¿El país donde yo vivo?
Cuando leo en esta red el desastre, la miseria, la desolación, el hambre, el desamparo, la tristeza, que algunos dicen que hay en mi tierra, yo me pregunto ¿estarán hablando de este país donde yo vivo?
Porque son frases muy fuertes las que usan. Que si los niños se van con hambre a la escuela. Que si hasta abril no nos podemos bañar con jabón. Que todo el mundo está triste y nadie puede hablar porque lo llevan preso. Y así un sin fin de cosas más.
Negar que haya necesidades es ser ciegos, que se dificulta conseguir algunas cosas es verdad, pero de ahí a pintarnos de la manera que lo hace es manipulación de la verdad.
Particularmente yo no he dejado de desayunar, almorzar ni comer ningún día si he tenido deseos de hacerlo, no me he dejado de bañar, no he dejado de lavar la ropa, no he dejado de reírme, de salir a pasear, de discutir y hablar en cualquier lugar donde he visto que algo no funciona y nadie me ha mandado a callar o me han puesto tras las rejas.
No tengo a nadie en el exterior que me envíe remesas y no hago negocios ilícitos. En mi casa todos trabajamos y duro, eso sí es verdad.
Pero por si acaso yo fuera excepción, hoy lunes antes de comenzar mi conferencia con los estudiantes de tercer año de Automática de la UCLV, les hice varias preguntas.
¿Qué tal el fin de semana, descansaron? Sí, profe. ¿Comieron bien? ¿Hicieron las tres comidas del día? Algunos dijeron que el desayuno no porque se levantaron tarde y ya era hora de almorzar. ¿Se bañaron, con agua y jabón? Claro, profe, solo uno haciéndose el gracioso dijo que se había bañado con Maguey, a lo que los demás respondieron con el abucheo normal de jóvenes alegres. ¿A que se dedican sus padres? ¿Alguno es Ministro o tiene un puesto en el gobierno? Se rieron y fueron diciéndome los oficios de papá, ingeniero, electricista, campesino y así sucesivamente. Les tomé una fotografía, miren que saludables y bellos están.
Mis alumnos al parecer tampoco viven en esa isla desolada, triste, desamparada y hambrienta, menos mal.
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Ahora tengo 72 años; entre los nueve y los diez (1957-1958) comí muchas veces de los latones de basura de los restaurantes en Santiago de Cuba. En 1959 una señora delgada con cara de buena persona, que usaba una flor en el pelo, recogió todos los niños que pudo, de todo el país, incluidos los hijos abandonados de los soldados y policias de la dictadura, y nos puso a estudiar. Desde entonces hago tres comidas diarias, con raras excepciones. Estudié dos carreras universitarias y he construido una familia grande de gente valiente, buena y voluntariosa. El gran triunfo de la revolución no es tanto de cuchillo y tenedor como cultural. Somos un país de buenas personas, y eso es lo que queremos ser.
Mi abuelo, que en paz descanse, me contaba de los trabajos que pasaba su familia antes de La Revolución. Lo cotidiano en su vida y en la de sus ocho hermanos era hacer una sola comida al día que la mayoría de las veces consistía en un poquito de harina de maíz, de mas está decir que sus padres frecuentemente no podían comer siquiera esto para que le alcanzara a sus muchachos. En fin, solo alcanzó el tercer grado de escolaridad porque a los ocho años tuvo que ponerse a trabajar para ayudar a sus padres en la manutención de sus hermanos más chicos, su primer juguete en Día de Reyes fue un trompo de madera a la edad de doce años.
Esto lo dije antes en la punlicacion de Facebook
No entiendo xq las personas q piensan distinto para hacerlo tienen q utilizar tantas ofensas el q está en contra de nuestro sistema la mayoría d las veces no encuentra el vocabulario para expresar lo q piensa y lo hace de la forma más analfabeta q encuentra eso demuestra la capacidad q tienen y porq piensan así.yo tampoco tengo familiares fuera nunca he vivido d ningún negocio mi mamá me crió y sacó adelante en medio del periodo especial y no me morí xq ella trabajaba bien duro para darme lo q podía así me hice una mujer d bien y tuve salud y educación gratis fui a la Universidad y hoy soy una profesional con empleo y techo tampoco he dejado d bañarme ni d lavar mi ropa este país está lleno d carencias si,pero por personas q piensan q entregando las raíces a un impostor se vivirá mejor.
Yo al igual que esa profesora y sus estudiantes no vivo en ese país que muchos pintan no solo en las redes sociales, sino también en paradas, calles, tiendas, casas... El país en el que vivo, que es Cuba, hay dificultades económicas, la mayoría por el bloqueo duro que nos impone EEUU, otras por la ineficiencia de nosotros mismos, los cubanos. Pero el país en el que yo vivo soy feliz, no he dejado de lograr mis sueños, no he dejado de vivir, de comer, de trabajar, de luchar... En fin, no conozco el país feo y oscuro del que tantos hablan en tiempos difíciles como estos....
Esa es la casa nuestra, mía, de todos los patriotas que son CUBANOS. Vamos por MÁS.
Profe, me parece que le va a quitar el trabajo a Leticia. Ya veo de donde le vienen los genes... Hermoso artículo.
esa Cuba de que hablan ellos sólo está en su mente retrógrada y llena de odio, en su mundo de frustración, en su mundo, que aunque se dicen cubanos, son anticubanos de pura sepa, vivo en el oriente del país, exáctamente en Bayamo y las necesidades son las mismas con las carencias que tenemos, pero siempre tenemos las tres comidas, estamos aseados, caminamos libres por las calles, ya sea para pasear, ir al trabajo, a la escuela, al policlínico, etc y expresamos nuestros desacuerdos en la calle o en asambleas de forma correcta y se nos oye y nos dan respuestas, esa es la Cuba de los cubanos que no recibimos remesas y vivimos de nuestro trabajo.
Los que hablan esa cantidad de boberías son unos enfermos del corazón y la mente, no viven sus vida porque se la pasan recomiéndose el hígado, la suerte de ellos es que este órgano se regenera porque sino ya estuvieran todos fallecidos. No sufran más y vivan sus vidas y déjen traquilo a los cubanos.
Felicidades, al professora y sus alunos...
Saludos a todos en esa bella isla y que Dios vos bendiga!a
Una respuesta sencilla pero convincente, y sobre todo contundente, y es asi en cada escuela, en cado universidad, todos los dias viajo hacia nuestra labor diaria como profesional del derecho, con un grupo de muchachas, jovenes, lindas, limpias de cuerpo y alma, con sus uniformes de estudiantes de medicina, siempre sonriedo, a pesar de nuestra realidad, que nada tiene que ver con las mentiras y falsas noticias que nos satanizan, desgraciadamente hasta nuestro propios coterraneos Malos Cubanos, sin embargo el mundo nos dice ¨Te Queremos Cuba¨.
Soy del criterio que con FE todo se puede
Excelente articulo,recordar que quien menos aporta,quien menos ayuda a resolver alguna situacion en estos tiempos dificiles de genocidio por parte del imperio,siempre se cree con el derecho de exigir y pedir mas.Estos son tiempos de verdaderos patriotas, de los que entregan todo sin pedir nada a cambio.
Es una lástima que no lo haya leído antes. Genial Profe, de veras. Espero q unos cuantos (los q lo necesitan ) lo lean sin falta.