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Bush es un hombre tonto, lo dice la Biblia

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Una vez mas el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, demostró lo que ya sabíamos: que es culpable de crímenes contra la humanidad y de crímenes de guerra, dentro y fuera de Estados Unidos.
Dentro del territorio nacional todavía tenemos las miles de personas muertas por la negligencia criminal de abandonar al pueblo cuando el huracán Katrina. Y fuera de Estados Unidos las más de 600 mil personas asesinadas en la guerra imperialistas en Afganistán e Irak, entre otras cosas. 
Para el colmo este pasado  17 de octubre Bush estampó su firma en lo que metafóricamente se conoce como la Ley de Comisiones Militares de 2006 (S. 3930), la cual en la práctica del diario vivir es solo una Ley de Torturas. Esta ley autoriza por primera vez en la historia de Estados Unidos a que se haga lo que antes se hacia oculto y se negaba  públicamente: arrestos indiscriminados, secuestros, violación a derechos humanos y civiles, torturas y asesinatos.  Con esta ley se autoriza un programa de interrogatorios de personas detenidas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y otras dependencias y su fiscalización ante nuevos tribunales militares, conocidos como "comisiones".
Yo no tengo la menor duda que ésta nueva ley es inconstitucional, villana y a la misma vez traiciona los principios básicos del cristianismo que tanto él, Bush, dice practicar.  La misma es una excusa del montaje teatral que nos han dado con la farsa de la lucha contra el terrorismo. Esta manera de luchar contra el terrorismo produciendo terror solo persigue lograr la fabricación del consenso como un método de control social con la intención de poder lograr  dominar la opinión pública para establecer una dictadura mundial.
Véalo de esta manera. Con esta nueva ley el gobierno puede llevar a cabo arrestos indiscriminados aunque los mismos sean ilegales. También pueden torturar físicamente, psicológicamente y sexualmente a las personas detenidas con la excusa de que estas tienen información que es vital para la "protección de la patria".  Y el colmo de los colmos lo es el que nadie puede presentar cargos criminales contra las personas que realizan o realizaron en el pasado algún tipo de torturas, porque la ley protege a l@s torturador@s y a la misma vez les otorga una especie de inmunidad. 
Para Bush y quienes le protegen, en el libro de Santiago (2:20), Biblia Latinoamérica, hay una amonestación lo cual me parece que le habla directamente, sobre todo en esos momentos en que se alaba mucho diciéndonos que el  cree mucho en "la palabra de Dios". Por cuanto el podrá creer mucho, pero no practicarlo, aquí va la amonestación: Hombre tonto, ¿quieres convencerte de que la fe que no actúa no sirve? O sea, las obras criminales de Bush demuestran que su fe en Dios no sirve para nada. Yo tengo muy claro que estas acciones son diabólicas, demostrando que no es un cristiano sino mas bien un desalmado,  sanguinario, salvaje y despiadado.
De aquí el que me sienta orgulloso de ser parte de una campaña nacional para remover a ambos, al presidente y al vicepresidente (Dick Chenney) de Estados Unidos del poder Ejecutivo. También tengo claro que de acuerdo a nuestra "democracia" solo la Casa de Representantes tiene el poder para declarar una remoción (impeach)  a alguien de la Rama Ejecutiva y que solo el Senado, luego de la decisión de la Cámara, es quien puede remover a esa persona. Situación un poco delicada cuando sabemos que la Rama Legislativa está controlado por el partido político del presidente Bush, o sea, el partido Republicano, y la supuesta oposición política, l@s Demócratas, responde también en la mayoría de los casos a los intereses que el partido Republicano defiende. Nada nuevo, estas son solo dos opciones políticas de un mismo partido que responde a los intereses de la clase dominante aquí en Estados Unidos.
Por otro lado, me parece que es posible que para las elecciones legislativas de noviembre de este año se acomode, como existe en algunos estados de la unión, un referéndum o una resolución,  en donde el pueblo de Estados Unidos pueda dar su opinión de si quiere o no quiere una remoción (impeachment)  tanto de Bush como de Chenney. Este sería un mensaje para la Rama Legislativa para que haga su trabajo, porque a este presidente teflón hasta ahora no se le pega nada.
La otra alternativa, y es con la que yo mas simpatizo, porque sigo creyendo que el mundo no puede esperar, es lograr ponerle presión moral y política suficiente a esta gente, para que renuncien. La historia con Richard Nixon nos demuestra que nadie es invulnerable a estos procesos y  es posible arrinconarle políticamente, socialmente, psicológicamente, moralmente y por supuesto cristianamente. Esto se logra educando al pueblo y despertándoles la conciencia crítica y de clase. Esto se logra movilizando al pueblo hacia su propia liberación en donde puedan tomar las calles y a  la misma vez reconstruyen la opinión pública. Esto se logra con desobediencias civiles que reten a este sistema socio-político. Que no se nos olvide; no hay cárceles para tanta gente. 
Por lo tanto, construyamos la paz con justicia, sacando a este tonto y a su régimen de imbecilidades criminales  de la Casa Blanca. Rompamos el silencio y sigamos  denunciando estos crímenes. Gritemos a todas voces que este régimen de Bush es criminal. ¡Basta ya, coño!

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Luis Barrios

Luis Barrios

Sacerdote episcopal, periodista, sicólogo, activista comunitario. Presidente y Profesor del Departamento de Estudios de América Latina del Joh Jay College of Criminal Justice, de la Ciudad Universitaria de Nueva York.