cambiante, el propósito tenía que traducirse en hechos concretos.

Correspondió a los escritores desempeñar un papel protagónico en las febriles jornadas de fundación. Comenzaron por organizar una editorial. Visto desde la distancia, el catálogo de Ediciones Unión resulta en extremo valioso. Concentrado fundamentalmente en autores contemporáneos, ofrece una representación de los consagrados, que no alcanzaban entonces los 60 años, sin renunciar por ello a conceder atención a la generación emergente.

La preponderancia de lo nuevo, del pan caliente recién salido del horno, articula el palpitar del presente inmediato con el rescate de valores tomados de una tradición de renovada vigencia, nutrida del aliento vanguardista de los años 20 del pasado siglo. Así, por ejemplo, la denominada colección Órbita ofreció selecciones antológicas, debidamente prologadas, de Rubén Martínez Villena y de la Revista Avance.

La publicación de libros entregaba muestras de obras concluidas a partir de un ciclo de realización. La expresión de lo duradero debía complementarse con el testimonio del agitado vivir cotidiano. De ahí la aparición de dos revistas: Unión, fruto de mayor sosiego, y La Gaceta de Cuba, con su dinámica favorecedora del ejercicio de la crítica y el debate de ideas. En las páginas de esta última podemos encontrar algunas de las polémicas que matizaron el proceso de un pensamiento cultural en construcción, atemperado a la naturaleza de una Revolución antidogmática y descolonizadora, atenta a la apropiación creativa del legado universal y de la tradición nacional.

Sometidos siempre a la premura del acontecer, al cabo de 60 años se impone un alto en el camino, acudir a las fuentes documentales de un proceso histórico complejo, frecuentemente tergiversado por la sistemática manipulación subversiva.

El punto en el que nos encontramos, plagado de dificultades, exige el sereno ejercicio de la lucidez. No es hora de frívola irresponsabilidad, porque a pesar de los innumerables escollos interpuestos, disponemos de una obra realizada y de una irrenunciable aspiración emancipadora. En el reconocimiento cabal de lo que somos, habremos de encontrar los medios para combatir los males que ahora enturbien nuestra realidad.

Se han publicado 7 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • @adriancamaguey dijo:

    Yo no diria un alto en el camino. Yo diria seguir la marcha pero hacer rendir mas al tiempo. Multiplicarnos, cohesionarnos, somos muchos y por tanto mas posibilidades en muchos frentes. Y enseñar, comunicar, enseñar, comunicar.

  • Bayames dijo:

    El pueblo de cuba siempre ha visto a los artistas, marchando junto a el, nunca enfrente, acompañando a la revolución, no importa que cada uno tenga su opinión, sino que cada obra tenga como objetivo la defensa de la patria.

  • Rafael Emilio Cervantes Martínez dijo:

    Se supo construir un camino muy aleccionador en diferentes dimensiones como fruto cultural y político de la propia Revolución. No se propuso nunca reducir el espectro de criterios sino producir luz. Y ahí está la historia de su lugar ganado en la conciencia crítica dentro del proyecto sin dar el más mínimo resquicio de oportunidad al vecino del Norte en sus planes contra la Patria, la Revolución y el Socialismo. Gracias a los y las que erigieron tal monumento a la Unión.

  • HECTOR Y EL HERMANO dijo:

    Destaco en su magnífico análisis Profesora a la UNEAC como un aporte innovador descomunal hecho por Fidel a la teoría y práctica revolucionaria del proceso de DIRECCION colegiada y participativa en la construcción socialista. Una gran INNOVACION EN DIRECCION, trascendental herramienta que une y encausa de forma creativa y revolucionaria a lo más avanzado en las ideas dentro de las fuerzas vivas de la sociedad, nucleados en una organización no gubernamental, clave FUNDAMENTAL del proceso de consulta y definición de políticas culturales para un país. Una herramienta de dirección NUEVA, una interacción sistemática y enriquecedora entre gobierno y artistas, una conceptualización superior en dirección, muy por encima de los límites “lógicos” hasta ahora conocidos en materia de cultura en la mayoría de las estructuras administrativas y de gobierno en el mundo. Una locomotora en dirección que representa participativamente, como intelectualidad a la sociedad en la toma de decisiones, ASEGURANDO un proceso participativo legítimo, una interacción superior en dirección, como un sistema que orgánicamente se auto renueva, evitando que se estanque, como una “vacuna participativa” solo posible en un proceso de dirección cultural socialista.
    La espontaneidad de las masas y la velocidad de los acontecimientos tecnológicos contemporáneos se insertan determinantemente en el proceso actual de desarrollo de la cultura y de la conciencia de nuestra sociedad, en especial en nuestros niños y jóvenes. En ese camino profesora el capitalismo global despliega una intensa y hegemónica guerra en lo cultural, recurriendo ahora cada vez más a la ciencia, en especial a los avances sobre el comportamiento humano y la neurociencia. El ejemplo más actual y conocido en esa guerra cultural, está en ese intento de “atraparnos” dentro de un único concepto de redes sociales global, donde nos hacen creer “como individuo digital”, que somos “el verdadero protagonista”, el centro de esa acción digital, donde nos convencen que defendemos “SIEMPRE una causa justa”, “nuestra percepción de verdad como correcta y justa”, alimentando nuestro “combustible natural” el ego, donde nos hacen creer, sin importar el contenido, que somos mejores personas. Manipulan despiadadamente nuestro ego, una distorsionada socialización digital de mucha inmediatez, que nos desarma culturalmente hasta dejarnos vacíos Tratan de maniatar los dos recursos más dinámicos y revolucionarios de las masas en la actual contemporaneidad; la espontaneidad y el empoderamiento tecnológico individual, centrados científicamente en manipular nuestro ego. La CLAVE con que nos reclutan y manipulan en las redes sociales, 100% está en nuestro ego. Como destinatario de las TCI ese debe ser también el PUNTO DE PARTIDA para enfocarnos correctamente en esa batalla en el campo digital y presencial, adelantándonos en la DEFENSA de nuestra cultura.
    En el comportamiento humano debemos centrar, como punto de partida nuestra principal batalla en las ideas en el actual escenario tecnológico, al propiciar nuevas formas, tribunas, sitios y espacios como esta asociación que faciliten el debate argumentado, que gestionen más y mejor constructivamente el ego, en especial de una intelectualidad, una revolución enfilada hacia el debate argumentado como lo es la cultura, que empodere más su comportamiento como ser humano y descubra en ello una automotivación superior, al sentirse útil y tenido en cuenta, un combustible que alimenta nuestro ego sanamente, necesario para encontrar soluciones y respuestas útiles, algo propio de un debate en una comunidad de dueños, como es una sociedad socialista, donde el valor de una opinión, una idea, un argumento deben adquirir la mayor importancia. La UNEAC como todo en contante perfeccionamiento, es el mejor y más innovador vehículo contemporáneo que tenemos y debemos replicar como organización y tribuna para propiciar un debate sistemático y lógico propio de dueños. La clave es el debate argumentado como el arma más poderosa para democratizar la información y defender la cultura, también uno de los más modernos sistemas de dirección, que al interactuar esos directivos no solo se retroalimentan, sino que exploran una nueva vía para motivar aprendiendo a ESCUCHAR a los a los demás, la clave de todo. Que al ser escuchados y tenidos en cuenta, generan en ellos el sentimiento más grande y profundo para un ser humano. Ser tenido en cuenta.
    El debate argumentado es la escuela de Fidel. Fidel encontró en el arte de conversar una de sus principales armas en la batalla de las ideas, una vía que no solo es útil para reclutar a las personas, sino que nos aproxima dialécticamente a las verdades, punto cumbre del razonamiento humano cuando ese debate es escrito. El debate estimula y maximiza el pensamiento reflexivo y crítico, necesario en la sociedad.
    Si es importante profesora contar con muchos sitios digitales como cubadebate y organizaciones-tribunas como la UNEAC, parte del sistema de dirección de la cultura, donde se facilite la interacción constante y argumentada, es clave y diría más importante aún enseñar desde edades tempranas a conversar y debatir científicamente en el sistema educacional. Una superior pedagogía donde el individuo desde el primer momento es protagonista en su aprendizaje, al CONVERSAR. Enseñar a conversar, exige una nueva visión en el abordaje de las prioridades de un sistema educativo, al concentrarnos en enseñar científicamente aquellas cosas que aparentemente parecen insignificantes porque precisamente las hacemos repetitivamente en lo cotidiano, y por tanto nos parecen dominamos a la perfección, desconociendo su influencia e impacto en la formación de nuestra actitud y nuestra conciencia futura. Son cosas que no podemos dejar de hacer con mucha ciencia, porque nos definen. Conversar, una acción que repetimos y forma parte de nuestros hábitos y costumbres, dejando profundas huellas en nuestro carácter. Al accionar y revolucionar el CONVERSAR, construimos cultura. Enseñar a conversar científicamente dentro del sistema de enseñanza es un imperativo para la futura formación integral de un joven, al formar por esa vía una nueva actitud. Es fundamental aprender científicamente a escuchar, la regla de oro al conversar o DEBATIR, una conducta que fortalece la inteligencia y el carácter. Al conversar los humanos recurrimos a un mecanismo natural con que contamos, que armoniza a la perfección nuestro sentido común y la intuición, un desafío constante en lo interno que debemos vencer para llegar primero a esa armonía, y por ese camino a las verdades. Enseñando a conversar a tono con los adelantos y estudios sobre el comportamiento humano, formamos una actitud, paso previo para sembrar una cultura. Somos eso que asumimos como mismo la decimos, somos lo que decimos. Por medio del lenguaje experimentamos el poder del lenguaje, que es nuestro poder también, algo cotidiano y repetitivo que forma parte de nuestro carácter, ahora mucho más empoderado en el campo digital. Al conversar asumimos nuestro auténtico yo, una acción que debe enseñarse con pedagogía científicamente como parte del proceso de formación del hombre nuevo.

  • Eugenio dijo:

    La guerra entre la Historia y los malévolos planes de creación y manipulación de falsas noticias y situaciones sociales prefabricadas para ejecutar los llamados golpes blandos es muy desigual, muy dispareja.
    La Historia se llena de polvo en los libros, revistas y periódicos de bibliotecas y escuelas y los aún insuficientes esfuerzos y ritmos de su digitalización son poco usados o visitados por las grandes masas sociales. Solo lo hacen algunos investigadores para bien, y algunos miserables para tergiversarla.
    Una parte del golpe blando ocurre en el terreno, captando vende patrias, y grupos sociales exacerbando problemas raciales, religiosos, políticos, etc., y otra parte aprovecha la inmediatez y deslumbramiento de las redes sociales de internet.
    Para todos estos planes macabros, los ambiciosos desmedidos, racistas, y egoístas del mundo, destinan cantidades enormes de dinero, que nosotros no tenemos.
    Pero he visto, por ejemplo, a empresas cubanas aclarando dudas planteadas por la población en este mismo sitio de Cuba Debate, respondiendo, ellas mismas, la pregunta de una persona, que puede ser la duda de otras más, y la respuesta queda de forma oportuna, visible para todos los visitantes de dicha página, independientemente de que después se haga uso de algún medio informativo para exponer una explicación más completa u oficial. Esta práctica me parece correcta, y muy útil y muy necesaria también en el terreno político e ideológico, que tanto se trata de enturbiar simultáneamente en Internet y en las calles de nuestras ciudades.
    Considero, que a pesar de nuestros limitados recursos, no podemos ausentarnos del campo de batalla que se nos impone en las redes sociales de Internet, y tratar de responder en ellas con la historia, así, hábilmente resumida, en cada tema que sea necesario, junto a nuestras verdades de la actualidad, pues son estos dos elementos unidos, los que logran, si se interponen con la agilidad necesaria, desmentir los falsos engendros noticiosos y desenmascarar a los vende patrias que por un poco de dinero se prestan para estas prácticas, que hay que calificar de criminales, pues en la mayoría de los casos terminan en grandes derramamientos de sangre, siendo estos finales previstos desde el mismo principio en que fueron creadas estas maniobras intervencionistas.

    Una sola cosa debe tener siempre presente y clara nuestro pueblo.

    Nunca debemos aceptar nada de nadie, que signifique debilitar nuestra unidad, nuestra tranquilidad, nuestros sentimientos nobles y solidarios, y nuestros deseos de trabajar para el bien de todas las personas.

  • ignacio dijo:

    Leo con orgullo los nombres de tantos cubanos de fama mundial que a lo largo de los años han formado parte de la cultura cubana . Escritores y artistas de todas las ramas del arte .que agrupados en la UNEAC forjaron una historia de .triunfos y avances .para contribuir al prestigio que tiene Cuba en materia cultural .pero me atrevo a decir que Hoy tenemos aun mas figuras de renombre mundial que ayer en la UNEAC.entonses me pregunto .
    ¿ Que falta hoy en la UNEAC ?
    ¿ Por que no damos ese salto de unidad y crecimiento organizativo ?
    A estas preguntas pudiera responderse con otras preguntas mas puntuales .como .
    ¿por que no se divulgan mas en Cuba las obras de muchos de nuestros compatriotas escritores y artistas . que son mas conocidos en el extranjero ?

  • Miguel Ojeda. dijo:

    Cuando esos vientos le retan
    le recuerdan otros siglos
    llenos ya de tanta ofensa,
    "miseria gritada a gritos
    en la miseria de un niño ".

    Se crece, entonces, cual palma ,
    bandera, escudo, un himno
    como una rosa tan blanca
    en un azul infinito.

    No habra' vientos que le venzan;
    su sangre viene del ri'o
    que le habita en las entrañas
    y canta siempre consigo.

    Habra' Horizonte cercano,
    arcoiris y El Destino
    de un ser desbordado en pueblo
    que sabe moldear su historia
    con el fulgor de la Estrella
    ¡ que no acepta vientecitos !

    ¡ Memoria plena de cantos
    que salvan a tantos Niños
    no cree en sirenas que engañan:
    La Vida no acepta Olvidos !

    Miguel Ojeda.

Se han publicado 7 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Graziella Pogolotti

Graziella Pogolotti

Crítica de arte, ensayista e intelectual cubana. Premio Nacional de Literatura (2005). Presidenta del Consejo Asesor del Ministro de Cultura, vicepresidenta de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, miembro de la Academia Cubana de la Lengua y presidenta de la Fundación Alejo Carpentier.

Vea también