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El día de la ciencia y su contexto

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Hoy 15 de enero, como cada año, es el Día de la Ciencia en Cuba. Ocasión para celebrar (porque tenemos nuestro derecho) pero también para pensar (porque es nuestro deber). Pensar la ciencia cubana en su contexto. El contexto de este año.

La muy difícil situación de la economía fue el signo principal del 2023. Esta ha sido analizada, con transparencia, con autocrítica, con profundidad en las causas, y con datos, en las recientes sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y en varias intervenciones de dirigentes y diputados, que reflejan lo que piensa el pueblo.

Tal contexto contiene peligros. El principal de todos es que nuestros enemigos históricos, que son los mismos  que escribieron la Enmienda Platt en 1901, los mismos que se adueñaron después de la tierra, las minas y las fábricas, los mismos que apoyaron a Batista en 1952, los mismos que impusieron el bloqueo económico en 1962 y lo reforzaron en medio de la pandemia de Covid, aprovechen ahora la angustia  y la comprensible insatisfacción de muchos, y la ingenuidad de muchos otros, para proponer decisiones económicas de corte neoliberal  basadas en privatizaciones y contracción de las capacidades del Estado (el programa de Milei en Argentina ofrece una lista ilustrativa),  o para criticar sin proponer nada (las redes sociales están llenas de eso), que es otra variante de lo mismo. 

Ahí están las batallas de ideas de hoy, y en esas batallas hay que combatir.

Todo eso conforma el contexto de los debates de hoy, cuyo análisis general no es el objeto de este comentario.  Hoy, 15 de enero, detengamos la mirada específicamente en el espacio y las responsabilidades de la Ciencia y de los científicos en los desafíos y las tareas que tiene ante sí el pueblo cubano, del que somos parte inseparable.

Lo primero es reconocer que, a pesar de los innegables logros del esfuerzo cubano en la ciencia (el pueblo los conoce y no necesitamos recapitularlos aquí ; el control de la pandemia de Covid es solamente el hito más reciente, entre muchos) nuestro Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación,  y los sectores industriales más dependientes de la Ciencia, han sido también dañados por décadas de bloqueo económico y de acciones intencionadas (sabemos de dónde vienen) para impedir las conexiones de la ciencia cubana con la comunidad científica mundial.

Es tan obvio que ese daño tendría que ocurrir, que apenas necesitamos argumentar la afirmación. Aun así algunas cifras sirven de ilustración:

Según el informe de la UNESCO sobre EL ESTADO DE LA CIENCIA 2023, Cuba gastó en Investigación-Desarrollo el 0.32% de su Producto Interno Bruto (dato del 2021, otras fuentes dicen 0.4%), bastante menos que la cifra equivalente para América Latina y el Caribe, que es 0.61%. Ese mismo dato para Brasil es 1.17 % y para España es 1.43%. 

Nótese que estas no son cifras absolutas, sino relativas al PIB. 

En el 2021 Cuba reportó 1510 investigadores, equivalente de jornada completa, por millón de habitantes en la población económicamente activa. El promedio de América Latina es 2190, el de Brasil es 3990 y el de España 11010.

Las limitaciones económicas para la calidad de vida, y también para la eficacia de la labor científica, han creado una presión migratoria.

Al menos un millar de cubanos vinculados a la labor de investigación científica emigraron solamente en el 2022.

Por supuesto que este es un fenómeno mundial. Se estima en más de 240 millones la cantidad de migrantes en el mundo y cerca de 40 % tiene educación universitaria.   

El principal beneficiario de estos flujos migratorios ha sido Estados Unidos.  Entre los científicos que han emigrado de los países subdesarrollados, 76% está en Estados Unidos. Cerca de un tercio de los científicos formados en el mundo subdesarrollado hoy residen los países desarrollados. 

Pero el carácter global del proceso no justifica que adoptemos una actitud fatalista. Hay que enfrentar este problema con sabiduría y sistematicidad.

Recientemente en una entrevista para la Revista Juventud Técnica el vicepresidente de la Academia de Ciencias de Cuba, Prof. Carlos Rodríguez, enfatizaba que “La ciencia tiene un punto de no-retorno, de hecho palpable ya en algunas especialidades, que está dado por la pérdida de la capacidad de formar gente nueva y reproducir el sistema científico” . 

Esta urgencia de continuar el crecimiento y la reproducción del sistema científico se vincula con otro tema, no menos urgente, que es la necesidad de retomar un camino de industrialización, pero ahora basada en tecnologías avanzadas. Es lo que dijo Fidel en 1993 cuando expresó en Santiago de Cuba que: 

“La ciencia y las producciones de la ciencia, deben ocupar algún día el primer lugar de la economía nacional……tenemos que desarrollar las producciones de la inteligencia, y ese es nuestro lugar en el mundo, no habrá otro”.

Y es que los roles de la ciencia en los sistemas económicos ya no son los mismos de hace 60 años, cuando buscábamos una industrialización orientada a satisfacer la demanda nacional de productos industriales. 

Ahora, a medida que la economía es cada vez más global, necesitamos una industrialización orientada al mercado exportador y a la inserción en cadenas globales de valor para productos de alta tecnología.  Una industrialización basada en la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, específicamente en el tránsito hacia la llamada Industria 4.0. 

El desafío es enorme. Según los datos del más reciente ANUARIO ESTADÍSTICO de la ONEI, excluyendo la industria azucarera que lleva un análisis especial, el índice de volumen físico de la industria manufacturera cubana fue en el año 2022 el 46% (menos de la mitad) de lo que era en 1989. En el 2018, antes de la pandemia, ya venía acumulándose una contracción y era ese año el 77% de la de 1989 y continuó decreciendo desde entonces.

Nuestra recuperación industrial necesitamos basarla principalmente en productos y servicios de alta tecnología, y en diversificación de las exportaciones. Desde la década de los 80 hacia acá, la fracción del PIB mundial que se realiza en el comercio exterior no ha cesado de crecer. De hecho, se estima que se ha más que triplicado. Y la fracción de la canasta exportadora que proviene de industrias basadas en la ciencia también ha crecido en el mundo, aunque de manera muy desigual. 

Este tipo de producciones de alto contenido tecnológico, según datos de la UNTACD es hoy el 81% de las exportaciones Japón, el 40% de las de China, pero el 21% de las exportaciones de América Latina y el Caribe, incluyendo las maquilas, que no son producto de desarrollos tecnológicos endógenos. La participación de productos de tecnología alta y media en las exportaciones de manufacturas, según datos de la CEPAL, es de 30% para América Latina y el Caribe (excluyendo Méjico), pero ese dato para Cuba es todavía menor (entre 5 y 15%).

La tarea es entonces triple:

  • 1.Hacer crecer el componente de exportaciones dentro del PIB
  • 2.Hacer crecer el componente de manufactura dentro de las exportaciones.
  • Hacer crecer el componente de productos de alta y media tecnología dentro de las exportaciones de manufactura.

¿Cómo hacemos esto?

Podemos hacerlo. A pesar de las dificultades enormes del presente, que los revolucionarios cubanos vemos con preocupación (y nuestros enemigos con perversa alegría), la realidad objetiva es que tenemos UN BUEN PUNTO DE PARTIDA, pues tenemos lo que toma más años y esfuerzo construir para cualquier país: El Capital Humano. 

No es esta una afirmación basada en el entusiasmo y el buen deseo (aunque el entusiasmo y el buen deseo son buenos y necesarios), pero esto lo demuestran los datos: 

Somos uno de los países del mundo de mayor inversión en educación, como % del PIB. Según datos del Banco Mundial el % del PIB que se invierte en educación en Cuba es 8.5%. Esta cifra, por ejemplo, es 7.6% para Suecia y 6.4% para Bélgica.

Ello hace que tengamos una escolaridad media de 11.8 años, cercana al promedio de 12 años que tienen los países desarrollados de la OCDE y muy por encima de los 8.7 años que es la escolaridad promedio en América Latina, y de los 7.5 años que es el promedio de los países en desarrollo. El 13.2 % de la población y el 22.2 % de la fuerza laboral en Cuba tiene título universitario.

Tenemos nuestra obra de justicia social. De nuevo los datos, los testarudos datos, demuestran que hay una correlación inversa entre las desigualdades sociales y la productividad del trabajo. 

Según datos de la CEPAL, los países de mayor índice GINI de desigualdades, son menos productivos que los países de distribución más igualitaria de la renta. Las desigualdades no generan productividad del trabajo como nos quieren hacer creer los economistas del neoliberalismo, es justamente todo lo contrario.

Otro activo que tenemos en Cuba en los años más recientes es la experiencia del sector de la biotecnología, diseñado y conducido por Fidel, y que no es exclusivamente una experiencia científica, aunque contiene mucha ciencia, sino que es principalmente UNA EXPERIENCIA DE CONEXIÓN DE LA CIENCIA CON LA PRODUCCIÓN Y LA ECONOMÍA, y de despliegue de nuevas empresas de alta tecnología en el sector estatal.

Y tenemos, en etapas más recientes aun, los avances en la informatización de la sociedad y en la transformación digital de la economía. En el Consejo Nacional de Innovación se informaba recientemente de que hay 8 millones de usuarios de Internet, accesible en el 84% de los Consejos Populares, y un 70% de penetración. Hay 7.6 millones de líneas activas de telefonía móvil, el 89% de ellas con acceso a Internet. 

Capital Humano e Informatización están sin dudas influyendo, aunque sea indirectamente, en todas las ramas de la economía.

Pero todavía nos falta mucho para lograr un impacto DIRECTO (no solo a través de la construcción de capital humano) del sector académico en la industrialización de alta tecnología.

En la misma medida en que la industria logre un crecimiento con mayor intensidad tecnológica, nuestros centros científicos y universidades tienen que involucrarse más directamente en el proceso de transformación productiva. 

Aclaremos, para alejar dudas y posibles arrogancias, que esta industrialización de alta tecnología no se logra solamente con la participación del sector académico. 

La tarea de hoy ya no puede limitarse a “sembrar ciencia”, por muy importante que esto sea. La tarea principal es conectar la ciencia con la producción y con la economía.

En esta tarea hay un espacio importante también para la inversión extranjera, la colaboración con países amigos, y la voluntad de asimilación y desarrollo tecnológico de nuestras empresas estatales. 

En el Programa de Transformación Productiva e Inserción Internacional, que coordina el Ministerio de Economía, hay decenas de proyectos impulsores, que están en el Ministerio de Industrias, en el de Comunicaciones, en Energía y Minas, en Biocubafarma, en la Unión de Industrias Militares y en otras organizaciones.

Recientemente el Grupo de la Electrónica informaba del despliegue de 26 nuevas empresas, pymes estatales, en la organización GELECT del MINDUS y la empresa DESOFT, del MINCOM informaba del despliegue de otras 8 MIPYMEs estatales tecnológicas. 

También es preciso potenciar EL ROL DEL SECTOR ACADEMICO EN LA INDUSTRIALIZACIÓN 4.0. Varias ideas están siendo discutidas con intensidad y conviene recapitularlas hoy en ocasión del Día de la Ciencia. Son estas:

  • Las funciones de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en la reindustrialización de alta tecnología tienen que llegar a ser en nuestro contexto concreto, mayores y más protagónicas que las que ocurren en otros países. Los estudios de este tema en el mundo identifican dos trayectorias de desarrollo tecnológico: La que ocurre cuando la demanda y el mercado “halan” las nuevas tecnologías desde el sector industrial, y la que ocurre cuando la ciencia y la técnica “empujan” las nuevas tecnologías hacia el sector industrial. En la literatura en idioma inglés se identifican respectivamente como “MARKET PULL” Y “TECHNOLOGY PUSH”. En un país como el nuestro, de escaso desarrollo industrial y de pequeña demanda doméstica, la estrategia de halar desde el mercado funciona poco, y nuestro desarrollo tecnológico debe tener un alto componente de empuje desde el sector académico.
  • Necesitamos nuevas empresas. Nuestro tejido empresarial (empresas por millón de habitantes) es todavía de poca densidad. En las áreas donde hemos visto surgir nuevas tecnologías (biotecnología, electrónica, informática, por ejemplo) hemos visto también la necesidad de empresas nuevas.
  • Las nuevas empresas que necesitamos deben ser fundamentalmente (aunque no exclusivamente) MIPYMES ESTATALES, como corresponde a su carácter estratégico y al mandato de nuestra CONSTITUCIÓN. El despliegue de MIPYMEs de alta tecnología no va a ocurrir desde el sector privado de estrategia cortoplacista, y tampoco principalmente desde la inversión extranjera. Aunque obviamente también pueden las MIPYMEs estatales de base tecnológica encadenarse o incluso formar empresas mixtas con emprendimientos similares que puedan surgir en el sector no-estatal.
  • La lentitud en el surgimiento de nuevas EMPRESAS DE ALTA TECNOLOGÍA, a partir del Decreto 2/2020 del Consejo de Ministros, es un indicador de debilidad en nuestro trabajo. Deben surgir muchas más, pero no a partir de un relajamiento de los requisitos para la condición de EAT, sino a partir de un acompañamiento cercano y estímulo a las empresas que tienen o están cercanas a tener, las condiciones para ese tránsito.
  • No se trata de convertir el surgimiento de nuevas empresas de alta tecnología en una META VOLUNTARISTA, que al final se vuelve poco sostenible. Eso tiene que ser un proceso paso a paso en el que los proyectos científicos que tenemos se van transformando, una parte de ellos, en proyectos generadores de nuevos productos y servicios, luego en parte de esos surgen nuevas acciones de conexión entre el sector académico y las industrias, y de ahí emergen, en los casos que sea necesario, nuevas empresas. 

Ya estamos viendo surgir dentro del propio sector académico ESTRUCTURAS DINAMIZADORAS de esos procesos, las empresas de interfaz, los parques tecnológicos, la Fundación de la UH y otras. No se puede forzar el proceso donde no haya condiciones, pero tampoco podemos dejarlo a la espontaneidad.

Recientemente en la Convención Científica Internacional de la Universidad Central de Villa Clara, se informaba de la existencia en el sistema del MES de 3 parques científico-tecnológicos, 7 empresas de interfaz (y otras dos en proceso)

  • Hay un proceso en curso de identificación, desde la base, de aquellos proyectos científicos y de desarrollo tecnológico que están más cercanos a generar conexiones con la producción, los servicios y la rentabilidad en divisa. Son los llamados PROYECTOS IMPULSORES.  

Y sabemos que hay muchas más “buenas semillas en el valle desde ayer”.  La tarea es continuar el proceso de identificación de proyectos impulsores y diseñar, e implementar un proceso de atención diferenciada.

  • Los proyectos de desarrollo tecnológico de los que vayan surgiendo nuevos productos y servicios, hay que acoplarlos con PLANES DE NEGOCIO, y con promoción de EXPORTACIONES. La experiencia indica que todavía tenemos muchas más capacidades de armar un buen proyecto científico, que capacidades de armar e implementar un buen plan de negocios. Entonces la tarea no puede limitarse a “sembrar ciencia”, sino extenderse a hacer que la ciencia transite hacia el mundo empresarial.
  • Esos planes de negocio tienen que conducir, intencionalmente en la mayoría de los casos, a exportaciones y a conexión con cadenas globales de valor. La desconexión de la economía cubana con la economía mundial es la estrategia de nuestros enemigos. La nuestra es crear más y más conexiones, desde nuestras empresas estatales, las grandes y las pequeñas. Plan contra Plan, como decía Martí.
  • Han ido surgiendo, aunque todavía muy limitadamente, algunas experiencias de empresas del tipo “Vehículo de Propósito Especial”, que son empresas destinadas especialmente a atraer inversión extranjera a partir de negociación sobre “activos intangibles”, patentes, tecnologías y otros. Esas experiencias incipientes hay que extenderlas, desarrollarlas y evaluarlas.
  • Todavía no hemos logrado avanzar mucho en identificar e implementar innovaciones financieras, que puedan apoyar a las empresas de base tecnológica durante el período de maduración y riesgo (que es consustancial a las industrias de alta tecnología) hasta que tengan productos y servicios exportables. 

Los conocimientos que vayan surgiendo de nuestras instituciones de Ciencia, Tecnología e Innovación pueden ayudar mucho en el necesario proceso de industrialización con tecnologías de avanzada, conectando la economía cubana con la economía mundial, en un proceso conducido por el Estado Socialista. 

Hay un mandato de José Martí que puede sernos muy útil al pensar en el rol de la Ciencia en la economía: “La Razón, si quiere guiar, tiene que entrar en la caballería”.

Se han publicado 35 comentarios



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  • Eusebio Hdez dijo:

    Gracias por este artículo, que el día de la Ciencia en Cuba sea un día de trabajo para mejorarla .

    Me hubiese gustado que las cifras que comenta estuviesen en gráficos para mejor visibilidad.

    Sin embargo, acaban de sacar una ley, que solo se aplica a los trabajadores de la empresa estatal de alta tecnología (que son los que reciben mayores jubilaciones). De este modo no solo se van los jóvenes que no ven cerca su superación en maestrías y doctorados, sino también aquellos cercanos a la edad de jubilación, que ven que se reducen de pronto sus futuras jubilaciones (a pesar de pagar por ellas)

    saludos

  • Mamayí dijo:

    Mis felicitaciones a nuestros científicos en su día.

  • Romelia Pino Freyre dijo:

    Excelente artículo de un revolucionario que piensa y piensa bien en nuestra patria las 24 horas del día, su mente no se cansa y combate, con las armas que nos legó Fidel: la ciencia, la verdad y la fe en la victoria. Feliz día hermano, seguimos en combate.

  • el estudiante dijo:

    En el Día de la Ciencia: Un artículo aleccionador. Gracias. Varias apostillas: La migración de científicos formados en los países nuestros hacia el Primer Mundo no significa una automática inserción en centros de alta tecnología. No debemos seguir hablando de "robo de cerebros", ni tampoco de "fuga de cerebros". Yo diría mejor: Malgasto (Desperdicio) de cerebros. Muchos de los talentos formados por nosotros terminan en tareas de supervivencia cotidiana. Debemos mostrar tales estadisticas, y no detenernos en las remesas que remiten hacia atrás como la cuantía del éxito (a modo de ejemplo: la posibilidad de que un pelotero nuestro terminen en Grandes Ligas es solo del 10%, y es más baja aún que tenga una carrera en las Grandes Ligas mayor de 5 años). Lo otro: Los científicos nuestros deben dejar atrás la fantasía de acumular maestrías y doctorados en un afán de adquirir conocimientos a todo tren, sobre todo en universidades extranjeras. Se pasarán la vida pasando exámenes y escribiendo tesis sin aportar nada al desarrollo, y sin crecer ellos mismos. Al final, acumularán muchos títulos que no les servirán de nada. Hoy las universidades del Primer Mundo son básicamente un cementerio del conocimiento y la investigación (cada es más alta la cifra de artículos originales retirados de revistas prestigiosas por plagios y falsificación de datos, y otra proporción corresponden a artículos que no aportan conocimientos nuevos, pero sirven para cimentar una posición colonialista y hegemónica). Nuestros científicos también tienen que interiorizar que ser científicos no implica automáticamente viajes, reconocimientos, dinero, lujos, altos estándares de consumo. La Historia de la Ciencia dice otra cosa. Los científicos del Primer Mundo que se montan en ese tren terminan defenestrados cuando se les comprueba que sus investigaciones son basicamente fraudulentas. Casos sobran (para botón de muestra: los últimos escándalos en torno a las vacunas no-cubanas antiCovid). Finalmente, y sin agotar la lista: Los directivos y administrativos deben dejar de tratar a los científicos como al enemigo. La Presidencia de Cuba ha lanzado como líneas rectoras la innovación tecnológica y el desarrollo científico-técnico como motores de desarrollo. Sin embargo, los Ministerios y todo el entramado de la gobernanza siguen obstaculizando tales líneas para no ceder parcelas ni de pode ni de dinero. Muchas universidades nuestras podrían iniciar start-ups y spin-offs que después se insertarían en las cadenas de valor agregado. Muchos son reacios a permitirlo. Muchas universidades podrían ofertar cursos de verano e invierno para todos los interesados dentro y fuera del país, y recibir aranceles por ello. Muchos son reacios a permitirlo. Muchas universidades de fuera de Cuba (sobre todo en la América Latina) quisieran tener profesores y especialistas cubanos en sus claustros. Muchos simplemente lo prohíben mediante una montaña de circulares y resoluciones. Muchas universidades de América Latina quisieran tener programas de posgrado regidos por profesionales de Cuba. Muchos simplemente lo prohíben mediante una montaña de circulares y resoluciones. En fin...

    • Orlando Lázaro Rodríguez González dijo:

      Muy bien dicho y muy bueno el artículo de Lage; pero...en la práctica seguimos solamente en la palabra y las buenas intenciones y mientras tanto continua el éxodo, ya no solo de cerebros, de músculos también. Hay una especie de histeria colectiva de que "hay que irse que esto está malo". La gente necesita vivir y se van a trabajar de lo que sea, no a trabajos como profesionales, a vivir, simplemente. El punto de no retorno ya llegó. La generación de profesionales que obtuvo alto nivel ya está jubilada, no se avizora quién puede volver a formar especialistas de alto nivel y el atractivo económico de recontratación es inexistente o paupérrimo. Hay especialidades en las que ya no queda nadie y seguimos hablando, y seguimos escuchando y leyendo a Lage; pero...no se hace nada práctico

  • Antonio Diaz Medina dijo:

    Realmente es muy enjundioso su trabajo, que merece la mayor atención, cosa que hoy no puedo ofrecerle. Solo ahora adelantar que cuando se habla de ciencia en nuestro contexto se suele olvidar o preterir a la economía.
    Si las condiciones de la economía no garantizan el ambiente, condiciones, entramado legal, confianza, y algun que otro factor más, pues se dificulta mucho la tarea que propone. Recuerdo cuando tuve que hacer un ensayo sobre el tema para subir de estatus como profesor, presenté un trabajo al respecto, que fue aceptado, pero en la discusión quedó claro que no era bien recibido.
    En esencia planteaba que la situación de la economía, sus regulaciones y ambiente de negocios, impedía que la ciencia, la innovación, fueran un motor viable para impulsar la economía.
    Otra anecdota, un economista que participa asiduamente en Cuadrando la Caja, aseveró que no hay tal cosa como Mipymes Estatales. Parece que si, al menos, desde su punto de vista.
    He escrito algunos trabajos sobre la condición de socialistas de todos los actores económicos que intervienen en nuestra economía. Creo sinceramente que si no se entiende esto, siempre entramos ¨bloqueados¨ a la solución, al cambio que nos debemos. Hablo de lo que se ha dado en llamar ¨bloqueo interno¨.
    Saludos

  • alexander dijo:

    Magnífico artículo, que como casi siempre, subscribo completamente. Tenemos un gran problema asociado al desarrollo de tecnología y es el desconocimiento de lo que ya producimos en el país. No hay un sitio, un catálogo, algo que nos indique donde podemos buscar... tornillos en el territorio nacional. Importamos tal vez muchas cosas que se producen en Cuba a menor precio. No se aprovechan en la industria nacional los productos primarios, excepto dos o tres.
    Hace unos días, en otro artículo, un compañero hablaba sobre la imposibilidad de de dar valor agregado a nuestro niquel. Le sugerí que le pidiera a Cubadebate que le dejaran explicar el por qué. ¿será realmente imposible o simplemente hace falta ciencia para resolver ese problema? Y así nos pasa. Todavía sigo sin entender que no se utilicen semillas creadas en Cuba especialmente diseñadas para nuestro clima y con gran calidad. Pero como bien se explica por el Dr Lage, hay una desconexión casi general entre ciencia e industria. ¿Será que sobran funciones en los ministerios, sobran directivos de los dos lados del problema? No hay nada que me gustaría más, que poder exportar equipos realizados en Cuba para el resto del mundo. Falta el ingenio? No. Falta la tecnología? Sí. Podemos crear nuevas tecnologías? Estoy seguro.

    • el estudiante dijo:

      También somos reactivos. Por qué una universidad con sus alumnos no se ha ocupado de montar un sitio web con todas las producciones de la industria nacional? Por qué seguimos rogándole a los que nunca han respondido a nada que hagan algo? Seguimos en la pereza y la inopia...

    • Tomás dijo:

      Estoy de acuerdo con usted Alexander. Hace unos años existían unos "comite" ministeriales que se dedicaban a evaluar las importaciones (o algunas) para autorizar la coimpra en caso de que no existiera el recurso o se produjera en Cuba. Por lo que veo, eso dejó de existir, pero ahora hace mucha faltra un mecanismo como ese para cumplir con o que usted sugiere, lo que pas que tiene que seer un mecanismo dinámico porque también hay muchos funcionarios que se hace de la vista gorda para escapar en un viajecito.

  • Edwin dijo:

    Muy oportuno este artículo en el Dia de la Ciencia Cubana, con datos que invitan a reflexionar para mejorar nuestro trabajo. Bien pudiera ser objeto de estudio en las instituciones de nuestro sistema de CTI. Muchas verdades dichas, y bien dichas, necesarias para alinear la ciencia con la economía y el desarrollo social, contra viento y marea, con firmeza revolucionaria, seguros de la victoria, y de nuestro futuro de hombres y mujeres de ciencia y de pensamiento.

  • Tomás dijo:

    Excelente artículo. Felicidades a los científicos cubanos.

  • Luis A. Montero Cabrera dijo:

    Excelente análisis. Para lograr que se movilice la iniciativa emprendedora en la alta tecnología es necesario que el estado implemente actividad de fomento y promoción, no solamente abrir las posibilidades. Es preciso convocar, estimular, paticipar en las inversiones con capital público y toda acción que pase de simplemente aprobar propuestas de empresas a promover la creación de empresas.

    • Andrés Cárdenas O´Farrill (comento desde hace años como "Andrés" a secas, pero trato de diferenciar mi opinión, por respeto a mis muchos tocayos) dijo:

      Coincido profesor.

    • Orlando Lázaro Rodríguez González dijo:

      Coincido con usted profesor. Es el Estado el que tiene que acabar de tomar acciones. Desde una CNA tecnológica (LADETEC) yo veo las siguientes dificultades: 1) el bloqueo de EE.UU; 2) las dificultades para importar partes y componentes; 3) las dificultades para exportar productos y servicios; 4) la apatía de la empresas para financiar soluciones arriesgadas de alta tecnología; 5) la preferencia de las industrias por soluciones de bajo costo y solución (parcial) de los problemas; 6) la dificultad de las industrias locales en las provincias para obtener el financiamiento de sus instancias nacionales y 7) una política impositiva que no favorece la introducción de tecnologías de alto valor agregado. Hora de hacer algo para estimular las exportaciones.

  • Suyen Rodríguez dijo:

    Excelente clase de ciencia vinculada a la economía, el Dr Lage nos muestra caminos posibles y retos a emprender...siempre aportando desde un alto compromiso revolucionario y visión de país.

  • Yipsydiazcgmaul.com dijo:

    Magnífico ,artículo .
    La combatividad por hacerlo cada día mejor debe estar , dónde quiera q haya un revolucionario .
    Nunca olvidar la estrategia

  • Jorge Acosta Conde dijo:

    Excelente su artículo. Como siempre. Es una lastima no tenerlo más a menudo aquí en Cubadebate o en el programa del domingo o en la Mesa Redonda. Nos hace mucha falta las intervenciones de usted y otros grandes economistas que tenemos en nuestro país. Gracias

  • Dr. Olimpio Rodríguez Santos dijo:

    Excelente y necesario articulo

  • Ana Gloria dijo:

    Felicidades guerrero, un artículo con ciencia y conciencia, interesante para reflexionar en varios contextos, unamonos hoy y ahora,nadie puede quitarnos la gloria vivida, pero hay que entrar en la caballería.Gracias por ser y estar Felicidades a todos los científicos cubanos

  • Sonia dijo:

    Tan certero...MUCHAS FELICIDADES al doctor AGUSTÍN LAGE y todos los que como el aman sin condiciones a la CIENCIA

  • Rafael Martinez Silva dijo:

    La universidad tiene que sentirse en el municipio mediante sus CUM
    Cada departamento puede ser una Pequeña Empresa
    Es necesario e inmediato soltar la caballería que a mí modo de ver son los departamentos

  • El de palabra dura dijo:

    Gracias por tan interesante artículo. Prometo analizarlo con más detenimiento.

  • Giraldo Jesús Martín Martin dijo:

    Excelente artículo del profesor y gran científico Agustín Lage. Se ponen en evidencias entre otras cosas, las situaciones existentes en nuestra conexión ciencia-empresa, se destaca nuestro capital principal que es el humano y por eso, entre otras cosas, Fidel apostó por las producciones basadas en el conocimiento.
    Pero hay algo que desde mi punto de vista falta y no creo sea imposible hacerlo y es el debate transparente, profundo y holístico de cada una de las estrategias principales para que el conocimiento sea realmente una fuerza motriz de nuestra sociedad, pues tenemos conocimiento y tenemos tejido empresarial público y privado pero no se hace lo suficiente para encadenarlo y a veces considero que no se quiere hacerlo, entonces ¿dónde está el debate para analizar ese problema?, conocimiento científico de relevancia mundial, empresas públicas de poca monta hasta hace poco muy maniatadas y con poca participación conciente de sus miembros o empleados y empresas privadas, algunas descapitalizadas como muchas CPA y UBPC en el sector agrario, es el que más conozco, y mipymes que se han dedicado a importar y vender, por ejemplo pollo y muchas cosas como cervezas de muchas marcas pero ninguna como la cristal y la bucanero que son nuestras y entonces ¿por qué no se organizan encadenamientos para producir pollo en Cuba y cerveza en Cuba?, solo estos dos ejemplos, los demás saldrían por un camino parecido. Los que armaron mipymes son muy arriesgados y han logrado hacer en Cuba lo que ya no teníamos por ninguna vía, entonces veamos como dialogar para que ellos contribuyan a reactivar de conjunto, todos encadenados. Para mí eso lleva análisis, debates desprejuiciados y acuerdos con grandes compromisos y eso es lograble.

  • Rafael Emilio Cervantes Martínez dijo:

    Felicidades maestro, toda su capacidad, experiencia y pasión puesta al servicio del pueblo y el bienestar de la humanidad. De eso se trata hoy, hurgar con lupa las oportunidades para potenciar el desarrollo integral y sostenible de la economía nacional que venza la barrera del bloqueo con pensamiento innovador y resiliencia. Gracias.

  • Giraldo Jesús Martín Martin dijo:

    Si llevamos lo presentado por el Dr Lage a la producción de alimentos se puede decir que aunque se han realizado análisis, se han adoptado medidas, se aprobó la Ley SSAN, la de Suelo, nuevas políticas y decretos leyes, la esencia está en que queremos amarrarnos a lo que no podemos hacer, pues no hay recursos para hacerlo. La agricultura que desarrollamos con el CAME fue para aquellas condiciones que hoy ya no tenemos ni vamos a tener pues por demás fue una agricultura insostenible desde el punto de vista económico y ecológico, por tanto, hay que ir hacia una agricultura más propia, adaptada a nuestro clima y a nuestras condiciones económicas. Tenemos buenas variedades de plantas, tenemos buenos raciales de animales adaptados a nuestras condiciones, tenemos muchos bioproductos (biofertilizantes, bioestimulantes, bioplaguicidas, abonos Orgánicos, yacimientos minerales) todos con investigaciones y muchos con validaciones científicas de sus impactos; pero no hay encadenamiento y no se utiliza del poco dinero lo suficiente o al menos lo imprescindible para revitalizar producciones como, por ejemplo, las dos plantas de Labiofam que están casi listas, requieren no mucho dinero en materia de inversión y ellas lograrían un gran impacto para la producción agrícola e incluso, muchos de esos productos podrían ser exportables y contribuir a cerrar los ciclos para producir los que necesitamos en Cuba. Aquí falta pensamiento estratégico y análisis de sistema y encadenamientos. Cuba tiene abundantes resultados científicos en el campo agropecuario para producir lo básico para alimentar a toda la población, pero necesitamos hacer realidad lo que tenemos para concretar los Sistemas Alimentarios Locales que presuponen la Ley SSAN y todas las políticas y decretos que la acompañan. Ahí también hay necesidad de conectar mejor el conocimiento con el sector productivo donde los científicos, los productores de alimentos, los que procesan y los que comercializan, todos en clusters de empresas públicas y privadas debidamente encadenadas en la que el eslabón primario (el productor) sea mas beneficiado y los científicos mejor vinculados, para desde el conocimiento lograr los mejores resultados.

  • Loreta dijo:

    Muy estimulante, lo sigo Dr. Pero cómo materializarlo en la practica cotidiana del cubano, qué dificil se hace. Muchas Felicidades a todos los q hacen ciencia!

  • Armando dijo:

    Tengo que expresar mi reconocimiento a este Cubano científico, revolucionario que nos ha brindado una clase magistral de lo que es la ciencia en Cuba, cuál es el camino para el desarrollo del país y eso lo ha aportado inspirado en las ideas de nuestro eterno comandante que lo sentimos presente cuando leemos este artículo de este científico que es en si la obra de FIDEL. Felicidades a todos los científicos CUBANOS y en especial al autor de este maravilloso artículo.

  • mercedes dijo:

    Muchas felicidades a nuestros científicos y científicas en todas las ramas del conocimiento, sus hazañas, por cotidianas, a veces no son tan reconocidas, pero ellos siguen adelante en su labor altruista. Magnífico artículo del doctor Lage, ojalá tenga oídos receptivos.

  • Mayra dijo:

    Excelente artículo. Gracias por sus contribuciones en esta importante batalla.

  • Marisol dijo:

    Maravilloso artículo. Deberá ser estudiado en todas muestras empresas y ministerios. Por el pueblo. Felicidades para todos los científicos este día.

  • Pedro Ramírez dijo:

    Gracias Agustín, magnífico comentario; debiéra realizarlos más a menudo, con contenidos accesibles a la incultura económica de amplios sectores cubanos; al "desarrollo" hay que entrarle por la cabeza, pues si le entras por "los pies" nunca lo alcanzas; para ello, el imprencindible FINANCIAMIENTO, en nuestra realidad económica, cómo lo resolveríamos???

  • Arturo dijo:

    Barbaro...siempre sigo sus temas y escritos. Me gustaría ver sus reflexiones de nuestra economía actual con el nuevo auge de las Mipimes. Estamos hoy en dos equipos. Los académicos y los de gradería. Los de gradería dicen que las mipimes están acabando y desangrando. Y se ha hablado bastante de lo positivo que debía ser su consolidación. Hoy no se en que equipo ubicarme jjj

    • Tomás dijo:

      En el programa Cuadrando la Caja el Dr. ha pariticipado muy elocuentemente. Estuvo en el primero o alguno de ellos.

  • Dr. Arturo Toledo dijo:

    Brillante artículo, tal y como nos tiene acostumbrados el Dr. Lage, y una lección para aquellos estrategas que todavía mantienen la ilusión de que el turismo va a salvar el país de esta crisis, solo basta insistir en la frase de Fidel "La ciencia y las producciones de la ciencia, deben ocupar algún día el primer lugar de la economía nacional……tenemos que desarrollar las producciones de la inteligencia, y ese es nuestro lugar en el mundo, no habrá otro"

  • Andrés Cárdenas O´Farrill (comento desde hace años como "Andrés" a secas, pero trato de diferenciar mi opinión, por respeto a mis muchos tocayos) dijo:

    Estoy de acuerdo con su análisis profesor Lage. Sin embargo, para que estas cosas se movilicen es necesario que exista alguna política industrial por parte del gobierno, que defina claramente cuales son los sectores, e incluso empresas, que se quieren fomentar. Se conocen los sectores, pero aún todo está muy poco focalizado. Todas las estructuras dinamizadoras que menciona son excelentes y son parte consustancial de un proceso de desarrollo tecnológico, pero son, en mi opinión, condición necesaria, pero no suficiente para la industrialización. Para que un proyecto tome vuelo va a necesitar promoción especializada y lo mejor de los pocos recursos del país, los cuales, sin duda alguna, estarían bien invertidos.

    Ciertamente, el hecho de estar tan por debajo internacionalmente en indicadores como la investigación y desarrollo como porciento del PIB, o en el nivel de valor agregado en nuestras exportaciones, o en la creación bruta de capital, no hablan de un buen uso de los escasos recursos que tenemos. Esto es un asunto estructural que deberá cambiar si se quiere tener alguna perspectiva. También creo que algunas innovaciones financieras serán imprescindibles, pero esto requerirá la habilidad de escuchar y la capacidad de desarrollar proyectos pilotos a nivel local. También será necesario un cambio de paradigma en términos de lo que se considera gasto e inversión. Creo que hasta el momento ha prevalecido un enfoque estático al respecto (no gasto lo que no tengo), cuando en realidad, a pesar de la obvia limitación de recursos, existen otras potenciales vias.

    Es, como usted sugiere, vital fomentar un ecosistema técnico-empresarial de alto calibre, pero esto tiene que poder despegar después. La empresa sola no puede hacer esto, particularmente cuando se trata de productos innovadores. Se ha entronizado demasiado la idea de que la empresa debe ser responsable de llevar adelante cualquier proyecto nuevo, a propia cuenta y riesgo, y eso a veces no funciona. Me parece uno de los rezagos neoliberales que muchos decisores en el mundo absorbieron, incluyendo Cuba, acaso inadvertidamente, durante los 1990s, cuando toda esta terminología estaba de moda. En la práctica, incluso las empresas estatales se enfocan en el corto plazo. No veo como solamente las organizaciones superiores, o holdings a los que pertenezca una empresa, decidan cargar con esta responsabilidad ellas solas. No todos son BioCubafarma. No es la primera vez que tenemos innovaciones engavetadas. Creo que se necesitan, además de apoyo del gobierno a los proyectos prometedores, líderes con mente abierta y tolerancia al fallo (pues inevitablemente los hay, y muchos, particularmente en el proceso de innovación).

    Por otro lado, coincido en que es muy importante que se reconsidere la forma de lidiar con la mano de obra calificada emigrada. Esto puede ser escabroso desde el punto de vista de los decisores del gobierno, pues hay una inobjetable dimensión política en el asunto. Pero creo que lidiar con pragmatismo y respeto en el tema podría ganar la colaboración de muchos. No creo que este asunto de la emigración sea uno revertible en el corto plazo, pero si creo que se puede utilizar la situación a favor de más colaboración, sobre todo si se hace desde la base del respeto. Una estrategia exportadora,se beneficiaría sobremanera con esto. Sería muy triste no poder coordinar estos asuntos con la creciente cantidad de cubanos calificados que residen fuera del país.

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Agustín Lage Dávila

Agustín Lage Dávila

Destacado científico cubano. Fue durante 25 años Director del Centro de Inmunología Molecular de La Habana. Es asesor del Presidente de BioCubaFarma. Ha recibido numerosas distinciones nacionales e internacionales. Fue Diputado a la Asamblea Nacional por varias legislaturas.

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