Comparte tu historia sobre la Crisis de Octubre de 1962
Los días luminosos y tristes de la Crisis de Octubre. Foto: Archivo.
Hace unos días, un usuario nos pedía en los comentarios de Cubadebate hacer una convocatoria similar a la que lanzamos en la sección La Tira de los Lectores.
Envíanos a nuestro correo comentacubadebate@gmail.com o escribe en los comentarios tu recuerdo sobre la Crisis de Octubre de 1962.
Comparte tu historia, o la de tus padres y abuelos, sobre este momento de la historia de Cuba.
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Estimado Randy:
En una anterior convocatoria a publicar una foto, estuve de acuerdo con lo planteado con un forista sobre el particular, al cual respondiste, anunciando el despliegue de esta convocatoria. No queda más que felicitar a Cubadebate por la iniciativa.
En lo particular, ni siquiera tengo una historia personal que aportar. Al ocurrir los famosos 13 días, ni siquiera había abierto los ojos al mundo, pero, como todos los nacidos al siguiente año, buena parte de ellos engendrados a calor de aquellos acontecimientos, es decir, con pleno conocimiento de causa, reclamo mi derecho a decir. Posiblemente les asombre a muchos, incluso a algunos cronológicamente lejanos a aquellos tiempos, pero aquí, que nadie tembló, al contrario de la diarrea crónica que se adueñó de muchas personas allende los mares, aquí repito, a nuestros compatriotas les dió, entre otras cosas, por perpetuar la especie, en medio de la reafirmación de su patriotismo. Y los que fuimos engendrados en medio de aquella marea de bravura, no podíamos ser menos que nuestros padres. Y, en ese crisol aprehendimos nuestra idea fundamental; la defensa de la Revolución dependía, depende y dependerá de la disposición y el patriotismo de sus hijos de combatir hasta la última gota de sangre.
Otras veces que ha salido el tema he sugerido que, ya sea por la Oficina del Historiador o por cualquier otra instancia y siempre en conjunto con la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, se debería de hacer un levantamiento de todos los cubanos y cubanas que fueron actores de aquella gesta que vivió la Revolución en sus primeros 5 años.
Por el desgaste logico de los años, ya una buena ´parte de esa generación va llegando al fin de sus días, y con muchos de ellos se van historias, vivencias, enseñanzas que nunca se podrán recuperar.
De la importancia de esto caí en cuenta cuando hace un tiempo, por estos días, acompañé a mi anciano padre, (aun vivo y con bastante buena memoria a sus 96 junios), a una actividad de entrega de medallas a los combatientes de Girón, en el municipio La Lisa. Me entristeció ver que mi Viejo, a causa de su sordera, no podía participar, como sé le hubiese gustado, en las animadas charlas de sus antiguos compañeros de trincheras. Aun detrás de sus gruesos espejuelos, a aquellos hombres encorvados por el peso de los años y con bastones sostenidos por manos de mil arrugas, les volvía el brillo de juventud a sus gastados ojos al rememorar aquellos tensos y gloriosos momentos. No había alardes de super-héroes, todo lo contrario, se les notaba en sus voces y gesto la humildad de quien reconoce que había y hay una causa mayor por la que entonces ellos estuvieron, y aun hoy están, dispuestos a entregar la vida si fuese necesario. Allí sumé mil historias más a las ya contada por mi padre, (y las de mi madre, que en las cuadras de mi barrio también se respiró tensión y hubo derroche de valor enfrentando a los quintacolumnista).
En ese tiempo yo prestaba servicio cómo soldado en el batallón de seguridad en la base aérea de San Antonio de los Baños ahí los aviones norteamericanos sobre volaban bajito sobre el área de nuestra unidad para provocar que agrederiamos pero la orden era no dejarse provocar
Tengo el recuerdo de días lluviosos, típicos de octubre y sombras de preocupación en el rostro de mis padres, que hablaban bajito, pero no falté a mi escuela querida, entregada por el Comandante Camilo Cienfuegos, a sólo unos días del triunfo de la Revolución. " La tarea de ustedes es estudiar, nos dijo el maestro y no recuerdo haber sentido miedo. Tampoco sabía bien que tan peligroso era lo que estaba sucediendo.
A tantos años de la Crisis de Octubre, recuerdo aquellas palabras de Raúl, cuando dijo que, nadie más que nosotros mismos podíamos destruir la Revolución. Creo que debemos tener los ojos bien abiertos, porque son muchos años de presión y competencia desleal del mayor imperio del mundo contra nuestra pequeña isla y la mentira, vestida de lentejuelas y las realidades que nos golpean son fuertes. Resistir y no dejarse engatusar. Viva Cuba Libre!
Recuerdo que fueron muy triste esos días, yo era casi un niño, vivian en una finca, frente a mi casa ubicaron postas de milicianos muy jóvenes procedente de Bahía Honda y otras zonas del norte de Pinar del Río, todas las mañanas antes de irme para la escuela mi tarea era llamar a los muchachos como lo llamaba mi progenitora para que vinieran a desayunar, ellos siempre señalaban no poder abandonar su puesto, entonces buscabamos una bandeja para llevarles los alimentos y el café, un día el Jefe del Batallón de visita en el área visito la casa averiaguando como se comportaban los soldados, mi madre les respondio que como verdaderos guerreros pues no se separaban de su posición ni un minuto, ella le comunico al oficial que les brindaba alimentos, agua y otros productos porque los sentia como si fueran sus hijos, además, si tenía que estar allí con ellos combatiendo lo hacia a gusto porque apoyaba a la Revolución, por suerte todo paso y con el tiempo supimos, yo por mi edad y mis padres por las explicaciones que nos hizo un amigo de la familia que era oficial del Minint el grave peligro que vivió en esos días la humanidad y Cuba en particular. Esta es una historia que a la luz de estos días los gobernantes del gobieno de los EEUU están alimentando con su apoyo a los ugranianos que están desesperados porque el mundo se vea envuelto en un conflicto bélico de grandes proporciones al utilizarse armas nucleares, no se dan o no quieren darse cuenta
de la envergadura de un hecho de esa naturaleza, solo por la avaricia, el querer demostrar la potencia y la prepotencia que los matas porque piensan que a ellos nada les va a pasar, la humanidad tiene el deber de convocar a los seres racionales para evitar esa confrontación, pues seria el fin del mundo. Gracias por esta oportunidad que nos ha dado Cubadebate.
Soy médico graduado en 1967 Curso del Médico Guerrillero. Estando becado en el edificio de MALECÓN Y 12 EN 2DO AÑO DE MEDICINA EN 1962 NOS MOVILIZAMOS A COGER ENTRENAMIENTO EN EL ACTUAL EDIFICIO DE DE GIRON QUE TODAVIA NO ERA INAUGURADO, A PREPARARNOS A MANEJAR LAS PIEZAS DE ARTILLERIA ANTIAEREA CAD 30 DEL QUE FUIMOS ARTILLEROS EN DEFENSA AEREA DE LA CIUDAD DE LA HABANA Y EN APOYO DEL CENTRO SOVIETICO. LAS ALUMNAS FUERON MOVILIZADAS POR TODO EL PAIS COMO AYUDANTE DE ENFERMERIA. EL COMANDANTE EN JEFE IBA CONSTANTEMENTE A NUESTRO ENTRENAMIENTO. NUESTRO JEFE ERA EL ACTUAL COMANDANTE DELIO GOMEZ OCHOA
Recuerdo la Crisis de Octubre con mucha nostalgia, tenía 15 años y estaba en el Escambray en la Lucha Contra Bandidos, específicamente en lo que es hoy las Arroceras Sur del Jibaro, nuestra misión consistía, heramos una escuadra 7 militar con un político, desde muy temprano salíamos por esa región a hablar con los campesinos y hacernos ver en la zona hasta el anochecer que regresábamos al lugar seleccionado para dormir, así lo hacíamos todos los días recuerdo los aviones que nos pasaban rasante, en verdad yo no tenia mucha conciencia de lo que estaba pasando ni de lo que podía pasar, eso sí dispuestos a todo allí ni había términos medios. Luego paso a otras misiones relacionadas con el mismo asunto y al final unas operaciones que se estaba haciendo contra una banda de alzados que capturamos completamente, recuerdo que en las caminatas me quede descalzo, por eso pase a cuidar recurso en un monte y participo en las operaciones porque mi viejo me había prestado un par de zapatos y pase a peinar montes. No digo yo, si no, se va a recordar esos tiempos con nostalgia. Como han pasado cosas.
Buenas tardes. Tuve la oportunidad de leer el libro sobre la crisis de octubre editado en Cuba, donde se realiza el análisis por las partes participantes del surgimiento de la misma y las consecuencias que hubiese podido traer.
Este libro para mí ha sido uno de lo más interesante que he leído de nuestra historia; sería una oportunidad necesaria hacer otra publicación sobre el mismo y utilizarlo como medio educativo y de conocimiento de esos días que conmovieron a Cuba y al mundo.
Corrían los primeros días del mes de enero de 1962, estábamos aún con el fango en las botas por el cumplimiento exitoso de nuestra reciente misión en la Campaña de Alfabetización, en mi caso en el firme de la Sierra Maestra, como brigadista Conrado Benítez, y ante el llamado de Fidel para que nos incorporáramos a los estudios, escogí, alentado por mi hermana, la carrera de piloto de combate.
Tenía 14 años cuando ese mes de enero ingresé en las FAR, como cadete del entonces Instituto Técnico de Aviación, ITA, en su sede de la base militar de Ciudad Libertad, en 19 y 84, Playa.
Los primeros meses de entrenamiento militar y nivelación de nuestro nivel educacional. Recuerdo con mucho agrado a mi Jefe de Pelotón, Servio Borges, que años después fuera un exitoso Director del equipo Cuba de Baseball. Era el 3er pelotón de la Compañía 1. Yo era su segundo.
A medida que avanzaban los meses de ese año de 1962, las tensiones por la posibilidad de una agresión a nuestro país aumentaban, llegando a su momento tope en el mes de octubre. Ya semanas antes habíamos comenzado a crear las condiciones de defensa ingenieras dentro de la propia Base, con la construcción de sistemas de trincheras, refugios antibombas, y la instalación de sistemas de defensa antiaérea. El terreno de la base es de arrecife con una pequeña capa vegetal, por lo cual construir esos sistemas a pico y pala y con barretas no era tarea nada sencilla, pero se hicieron.
Octubre llegó con su máxima tensión. Todos los días, ya en los momentos más graves de la crisis, daban la alerta a las 3 am y corríamos hacia las trincheras, en ese momento, generalmente, llenas de agua de lluvia, pues ese octubre fue un mes lluvioso y de frío. Todos los días esperábamos la invasión o el bombardeo de nuestra Base. Los aviones norteamericanos pasaban rasantes casi todos los días por encima de la base, para provocar a nuestras defensas antiaéreas. Los barcos de guerra a la vista [eran solo 3 millas de mar territorial, que años después se extendió a 12 millas] a lo largo de la costa frente a La Habana.
No había miedo, asumíamos nuestra misión hasta con cierto nivel de desprecio por la vida, sencillamente solo pensábamos en defender a nuestro país del posible ataque de la mayor potencia militar del mundo, y que solo pudieran ganar terreno por encima de nuestros cadáveres.
Las noches antes de tocar silencio a las 10 pm, las pasábamos en los refugios construidos, y había cierta competencia en lograr el mejor refugio, lo cual contemplaba, en no pocas ocasiones, hasta un traguito de ron y luz elécrica.
Finalmente pasó esa crisis. Después vinieron otras hasta nuestros días, de diferente calibre, de diferente forma, pero lo que nunca cambió ha sido la disposición de la mayoría de nuestro pueblo por defender la Revolución al precio y costo que sea necesario.
Ese año, al culminar el primer año de secundaria basica en la escuela Heroes de Yaguajay, en el actual municipio Playa, fuimos a Baracoa Oriente a recoger café, corria el mes de septiembre. Tenia 14 años. Alli nos sorprendió la crisis de octubre y el Comandante dió la orden de que ninguno de nosotros bajaramos de las montañas. Vimos en varias ocasiones, pasar sobre nuestras cabezas, en vuelo razante los aviones yankys apostados en la Base Naval de Guantanamo. No conocimos, hasta terminada la crisis, del peligro que corrimos los cubanos y el mundo en tan peligrosa contienda. Bajamos en noviembre y nuestros padres nos contaron esos hechos con lagrimas y la alegría de estar vivos y la conviccion de haber crecido como nacion. Como dijo el Che, nunca antes habia brillado tanto un estadista, nuestro Fidel.
A fines de 1962 estando participando junto a mis compañeros del Instituto de Idiomas"Pablo Lafargue"en la recogida de café en la zona de Micara en Mayari, donde pasamos la Crisis de Octubre, coincidimos con un soviético de los que se hallaban dislocados en la zona de Tumba Siete, quien nos comentó que de producirse una agresión norteamericana, la BNY de Guantánamo estaba llamada a desaparecer por la coheteria soviética emplazada y enfilada en esa dirección. Meses más tarde, en febrero 1963 las FAR nos convocó a hacer prácticas del idioma en la Base Aérea de San Julián en Pinar del Río, donde aún permanecían un grupo de especialistas y soldados soviéticos remanentes de la crisis, esperando su retorno a la Unión Soviética y todos ellos con un alto espíritu de combate y amistad
Era reservista de la UM 2313, trabajador del MINCEx y estaba de vacaciones en Oriente cuando oí la noticia de la movilización. Cuando llegue dónde estaba destinada mi Unidad en las inmediaciones de Guanajay con la esperanza de que las trincheras estuvieran abiertas tuve que dar mucho pico y pala. Dormíamos en chozas hechas por nosotros al lado de las trincheras. Los aviones Yankees nos volaban tan bajo que se les veía la cara a los pilotos. Varias veces nos dijeron que los Yankees habían desembarcado por la costa y ocupa amos las trincheras pero como no pasaba nada me dormía esperándolos en la propia trinchera. En la noche se improvisan congas; el tema preferido? Nikita, jorobita, lo que se da no se quita
Corrección: La consigna coreada a voz viva en las calles era "Nikita, mariquita, lo que se da no se quita... " La historia como fue....
Agregaría a mi comentario anterior que el hotel de Oriente donde estaba vacacionando cuando se llamo a la movilización estaba de Luna de Miel el jefe de personal de mi Ministerio y a mí se me ocurrió nada menos que tocarle la puerta de la habitación, decirle lo que estaba pasando e informarle que me iba para la Habana para incorporarme a mi Unidad con la ingenua idea de que el hiciera lo mismo
Todavía lo estoy esperando
Con 14 años era el miliciano 177, 4to pelotón 3ra compañía del batallón 176, basado en la Coronela Habana.
Cuando Fidel el 22 de octubre en la tarde noche hablaba al pueblo y declaraba la movilización general, mediante alarma de combate , caminaba a mi batallón y de ahí, a las afueras de guanajay, defendiendo en la dirección Mariel; no teníamos claro que en las lomas del Esperon al noreste del pueblo, se encontraba un emplazamiento de cohetes nucleares,; en las cercanías del puesto de mando del Batallón había una estación de ferrocarril donde las pipas de combustible de los soviéticos abastecía de combustible.
Estando de posta allí un chófer, quizás al ver mi adolescencia, quizá hacerse una foto conmigo, ni idea de esa cultura.
Habíamos leído la carretera de Volokolan, los Hombres de Pánfilo y estábamos imbuido de la decisión de combatir contra el invasor.
Caminando con el jefe de Plana Mayor del Batallón, el Tte de milicias Carlos Torres Pagan, en ese momento era una especie de enlace , volaron a la altura de las Palmas los F100, y el barrigaso fue monumental.
Estando de guardia 26, para 27 en la Jefatura del Batallón me tocó recibir el telefonema donde se transmitía la orden del Comandante en Jefe, que al amanecer se le hiciera fuego con todos los medios a los aviones que volaran a baja altura.
Allí escuchamos el discurso de Fidel donde se exigían los cinco puntos que Cuba planteaba para concluir la crisis y la determinación de no permitir inspección en nuestro territorio.
En mi vida revolucionaria me toco participar en otros eventos trascendentales y de riesgo, pero recuerdo con mucho sentimiento ese episodio, en la historia de mi país.
Ese año surgió el plan de becas para sobre todo aquellos jóvenes que habíamos participado en la campaña de alfabetización. Recuerdo que estaba estudiando en la Escuela Tecnológica Frank País en Ceiba del Agua, donde como parte de la preparación, recibíamos instrucción militar para la defensa del país.
El aquel momento no teníamos conciencia de la gravedad del.momento que vivíamos. Pero el 24 de octubre fuimos dislocados y movilizados en una zona de Alquizar.
Mochila casco, cámara antigas y fusil fueron nuestros atuendos durante 30 días.
Hoy sentimos el orgullo de ser protagonistas de esos tiempo que nunca podremos olvidar por su comnotacion y porque en esos días de movilización cumpli mis 15 años .
A que estirpe de cubanos pertenecemos!
ADJUNTO ENVÍO EL TEXTO ESCRITO POR EL CO. NELSON MONTIEL BENÍTEZ, JEFE DEL GRUPO DE ARTILLERÍA EN LA UNIVERSIDAD CENTRAL MARTA ABREU DE LAS VILLAS, ACERCA DE LOS ACONTECIMIENTOS QUE SE DESARROLLARON EN ESE PLANTEL RELACIONADOS CON LA CRISIS DE OCTUBRE
Recuerdos de la Crisis de Octubre de 1962
La Crisis de Octubre fue para el pueblo cubano un acontecimiento extraordinario que puso en tensiòn a todos.
Todos sentimos el temor por lo catastròfico de una posible Guerra nuclear con consecuencias impredecibles.
Pero para los revolucionarios Cubanos significò una inequìvoca convocatoria a tomar las Armas en respuesta a la amenaza del Norte Enemigo
Fue un llamado del Cmdte. en Jefe , Fidel Castro. Fue un llamado que nos involucraba a todos los revolucionarios. Fue un llamado de la Patria.
Un grupo de jovenes nos encontràbamos estudiando en la Univesidad Central en un curso preparatorio para el ingreso universitario y allì nos sorprendiò la Crisis de Octubre.
Recientemente se habìa constituido, por orden del Cmdte Juan Almeida Bosque, en el momento, Jefe del Ejèrcito del Centro, un Grupo de Artillería de Morteros de 120 mms., constituido por jòvenes que, en su mayorìa no rebasaba los 20 años, Incluso, algunos adolescentes.
Nos encontràbamos inmersos en nuestros estudios docentes y también en el dominio de la tècnica recibida cuando nos sorprendiò la Crisis de Octubre y, de inmediato, nos movilizamos dando total prioridad a la tensa situaciòn creada.
Los Morteros, con todo su equipamiento, que incluìa un almacèn con un mòdulo de 1600 granadas de Guerra bajo nuestra custodia ocuparon nuestra mayor atenciòn.
La preparaciòn combativa, el alistamiento para el combate fue primera prioridad.
Las aulas, law obligaciones estudiantiles pasaron a un segundo plano.
Lo primero: salvar la Patria amenazada.
Nos involucramos en una preparaciòn combativa intensa.
Ello , y las guardias para el cuidado de los recursos militares recibidos demandaron de los Artilleros la prioridad numero uno. No habia mucho tiempo para el descanso.
La disciplina, el grado de responsabilidad se elevaron al màximo.
Los oficiales dedicados, cada cual a su nivel, a hacer el dominio del mando en el cargo correspondiente.
Los soldados al manejo y dominio de las pesadas y complejas piezas de Artillerìa.
Fueron dias complejos, tensos, viendo y sintiendo los vuelos rasantes de la aviaciòn Yankee.
Ante el inminente peligro, vinieron padres en busca de sus hijos pero ni uno solo de aquellos jóvenes Artilleros abandonò su puesto de combate, muestra absoluta de disciplina, firmesa, convicciòn revolucionaria.
Ni siquiera hubo UNO que solicitara un pase. Y pudo haber algún motivo justificado.
No fue necesario imponer la disciplina. Fue conciente, absolutamente voluntaria.
Los milicianos del Batallòn universitario 316 y su compañia femenina no quedaron a la saga.
Cada revolucionario: Milicianas, Milicianos, Artilleros dio muestras de firmesa y adeciòn revolucionaria.
La Universidad Central de Las Villas se convirtiò en hervidero revolucionario. Los pasillos se vistieron de uniforme Miliciano y de Verde Olivo Artillero.
La reacciòn silenciosa, apagada, opacada.
Nelson Montiel Benìtez
El Jefe de aquel Grupo
El 27 de octubre envié mi testimonio sobre el asunto por el correo electrónico a la dirección indicada y no he recibido respuesta de recibido
El 22 de diciembre de 1961en el acto para declarar a Cuba como "Territorio Libre de Analfabetismo", los brigadistas "Conrado Benítez" congregados allí, corearon "Fidel, dinos qué otra cosa tenemos que hacer", a lo que respondió, "estudiar", ante la necesidad del país de fuerza calificada para el desarrollo de la nación.
Por ello, miles de jóvenes nos incorporamos de inmediato, al plan de becas que creó la revolución.
Solicité estudiar obrero calificado en mecánica automotriz, otorgándome una matrícula en la Escuela Tecnológica Frank País, Ceiba del Agua, incorporándome el 28 de febrero de 1962. El director de la escuela, primer teniente Padrón Naranjo iba recibiendo a los futuros estudiantes ómnibus por ómnibus, dando una explicación de las características de la escuela. En su intervención señalaba que por la amenaza permanente del imperialismo a nuestro país y su revolución, el Cmdte en Jefe había indicado la necesidad de organizar cursos de preparación militar por 45 días (que se extendieron los 2 años y medio aproximadamente que duró el curso escolar), para integrar unidades de la reserva como artilleros.
Al día siguiente se comenzó a conformar los grupos de artillería coheteril terrestre BM 13, conocida como las Katiuskas, armamento que tuvo un papel protagónico durante la 2da. Guerra Mundial.
Fueron días intensos de preparación física y teóricas en el dominio de la técnica combatía, hasta septiembre que combinavamos la preparación militar y la docente.
Es el lunes 22 de octubre de 1962 en horas de la tarde, que el Cmdte en Jefe dió la orden de alarma de combate a todo el país, ante la amenaza de una invasión por el gobierno de Estados Unidos, con el pretexto de la presencia de los cohetes soviéticos emplazados en Cuba. Ese día me encontraba de guardia en lo se denominaba emplazamientos, lugar donde se encontraban parqueadas las baterías de lanza cohetes, enmascaradas con vegetación natural. Recuerdo que sobre las 2 de la tarde, el jefe de transporte me fue a buscar para dirigirnos a la zona de Guajaibon antes de llegar al Mariel, a buscar unos postes con el propósito de hacer una cerca perimetral alrededor de los emplazamientos citados anteriormente.
De regreso a la escuela sobre las 5 de la tarde, comenzó una llovizna típica del mes. Próximo a Vereda Nueva, se encontraban en posición de "orden marcha" una unidad de artillería de cañones obuses, lo que nos llamó la atención.
Al llegar al albergue, había tremendo reguero y todos los compañeros estaban para los emplazamientos; solo pudimos comer algo e incorporarnos al resto del grupo y empezar a crear condiciones en espera de la orden de marcha al punto de concentración a la espera de la misión de combate.
Entrada la noche el Jefe de Grupo, teniente Jorge Ibrahim, da la orden de "a formar" y dió una explicación sobre una agresión al país por tropas norteamericanas y la posibilidad de entrar en combate en breve tiempo. Expresó que el que no estuviera en disposición de participar, diera un paso al frente. Nadie se rajó. A la exclamación de "Patria o Muerte", indicó de inmediato la orden de ocupar los puestos para salir en marcha al punto de espera para ir al combate.
Lo significativo en todo ésto es que a mi, momentos antes, me nombraron jefe de pieza, ya que el compañero que era el jefe, no se había presentado a la escuela después del día de pase. Lo engorroso era, yo no sabía qué tenía que hacer como "jefe de pieza", porque hasta ese momento era sirviente de pieza (cargador). No obstante, en breve tiempo aprendí las funciones del cargo.
Así pasaron los días de espera, incluyendo vuelos casi rasantes de aviones de combate norteamericanos, hasta que se dió la orden de abrir fuego a las baterías antiaéreas que nos daban protección.
El 12 de diciembre se dió la orden del cese de la "alarma de combate"; hicimos breve estancia en la escuela y continuamos hacia Candelaria para la realización de prácticas con tiro real.
Culminado el ejercicio, fundamentalmente los sirvientes de piezas, nos dedicamos a las prácticas para el desfile militar del 2 de enero por la Plaza de la Revolución.
Es de signicar, que la mayoría de los participantes en esta gesta, contábamos entre 14 y 18 años.