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Votos que se pueden comprar

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En cualquier país del mundo la corrupción forma parte de la política y en un mayor o menor grado existen políticos y legisladores electos por la voluntad popular ciudadana, que se venden al mejor postor una vez instalados en sus cargos, votando favor o en contra de los proyectos de leyes puestos a consideración de sus Parlamentos, obedeciendo mas al dictado de los  que les pagan, que a los intereses de sus  propios electores. Por supuesto que esa practica es inmoral e ilegal en cualquier parte del mundo, menos en Estados Unidos.

El Congreso norteamericano es el único Parlamento del mundo en el que influir con dinero en el voto de los legisladores no es delito  sino que constituye una práctica muy  común que forma parte del sistema político del país, algo  que sería inusitado en cualquier parte del planeta menos en los Estados Unidos de América.

En ingles le llaman "Lobby"  o "cabildeo" y quienes a esa práctica se dedican les dicen "lobbistas"  o "cabilderos", una palabra que para los hombres de bien, cuando se pronuncia con sentido irónico, es una ofensa de marca mayor.

-"Miéntame la madre primero antes que llamarme "Cabildero", le escuché decir una vez a un compatriota, muy indignado, en una discusión política a la salida del ayuntamiento de la ciudad de Miami. Tan denigrante es ese oficio que muchos de los que ejercen la profesión- aunque  su práctica es legal - prefieren que les llamen "Relacionistas Públicos" en vez de "Cabilderos".

Pues bien ahora acabar de publicarse en la prensa sin el menor recato, el dinero contante y sonante que un "Comité de Acción Política" un "PAC",  integrado por cubanos de la extrema derecha de Miami, le ha pagado a un buen número de Congresistas del Partido Demócrata para que voten en la Cámara de Representantes  en contra de un Proyecto de Ley que permitiría a los ciudadanos norteamericanos viajar a Cuba como turistas, algo que en la actualidad está prohibido por la llamada Ley Helms-Burton que forma parte del Bloqueo que Estados Unidos le tiene impuesto a la isla desde hace más de medio siglo.

Vergüenza para  Norteamérica que un grupo de legisladores de este país "vendan"  su voto a mejor postor para tratar de mantener vigente una ley que impide que sus compatriotas ejerzan su derecho a viajar libremente a cualquier país del planeta.

¡Qué bochorno! Se vende un congresista. ¡Quién da más!

¡Quién da más!

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Max Lesnik

Max Lesnik

Periodista cubano residente en Miami. Es el director de un programa en Radio Miami.

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