Cubadebate

Hoy nuevamente he despertado con sensaciones raras en mi mente y en mi pecho. El 2020 y el 2021 han cambiado los amaneceres, días a veces rápidos que no te das cuenta que han pasado y otras veces atardeceres y noches densas como melaza que se pega a cada segundo, con la incertidumbre de quien espera una sentencia.¡ Cómo nos cambia la vida caramba !.
Ahora miro por el lente de mi cámara, la cinta amarilla y el cartel que prohíbe el paso a mi apartamento, mi pensamiento es recurrente de que algo puede pasar. "5 días terribles de un año terrible".
¡ Al fin una señal !.
Alguien de silueta delgada, ojos de brillo cariñoso, cuyos rasgos no pueden ser ocultados detrás de la cobertura verde y careta acrílica.
¡ Su silueta fulgura !
¡ Es Maritza !.
Mi enfermera de muchos años, cuya sonrisa me ha calmado difíciles momentos. Abejita de consagrada labor que de blanco viste y ahora la sobrebata verde ha matizado aun más su pureza, esa Maritza que ha visto crecer varias generaciones bajo su cuidado.
¡ Maritza va a decir algo !
--A todos los pacientes de esta escalera: TODOS LOS PCR HAN DADO NEGATIVOS. SIGAMOS DISCIPLINADOS.
A mi se me apagó la cámara..heee..!?
Gracias Maritza, "TU ERES LA MEDICINA CUBANA".

A LA MAÑANA SIGUIENTE
Por: José Ernesto Larín Martínez
Santiago de María, Usulután, El Salvador, C. A.

Cuando estaba en la infancia esperaba el 24 de diciembre con ansias y sueños de que me iba a dejar el Niño Dios, creencia que me había inculcado mi madre y que es parte de mi conciencia social religiosa y que perduró mucho tiempo. Yo siempre tuve un regalo que encontraba, en la mañana del 25 de diciembre, debajo de mi almohada en mi cama de cordeles.

Digo que perduró mucho tiempo esa creencia hasta que mi madre me confesó que era ella quien se rebuscaba para comprar el regalo del niño Dios. Cuando hago referencia que se rebuscaba es porque vivíamos de su trabajo de costurera y de lo que recogíamos nosotros, mi hermano y yo, durante la temporada de café y de otros trabajos que realizábamos durante el año.

Nos contaba mi madre, ya nosotros adolescentes, que un 24 de diciembre no tenía nada para comprarnos el regalo que habíamos pedido (un carrito de cuerdas para mí y una pistolita para mi hermano); así que nos dijo que aunque nos habíamos portado bien todo el año, posiblemente no le iban ajustar los regalos, al niño Dios, para nosotros; así que nos acostamos sin la esperanza de tener el regalo pedido. Dio la casualidad, que cuando nosotros estábamos dormidos, llegó de visita un hermano de mi madre y le preguntó ¿Merche y a los cipotes ya les compraste el regalo? Y mi madre le contesto no ¡tengo nada de pisto para comprárselos! Y mi tío le dijo ¡vamos a comprárselos!

Fue así, que al despertarme por la mañana de ese 25 de diciembre, con duda levanté mi almohada y allí estaba mi carrito y desperté a mi hermano para que buscara él también debajo de su almohada y con alegría grito !Mirá Neco mi pistolita de tubos, existe el Niño Dios, existe!. Todavía no había venido al país la creencia en Santa Claus.
Otra alegría, a la mañana siguiente del 24 de diciembre, era lo de ir a buscar los restos de la pólvora que reventaban las familias que podían comprarles a sus hijos o hijas; como cuetiyos, triquitracas, buscaniguas, morteros, metralletas, platillos voladores, etc, que no habían reventado, en su momento; y todos nosotros, los descalzos, disfrutábamos sacándoles la pólvora y quemarla; acompañándola con risas y gritos de alegría; para luego compartir los juguetes con aquellos que no habían tenido la dicha de tener un regalo del Niño Dios.

FUNDACIÓN DE UN PARTIDO
Por. Lic. José Ernesto Larín Martínez

El día 1º de Septiembre de 1992 la dirigencia del FMLN se reunió en la ciudad de San Salvador para firmar el Acta de Constitución del FMLN como Partido Político. Este hecho se enmarca dentro de los compromisos adquiridos en Chapultepec (Méjico) con la firma de los Acuerdos de Paz el 16 de enero de 1992.

Se constituyó el Partido Político Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN, con los siguientes ciudadanos salvadoreños como miembros fundadores: Salvador Sánchez Cerén, Joaquín Villalobos Huezo, Schafik Jorge Handal, Francisco Alberto Jovel Urquilla, Eugenio Chicas Martínez, José Luis Quan Pineda, Manuel Orlando Quintero Aguilar, Norma Fidelia Guevara de Ramirios y finalmente Miguel Mármol (uno de los fundadores del Partido Comunista de El Salvador junto con Farabundo Martí, Pedro Geoffroy Rivas y otros).

La Constitución del FMLN en Partido Político legal representó un hecho histórico y trascendental en la sociedad salvadoreña que cerró doce años de lucha armada por la conquista de mejores condiciones de vida para la población del país, y abrió un nuevo período en el cual todos los miembros del FMLN se manifestaran públicamente y que sus seguidores pudieran demostrar abiertamente el apoyo a los objetivos políticos del Frente.

Con este paso el FMLN se aprestó a la participación plena en su primera lucha electoral que culminó en marzo de 1994, pero sobre todo, y en la medida que se fueran cumpliendo los acuerdos de paz, tendrían mejores posibilidades en la defensa permanente de los intereses populares y en la promoción de un Estado verdaderamente democrático.

A finales de noviembre del año 1992 me visitó Edgard Gómez, en mi residencia de la Colonia El Guarumal de Santiago de María, para comunicarme que estaba invitado por el partido FMLN a una reunión que se realizaría en el comedor Chinita, el cual estaba situado cerca de la iglesia el Calvario en Usulután. Yo le dije que asistiría. En la reunión me llevé la sorpresa de la presencia de Schafik Hándal. En el transcurso de la reunión él nos relató los acontecimientos de la guerra civil salvadoreña, nos hizo mención del proceso que se siguió para la firma de los Acuerdos de Paz y, la parte más importante fue sobre la conformación del partido en el departamento de Usulután. Al terminar la reunión me saludó y me manifestó ¡vos me parecés conocido, pero no me acuerdo donde te he visto! Yo le contesté que en una reunión en Chinameca, en el año de 1969, entonces me dijo a ¡Ah, vos sos Neco el primo de Ricardo Martínez! (Ver artículo EL PRIMER CANDIDATO A ALCALDE DE CHINAMECA DE UN PARTIDO DE IZQUIERDA, en Facebook) y seguimos platicando los asistentes con él, oyendo sus aventuras y sus chistes.

Después de esa reunión dispusimos con Edgard fundar el partido del FMLN en Santiago de María. Pasaron unos pocos días cuando me visitó Edgard, nuevamente, para decirme
Que había llegado el momento de fundar el partido y elegir nuestro primer candidato a alcalde por el FMLN; y que la reunión sería, el domingo en la Casa Comunal de la Colonia 9 de Noviembre, (no me acuerdo de la fecha de ese domingo, pero existe un acta de la primera reunión),

Ese domingo llegué a la Casa Comunal y allí estaba Roberto Castillo Batlle, Mauricio Ramírez, Paty de Duke, Edgard Gómez y pocas personas de las convocadas. Edgard me dijo que habían decidido entre los asistentes que yo presidiera la reunión. Esperamos que llegara más gente invitada, pues habían muy pocos; entonces nos dimos cuenta que el motivo era que la Policía Nacional (todavía no existía la PNC) había acordonado la casa Comunal, amenazando a la gente para que no llegara a la reunión. Entonces nos armamos de valor y nos dirigimos donde ellos y les manifestamos que ya los Acuerdos de Paz se habían firmado y que teníamos todo el derecho a organizarnos como partido en Santiago de María; y que por favor no estuvieran amenazando a la gente con matarla.

La reunión se realizó con poca gente y yo les manifesté, como presidente de la mesa, que teníamos que formar la Directiva Municipal del FMLN y elegir a nuestro futuro candidato a Alcalde municipal por Santiago de María para que participara en las elecciones para Alcaldes y Diputados el 20 de marzo de 1994. Entonces fue elegido como candidato Roberto Castillo Batlle. De todo este acontecimiento existe un acta que es la prueba fehaciente de lo sucedido; la cual fue redactada por la Licda. Paty de Duke y firmada por todos los asistentes.

Esta noticia corrió, por la ciudad de Santiago de María, como reguero de pólvora lo cual trajo como resultado muchas amenazas, por teléfono, a muerte a mi persona. Otras personas me decían comunista y que me había quitado la careta. Pero Roberto Castillo Batlle, Mauricio Ramírez y Edgard; me decían que los acuerdos se habían firmado y que no tuviera miedo.

Así se fundó el partido del FMLN en la ciudad de Santiago de María, contra viento y marea. Después de ese acontecimiento histórico, el año de 1997 se ganó por primera la Alcaldía cuando llevamos como candidato a Roberto Edmundo Gonzáles Lara (Beto Chumba), el cual se mantuvo dos períodos como representante, en el poder municipal, del FMLN.

En la primavera del año dos mil viente, el mundo quedó paralizado por una histeria masiva cuando la noticia del nuevo coronavirus inundó el mundo. Cuando las noticias llegan por primera vez a los puestos de periódicos, como toda mala noticia, hay un primer impacto inicial, negación y finalmente aceptación. El año dos mil viente sería el año de la grandeza, el empoderamiento y el cambio, pero nadie esperaba que también fuera el año en que el mundo se rompería, el año en que el mundo se detendría. El año en que la humanidad mostró ambos lados de su rostro, pero así fue. Es el año que todos tratamos de olvidar desesperadamente, pero al intentar olvidar, recordamos. Recordamos el sabor agridulce que dejó en nuestra boca.

Acababa de comenzar el segundo semestre del segundo año y esperaba ansiosamente su finalización para comenzar los años clínicos de mi carrera médica. Era la primera vez que había oído hablar del coronavirus y no estaba seguro de cómo debería sentirme al respecto. Con manos temblorosas rápidamente agarré mi teléfono para ver cómo estaba mi hermana pequeña, quien en ese momento era una estudiante de ingeniería que estudiaba en China. Cinco minutos después, un suspiro audible de alivio salió de mis labios cuando ella confirmó que estaba bien. En el momento del brote, ella había salido de China y se dirigía a casa para completar su tesis. Bien, pensé, mi familia está a salvo y yo estaré a salvo aquí en Cuba, ya que Cuba es conocida por su eficiencia para hacer frente a los desastres mundiales. La escuela continuó con normalidad y todos estábamos tan abrumados con el trabajo que no habíamos tenido tiempo de pensar en lo que estaba pasando, eso fue hasta que comenzaron a subir los casos y el número de muertos en Italia se disparó en lo que pareció de la noche a la mañana. Sin embargo, todavía había una sensación de normalidad aquí en Cuba, ya que aún no habíamos recibido informes de ningún caso conocido. Se nos permitió salir del campus, hacer nuestro recorrido habitual a Baracoa, salir a comer hasta que todo acabó. No recuerdo la fecha exacta, pero fue en algún momento de marzo cuando los representantes de cada delegación fueron invitados a una reunión de la junta de naciones con la rectora, un médico que habló sobre el virus y algunos profesores. Fue entonces cuando todo se derrumbó, cuando la rectora anunció que estaríamos encerrados y solo se nos permitiría salir los fines de semana. Más naturalmente, el auditorio silencioso estaba ahora en un rugido mientras los estudiantes hablaban a la vez, algunos enojados, algunos frustrados, algunos asustados, algunos sorprendentemente tranquilos, mientras que otros como yo simplemente estaban atónitos. Cuba había registrado su primer caso y en un esfuerzo por mantenernos a salvo, la escuela optó por implementar estas nuevas restricciones. Pero estas restricciones fueron de corta duración porque unos días después nos llamaron a otra reunión y nos dijeron que la escuela se cerraría por completo. Nadie podía salir, nadie podía entrar. Nunca había salido antes, así que estar encerrado no me afectaría. Tendré más tiempo para concentrarme en la escuela con menos distracciones o eso pensé. Lo de la libertad, nunca lo extrañas realmente hasta que te lo quitan. Fue entonces que el pánico comenzó a instalarse, la normalidad se había reestructurado. Esta era la nueva normalidad. Las clases regulares se habían suspendido y ahora eran estudios virtuales e independientes. Fue solo entonces el deseo de irse, de salir, comenzó a parecer tentador. La nostalgia de lo que se sentía simplemente tomando el sol persistió. Los días se desdibujaron en uno cuando el concepto de "afuera" se convirtió en un recuerdo lejano. Pasé algunas tardes en los escalones del comedor mirando las carreteras de baracoa, una vez concurridas, ahora desiertas. La guagua, una vez abarrotada, pasó lentamente mientras las personas estaban escondidas a salvo en sus hogares lisiados por un miedo inminente. Poco sabíamos que la batalla que acabábamos de comenzar sería larga y nuestro enemigo invisible estaba sediento de sangre. Una sed que pronto descubriríamos nunca sería satisfecha. Vino a reclamar, vino a devorar, vino a dar a conocer su presencia, su presencia se sintió y así lo hizo. Los casos que alguna vez se mantuvieron bajo control comenzaron a girar en espiral. El enemigo una vez contenido había roto su barrera y comenzó a abrirse paso a través de la isla.Nuestro enemigo era vicioso y, como todos los depredadores viciosos, se alimentaba de los vulnerables. Parecía que el mundo estaba en llamas y yo estaba atrapada en el fuego cruzado. Nuestra propia existencia se vio amenazada cuando recibimos un golpe tras otro que rompió nuestra línea de base. Las noticias y los estados sobre actualizaciones alarmantes, personas que ejercen sus derechos constitucionales al negarse a usar máscaras al poner en peligro egoístamente la vida de los demás. Dime, ¿cómo se lucha exactamente contra un intruso que no puedes ver? ¿Cómo evitas que el miedo se apodere de ti? ¿Cómo recuperas la normalidad que alguna vez fue tuya? La respuesta es ... no lo haces. Si algo me ha enseñado la pandemia es que no sirve de nada vivir en el pasado. Ganas la batalla viviendo en el ahora. Abrazas a tus seres queridos un poco más, los abrazas un poco más fuerte y vives cada momento como si fuera el último. Finalmente comencé ese nuevo pasatiempo que había estado posponiendo. Aprendí a confiar en mis amigos ahora más que nunca. Me tomé un tiempo de mi día para agradecer, a las 9:00 pm todas las noches cuando los cubanos se reunían afuera de sus casas para animar a los médicos que estaban luchando contra este enemigo invisible, los aplaudía en mi corazón. Sentí una sensación de orgullo ahora más que nunca porque había elegido una carrera que era más grande que yo. Pensé en todos los profesionales médicos que habían perdido la vida en esta batalla. Los sacrificios que los demás tendrían que hacer y me sentí humillada. Avance rápido hasta un año y un día, eso nos lleva al día de hoy. Covid 19 sigue siendo una constante en nuestras vidas, de alguna manera hemos aprendido a convivir con este depredador letal. Y las matemáticas posteriores son muy evidentes en todas partes del mundo. Las familias perdieron a sus seres queridos, las personas perdieron sus trabajos y algunas personas incluso perdieron sus hogares. Las mascarillas son lo nuevo imprescindible, lo único sin lo que ya no podemos salir de casa. Si bien todavía tenemos que ganar esta guerra unilateral contra nuestro enemigo invisible, una cosa sigue siendo cierta, aunque covid nos robó la calidez de un abrazo amistoso de nuestros amigos y vecinos, también demostró la naturaleza interconectada de nuestro mundo y que nadie está realmente a salvo. hasta que todos estén a salvo. Que solo actuando en solidaridad la comunidad puede salvar vidas y superar los devastadores impactos socioeconómicos del virus. Que no estamos completamente indefensos, todos tenemos un papel que desempeñar, por grande o pequeño que sea.

Titulo: El enemigo Invisible y su secuela

Dialogo #2.
¿Pero que es vivir? – preguntó el muchachito al viejo que debía ser muy sabio por la imagen de sus cabellos nevados y la barba larga hasta el pecho.
Curiosa pregunta me acabas de hacer mi pequeño amiguito- respondió el anciano peinándose la barba de Papá Noel con las manos – te toparas con muchas respuestas si andas por ahí, y lo peor es que ninguna seria del todo equivocada. En definitiva, ¿Qué es vivir? - volvió a preguntarse el viejo a sí mismo – Para un matemático bastaría con acumular años a tu nombre y cuantificar la vida en números. Por cierto, ¿Cuántos años tienes?
Siete. ¿Y tú? – dijo el niño.
Bueno … un matemático te dirá que llevas siete años de vivir. - contesto el viejito sin responder la pregunta del niño – un médico te dice que, si respiras, si te late el corazón y si recircula tu sangre por las venas ya estarás viviendo. Un filosofo cree que vivir es pensar y si tu cerebro no genera ideas ya estarías muerto …
Pero dime … ¿cuántos años tienes? – interrumpió el chiquillo que nunca se le olvidaba una pregunta hecha.
… un financiero te contestará que vivir esta estrechamente relacionado al patrimonio personal – continuo el viejecillo ante la mirada molesta del niño – entonces ellos piensan que mientras más cacharros tienes más vives y ya le pusieron nombre a eso, le dicen Calidad de Vida. Un atleta te dirá que vivir es un ejercicio que te deja agotado y mal parado en las noches – el niño ya empezaba a incomodarse y mostraba síntomas de impaciencia, pero el anciano siguió sin importarle- Ahora bien. Un viejo achacoso como yo, te va a decir que vivir es simplemente sentir… sentir por dentro todo lo que te pasa a ti y al resto del mundo del que formas parte. Hace un tiempo yo fui como tú y contaba mi vida en años, me detuve en cincuenta, entonces comencé a contar los sentimientos, ya llevo tres millones de alegrías, seis millones de tristezas, como doce millones de nostalgias y setecientos mil dolores por todo el cuerpo. En fin, para las personas normales es muy difícil entender que tengo cincuenta años, siete meses, veinte días y veintiún millones setecientas mil sensaciones acumuladas, ¿ya lo entiendes?
Ahhh …. – dudaba el niño rascándose el coco – ¿entonces yo voy por siete años, varios días y una enorme confusión?

Que talentos hay en mi bello y verde Caimán.
Me han regalado una Soberana vacuna, para salvarme a mi y todos por igual; pero pensándo en Martí, también la Addala; Vacuna sin presedente, que anda por el Oriente, tierra de muchos valientes; como lo fue Maceo, Calixto y otros mambices de dignidad. Luego al país llegará La Mambisa y otras más.
Pera la verdad, yo no soy poeta. Pero que clase de galleta le hemos dado a los traidores , que desde la madriguera, ya no saben que inventar para desacreditar, a mi patria y mis salvadores, que juraron, Patria o muerte, muerte para Covid y vida para mi gente.

Ya se que estás en el baño, puedo sentir caer con aleatoridad el agua de la ducha, algunas gotas toman el camino directo cual kamikase rumbo al alcantarillado y otras gotas más astutas se deslizan por tus nalgas, ya puedo advertir que me perderé tu entrada triunfal al cuarto mientras el ventilador me canta su nana.

Campeones ansiosos
Corren por toda la casa, el apetito aumenta, gritan fuertemente ¡mamaaaaa! y no logran comprender la idea de que sencillamente la puerta sigue cerrada para ellos. Sus caritas inocentes continúan en busca de lo desconocido y la escuela sigue siendo su lugar favorito. Campeones sí, que han sabido creer que el virus malo no les permite respirar aire puro, jugar en la calle, montar bicicleta o simplemente sonreír sin máscaras. ¿Cómo explicarles hijos míos que a pesar de la incertidumbre, serán mañana la mayor fortaleza del planeta tierra!

Tesis enmascarada

Todo ha salido a la luz, excepto la multitud de rostros. Lo fútil es ahora más sonante, la apostasía traspasa las máscaras, la savia resurge aunque moleste a los viles. Parecemos superhéroes pero sólo con cubrir la mitad del rostro no se gana. Se esconden tras el paño la risa silente, la mueca de hastío, la barba irredenta, el aliento rancio. La sinceridad pende como nunca del sonido, de las letras que se esparcen, no todas serias. Los clanes se alejan, defendiendo sus banderas. Hay desvelos que se agradecen y sueños gigantes. Otros pujan con el tormento ajeno, que dejó de ser suyo hace tiempo. Por suerte tras las máscaras hay aún verdades que se alzan y esperanzas que no caen. Todo ha de salvarse, aún sin abrazos. El beso debe retoñar de las telas que nos aíslan, abatir los muros que separan, acallar la maldad que crece. Si plantamos en el huerto la bandera insomne, ni contagios ni culpables podrán domarnos.