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¿Posada Carriles era o no era Agente?

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http://www.granma.cubaweb.cu/2006/05/22/nacional/artic02.html

Los hechos se precipitaron luego del escándalo provocado por el atentado terrorista en Barbados.

A pesar de que en un "Cable de Información de Inteligencia del Directorado de Operaciones de la CIA" fechado el 13 de octubre de 1976 y clasificado como de "prioridad", se reveló que la jefatura del gobierno venezolano estudió seriamente entregarle a los Estados Unidos a Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, quizás para protegerlos y quitarse de arriba esa "doble papa caliente", el entonces presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, se vió obligado a detenerlos y encausarlos junto a los autores materiales, Hernán Ricardo y Fredy Lugo.

Después de 9 años de largos procesos judiciales, fallos y apelaciones, "El Bambi" se cansó y planteó su dilema: o me liberan o hablo.

Y eso funcionó: el 18 de agosto de 1985 Luis Posada Carriles se "fuga" de la prisión en Venezuela gracias a una bien financiada operación.

¿Quien lo liberó?

Jorge Mas Canosa, la FNCA y otros "amigos".

Lo primero, no es una afirmación gratuita, lo confesó nada más y nada menos que el propio hermano de Jorge Mas Canosa, Ricardo, en un proceso legal que entabló... contra su propio hermano, digno de la bíblica historia de Caín y Abel.

Félix Rodríguez y Bush padre estuvieron vinculados desde los tiempos de la CIA.

El diario The New York Times tuvo acceso a esta declaración jurada y así la describió:

De 1972 a 1985 Ricardo Mas fue el controlador de la compañía Church and Tower, propiedad de su hermano. Afirmó que por instrucción de este depositó un cheque en una de las cuentas de una compañía panameña y regresó con el efectivo. "Me dijo (Jorge) que necesitaba que yo viniera y trajera 50 000 dólares que se utilizarían para sacar a Luis Posada Carriles de la prisión, que era mejor que Carriles estuviera fuera, que podía empezar a hablar. Creo, declaró, que el hombre se está rindiendo, había que sacarlo de la prisión".

Según The New York Times, luego de la fuga "estuvo 15 días en Caracas, después lo llevaron a Aruba en un barco camaronero; de allí voló en un avión privado a Costa Rica y posteriormente a El Salvador".

¿Quiénes lo trasladaron hasta allí?

En un documento recién desclasificado de la Oficina del Fiscal Independiente que investigó el Irán-contras, se puede leer el informe de un hecho insólito:

El 3 de febrero de 1992 dos agentes especiales del FBI, Michael Foster y George Kiszynski (este último de una larga historia de complicidad con los grupos terroristas anticubanos de Miami) se reunieron con Luis Posada Carriles durante 6 horas y media en la habitación no. 426 de la embajada de los EE.UU. en Tegucigalpa, Honduras.

O sea, a un prófugo de la justicia venezolana, pendiente de juicio por un delito de alta peligrosidad, buscado por INTERPOL, el FBI lo localiza sin problemas y se reúne con él, en territorio norteamericano. Del acto terrorista de Barbados apenas ni se habló en 6 horas y media de "conversación"; en dicho informe solo se dice que:

"Posada no fue responsable de la voladura del avión de Cubana en 1976", así sin más se afirma y lo ponen por escrito.

Antes de empezar, los agentes especiales le explicaron a Posada que aquello era una "entrevista" para hablar solamente del caso Irán-contras.

En su informe al Fiscal Independiente, los dos oficiales del FBI, versionando lo que declaró Luis Posada Carriles, explicaron con relación a quien lo sacó de la prisión en Venezuela: "Rodríguez y otros amigos cubanos de Posada lo ayudaron a salir de Venezuela y reubicarse en El Salvador".

Rodríguez es Félix Rodríguez Mendigutía, sobrino de un ministro de Batista, agente de la CIA, infiltrado previo a Girón para volar el puente de Bacunayagua, compañero de clases de Mas Canosa y Posada Carriles en Fort Bening, torturador de la CIA en Viet Nam con la operación Fénix, coordinador del equipo que asesinó al Che, enviado por la CIA a países de la Operación Cóndor durante su ejecución, uno de los máximos responsables de la operación Irán-contras y según George Bush padre "su amigo personal". Rodríguez es actualmente presidente del grupo terrorista de Miami, Brigada 2506.

La FNCA y Mas Canosa estuvieron vinculados a Reagan y al escándalo Irán-contras.

En mayo de 1987, Félix Rodríguez declaró bajo juramento ante el Comité Congresional que investigaba el escándalo Irán-contras; en aquella sesión se le preguntó: "¿Quién es ese Ramón Medina, tan mencionado en varios testimonios?

Félix Rodríguez contestó: "Medina es Luis Posada Carriles, un buen amigo mío; yo lo traje a El Salvador porque este hombre honorable merecía estar libre".

Pero, ¿A dónde en El Salvador?

A la Base Aérea de Ilopango.

¿Qué hacia allí, cuál era su nueva misión?

Veamos, a partir de lo que reconoció el propio Posada, cómo describen "esa misión" los dos agentes especiales del FBI en este documento secreto que es el informe de su reunión con el terrorista en la embajada norteamericana en Tegucigalpa en febrero de 1992:

"Se había dicho al FBI que Posada era el director sobre el terreno de la operación en Ilopango".

"La operación" era el abastecimiento ilegal a la llamada Contra nicaragüense de todo tipo de armas y suministros, pese a que estaba prohibido por la ley norteamericana realizar aquellas acciones. Primero buscaban ilegalmente el dinero, traían las armas y los suministros desde Estados Unidos a la Base Aérea de Ilopango y luego desde allí los entregaban clandestinamente dentro de Nicaragua a los Contras que luchaban para el gobierno norteamericano contra los Sandinistas.

En otro documento secreto desclasificado que se titula: "Diagrama Operacional de la Compañía Benefactora, (BC) a cargo de la operación de reabastecimiento en San Salvador", se lee que "Ramón es el Director de Apoyo" (Posada estaba en El Salvador, como ya se ha dicho, con identidad falsa a nombre de Ramón Medina).

El nombre de Compañía Benefactora se lo puso Robert Dutton, el Administrador General de toda la Operación a la estructura creada para implementar el abastecimiento ilegal a los Contras. Este esquema llegó a tener bienes valuados en 4 089 millones de dólares, según el informe final del Fiscal Independiente.

Pero en la Base Aérea de Ilopango, centro neurálgico del Irán-contras, Posada, el "Director de Apoyo", hacía de todo, según el informe de los agentes especiales del FBI: "pagaba, guardaba los recibos, garantizaba la alimentación, incluyendo cerveza, el transporte, el alojamiento, adquirió cuatro casas incluyendo la suya y un pequeño hotel, contrataba empleadas domésticas, y otros equipos no especificados, repartía armas y suministros, incluido el combustible de los vuelos, e incluso trabajó la radio durante los vuelos de abastecimiento".

Según el reporte de estos dos oficiales del FBI al Fiscal Independiente que investigó este escándalo: "Posada ganaba cerca de 7 000 dólares mensuales, además de tener pagados los gastos de alojamiento, carro, empleada doméstica, alimentación y otros gastos".

Y según este propio documento: "...además Posada voló en numerosos vuelos de reabastecimiento y ganaba 750 dólares por cada uno de esos vuelos".

Aunque cuenta este informe que "en una ocasión, Posada cometió un error y se pagó a él mismo el doble en un mes".

Por otra parte, en la mente de Posada estaba claro para quién estaba trabajando. Reportan los dos oficiales del FBI en su informe que según les contó Posada Carriles, "el dinero nunca pareció ser un problema. Jamás hubo un problema con relación a tener suficiente dinero en Washington".

Y para que no quedaran dudas les confesó a los dos Agentes Especiales del FBI que "él pensaba" que en la Base Aérea de Ilopango "estaba trabajando para Ronald Reagan y que se trataba de un proyecto aprobado por el gobierno de los EE.UU.".

Por eso, se cuidaba hasta de sus compinches, pues su lealtad era hacia Washington, ni siquiera hacia Miami, la prueba está en lo que los dos oficiales del FBI dicen que les reveló: "Jorge Mas Canosa es amigo de Posada. Y Mas conocía de la operación de reabastecimiento"... no quería ver a ningún cubano. Posada no quería que supieran que él estaba en El Salvador, porque si ellos (los cubanos de Miami) se enteraban, se iba a saber todo".

Hasta de su benefactor y jefe en la operación desconfiaba. Al opinar sobre Félix Rodríguez les dijo a los entrevistadores del FBI: "Félix Rodríguez es charlatán, inmaduro y tiene problemas de ego... hablar sobre sí mismo con otros y hacerse el importante está en la naturaleza de Rodríguez".

Pero Posada sí sabía todo lo que pasaba allí, incluyendo las comunicaciones secretas de Félix Rodríguez con la oficina del vicepresidente Bush, pues como se lee también en dicho Informe:

"Rodríguez le dijo a Posada que él quería hablar con el entonces vicepresidente George Bush y que él había arreglado un encuentro a través de su amigo Donald Gregg... Posada sabía que Rodríguez hablaba mucho con Gregg, porque Posada pagaba las cuentas de teléfono, incluidas las de Rodríguez".

Donald Gregg había estado por la CIA junto a Rodríguez en Viet Nam y en ese momento era nada menos que el Asesor para la Seguridad Nacional del vicepresidente de los EE.UU. George Bush padre, ex Director de la CIA.

¿Entonces, estaba al tanto la oficina del vicepresidente George Bush del rol que estaba jugando Posada Carriles en esta secreta operación?

Los hechos hablan por sí solos, veamos.

No fueron solo llamadas. Están documentadas al menos tres reuniones de Félix Rodríguez en la oficina del entonces vicepresidente Bush; además, se ha conocido de un continuado intercambio personal de notas, tarjetas y fotos entre Félix y Bush padre.

También durante las audiencias del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los EE.UU. en relación al escándalo Irán-contras se produjo el siguiente diálogo entre Donald Gregg, asesor de Bush para Seguridad Nacional y el senador John Kerry:

Senador Kerry: "¿Usted recuerda el derrumbe de un avión de la aerolínea cubana en 1976 como resultado del cual 73 personas perdieron sus vidas? ¿Usted lo recuerda?"

Donald Gregg: "Sí".

Senador Kerry: "Un atentado terrorista. Y un cubano americano llamado Luis Posada Carriles fue arrestado en Venezuela en conexión con eso. Él escapó en 1985 con la asistencia de Félix Rodríguez, quien lo trajo a Centroamérica para ayudar a los Contras bajo el seudónimo de Ramón Medina, ¿correcto?"

Donald Gregg: "Ahora, yo sé eso, sí".

Senador Kerry: "Y ¿es apropiado por parte de Félix Rodríguez ayudar a un hombre acusado en un atentado terrorista a escapar de prisión e involucrarlo en las operaciones de abastecimiento que nosotros estamos apoyando?"

Donald Gregg: "Yo no puedo justificar eso señor. Y yo no estoy seguro de qué rol jugó Félix en sacarlo a él de la prisión... yo creo que Orlando Boche (sic) o alguien de esa naturaleza fue responsable de eso".

También sería interesante hacer notar cómo los dos agentes especiales del FBI ponen en su informe que: "Posada está seguro que William Casey y la CIA en Washington saben todo sobre esta actividad..."

¿Por qué Posada afirma que Casey, el entonces Director de la CIA "sabía todo de esta actividad", cómo lo podía afirmar, acaso lo hizo por saber quién decidió traerlo desde la cárcel hasta el centro neurálgico de la muy secreta operación?

Y si se continúa leyendo el Informe de los dos agentes especiales del FBI al Fiscal Independiente sobre su entrevista con Posada se descubre que este no era un simple participante en la delicada y secreta operación de abastecimiento ilegal a la Contra.

Cuando los sandinistas derriban el avión en el que iba el piloto mercenario Eugene Hasenfuss y se desata el escándalo al exponerse en público lo que estaban haciendo en la Base Aérea de Ilopango, Posada es el "designado" para cerrar toda la operación en el terreno.

Explican los oficiales del FBI al describir su última misión en el Irán-contras que "dejaron a Posada solo para que desapareciera todas la huellas... Posada tuvo que sacar de las casas todo el equipamiento y clausurarlas, tuvo que sacar del país el personal estadounidense, deshacerse de sus armas personales, equipos de comunicaciones, cerrar los contratos de alquiler y de los servicios de agua, de electricidad, pagar las cuentas pendientes, vender los automóviles y televisores del personal de la operación y quedarse con ese dinero en fin atar todos los cabos sueltos".

Pero el viejo zorro, conocedor de su medio, les confiesa que hizo algo más: "Posada recogió documentos, mapas, recibos de casas y de combustible, diarios de vuelo, fotografías y otro tipo de misceláneas las que puso en dos cajas".

Y más adelante se puede leer en el secreto informe de 31 páginas:.."cuando Posada fue atacado en Guatemala, dos de sus amigos cubanos de Miami fueron a visitarlo, (tachados los nombres), Posada les entregó una caja de documentos que ellos se llevaron para Miami..."

¿Qué documentos tenía la caja? ¿Quiénes fueron los amigos cubanos que fueron a visitarlo a Guatemala? ¿Por qué se tacharon sus nombres al desclasificarse el documento?¿Estaría el veterano agente tratando de garantizar su retiro con información comprometedora?

Y con estos elementos volvemos a la pregunta inicial: Luis Posada Carriles, ¿era o no era agente de la CIA?

Si como dice en la versión oficial, la CIA cortó con él en 1976, cómo es posible que lo saquen de una prisión dos personajes que comprobadamente trabajaban para el gobierno norteamericano, como Jorge Mas Canosa y Félix Rodríguez.

¿Fue iniciativa de ambos o cumplieron una misión?

¿Por qué, como después reconocen, lo llevan a una locación super secreta donde se está desarrollando la muy secreta e ilegal operación de abastecimiento a los Contras, bajo la supervisión directa de la Oficina del vicepresidente George Bush, que fue el Director de la CIA cuando el supuesto "corte" con Posada?

¿Cómo dos profesionales del espionaje como el vicepresidente Bush y su asesor Gregg contratarían para realizar tan delicada misión a alguien que no fuera de su total confianza?

¿Teniendo el vicepresidente aspiraciones de suceder al Presidente, como efectivamente sucedió, se arriesgaría a trabajar con alguien en quien no confiara totalmente?

Lo evidente es que no solo hubo "contactos ocasionales" después del supuesto corte, sino que lo pusieron a ejecutar una delicadísima misión, que el mismo Posada reconoce que la conocía completamente el entonces Director de la CIA, William Casey.

¿Y por qué a Posada no le pasó nada en términos legales, siendo protagónico en un escándalo que llevó incluso a sanciones a altas figuras de la Administración?

En el propio informe de los agentes especiales al Fiscal Independiente que investigó los escándalos, se deja claro en la narración de Posada la protección que recibía. Así, dejaron constancia de una conversación con Robert Dutton, quien era el Administrador principal de la Operación de Abastecimiento: "El FBI nunca llamó a Posada. Más tarde, Dutton le dijo a Posada que estaba okay, que el FBI no iba a investigar. Dutton dijo que Washington había "parado la investigación".

¿Por qué no lo llamaron hasta 1992 y para una simple entrevista?

¿Por qué nunca les interesó hablar o preguntar sobre el acto terrorista de Barbados?

¿Por qué nunca lo arrestaron pese a ser un prófugo y existir varias obligaciones de tipo legal para enviarlo a Venezuela de donde todavía hoy es un evadido?

Este último tema tiene otro componente. En el citado informe de la entrevista con Posada en la embajada de EE.UU. en Tegucigalpa, Honduras, realizado en 1992, se lee lo siguiente en su párrafo final en la página 31: "Después de haber hablado con el agente especial Foster sobre los arreglos para esta entrevista, Posada fue recientemente a la Embajada de Venezuela aquí y se identificó ante ellos. A él se le dijo que el gobierno de Venezuela `no tenía ningún problema político' con que Posada fuera a los Estados Unidos".

Se desprende la complicidad del gobierno de Carlos Andrés Pérez, cuyos funcionarios conocieron a principios de 1992 dónde estaba Posada y que quería ir a los Estados Unidos. No les interesó ni detenerlo ni hacer nada en relación con el prófugo de un juicio pendiente por un brutal acto de terrorismo.

¿Por qué?

La pregunta merecería una respuesta, todavía hoy pendiente.

Pero sería una más, porque ninguna de las interrogantes del caso han sido respondidas ni por la CIA ni por el gobierno de los Estados Unidos.

Después de conocer todos estos elementos, solo puedo recomendar volver a la pregunta inicial y que usted, amigo, saque sus propias conclusiones

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Reinaldo Taladrid Herrero

Reinaldo Taladrid Herrero

Periodista, conductor de programas de Radio y Television, así como panelista de la Mesa Redonda.