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Parque de miradas y complicidades

En este artículo: Cuba, Cultura, Historia, Vida cotidiana
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Por Dianelys Marín Dewar y Zuzel Santana Echemendía

Fue tradición durante muchas décadas en el pasado siglo que los jóvenes pasearan dándole la vuelta al parque Martí de la ciudad de Ciego de Ávila, los varones en un sentido y las muchachas en el contrario.

La vio llegar del brazo de la madre con su vestido de guinga balanceado por esa peculiar manera de caminar, casi sin tocar el piso, en puntilla de pies y supo que no podría postergar más el momento de hablarle.

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La Glorieta, sitio en donde la otrora banda municipal de concierto daba sus retretas hasta 1948 (cortesía del Archivo Histórico Provincial)

Habían pasado ya más de cuatro sábados desde la noche en la que descubrió sus grandes ojos pardos a la luz de los faroles del parque José Martí en esa especie de juego o inocente "guerra de los sexos" que cobraba vida en el corazón de la capital avileña durante los fines de semana del pasado siglo.

Antigua costumbre en la que las muchachas solían recorrer el parque en un sentido, mientras los muchachos lo hacían en la dirección opuesta, en busca de miradas furtivas y complicidades que iniciaron más de un romance en épocas de sillones gastados y chaperonas.

Fue allí donde mis abuelos y quizá los de muchos otros encontraron el amor, a la sombra de una práctica que se mantuvo durante décadas y que a la luz de los nuevos tiempos queda solo en la memoria de quienes ya peinan canas.

"Ese hábito se mantuvo hasta cerca de los años '70. Todos los jóvenes, incluso, los que estudiaban fuera de Ciego, anhelaban la llegada del domingo para ir al parque, el único punto bonito e iluminado que tenía la juventud para divertirse y, además, gratis", explica Ángel Cabrera Sánchez, historiador de la ciudad.

"En aquel entonces, antes del triunfo revolucionario, estaban el Lawn Tennis Club, La Colonia Española, el Centro Asturiano, pero eran sociedades de instrucción y recreo solo para socios blancos, pues los negros y mulatos no podían asistir.

"La tradición no se mantuvo estática, fue adaptándose a las características de cada período hasta que empezó a desaparecer con el inicio de los centros de nuevo tipo, debido a lo cual la mayoría de los estudiantes de Secundaria Básica y Preuniversitario se trasladaron hacia los campos."

TE VI PASAR ANOCHE COMO LUZ...

Mabel de la Concepción Rodríguez Venega-Carral tiene 76 años, sin embargo, al hablar de la época en la que paseaba del brazo de sus amigas los ojos le brillan y parece otra vez una muchacha de 15.

"Era muy emocionante porque veíamos al muchacho que nos agradaba y secreteábamos sobre su aspecto físico: mira que bien se ve con traje blanco, el peinado..., pero siempre respetuosamente.

"Allí concurrían todos, tanto los más pobres como los de clase media, alta e hijos de profesionales que estudiaban en colegios distinguidos y en universidades.

"En mi tiempo estuvo de moda la engañadora, hecha de varias sayuelas de telas de algodón almidonadas y con una especie de red de nailon puesta encima de todo para dar la sensación de volumen, pero era una etapa muy feliz porque no se vivía en el consumismo, ni con afán de tener más y mejor que los demás," relata.

Disfruté de esa experiencia a partir de finales de los '50 -comenta Elena Duménigo Sánchez, de 65 años- y todo era muy sano, sin ron, cerveza, nada de eso, nos mirábamos como lo que éramos, amigos, compañeros, sin segundas intenciones.

"Comprábamos revistas para copiar los modelos de vestidos y hacer los nuestros, y nos vestíamos elegantes, con lo mejor que teníamos. Lavaba mi pelo y lo enrolaba, me pintaba las uñas y usaba los mejores aretes, porque era un momento muy esperado, pero no había competencia en el modo de vestir ni nada parecido.

"Durante las caminatas, planificábamos las salidas a los carnavales, al cine y conversábamos sobre las películas del momento, de actores como Marlon Brandon.

Nos poníamos de acuerdo para seguir los episodios de Flash Gordon o ver la matinée en el cine.

"Platicábamos también sobre cómo se usaba el pelo, el pelado alemán o la moña de Elvis Presley para los varones y el largo de la falda para las mujeres, si aprendían a bailar chachachá, si fulano era un buen bailador,...

"Allí también nos enterábamos de cuándo iban a ser los 15 o la despedida de soltera de alguien, donde se hacían regalos y maldades a la novia. Ya en mi etapa no estaba la Glorieta, sino el busto de Martí al centro", acota.

"Eran tiempos de galantería, no como ahora que todo es más directo," asegura Santos García Simón, de 67 años, mientras una sonrisa pícara aflora en su rostro.

"Los varones les decíamos frases bonitas y versos a las muchachas y si ellas te aceptaban como compañía te incorporabas a su fila caminando en el mismo sentido y luego del paseo íbamos por el comercio que estaba en la calle Independencia, adornada con maniquíes y carteles, tomábamos algún refresco o helado, y los que podían visitaban los clubes nocturnos."

TE DOY UNA CANCIÓN Y DIGO PATRIA

"El parque estaba rodeado de edificios, bares, emisora de radio. En mi época estaba la glorieta y el busto de Martí mirando hacia el Ayuntamiento.

"Uno asistía a piropear a las muchachas, a hacer relaciones, y por las madrugadas los varones hacíamos tertulias, charlábamos sobre las novias, de política, muchos conspiraban contra el gobierno de Batista.

"Pertenecía a una célula del M-26-7, recibíamos orientaciones allí y planificábamos manifestaciones en contra del gobierno, como la ocasión en que un grupo de jóvenes, entre ellos Raúl Cervantes, Roberto León, Carlos Cervantes, Armando el Botellero, José Ortiz el Catalán, tiramos las sillas metálicas del parque hacia la calle", rememora René Salas Inerárity.

"El centro de la ciudad se llenaba -recuerda Roberto León González, de 79 años-, sobre todo los jueves y domingos, porque era cuando la banda municipal de conciertos daba sus retretas. Luego del paseo, invitábamos a las damas a bailar en el club 600, en la actualidad un comedor obrero.

"Si había una amiga, uno podía pasear con ella. Éramos presentados y hacíamos nuevas amistades, pero también aprovechábamos para ver a los compañeros y darles alguna orientación sobre la actividad revolucionaria, hacer algún sabotaje en repudio al golpe de Estado de Batista y para no levantar sospechas, hacíamos relaciones con los jóvenes cuyos padres eran seguidores del régimen."

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Foto: Edelvis Valido

Y PASA UN TIEMPO Y PASAN DOS...

Tal vez los árboles sean los testigos más fieles del paso del tiempo y las historias que guarda el parque Martí. Ya las 12 pm en el reloj no marca la hora de regresar a casa, sino el momento en el que los temas de Silvio o Buena Fe, al compás de una guitarra se sienten más profundos, las chaperonas no velan a los amantes y los encuentros no son tan furtivos.

Cada generación, con sus ideales y acorde al momento en que le tocó vivir, deja su huella, su marca, en este punto de la urbe que se ha transformado con los años como la ciudad o la vida misma, pero que no pierde su esencia.

Ahora la juventud no da vueltas en sentido contrario, según el sexo, para conocerse, y es cierto, se perdió galantería y algo de esa magia que viene con la inocencia y el respeto de épocas pasadas, pero continúa siendo el lugar donde se forjan sueños comunes, nacen amigos, bromas y hasta alguna que otra canción.

Allí, en el lugar donde mis abuelos o mis padres se sentaron a conversar una noche, tal vez en otros bancos y con otra vista, también estuve yo, y me atrevo a asegurar que un día estarán mis hijos, aunque, a la luz del siglo XXI ya no sea el lugar más iluminado y bonito de la ciudad, ni la única opción de los jóvenes.

(Tomado de El Invasor)

Se han publicado 4 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • margarita dijo:

    Fui de las muchachas que dieron vueltas al parque Marti y lo recuerdo con mucho cariño, esta muy bonito el articulo,a los que toco esa epoca seguimos siendo unos "eternos romanticos"

    margarita ponce

  • Holguinera de las 4 décadas dijo:

    Muy lindo el artículo. Yo también le dí vueltas al parque, en mi caso al "Calixto García", pero fue una época mágica, donde solíamos encontrar amigos y muchos nos enamoramos allí, lindos momentos que nunca se podrán borrar de mi memoria. Ya en mi época nos reuníamos primero en el parque y luego nos dirigíamos a alguna fiestecita, a la que llamábamos "descarguita" pero no mediaba el alcohol o el tabaco, eran pocos los jóvenes que hacían uso de éstos.
    Además la mayoría de las muchachas debíamos regresar a casa antes de las 11:00 pm, en mi caso a las 10:00pm ya debía estar en casa de lo contrario el próximo fin de semana Cero salida. Mis padres eran muy estrictos, al igual que los padres de mis amigas. Pero fue una adolescencia sana y muy feliz, pues a los 15 años aún jugábamos algunos juegos infantiles como el "Pon" "Parchís" y otros.
    Epoca maravillosa, de la cual quedan los recuerdos más lindos de mi vida.
    Gracias Dianelys Marín Dewar y Zuzel Santana Echemendía por este bello artículo que ha revivido mis recuerdos de una manera muy especial.
    Gracias Cubadebate

  • Magalys dijo:

    Lindo e interesante trabajo sobre un parque, porque esa cubanísima tradición se está perdiendo. Todas las ciudades, pueblos y hasta bateyes de Cuba tienen uno, se imaginan la cantidad de historias que tienen guardadas sus bancos!!!: rupturas, conversaciones, amores a hurtadillas, complicidades, en fin... Gracias a Dianelys y Zuzel por traernos un banco de su parque e invitarnos a leer, un abrazo desde Cienfuegos

  • Juan Ramon dijo:

    Hola:
    Los he encontrado pues he estado buscando el origen de esta costumbre (no me atrevo a llamarla tradicion) pues no se si se llevaba a cabo en todos los parques del pais. Yo recuerdo cuando todavia era un niño en los sesenta ver a las muchachas dar vueltas al parque Cardenas de mi pequeña ciudad de Banes en la provincial de Oriente.

    si alguien conoce el origen, por favor, podria comentarlo aqui?

    Muchachas gracias por el articulo.

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