Cubadebate

Por Odalys Buscarón Ochoa

El presidente ruso, Vladimir Putin, cumple el primer año de su tercer mandato con una aprobación de más del 60 por ciento, el más alto índice otorgado a dirigentes del país, pero con retos sociales pendientes en la agenda.

Putin fue elegido el 4 de marzo de 2012 con 63,6 por ciento de los votos (71 por ciento en 2004), y asumió la presidencia el 7 de mayo, para un período de un sexenio, conforme a las enmiendas políticas aprobadas en 2008.

Mañana se cumplirán los primeros 12 meses de los decretos presidenciales, promulgados por el jefe de Estado, que recogen el programa de Gobierno.

El desarrollo económico a partir de un modelo innovador, creación de empleos, mejoría de la calidad de vida de la población y la lucha contra la corrupción fueron los objetivos fundamentales enunciados por el gobernante.

De acuerdo con el Centro de Estudios de Opinión Social, a la par que crece la confianza hacia Putin, se acrecienta la incertidumbre de la población en torno al cumplimiento de las promesas en la esfera social.

Entre las mayores expectativas, planteadas ante el Presidente, aparecen el aumento del bienestar, las garantías sociales a los jubilados, la solución de los problemas con la agricultura y el crecimiento de la producción.

Preocupa también el futuro de la educación y la salud gratuitas, a partir de las reformas encaminadas por el gabinete en los últimos meses, y que en buena medida no son del todo aceptadas por sectores populares.

Para el 11 por ciento de entrevistados, el principal logro del primer año ha sido en materia del bienestar, en tanto 10 de cada 100 interpelados mencionaron el enfrentamiento a la corrupción.

En general Putin consiguió parcialmente cumplir con las prioridades trazadas, percibió el 58 por ciento del universo de entrevistados a fines de abril. Solo 16 por ciento consideró que el mandatario cumplió sus promesas electorales.

Fuentes del Ejecutivo aseguraron recientemente que los decretos presidenciales se habrían ejecutado en el 70 por ciento.

Para la reunión de mañana en el Kremlin, el gabinete del primer ministro Dmitri Medvedev deberá rendir cuenta de su labor, justo al año de la toma de posesión de Putin.

La encuestadora independiente Centro Levada, otra de las más influyentes en estudios de opinión, dio cuenta en su más reciente investigación que el 65 por ciento de los rusos apoya el programa del presidente.

Entre los logros parciales de su mandato destacaron la recuperación de Rusia como potencia mundial, el fortalecimiento de la ley y el orden público, unido al incremento de salarios y jubilaciones.

Un estudio realizado por el Centro Levada en otoño de 2011 y la primavera de 2012 registró un descenso de la popularidad de Putin, hasta en 32 por ciento, en medio de la ola de protestas opositoras. Para inicios de 2013, el mandatario recuperó el apoyo de la mayoría, consignaron los sociólogos.

En el criterio del Fondo de Opinión Social, el apoyo masivo al estadista y al sistema político de Rusia se estabilizó durante el período. Para los expertos, no existen potenciales amenazas al sistema, por lo que carece de sentido esperar un descenso en las calificaciones de respaldo ciudadano, aseguraron.

No obstante, la economía y el bienestar social son los dos principales aspectos con que los rusos de a pie miden el apoyo y el liderazgo político del jefe del Kremlin.

El propio Putin definió en su programa electoral que la economía era "la base más importante para la seguridad nacional" y se planteó la meta de crear unos 25 millones de puestos de trabajo, en las dos próximas décadas.

Sin embargo, los declarados cambios en la estructura económica del país siguen postergados, mientras se observa una desaceleración del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).

La meta de lograr 5,0 por ciento de PIB anual parece ser uno de los compromisos pendientes de la actual gestión. En 2012 el crecimiento económico fue de apenas 3,4 puntos porcentuales.

En la estructura de las exportaciones rusas en 2012, el 73 por ciento correspondió a productos energéticos y combustible, y solo 3,6 por ciento recayó en maquinarias y equipos, según estadísticas del Servicio Federal de Aduanas.

Antes del 15 de mayo, el presidente espera una propuesta concreta del equipo económico, enfilada a revertir el estancamiento.

Con esos y otros desafíos por delante, el politólogo Leonid Poliakov auguró para Putin un final de mandato sin contratiempos, hasta 2018, cuando rendirá cuenta a la nación por la estrategia que eligió para Rusia.

(Tomado de Prensa Latina)