Imprimir
Inicio »Opinión  »

Tiro de gracia a la democracia en Honduras

En este artículo: Golpe de Estado, Honduras
| 4

Honduras contra el golpe militar. Foto: AFP

La cifra de observadores internacionales de la farsa electoral del domingo en Honduras disminuyó de mil a alrededor de 250. Algunos ya llegaron a Tegucigalpa, y los periódicos hondureños, al servicio de los golpistas, están publicando sus declaraciones sobre la misión que realizarán. Tal cobertura forma parte del montaje mediático para legitimar el golpe de Estado del 28 de junio.

El gobierno de los Estados Unidos decidió enviar a Honduras nutridas delegaciones del Instituto Internacional Republicano (IRI) y del Instituto Nacional Demócrata (NDI). Son organizaciones que reciben dinero de National Endowment Democracy (NED), organismo creado por el Congreso de Washington en 1983, bajo la administración Reagan, con el objetivo de ejecutar los planes de desestabilización y penetración de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en la sociedad civil de los países de América Latina. El IRI se considera el brazo de la política exterior del Partido Republicano, y el jefe de este instituto es John McCain, el candidato presidencial derrotado por Obama. En el 2009, el IRI -según Jean Guy Allard y Eva Gollinger en un reciente libro-recibió 1,2 millones de dólares para su trabajo a favor de los golpistas de Honduras.

¿Qué imparcialidad pueden mostrar como observadores en los comicios hondureños los llamados "expertos" enviados por el IRI y el NDI, si ambas instituciones no han ocultado su apoyo al gobierno de Micheletti?

También de Estados Unidos llegó como "observadora" Wendy Alane Wright, una polifacética figura que un día aparece actuando en una serie de televisión y otro como cantante de música pop, un día anunciando un producto de belleza o comestible y otro presentando libros de diferentes contenidos. Pertenece a decenas de organizaciones de acción cívica llamadas eufemísticamente filantrópicas y no lucrativas.

De tal manera, el gobierno de Washington intenta también engañar a la opinión pública mundial sobre lo que va a acontecer en Honduras.

Como lo hicimos en un comentario anterior en este mismo sitio digital no es necesario abundar sobre la escandalosa presencia como "observadores" en las elecciones del domingo de la mafia anticubana de Miami, en cuyo seno no hay ni un solo pelo de imparcialidad.

Y algunos ex presidentes de países latinoamericanos, que tuvieron una actuación repudiada por sus pueblos cuando ejercieron tales mandatos, también fueron reclutados por los golpistas, seguramente siguiendo los consejos de la embajada norteamericana en Tegucigalpa, para que actúen como "observadores" de la farsa. Entre ellos están Vicente Fox, de México, Armando Calderón, de El Salvador, Alejandro Toledo, del Perú, y Jorge Quiroga, de Bolivia. Todos, bajo su mandato, pusieron en práctica políticas de privatización de empresas nacionales y entregaron al capital transnacional servicios de comunicaciones, electricidad, acueductos, etc. Escándalos de malversación y nepotismo, e incondicionalidad a las políticas de Washington, caracterizaron su paso por las casas de gobierno.

Cuando llegó a Tegucigalpa Armando Calderón, quien fue dirigente del partido salvadoreño ultraderechista ARENA, declaró a la prensa hondureña: "Esperamos que el pueblo acuda masivamente a las elecciones del domingo y asistamos a una fiesta cívica". Es el colmo de la desvergüenza que alguien designado "observador" repita el mismo discurso de los golpistas.

Los que han aceptado la invitación a ser observadores no son los únicos a los que hay que repudiar. Hay otros políticos latinoamericanos que tienen una conducta mucho más vergonzosa y condenable, pues bien enterados están  que la mayoría de las naciones y de las organizaciones mundiales y regionales considera ilegal el golpe de Micheletti. No obstante,  llaman a la comunidad internacional a aceptar el proceso electoral y a levantar las sanciones contra los golpistas. Uno de ellos es el premio Nobel Oscar Arias, quien actuara como mediador en la crisis. De boca de Arias han salido estas palabras: "¿Para qué vamos a castigarlos con un segundo huracán Mitch, que sería no reconocer al nuevo gobierno, aislarlo, quitarle la cooperación."

Y eso lo dice Oscar Arias a sabiendas de que el candidato que resulte electo en la farsa electoral del domingo, que tendrá lugar con más de 30 mil efectivos del Ejército, la policía y otros cuerpos represivos en las calles, no hará más que dar continuidad al golpe del 28 de junio pasado.

¿Se olvidó Arias de que en su plan de mediación figuraba la reposición de Manuel Zelaya como Presidente constitucional de Honduras? Tanto Estados Unidos como Arias y muchos otros que se llenan la boca para decir que son defensores de la democracia incurren en el engaño. Con ello lo que han hecho es darle un tiro de gracia a la llamada democracia representativa.

Y no deben tampoco olvidar que elecciones como las de Iraq y Afganistán, hechas bajo la ocupación militar estadounidense, o las de Honduras, bajo las bayonetas de los autores del golpe de Estado contra Zelaya, carecen de total legitimidad, lleven a los "observadores" que lleven.

Se han publicado 4 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Bolivar dijo:

    Un saludo para todo ese pueblo heroico de Honduras, no estan lejos los dias en que seran jusgados los farsantes, asi como hoy estan siendo jusgados los genocidas de las dictaduras pasadas en Sudamerica.

  • Luis Ruiz Sánchez dijo:

    Rectificación de errores ortográficos. Donde escribí botar, debe ser votar. Donde escribí os intereses del pueblo, debe ser los intereses del pueblo.
    Pido disculpas por estos u otros errores que puedan aparecer.

  • Luis Ruiz Sánchez dijo:

    Pido disculpas una vez más. Donde dice inmunidad debe ser impunidad. Debí haber leído con mayor cuidado antes de enviar el comentario

  • juan pueblo dijo:

    El coronel Bayardo Inestroza dice que el presidente venezolano, Hugo Chávez, hace bien en temer de un francotirador en Honduras, y que el ejército de este país no podría convivir con un gobierno de izquierda. Si Zelaya vuelve, dice, sería el final del estado de derecho en Honduras. Esta es la entrevista que el coronel Bayardo concedió a El Faro y el Miami Herald.
    “El señor Presidente estaba utilizando a la Fuerza Armada como una herramienta política; y el hecho de llegar por el voto a la presidencia no le da derecho a delinquir.”
    ¿Como explica jurídicamente lo que ha pasado en Honduras?
    Desde antes estábamos asesorando al jefe del Estado Mayor Conjunto. Desde mediados de abril.
    ¿Asesorándolo para qué?
    Para que no fuera a comprometer a las Fuerzas Armadas en una probable orden ilegal que podía emitir el Ejecutivo
    ¿Qué les hacía pensar en abril que les podían dar una orden de ese tipo?
    Por la situación que se venía dando desde el convenio con Venezuela sobre el ALBA y la firma en la plaza de La Libertad, en la que estuvieron jefes militares en una ceremonia política. Y una comparecencia más del Ejecutivo que, en vez de que estuviera el ministro o el viceministro de Defensa, estuvo el subjefe del Estado Mayor Conjunto. Eso no era normal, porque la parte política la manejan el ministro y el viceministro, nosotros solo vemos la parte operativa.
    ¿Y le manifestaron su inconformidad al presidente Manuel Zelaya?
    Mi obligación no era decirle al presidente Zelaya. Mi obligación era decírselo al jefe del Estado Mayor Conjunto.
    ¿Y qué le respondió?
    Él era consciente, pero tenía que esperar a que en determinado momento le dieran las órdenes para tener una suficiente base legal y responder. Es que no hay que ser tan inteligente para darse cuenta de lo que ha sucedido en Bolivia, Ecuador y Venezuela, para saber qué es lo que viene. En esos países han establecido control sobre el ejército, y controlando el ejército se da lo demás.
    Desde entonces ustedes ya evaluaban el riesgo de tener a Zelaya como presidente…
    …No. Nosotros evaluábamos la situación y existía un alto riesgo de que el presidente diera una orden illegal al jefe del Estado Mayor. Con el presidente Zelaya mantuvimos una excelente relación. El problema se da cuando él da esa orden ilegal de emplear las Fuerzas Armadas para apoyar el proceso de la encuesta. El 27 de abril nos reunimos con el señor presidente. El 26, en la tarde, le presenté al jefe del Estado Mayor Conjunto una opinión que concluía que jurídica, ética y moralmente no era posible proporcionar apoyo porque el artículo 272 nos da un papel de garantes de la Constitución, de la alternabilidad en el ejercicio de la presidencia. Y nosotros como soldados no estamos subordinados a una persona, sino al cargo, a la ley. Y el presidente Zelaya nos dijo que no nos iba a meter en ese problema, y nos mintió.
    ¿Ustedes han visto cómo miente en los medios de comunicación?
    Igualito, él nos engañó a nosotros.
    Porque después los metió…
    … Sí. Fue el 28 de mayo. Íbamos en una actividad ecológica, el jefe del Estado Mayor Conjunto recibió una llamada de emergencia y mandaron un helicóptero a recogerlo. Su sorpresa es cuando le dicen que van a tirar un decreto Ejecutivo que ordena a la Fuerza Armada que apoye esa actividad. Eso no era lo que se había hablado con el presidente. El presidente quiso jugar con nosotros. El lunes, a las 7 de la mañana, le entregamos la otra opinión al jefe del Estado Mayor diciéndole que no se podía cumplir esa orden porque era ilegal. Ya el Ministerio Público había presentado un requerimiento al juzgado de lo contencioso Administrativo y éste falló que la encuesta era ilegal. Le envían una comunicación tanto al ministro como al jefe del Estado Mayor Conjunto de que no se podia cumplir esa orden. El viernes 26 de junio le cambiaron de nombre a “Encuesta ciudadana” para convocar a una Constituyente. Publicaron la Gaceta Oficial a media noche.
    Y llegamos al 24 de junio.
    Sí, era la fecha tope para apoyar eso. Nos apersonamos a Casa Presidencial con la Junta de Comandantes y se le dijo al señor Presidente oficialmente que la orden no se iba a cumplir porque era ilegal. Hay un principio que se llama obediencia debida, que está claramente establecida en el artículo 24 del Código Penal que indica que ningún ciudadano civil o militar está obligado a cumplir órdenes ilegales. La orden que se imparte tiene que ser legalmente válida. Al no cumplir esos requisitos la orden que el presidente daba y que contrariaba a todo el estamento jurídico del Estado se le dijo que no se iba a cumplir; y él, en una conferencia de prensa, destituyó al jefe del Estado Mayor Conjunto. La Junta de Comandantes en pleno puso a disposición su cargo al señor Presidente.

Se han publicado 4 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Juan Marrero

Juan Marrero

Periodista cubano, vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba

Vea también