El periodismo, ante el desafío de los tiempos
Foto: aicad.
En una novela de Julio Verne dos periodistas, uno británico y otro francés, mantienen una permanente rivalidad. Para garantizar la primicia de la información y dar “el palo periodístico” respecto a los avatares de Miguel Strogoff, el correo del zar, cada cual intenta arribar más pronto al telégrafo situado en la mayor cercanía.
Con esos incidentes que animan el relato y suscitan simpatía en los lectores, el narrador estaba reflejando dos rasgos característicos de su época. Por una parte, preludio de lo que sucede en nuestra contemporaneidad, la invención del telégrafo acortaba el tiempo y la distancia entre las distintas zonas del planeta. Por otra, la Revolución Industrial introducía cambios tecnológicos en las imprentas y abarataba la producción de papel. Las tiradas de los periódicos se multiplicaron y a sus contenidos accedieron millones de lectores, seducidos por variadas propuestas que respondían a intereses igualmente diversos.
A lo estrictamente informativo, abierto a los anchos horizontes del mundo, se añadían artículos, comentarios, crónicas, gacetillas chismográficas y novelas por entrega, folletines precursores de las actuales telenovelas, que enganchaban al destinatario, pendiente del próximo capítulo para conocer el destino de la heroína. La visión romántica del cazador individual de la noticia desaparecía. La prensa se había convertido en decisivo factor para la conformación de la opinión pública al servicio de grupos de intereses y de partidos políticos.
Así lo comprendió José Martí. Entregó al periodismo una parte importante de su actividad creadora, con el objetivo de vincular el futuro de la isla al destino de la América Latina toda. Conocidos son los textos escritos para el diario La Nación, de Buenos Aires, en los que devela, entre otras muchas cosas, las intenciones ocultas tras la Conferencia Monetaria Panamericana celebrada en Washington. Su tarea fundadora en este sentido fue mucho más allá.
A la altura de mi edad avanzada, he regresado a las páginas de La edad de oro para dilucidar la estrategia concebida por el Maestro en una publicación periódica dirigida a los niños. Con vistas a la formación de una ciudadanía consciente desde las primeras edades, allí desarrolla una narrativa inspiradora de un imaginario que despliega, en términos concretos, las bases teóricas expresadas en las páginas de Nuestra América.
En el sedimento nutricio de nuestra savia habrá de injertarse el conocimiento del legado de una cultura universal de amplios horizontes y derroteros plurales.
En correspondencia con este propósito, las páginas iniciales de La edad de oro rinden homenaje a nuestros héroes, Hidalgo, Bolívar y San Martín, patrimonio común del conjunto de nuestros países. Con visión preclara, en tiempos de escaso adelanto en las investigaciones arqueológicas, reivindica los altos valores artísticos de la obra de incas, aztecas y mayas, a la vez que refuta la condena a los sacrificios humanos en voz de conquistadores que inmolaron a muchos en el fuego de la Inquisición.
El perfil de nuestra América, con su impronta singular, se inscribe en el prolongadísimo proceso de una historia humana que comenzó por buscar refugio en cuevas para desafiar luego la ley de la gravedad en las catedrales góticas, los palacios y santuarios renacentistas, hasta la audacia experimental ferrovítrea del siglo XIX.
Así, instalado en el proyecto emancipador, ineludible garantía para el porvenir de nuestras tierras, recorre con pasmosa lucidez visionaria la Exposición universal de París de 1889, en el centenario de la Revolución Francesa. No descarta la importancia del progreso tecnológico, sin caer por ello en la ingenua trampa de un positivismo acrítico. Se detiene en las muestras de un extenso conjunto de pabellones. Concede preferencia particular a los países periféricos, aquellos que un siglo más tarde se agruparían en un tercer mundo en vías de desarrollo. Ajeno a la visión eurocéntrica imperante en su época, aborda con respeto la singularidad cultural de cada nación.
Saber, sensibilidad artística y reconocimiento de los valores de una auténtica modernidad se manifiestan en la descripción de la Torre Eiffel. Símbolo en la actualidad de la capital de los franceses, recibió en su época un rechazo generalizado, sobre todo por parte de la comunidad intelectual de entonces. Muchos reclamaban su derribo una vez concluida la feria.
Martí destacó el prodigio técnico y la elegancia de una silueta afinada, erguida hacia el cielo. Comprendió la necesidad de dotar a su interlocutor de las herramientas para el ejercicio de un pensamiento crítico, arraigado en la realidad profunda de las tierras de América y en diálogo entre lo propio y lo universal, mediante la seducción de una palabra respetuosa de las facultades de la infancia.
Por falta de financiamiento, la publicación de La edad de oro no pudo sobrepasar los cuatro números. En tan breve tránsito sentó pautas que conservan plena vigencia a pesar de los cambios introducidos desde entonces por el acelerado desarrollo tecnológico, utilizados de manera perversa para levantar valladares frente a la lucha por la emancipación humana, cada vez más apremiante por el acrecentamiento de las brechas entre ricos y pobres, el uso de nuevas formas de colonialismo a través de la manipulación de las conciencias y la necesidad de preservar la salud del planeta amenazada por el capitalismo depredador.
A contracorriente de tan poderosas fuerzas, corresponde al periodismo participar en la construcción de un interlocutor crítico que, desde la perspectiva de nuestra América, se abra al conocimiento en profundidad de los conflictos políticos, económicos, sociales y culturales que nos conciernen. Para hacerlo con eficacia, tenemos que afinar nuestra capacidad de seducción, sin olvidar nunca que la plenitud humana se alcanza también en el reconocimiento y disfrute de la belleza.
(Tomado de Juventud Rebelde)
Hay que quitarle protagonismo a la prensa independiente no pueden seguir siendo los protagonista de las noticias que por esencia nos duele y afecta pero ser protagonista de la fuerza,credibilidad y nos pone en crisis ami juicio.
Ej. Desersion de deportistas los llamados al 20 de Noviembre etc.
Estas cosa en mi opinion nos quitan protagonismo y los hacen mas fuertes. Si son real bienvenidos si son falsos los desmoralizan
El desafio más grade que tiene el periodista hoy es tener en cuenta que detrás de cada pantalla, hoja de periódico, detrás de cada comentario o noticia hay seres humanos pensantes viviendo esa realidad, por tanto tiene que ser creible, por dura que sea, ética, valiente, buceadora y buscadora,, y será entoces respetada y respaldada
El periodismo solo tiene que decir la verdad sin censura; hacer la pregunta difícil sin pedir permiso eso es lo que necesitamos para avanzar y descubrir a los que por negligencia e incapacidad no lograr llevar al pueblo a un mejor estado de bienestar.
Una vez más la Dra. Pogolotti dando en el clavo. "...afinar nuestra capacidad de seducción" es la piedra de toque para un periodismo eficaz y de altura, del que creo que estamos bastante lejos. Y no por falta de talento profesional y cultura -que sin dudas los hay en nuestros periodistas- sino por la autocensura (cuando no censura a secas), el triunfalismo al uso y el formalismo perogrullesco que uniforma los mensajes y fomenta el desinterés del lector, que llega a convertirse en un reflejo condicionado.
Hablo, básicamente, de aquellos a quienes hay que atraer y convencer con nuestros argumentos y razones. No de los que ya están automáticamente de acuerdo con los mensajes que tienen las mencionadas características.
Los "convencidos" ya lo están
Ciento por ciento de acuerdo con los comentarios de Revisar, Casandra y Jorge. Pero además nuestra prensa de provincias debe ser más realista sin temor a los que les duelen las verdades, así como eliminar muchos triunfalismo que nos hace mucho daño porque oculta las deficiencias y los errores.
En ocasiones se dan noticias muy alagadoras sobre la producción de alimentos en determinado lugar que incomodan a la población que ve las placitas
vacias y sabe la verdad de porque no se produce en ese lugar lo cual como es lógico no se dice.
Seducir, reconocer y disfrutar la belleza,de acuerdo con la eminente doctora... pero ser creíble, inmediata, económicamente sustentable en una situación como la que vive el país es imperativo... ayer un vendedor de periódico se sorprendió cuando compre uno solo, para leerlo porque según el solo lo compran por cantidad los que tienen mascotas para un uso obvio...de verdad Cuba puede permitirse eso??? Cuanto cuesta producir una prensa que nadie lee o escucha... mientras las fuentes creíbles de información sean las aalternativas estamos perdiendo la batalla...peguen el oído a la tierra y quizás se den cuenta de eso.publiquen por favor.
El periodismo requiere de algo de lo que adolese, sin absolutizar, debe ser culto, bien informado, psicológico en sus opiniones de manera que penetre, pero que no hiera, pero sobre todo debe ser criollo, jocoso en lo posible y parecerce a la realidad y a sus verdaderas causas, no se puede enmarcar solo en el efecto de los problemas, pues todo problema tiene causas objetivas y subjetivas, y estas son el argumento a favor y en contra de esas causas y el objetivo periodistico de buena fe.
No existe acción ni propósito humano que carezca de aspectos positivos y negativos respecto a cierto sistema de referencias, ni que carezca de causas evaluables en el pasado y efectos medibles en el futuro... Nuestra prensa muchas veces expone noticias que no revelan esos importantes detalles. La información pierde credibilidad y fuerza.
Gracias
Saludos profesora, brillante al abordar de forma aguda y positiva un asunto tan estratégico para nuestro país. Para conceptualizarlo mejor le agrego su apellido, periodismo en el socialismo. Ese ejercicio profesional en nuestras condiciones, junto al sistema de enseñanza son hoy las dos actividades estratégicas que menos han innovado, las más encerradas en su propio gremio.
El periodismo que demanda la construcción de una nueva sociedad debe ser por definición un periodismo innovador, más conectado con el resto de las ciencias en una constante búsqueda cambiando los antiguos paradigmas que hoy nos gobiernan. Un periodismo de avanzada como un espejo del proceso liberador que vive y desarrolla la sociedad en una revolución. Un rompimiento con ese enfoque habitual que inconscientemente seguimos practicando bajo el mismo patrón conceptual que defiende el mundo capitalista, con una mirada anticuada y colonizadora de mirar las masas como simples clientes o destinatarios de una mercancía-información. Una conceptualización de la información como hace el mercado, una mercadotecnia que construye un abismo entre periodista y las masas, limitando la comunicación. Esa ideología única de aceptar que la prensa es la fábrica ideal para producir la información, con un interlocutor del otro lado como destinatario pasivo que la recibe como un producto terminado, es una vieja creencia que hoy no prospera en materia de comunicación en el mundo que vivimos tan globalizado desbordado por las tecnologías, y mucho menos en nuestras condiciones de país libre, donde todos somos por naturaleza y por cultura ACTORES. Ante esa visión colonizadora de mercado que vive la información en el mundo, innovar es una necesidad, una vacuna salvadora del periodismo. Reflexiono sobre algunos de esos instrumentos de la comunicación en el socialismo.
La información y la comunicación en el socialismo deben ser más empática, un producto antecedido de una lectura científica de las personas. Podemos escribir, pensar y elaborar muy bien lo que vamos a decir, planearlo y comunicarlo con todo rigor, pero debemos estar claros, convencidos que lo primero que aportamos a ese lector es una imagen sobre un determinado enfoque de nosotros mismos. El profesional del periodismo, la profesión más riesgosa en la actualidad, se “desnuda” primero constantemente al construir en la mente de otras personas una visión de el mismo primero ante todo, mucho antes de convencerlo sobre algo, porque esos que llamamos destinatarios de la información, en el socialismo son realmente ACTORES de igual a igual que el periodista, están comprometidos al mismo nivel que el periodista, ellos también saben leer empáticamente la información que se le aporta. Es conocido los porcientos de efectividad en las diferentes vías para la comunicación, varios estudios abalan la importancia de la comunicación verbal y no verbal siendo contradictorio que la menos favorecida en comunicar sea la más usada por la prensa; el 55% de la comunicación lo aporta nuestro lenguaje corporal, el 38% proviene del tono de la voz y el 7% son nuestras palabras. Las ideas que escribimos no están en el mayor % para una óptima comunicación, de ahí la importancia del valor agregado que aporta EL DEBATE sobre ese tema con la participación del autor, como una conversación crucial, un verbo, una acción donde la participación e interacción del autor con sus interlocutores es el gran premio, muchas veces más importante que lo que se pretende decir. Al intervenir el autor en el debate se estimula al máximo el ego del interlocutor, generando una fuerte motivación que abre el cerebro reclutándonos, una suerte de gestión de nuestro ego haciéndonos participativos, no tratándonos con esa visión de mercado como una manada de destinatarios colonizados, en el debate está la mayor innovación en el socialismo. Un periodismo escrito diferente que empáticamente tiene ahora más en cuenta la gestión del ego de los actores, como clave para reclutarlos e influir en su dirección motivacional en un proceso sistemático de fijar ideas y puntos de vistas. Hoy el peso fundamental de la comunicación es participativo e interactivo, lo pasivo quedo atrás. Hay que ir a un periodismo más interactivo. Un cambio de paradigma lógico que exige el socialismo. Otra forma innovadora de llegar a ese periodismo interactivo pueden ser los videojuegos utilizados de forma ingeniosa en sitios como este de cubadebate, la televisión y las mesas redondas, como lo vienen haciendo multitud de empresas en el mundo. El trabajo y los juegos no son incompatibles. Empresas de todo tipo y tamaño han empezado a utilizar videojuegos para transformar sus relaciones con los clientes y empleados para convertirse en más competitivas y rentables.
Los videojuegos escasean en nuestro sistema de información nacional, innovar en ellos sería una forma empática de ver agudamente a esa generación niños y jóvenes en una nueva sociedad, buscando en ese clave instrumento una mejor y eficaz comunicación. Los videos juegos se están convirtiendo en un potente instrumento en el mundo con el que las organizaciones forman, convencen y motivan a su personal. Microsoft ha recurrido a ellos para cuadruplicar la participación de sus empleados en tareas importantes, pero no aburridas, en especial al introducir nuevas y diferentes tecnologías, como son los errores sistémicos de Windows Vista. Las facultades de Medicina han utilizado simuladores en forma de videojuegos para formar a sus cirujanos y reducir el margen de error de estos en la práctica. Un videojuego, desarrollado por el ejército estadounidense y cuyo coste representó tan sólo el 0,25% del presupuesto total de publicidad, ha atraído más reclutas que todas las demás formas de publicidad juntas. Google, por su parte, recurre a videojuegos para convertir a los visitantes de su portal en una fuerza laboral voluntaria, animándoles a etiquetar manualmente los millones de imágenes en la web que los ordenadores del buscador no pueden identificar por sí solos.
Los videojuegos hacen que el trabajo de los empleados sea divertido, facilitan la familiarización de los clientes con un producto y abarcan industrias masivas de bienes y servicios virtuales cuyo valor asciende a miles de millones de dólares. Todo ello y mucho más está ocurriendo como resultado del cruce cada vez más frecuente entre empresas y la industria de los videojuegos, al cual no escapa la prensa. El método lúdico es un conjunto de estrategias diseñadas para crear un ambiente de armonía, tanto para los estudiantes que están inmersos en el proceso de aprendizaje, mediante el juego a través de actividades divertidas y amenas en las que pueda incluirse contenidos e ideas que aportan los que acceden a él, como a un simple lector de un mensaje. Este sitio que es de avanzada en el periodismo cubano pudiera innovar en ese campo. Pudiera tener una sección de currículos por medio o no, de videos juegos que sirva de información y actualización valiosa para el universo de los organismos, donde los participantes interactúan y forman con sus opiniones paulatinamente un sólido currículo sobre cómo enfrentar diferentes problemáticas.
En Alemania en el sistema de enseñanza se entrena al estudiante sobre el modelo del cuadrado de la comunicación, o modelo de las cuatro orejas. Según este modelo, cada acto de comunicación contiene cuatro mensajes. Estas cuatro partes del mensaje se enseñan a los adolescentes y jóvenes para mejorar su comunicación. Primero el objetivo del mensaje, el objetivo en sí, segundo la auto manifestación, lo que manifiesta el mensaje sobre sí mismo al emitir el mensaje, tercero la relación, la relación personal que persigue el hablante con el oyente y que se hace evidente al emitir el mensaje, y cuarto a que se apela, lo que se desea conseguir con el mensaje. Una forma de abordar dialécticamente la comunicación que suele representarse como un cuadrado con cuatro partes, muy popular en Alemania.
El periodismo es una profesión en desarrollo en medio de una revolución tecnológica, con profundos cambios, todas las personas lo pueden ejercitar, de hecho colaboramos en ello de forma cotidiana. Organizar y reclutar a los seguidores es estratégico para cada sitio y profesional del periodismo contemporáneo, sumándolos innovadoramente a un sistemático debate critico como bien nos pide la Profesara, usando el ego como combustible infinito en el debate para sumar y convencer. Se trata de abordar el periodismo como una conversación crucial entre maestro y alumno, una batalla en las ideas como una conversación importante y sistemática que el maestro, perdón, quise decir el periodista debe dirigir.
Brillante profesora, aborda de forma aguda y positiva un asunto estratégico para nuestro país. Para conceptualizarlo mejor le agrego su apellido, periodismo en el socialismo. Ese ejercicio profesional en nuestras condiciones, junto al sistema de enseñanza son hoy las dos actividades estratégicas que menos han innovado, las más encerradas en su propio gremio.
El periodismo que demanda la construcción de una nueva sociedad debe ser por definición un periodismo innovador, más conectado con el resto de las ciencias en una constante búsqueda cambiando los antiguos paradigmas que hoy nos gobiernan. Un periodismo de avanzada como un espejo del proceso liberador que vive y desarrolla la sociedad en una revolución. Un rompimiento con ese enfoque habitual que inconscientemente seguimos practicando bajo el mismo patrón conceptual que defiende el mundo capitalista, con una mirada anticuada y colonizadora de mirar las masas como simples clientes o destinatarios de una mercancía-información. Una conceptualización de la información como hace el mercado, una mercadotecnia que construye un abismo entre periodista y las masas, limitando la comunicación. Esa ideología única de aceptar que la prensa es la fábrica ideal para producir la información, con un interlocutor del otro lado como destinatario pasivo que la recibe como un producto terminado, es una vieja creencia que hoy no prospera en materia de comunicación en el mundo que vivimos tan globalizado desbordado por las tecnologías, y mucho menos en nuestras condiciones de país libre, donde todos somos por naturaleza y por cultura ACTORES. Ante esa visión colonizadora de mercado que vive la información en el mundo, innovar es una necesidad, una vacuna salvadora del periodismo. Reflexiono sobre algunos de esos instrumentos de la comunicación en el socialismo.
La información y la comunicación en el socialismo deben ser más empática, un producto antecedido de una lectura científica de las personas. Podemos escribir, pensar y elaborar muy bien lo que vamos a decir, planearlo y comunicarlo con todo rigor, pero debemos estar claros, convencidos que lo primero que aportamos a ese lector es una imagen sobre un determinado enfoque de nosotros mismos. El profesional del periodismo, la profesión más riesgosa en la actualidad, se “desnuda” primero constantemente al construir en la mente de otras personas una visión de el mismo primero ante todo, mucho antes de convencerlo sobre algo, porque esos que llamamos destinatarios de la información, en el socialismo son realmente ACTORES de igual a igual que el periodista, están comprometidos al mismo nivel que el periodista, ellos también saben leer empáticamente la información que se le aporta. Es conocido los porcientos de efectividad en las diferentes vías para la comunicación, varios estudios abalan la importancia de la comunicación verbal y no verbal siendo contradictorio que la menos favorecida en comunicar sea la más usada por la prensa; el 55% de la comunicación lo aporta nuestro lenguaje corporal, el 38% proviene del tono de la voz y el 7% son nuestras palabras. Las ideas que escribimos no están en el mayor % para una óptima comunicación, de ahí la importancia del valor agregado que aporta EL DEBATE sobre ese tema con la participación del autor, como una conversación crucial, un verbo, una acción donde la participación e interacción del autor con sus interlocutores es el gran premio, muchas veces más importante que lo que se pretende decir. Al intervenir el autor en el debate se estimula al máximo el ego del interlocutor, generando una fuerte motivación que abre el cerebro reclutándonos, una suerte de gestión de nuestro ego haciéndonos participativos, no tratándonos con esa visión de mercado como una manada de destinatarios colonizados, en el debate está la mayor innovación en el socialismo. Un periodismo escrito diferente que empáticamente tiene ahora más en cuenta la gestión del ego de los actores, como clave para reclutarlos e influir en su dirección motivacional en un proceso sistemático de fijar ideas y puntos de vistas. Hoy el peso fundamental de la comunicación es participativo e interactivo, lo pasivo quedo atrás. Hay que ir a un periodismo más interactivo. Un cambio de paradigma lógico que exige el socialismo. Otra forma innovadora de llegar a ese periodismo interactivo pueden ser los videojuegos utilizados de forma ingeniosa en sitios como este de cubadebate, la televisión y las mesas redondas, como lo vienen haciendo multitud de empresas en el mundo. El trabajo y los juegos no son incompatibles. Empresas de todo tipo y tamaño han empezado a utilizar videojuegos para transformar sus relaciones con los clientes y empleados para convertirse en más competitivas y rentables.
Los videojuegos escasean en nuestro sistema de información nacional, innovar en ellos sería una forma empática de ver agudamente a esa generación niños y jóvenes en una nueva sociedad, buscando en ese clave instrumento una mejor y eficaz comunicación. Los videos juegos se están convirtiendo en un potente instrumento en el mundo con el que las organizaciones forman, convencen y motivan a su personal. Microsoft ha recurrido a ellos para cuadruplicar la participación de sus empleados en tareas importantes, pero no aburridas, en especial al introducir nuevas y diferentes tecnologías, como son los errores sistémicos de Windows Vista. Las facultades de Medicina han utilizado simuladores en forma de videojuegos para formar a sus cirujanos y reducir el margen de error de estos en la práctica. Un videojuego, desarrollado por el ejército estadounidense y cuyo coste representó tan sólo el 0,25% del presupuesto total de publicidad, ha atraído más reclutas que todas las demás formas de publicidad juntas. Google, por su parte, recurre a videojuegos para convertir a los visitantes de su portal en una fuerza laboral voluntaria, animándoles a etiquetar manualmente los millones de imágenes en la web que los ordenadores del buscador no pueden identificar por sí solos.
Los videojuegos hacen que el trabajo de los empleados sea divertido, facilitan la familiarización de los clientes con un producto y abarcan industrias masivas de bienes y servicios virtuales cuyo valor asciende a miles de millones de dólares. Todo ello y mucho más está ocurriendo como resultado del cruce cada vez más frecuente entre empresas y la industria de los videojuegos, al cual no escapa la prensa. El método lúdico es un conjunto de estrategias diseñadas para crear un ambiente de armonía, tanto para los estudiantes que están inmersos en el proceso de aprendizaje, mediante el juego a través de actividades divertidas y amenas en las que pueda incluirse contenidos e ideas que aportan los que acceden a él, como a un simple lector de un mensaje. Este sitio que es de avanzada en el periodismo cubano pudiera innovar en ese campo. Pudiera tener una sección de currículos por medio o no, de videos juegos que sirva de información y actualización valiosa para el universo de los organismos, donde los participantes interactúan y forman con sus opiniones paulatinamente un sólido currículo sobre cómo enfrentar diferentes problemáticas.
En Alemania en el sistema de enseñanza se entrena al estudiante sobre el modelo del cuadrado de la comunicación, o modelo de las cuatro orejas. Según este modelo, cada acto de comunicación contiene cuatro mensajes. Estas cuatro partes del mensaje se enseñan a los adolescentes y jóvenes para mejorar su comunicación. Primero el objetivo del mensaje, el objetivo en sí, segundo la auto manifestación, lo que manifiesta el mensaje sobre sí mismo al emitir el mensaje, tercero la relación, la relación personal que persigue el hablante con el oyente y que se hace evidente al emitir el mensaje, y cuarto a que se apela, lo que se desea conseguir con el mensaje. Una forma de abordar dialécticamente la comunicación que suele representarse como un cuadrado con cuatro partes, muy popular en Alemania.
El periodismo es una profesión en desarrollo en medio de una revolución tecnológica, con profundos cambios, todas las personas lo pueden ejercitar, de hecho colaboramos en ello de forma cotidiana. Organizar y reclutar a los seguidores es estratégico para cada sitio y profesional del periodismo contemporáneo, sumándolos innovadoramente a un sistemático debate critico como bien nos pide la Profesara, usando el ego como combustible infinito en el debate para sumar y convencer. Se trata de abordar el periodismo como una conversación crucial entre maestro y alumno, una batalla en las ideas como una conversación importante y sistemática que el maestro, perdón, quise decir el periodista debe dirigir.
Magnifico profesora. Aborda de forma brillante un asunto estratégico para nuestro país. Para conceptualizarlo mejor le agrego un apellido, periodismo en el socialismo. Ese ejercicio profesional en nuestras condiciones, junto al sistema de enseñanza son hoy las dos actividades estratégicas que menos han innovado, las más encerradas en su propio gremio.
El periodismo que demanda la construcción de una nueva sociedad debe ser por definición un periodismo innovador, más conectado con el resto de las ciencias en una constante búsqueda cambiando los antiguos paradigmas que hoy nos gobiernan. Un periodismo de avanzada como un espejo del proceso liberador que vive y desarrolla la sociedad en una revolución. Un rompimiento con ese enfoque habitual que inconscientemente seguimos practicando bajo el mismo patrón conceptual que defiende el mundo capitalista, con una mirada anticuada y colonizadora de mirar las masas como simples clientes o destinatarios de una mercancía-información. Una conceptualización de la información como hace el mercado, una mercadotecnia que construye un abismo entre periodista y las masas, limitando la comunicación. Esa ideología única de aceptar que la prensa es la fábrica ideal para producir la información, con un interlocutor del otro lado como destinatario pasivo que la recibe como un producto terminado, es una vieja creencia que hoy no prospera en materia de comunicación en el mundo que vivimos tan globalizado desbordado por las tecnologías, y mucho menos en nuestras condiciones de país libre, donde todos somos por naturaleza y por cultura ACTORES. Ante esa visión colonizadora de mercado que vive la información en el mundo, innovar es una necesidad, una vacuna salvadora del periodismo. Reflexiono sobre algunos de esos instrumentos de la comunicación en el socialismo.
La información y la comunicación en el socialismo deben ser más empática, un producto antecedido de una lectura científica de las personas. Podemos escribir, pensar y elaborar muy bien lo que vamos a decir, planearlo y comunicarlo con todo rigor, pero debemos estar claros, convencidos que lo primero que aportamos a ese lector es una imagen sobre un determinado enfoque de nosotros mismos. El profesional del periodismo, la profesión más riesgosa en la actualidad, se “desnuda” primero constantemente al construir en la mente de otras personas una visión de el mismo primero ante todo, mucho antes de convencerlo sobre algo, porque esos que llamamos destinatarios de la información, en el socialismo son realmente ACTORES de igual a igual que el periodista, están comprometidos al mismo nivel que el periodista, ellos también saben leer empáticamente la información que se le aporta. Es conocido los porcientos de efectividad en las diferentes vías para la comunicación, varios estudios abalan la importancia de la comunicación verbal y no verbal siendo contradictorio que la menos favorecida en comunicar sea la más usada por la prensa; el 55% de la comunicación lo aporta nuestro lenguaje corporal, el 38% proviene del tono de la voz y el 7% son nuestras palabras. Las ideas que escribimos no están en el mayor % para una óptima comunicación, de ahí la importancia del valor agregado que aporta EL DEBATE sobre ese tema con la participación del autor, como una conversación crucial, un verbo, una acción donde la participación e interacción del autor con sus interlocutores es el gran premio, muchas veces más importante que lo que se pretende decir. Al intervenir el autor en el debate se estimula al máximo el ego del interlocutor, generando una fuerte motivación que abre el cerebro reclutándonos, una suerte de gestión de nuestro ego haciéndonos participativos, no tratándonos con esa visión de mercado como una manada de destinatarios colonizados, en el debate está la mayor innovación en el socialismo. Un periodismo escrito diferente que empáticamente tiene ahora más en cuenta la gestión del ego de los actores, como clave para reclutarlos e influir en su dirección motivacional en un proceso sistemático de fijar ideas y puntos de vistas. Hoy el peso fundamental de la comunicación es participativo e interactivo, lo pasivo quedo atrás. Hay que ir a un periodismo más interactivo. Un cambio de paradigma lógico que exige el socialismo. Otra forma innovadora de llegar a ese periodismo interactivo pueden ser los videojuegos utilizados de forma ingeniosa en sitios como este de cubadebate, la televisión y las mesas redondas, como lo vienen haciendo multitud de empresas en el mundo. El trabajo y los juegos no son incompatibles. Empresas de todo tipo y tamaño han empezado a utilizar videojuegos para transformar sus relaciones con los clientes y empleados para convertirse en más competitivas y rentables.
Los videojuegos escasean en nuestro sistema de información nacional, innovar en ellos sería una forma empática de ver agudamente a esa generación niños y jóvenes en una nueva sociedad, buscando en ese clave instrumento una mejor y eficaz comunicación. Los videos juegos se están convirtiendo en un potente instrumento en el mundo con el que las organizaciones forman, convencen y motivan a su personal. Microsoft ha recurrido a ellos para cuadruplicar la participación de sus empleados en tareas importantes, pero no aburridas, en especial al introducir nuevas y diferentes tecnologías, como son los errores sistémicos de Windows Vista. Las facultades de Medicina han utilizado simuladores en forma de videojuegos para formar a sus cirujanos y reducir el margen de error de estos en la práctica. Un videojuego, desarrollado por el ejército estadounidense y cuyo coste representó tan sólo el 0,25% del presupuesto total de publicidad, ha atraído más reclutas que todas las demás formas de publicidad juntas. Google, por su parte, recurre a videojuegos para convertir a los visitantes de su portal en una fuerza laboral voluntaria, animándoles a etiquetar manualmente los millones de imágenes en la web que los ordenadores del buscador no pueden identificar por sí solos.
Los videojuegos hacen que el trabajo de los empleados sea divertido, facilitan la familiarización de los clientes con un producto y abarcan industrias masivas de bienes y servicios virtuales cuyo valor asciende a miles de millones de dólares. Todo ello y mucho más está ocurriendo como resultado del cruce cada vez más frecuente entre empresas y la industria de los videojuegos, al cual no escapa la prensa. El método lúdico es un conjunto de estrategias diseñadas para crear un ambiente de armonía, tanto para los estudiantes que están inmersos en el proceso de aprendizaje, mediante el juego a través de actividades divertidas y amenas en las que pueda incluirse contenidos e ideas que aportan los que acceden a él, como a un simple lector de un mensaje. Este sitio que es de avanzada en el periodismo cubano pudiera innovar en ese campo. Pudiera tener una sección de currículos por medio o no, de videos juegos que sirva de información y actualización valiosa para el universo de los organismos, donde los participantes interactúan y forman con sus opiniones paulatinamente un sólido currículo sobre cómo enfrentar diferentes problemáticas.
En Alemania en el sistema de enseñanza se entrena al estudiante sobre el modelo del cuadrado de la comunicación, o modelo de las cuatro orejas. Según este modelo, cada acto de comunicación contiene cuatro mensajes. Estas cuatro partes del mensaje se enseñan a los adolescentes y jóvenes para mejorar su comunicación. Primero el objetivo del mensaje, el objetivo en sí, segundo la auto manifestación, lo que manifiesta el mensaje sobre sí mismo al emitir el mensaje, tercero la relación, la relación personal que persigue el hablante con el oyente y que se hace evidente al emitir el mensaje, y cuarto a que se apela, lo que se desea conseguir con el mensaje. Una forma de abordar dialécticamente la comunicación que suele representarse como un cuadrado con cuatro partes, muy popular en Alemania.
El periodismo es una profesión en desarrollo en medio de una revolución tecnológica, con profundos cambios, todas las personas lo pueden ejercitar, de hecho colaboramos en ello de forma cotidiana. Organizar y reclutar a los seguidores es estratégico para cada sitio y profesional del periodismo contemporáneo, sumándolos innovadoramente a un sistemático debate critico como bien nos pide la Profesara, usando el ego como combustible infinito en el debate para sumar y convencer. Se trata de abordar el periodismo como una conversación crucial entre maestro y alumno, una batalla en las ideas como una conversación importante y sistemática que el maestro, perdón, quise decir el periodista debe dirigir.
Es todo el modernismo, contra la costumbre periodistica, perderá emoción el periódico impreso.... o será todo digital ........ Martí decía en la Edad de Oro: Para los niños trabajamos, porque ellos son los que saben querer, porque ellos son la esperanza del mundo. Considero doctora, que la edad nada quita en merito, lo que se escribe tan bello, desde el fondo de un alma entregada a la verdad. Por cierto el periodismo vivirá eternamente en lo que queda impreso... Un virus, o un hacker o un defecto puede cortar o borar una memoria, lo que queda impreso, vive eternamente, igual que su sabiduria, y maestria.
Ciertamente, es un desafío.Otro más que los revolucionarios tenemos que enfrentar y vencer.No es fácil, nunca lo fué, ni lo será, pero como siempre, venceremos.
De nuevo. Estimada profesora, aborda de forma brillante un asunto estratégico para nuestro país. Para conceptualizarlo le agrego un apellido, periodismo en el socialismo. Ese ejercicio profesional en nuestras condiciones, junto al sistema de enseñanza son hoy las dos actividades estratégicas que menos han innovado, las más encerradas en su propio gremio.
El periodismo que demanda la construcción de una nueva sociedad debe ser por definición un periodismo innovador, más conectado con el resto de las ciencias en una constante búsqueda cambiando los antiguos paradigmas que hoy nos gobiernan. Un periodismo de avanzada como un espejo del proceso liberador que vive y desarrolla la sociedad en una revolución. Un rompimiento con ese enfoque habitual que inconscientemente seguimos practicando bajo el mismo patrón conceptual que defiende el mundo capitalista, con una mirada anticuada y colonizadora de mirar las masas como simples clientes o destinatarios de una mercancía-información. Una conceptualización de la información como hace el mercado, una mercadotecnia que construye un abismo entre periodista y las masas, limitando la comunicación. Esa ideología única de aceptar que la prensa es la fábrica ideal para producir la información, con un interlocutor del otro lado como destinatario pasivo que la recibe como un producto terminado, es una vieja creencia que hoy no prospera en materia de comunicación en el mundo que vivimos tan globalizado desbordado por las tecnologías, y mucho menos en nuestras condiciones de país libre, donde todos somos por naturaleza y por cultura ACTORES. Ante esa visión colonizadora de mercado que vive la información en el mundo, innovar es una necesidad, una vacuna salvadora del periodismo. Reflexiono sobre algunos de esos instrumentos de la comunicación en el socialismo.
La información y la comunicación en el socialismo deben ser más empática, un producto antecedido de una lectura científica de las personas. Podemos escribir, pensar y elaborar muy bien lo que vamos a decir, planearlo y comunicarlo con todo rigor, pero debemos estar claros, convencidos que lo primero que aportamos a ese lector es una imagen sobre un determinado enfoque de nosotros mismos. El profesional del periodismo, la profesión más riesgosa en la actualidad, se “desnuda” primero constantemente al construir en la mente de otras personas una visión de el mismo primero ante todo, mucho antes de convencerlo sobre algo, porque esos que llamamos destinatarios de la información, en el socialismo son realmente ACTORES de igual a igual que el periodista, están comprometidos al mismo nivel que el periodista, ellos también saben leer empáticamente la información que se le aporta. Es conocido los porcientos de efectividad en las diferentes vías para la comunicación, varios estudios abalan la importancia de la comunicación verbal y no verbal siendo contradictorio que la menos favorecida en comunicar sea la más usada por la prensa; el 55% de la comunicación lo aporta nuestro lenguaje corporal, el 38% proviene del tono de la voz y el 7% son nuestras palabras. Las ideas que escribimos no están en el mayor % para una óptima comunicación, de ahí la importancia del valor agregado que aporta EL DEBATE sobre ese tema con la participación del autor, como una conversación crucial, un verbo, una acción donde la participación e interacción del autor con sus interlocutores es el gran premio, muchas veces más importante que lo que se pretende decir. Al intervenir el autor en el debate se estimula al máximo el ego del interlocutor, generando una fuerte motivación que abre el cerebro reclutándonos, una suerte de gestión de nuestro ego haciéndonos participativos, no tratándonos con esa visión de mercado como una manada de destinatarios colonizados, en el debate está la mayor innovación en el socialismo. Un periodismo escrito diferente que empáticamente tiene ahora más en cuenta la gestión del ego de los actores, como clave para reclutarlos e influir en su dirección motivacional en un proceso sistemático de fijar ideas y puntos de vistas. Hoy el peso fundamental de la comunicación es participativo e interactivo, lo pasivo quedo atrás. Hay que ir a un periodismo más interactivo. Un cambio de paradigma lógico que exige el socialismo. Otra forma innovadora de llegar a ese periodismo interactivo pueden ser los videojuegos utilizados de forma ingeniosa en sitios como este de cubadebate, la televisión y las mesas redondas, como lo vienen haciendo multitud de empresas en el mundo. El trabajo y los juegos no son incompatibles. Empresas de todo tipo y tamaño han empezado a utilizar videojuegos para transformar sus relaciones con los clientes y empleados para convertirse en más competitivas y rentables.
Los videojuegos escasean en nuestro sistema de información nacional, innovar en ellos sería una forma empática de ver agudamente a esa generación niños y jóvenes en una nueva sociedad, buscando en ese clave instrumento una mejor y eficaz comunicación. Los videos juegos se están convirtiendo en un potente instrumento en el mundo con el que las organizaciones forman, convencen y motivan a su personal. Microsoft ha recurrido a ellos para cuadruplicar la participación de sus empleados en tareas importantes, pero no aburridas, en especial al introducir nuevas y diferentes tecnologías, como son los errores sistémicos de Windows Vista. Las facultades de Medicina han utilizado simuladores en forma de videojuegos para formar a sus cirujanos y reducir el margen de error de estos en la práctica. Un videojuego, desarrollado por el ejército estadounidense y cuyo coste representó tan sólo el 0,25% del presupuesto total de publicidad, ha atraído más reclutas que todas las demás formas de publicidad juntas. Google, por su parte, recurre a videojuegos para convertir a los visitantes de su portal en una fuerza laboral voluntaria, animándoles a etiquetar manualmente los millones de imágenes en la web que los ordenadores del buscador no pueden identificar por sí solos.
Los videojuegos hacen que el trabajo de los empleados sea divertido, facilitan la familiarización de los clientes con un producto y abarcan industrias masivas de bienes y servicios virtuales cuyo valor asciende a miles de millones de dólares. Todo ello y mucho más está ocurriendo como resultado del cruce cada vez más frecuente entre empresas y la industria de los videojuegos, al cual no escapa la prensa. El método lúdico es un conjunto de estrategias diseñadas para crear un ambiente de armonía, tanto para los estudiantes que están inmersos en el proceso de aprendizaje, mediante el juego a través de actividades divertidas y amenas en las que pueda incluirse contenidos e ideas que aportan los que acceden a él, como a un simple lector de un mensaje. Este sitio que es de avanzada en el periodismo cubano pudiera innovar en ese campo. Pudiera tener una sección de currículos por medio o no, de videos juegos que sirva de información y actualización valiosa para el universo de los organismos, donde los participantes interactúan y forman con sus opiniones paulatinamente un sólido currículo sobre cómo enfrentar diferentes problemáticas.
En Alemania en el sistema de enseñanza se entrena al estudiante sobre el modelo del cuadrado de la comunicación, o modelo de las cuatro orejas. Según este modelo, cada acto de comunicación contiene cuatro mensajes. Estas cuatro partes del mensaje se enseñan a los adolescentes y jóvenes para mejorar su comunicación. Primero el objetivo del mensaje, el objetivo en sí, segundo la auto manifestación, lo que manifiesta el mensaje sobre sí mismo al emitir el mensaje, tercero la relación, la relación personal que persigue el hablante con el oyente y que se hace evidente al emitir el mensaje, y cuarto a que se apela, lo que se desea conseguir con el mensaje. Una forma de abordar dialécticamente la comunicación que suele representarse como un cuadrado con cuatro partes, muy popular en Alemania.
El periodismo es una profesión en desarrollo en medio de una revolución tecnológica, con profundos cambios, todas las personas lo pueden ejercitar, de hecho colaboramos en ello de forma cotidiana. Organizar y reclutar a los seguidores es estratégico para cada sitio y profesional del periodismo contemporáneo, sumándolos innovadoramente a un sistemático debate critico como bien nos pide la Profesara, usando el ego como combustible infinito en el debate para sumar y convencer. Se trata de abordar el periodismo como una conversación crucial entre maestro y alumno, una batalla en las ideas como una conversación importante y sistemática que el maestro, perdón, quise decir el periodista debe dirigir.
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