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Retamar: Un Ariel con entrañas de Caliban a 90 años de su nacimiento

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Foto: Cubasi.

Hace ya algunos meses nos acercamos a la cosmovisión de un profundo pensador e intelectual de talla superior, cuya ética a la vez que lo definía en su condición humana, tuvo su más alta expresión en la obra poética y ensayística. Hablamos de Roberto Fernández Retamar, quien a sus 90 años, tiene mucho que decirnos, aún desde la distancia natural que impone una partida física. Sea la palabra de Retamar un estandarte en la hora actual de Cuba y la humanidad, en el enfrentamiento a las prácticas neocolonizadadoras que le impone al mundo el sistema capitalista y neoliberal que carcome la identidad de nuestros pueblos, los desdeña y asfixia con la bota encima. Sea entonces Retamar un guerrero en tiempos de crisis humanística y terrible guerra cultural y simbólica.

Al saber la fatídica noticia escribí un texto que hubo de comenzar con palabras de dolor por eso que llaman muerte; pero como ésta no es verdad si se ha cumplido bien la obra de la vida, como advirtió Martí, la de Retamar no lo es. Estamos ante un referente esencial de las letras en nuestra América, con un estilo muy original, entendible (lo cual no atenta contra la consistencia y contundencia de sus textos). La obra de Retamar hace parte de una herencia cultural que tiene su origen en la forja del pensamiento emancipador cubano; un repaso a la obra de Varela, José de la Luz y Caballero y Mendive nos conecta con ese torrente sanguíneo madurador de ideas descolonizadoras que fue José Martí, cuyo pensamiento caló muy hondo en la filosofía de vida de Retamar, en su cosmovisión.

Cuando leemos los ensayos de Retamar asistimos a un ejercicio constante y consciente del pensamiento, que no sólo describe sino que valora, analiza y critica los sucesos o fenómenos que tienen al ser humano, contextualizado en un momento histórico determinado, como epicentro de los juicios que el pensador emitirá. Es una ensayística tan cercana y precisa que enseña como suelen hacer los pedagogos martianos. Hay en Retamar una continuidad del pensamiento electivo cubano; de ahí la integración que logra Retamar de factores muy diversos en relación al tema que abordara previa elección de sus criterios y valoraciones.

Su pensamiento descolonizador y revolucionario constituyen armas ideológicas imprescindibles en el contexto actual que vivimos. El ser nosotros mismos, asumir una identidad que no nos la regaló el colonizador; fue una creación autóctona que tuvo en las civilizaciones precedentes de la América nuestra; una fuente de conocimientos, cultura y valores que hicieron posible la determinación de una identidad nuestroamericana. En este sentido nos advierte Retamar sobre la necesidad de Martí hoy, máxime si tenemos en cuenta que, en tiempos de una terrible pandemia, los problemas globales se han recrudecido cada vez más. De ahí que la palabra de Martí, comprendida y trasmitida, de forma muy auténtica  como hizo Retamar, siga teniendo plena vigencia.

Nuestra América, por su parte, se debate entre la nociva dominación imperial que a toda costa pretende hundir en el peor de los abismos a los pueblos de esta región dolorosa y sufrida, y la obstinada lucha por la verdadera liberación. Ante un escenario como este, en que las venas de América Latina siguen abiertas, es deber generacional asumir, como plataforma teórica de descolonización cultural, el pensamiento emancipador de hombres a quienes pudiéramos llamar «hijos de Ariel», personaje shakesperiano de la obra La tempestad, figurado por el uruguayo José Enrique Rodó, en su representación del «nuevo humano», del hombre que se conoce a sí mismo, que busca en su interior las motivaciones de su vida, su lucha, que crece y crea, que es de firme orientación moral, que es joven de espíritu, pensamiento y acción. Vamos en busca de Ariel y el hombre nuevo en nuestra América. Claro está, y valga la salvedad, cuando hacemos referencia a Ariel se trata de aquel cuya elección fue echar su suerte con los explotados, con las clases dominadas por la burguesía. No es el Ariel que sirve a Próspero (el colonizador) sino el intelectual que opta por el camino de la liberación, de la descolonización

Un Ariel que se conecta de inmediato con una fuerza natural corporificada en el hombre que rompe las cadenas del oprobio y se enfrenta resueltamente a la dominación, que hurga en sus entrañas, se sostiene en su identidad, bebe de su raíz autóctona y transforma la realidad que lo inquieta con sentido revolucionario. Un Ariel calibanesco, tocado por los valores de ese otro referente shakesperiano: Caliban. Adquiere el pensamiento y la praxis revolucionaria una mayor connotación, es el gran aporte al pensamiento descolonizador de uno de esos hijos de Ariel que figuró de manera excepcional el ser Caliban. Hablamos de Roberto Fernández Retamar, uno de los grandes intelectuales cubanos y de nuestra América; quien nos brinda las dos caras o posiciones de Ariel (en su ensayo Caliban), a lo que no pudo llegar, a nuestro juicio, José Enrique Rodó.

Es Retamar un auténtico escritor, dueño de un estilo reflexivo y transgresor de lo trillado, hombre que ha vivido la Revolución con una eticidad probada, con la dignidad de los verdaderos hijos de la patria. Es Retamar una escuela, reservorio de una cultura prolífera y un constante ejercicio del pensar, que no solo practica, sino que lo transmite a las generaciones más jóvenes; de ahí su ejemplo como intelectual comprometido con la historia patria, con el presente desafiante en materia cultural y con el futuro de la humanidad. Hace la conjunción perfecta entre Ariel y Caliban: es un Ariel con entrañas de Caliban, así pudiéramos definirlo.

Y ese Ariel con entrañas de Caliban nos lleva de la mano hacia José Martí. En ese texto ardiente y reflexivo: "Introducción a José Martí", Retamar realza estas ideas muy esclarecedoras sobre la identidad de nuestros pueblos y su defensa ante el peligro avecinado por el imperialismo. Al mismo tiempo hurga en esas esencias martianas  cuya actualidad es impresionante. Fue muy aguda la visión de Retamar al referirse a conceptos que desarrolla Martí y asimilarlos con pensamiento propio y capacidad reflexiva. De ahí estas palabras del propio Retamar:

"Las guerras de liberación nacional como la que Martí prepara suponen una desafiante y a menudo patética confianza en lo propio; una necesidad de enfatizar lo genuino, lo autóctono, frente a la penetración colonialista e imperialista. Lo propio es para Martí, en lo más cercano, Cuba, cuya historia y cuyas realidades exalta grandiosamente y, en lo mayor, el continente americano al sur del Río Bravo: (nuestra América mestiza)".

Es la América en que nació el Benemérito de las Américas Benito Juárez y que al decir de Martí en  su discurso conocido como Madre América: "Por grande que esta tierra sea, y por ungida que esté para los hombres libres la América en que nació Lincoln, para nosotros, en el secreto de nuestro pecho, sin que nadie ose tachárnoslo ni nos lo pueden tener a mal, es más grande, porque es la nuestra y porque ha sido más infeliz, la América en que nació Juárez".

Retamar entendió a Martí y su ideario nuestroamericano y, sobre todo, antimperialista. Su idea de preservar y defender la autoctonía, según Retamar, (criterio que comparto), se expresará  con mayor claridad en su medular ensayo nuestra América:

"La universidad europea ha de ceder a la universidad americana. La historia de América, de los incas a acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria (...) Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas. Y calle el pedante vencido; que no hay patria en que pueda tener el hombre más orgullo que en nuestras dolorosas repúblicas americanas".

Ese es Caliban, quien tiene que despojarse de la dominación, no solo económica o política sino también cultural. Hoy en pleno siglo XXI, requerimos de ese pensamiento descolonizador que evite a toda costa la fractura de la identidad de nuestros pueblos. En este empeño un hombre como Retamar tiene mucho que decirnos y hacer todavía. Martiano raigal, estudioso y promotor de la vida, obra y pensamiento de José Martí; nos acerca, en sus textos sobre el Apóstol de la independencia, al gran pensador, político y ser humano que fue Martí, con un método crítico y una coherencia discursiva que mucho se agradece. Y es que Retamar, como él mismo dijera, es: "fiel a los ideales de José Martí que, en esencia, han permanecido y permanecerán vivos, llameantes…"

Desde las medulares palabras a los intelectuales pronunciadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y hasta hoy, encontramos en Roberto Fernández Retamar un referente esencial en la cultura de nuestro país, la identidad y la defensa de los valores y la ideología del Socialismo; un convencido de que la hora actual sigue siendo de lucha, de sacrificios, de definiciones.

Se han publicado 2 comentarios



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  • Concepcion Frias Rosales dijo:

    como me gusto saber de su vida, que personalidad, que vida tan sencilla, digno de admirar.

  • Pedrito V dijo:

    Además, Padre, Poeta y Esposo Dedicado. Siempre recuerdo sus poemas "Aniversario" e "¿Y Fernandez?" Todo un maestro.

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Yusuam Palacios Ortega

Yusuam Palacios Ortega

Licenciado en Derecho. Presidente del Movimiento Juvenil Martiano de Cuba.

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