Cubadebate

Como hubiera dicho mi abuela, la verdad siempre sale a flote por más que la quieras esconder en el fondo de una cueva. Es por ello que, por más que han tratado de ocultarlo los abogados del connotado  terrorista Luis Posada Carriles, éste tiene un amplio historial de violaciones de las leyes migratorias de múltiples países por los que ha entrado y salido reiteradamente haciendo uso de identidades y documentos falsos. Esa verdad acaba de empezar a salir a la luz pública.

Como un empedernido y maquiavélico camaleón, se ha cambiado de identidad en reiteradas ocasiones para consumar sus planes terroristas. Unas veces lo ha hecho por cuenta propia, pero en la mayoría de las oportunidades ha tenido la complicidad de personeros de los gobiernos centroamericanos, sin descartar el auxilio cómplice de la CIA y del FBI norteamericanos.

El Miami Herald acaba de publicar una nota de Alfonso Chardy en el que se confirma un secreto a voces: Posada Carriles entró ilegalmente a los Estados Unidos el 26 de abril del 2000, procedente de Centroamérica, haciendo uso de un pasaporte falso salvadoreño a nombre de Franco Rodríguez Mena. Este mismo apócrifo documento fue el que empleó en  noviembre de ese año para ingresar en Panamá con vistas a consumar un atentado contra el presidente cubano Fidel Castro Ruz.

Esta noticia, sin embargo, tiene la importancia de poner en peligro la solicitud de asilo de Posada Carriles en los Estados Unidos y hacer más favorable el proceso de posible deportación que se le sigue  en El Paso, Texas. Habría, por tanto, que evaluar la disposición de las autoridades norteamericanas de aplicar la ley al pie de la letra, más cuando el uso de documentos falsos para ingresar a los Estados Unidos representa un delito federal, condenable en hasta 25 años de prisión cuando éste se realiza con fines terroristas.

Sin embargo, para quienes hemos seguido de cerca la historia de este redomado criminal, la noticia es apenas sorprendente. Existen evidencias que prueban que Posada ingresó a territorio norteamericano en varias oportunidades entre 1998 y 1999 empleando documentos falsos. De la misma manera, Posada Carriles ha infringido las leyes migratorias de varias naciones en reiteradas oportunidades, haciendo de esto su más peculiar "modus operandi". Basta analizar los siguientes hechos para comprobar su conducta violatoria, ilegal y peligrosa:

1. El 26 de marzo de 1998, Luís Posada Carriles ingresó a Nicaragua por el Aeropuerto Internacional "Augusto César Sandino" haciendo uso del mismo pasaporte salvadoreño  en cuestión, el Nro. 143258, expedido a nombre de Franco Rodríguez Mena. El propósito de su viaje era hacer contactos en Estelí con un grupo de contrarrevolucionarios cubanos para adquirir explosivo plástico C-4 y dos lanzacohetes portátiles. Estos medios de muerte se emplearían para asesinar a Fidel durante la Cumbre de Estados del caribe a celebrarse entre los días  22 y 25 de agosto de ese año en República Dominicana.
2. El 7 de mayo ingresa ilegalmente a Nicaragua por el Paso de Las Manos, procedente de Honduras, para agilizar la compra de los medios antes mencionados.
3. En 1986 adquiere una cédula,  a nombre de Ramón Medina Rodríguez, en el municipio de Ilopango, suplantando fraudulentamente el número de identidad de una salvadoreña nombrada Mercedes  Flores Funes. Con la misma, obtiene en 1991 el pasaporte salvadoreño Nro. 308979.
4. En 1994 adquiere fraudulentamente el pasaporte a nombre de Franco Rodríguez Mena, en Tecapán, Usulután, haciendo uso de una fe de bautismo de otra persona ya fallecida.
5. Durante sus andanzas por América Latina ha recurrido a decenas de identidades fraudulentas tales como Ramón medina, Ignacio Medina, Juan Ramón Medina, Ramón Medina Rodríguez, José Ramón Medina, Rivas López, Juan José Rivas López, Julio César Dumas, Franco Rodríguez y otras.
6. Últimamente empleó un pasaporte falso norteamericano a nombre de Melvin Thompson para desplazarse en Quintana Roo, México, en sus movimientos previos a su ingreso ilegal en Estados Unidos.

Bastaría entonces que las autoridades norteamericanas quisieran ver los que no quieren ver, para comprobar que al historial de Posada Carriles como terrorista y asesino deben sumársele otros delitos que lo incapacitan para recibir asilo político en Estados Unidos. Si se desoyen estas verdades, el gobierno norteamericano se seguirá comprometiendo con el estercolero que él mismo fabricó.