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Roles de género: ¿Y si no basta con salir de la cocina?

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Mafalda, el popular personaje de Quino, ha sido una de las principales defensoras de los derechos de la mujer.

El escenario: un consultorio médico. Tras la revisión de rutina a una bebé de casi ocho meses, la doctora preguntó a la joven mamá, casi afirmó: “Me imagino que ahora ya no volverás a trabajar, ¿no? Te vas a quedar en la casa cuidando a la niña”.

La muchacha, sorprendida, pero entre risas, respondió: “Claro que no. En cuanto cumpla el año y camine, ella va para el círculo y yo a trabajar”. La facultativa, con cara de preocupación, ripostó: “Es que en cuanto empiezan en el círculo se enferman por todo. En la casa están más seguros”. La otra, menos risueña, le dijo: “Pues tendrá que coger los anticuerpos…”.

En un intento de broma la especialista suspiró: “Ay chica… con lo buena madre que tú habías salido”. Silencio. ¿Qué se responde a eso? Hay dos verdades implícitas en ese comentario, pensó la joven. Uno: la doctora no estaba segura al principio de que ella sería una buena madre. Dos, en cuanto decida enviar a la niña al círculo, dejará de serlo.

Al parecer, para ser buena madre hay que quedarse en casa, educando y cuidando a los hijos. Como si hubiera un único modelo de maternidad. Como si se tratara otra vez de que el padre provea y la madre crie. Esta es una historia real, cercana, en Cuba. Y significa mucho.

Los estereotipos empiezan temprano

Cuando Aníbal era pequeño, jugaba con muñecas. Las maestras del círculo, preocupadas, mandaron a buscar a su madre. “El niño llega y se pone a jugar a las casitas con las hembras, a lo mejor hay que llevarlo a un psicólogo…”, le dijeron. Mi mamá, asombrada, les respondió: “¿Y qué tiene que ver? Él está acostumbrado a ser el papá de las muñecas de sus hermanas”.

Mi hermano tenía carros, parqueos, robots, herramientas de construcción, trompos… y le encantaban. Pero conmigo y con Amanda, como principales aliadas de juegos, no le quedaba de otra que ser unos días el papá de nuestras casitas y otros el coordinador de las competencias de carros. Cuando llegó al círculo, reprodujo todos esos comportamientos. No entendía ni nunca supo aquello de que había juegos distintos para niñas y niños. No le hacía falta. Era feliz.

Los roles de género son funciones que se asignan a las personas dependiendo del sexo con el que nacen y que, a largo plazo, marcan el modo en que se establecen las relaciones entre hombres y mujeres en la sociedad. Son transmitidos y adquiridos de manera casi inconsciente desde el nacimiento, a través de la familia, la educación, los medios de comunicación y otras vías. Empiezan con aquello de que los niños se visten de azul y las pequeñas de rosado, pero continúan presentándose de diversos modos en cada etapa del crecimiento.

Juguetes asignados por sexo, películas animadas sobre princesas que esperan ansiosas a un príncipe azul que les resuelva la vida, canciones y cuentos infantiles que reproducen sexismos de toda clase… La lista es larga y apenas hablamos de la infancia.

En la adolescencia, muchas veces, a ellos se les enseña que no deben llorar, que los tipos duros no necesitan ser románticos, que mientras más novias tengan más hombre serán, que tienen que trabajar y llevar el dinero a casa. Y a ellas, casi todo lo contrario: que no pueden ser promiscuas porque serán valoradas como menos, que tienen que arreglarse y vestirse para atraer pareja, que hay cánones de belleza que deben cumplir, que, aunque estudien y se conviertan en buenas profesionales, la maternidad debe estar entre sus planes.

Van construyéndose, de a poco, los roles que los marcarán en el futuro y se dibujan bien pronto diseños muy esquemáticos de cómo deben ser y funcionar las relaciones de pareja y de familia. Las personas son influenciadas por formas de actuar, expectativas y obligaciones impuestas por estos roles. Los niños, al llegar a adultos, reproducen lo que consideran normal.

La casa les toca a ellas

Un par de años atrás un piropo me puso a pensar. Un muchacho me dijo que, como yo era tan linda, me daría un lugar en su casa, para que la pusiera bonita y no tuviera que salir a pasar trabajo. Más allá del acoso implícito en aquello, me molestó la esencia del comentario. Para él, mi lugar no estaba en la calle, trabajando y pasando calor, sino cuidando y adornando su casa. Y esto, además, debería ser una especie de privilegio para mí.

Recientemente, desde que soy mamá, más de una vez al pasear sola con mi hija me han gritado comentarios del tipo: “No te preocupes, mi vida, que con una madre como tú a esa niña siempre tendrá un papá que la mantenga”.

No faltarán los que digan que tanto el primero como los otros son “piropos de toda la vida”, “herencia de la cultura dicharachera del cubano”, “una parte esencial de nuestra idiosincrasia”. Pero, además de ser muestras de acoso, detrás de estas “ocurrencias” se esconde una distribución sexista de roles que ha acompañado a la humanidad durante siglos. Las mujeres, señores, estamos para cuidar la casa, para enorgullecer y satisfacer a los hombres, para hacerlos quedar bien. Y ellos, a cambio, nos mantienen a nosotras y a nuestros hijos.

Lo peor de todo es que llevamos años intentando desprendernos de esos estereotipos y tras mucho esfuerzo, solo lo hemos conseguido a medias. Las que nos precedieron lograron salir de las cocinas, comenzaron a conquistar el mundo, se graduaron de ciencias e ingenierías, accedieron a plazas que históricamente estaban destinadas a los hombres, ganaron protagonismo en la política y en los espacios públicos.

En Cuba, por ejemplo, basta con revisar las estadísticas para comprobar que las mujeres han llegado a todos los espacios. Están en el parlamento, en las asambleas del Poder Popular a todos los niveles, en los centros de investigación científica, en las fiscalías, en las universidades, en los medios de prensa… En algunos lugares, incluso, son mayoría.

Sin embargo, mientras ellas salen a compartir profesiones del mundo exterior, muy pocos hombres entran a colaborar en el hogar. El resultado: mujeres con dobles jornadas de trabajo, por el día puertas afuera y por la noche en la casa. Ahora, casi siempre, están obligadas a combinar sus roles tradicionales de madres y amas de casa con las nuevas conquistas profesionales.

En algunos casos más avanzados, donde los hombres han comenzado a compartir los quehaceres domésticos, ellas siguen siendo las organizadoras de la rutina familiar. En las teorías feministas a esto se le llama “carga mental”. Cuando los hombres esperan a que las mujeres les asignen responsabilidades dentro del hogar, inconscientemente, asumen que ellas son las únicas que dominan qué, cuándo y cómo hacer.

El problema radica en que cuando ellas asumen el rol de organizadoras y a la vez se ocupan de parte de las tareas, en realidad están haciendo las tres cuartas partes del trabajo. La carga mental significa que en ellas recae el peso simbólico de la casa. Tienen que estar al tanto y acordarse de todo. Es un trabajo que, por lo general, asumen en solitario, que se suma a todo los demás y, en definitiva, es invisible, agotador.

Madres y padres, cuando todo se complica

Desde que mi hija Ainoa llegó al mundo, hace ocho meses, muchos me han dicho que la maternidad es lo más importante de mi vida, que todo lo demás pasa a un segundo plano, que me debo sacrificar para criarla bien. En cierto modo, es cierto. El asunto está en que muy pocos les exigen a los padres el mismo nivel de sacrificio. La maternidad no significa necesariamente renunciar a todo lo demás, cuando hay una paternidad responsable que la acompaña. No estaría escribiendo estas líneas si no fuera así.

Muchas veces, con la llegada de los hijos, los roles de género suelen polarizarse aún más. En Cuba, con la garantía de una licencia de maternidad que respeta el primer año del nuevo bebé, tras el parto las madres se quedan en casa, no duermen, aprenden a criar. Los padres, casi siempre, continúan en el trabajo para asegurar los ingresos.

Influenciados por factores como la lactancia materna y la recuperación asociada al puerperio, una y otra vez, se reproduce inconscientemente el esquema de mamá cuidadora y papá proveedor. Al menos, durante el primer año. De hecho, aunque en nuestro país se reconoce la licencia de paternidad, muy pocos hombres se acogen a ella.

Todo se enreda aún más cuando las mujeres regresan a trabajar. Entonces, ellas deben combinar las exigencias de sus plazas laborales, los quehaceres hogareños, la “carga mental” y, también, la atención a los hijos. Muchas veces sin ninguna participación del hombre.

Pero, ¿qué pasa cuando el padre asume un rol activo en la atención de los hijos y las labores domésticas, cuando las tareas se comparten con equidad? En esos casos, sufren más de una vez la discriminación de una sociedad que no está acostumbrada a encontrarlos en esos roles.

Cuando a los padres se les impide formar parte activa del proceso del parto, cuando los doctores los ignoran abiertamente en las consultas, cuando llegan con sus hijos al hospital y les preguntan por la mamá, cuando la gente se sorprende al verlos andar solos con sus bebés, cuando no se les muestra en ningún producto de comunicación ocupándose de sus pequeños, una y otra vez se les excluye. La sociedad les muestra que ellos no son parte, que no les toca. Y si no se les enseña, después es muy difícil exigir.

Nuestra cultura, los medios de comunicación y la sociedad asumen y muestran a la mujer en su papel de esposa-madre y a los hombres, en su rol de trabajadores. Una y otra vez volvemos al círculo vicioso del rosa y el azul, de las que sienten y los que no lloran, de las que cambian culeros y los que buscan dinero.

No basta con que las mujeres hayan salido de la cocina y conquisten todos los días un poquito más del mundo exterior. Hay que romper la cadena, desechar los estereotipos, trascender los roles en su versión más arcaica y despojarse de sus presentaciones más solapadas.

Hacen falta más productos de comunicación equitativos, más familias que compartan todas las tareas, más mujeres en todos los espacios públicos, más padres que se acojan a la licencia de paternidad, más niños que jueguen con muñecas y menos doctoras que entiendan la buena maternidad como un asunto de quedarse en casa.

Se han publicado 107 comentarios



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  • TCM dijo:

    ¿Y la celebración del dia del hombre en Cuba pa cuando?, la ONU declaró el 19 de noviembre dia del Hombre y en Cuba practicamnete no se celebrá, sin embargo si se celebrá y se divulga el 8 de marzo dia de la mujer, esto es desigualda, además, existe la FMC federacion de mujeres de Cuba, y sin embargo no se ha creado la FHC federacion de hombres de Cuba. Auxilio que al paso que vamos los hombres se extinguiran.

  • TCM dijo:

    Cuando se celebrará el dia del hombre en Cuba, el 19 de noviembre la ONU declaró esta fecha como el día del hombre, debe celebrarse al igual que se festeja el 8 de marzo dia de la mujer, esto contribuiria a la igualdad de genero.

  • Pla dijo:

    Yo pienso que independientemente que en el articulo hay parte de razón, no es lógico que la mujer suba la escalera de la casa cargada con 2 cubos de polvo de piedra, o que este cargando bloques, o virando mezcla, por que a no ser que tenga una carga excesiva de hormonas masculinas no tendrá un desarrollo muscular que se lo permita y tampoco un hombre puede darle el pecho a un niño de meses, por lo que los roles asignados a cada sexo tiene una carga de lógica tremenda, independientemente que el hombre ayude a la mujer y viceversa que es otra cosa.

    • Alicia dijo:

      Pla,
      Creo que una mujer puede perfectamente, a lo mejor no dos cubos de polvo de piedra, pero quizás uno si y puede igualmente batir mezcla. Qué puede pasar, que se demore más que un hombre? cierto, pero PUEDE hacerlo. Al igual que un hombre puede amantar a su bebé de dos meses con los instrumentos necesarios, con extractores de leche y todo lo que la tecnología ha creado. Lo bueno que tiene el desarrollo de la ciencia y la técnica es que nos hace la vida más fácil y dentro de poco cuando batir mezcla implique más herramientas y menos esfuerzo físico las mujeres podremos hacer mucho más, pues en definitiva las diferencias entre ambos sexos se reflejan mayormente el plano físico. Pero todo eso puedo cambiar cuando se le da a la mujer las herramientas necesarias, lo queno está fallando es que para ello nuestra mentalidad debe cambiar, la de todos tanto hombes y mujeres.

      • Salems dijo:

        ¿Un cubo? Estas loca. Se parte la columna. Se necesitan dos para hacer contrapeso.

  • Lis dijo:

    Soy una muchacha de 28 años, graduada universitaria, trabajo en un órgano del Estado y tengo una pareja estable. En ocasiones me han preguntado en mi centro, que cuándo voy a tener hijos, y he contestado que no estoy preparada para eso aún, y que tal vez ni llegue a ser mamá.
    Me llama la atención como todos me han mirado con caras raras y de desprecio. Es como si vivieras dentro de una camisa de fuerzas; donde todas las mujeres tienen la responsabilidad y obligación de parir, sino no eres del todo un "correcta mujer". La sociedad nos obliga todo el tiempo a demostrar que somos mujeres...demás está hablar de los roles que a sus ojos nos tocan...

  • Luis Enrique Araujo dijo:

    Todavía pesar de los 60 años de Revolución sigue existiendo un machismo férreo en la sociedad. Tengo la vivencia muy cercana de un adolescente de 14 años que tenía una novia de 15 que se dejó de ella porque su padre le dio una bofetada y le prohibió seguir con ella porque la novio habia ido a la playa si decirle.Parece que el padre creyó que el niño era dueño de la novia. ¿Es tan difícil ver a la mujer como una persona igual al hombre?En nuestro país se han dedicado muchos espacio para que entendamos eso.Que faltara.

  • Valentin dijo:

    La joven periodista, junto con un alarmante numero, de personas que se dejan llevar por una ideología absurda, que trata de subvertir el orden natural de lo que realmente somos, lejos de resolver los problemas que presuponen el machismo y el abuso, que este enfoque reoresento por siglos, están generando el extremo opuesto.
    El igualitarismo no es la posición correcta, jamás el hombre podrá parir, como la mujer jamás engendrará, los roles no nos son impuestos por la sociedad, sino por nuestra propia naturaleza. Por tanto tal aseveración se constituye en una mentira, de la que se apropian mujeres abusadas o mujeres que desean ser ellas misma las abusadoras, es decir que el discurso del igualitarismo solo engendra mas prejuicios hacia las relaciones de pareja, que luego se traduce en violencia y resentimiento.
    Cuando tenemos la posibilidad de ser comunicadores tenemos necesariamente que ser muy cuidadosos con lo que publicamos ya que con o sin conciencia estamos siendo una influencia en la sociedad, sería bueno que alguien realizara sondeos, que incluyeran, cuantos jóvenes están teniendo relaciones sexuales por la libre, como los animales que se aparean por la mera necesidad biológica, o cuantas jóvenes se embarazan en la edad en que se deberían estar preparando para la vida, o cuantos abortos se realizan al año en jovencitas, (dicho sea de paso el asesinato del fruto se su vientre, si cree que exagero consulten con un médico y comprobaran que desde el momento de la fecundación ya hay un ser humano allí), otro aspecto a analizar es la alarmante tasa de divorcios, que genera nuevos individuos traumatizados, inválidos efectivamente por la carencia que encierra el crecer sin ambas figuras paternas, o el creciente número de madres solteras que generan el mismo efecto, entre otros fenómenos sociales.
    Si sería prudente no tomar partido por una ideología manipulada y trabajar en el respeto, la fidelidad, tengo un matrimonio lindo, con una profesional que se va realizando en su carrera, tenemos hijas, nietos, y una vida feliz, no todo está resuelto, no tenemos una economía en inviable, pero hemos formado nuestra familia lejos de los odios h acerca del años y el respeto.
    Creo debemos tomar lo mejor y no exacerbar rivalidades, el hombre y la mujer son por naturaleza diferentes, por supuesto con roles acorde a lo que son, pero lo más importante cada uno por su parte no hace sociedad, nos necesitamos, y el vincuko perfecto es el amor. Buenos dias.

  • Sally dijo:

    Llevo ya unos años que escucho por el mes de junio el término "Padre desde el principio" y estaba esperando que llegara de nuevo para ver cómo podía ventilar mis dudas sobre lo que incluía esta campaña., pero gracias a este articulo tengo una oportunidad. Soy joven de veinti pocos y llevo 2 años de casada, ya va entrando en las conversaciones con mi pareja el tema de los hijos; pero yo, a lo mejor en mi inmadurez me quejo de la poca presencia que puede llegar a tener en Cuba algunos hospitales prohíben entrar a los hombres al parto o a las salas de puérperas, no es hasta que toca ponerle la vacuna al niño o que se lo sacan por una ventana que lo padres pueden llegar a tener el primer contacto. Esa no es la experiencia que quiero para mí, yo quiero que el padre de mis hijos vea el sufrimiento y los malestares del trabajo de parto, que llore y me anime cuando lo necesite, que sea la cara conocida entre los extraños, que este cuando venga al mundo y que se asuste porque no entiende el lenguaje de los médicos o porque no lo siente llorar.

  • AAA ORIGINAL dijo:

    Mis aplausos para éste articulo,para la periodista,si ésto fuera Facebook te daba un "Me Encanta".
    Muy buen articulo!
    A reflexionar se ha dicho!

  • yamilet dijo:

    Esta es una historia real, cercana, en Cuba. Y significa mucho.
    Esto lo dice todo.

  • Miguel M dijo:

    Coincido con dos de las opiniones de arriba. Una, donde se le da la mayor importancia al amor en la forma en que se distribuyan las tareas en la casa y la otra, donde se recuerda que existen diferencias anatómcas que hacen imposible la igualdad completa.

    La igualdad completa sería aburridísimo, nunca deberíamos llegar a cosas así. Ultimamente hemos leído de cosas exageradas en esta dirección. Esperemos que aquí en Cuba se imponga la igualdad de derechos en los sexos, la igualdad de salarios, la ayuda dentro de la familia de unos a otros, sea quien sea y ojalá se use más frecuentemente la licencia por paternidad cuando sea beneficioso para el niño, sin perder su lactancia materna, pero sin pretender que los sexos sean exactamente iguales.

    Gracias

  • BFG dijo:

    Soy cubano, heterosexual y soy hombre, estoy casado y tengo dos hijos varones, mi esposa es la única mujer en la casa y no se siente en minoría, ella hace muchas actividades domésticas y comparto algunas con ella, no todas, (no se planchar, se cocinar pero ella lo hace mejor así que por decisión mutua lo hace ella, en el lavado sucede lo mismo, etc) nos sentimos con los mismos derechos pero cuando hay que hacer un trabajo de plomería, albañilería, electricidad, jardinería, etc, de más está decir que lo hago yo a veces con la ayuda de mi hijo mayor y nunca se me ocurriría decirle que tiene que ayudar, a mis hijos les enseño que regalar una flor a la muchacha que le gusta, darle el asiento ( a cualquier mujer o anciano en este caso), cederle el paso, elogiarla,
    no solo su físico sino sus aptitudes y cualidades, invitarla a salir, ser amable y caballeroso en todo momento, etc. Ahora estoy leyendo últimamente artículos como este y reflexionó, quizás le estoy dando la educación equivocada a mis hijos, quizás debería decirles que regalar una flor es acoso, que darle el asiento a una mujer es menospreciarla, cederle el paso un acto machista y muchas cosas más que no quiero escribir. Quisiera decir que mi opinión es que el machismo no debe existir, pero tampoco el feminismo, se que hay muchas mujeres que sufren el machismo pero sustituir este con el feminismo no es la solución, también quisiera aclarar que cualquier persona que lea este artículo que no sea cubano va a pensar muy mal de los hombres de Cuba y me parece que esto no es justo, también debo decir que como hombre me siento hoy discriminado porque tengo que trabajar 5 años más que las mujeres para retirarme, cuando hay que hacer algún trabajo desagradable nos lo dan porque somos hombres, en Cuba hay una FMC y no hay una FHC, hay día de la mujer y no hay día del hombre, no puedo entrar a muchos lugares con shorts o camiseta y las mujeres entran casi vestidas para la playa, etc. Todo esto expuesto me gustaría que alguien me diga si le estoy dando una mala educación a mis hijos o si en Cuba hay discriminación de la mujer (salvó casos aislados) porque desde que yo tengo uso de razón a mi me enseñaron en todos lados que el hombre y la mujer tienen los mismos derechos.

    • JG dijo:

      Es muy bonito lo que intenta usted hacer, está bien enseñarle a sus hijos a ser corteses y alargadores con las mujeres o las niñas siempre y cuando estás se sientan cómodas con la situación, usted cómo tantos otros cubanos está contagiado con el síndrome de Elque, siempre preocupados por el que dirán, quien lea este artículo, pensará lo que es real, el común de los hombres y personas en Cuba tienen muy poca cultura de género, y siempre tienen la razón en todo lo que plantean, yo como joven cubano me siento apenadisimo de qué cosas como las que ella relata ocurran, y se que no son menos que la pura realidad porque estoy rodeado de mujeres y es su día a día.

    • Advicuba dijo:

      Dígale enseñando a sus hijos a ser galantes y respetuosos y va bien!

    • Juicioso dijo:

      Hermano muy de acuerdo con usted, creo que es el mejor comentario que he leído...a eso súmele que debemos cumplir con un Servicio Militar Obligatorio y ellas Voluntario.Yo mismo he sido discriminado por mujeres por ser amable y caballeroso, te tildan de "cheo" y picúo, sobretodo de parte de muchachas de veinte y pico de años. Hay muchas mujeres machistas en nuestra sociedad. Y sí creo que hay algo en Cuba de la Masculinidad, lo que no se le ha dado la importancia que merece. Saludos.

  • macho dijo:

    saludos!
    solo notar una cosa: cada vez que habla de un piropo a su persona afirma que es acoso! entonces, ud. que maneja más información que yo y quizás hasta tenga mayor cultura y educación debe saber que o soy un inculto o soy un acosador, osea un delincuente! que quede claro que cualquier frase inadecuada ha de ser criticada, pero que además siempre, no importa que digan los que tienen poder o no, tendré el mejor y mas dulce de mis alagos a una criolla!
    gracias

    Macho

  • Pili dijo:

    Mi opinión es que TODOS TENEMOS LOS MISMOS DERECHOS, si hay que pagar para tomar la cerveza cada cual que lo haga,y cada cual a aportar de igual a igual,eso a mi modo de pensar hará grande a las mujeres,y el hombre la respetará más,ya que como bien se suele decir el que paga manda,la mujer tiene todo el PODER,LO QUE ES IMPORTANTE SABERLO USAR,Y EN LA CRIANZA,ENSEÑAR AL BARÓN IGUAL QUE A LA NIÑA,QUE AYUDE Y COOPERE EN TODO,ASÍ SE PODRÁ ACABAR CON EL MACHISMO....SI LAS MUJERES PARAMOS SE PARA EL MUNDO¡¡¡

  • Aimée Silva dijo:

    Yo puedo decir con orgullo que mi esposo es de los pocos hombres cubanos que se acogió a licencia de paternidad cuando yo me tuve que incorporar al trabajo antes de que me hija mayor cumpliera el año. Saber que él estaba dispuesto a dar ese paso fue de gran apoyo para mí y aunque él siempre estuvo estrechamente vinculado a las rutinas de la niña, ese tiempo que estuvieron "solos" fue fundamental para yo poder decir: "él era como si fuera yo".
    También hay otro aspecto, y es que se está dando un fenómeno muy frecuente que es el de las mujeres que deciden no trabajar por varias razones y vivir, literalmente, del dinero que sus esposos llevan a casa. Lo hacen con plena conciencia y sin ser analfabetas. Así, ellas mismas se imponen el rol de amas de casa/cuidadoras de niños y enfermos a tiempo completo/responsables absolutas de la dinámica familiar. Nosotras mismas debemos darnos nuestro lugar y aunque yo particularmente me siento muy orgullosa de decir que SOY MADRE y nadie cuida a mis hijas como yo, también siento orgullo de decir que además soy capaz de hacer otras labores y compartir las de mi casa con el padre que escogí para ellas, por igual.

  • César dijo:

    La humanidad necesita un cambio profundo de mentalidad. Pongo muy en duda que algo semejante ocurra. Saludos

  • Mary dijo:

    Muy buen artículo me vi reflejada en el porque lo mismo me sucedió y ya mi Ainhoa tiene 2 años y va al círculo infantil

  • armando dijo:

    El problema de las sociedades es el cambio radical. Estoy de acuerdo que la mujer pueda estudiar, trabajar y ganar igual salario que los hombres, pero "zapatero, a tu zapato". Las mujeres y los hombres NO somos iguales, ni fìsica, ni biològica, ni sìquicamente, por lo tanto no tenemos las mismas capacidades.

  • Alejo... dijo:

    Ojala nunca llegue a Cuba la EXAGERADA ENFERMEDAD que he visto por ahí sobre la ideología de genero y otras cosas, yo pienso que donde hay amor y respeto NO HABRÁ NUNCA machismo que combatir ni feminismo que defender. Saludos.

    • Arturo dijo:

      Ya llegó

  • Jorge E. Bello dijo:

    La importancia de una figura paterna comprometida, con sus manos en la crianza y no desde afuera, es algo muy inconmensurable …

    Que la relación de pareja sea pareja… y no de servidumbre.

    Lo otro no creo que sea muy relevante, al menos tratándose del tema central del artículo.

  • Amanda Tamayo Rodriguez dijo:

    Me recuerdo a mí misma, de prácticas de Periodismo, cubriendo un día un acto por la inauguración de un laboratorio de metrocontadores de electricidad. Y quedándome pasmada con la obra de teatro que llevó una escuela primaria, donde la risa general (y el orgullo de LAS MAESTRAS) fue por ver al niño gritarle a su supuesta esposa "!Ay chica, dale pa´la cocina y no te metas!", cuano ella intentaba advertirle del exceso de consumo eléctrico. Era una obra supuestamente didáctica.

  • La Peregrina dijo:

    Cuando el usuario José dijo "otro artículo feminista", sentí un alivio tremendo porque hasta él, que rechaza abiertamente el tema, lo reconoce e identifica lo cual es significativo de la visibilidad que este tiene realmente en la sociedad. Lejos de ser un rasgo negativo, que él lo tilde de "feminista" deber resultar un halago para la autora del mismo, a la cual felicito por el abordaje de asunto peliagudo.
    Por supuesto, el tema es aún más complejo y tiene otras aristas que la autora no contempla, y que estoy convencida que la autora conoce. Como, por ejemplo, el papel adjudicado a las mujeres en el descurso histórico nacional.
    Recién ha fallecido Asela de los Santos y en su obituario, como es práctica común no sólo en nuestro país, se ha reflejado su condición de esposa de a quién el pueblo llama cariñosamente El Gallego Fernández. Por qué. Por qué sucede esto. La obra revolucionaria, la valentía, la trayectoria y la ética de esta revolucionaria acaso no es suficiente para honrar a su vida, lamentablemente arrebatada por la muerte.
    Semejante situación ocurre con la figura de una mujer del Temple de Celia Sánchez, quien hace poco tuvo cierta, y menor de lo que debería, visibilidad e los medios de comunicación a raíz de conmorarse una fecha importante relacionada co su figura. Celia fue más importante para la Revolución Cubana, para la clandestinidad y para el desarrollo ético de nuestra vida nacional que otros compañero que, paradójicamente, son visibilizados constantemente y cuya obra es, a todas luces, menor que la de esta mujer. El caso de Vilma Espín, similar. Siempre su representación pasa por la de su esposo, Raúl Castro cuyo compromiso y obra revolucionarios son grandes e indiscutibles. Pero, pensemos, cuando se hace una ficha biográfica de Raúl no es de obligada referencia su relación matrimonial con su compañera.
    Siempre la obra revolucionaria de las nuestras heroínas pasa por una representación atemperada, que las asocia a los grandes hombres de nuestra historia nacional, como si su propia trayectoria no fuera obra de su propia decisión personal.
    Espero que nuestra sociedad avance hacia ese estado de equidad tan necesario para desarrollarnos y que, cómo siempre ha sido, nuestro gobierno y partido, apoyen y guíe, respectivamente, ese trayecto que estamos recorriendo con todas las complejidades que siempre tiene el camino correcto. Saludos a todos.

    • JG dijo:

      Estoy de acuerdo en el 100% de lo que plantea, me alegra haberla leído! Casi tanto como a la publicación en si misma. Vivimos enmascarando el machismo como si fuera una realidad alterna o lejana a la cuba de hoy, y cada día está más presente que nunca, la mujer a la sombra de su hombre redentor, como si sus esfuerzos propios no fueran ya suficientes, es como decir, esa medalla era tan importante que adornó el cuello de tal atleta... Ojala y más mujeres pensaran cómo usted. Yo soy hombre y me siento más identificado con la causa feminista que el 70% de las mujeres que conozco. Creo que vale la pena! y que mientras existan personas como usted, las heroínas que mencionó, mi madre ,y los otros millones de mujeres que, no solo en la historia, sino que día a día se superan ante el rancio patriarcado, la causa feminista será de las más justas sobre la faz de la tierra, y lucharé por ella.

      • La Peregrina dijo:

        JG, gracias por sus palabras y, sobre todo, por la complicidad en esta causa. Considero que, a veces, la práctica feminista pierde de vista lo necesario que resulta dialogar con los hombres, acortar nuestras diferencias. No puede cambiarse nuestra sociedad solo cambiando a la mitad de la población, el trabajo debe ser en las dos direcciones, los niños y las niñas, que serán los hombres y mujeres de nuestro futuro. Le confieso que he encontrado
        amigos valiosos cuyos puntos de vista son muy interesantes. Saludos...

  • Magaly dijo:

    Excelente artículo, creo que hasta abordar el tema así en nuestros medios ha faltado. La Revolución ha hecho mucho por la igualdad de género pero quedan aún rezagos en la educación en nuestras casas, en los patrones que se le enseñan a los hombres desde que son niños y lo que ellos creen que la sociedad ve como correcto, queda machismo silencioso (no quieren que así se les llame porque tienen identificado que esto es malo pero sigue el mismo comportamiento), queda mucho por alcanzar todavía. Felicidades!

  • Magaly dijo:

    Excelente artículo, creo que falta en nuestros medios abordar estos medios sin superficialidad, dar mensajes correctos. La Revolución ha hecho mucho por la igualdad de género pero falta todavía en la educación en las casas, en las concepciones que desde niño se transmiten a los hombres sobre sus roles, hay mucho machismo silencioso todavía (porque no quieren que les digas machistas porque está identificado que es malo pero las actitudes son las mismas), falta mucho por hacer para que la mujer no esté sobrecargada todo el tiempo y el hombre esperando en la sala, nos queda por perfeccionar nuestra sociedad y poder llegar a la plena emancipación. Gracias

  • Abel dijo:

    En una pareja en la que exista amor y comunicación como yo lo veo hay dos elementos que definen todo lo demás. El primero es entender que a ninguno de los dos le toca menos responsabilidad que al otro, y luego que los dos se sientan igualmente comprometidos con esto. Lo demás son detalles que pueden variar muchísimo y que cada pareja va llevando y adaptando a sus condiciones.

  • Gerald37 dijo:

    Solo quiero decir que la autora del artículo asume que es denigrante para la mujer el rol que antaño ocupaba. Pero es que la mayoría de las mujeres de épocas anteriores valoraban el quedarse en casa para cuidar y criar a sus hijos y estaban satisfechas y orgullosas. Solo la agenda feminista interpreta esto como opresivo y machista. Antes había una alta estima de la familia, el matrimonio, la crianza. Habían menos trastornos infantiles, la agresividad no comenzaba en edades tan tempranas, crecían individuos más seguros, la vida era más simple y mejor. Han visto las estadísticas actuales y las han comparado con las de hace años atrás? Qué ha aportado la agenda feminista al desarrollo infantil? Entiendo la necesidad actual de trabajar duro, la vida no está fácil; pero si quieres y puedes quedarte en casa y dedicarte a la maternidad y al hogar....es mucho mejor!!!
    No es acoso el piropo. El acoso no lo define la subjetividad de la mujer que es piropeada, el mismo piropo puede ser agradable a otra mujer. Qué derecho vulnera el piropo? Por qué decir que pueden tenerle en casa como una reina (otro piropo similar) tiene que ser un insulto? Hay más en juego que el ego femenino. No valoramos la familia, no pensamos a largo plazo y en el proceso estamos sacrificando todo lo que fue valioso y nos puso aquí

    • JG dijo:

      Preasumo, por su nombre, su manera de escribir, y lo que plantea que es usted hombre, y espero no equivocarme pues seria aún más grave su asunto. Sepa, que me disponía a enumerar sus errores e invitarlo a que reflexionara sobre aquellos aspectos que analiza con tanta subjetividad, frivolidad y desconocimiento, con todo el respeto, pero realmente la brevedad se agradece y a ella me debo. No obstante me gustaría señalarle que estos temas no han surgido a raíz del auge de la corriente de pensamiento feminista y los movimientos asociados a esta, simplemente han ganado visibilidad, cosa de la que antaño carecían, y que simplemente eran silenciados por el patriarcado opresor., Ahora, gracias al invaluable esfuerzo de muchísimas personas estos temas ganan cada vez más fuerza, y la mujer avanza un poquito más en la sociedad...Un piropo no deseado, es cuando menos una falta al respeto que se le debe a cada mujer y ser humano, a la vez que vulnera no solo su privacidad, sino su integridad moral y psíquica, es una violación de su espacio y realmente algo de muy mal gusto y que denota falta de educación. Así como tampoco dota al hombre de mayor hombría ni lo hace Cortés, ni galante, ni mucho menos, simplemente lo hace una persona irrespetuosa que intenta congraciarse y que no conoce los límites del respeto a desconocidos. Si usted tiene una esposa, una amante, una hija, una sobrina o una hermana, estoy casi seguro que no le gustaría que un hombre la piropeara cuando anda con usted! Otra cosa, la autora no asume que es denigrante el rol que..., Ella solo plantea que es denigrante que ciertos hombretones dediquen elogios que asuman que ese rol es el que le toca a la mujer y el hombre es el proveedor todopoderoso. Algo de lo que no estoy muy seguro tampoco es de si antes se vivía más feliz, me gustaría preguntarle a mi abuela si es eso cierto, una mujer campesina que nunca conoció la habana ni estudió, porque su marido no quería, o también me gustaría preguntarle a una de mis tías, si era feliz cuando su marido le pegaba sin venir a cuento, y no son ejemplos aislados... Bueno en fin! Sus comentario carece de coherencia. Gracias.

      • yoyi dijo:

        y usted es mujer y feminista, estoy totalmente de acuerdo con Gerald, que cada uno sea feliz con el rol q

      • Gracias dijo:

        Gracias por decir exactamente todo lo que yo quise. Encima este hombre nos cree egoístas por simplemente decir que las madres no tienen que ser las únicas cuidadoras. Si tanto le preocupa el futuro de los niños, ¿por qué no piensa, tan inteligente que se cree, en alentar a los padres a ocuparse de cuidar, alimentar, enseñar, en lugar de irse y dejarlo todo a la madre?!!!!!!!

  • JL63 dijo:

    Esto lo saqué de “1000 Preguntas 1000 Respuestas”, especie de enciclopedia científica cubana, de la Editorial Félix Varela, del año 2014 donde un nutrido grupo de doctores, masters, licenciados y casi todos profesores universitarios, nos dan las respuestas a mil preguntas de manera amena y sencilla, de fácil entendimiento para alguien medianamente preparado. La obra está organizada en cuatro tomos titulados de acuerdo a los temas que tratan y estos son en orden, Universo, Vida, Invenciones y Sociedad.
    De su tomo vida, pregunta 404 ¿Quiénes son más bonitos, las hembras o los machos? Tomé lo siguiente (los subrayados son míos):
    “El concepto de belleza en el reino animal está asociado a la mayor perfección adaptativa que permite las funciones reproductivas y la supervivencia de los hijos. En muchos grupos, como algunos mamíferos, incluidos nosotros, las hembras son más atractivas, ya que son los machos los que seleccionan la pareja y conducen el cortejo activamente. En otros animales son las hembras las que seleccionan a los machos, y en esos casos son ellos los que desarrollan más características llamativas. En las aves por ejemplo, los colores vivos del plumaje tienen como función más importante la atracción sexual, ya que el color más brillante aparece en los individuos más fuertes y saludables. Los colores constituyen señales de territorialidad y apareamiento. En su mayoría, las hembras menos atractivas que los machos, y esto se debe a que son ellas las que seleccionan a los machos con los cuales aparearse. Suelen quedarse con los más coloridos, porque corresponde a los machos defender los nidos, y para ello la estrategia es llamar bastante la atención para atraer a los depredadores, alejándolos de los nidos donde yacen las hembras, que con sus colores grises o menos llamativos pasan inadvertidas, Es una conducta de tipo altruista, de sacrificio por su familia. En aquellas especies de aves donde los roles de pareja al cuidado del nido son invertidos, los patrones de coloración también se invierten. En las especies que no tienen mecanismos de selección sexual, generalmente no hay diferencia entre los sexos”.
    Me disculpan la extensión que me tomo, pero quiero llamar la atención sobre cosas a mi entender más importantes, tales como, la tasa de fecundidad en Cuba. No quiero que nadie se me ofenda por la cita anterior, debemos asumir que, aún inteligentes, somos miembros del reino animal y debemos por tanto reproducirnos. Desde el año 1978 Cuba no logra la tasa de reposición (dos hijos por pareja o una hija hembra por cada mujer) lo cual ha llevado a un acentuado decrecimiento de la población que trajo entre otras consecuencias una nueva Ley de seguridad social con cinco (5) años de aumento para la edad de la jubilación, siendo esta una afectación considerable a la generación del boom demográfico de los años 60, que se tendrán que jubilar casi todos cinco años después que sus padres.
    Respeto profundamente la opinión de la periodista y la de todos los foristas, hasta las que no comparto, pero me preocupa que solo muy pocos - como la forista Odalys - hayan hablado de amor…..ese mismo que “engendra la maravilla”, según Silvio, “que convierte en milagro el barro”, …. “con un poco de amor, tanto me enriquecí, que gastaba y siempre quedaba otro poco de amor (….)”. Es el amor la única fuerza capaz de salvar este mundo imperfecto, lleno de problemas mucho más grandes y graves que el piropo, el machismo y todos los etc…..
    Las mujeres son mucho más inteligentes que los hombres, por eso tienen la capacidad de soportar la “carga mental” que menciona la periodista en su artículo, se ha estudiado y comprobado empíricamente que las mujeres tienen la capacidad de atender varios procesos o actividades al unísono, lo que es casi imposible para los hombres. En algún lugar leí o ví una opinión que comparto, y que se resume más o menos así: “(..) Si Dios – o la naturaleza – les dio esa carga, es porque son capaces de llevarla (…)
    Los movimientos feministas (y la periodista se refiere especialmente a estas teorías al referirse a la carga mental) han surgido en el seno de sociedades capitalistas con grandes y graves diferencias de género en perjuicio de la mujer, nada que ver con nuestra sociedad, que desde su mismo inicio las empoderó….la mujer cubana que no ha sido lo que ella quiera, no es por falta de oportunidades. No es con irnos a los extremos como vamos a resolver estos problemas, comparto con la periodista que necesitamos mucho estudio, mucha comunicación….pero que no se vaya de un solo lado…..

  • Yarelys dijo:

    Absolutamente de acuerdo con la reflexión que ha hecho. A veces las personas no capta los mensajes subliminales del día a día. La diferecia de género es tan antigua como la discriminación racial, o incluso más. A los hombres se le atribuye la inteligencia porque la mayoría de los éxitos y descubrimientos humanos han sido por ellos, mas nadie valora que dichas personalidades recibieron el apoyo de sus esposas que apocapadas por la sociedad y los tabúes, que aún no encuentran fin en nuestro día a día, estaban impedidas a alzar su voz para que su opinión fuera escuchada. Partiendo que nuestra voz actualmente es escuchada, no es aún lo suficiente alta, pues la mayoría nos ignora. No obstante, seguimos en pie. Cada día nos hacemos fuertes y a medida en que cada una haga conciencia nos haremos notar. La solución es no callarse, no bajar la cabeza, responder a todos esos "piropos" inteligentemente y educar a las nuevas generaciones de jóvenes a no cometer los mismos errores.

  • Gerald37 dijo:

    A ver JG, no sé por qué pensar diferente significa que estoy en un grave problema, según su opinión; y gracias a Dios que no soy mujer.....qué sería de mí!!!
    Pero lo interesante es que, más allá de sus opiniones, ha dejado mis argumentos intactos. Yo no he hablado de la violencia intrafamiliar en ningún momento. Eso siempre estará mal. Yo hablo de la maternidad como ama de casa. No ignoro los logros en todos los ámbitos que muchas mujeres han logrado. Pero el precio lo pagan los niños, el matrimonio. Usted ha dicho que ahora el problema es más visible, pero no se ha erradicado. Es más, ahora hay nuevas formas de violencia. Tampoco niego las aspiraciones truncadas de muchas. Pero no me he enfocado en eso, y hoy existen frustraciones de otro tipo igualmente. Usted habla como si estos tiempos fueran mejores. En qué medida se ha reducido la violencia? Es motivo de orgullo el 94% de divorcios? Y no me diga que la independencia y el trabajo fuera de casa de las mujeres, así como la visión disminuida del valor del tiempo de permanencia con los hijos no son variables que afectan. No ha dicho nada de la salud mental infantil. Podría mencionarle más. También le recuerdo que no logro ver la incoherencia en mis argumentos, creo soy consistente en mis opiniones. Recuerde que la visión de los hijos como un estorbo es hoy más fuerte que nunca, precisamente porque no encajan en la independiencia profesional. De verdad me pregunto si usted puede ver algo negativo en este modelo de maternidad que tanto defiende la autora del artículo.

    • JG dijo:

      Por su puesto, tan consistente como incoherente... Que tendrá que ver que las mujeres salgan a trabajar a la calle con la salud mental infantil? Acaso los padres de esos infantes no son lo suficientemente humanos como para poder quedarse en casa mientras las féminas salen a laborar y superarse...creo que sus sólidos argumentos son tan inventados como el socialismo francés. Con todo respeto se lo digo.

    • Ana la cubana dijo:

      Dejeme ver si lo entendí Gerald. La causa de ruptura en un matrimonio e que la mujer salga a trabajar a la calle? No, no, no, ahora si lo he oído todo. Mire mi señor, mi suegra siempre fue monja de clausura en su casa, cuidando hijos, atendiendo a su flamante y trabajador marido, el cual mientras estaba en "reuniones y eventos importantes" la engañó con cuanta mujer se le cruzó delante, y para colmo de males, el que rompió con el matrimonio fue él cuando conoció a otra mujer más preparada que la suya; los niños sufrieron con el divorcio??? Claro!. Entonces???

  • Amanda dijo:

    Me parece fabuloso el artículo, y contradictoria una política editorial que mantenga publicado un bodrio como ese "El piropo cubano en la era de la Internet"

  • niurka dijo:

    Coincido plenamente con los artículos publicados, es una lástima que no se lleven a debate público en centros de estudios, escuelas de padres o hasta en asambleas de afiliados, si se hiciera quizás pudieramos dar un paso de avance y poner espacio a los estereotipos machistas y sexistas instaurados en las mentes de los cubanos, principalmente de las cubanas, que aunque los critiquemos apoyamos esas conductas por pensar que solo nosotras podemos organizar y ejecutar la vida hogareña

Se han publicado 107 comentarios



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Ania Terrero

Ania Terrero

Periodista de Cubadebate. Graduada en 2018 de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.
En Twitter @AniaTerrero

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