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¿En EE.UU. meten a la cárcel a antiterroristas?

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Esto es cierto y lo contrario también. Claro que si. Ahí está el caso de los Cinco Cubanos profetas de la paz presos del Imperio; Antonio Guerrero; Fernando González; Gerardo Hernández; Ramón Labañino; y René González.

El juicio, lleno de irregularidades, arbitrariedades y violación a los derechos civiles, comenzó en el otoño del 2000 y terminó siete meses después, en junio del 2001. El mismo dejó como resultado el que los cinco fuesen condenados en diciembre del 2001.

¿De que se les acusó? Fueron enjuiciados y castigados por demostrar la manera tan absurda en que el gobierno de Estados Unidos, en concubinato con organizaciones terroristas de cubanos en el exilio en Miami, llevó a cabo acciones terroristas contra el pueblo de Cuba. O sea, estos cinco profetas de la paz, no fueron enjuiciados por violar leyes de Estados Unidos o por espionaje o por poner en riesgo al gobierno de Estados Unidos. No había pruebas para estos cargos.

Ahora bien, vayamos a los conceptos legales y de responsabilidad ciudadana. Curiosamente, según las leyes de Estados Unidos, usted puede técnicamente violar una regulación establecida por la ley siempre y cuando la motivación es el poder evitar un daño mayor. Estos cinco profetas de la paz estaban evitando eso mismo; un daño mayor.

Veamos entonces todo este asunto de los Cinco Cubanos profetas de la paz desde tres realidades. La primera realidad está centrada en que la evidencia presentada en Corte demostró contundentemente una vez más la inocencia de ellos acusados de conspirar para cometer espionaje en contra de Estados Unidos.

O sea, no estaban espiando al gobierno de Estados Unidos, sino más bien obteniendo información de organizaciones terroristas que estaban llevando a cabo acciones terroristas en Cuba.

La segunda realidad es que la evidencia comprobó por un lado la responsabilidad del gobierno de Estados Unidos en promover una política terrorista de Estado en contra del pueblo cubano.

Y por otro lado también demostró la manera tan desvergonzada en que el gobierno de Estados Unidos les brinda protección e impunidad a las gentes terroristas de la extrema derecha cubana residiendo en territorio estadounidense.

La tercera realidad desenmascarada la hipocresía de la tan glorificada cruzada de Estados Unidos de su guerra contra el terrorismo al condenar a prisión a cinco jóvenes antiterroristas que decidieron dedicar sus vidas, lejos de su patria, a la lucha contra el terrorismo en la ciudad de Miami.

¿Dónde podemos apreciar la hipocresía antiterrorista del gobierno de Estados Unidos? Vea por ejemplo el caso espectacular de los espías israelitas en donde parece ser que el FBI consiguió reunir pruebas de que la inteligencia israelí tenía detalladas evidencias del ataque terrorista del 11 de septiembre y estos no proporcionaron la información a las autoridades estadounidenses. Esto dejó como resultado que bajo el Acta Patriótica se arrestaran a 60 espías israelitas y luego se les deportó con cargos de manejo inadecuado de documentos de gobierno. Luego el caso, como los casos anteriores, fue archivado como documentos clasificados.

Tal vez usted se está preguntando; ¿dejan en Estados Unidos libres a personas terroristas? Claro que si. Ahí están también los casos de Luis Posada Carriles y de Orlando Bosh, dos terroristas confesos líderes de la derecha cubana en Miami. ¡Que vergüenza!

Mientras tanto sigamos luchando hasta lograr la excarcelación de Antonio, Fernando, Gerardo, Ramón y René y retornarles a sus familiares y a su patria Cuba. Para más información: www.antiterroristas.cu. Sigamos construyendo la paz con justicia.

lbarrios@jjay.cuny.edu

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Luis Barrios

Luis Barrios

Sacerdote episcopal, periodista, sicólogo, activista comunitario. Presidente y Profesor del Departamento de Estudios de América Latina del Joh Jay College of Criminal Justice, de la Ciudad Universitaria de Nueva York.