Cubadebate

Veo cosas en este Mundial de Atletismo que me espantan. Vi acribillada la grandeza de Bolt por un arranque en falso, y vi a Robles pasar de la cima a la sima, y a Isinbaieva –hermosa, espléndida- perder una vez más lo que fue suyo. Ahora mismo, me duele constatar que Cuba sigue sin agenciarse un oro.

Hace muy poco tiempo, Lázaro Borges era apenas un desconocido de apellido ilustre. Su garrocha no pretendía el cielo, y en su alma no parecía haber espacio para las ambiciones. Pero, insisto, eso fue hace poco tiempo. En un abrir y cerrar de ojos, el muchacho se ha convertido en personaje. Es subcampeón del mundo, y logró su medalla a contrapelo de pronósticos y alcurnias, alcanzando una marca   de 5,90 metros que jamás soñó cubano alguno. Si hay nervios en su anatomía, los aplaca muy bien.

Como Vallejo, Dayron Robles debe estarse diciendo que "hay golpes en la vida tan fuertes... ¡yo no sé!". El moreno increíble había entrado primero a la meta de unacarrera que esperaban todos. Una carrera que era el centro del día en el Mundial. Alfa y Omega, Omega y Alfa de latercera fecha. Pero lo descalificaron, y hubo un sueño quese desvaneció después de consumado.

La verdad, me alegró hasta el cansancio ese bronce que acaba de lograr Yarelis Barrios con su disco en los Mundiales de Daegu, e igual me entusiasma que el decatlonista Leonel Suárez confirmara su asiento en la primera clase de la especialidad. Sin embargo –será que siempre exijo demasiado, será que siempre tengo un “sin embargo”- en los labios me quedó un regusto extraño.

Nunca se había producido un triplete en la maratón de los Mundiales de Atletismo. Nunca, tampoco, un país se había alzado con un par de tripletes sucesivos. Kenia acaba de hacerlo. Allí, en Daegu, donde hoy en la noche debutará el astro Dayron Robles »

Cuba, una de las grandes potencias históricas del campo y pista, se apresta a intervenir en los Mundiales de Daegu (27 de agosto al cuatro de septiembre) con el casi obligatorio compromiso de mantener en alto la bandera del orgullo deportivo insular. No puede ser de otra manera. La tierra de Sotomayor e Iván Pedroso, Ana Fidelia y Pérez Dueñas, María Caridad y Luis Mariano, tiene el vicio benigno de celebrar frecuentemente a sus atletas. Y Sudcorea no debiera negarnos una nueva ocasión para la fiesta.