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¡Participa! en el IV Concurso de Microrrelatos, convocan Ocean Sur, la AHS y Cubadebate (+ Video)

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Cubadebate, la casa editorial latinoamericana Ocean Sur y la Asociación Hermanos Saíz (AHS) convocan a la cuarta edición de nuestro Concurso de Microrrelatos, que desde 2017, dedicamos al advenimiento de la Feria Internacional del Libro en Cuba.

¡Participa! Demuestra en un relato corto tus capacidades como narrador. El ganador obtendrá una colección de novedades editoriales de Ocean Sur, presentes de la AHS y Cubadebate, así como la oportunidad de publicar su obra en este sitio web.

Si quieres ser el ganador, solo tienes que escribir un texto, que no exceda los mil (1 000) caracteres (sin espacios), que nos permita descubrir al escritor que eres. Inspírate y echa a volar tu imaginación, escribe un cuento, el inicio de una novela o testimonio…

Deja tu microtexto como un comentario en esta entrada. El plazo de admisión vence el domingo 16 de febrero, el día que concluye la XXIX Feria Internacional del Libro de La Habana.

Escogeremos tres premios. El jurado estará integrado por reconocidos escritores y periodistas cubanos seleccionados por la AHS. Los resultados se publicarán el 12 de abril, justo el día que concluye la Feria en Santiago de Cuba.

Nos comunicaremos con los ganadores a través del correo electrónico que escriban al enviar el comentario con su obra.

Ocean Sur, la AHS y Cubadebate quieren premiar a los amantes de las letras con este concurso dedicado a la microliteratura.

En video, convocatoria al IV Concurso de Microrrelatos

Se han publicado 1069 comentarios



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  • Giraldo Mazola dijo:

    PROPUESTA PARA EL CONCURSO DE MICRORELATOS DE CUBADEBATE

    SIGUE AHÍ Por Giraldo Mazola

    Como si no fuera suficiente su obra como combatiente y constructor, su legado, su presencia física al frente de combates en el Moncada, en la Sierra, en Girón o retos con la naturaleza como el ciclón Flora, para recordarlo y esforzarnos por continuar la obra que nos dejó, antes de abandonarnos físicamente insistió en que no se reprodujera su imagen en bustos o estatuas, ni se pusiera su nombre a avenidas, calles, fábricas o escuelas.

    Incluso la modesta tumba que guardan sus cenizas, semejante a un enorme grano de maíz, sustituyó a su propósito de esparcirlas por las montañas donde libró una épica gesta militar.

    Convencido de que las ideas son más fuertes que esos recuerdos de mármol o nominaciones, nos dejó suficientes para proseguir.

    Al asumir su cargo de presidente de la República, Miguel Díaz-Canel citó en su discurso ante los diputados que lo eligieron, algunas de sus ideas aún vigentes con tanta fuerza como cuando las pronunció.

    Hace pocos días, cuando concluyó la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que designó al Primer Ministro y los ministros, de nuevo el presidente recordó citas de Fidel pronunciadas en aquel mismo salón.

    La televisión cubana suele hacer paneos constantes de la presidencia, de distintos ángulos de la audiencia y del orador, que a los telespectadores les hace sentirse dentro del local.

    Hay un detalle que a veces nos pasa desapercibido.

    La silla que ocupó Fidel siempre en la presidencia de las reuniones de nuestro parlamento, donde se sientan los miembros del Consejo de Estado y la dirección de la Asamblea Nacional que teníamos antes y la actual, sigue vacía, como recordándonos que sigue ahí, con su pupila alerta, entre nosotros.

    No se ignora con esto su último deseo. Es solo una silla vacía en la presidencia de los debates de nuestro parlamento.

    Pero para mí y pienso que para todos tiene un mensaje. Sigue ahí.

  • Beatriz Dominguez dijo:

    muy buenos cuentos

  • Sabrina dijo:

    Y todos éramos felices, cada cual tenía lo que realmente necesitaba, no existían razas ni clases sociales mucho menos guerras, era un paraíso y de repente zas el mundo desaparecio,nuestros antecesores se olvidaron de cuidar el planeta.... no nos permitieron vivir , perdimos nuestra oportunidad

  • angelux dijo:

    BATALLA ACÚSTICA

    La tarde invitaba al desafío, era evidente la sensación de triunfo dibujada en su rostro, había llegado a un terreno virgen, un desierto sonoro y quien mejor que él para conquistarlo; en medio del calor sofocante, un cielo totalmente desprovisto de nubes y la ausencia de cualquier intento de brisa; su misión era simple, alegrar aquellos rostros largos enmudecidos por la espera, una espera que unido a las condiciones meteorológicas ya expuestas, daba cabida a esa comparación que los poetas románticos han convertido ya en cliché, cada segundo de esa tarde era comparable perfectamente con sesenta minutos justos.
    Una parada de guagua repleta de personas, todas apretadas bajo unas tejas que servían para que solo un área de tres metros cuadrados escapara de la furia del disco dorado. Era el escenario perfecto para experimentar la acústica de la orquesta sinfónica, con su batuta, que tenía una mezcla de rapidez y prepotencia, con batuta por supuesto que se refería al dedo más útil en estas cuestiones, el dedo gordo, que la era de los celulares inteligentes ahora lo ponían en un pedestal luego de tantos siglos relegado a ser solo un complemento. Ningún otro tocaba los botones de su “Iphone” con tanta exquisitez, esta nueva adquisición nada barata, debía cumplir su objetivo, llevar alegría, no a él, sino a todos aquellos a su alrededor, volumen al máximo y se rompía ese largo silencio que le resultaba tan incómodo, éxito tras éxitos, los haría escuchar lo mejor que suena ahora.
    No pretendía ceder a los ruegos de la abuela que estaba a solo treinta centímetros y a la que las ondas sonoras estaban dirigidas como un misil ultrasónico, que tenía como diana su preciado tímpano. La abuela ignoraba que estamos en el siglo XXI y que tenía que actualizarse, atrás esos géneros de movimientos lentos, si esta nueva obra de arte del neo- contemporáneo “reparterismo musical” le molestaba, siempre podía alejarse de allí. Tan ensimismado estaba que no se percató que el bus se acercaba, no se imaginaba que diez tristes minutos era todo lo que había durado y duraría su reinado. Al cruzar el umbral de la puerta del monstruo rodante, le esperaba la competencia, un BLUE que descargaba unos cuantos decibeles más arriba que el suyo, el duelo era evidente. No le molestaba la música que traía su contrincante, era muy similar a la de él; se trataba del honor perdido, del robo de ese protagonismo que le permitía ser el centro de atención, de que alguien lo reconociera y dijera, “perfecto gusto musical”.
    No, no iba a cederle el puesto, recordó su arma secreta, un pequeño bafle que lo acompañaba en todos sus viajes, inofensivo a simple vista, pero con una salida de 1500 PMPO, suficientes para imponer respeto. Sí, ahora si tendrían que escucharlo, le haría pagar su insolencia. Conectó, giró el botón de volumen a la derecha y de vuelta a su reinado, lastimosamente por solo treinta segundos, la batería del producto inteligente de la Apple inc. no se encontraba a la altura de la situación, resultaba realmente frustrante, porque la tarde invitaba a un desafío

  • Manuel Espinosa Mill dijo:

    Dragón y Princesa.
    Dragón Gonzales exhalo un cálido suspiro para aliviar su aburrimiento y sin mucha sorpresa descubrió una pequeña chamusquina en la página siguiente y las llamas, aun pequeñas, que se propagaban por el centro del libro hasta alcanzar a Princesa Pérez, haciendo presa primero de sus cabellos enrulados y luego consumiendo su ropa. Todo fue demasiado rápido como para darle tiempo a la pálida dama a reaccionar. Solo cuando la hoja de Princesa Pérez desapareció por completo entre las llamas sintió Dragón González el calor del incendio cercando la roca donde por siglos había velado la integridad de la muchacha. Sin demasiado apuro y ya sin un motivo para permanecer atento extendió su cola sobre las palabras ennegrecidas por el fuego y se tendió cual largo era justo en el medio del libro para entregarse despreocupadamente al sueño. El incendio de la biblioteca fue declarado de causa desconocida.

  • Manuel Espinosa Mill dijo:

    Coitus interruptus.
    Cerebro tomó la decisión en unos demasiado largos milisegundos. Había analizado los sonidos uno por uno en el Decodificador de Sonidos Audibles de su Programa Base y la respuesta lo dejó sin elementos de juicio; la frase “quejidos, suspiros y resoplidos de índole sexual” no tenía ningún significado que lo llevara a una acción inmediata que suspendiera aquellas vibraciones en el interior de la nave. La alerta de precaución del sistema de seguridad pasó a la fase de máximo peligro; era totalmente seguro que los Desconocidos estaban avisados de la presencia de los tripulantes pues algo era claro; aquellos sonidos solo podían ser emitidos por humanos. La misión había fracasado y la acción que eliminaría futuras complicaciones no podía demorase más. Las compuertas de la nave se abrieron al vacío estelar que succionó todo lo material de la cabina. El Hombre abrazaba con fuerza a la Mujer y en el ya inminente momento clímax forzó profundamente la penetración. Ni él ni su compañera tuvieron conciencia de que sus fluidos, esencias y secreciones hervían en sus células rompiéndolas al unísono en una fantástica explosión orgásmica.

  • Manuel Espinosa Mill dijo:

    Zapatos Rojos.
    La niña detuvo su bicicleta precisamente sobre el charco del camino y sin pensarlo demasiado se desprendió del sillón quedando a horcajadas sobre el vehículo. Hundió sus zapatos en el fango maloliente y los brillantes zapatos cambiaron su color rojo a un desagradable tono de tierra podrida.
    La madre la vio a lo lejos bajando la colina a toda velocidad y corrió a alcanzarla. La revisó atentamente y al no descubrir otros daños fuera de los zapatos sucios, ya más tranquila, la sentó en el quicio del portal, le retiro el calzado que aun por partes conservaba su hermoso color y los tiro al jardín. Ya mañana los lavaría…, otra vez. La niña entró a la casa y sonreía.

  • Angel Rubio dijo:

    LA JUVENTUD DE HOY ESTÁ PERDIDA
    La decisión está tomada papá, mañana lo hago, le comunicó el joven con total seguridad y mirando de frente al padre. Este se rascó la cabeza, la movió, como solía hacer, y como quién expresa algo ya conocido, le trasmitió: sabes a lo que te expones, será muy riesgoso, yo a tu edad lo pensé también y nunca me decidí.
    Si no lo hago ahora, me pasará como a ti, nunca lo haré, fue la idea que pasó por el cerebro del hijo.
    El padre volteó la cabeza hacia donde estaba el abuelo del joven y con la mirada lo interrogó. El anciano, les hizo saber: no creo sea una buena idea, al final lo lamentará y nos hará sufrir a todos, es un típico capricho de joven inexperto, como lo fuimos todos un día.
    La madre, que escuchaba en silencio la conversación, no pudo más y con un rápido movimiento se colocó entre los tres, como para enfrentarse a todos con sus ideas, y con grandes gritos y gestos les trasmitió: háganselo entender con fuerza, eso es una locura, y tú hijo, entiéndelo.
    A una corta distancia estaba la tía, la que con una voz lapidaria, de quién dice una verdad absoluta que cierra una conversación, gritó: la juventud de hoy está perdida.
    El joven los miró a todos con amor, pero con decisión, y con gestos sencillos lo hizo saber: mañana me bajaré de estos árboles, caminaré erguido y me haré hombre.

  • Jose Bryan dijo:

    Hablaré de una mujer de acero, una mujer sin nombre porque no me acuerdo. Odio decir que lo olvidé porque debía habermelo tatuado en el alma, pero su rostro y su fuerza fueron sin dudas su mayor verdad, y fue tan así que al cabo del tiempo no puedo y no quiero olvidar su valor. Llegó a mi hospital perdiendo la vida entre las sábanas. Sueros y medicamentos antihemorrágicos lograron aplacar su partida. Solo esgrimía con voz apagada, por favor, sangre no. De nada sirvieron mis lecciones de psicología básica, ni desnudarle su cruda realidad, aquella mujer respondía serena, siempre con una sonrisa en medio del dolor. Ese fue nuestro primer encuentro porque hubo un segundo igual o peor y siempre, sin burlarse de mi miedo y mi piedad, me decía tranquilo doctor usted ya cumplió. Yo quería salvarle la vida o tal vez prolongarla una poco más, se marchó serena otra vez a su casa con su biblia de acero y su fe magistral. Yo entendí entonces que la fe religiosa o no, es un arma que destruye los miedos y las trampas. Que los principios te salvan de la muerte o te ayudan a dejarla entrar.

    Venezuela 2011

  • Miguel Machado Mesa dijo:

    EL DESCUBRIMIENTO
    _ Hace días que estoy por hacerte una pregunta.
    _ Dime.
    _ Nosotras somos jimaguas, así que lo que le sucede a una también le pasa a la otra. Al menos eso es lo que dicen por ahí.¿Tú no has notado que últimamente estás un poco más gordita?
    _ No me había fijado, pero ahora que me lo dices, sí, es verdad. ¿A qué se deberá eso?
    _ ¿No se te habrá pegado alguna enfermedad por ahí y me contagiaste a mí también? Aunque no… no puede ser. Tú yo nunca nos separamos.
    _ Claro que no, mi hermana. ¡Estás puesta para la maldad!
    ¬ _ Lo que pasa es que tengo otra preocupación.
    _ ¿Ahora también te dio por eso?
    _ Es que noto que cuando me acuesto, pierdo la visibilidad. Hay algo que me impide ver, como si fuera un muro.
    _ Yo no me he dado cuenta de nada.
    _ Tú siempre has sido un poco más lenta. ¡Ay! Y ese olor a medicina. Todo el mundo se ha vestido de verde. ¿Dónde habrán vendido esa ropa?
    _ ¿Qué tiene de extraño que todos se vistan igual? Ni que eso fuera nuevo. Oye, la necesidad obliga.
    _ Alguien está gritando ¡Ay, pobrecita ¿Qué le estarán haciendo? ¡Ayúdenla!
    ¬_ No te pongas dramática, que la mujer ya se calló.
    _ Sí, pero ahora siento otro llanto. Aunque…aunque este es pequeñito. ¡Ah! Creo que ya se.
    _ ¿Qué es lo que sabes, sabelotodo?
    _ ¡Es un bebé!
    _ Sí, yo también lo veo. Y nos lo están mostrando.
    _ No es eso tonta. ¡Viste que manera de chupar!
    _ ¿Y por qué contigo primero?
    _ Será porque yo soy la que está más cerca del corazón.

    Escrita por Diana Ruiz

  • JOSE ANTONIO dijo:

    Lo que me dijo Calixto..

    Por: Chami Castro

    La semana pasada estuve en el nuevo monumento a Calixto García situado en la 5ta avenida y calle 146 del municipio Playa en Ciudad de la Habana y quise aunque fuera de forma virtual recoger algunas impresiones del que fuera el General de las tres guerras.
    Me contó Calixto los momentos difíciles que pasó en su anterior emplazamiento de la calle G y Malecón en el Vedado provocado por las continuas penetraciones del mar, me confesó que él y su caballo en algún momento temieron nuevamente por sus vidas cuando las aguas del mar penetraron tierra adentro y casi que les toca la montura, recordó con nostalgia los 55 años que estuvo en este lugar, todo lo lindo que vio pasar por el malecón habanero, las marchas, los carnavales, el ir y venir de la gente, los enamorados, la caída de la tarde y la puesta de sol, el sonido de las olas y el mar!
    Me dijo que sintió mucha vergüenza cuando lo montaron con su caballo sobre una rastra para trasladarlo hasta el nuevo emplazamiento; “hubiera querido salir cabalgando machete en mano como lo hacía hace 140 años en las llanuras de oriente”.

    Dice que cuando llegó a 5ta y 146 en Miramar el monumento aún no estaba terminado y que tuvo que acampar bajo una mata de almendras por un buen tiempo, hecho nada novedoso para él que siempre estuvo acostumbrado a pernoctar en la manigua, pero al parecer la imagen no fue nada agradable para los curiosos habaneros por lo que en pocos días jinete y caballo fueron colocado en su definitivo emplazamiento sin que el conjunto escultórico estuviera totalmente terminado, nos cuenta Calixto que desde su altura pudo ver de cerca a la gente trabajando y que hubo días en que quiso bajar de su caballo y ponerse a trabajar o sencillamente meter un toque de corneta como en los tiempos de las cargas al machete para ayudar en la terminación de la obra.

    El día 14 de noviembre y en saludo al medio milenio de La Habana se inauguró su nuevo monumento, para ser justo mucho más hermoso que el anterior, el conjunto muestra al General con su traje de campaña color bronce brillante, en su mano izquierda sostiene las riendas de su caballo y con la derecha muestra el camino a seguir. El pedestal que lo sustenta es de granito negro y en el interior del monumento se pueden apreciar a relieve las principales escaramuzas de sus hazañas a lo largo de las guerras en que participó.

    Me llamo la atención que en una de sus últimas acciones del año 1898, dirige las fuerzas mambisas que participaron junto a los tropas norteamericanos en las acciones de Santiago de Cuba para derrotar definitivamente al ejército español y sin embargo después de ganada la guerra los yanquis no lo dejaron entrar en Santiago, supe de toda la tristeza y frustración del gran General que a pesar de todo estuvo luchando por Cuba hasta los últimos años de su vida.
    Tuvo mucha razón el poeta cuando dijo; Pirata de ojos azules, caimán aprovechador, lo que le hiciste a Calixto; ¡Esa te la cobro yo!

    Antes de despedirme tomé una foto y le hice una última pregunta al General;

    -¿General qué les diría a los cubanos de esta nueva generación?

    “Quiero que mantengan la unidad y que trabajen hasta obtener la victoria, amen a la patria por encima de todo donde quiera que estén, sigan siendo anti-imperialistas, y sepan que desde este monumento estaré siempre atento al pueblo de Cuba, considérenme un jinete más es su cabalgadura por la conquista de los nuevos tiempos…”

    Mirando al monumento me daba la impresión que el general saludaba a todos los que pasan por este lindo lugar, en el servicentro de enfrente la cola para el combustible es mucho más corta que hace unos días, note que los automóviles pasaban mucho más lentos bordeando la rotonda, quizás cedían el paso a los que vienen por la vía preferencial o porque sencillamente querían con una mirada reciprocar el saludo del insigne General.

  • Luis Angel dijo:

    El día lloraba sin compasión.

    Como un fantasma floto sobre la soledad que acompaña su cuerpo. Admirando, la poesía que su libro de páginas de ternura y pasión arraigadas a su interior. Yo lector a tus pies. Tú impides leer.
    Paso a paso, con la paciencia qué meres, fuiste permitiéndome entrar. Cada día me hacías, sentir más dueño de ti, lo que antes eran pasos ya hoy son carreras. Momento, taras momento, vivíamos como locos o como niños; cuando algo nuevo ven. La emocionante aventura de cabalgar, como solo lo podemos lograrlo los dos, conocimos cada rincón de nuestro cuerpo. Cada ápice de expresión en cada uno, ya era reconocido en el mismo acto. Poco a poco, dejamos de utilizar las palabras, la expresión corporal era todo para los dos. Sin embargo como mismo fue poco a poco lo que logramos crear. Fue feroz y rápido lo que nos sucedió.....

  • Panconlechuga dijo:

    Reencuentro
    _ Oye, déjame ese fémur ahí, que es mío –dijo la voz grave y jugosa que retumbó muy rara dentro de la bóveda.
    _ ¿Kike? _ preguntó una voz de mujer, también hermosa y juvenil aún.
    _ ¡Yunelis! Si cuando te veía las piernas me temblaba la voz y ahora que veo tus huesos…
    _ Ay, Kike y a mí cuando oía tu voz me temblaban las piernas y ahora que te miro bien, hasta te faltan huesos…
    _ Es que llevo mucho tiempo ¿Te acuerdas cuando me caí del alero?
    _ Sip, mirando huecos…
    _ ¿Eso dijeron? Yo estaba con Martica, la mujer del Chino, él llegó y tuve que salir a la carrera…bueno, al menos ella quedó limpia. ¿Y tú, cuándo llegaste?
    _ Hace tres años, ya tú no estabas, fue una muerte tonta, me atraganté con una croqueta…
    _ Bendita inundación que juntó nuestros huesos en este panteón, ahora estás malísima, pero qué más puedo pedir…vamos a ver si encontramos tu fémur por este rincón…

  • Ray dijo:

    Monólogo de las cajas de muerto

    ¿Será posible que esta mujer no me deje trabajar tranquilo? Mira que le doy de lado y no se da por vencida. Ahí viene otra vez con su cara risueña, haciéndose la amable: “buenas, cómo estás, y la niña, y tu esposa, estás perdido, me hace falta una entrevista”. Es una salación. ¿Esta gente no se dará cuenta de que uno necesita trabajar? Ella no ve que no tengo carro de basura, que no tengo jefe de necrología, que la loca que limpia en la funeraria me chocó el carro. ¿Qué hay? Siéntate. Qué necesitas. Bueno, la situación con el carro funerario está a punto de resolverse, todo transita por una remotorización que hubo que hacerle a raíz de un accidente, donde también tuvimos que cambiarle la defensa, pero en nuestra voluntad está hacerlo en el menor tiempo posible. Mientras tanto Remedios nos presta su carro cada vez que hay un sepelio. No, no es cierto que no haya cajas de muerto, lo que sucede es que las concentramos en una cuantas unidades de la provincia y las localizamos a través de un puesto de mando provincial, no, no demora, se llama por teléfono, se dice la talla y ellos de inmediato nos localizan dónde hay, vamos, la buscamos y se da el servicio, ¿ahora sin carro? te repito, nos prestan el de Remedios. ¿Que si en ese momento hay un sepelio allá?, bueno esperamos un poquito, eso siempre se hace lo más rápido que se pueda… ¿Qué irá a preguntar ahora? ¿Por qué me pone contra la pared si yo no tengo carro ni cajas, ni sé qué cojones estaba haciendo Isabelita cuando la dejó entrar? Ñoooo, se enteró de la caja desfondá cuando iban a enterrar al hombre, y de los dos féretros que querían llevar juntos; ¡esta tipa me quiere incinerar! Mire periodista, yo lo que le puedo asegurar es que por falta de cajas no se va a parar nuestro servicio. ¿De qué se ríe ahora esta cabrona? a carcajadas, y se va, al fin…bueno, vuelve cuando necesites, por ahí va muerta de risa. Isabelitaaa: no estoy más para la prensa, inventa, que tú saliste con título de oro de la escuela.

  • José Manuel Santiesteban RUIZ dijo:

    LAS PROMESAS

    Las promesas pueden atar la fe de generaciones. Dios, por ejemplo, nos prometió el paraíso y aquí estamos después de dos mil años, con las pupilas un poco más endurecidas, pero sin dejar de buscar en cada amanecer los albores de lo prometido. Y mejor ni les cuento de otras promesas, incluso más pretenciosas que las de Dios y con mucha más repercusión. ¡Si!, Definitivamente me refiero a la promesa de “un mundo mejor”. El paraíso se supone que siempre ha sido paraíso, apenas pisado por dos personas en un corto período de tiempo y está aguardando por el momento preciso para… ya ustedes saben, pero el mundo, a quien se le ocurre la desaterrizada idea de pensar que un mundo mejor es posible a estas alturas de la historia. !Vaya! Ni a Dios se le ocurre tal cosa. Y no solo me molesta la ocurrencia, sino que se haya lanzado sobre la humanidad en forma de promesa. Quizás este ofrecimiento era el verso de un poema, la profecía de un microcosmos imaginario, alguna especie de chiste para hacer reír a la gente o en el peor de los casos el delirio de algún individuo en estado sicótico. Es astronómicamente preocupante la posibilidad de que el prometedor haya sido un loco, ¿se imaginan? el delirio de un loco puesto en el ingenuo corazón de millones de personas. Aunque los locos y los genios tienden a confundirse, a un genio jamás se le habría ocurrido tal barbaridad, a menos que estuviera rayando la esquizofrenia y eso ya lo convertiría en un loco, así que descuenten al genio.
    Lo realmente terrible es cómo explicarle a tanta gente que se trataba de una alucinación. Sería como arrancarle el horizonte a la tarde. ¿Hacia dónde mirarían en los momentos críticos de limitada esperanza los que solo soportan el paso del tiempo gracias a la fe? Sería cruel. Creo, que lo mejor, es que este cuento jamás llegue a ser muy importante, no vaya a desencadenar un suicidio en masa. Y que conste, no prometo nada, absolutamente nada.

    • Yanet Muñoz dijo:

      Este cuento, Las Promesas me parese un intelligente pretexto para cuestionarnos si en realidad un mundo mejor es posible y cuanto contribuimos con nuestro que hacer cotidiano a que el mundo sea mejor o peor.
      Mis felicitaciones al autor

  • Carlos dijo:

    Capitalismo Salvaje

    Aquellos paises, hijos de la infamia de la esclavitud y la codicia de los hombres y herederos de la Roma imperial, y de los reyes despóticos del pasado, donde por la ambicion personal y la falta de humanidad son capaces de pisotear al projimo y verlo no como un ser humano sino como un medio para conseguir un fin: el dinero. El capitalismo salvaje encuentra hoy el maximo exponente en todos los paises de america latina y los estados unidos y su forma económica se expresa a traves del neoliberalismo: una especie de comercio abierto y casi sin ningún control o regulacion por parte de los estados, dando curso libre a que las desigualdades y las ambiciones se desarrollen y polaricen hasta terminar en el enriquecimiento desmedido de unos pocos y el empobrecimiento y la desgracia de otros.
    Solo hay un gran culpable que parte desde el Norte revuelto y brutal y se extiende como mal sin fondo robándoles a los pueblos su libertad y no hay nada mas sublime para un hombre que su libertad..

  • Miguel dijo:

    Cuando duermo:
    Cuando duermo y sueño puedo ser un artista, un cantante o quizás un guitarrista. Puedo alegrar corazones, pilotear un avión y viajar a lugares distantes de tu corazón.
    Cuando duermo y sueño nada me es imposible puedo ser un rey y hasta un cosmonauta y visitar la estrella más deseada.
    Cuando duermo y sueño puedo volver a ser niño y recordar cosas emocionantes q me han sucedido.
    Cuando duermo y sueño puedo curar enfermedades, ser el mejor médico que tú has tenido. Puedo vivir a lo loco y tomarme una deliciosa agua de coco.
    Cuando duermo y sueño no quisiera despertar, pero el canto del gallo me avisa que debo ir a trabajar.

  • Dira dijo:

    Postales del interior.
    Cuando ya nadie escribía cartas en papel él llenaba hojas de una escritura apretada. Tenía el tiempo y la necesidad de hacerlo. A veces las cartas tomaban varios días, las páginas se iban amontonando hasta la entrega. En ellas verbalizaba todo lo que hubiese dicho a su mujer en la semana. Llenas de palabras cariñosas que la soledad multiplicaba, de intimidad y desesperación, llegaban al intermediario. De este recibía los correos impresos. Los leía con avidez, varias veces, sin que la frialdad de Times New Roman 11 opacara su alegría. La calidez de sus trazos tampoco llegaba a destino. Sus cartas eran transcritas a un ordenador, despojadas de su aliento las palabras viajaban por la red cruzando el océano. Ella había partido. Él se marchitaba en una espera indefinida. Las cartas eran el frágil nexo que los sostenía.
    Revolviendo papeles viejos las encontré. No sé si ustedes, los amantes, sobrevivieron, quiero imaginar que sí, que sus anhelos de entonces se volvieron certezas, que respiras libre en otra tierra aunque ya no escribas cartas de amor. Las postales de aquellos años grises siguen aquí, no tuve fuerzas para tirarlas, siempre he sido más de guardar.

  • Daima dijo:

    Yo me llamo Argentina

    El imperio de la Y se iba expandiendo. Los índices de creatividad eran alarmantes. El alfabeto, por decisión de todos sus miembros, eligió a la penúltima consonante como la más popular.
    Mi mamá nunca se interesó mucho por el mundo de la moda, ni se dejaba influenciar por sus amigas. Ella vivía en su mundo.
    Mi mamá era una eterna enamorada del Che, y a veces lloraba en secreto su muerte y el no haberlo conocido cara a cara. Se dormía con el Martín Fierro debajo de la almohada, se sabía todos los poemas de Borges. También era poeta, y las mejores décimas las escribía cuando los buenos aires le traían la inspiración.
    Mi mamá disfrutaba los triunfos del Boca, y no le importaba que los cariocas fueran más veces campeones mundiales, y que hubiera algunos quitándole méritos a Maradona. ¡Él es el Diego de la gente! ¡El Pibe de Oro! ¡Yo soy albiceleste! –decía. Ellos son ángeles, por eso el cielo les hizo un uniforme blanco y azul.
    Mi mamá no concebía la música sin el tango, ni al tango sin Gardel.
    Ese era el mundo de mi mamá. Es por eso que no me llamo Yumisleidys o Yaroslanna o Yusimí, como tantas otras que llevan en sus nombres el sello de aquella revolución. Yo, me llamo Argentina.

  • Yanet dijo:

    Notas de cuaderno.

    ¿Yo vivía en una mentira o una verdad?… nunca me había sentido tan bien con alguien, si definitivamente me mentía, era otra con él, me amaba yo misma de manera diferente, ¡que ilusa!, creer que podía ser diferente solo cuando estaba con él...lloraba de noche, me imaginaba miles de escenas terminando, la distancia reflejaba en mi un miedo terrible, porque era un miedo por perder algo que no se tiene, exacto tanto amor falso, tantos te quiero vacíos que quedaban en solo frases, tantos te extraños sin sentirlos, tantas frases saturadas por el tiempo o repetidas por ser socialmente aceptadas en esta realidad tan cruel que vivimos
    Ahí estaba yo presa de la inseguridad, con tanto temor a la soledad, jugando a un amor de niños de primaria, donde solamente yo creía que era una relación. ¿Por que? me preguntaba con lágrimas en los ojos, con una sensación rara en el estómago, ¿por que? estar presa de alguien a quien le ofreces el cielo y solo te regala algunas piedras, cuando brillas por él y solo te regala oscuridad, cuando alumbras por él y solo te brinda sombras. Que tonto pensar que las cosas van a cambiar, que se va enamorar de ti, sabiendo que te autoengañas, que eso es solo un mecanismo de defensa para mantener algo que te daña, pero como es tóxico, lo quieres más y más...todas estas ideas me pasaban esa noche en la cabeza, que hacer con mi vida, el miedo y la soledad de nuevo decían presente  y confundían mi cabeza...¿ que es el amor me preguntaba?
    ¿Estoy enamorada? La almohada era mi oyente, te dire q muchas noches quise q fueran eternas, que odie el sol muchas veces porque con el se esfumaba su presencia,  su mirada, su sonrisa me hacia viajar hacia un lugar lleno de tranquilidad y armonía,  si, su voz me provocaba una calma,  a tanta agitación de verle,  su manos eran mi abrigo,  su aroma mi perfume favorito,  capaz de embriagarme de placer,  su piel mi adicción,  sus besos me hicieron diabética...disfrutaba tanto de su presencia,  lo amaba,  lo amaba tanto,  q el corazón se me oprimía de miedo de saberlo,  que mi corazón lo gritaba en su latidos..pero era más fuerte mi indescision, mis fantasmas del pasado me hicieron reforzar mi inseguridad....y lo perdí todo...
    Querido miedo,
    Quiero decirte que me ganaste, tu triunfo fue robarme su presencia,  tu gloria, estimado miedo, fue forzarme a callar ese sentimiento,  me presentaste un falso orgullo y me robaste la percepción de mi misma, ganaste y yo perdí, perdí de abrazarlo más,  de tocarlo,  de mirarlo, de besarlo,   de amarlo,   pero lo que más me duele fue no haberme robado el valor de decirle de gritarle, te amo,  te amo tanto...
     Porque quizas ahora estimado miedo el no estuvieras a mi lado,  no se , eso es impredescible,   pero solamente el hecho de haberte enfrentado, de haber luchado contra ti, de ser valiente....

  • Reinaldo dijo:

    Recuerdos.
    Yo quería ir, había visto partir a muchos en barcos, en aviones, en cada viaje los miraba con el férreo deseo de estar en alguno de ellos y así cumplir mi sueño de estar allí, donde se podían medir muchas cosas dentro del ser humano, lo intente varias veces pero sin éxito, cada vez se ponía un obstáculo más grande, alto, insalvable frente a mí, quería cumplir mi sueño, muchos de mis amigos, conocidos, compañeros de estudios partieron y con ellos se iban cada vez más algo de mis esperanzas, estaba cerca pero cada vez más lejos, con mi juventud a plenitud era la edad ideal para hacerlo y yo lo sabía, cuantas veces trate de engañar, de burlar los sistemas, hasta pensé en suplantar mi nombre una vez, pensando en una trama detectivesca, pero nada, nada me dio resultado, veía a la gente regresar, sonrientes, con la piel tostada y con toda una carga de las cosas que más se necesitaban, contaban cosas increíbles que nunca habían visto y con las cuales siempre me identifique y pensé que alguna vez las tendría frente a mis ojos. Así pasaron años que fueron como siglos para mí, supere los veinte, llegue a los treinta y pensé que el tiempo se terminaba, cada día se antojaba con nuevas noticias y acontecimientos que a todos nos dejaban con más sed de saber que ocurría y como marchaba todo, pero era casi imposible pues la comunicación era escasa, una orilla estaba muy lejos de la otra y excepto por el correo y alguna que otra noticia pocos sabíamos que seguiría después, mi vida continuo y me sentí derrotado, tengo que reconocerlo: me di por vencido. Hasta que un día la noticia de la pérdida de un conocido me dio como un tirón y de nuevo me sentí motivado por hacer lo que había deseado hacía ya varios años, esta vez sí lo lograre, me dije, y de nuevo empezó mi batalla por llegar a la otra orilla. Al final nunca lo logre, fue una batalla triste y alegre a la vez, pues ante cada fracaso y caída tocaba levantarse y tomar nuevas fuerzas, fueron años difíciles, pero si les puedo decir que lo intente desde lo más profundo de mi corazón, mi enfermedad fue el único obstáculo que no pude vencer, me mantuvo siempre esclavo de ella y aunque no me impidió hacer otras cosas en la vida como estudiar, amar, tener maravillosos hijos, ser un hombre de bien consecuente con mis pensamientos lo único que me impidió fue acompañar a trescientos mil compatriotas al otro lado del océano, donde cada uno de ellos demostró lo que había que demostrar, lo que yo quise hacer para probar que si podía y que nadie nunca me obligo a hacer, al contrario los médicos me decían cada vez que trataba de pasar el chequeo que si me mandaban era a morir de seguro, nunca los comprendí del todo y con más de uno tuve una batalla campal de argumentaciones, tengo que reconocer que me superaron en toda la línea, me mantuvieron vivo con sus decisiones. El final llego como todos los finales, de ahí nos llevamos lo que había que llevarse, el orgullo del deber cumplido y a los que cayeron creyendo en lo que hacían. Pero esta vez si nadie me pudo impedir estar donde debía, yo si pude cargar en mis brazos a los que no pudieron volver y besar su tierra con los labios vivos y solo pudieron recibir de sus gentes el beso en la caja que arribaron, los recuerdos se me agolpan y nunca los olvido, nunca olvido mi batalla nunca ganada, pero al final pude ganar la guerra. Los cargue a todos en mis brazos.

  • Jairo dijo:

    Macro relató.
    Concurso.
    Los sueños de libertad

    La hermandad entre dos pueblos y la solidaridad. Son las herramientas de una amistad de amor y aprecio.por sus sueños.
    Cuba y Venezuela son nuestro norte. Es el ejemplo.de solidaridad y hermandad. Desligado del egoísmo y la deshumanización.
    Cuba y Venezuela, sin nuestro .sueños de libertad. El sueño de bolivar y Fidel hecho realidad. A través de un hombre , Simón.bolivar del.S. XXL. El.comandante Chávez. estoy.seguro de este encuentro. La educación y la salud es los primeros entre estos hermanos. Que buscan ante todo la felicidad d de sus pueblos.
    Esta historia es breve. Por que es una realidad . Que se vive en los rostros de estos hermanos. A pesar de las dificultades la espada de bolivar en América Latina sigue su curso.de libertad. Y amor revolucionario. José Martí tenían razón. Al.visitar estas tierras y llamar PADRE con lágrimas en los ojos a quien se lo merece. Sin quitarse el polvo. y el cansancio.del camino. Quiero.agradecerle en este grito.de la milicia Bolivariana a nuestros héroes l8bertadores: Chávez Vive! La Patria sigue! Independencia y patria socialista! Venceremos!

  • George Bahamonde dijo:

    Invierno.
    ¿Que ejércitos nos sitian? Jamás los hemos visto.

  • Ada Durán del Río dijo:

    Micro relatos para niños.
    Por Ada Durán del Río.
    La visita a Santa Cruz del Norte
    Eran dos hermanos llamados Maya y Beque. La niña era dos años mayor. Y andaban siempre juntos. Sus padres le habían dado permiso para visitar a sus amigos.
    Maya le dijo a su hermanito de 6 años:
    ---- Iremos a Santa Cruz del Norte a ver el mar.
    Y allá se fueron montados en una alfombra mágica con hilos dorados. Desde arriba veían las plantaciones y los poblados.
    De pronto, cruzó junto a ellos una paloma blanca.
    ---- Niños, dijo el ave, déjenme acompañarlos, pues mis alas están cansadas.
    ---- Claro que sí, te llevaremos en nuestra alfombra, dijo Beque.
    La paloma subió y se acomodó al lado de los niños. Sus alas tenían plumas blanquísimas. Y su pico rosado estaba muy afilado. La niña Maya le preguntó:
    ---- ¿Por qué tu pico es tan afilado?.
    ---- Para poder pinchar a los gusanitos que me alimentan. Además, para encontrar semillitas dentro de los huecos de los árboles.
    Seguían volando y de repente observaron entre los arbustos una pequeña lagartija que tenía la cola cortada. Maya y Beque bajaron a buscarla.
    ---- Ven sube a nuestra alfombra, pequeña, le dijo Beque. Nosotros te llevaremos a un lugar seguro.
    ---- Gracias amigos, le respondió el animalito, que estaba a punto de caer al suelo. Sus paticas estaban muy frías. Pero le dio tanta alegría compartir con nuevos amigos que su colita comenzó a crecer rápidamente hasta tenerla de nuevo.
    ---- ¿Por qué te ha crecido la colita?, interrogó Maya a la pequeña lagartija.
    ---- Mi cuerpo me lo permite, tengo más colita dentro de mí, le respondió el reptil.
    Prosiguieron el viaje hasta que llegaron a Santa Cruz del Norte, un pueblo costero con hermosas playas. Jibacoa era una de ellas. Maya y Beque conocían aquellos parajes hermosísimos donde tantas veces habían jugado en la arena. Se detuvieron debajo de las uvas caletas y bebieron agua de sus sifones. La paloma y la lagartija también saciaron la sed. Pero observaron con tristeza cuánta basura había allí.
    Entonces, los 4 caminaron por la orilla de la playa recogiendo todo, las latas de refrescos, los papeles, las botellas, hasta dejar limpio aquel lugar. La paloma y la lagartija tomaron tapas, cartones, jabas de naylon y lo depositaron en los cestos.
    La paloma posada en el hombro de Beque y la lagartija en la palma de la mano de Maya sintieron que habían sido útiles. Iban cantando una canción de amor a la naturaleza:
    Cuando el viento golpea mi rostro
    Siento que la vida palpita
    Dentro de mí.
    Cuando el mar moja mis pies
    Mi corazón se estremece
    De alegría y emoción.
    Pero con mis manos colaboro
    Ayudo a higienizar sus playas
    Y me siento mejor.
    Cuando empezó a oscurecer, los niños se despidieron de sus amigos y le desearon buena suerte. Estaban agotados de trabajar, pero felices porque juntos habían realizado una hermosa acción para ayudar a la naturaleza. La paloma voló hacia lo alto agitando sus alas para decir adiós, mientras que la lagartijita meneó su colita en señal de agradecimiento y se fue a buscar a sus parientes entre la maleza.
    Maya y Beque montaron en su alfombra mágica y regresaron a su casa. Se sentían felices por sus buenas acciones. Esa noche soñaron con las olas del mar, y con un gran arcoiris.
    Un viaje al Surgidero de Batabanó.
    Los niños Maya y Beque decidieron esta vez viajar a al Surgidero de Batabanó, un pueblo muy solidario, que juntaba manos y almas en los momentos más difíciles, sobre todo cuando su gente había sido castigada por fenómenos meteorológicos.
    En ese asentamiento costero vive Laurita, una niña con ojos tristes pues su casa fue destruida por fuertes vientos.
    Maya le dijo:
    ---- No te preocupes, te ayudaremos a reconstruir tu hogar.
    En ese momento llegó Beque seguido de una fila de bibijaguas, esas hormigas grandes de cabezas enormes que cargan en su cuerpo toda clase de artículos. En esta ocasión traían ladrillos, trozos de madera, clavos y persianas, para arreglar la casa de Laurita.
    Entonces ellos, con otros niños del barrio y algunos vecinos, comenzaron a levantar paredes, a poner ventanas y puertas. Colocaron tejas en la cubierta hasta que la casita estuvo de nuevo en pie. Pintaron y sembraron flores en el patio.
    Laurita brincaba de alegría. Nunca se imaginó tener una casa nueva como aquella, tan linda y cómoda.
    ---- Muchas gracias, dijo la niña, nunca olvidaré lo que han hecho por mí y mi familia. Ahora yo también me sumaré a la brigada y ayudaré a otros.
    Y así fue como aquella comunidad renació. Las manos de todos lograron reconstruir los hogares, los parques, las bodegas, la Iglesia, el Club de Computación y la Casa de Cultura volvieron a vibrar para bien de todos.
    ---- Devolver la felicidad a la gente humilde que trabaja es un propósito noble, dijo Maya, sacudiendo su vestido.
    ---- Vamos a la costa, dijo Beque, acompañaremos a los pescadores.
    ---- Y ayudaremos a pescar langostas, acotó Maya, pero tendremos cuidado de no pincharnos con sus patas.
    En las embarcaciones ancladas en la orilla, los pescadores colocaban las langostas y los peces en cestas para trasladarlas a su destino. Los niños se pusieron guantes y colaboraron con aquellos hombres cansados del trabajo arduo que habían tenido durante todo el día.
    Casi al caer la tarde terminaron de organizar la pesca y la llevaron hacia la empresa de Batabanó. Maya y Beque observaron allí cómo se procesaba el alimento. Para ellos esta tarea resultaba desconocida. Algo nuevo habían aprendido.
    Los niños estaban satisfechos con la faena.

  • Julio A. dijo:

    C.S.I.
    “El lugar del crimen…
    es solo un cuarto en penumbras”.
    Luis Rogelio Nogueras.

    La opacidad de la pieza contrasta con las demás. Cuerpos delirantes que danzaron desvergonzadamente desbordados de apetitos, esparciendo evidencias en giros, poses y ropas desgarradas, quien sabe si con premeditación o descuido, yacen ahora despojados de la savia liberada en exceso.

  • Nany dijo:

    Colores

    Si el día amanece de azul, ¿por qué insistes en cambiarle el color?
    Te levantas en blanco y coges los amarillos. Te pones rojo carmesí y hasta puedes llegar a morado intenso. Total, el día se te pone gris y dices que la cosa esta negra. Si no fuera por ese pedacito de verde retoño que guardas en un lugar bien adentro…
    Por eso no seas tan testarudo, si el día amanece de azul, trata de que ese azul sea el infinito…

  • Irán Aguilera dijo:

    Disposicionero

    -Bueno, subteniente, aquí tiene la oportunidad que me pidió –dijo casi sin mirarme. Extendió el brazo con las instrucciones por escrito. Me advirtió de espaldas-: acuérdese, es una operación encubierta.
    El padre de la guerrillera había muerto. Decían que era muy bella y osada. Inteligencia quería el momento cuando bajara al velatorio. Tenía lista su captura.
    Nuestro comando convertido en cuadrilla civil de obras públicas se desplegó por el viernes nocturno de San Mateo. A una cuadra del sitio simulamos la avería del camión que nos prestaron. Granjeando confianza en los lugareños se hizo una parranda con todas las de la ley, duró hasta la madrugada pero sin propasarse. Canté No basta rezar y otras de Alí, no sin antes alertar muchas veces-: Hay que guardarle la debida consideración al difunto, moderación hermanos.
    Con la brisa tempranera, ya tendido en la plataforma del camión, sonreí. Miré cómo se aclaraba el cielo y me dije:
    -Gracias Dios mío, la Ciriaca no vino.

  • Yosbel R dijo:

    "Lejos de Mí".
    El frío humedecía el cristal de la ventana, hacía frío en verdad, la noche comenzaba a envolver la ciudad con su manto de oscuridad y los perros vagabundos, en las calles caminaban afanosamente hacia sus escondrijos. Una noche más para él, como tantas otras en compañía de la soledad. Él sentía frío, más no el proporcionado por la temperatura ambiente, su frío era otro, más fuerte, más doloroso, más difícil, más crudo. Un frío que le calaba hondo. Su amor estaba lejos y el sin esperanza, sin ilusión, sin aliento. Siempre la quiso, desde pequeño, allá en la escuela donde le hablaban de ella todas las mañanas, al igual que mamá en casa, cuando le narraba cuentos todas las noches antes de dormir, así aprendió a quererla, a respetarla, a sentirla por dentro. Estaba enamorado de ella y la extrañaba. Se alejó de ella por azar, por capricho o tal vez poseído por la lujuria, por el deslumbramiento de quien escucha hablar tantas veces de algo fantástico, de algo increíble. Así decidió abandonarla, dejar atrás todo, su casa, su amaneceres juntos, su calor, su todo. La noche se enfriaba más, una fina llovizna comenzó a caer de manera intermitente, se asomó a la ventana y esta vez ni los perros quedaban. Cuan solo estaba, una soledad de espanto que le hacía crujir los huesos y el alma. Un nudo en la garganta, su pecho apretado por la nostalgia, por el recuerdo, por la agonía de sentirse perdido. No podía creer lo que estaba pasando. Nunca imaginó llegar a desearla tanto, nunca supo cuanto la quería en realidad hasta esa noche. El reloj marcó las doce, se levantó con paso cansado, como sintiendo el peso del mundo encima, miró una vez más por la ventana y dejó salir desde el fondo de su corazón abatido el nombre de su amada: CUBA.

  • Eric dijo:

    El abrazo
    Va anunciando heráldicamente sus nupcias. Su voz suele oírse lejos. Busca a su amada: ¡Oh luz espera mi ósculo en el obscuro sitio donde nos acariciamos! Sabían lo corto del coito, lo apresurado de lo íntimo en sus cráteres secos. Curiosos, amontonamos los puentes sembrados de hiedra. Convidados por gritos de sus helios encendidos. Arden los esponjosos cardiomúsculos. No se atreven a acercarse llevando catalejos. Del extremo… ¡ Al fin el primer roce! Todo es silencio, hasta el heraldo vestido de vientos calla. Él la comienza a acariciar más abajo de sus curvas, besa su rostro iluminado por su ardiente resplandor ¡Se abrazan, se besan, se besan hasta casi arrancárselo todo, quisieran permanecer besándose, tocándose, abrazándose... sí abrazándose! A estas alturas todos los hemos imitados y la fiesta del eclipse lunar nos ha contagiado. Se despiden lloriqueando por la separación impostergable. Nosotros lloramos por la poesía no dicha. Él se fue a su andar universal, ella se quedó contándonos sobre la próxima vez en que se vuelvan abrazar.

  • Lim dijo:

    Hoy desperté con una urgente necesidad de salir a caminar. Dejo ir los aerodeslizantes y salgo descalza. Es raro, hace tiempo que no pisaba la calle. El sol me da en la cara y puedo sentir su calidez. Los pies también los siento raros, pero me gusta, es…diferente. La calle ya casi no deja espacio para transeúntes, así que tomo un camino olvidado por detrás de las plantas solares. Nadie parece notarme, todos están apurados, pendientes de sus DailyMarkers, con sus horarios, recordatorios e intercomunicadores. Empiezan a sudarme los pies, y cierta humedad hace que se me enfríe la nariz, eso me hace pensar si esto es una locura, pero de repente, algo me hace detenerme: una grieta, una pequeña abertura vertical en el suelo de PlastiGlass, no debería estar ahí. Me paralizo, no es la grieta, tan fuera de lugar, lo que me inquieta, es lo que deja entrever. Tímidamente, unas delgadas cintas verdes sobresalen de ella, son de un verde intenso, y no resisto la tentación de tocarlas. De repente caigo en la cuenta, el suelo de las plantas solares está contaminado, debería avisarle a alguien, puede que sea el brote de una plaga o algo peor. Algo vivo, no humano, ha invadido el vecindario.

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