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Teórico del imperialismo: Kissinger

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  Lisandro Otero, Premio Nacional de Literatura.  

Un fenómeno reciente se está imponiendo en el mundo: la apertura de la justicia sin fronteras. La política internacional está siendo sometida a procesos legales y evalúa las responsabilidades contraídas por gobernantes criminales en el ejercicio de sus cargos. Es una nueva doctrina de la jurisdicción universal que permite que no escapen a la ley los perpetradores de graves violaciones de los derechos humanos. Uno de ellos es Henry Kissinger, que hasta ahora había gozado de la aureola de haber sido uno de los más brillantes manipuladores de política exterior  de Estados Unidos. 

En Argentina el juez federal, Rodolfo Canicoba, libró un edicto que convoca a Kissinger a interrogatorio para indagar su real conocimiento del famoso Plan Cóndor, complot de las dictaduras del Cono Sur, que en el lapso de 1970 al 80 causó doce mil víctimas en América Latina. Por su parte la Corte Suprema de Chile autorizó el interrogatorio de Kissinger  sobre su responsabilidad en el  asesinato del periodista  estadounidense Charles Horman, quien fue fusilado en el estadio nacional de Santiago, pocos días después del golpe de Pinochet.  Kissinger fue uno de los grandes arquitectos de la deposición de Salvador Allende y junto a la IT&T maniobró eficazmente para debilitar al régimen de la unidad popular chilena.

Kissinger abandonó la Secretaría de Relaciones Exteriores estadounidense en 1977, al terminar el gobierno de Gerald Ford, pero dejó una huella importante por haber iniciado el acercamiento con China. Iniciador de las conversaciones sobre limitación de armamento estratégico (SALT), en 1969, fue autor de la política de vietnamización de la guerra en Indochina: retiro paulatino de las fuerzas estadounidenses y su reemplazo con el ejército títere sudvietnamita. Kissinger llega a admitir, ahora,  como un gigantesco error estratégico la intervención en Vietnam.

De origen alemán, Kissinger llegó a Estados Unidos en 1938, con quince años de edad, huyendo de las persecuciones a los judíos en la Alemania nazi. Graduado en Harvard, se convirtió en profesor a cargo de los programas de Estudios de la Defensa, en aquel centro superior,  y pronto pasó a tener cargos similares en el gobierno hasta llegar a ser Asesor de Asuntos de Seguridad Nacional en el gobierno de Nixon y, finalmente, Secretario de Estado.

Kissinger, sostiene en su libro "La Diplomacia",  que Estados Unidos inauguró la intervención de la ética en las relaciones internacionales. Desde Richelieu había prevalecido la razón de Estado: el bienestar nacional justifica cualquier medio empleado para promoverlo, aunque Bobbio señala a Maquiavelo como originador de esta escuela de acción política. En Estados Unidos es Teodoro Roosevelt quien postula, en las relaciones internacionales,  la supervivencia del más apto como la mejor guía para la historia. Para Roosevelt la máxima bíblica que lega la tierra a los mansos, solamente sería cierta si los mansos son fuertes también.

 Woodrow Wilson negó la razón de Estado y sostuvo que la influencia de Estados Unidos en el mundo estaba en razón proporcional a sus objetivos morales y democráticos. Wilson mantuvo una política exterior como un reflejo de las normas de la ética personal. El poder de Estados Unidos, sostenía,  iba a atrofiarse si no difundía el concepto de libertad por todo el orbe. En realidad, una excusa retórica para extender la dominación de las transnacionales.

Kissinger sostiene que la historia reciente del mundo se mueve entre Metternich y Napoleón III, Churchill y Adenauer. No tiene en cuenta a  Simón Bolívar, ni a Juárez, ni Martí. Nuestros pueblos latinos no son protagonistas de la historia, solamente son mansos sujetos pasivos. 

Estados Unidos ha mantenido un doble discurso. Por una parte predica una doctrina democrática  y por otra actúa como una voraz potencia imperial violando la soberanía de los pueblos según sus  egoístas objetivos geopolíticos. En América Latina ha apoyado abiertamente  las dictaduras y la represión para garantizar, en un traspatio seguro, los mercados de sus productos industriales. Kissinger ha sido uno de los teóricos más destacados de la garra voraz del imperialismo yanqui.

gotli2002@yahoo.com

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Lisandro Otero

Lisandro Otero

Novelista, diplomático y periodista. Ha publicado novelas y ensayos, traducidos a catorce idiomas. Falleció en La Habana en 2008.