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Cuatro años de perder

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Durante el gobierno de Donald Trump se recrudeció el bloqueo contra Cuba. Foto: Reuters.

El gigante del norte es un país que durante los dos siglos más recientes ha acumulado una importante riqueza y poder gracias a ventajas geográficas innegables, al enriquecimiento científico y cultural ininterrumpido que ha significado la inmigración de personas provenientes de todas partes del mundo, al trabajo intenso de su pueblo y al devenir económico y social en estas épocas.

Estos factores y muchos otros lo han posicionado como una potencia económica que de muy diversas formas recibe buenos dividendos de todo el mundo. Cuba, por el contrario, es un pequeño país que no ha disfrutado de ninguna de tales ventajas ni ejercido privilegio de explotación alguno sobre otros países. Solo hemos dependido de la tenacidad, el talento, el trabajo y la resiliencia de nuestro pueblo para subsistir, en las buenas y en las malas. Una parte mayor o menor de la riqueza del país del norte dependió en algún momento de Cuba, de diversas formas. Igualmente, la prosperidad de Cuba en determinados momentos de esta historia estuvo conducida por la del país vecino. Lo que ha sido asimétrico ha sido el perjuicio. La mayoría innegable de nuestras desgracias ha estado también ocasionada por esta vecindad y no al revés. Pero, deséese o no, los destinos de Cuba y los EEUU han estado siempre, están y estarán muy relacionados. Ninguno de los dos podemos mudarnos a otro sitio, como alguna vez refiriera Fidel.

Está terminando ahora un período de cuatro años obscuros de gobierno en ese país donde ha primado, quizás más que nunca antes, un estilo imperial y autocrático. Todo tipo de ética ha brillado por su ausencia en sus acciones y la mentira ha sido su patrón mediático. Los daños son muy grandes tanto para los demás países que de una forma u otra dependemos de ellos como para su propio pueblo. El botón de muestra más evidente de los perjuicios propios es la triste historia de una pandemia que ha tenido la conducción más viciosa, caprichosa e ignorante de todo el mundo. Les ha costado ya centenares de miles de vidas inocentes, muchas de las cuales pudieron salvarse con una simple política racional y nacional en correspondencia con la grandeza y el poder inmenso que si se usan para otros fines.

En el caso de Cuba, los años de una acción política de ganar – ganar emprendida en 2014 por la administración Obama se convirtieron en cuatro de perder – perder. Los únicos beneficiados fueron algunos oportunistas sin escrúpulos que durante mucho tiempo han hecho una forma de vida con la política de odio inmisericorde contra la Revolución Cubana. Las relaciones de un país poderoso y rico como los EEUU con un vecino muy cercano, pequeño y pobre, como Cuba estaban reconstruyéndose para mutuo beneficio hasta 2016 después de muchos eventos bilaterales que casi siempre trajeron mutuo sufrimiento, pero sobre todo del lado insular. Para Cuba, sesenta años de agresiones y sanciones de todo tipo, algunas hasta risibles, por parte de la economía más abarcadora del mundo han dejado una huella de aislacionismo y pobreza que nadie puede negar, y quizás ni imaginar si no la ha vivido.

El 29 de agosto de 2005, Nueva Orleáns quedó bajo el ojo del huracán Katrina. Foto: AFP.

Para los EEUU los daños han sido relativamente menores, pero sin duda han existido. Por solo mencionar algunos: no se aceptó el ofrecimiento de ayuda médica cubana de atención de emergencia a New Orleans a propósito del huracán Katrina. ¿Cuántas vidas costó esta negativa? También se han mantenido detenidos proyectos estratégicos para el comercio y la movilidad de ambos países como es la Carretera Panamericana de mar y tierra para enlazar la Florida con Yucatán y el puerto de distribución de altas prestaciones entre el Océano Pacífico y el este de los EEUU en Mariel. Millones de norteamericanos han dejado de gozar, todos los años, de algunas de las mejores playas y sitios culturales más importantes y seguros del mundo, todo en la tierra cubana a unos cuantos kilómetros de distancia. Muy pocos han podido probar si nuestro sistema de salud puede resolverles problemas que el suyo no resuelve, o descansar el resto de sus vidas sin volver a quitar una paletada de nieve de sus casas y en hermosos y apacibles paraísos tropicales, muy abundantes en nuestro archipiélago. ¿Cuántos empleos cuesta al sur de la Florida la ausencia de comunicación y relaciones comerciales normales con Cuba?

Una acción de odio y fanatismo con fines electorales del lado de la administración que se hizo del poder en los EEUU en 2017 detuvo el proceso, lo hizo retroceder, y lo único que se ha obtenido es una gran pérdida para ambos países. Una democracia, paradójicamente muy orgullosa de serlo, le dio la presidencia a alguien que había obtenido 3 millones de votos menos que su contendiente en las elecciones de 2016. Es indudable que la forma que la mayoría de los cubanos ha consagrado para su gobierno, recientemente ratificada por cerca del 85 % de los votantes en la nueva constitución, es muy diferente a la que los EEUU adoptaron hace más de dos siglos. Nadie en su sano juicio puede pensar que Cuba tenga interés en “imponer” su socialismo a los EEUU. Sin embargo, el pragmatismo que si caracteriza a los habitantes de ese pa;is puede encontrar en experiencias cubanas mucho de lo que si pueda beneficiarse. Sin dudas que Cuba también puede encontrar en facetas del sistema de gestión científica, tecnológica, de innovación y económica de los EEUU experiencias que pueden traerle bienestar y progreso si son debidamente aplicadas a nuestras condiciones y bajo nuestra soberanía. Nada es absolutamente negativo ni absolutamente positivo.

Una mayoría muy sensible del pueblo de los EEUU, ahora de 8 millones, ha votado por un cambio, respondiendo a tragedias propias sufridas durante este período. Los cubanos, sin ser votantes, hemos observado que se abre la posibilidad de restablecer la cordura en las relaciones entre los dos países superando la agresión y confrontación que han estado marcadas por el odio del lado norteño. Es innegable que el terreno para ganar – ganar es muy fértil si se emprende una posible colaboración real y de mutua soberanía entre nuestros países. La historia dirá como cambian para bien nuestras vidas y las de muchos habitantes de ese país si se lograra algo tan simple como trabajar juntos por el bienestar de todos, con relaciones normales entre vecinos que tienen fronteras bien delimitadas, sin odios y con pueblos muy similares en muchos sentidos, respetándonos todos en nuestras integridades y libertades.

Avispero en la CUJAE contra el bloqueo, como muestra de la resistencia de Cuba. Foto: Abel Rojas Barallobre/ Juventud Rebelde.

Se han publicado 12 comentarios



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  • manolo dijo:

    JAMAS SATELITES, SIEMPRE LIBRES Y SOBERANOS

  • Neo dijo:

    Magnífico artículo!!!

  • Alberto N. D. dijo:

    Es estilo en estos cuatro años del gobierno de Trump de los EE UU fue actuando como el único Emperador del mundo pegandole el pie encima hasta los llamados socios de EE UU. Con nuestro pais actuaron en medio de una pandemia mundial de una forma brutal y asesina.

  • Aurora dijo:

    Otro interesante trabajo del reconocido científico, profesor universitario y académico, Luis Alberto Montero. Gracias por compartir!

  • Otrocubanotrabajador dijo:

    B.dias
    Excelente articulo,como nos acostumbra el profesor. Han sido cuatro años nefastos, creo q se hubiera podido avanzar inmensamente sino hubiera sido por este periodo lamentable dd gobierno en USA. Un pais q parece ser grandioso, y con muchos aspectos positivos, d acuerdo con amigos q viven alla y estan muy contentos.
    Por supuesto q siempre se logran mejores cosas trabajando en lo q nos une como pueblos y no incentivando lo q ha hecho q nos separemos, el pueblo cubano acepta muy bien al d USA, no albergamos odio en nuestros corazones.Ademas en mia opinion aunque se critica mucho aqui, podriamos aorender cosas d su democracia. Nada es perfecto, pero si perfectible.
    Abajo el bloqueo. Viva la amistad.

  • Panchito dijo:

    Este artículo me dejó un muy buen sabor, está escrito con mesura, no sé, de otra forma. Dijo las verdades que siempre se dicen pero no puedo explicarlo, de forma distinta, sin un lenguaje tan, diríamos, agresivo, a la cubana.

  • Mimisma dijo:

    Muy coherente el artículo, diciendo las cosas como deben ser.

  • Lancero dijo:

    Un articulo bastante edulcorado,muy parecido al de Cristóbal Colón. La verdad pura y dura es que USA es una República imperial y no va a permitir un modelo exitoso diferente al suyo,seria un ejemplo muy nocivo a sus sucios intereses. La población norteamericana es muy pragmática,realmente a la inmensa mayoría no le preocupan las barbaridades que hacen sus gobernantes en el resto del mundo.

    • Luis A. Montero Cabrera dijo:

      Gracias por su crítica franquesa y por seguir leyendo estos artículos que le desagradan.

  • Daniel García Rivera dijo:

    Querido Montero.
    Me gustó mucho tu artículo. Para cuando uno de las vacunas cubanas contra el COVID 19 y sobre el aporte de las universidades a las jugadas contra la pandemia.
    Slds, Daniel

    • Luis A. Montero Cabrera dijo:

      Sin dudas el próximo

  • Ortelio Martínez Fernández dijo:

    Ahora solo queda esperar si la nueva administraciópn está dispuesta a lograr ese algo tan simple como trabajar juntos por el bienestar de todos. ?Los mercaderes del negocio de la contrarrevolución estarán a favor de ello? Yo lo dudo.

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Luis A. Montero Cabrera

Luis A. Montero Cabrera

Doctor en Ciencias. Presidió el Consejo Científico de la Universidad de La Habana más de tres lustros. Miembro de mérito y coordinador de ciencias naturales y exactas de la Academia de Ciencias de Cuba.

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