Imprimir
Inicio »Opinión  »

Alianza entre contrarrevolucionarios

| +

La cosmopolita ciudad de Miami es conocida también como el depósito de todos los  criminales prófugos de decenas de países que han encontrado refugio seguro al sur de la Florida, allí por más de cuatro décadas decenas de terroristas anticubanos cohabitan, como personas honorables, junto a otros de su propia laya procedentes de los más remotos confines. Ahora se le han sumado cientos de venezolanos opuestos a las transformaciones revolucionarias que se producen aceleradamente en su país de origen, desde abril del 2002 se les han unido los golpistas derrotados por el pueblo venezolano.

Empresarios, políticos golpistas, ex militares, confundidos ante los cambios y traidores consumados buscan la alianza con los contrarrevolucionarios anticubanos, expertos en defraudar el fisco estadounidense, en promover y ejecutar actos de terror por todo el mundo, incluido los realizados por más de treinta años en y contra Venezuela.

Venezuela como país solidario y amigo de Cuba ha sido blanco de las acciones de los terroristas anticubanos, revolucionarios venezolanos han sido perseguidos por cuerpos represivos organizados, dirigidos y entrenados por anticubanos que al servicio de la Agencia Central de Inteligencia, organizaron a la policía y a otras instituciones armadas venezolanas en la década de los sesenta y setenta, escuadrones de la muerte que desaparecieron a venezolanos por el simple hecho de discrepar de los gobiernos de entonces.

Anticubanos como Luis Posada Carriles, el tristemente celebre "comisario Basilio", que organizó primero la Dirección General de la Policía, (DIGEPOL) y después fue jefe de alto nivel de la Dirección de Inteligencia, Seguridad  y Prevención, (DISIP);  otro criminal fue Ricardo Morales Navarrete, que llegó a ser jefe de la tenebrosa División 54 de la DISIP; José Pepe Vázquez Blanco, que fue segundo jefe de ese cuerpo represivo, Rafael Rivas Vázquez y otros de connotados pupilos de la CIA.

Estos criminales, según el documento del FBI No. 105-304390  al Director de esa agencia, del 16 de agosto de 1978, recibieron al terrorista internacional Orlando Bosch Avila el 8 de septiembre de 1976 en el aeropuerto de Maiquetía, cenaron con él en el restaurante La Hacienda y le dispensaron toda clase de atenciones y le brindaron seguridad, armas y documentos que lo acreditaba como funcionario de la DISIP. Todo esto exactamente a un mes del brutal crimen en Barbados, donde un avión civil cubano estalló en el aire como resultado de un sabotaje urdido precisamente por Bosch y Posada, con la participación de dos mercenarios venezolanos y en el cual murieron 73 personas en su mayoría jóvenes. Este documento desclasificado es prolijo en detalles sobre el soporte dado a los terroristas anticubanos. El pueblo  venezolano tiene derecho a conocer quienes son estos criminales y el daño que han hecho a la nación que los acogió.

La mafia miamense y los contrarrevolucionarios venezolanos, han organizando y financiado actos contra el gobierno de Hugo Chávez Frías y la Revolución Bolivariana. Entre estos delincuentes se destacan Antonio Calatayud Rivera, quien a cambio de grandes sumas de dinero, organiza grupos de cabildeo a favor de la contrarrevolución venezolana, con el apoyo de los legisladores federales que representan a la mafia en el Congreso de Estados Unidos.  La prensa de Estados Unidos ha publicado las actividades y declaraciones de Joe García, de la Fundación Nacional Cubano Americana, FNCA, quien dejó entrever que  su organización utilizará su "poder" en Washington, a favor de la oposición golpista venezolana. 

Las relaciones estrechas entre los mafiosos terroristas de la contrarrevolución cubana y la  opositora "Coordinadora Democrática de Venezuela" han propiciado reuniones frecuentes entre sus cabecillas y los directivos de la FNCA, en las que se han organizado actos públicos en Miami, donde han participado sujetos como Carlos Ortega, titulado dirigente de la "Confederación de Trabajadores de Venezuela". Últimamente, grupos de contrarrevolucionarios venezolanos, se entrenan militarmente en la Florida, y el alcalde de origen cubano de esa ciudad, entregó las llaves de Miami, al máximo cabecilla del golpe  fascista del 11 de abril del 2002, Pedro "El Breve" Carmona.

La contrarrevolución anticubana cuenta con agentes en Venezuela, como el batistiano Gustavo  Cisneros, de origen cubano, que comanda a través del control de la prensa, la subversión contra el gobierno de Chávez, con el apoyo de contrarrevolucionarios también de origen cubano, como el  fallecido Obispo Eduardo Boza Masvidal, quien desde su púlpito en los Teques arengaba contra las conquistas sociales en Cuba y en Venezuela.

El sindicalista Eduardo García Moure, el periodista Salvador Romaní Orue, el terrorista habitual Nelsy Ignacio Castro Matos y los antiguos personeros de la DISIP, como los mencionados Rivas Vázquez, Vázquez  Blanco y los venezolanos Joaquín Chafardet y Hermes Rojas, incondicionales del terrorista internacional Luis Posada Carriles y enemigos acérrimos de la Revolución Bolivariana.

Durante estas cuatro décadas intereses venezolanos han sido blanco de acciones terroristas de grupos anticubanos radicados en el Sur de la Florida en 18 ocasiones, entidades estatales, públicas, líneas aéreas, aviones civiles han resultados dañadas por el terror que ahora se ha aliado a los terroristas venezolanos. En el terror mediatico, se destaca el periodista contrarrevolucionario Romaní Orue, el mismo que arengó a las turbas asesinas durante el golpe castrense para que invadieran a la Embajada de Cuba en Caracas, que soñó con ver linchados a los diplomáticos cubanos en las calles caraqueñas como un anticipo de los tres días para matar invocados en Miami por su entrañable amigo Agustín Tamargo para después de la caída de la Revolución en Cuba.

Los fines son los mismos:  derrocar  a las Revoluciones de Cuba y de Venezuela, de ahí la afinidad de los contrarrevolucionarios para alcanzarlos, son enemigos de un mundo mejor para los pueblos, de la distribución equitativa de la riqueza, de la preservación de un mundo sano para las futuras generaciones, de la paz real y efectiva para todo el planeta, su esencia contrarrevolucionaria los asocia, pero tal y como han fracasado en Cuba, fracasarán en la Patria de Bolivar.

 

Haga un comentario



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

José Luis Méndez Méndez

José Luis Méndez Méndez

Escritor y profesor universitario. Es el autor, entre otros, del libro “Bajo las alas del Cóndor”, "La Operación Cóndor contra Cuba" y "Demócratas en la Casa Blanca y el terrorismo contra Cuba". Es colaborador de Cubadebate.