Cubadebate convoca su II Concurso de Microrrelatos
Participa en el II Concurso de Microrrelatos de Cubadebate para compartir, en un máximo de 500 caracteres, tus capacidades como poeta, guionista o narrador. Los tres primeros lugares ganarán una colección de libros y la oportunidad de publicar su obra en nuestro sitio web.
En el aniversario 15 de Cubadebate y cuando hoy se cumplen 84 años de la muerte de Rubén Martínez Villena, a quien “su don poético, inseparable y vitalicio en su esencia […], le facilitó mil veces, sin saberlo, el cordial magisterio; y la gracia verbal hija del dominio del idioma y de la posesión de sus secretos”; convocamos la segunda edición de nuestro Concurso de Microrrelatos, que como en 2017, dedicamos al advenimiento de la Feria Internacional del Libro en Cuba.
Si quieres ser el ganador, solo tienes que escribir un texto, que no exceda los 500 caracteres, que nos permita descubrir al escritor que eres. Inspírate y echa a volar tu imaginación, escribe un poema, un cuento, una décima, el inicio de una novela o testimonio….
Podrás ganar una colección de libros, cortesía del Centro de Comunicación Cultural del Mincult (CREART) y del Instituto Cubano del Libro (ICL), además tendrás la oportunidad de publicar tu obra en Cubadebate.
El jurado estará integrado por reconocidos escritores de la Isla. Deja tu microtexto como un comentario en esta entrada, el plazo de admisión vence el jueves 1 de febrero, el día que iniciará la XXVII Feria Internacional del Libro de La Habana.
Nos comunicaremos con los ganadores a través de la dirección de correo electrónico que escriban al enviar el comentario con su obra.
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Estoy nervioso por esta en entrevista, que me preguntaran, seré aceptado o no, rayos, como se demora esto.- Se escucha una voz- Asbel, que ¿tan rápido? Na, seguro que hay otro Asbel. -Nuevamente la misma voz- Asbel Rosado Pèrez- Ño ese soy yo, hay, si me escuchan estoy embarcado. Que puerta tan grande, ni me he fijado si estaba ahí cuando llegue.-pase y siéntese por favor- ya, esta persona es la misma que me llamo, pero es un señor mayor y blanco en cana y la voz que tiene es de un joven como yo.-Bien, Asbel, no quiero demorarte ni perder mi tiempo, cuéntame de tu vida, desde que tu recuerdas, no trates de mentir porque te aseguro que me daré cuenta, jajaja, nada, relájate Y cuéntame todo.
Bueno, que puedo decirle, que ya usted no sepa.-Tranquilo que mis informantes están al día, solo cuéntame todo lo que tengas en memoria, relaja hombre, suéltalo ya- Ok. Mis primeros recuerdos son como flashes de memoria de un día en que tenía fiebre y mi papa me llevo al policlínico que estaba por la avenida 51, cerca del correo que está en esta misma avenida, como a dos cuadras de la funeraria de Marianao, por allá donde estaban la estación de bomberos, que ahora es una tienda de Trasval o TRD, no sé, algo así. Bueno, recuerdo que me acostaron en una camilla de metal, muy fría, luego me metieron un fregadero metálico también, y la enfermera me ha dado un baño con agua fría que pelaba, luego recuerdo que me inyectaron y no se me olvidara nunca la pataleta que forme.-Bien Asbel, saltemos a los 5 años- Bueno, a los cinco años comencé en la primaria, en un sema internado, solo tengo vagos recuerdos de esa etapa, lo que me viene a la memoria es de cuando mi hermano pepito me recogía, era en una bicicleta muy bonita, tenía el frente con un tenedor largo, así como el asiento, en el timón tenía un cuenta millas y un reloj que marcaba el ángulo en el que se movía la bicicleta, baya parecía una Halley Davidson, era muy Linda la verdad. Luego, así, que recuerde, bueno a usted no le mentiría, a si, que me estaba bañando en el río Quibu, si ese que está en la Lisa, que pasa por debajo del puente de la Lisa, que está cochino cantidad y no es de ahora la contaminación, que se lo puedo asegurar. Pues bien en este rio me bañaba cada vez que me escapaba de la vista de mi mamá. Otro recuerdo de esa etapa fue y es gracioso porque en este recuerdo queda el ingenio y la creatividad de los niños, jaja, nada frente al pasillo donde vivía desde que nací había un plan tareco, se recuerda de esos plan tarecos, pues bien sobre una pila de basura se encontraba una lavadora rusa, rota por su puesto, y yo me metía dentro y me imaginaba que viajaba en una nave espacial, hasta un casco tenia con una cazuela que allí me encontré, mira que gocé esa tarde, bueno casi toda la tarde porque sobre las 6 pm salió mi mamá con un cinto a buscarme, llevaba media hora llamándome para bañarme, no y cuando me vio en el basurero allí si se formó, fíjese que realmente volé para la casa, y no sufrí ni un cintazo, pero cerca sí que me pasó. Bueno Asbel tomemos un receso que ya casi tienes tus credenciales para entrar en el paraíso, tal vez se te hagan realidad tus sueños a eso si nada de basurero ni de quibú, que lo no tengo cinto pero tengo unos relámpagos que pelan y ni volando te me escapas.
El país de los carteles
En las calles de Cuba, isla de ese mar que Caribe llaman, garabateado en pintura roja e impresisa, sobre maderos viejos o paredes sin tonos.
1868:Viva Cuba Libre.
1953: Abajo Batista.
1959: Viva Fidel y la Revolución!
2017:Se vende esta casa.
Inicio de una historia cervantina sobre un largo día en mi barrio
Ventana a la calle… Tienes el mundo adentro, quieras o no. La mañana se anima con anuncios y proyectos del día: - Llegó la jamonada... dicen que el pollo viene hoy! ¿Oye, tú tienes el programa que te deja copiar películas más rápido? Levanta la tarde… -¡panadero, pan duro y pan suave! – ¡turrón de maní, del grande y del chico… del duro y del blando…! … vinagrito es un gatico…. (círculo infantil) - Mija, a la niña le dieron la estrellita en la escuela! –Ah… hay duralgina en la farmacia!... -El Tratado de la desesperación de Kierkegaard permanece intacto, abierto en la misma página. No hay lugar para él.
La decisión
Llega precipitado el anciano al quiosco a comer algo. En su interior, los ruidos de su estómago, lo estremecen, y el vacío longevo de sus pisadas en el tiempo, arruina su mirada, y con escasas monedas en una bolsa gastada, hacen bulto. Mira a los desconocidos acólitos disfrutando del piscolabis y en su mente nublada, recuerda lo poco que tiene para poder comer, y pone en un juego de ajedrez, comer, o comprar la medicina. Angustiado pregunta el precio de cada sápido alimento, sigue las jugadas en su bolsillo, y se aleja en busca de su salvación o su muerte.
Hala
Estudiaba en la misma universidad Polaca donde yo residía. Sólo conocía su procedencia árabe.
– No toques mi cuerpo –dijo en un alterado inglés a mi primer intento de presentarme.
En los días de asueto visitábamos la capital alemana, aún dividida por el muro de Berlín. Ella amaba los inmuebles antiguos de la urbe.
– ¿Qué estilo arquitectónico es ese? – me preguntaba. Indagando una y otra vez.
La última vez que la vi corría sobre el andén del tren en un adiós final. Con ella aprendí que el traje social que nos arropa, no nos hace diferente. Ahora la guerra destruye su país. Ojalá estés a salvo…
Fabián soñaba con visitar La Habana
Acompañado del "Kid Venegas", como le decían al luchador Arsacio Vanegas Arroyo, llegó al aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México. Iba feliz porque después de tantos años se cumpliría el sueño de visitar la ciudad donde nació José Martí. Todo estaba en regla. Había recibido el boleto en Cubana de Aviación dos días antes. No tenía pasaporte. En cambio un documento del Instituto Nacional de Migración que lo acreditaba como Asilado Político de origen colombiano. Hizo la fila detrás de un pasajero salvadoreño, quien también viajaría por vez primera a Cuba.
Unos minutos después el gerente de Cubana de Aviación en México le decía que no podía viajar a la Mayor de las Antillas sin pasaporte, pues este es un documento de identificación internacional que no tiene reemplazo solamente en casos "extraordinarios".
Fabián el "Extraordinario" regresó a casa de unos amigos, dejó su equipaje y pidió auxilio a periodistas y diplomáticos para emprender su viaje uno o dos días después. "Eres tenaz. No te rindes", le dijo Jorge, el médico vallenato, donde se hospedaba. Escucharon música de Los Hermanos López y mientras disfrutaban un café, recibió una respuesta de la Embajada cubana. Podría viajar con un documento llamado de Petición a Parte.
Efectivamente tres días después se presentó en el Aeropuerto y logró ascender al avión de Cubana de Aviación. Sin embargo unas horas después en la terminal aérea del internacional "José Martí", un funcionario le dijo: "Usted no puede entrar a Cuba. Tendrá que regresarse en el próximo vuelo con destino a Mérida".
"El Extraordinario" insistió, después de afirmar: "Ya estoy en Cuba" y logró convencer a los funcionarios quienes lo enviaron a una casa de indocumentados, mientras los compañeros de Radio Habana Cuba, fueron avisados y llegaron al lugar de detención para comprobar que Fabián "El Extraordinario", era el ganador de un viaje a Cuba, por un trabajo que realizó para Radio Habana Cuba. "El Extraordiario" insistió y venció.
Atentamente, Fernando Acosta Riveros (El Extraordinario. Para el concurso de CubaDebate).
“La reunión del mundo”
En cierta ocasión se reunieron el agua, la tierra y el aire.
El agua reclamaba ser la más importante porque ella fue la primera, de ella surgió el mundo. La tierra consideraba que el papel protagónico era suyo porque ella es la parte sólida del planeta. El aire por su parte se esforzaba por demostrar su superioridad planteando que sin él no hay vida en ninguna de las dos.
Los tres se consideraban importantes, únicos y se menospreciaban entre sí.
La algarabía era tan grande que todos los seres vivos decidieron acercarse para saber qué estaba sucediendo.
En ese momento el hombre decidió que él cómo único ser vivo razonable debía intervenir y dijo.
- ¡Oigan amigos!!Discuten por tonterías!
Cada uno de nosotros sólo, no vale nada, no existiríamos.
Mejor pensemos lo que podemos lograr con la unión de todos: el mundo sería más bonito y más interesante.
El mundo es el lugar donde vivimos todos y nuestra madre naturaleza nos lo regaló para vivir felices en él, sin diferencias, en armonía. Nosotros, los humanos lo hemos destruido con nuestros actos irresponsables, pero muchos ya estamos unidos, luchando para salvarlo.
- Así viviremos muchos años más en él sin peligro de que pueda morir.
- Salvemos al mundo.
“La lección del marpacífico”
Había una vez un niño que pensaba solamente en hacer daño, sí, le hacía daño a todo lo que le rodeaba, arrancaba las plantas, mataba a los animalitos agredía a sus compañeros, ensuciaba el césped y así sucesivamente iba por el mundo destruyendo a la naturaleza.
En cierta ocasión mientras jugaba en el parque comenzó a arrancar las flores y las tiraba por el aire, les arrancaba los pétalos, pero en un instante quedó sorprendido al escuchar que un pequeño marpacífico le decía:
- ¿Por qué nos maltratas?
- ¿Qué daño te hacemos?
Alejandro que así se llamaba el niño la miró asombrado y preguntó:
- ¿Cómo puedes hablar?
- ¡Las plantas no hablan!
El marpacífico respondió:
- Es cierto no hablamos, pero sentimos, no estás equivocado, escucha amiguito no soy yo quién te habla, es tu conciencia.
- ¿Crees correcto lo que haces? Piensa un poco y reflexiona. ¡Si todos los niños hicieran lo mismo! Se acabaría la belleza, el colorido.
- Todos tenemos un lugar en la naturaleza, hasta tú.
- “La naturaleza es sabia, no la destruyas”
Crónica de mi: ¡Hasta Siempre!
Estamos desplegados a lo largo de la carretera que une al poblado de Coliseo con Cárdenas. Algunos están siguiendo por sus celulares las noticias del paso de la caravana y las nuevas se repiten de boca en boca. Nos tiramos unos a otros fotos con la bandera o sosteniendo una de sus imágenes más conocidas, la misma que ha presidido los múltiples lugares habilitados desde días antes para que reafirmemos nuestro compromiso, la que lo muestra de pie sobre la montaña, fusil y mochila al hombro, victorioso. Todos estamos expectantes. Será la última vez de tenerlo cerca, tener el honor de vivir este momento, del paso de la Historia frente a nosotros. Alguien divisa al helicóptero que precede y acompaña por aire al cortejo. Todos lo vemos. Retrocedo mentalmente casi medio siglo en el tiempo…
Unos niños del barrio juegan conmigo a las bolas. Nos disputamos las esferas de vidrio en cada juego, probando suerte y puntería. Un ruido a lo lejos en el cielo nos interrumpe. Es un helicóptero. No sabemos ni siquiera su rumbo ni que tripulantes alberga en su vuelo, sin embargo, como siempre, hacemos lo mismo: Dejamos a un lado los juegos y nos ponemos a saludar al helicóptero y vocear lo más alto que pueden nuestras voces infantiles: - ¡Fidel!, ¡Fidel!, ¡Adiós, Fidel!
El helicóptero describe un semicírculo y después retrocede, casi paralelo a la carretera, sobre nuestras cabezas, rumbo a Coliseo. Pasa una patrulla indicando bajar a la cuneta de la carretera. La gente se ordena en una línea que serpentea a ambos lados del camino. Nadie quiera estar en segunda fila. Preparan sus móviles para grabar el momento. Para ellos. Para los que no pudieron venir o tuvieron que quedarse asegurando las tareas en sus puestos. Para sus hijos. Para el futuro.
El niño que fui yo crece. Ya para él el nombre no es sólo una referencia en labios de los mayores. Comienza a identificar Su imagen, a oír Su voz en sus discursos, a escuchar anécdotas de los privilegiados que lo han visto personalmente (en su pueblo viven varios combatientes de Girón). Más tarde, en la escuela, comienza a entender la relación del Hombre y la Historia. Pide y encuentra explicaciones. Bebe de sus primeros libros.
Ya se acerca el cortejo. El silencio es total. Respetuosamente, no se agitan las banderas ni se gritan consignas. Las cabezas descubiertas, los pechos henchidos en la mezcla de emociones de agradecimiento, dolor y coraje, las manos sujetando una bandera. Pasan los primeros vehículos, el jeep con los generales y detrás, el armón con la caja de cedro cubierta con la bandera. Sencillamente, un nombre: Fidel Castro Ruz. Seguimos el cortejo con la vista hasta que se pierde.
El niño se hace joven. Ya conoce lo suficiente para saber de la grandeza del Hombre, del nombre que repiten plazas y naranjales, aquí y allá, también en Jagüey, donde está becado. Un día, se entera que se ha cosechado un millón de quintales de cítricos y, como les ha sido habitual a sus compatriotas, lo mismo ante cada desafío, del enemigo o de la naturaleza, ante cada hazaña, ante cada conmemoración, ahí está Fidel. Y va, como todos sus condiscípulos, al acto en la Vilo Acuña. Lo ve de muy cerca y reafirma, para siempre, su fidelidad.
Se había anunciado que tendríamos la oportunidad de presenciar la caravana de regreso de Cárdenas. Todos queremos volver a verlo. Algunos, para precisar detalles no clarificados la primera vez. Es un momento para grabar en lo más íntimo con la mayor precisión, para poder recordarlo después, con todos sus pormenores. Poder decir, contar: ¡Yo estuve allí! Ante la demora, surgen los comentarios. No se ve el helicóptero. Al fin, anuncian que regresa el cortejo. Poco a poco, nos volvemos a alinear al borde de la carretera.
El joven es ya adulto. Se gradúa de profesional. Conoce de ejército y de movilizaciones, de cortes y siembra de caña, de papa y de nuevo, de naranjas. Por doquier acrisola la obra del Hombre. No solo conoce la historia, en su pequeño espacio participativo, la vive. Conoce de Angola y de Etiopía, se enorgullece de su tiempo y de la participación de su generación, que sigue con firmeza las huellas de sus mayores. Acrecienta su admiración, respeto y comprometimiento con la obra mayor del Hombre. La Revolución. Recibe emocionado un carnet con Su firma. Llega el Periodo Especial y Baraguá revive en Si se puede. La Batalla de Ideas y Elián. El retorno del Ché y su siembra final en Santa Clara. Las Marchas Combatientes y Los Cinco. Una de las Tribunas Abiertas coincide con un aniversario de Girón. Allá en el Central Australia lo ve y escucha, a solo unos metros. Es la tercera vez que lo ve en persona. El Hombre, al frente de cada combate. Cada vez más universal. Cada vez más preocupado por el futuro de la Humanidad. Una luz entre las tinieblas que crece y crece. Chávez, Petrocaribe y el Alba. La unidad latinoamericana, al fin. Un primer contratiempo y Cagüairán muestra la firmeza de Su obra y de su pueblo. Después el Hombre entrega los cargos públicos, pero no la primera línea. Continúa su labor formadora, esta vez a través de la pluma. El adulto que fue joven y niño una vez devora con avidez cada Reflexión, sigue con apetencia cada aparición en la prensa o las referencias de quienes tienen la suerte de visitarlo. Se emociona hasta las lágrimas con su última comparecencia en el Congreso.
Nos pasa la caravana por delante. Se repite el silencio y las muestras de respeto. Se nos antoja que esta vez va más rápido. Nos cuesta pensar que todo termina. Se va perdiendo en el camino. Sin embargo, la imagen de la urna con su nombre permanece en la retina, aún después de que ya no se divisa siquiera el cortejo. La gente va rompiendo la alineación y se dirige hacia los ómnibus apartados en un entronque lateral.
El ómnibus atraviesa la ciudad de Cárdenas. Como en todo el país en estos luctuosos días, impera el silencio. Pasan algunos jóvenes y otros no tan jóvenes, apenas hablan, sobrecogidos por el impacto y la solemnidad del tributo en que han participado momentos antes. En una esquina juegan niños. Vuelvo a retroceder mentalmente medio siglo atrás y me veo con ellos, jugando. No, no es juego. Repiten entre ellos algo que han recién gritado y que quizás apenas aquilatan en todo su significado: - ¡Yo soy Fidel!, ¡Yo soy Fidel!, ¡Yo soy Fidel!
30 de noviembre del 2016.
De: Yusniel González Mojena
Título: Un día sin ti
Ruido, luz, amanece,
Ojos que se abren, zombie?
No.
Despierta, aseo, café,
Un cigarro clandestino, zombie?
No.
Una calle, la gente, un trabajo,
Un saludo, que tal, buenos días,
Un auricular y la canción
Que no debió sonar, zombie?
No.
Un almuerzo, una flor, una rubia,
Ángel y demonio que me lleva
De ida y vuelta, desconcierto, zombie?
No.
Ocaso, regreso, otra calle,
Un amigo, un consejo, el alcohol,
Una ducha, una mesa, un colchón,
Un ronquido, un dormir… zombie?
No.
Madrugada, otro sueño, el desvelo,
Una idea, una frase, un recuerdo…
Otro día… Zombie?
No,
Aun respiro sin ti…
Correo: yusniel@dphb.bandec.cu
para enviar unpoema a fidel
quiero enviar un poema sobre fidel
Mensaje a un malvado.
No te enojes de mi reproche a tu maldad. Mírame como el médico de tu alma cruel.
"El papel de mi vida"
Provengo de un linaje centenario. Mis padres han presenciado felicidad, guerras y barbarie a lo largo de la historia. Mi nacimiento fue esperado por algunos, y resistido por aquellos que perdieron su esencia para darme la vida. Me auguro un futuro solitario por una producción sin límites de hijos como yo. Desde que tengo uso de razón estoy encerrado en una gaveta oscura y con pestilencia a humedad. Todos mis días transcurren igual a la espera de que un día alguien se interese por mí.
Un día, a mi sorpresa, llegó mi turno. Al fin salí de aquella gaveta. Mi imaginación comenzó a volar. Yo estaba eufórico por vivir de verdad. Me imaginaba mi vida como la de mis padres, tener en mí rasgos que cambiarían el mundo, que me hicieran sentir útil. Sin embargo, el futuro no fue según lo pensado, ni siquiera el mundo exterior.
Lo que me deparó el destino fue entrar al juego de la burocracia. En mí estaban contenidos códigos que no entendía, pero que parecían necesarios para otros. Un día hasta presencié una reunión. Mientras uno hablaba, los demás firmaban sin parar con tintas de diferentes colores. Por un instante pensé que había llegado mi momento de ser verdaderamente útil. Rápidamente perdí la ilusión. Yo continuaba de un lado a otro, pero sin marcar realmente la diferencia. Llegaba a un escritorio, pasaba días allí; iba a otro, pasaba más tiempo. Subía. Bajaba. Me manchaba de café o me doblegaba por el cansancio. Mi vida no fue más que letanía y mediocridad.
Estaba a punto de rendirme a la costumbre y al paso de los años cuando hice el último viaje de mi vida. Fui a parar a una casa acogedora, pequeña y muy limpia. Allí vivían además de mí, una mamá con su hija. Llegué allí un día en que la niña estaba enferma y a la mamá no le dio tiempo terminar el trabajo en la oficina. Es así que la acompañé y allí me quedé.
Al fin encontré mi razón de ser cuando la niña se refugió en mí para olvidarse del malestar que le causaba la enfermedad. Ella cogió unos plumones y luego de varios minutos me hizo sentir joven, lleno de alegría, querido y útil. Ella me había convertido en un lindo dibujo de su familia.
CUBA...
Sobre ti la grandeza de un cielo que canta al unisono PAZ
Tus aguas hacen espejear en coro tus voces mulatas, negras, blancas, arco iris de esplendor que calienta al amor...
y sobre tus calles la pasión de los pasos que vibran al son, metamorfosis del placer, del sentir sublime que deja cada huella, allí donde se posa siempre junto a tí el zunzun de tu apocentro donde el vaivén de tu vida relaja la calidez de tus pensamientos.
Encallar en tí, acarició la esencia que de a poco me das, bondadosa de gota en gota me estructura mapeando cada mirada, en cada esquina, en tus pasos que brotan olores que entremezclan agrio, dulce, espeso, suave y tierno, todo converge misteriosamente....
Tu compañero de lucha...
Marco Montilla....
Yo, niño bueno, pero...
Mi madre siempre ha dicho que fui un niño muy bueno, y me lo creo porque nunca me pegaron, a lo sumo un pellizco en la oreja por mi padre, cuando hacía alguna travesura propia de la edad.
No obstante, algunos cuentos me enfrían el alma, como aquél de cuando yo tenía unos 6 años y mi hermana más pequeña 4.
Acostumbrado a ver cómo se mataban los puercos y se preparaban, un día que mi madre estaba calentando agua para pelar un pollo, cogimos un cerdito que estaba raquítico, casi moribundo, y con él nos metimos debajo del fogón, con un mocho viejo y casi sin filo. Mi hermanita se encargaba de buscar el agua caliente y se la echaba encima al animalito, mientras yo lo raspaba para quitarle los pelos, algo que hice hasta la mitad, pues al ser descubiertos por mi madre salimos corriendo.
Mi madre llamó a mis hermanos mayores para que se llevaran al pobre animalito bien lejos, que lo mataran para que no siguiera sufriendo y lo botaran, pues no se podía comer.
Pensando que una paliza de mi padre no nos la quitaba nadie, estuvimos esperando ese momento casi todo el día, pero al conocer lo ocurrido, su respuesta fue. “Si lo estaban pelando es porque tenían hambre. La culpa es de nosotros por hacer esas cosas delante de los niños”, y le indicó a uno de mis hermanos que buscara un cerdito más grande y que lo azara en una púa. Fue comprensivo mi padre, a esa edad no se tiene noción ni del peligro ni de lo que es malo o bueno, si no hay una adecuada educación.
La violencia era tal en el pueblo de Pensamiento, que todos optaron por andar sin cabeza… entonces les cortaron las piernas para evitar el monstruoso desfile.
Él
Enamorarse era el sueño de su vida. Nunca pensó que sería tan difícil. Su mundo ha dado un giro de 180 grados y no está seguro de estar preparado para afrontarlo.
Camina por los pasillos con la mirada perdida. Su mente está envuelta en un torbellino de dudas e inseguridades. Desde que Él apareció todo es diferente. No se imagina otro final que estar a su lado.
Sus padres quizás no acepten su decisión. Tiene miedo al rechazo y la humillación, pero más le teme a no ser feliz por los prejuicios de esta sociedad.
A su lado todo es diferente. Es como si el mundo a su alrededor se derrumbara y quedaran solo los dos.
Con una sonrisa, una mirada o una caricia suya, la amarga expresión de su rostro se desaparece. Él es capaz de sacar de su mente todos los problemas. Su entorno se reduce a Él. Lo único que desea es estar a su lado.
Todavía no comprende por qué dos personas que se aman no pueden estar juntas. -El mundo es un poco cruel-, se dice a sí mismo. Y tiene razón. Las personas rechazan lo que no entienden. Les da miedo lo diferente, no están acostumbradas al cambio.
Por las noches antes de ir a la cama, siempre imagina la forma de salir de la burbuja en que vive. Por las noches se arma de valor para ser él mismo, para enfrentar al mundo y encontrar la felicidad junto a Él.
Ella
Toda su vida transcurre entre las cuatro paredes de su “hogar”. Cocinar, lavar, planchar, limpiar… esa es su rutina diaria, su único propósito.
Por instantes recuerda cuando tenía tiempo para las fiestas con sus amigas, los viajes a la playa… Ahora solo se preocupa por tener la comida lista para cuando él llegue, ponerle la ropa en el baño y tener la mesa servida.
Algunas veces se arregla, se pone bonita. Con un poco de suerte se fijará en ella. Pero él solo habla de su trabajo. Su única conversación diaria se basa en protestas y reclamos sobre el trabajo que ella aún no ha hecho por estar en el “chisme” con la vecina.
Sus madrugadas son frías. Sus lágrimas inundan su rostro cuando una mano tosca y seca se posa sobre su cuerpo desnudo. El placer es una anhelo que perdió con el paso de los años.
En las mañanas pinta una sonrisa en el rostro y oculta las ojeras de largas noches de desvelo. Disimula con maquillaje los golpes que con “cariño” le propina cuando muestra una actitud rebelde o cuando su voz se eleva del tono que él desea escuchar.
Así transcurre su vida. No escucha a sus amigas, ya casi ni las puede ver. Hace caso omiso a los consejos de su madre. Para ella todo su mundo se reduce a él. Él es el único amor de su vida. Él vale más que su propia felicidad.
Para ella la violencia es la forma en la que él le expresa su amor. Quizás algún día ella deje de soportar sus maltratos. Quizás algún día él logre borrar para siempre de su rostro la sonrisa que se dibuja cada mañana.
Yace allí entre los escombros, maltratada por la furia de la naturaleza, alimentada por un tenue rayo de sol que ha logrado colarse hasta llegar a aquel pedacito de tierra en que decidió germinar. Su fragancia perfuma el ambiente, sus colores vistosos iluminan hasta las noches más oscuras. Yace tranquila… sola. Vive, respira…
De repente aparece un niño. Sus menudas manos se acercan a ella casi con malicia. Su belleza lo deslumbra y de repente se detiene.
Se detiene a pensar en lo feliz que haría a mamá con este regalo; o a María, aquella amiga que ha querido por tanto tiempo, quizás esta vez le agradecería con un beso en la mejilla, él siempre había soñado con eso.
Ella siente como sus manos comienzan a acariciarla. Siente como una parte de su vida se desprende, como su entorno comienza a cambiar. Su vida ya no será la misma. No estará nunca más sola. Ya no morirá en aquel rincón. Ya no perfumará el mismo aire. Ya no iluminará el mismo cielo.
Él la lleva ante sus ojos. Su belleza la deslumbra, su perfume la cautiva. Ella nunca se ha sentido tan feliz, ahora su vida tiene un propósito.
Su olor cautivará ahora ese espacio… su espacio… Cuando su mirada inquita se pose sobre sus pétalos, sentirá la mayor felicidad. Su existencia no se limitará a iluminar un espacio frio y oscuro, ahora alegrará los días de una persona que la ve como el mejor regalo de su vida.
Nunca más estará sola.
Se refiere a 500caracteres, con o sin espacios, me parece que muchos han confundido caracteres con palabras, por favor Cuba Debate acláreme mi confusión
Sin lagrimas.
Que has hecho de mi corazón
me la has destrozado luego de inflamarlo con tu mirada
te amaba,
te amaba como solo un hombre puede amar
y desdeñaste mi cariño
No voy a decirte lo que he perdido
solo yo se lo larga que son las noches sin dormir
pensando en ti
en la joven que me ha cautivado el alma
a quien veía a cada instante bella y orgullosa como una diosa.
Pero no importa
te digo adiós aunque me duela el alma
y no voy a perder la calma
por causa de este dolor
porque me sobra valor
y con mi pecho dolido
voy a lanzarte al olvido
y buscarme un nuevo amor.
A Fidel Castro
Fidel, cuando te fuiste
todos nos pusimos tristes,
y reventando de orgullo
todo este pueblo tan tuyo;
sobre tu enorme huella
de paso agigantado;
camina con tu legado
que con decoro forjaste.
A nuestra Patria entregaste
el derecho a ser humanos;
por eso todos los cubanos
que saben agradecer
a ti se quieren parecer,
y se esfuerzan cada día
para tu memoria honrar;
no te vayas a preocupar
por tu barbudo caimán,
que de verde, está vestido,
que si el águila hace ruido
los agradecidos la callarán.
A Fidel Castro
Fidel, cuando te fuiste
todos nos pusimos tristes,
y reventando de orgullo
todo este pueblo tan tuyo;
sobre tu enorme huella
de paso agigantado;
camina con tu legado
que con decoro forjaste.
A nuestra Patria entregaste
el derecho a ser humanos;
por eso todos los cubanos
que saben agradecer
a ti se quieren parecer,
y se esfuerzan cada día
para tu memoria honrar;
no te vayas a preocupar
por tu barbudo caimán,
que de verde, está vestido,
que si el águila hace ruido
los agradecidos la callarán.
A Fidel Castro
Fidel, cuando te fuiste
todos nos pusimos tristes,
y reventando de orgullo
todo este pueblo tan tuyo;
sobre tu enorme huella
de paso agigantado;
camina con tu legado
que con decoro forjaste.
A nuestra Patria entregaste
el derecho a ser humanos;
por eso todos los cubanos
que saben agradecer
a ti se quieren parecer,
y se esfuerzan cada día
para tu memoria honrar;
no te vayas a preocupar
por tu barbudo caimán,
que de verde, está vestido,
que si el águila hace ruido
los agradecidos la callarán.
A Fidel Castro
Fidel, cuando te fuiste
todos nos pusimos tristes,
y reventando de orgullo
todo este pueblo tan tuyo;
sobre tu enorme huella
de paso agigantado;
camina con tu legado
que con decoro forjaste.
A nuestra Patria entregaste
el derecho a ser humanos;
por eso todos los cubanos
que saben agradecer
a ti se quieren parecer,
y se esfuerzan cada día
para tu memoria honrar;
no te vayas a preocupar
por tu barbudo caimán,
que de verde, está vestido,
que si el águila hace ruido
los agradecidos la callarán.
A Fidel
A Fidel Castro
Fidel, cuando te fuiste
todos nos pusimos tristes,
y reventando de orgullo
todo este pueblo tan tuyo;
sobre tu enorme huella
de paso agigantado;
camina con tu legado
que con decoro forjaste.
A nuestra Patria entregaste
el derecho a ser humanos;
por eso todos los cubanos
que saben agradecer
a ti se quieren parecer,
y se esfuerzan cada día
para tu memoria honrar;
no te vayas a preocupar
por tu barbudo caimán,
que de verde, está vestido,
que si el águila hace ruido
los agradecidos la callarán.
A Fidel Castro
Fidel, cuando te fuiste
todos nos pusimos tristes,
y reventando de orgullo
todo este pueblo tan tuyo;
sobre tu enorme huella
de paso agigantado;
camina con tu legado
que con decoro forjaste.
A nuestra Patria entregaste
el derecho a ser humanos;
por eso todos los cubanos
que saben agradecer
a ti se quieren parecer,
y se esfuerzan cada día
para tu memoria honrar;
no te vayas a preocupar
por tu barbudo caimán,
que de verde, está vestido,
que si el águila hace ruido
los agradecidos la callarán.
A Fidel
Fidel cuando te fuiste
todos nos pusimos tristes,
y reventando de orgullo
todo este pueblo tan tuyo,
sobre tu enorme huella
de paso agigantado;
camina con tu legado
que con decoro forjaste.
A nuestra patria entregaste
el derecho a ser humanos;
por eso todos los cubanos
que saben agradecer,
a ti se quieren parecer,
y se esfuerzan cada día
para tu memoria honrar,
no te vayas a preocupar
por tu barbudo caimán,
que de verde, está vestido
que si el águila hace ruido
los agradecidos la callarán.
Este poema lo hice para el homenaje a fidel en el aniversario de su muerte física. Soy especialista Quimica en una central eléctrica de Pinar del Río. Saludos a cubadebate. Gracias por leerlo. quisiera saber si lo recibieron.gracias
Para ti
Te regalo un jazmin florecido
la prudencia del ser o no ser
te regalo una nube que pasa
te regalo mi vida y mi sed.
Transparencia
Transparentes,
parte integrante y motor principal,
traslucidor de enredaderas
protección a trinchera casi imposible de vencer.
Mariposas de alas blancas
envolviendo la vida en un roce de indescriptible tentación.
Adherido a la piel como garra de águila sobre su presa.
Guardador,
transparencia de doble sentido,
ofreciendo a los pocos que han podido descubrir,
privando al resto,
por no saber cantar una canción.
Hacedor de ensueños,
imaginador de fantasías,
sobrante en momentos de cruciales decisiones,
guerrero inagotable
recogedor del resultado final de la batalla.
Tu complemento,
holograma real de un cuento
aun por escribir.
La Humanidad
Todo dio inicio en el 2018 la nación más poderosa del mundo conocida como el Imperio con sus ansias de poder y conquista le declararon la guerra al mundo, poco a poco fueron invadiendo país por país hasta que el mundo entero se sumió en un mar de llamas, masacres, caos, destrucción era lo único que se veía, por las guerras libradas alrededor del mundo la contaminación y destrucción de ecosistemas era tan grande que la humanidad estaba al borde de un colapso ambiental, para poder salvar a la humanidad unos países decidieron unirse y formar una alianza que sería llamada la verdadera humanidad para detener al promotor de todo este desastre, en el futuro esta organización seria conocida como la nueva ONU que llevaría a la humanidad a una verdadera era de paz. Sin embargo guerra tras guerra se llevaron a cabo para detener a ese país pero no estaban dando fruto, en un país que no pertenecía a la alianza se descubrió un nuevo mineral llamado Eternita que era muy volátil la alianza al enterarse de esto decidió investigarlo para su uso militar pero como ese país no era parte de la alianza se hiso un trato con él, que a cambio de permitirle la explotación de ese mineral la alianza se comprometería a defender a ese país, varios científicos se unieron y crearon usando el Eternita como recurso principal, el arma más poderosa del mundo sobrepasando por mucho a cualquier arma nuclear y a diferencia de estas no causaba radiación, esta nueva arma se convertiría en una gran ventaja capaz de hacerle frente a su gran y único enemigo, hubieron grandes debates en la alianza para discutir qué uso se debería darle unos optaron por usarla de manera disuasiva pero viendo la caída de varios países siendo anexionados se decidió usarla en el campo de batalla, a partir de este punto el conflicto alrededor del mundo se intensificaba aún más, donde ningún país estaría exento de participar de una forma o de otra. Se empezaron a expulsar de los países invadidos y algunos pocos anexionados al Imperio, aunque eran pequeñas victorias sirvió para que cada vez se unieran más países y grupos de rebeldes de los países anexionados a la alianza, poco a poco el Imperio ya había perdido el 90% de su territorio y como un último acto de desesperación ante la inminente derrota decidieron usar todas sus armas nucleares pero previendo esto la alianza decidió usar su arma más poderosa para ponerle fin al enemigo de la humanidad aunque significara que todo ese país y sus habitantes desaparecieran, la acción fue llevada a cabo por ambos bandos y como se previa el imperio fue destruido y al finalizar la guerra se habían perdido casi 5000 millones de vidas humanas más de la mitad de la población mundial, el mundo estaba completamente devastado y el medio ambiente destruido pasarían miles de años para que la naturaleza y la civilización humana recuperaran su antiguo esplendor.
Mi Tierra es un Escudo de Ideas y Valentía
Tierra,
isla de mi vida, isla de mi encanto,
nunca serás herida porque estaremos al tanto,
jamás sentiremos un llanto en el que pidas ayuda,
porque aqui, está toda Cuba, cuidando, siempre cuidando,
Tierra
isla mía, isla de acero,
mientras tengamos un modo, por ti siempre lucharemos,
desde que somos pioneros, por ti lo entregamos todo,
seguiremos siempre adelante, porque nuestro eterno comandante,
estará siempre vigilante.
Transcurría el mes de septiembre de 1960. Cuando Fidel creó los grupos de artillería de las Milicias Nacionales Revolucionarias en agosto de aquel año, en el polígono del Quinto Distrito Militar de la Víbora (en el hoy Municipio 10 de Octubre de La Habana), nos enviaron a la Escuela Especial de Morteros en Matanzas, ubicada en el entonces Tecnológico "Enrique Hart Dávalos", a pocos metros de la Escuela de Oficiales de Milicias. Nos organizaron en 10 baterías de morteros; la mía era la Quinta. Ninguno de nosotros teníamos preparación militar, proveníamos del Instituto de la Víbora, de los colegios privados H.H. Maristas, Edison, Escolapios, Valmaña y de fábricas, universidad de La Habana, Escuela Normal, industrias, tiendas, centros de servicios gastronómicos, talleres automotores, terminales de ómnibus, bodegas, fondas, bares. A todos nos unía una sola cosa: prepararnos bien militarmente para defender la Revolución y afrontar cualquier agresión de los malditos marines norteamericanos. Había católicos, protestantes, babalaos, comunistas, anarquistas, y muchos sin ideología definida. Todos nos respetábamos y la única preocupación era dominar la técnica de los morteros. Nuestros profesores eran oficiales del Ejército Rebelde y algunos del antiguo Ejército que eran oficiales de carrera y se sumaron a nuestras filas. La escuela era una gran familia de revolucionarios convencidos, que poco a poco fueron acostumbrándose a la vida militar. Entre los ejercicios que realizábamos estaban las prácticas de tiro en el polígono situado en al pueblo de Limonar, distante a varios kilómetros de la escuela. A este polígono las 10 baterías íbamos a pie "en fila india" por el borde de la carretera a Limonar con armamento real. Todos llevábamos los fusiles FAL y metralletas checas con sus respectivos cargadores llenos de balas, porque hay que recordar que en aquella época había alzados en el Escambray, armados hasta los dientes por la CIA y grupos contrarrevolucionarios armados en toda aquella zona de Matanzas. Cada batería tenía 6 escuadras, y cada una de éstas, 8 milicianos. Llevábamos los morteros al hombro: un hombre llevaba el tubo del mortero, otro la placa y el tercero el bípode además de su FAL o metralleta. El más pesado era el bípode. Despues de varios kilómetros de recorrido hasta el campo de tiro, al llegar a éste "armábamos" el mortero, lo emplazábamos y comenzábamos las prácticas durante todo el día, así como las prácticas de tiro de FAL y metrallera. Regresábamos por la tarde-noche por el mismo camino. Esa práctica la hacíamos dos veces por semana, durante los casi 3 meses que estuvimos en la escuela. Había un compañero de mi batería al que cada vez que íbamos al campo de tiro, a los pocos metros de comenzar la travesía comenzaban a salírsele las lágrimas. Cuando nosotros le preguntábamos qué le pasaba, siempre nos decía que le había caído tierra y polvo en los ojos. Junto a aquella interminable fila de milicianos transitaba una ambulancia para socorrernos en caso de necesidad. En el último mes, aquel modesto y voluntarioso morterista prácticamente ya no podía caminar, pero lo hacía con estoicismo, llevando sobre sus hombros "su" bípode, que era la pieza del mortero que le tocaba llevar, por ser él el tirador de su pieza. Tratábamos de quitárselo para "aligerarlo", incluso le dijimos en una ocasión que se montara en la ambulancia. Esto último para él fue como el peor de los insultos. Terminaron aquellas prácticas y al llegar a la escuela aquel valeroso compañero se liberó de "su" bípode, se sacó los zapatos y las medias aprovechando yo entonces para preguntarle por qué siempre lloraba en la carretera. Solo me miró a los ojos, con los suyos rojos de tanto llorar, y me señaló con el dedo índice a sus pies desnudos, que eran una llaga sanguinolenta y deforme. Tenía los pies planos... Aquel "muchacho" tenía, igual que yo, 15 años de edad.
Minirrelato
Devolución
_¿En qué puedo ayudarle?_.
_Si,necesito devolver el nuevo agujero de porquerías "Trump.01"_.
_Alguna razón en particular?_.
_Demasiado lleno.
Autora: Claudia Ortega Valido
Matanzas 2018
El mundo está amenazado,
natural y artificialmente.
Amenazado porque es perecedero,
aunque en él habite lo digno,
porque en él deambula lo ruin.
El mundo está amenazado,
artificialmente,
por locos que ven en él una letrina (shithole),
por locos que quieren hacer de él una letrina,
por locos encandilados con el poder, con el oro, con lo temporal…
por reales “comemierda” vaya.
El mundo material está amenazado,
pero el mundo espiritual subyacente no,
hay un pacto eterno e inquebrantable entre ellos,
un pacto en el que sobran:
bombalinas y Trumpetas.