El diario de René: Los abogados viajan a La Habana
Este fin de semana transcurre como cualquier otro. El sábado 17 hablé con Roberto antes de hacerlo contigo, pues el día anterior no teníamos la seguridad de que se había resuelto el viaje de los abogados a La Habana y eso nos preocupaba. Por suerte supimos que los abogados ya se encontraban en nuestra capital y todos respiramos más tranquilos.
En la tarde y la noche se organizó un campeonato de handball en el que jugué de pareja con Ramón y ganamos el primer lugar. El premio fueron doce Coca-Colas. Fernando, por su parte, ganó el segundo, y en otro torneo deportivo el Antonio obtuvo el primer lugar en dominó, así que el fin de semana fue productivo, totalizamos veintiún refrescos entre los cuatro. Gerardo, como siempre, de animador desde las gradas.
Ya el avispero comienza a revolverse de nuevo y la falta de noticias del juicio –que no parecen ser lo suficientemente agradables– es compensada con llamados a una manifestación frente al edificio de la Corte, para el próximo miércoles 21 de febrero, “exigiendo la condena a los espías”. Por su parte Ana Margarita, la exesposa de Roque, irá a partir del lunes a discutir su tajada del tesoro de la República de Cuba ante un juez, con su demanda de violación sexual contra el gobierno de la Isla. Esta pugna por convertirse en millonarios está tomando proporciones de relajo.
El domingo agoté las cinco llamadas del día tratando de saber cómo van las cosas en La Habana. Pude hablar con Roberto justo cuando ya los abogados de Gerardo y Fernando habían conocido a sus familias respectivas y tú te dirigías a la oficina de Nuris[1] para encontrarte con ellos. No tengo que describirte la alegría que sentimos porque al fin ambas familias conocieron a Paul y a Joaquín, esa noche nos acostamos a dormir contentos.
El lunes también agoté las cinco llamadas, pero esta vez tratando de saber sobre el regreso de los abogados, pues teníamos la esperanza de que, si llegaban temprano, Anglada pasaría por aquí para contarnos. Como Roberto me dijo que habías podido llamar a Papín el día anterior desde la oficina de Nuris, lo llamé para que me contara su conversación con la niña. También supe por Roberto que los abogados estaban muy contentos con los resultados del viaje y esto nos llenó de alegría. Con esas noticias nos fuimos a la cama ese lunes 19 de febrero, deseando que la noche pasara rápido para que llegara pronto el martes y el encuentro con nuestros abogados en la Corte. Me pareció revivir la época de la niñez en que me iba a la cama ansioso, la víspera de los Reyes Magos, para esperar por los juguetes; aunque a decir verdad, eso de irse a la cama esperando que la noche pase rápido nos ha pasado bastante durante este proceso, supongo que cuando comencemos nuestro caso nos ocurrirá más.
Nota:
[1] Nuris Piñero Sierra. Abogada del bufete internacional de La Habana. Asumió la representación legal de los familiares de los Cinco y formó parte del equipo que coordinó el trabajo con los abogados norteamericanos.
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He leido ya dos ''diario de René'', son absolutamente una joya de la literatura, te atrapan de solo leer dos renglones, muy bien redactados, con mucho realismo y sencilles, me recuerda la técnica de Hemingway empleada en el viejo y el mar.
Trataré de seguir leyendolos todos.
Felicidades René!
En el futuro te pediré permiso para escribir un libro sobre ustedes.
Saludos,
Miguel
Gracias por tanto sacrificio.