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La moda en Cuba, más que una guayabera

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Años atrás, quizás hablar de un movimiento de la moda en Cuba a muchos les parecía una exageración o cosa de unos pocos. Si hoy hablamos del tema, habrá varios, seguramente, que mencionen a Shein o Forever 21. “La moda en Cuba no existe”, “uno se viste con lo que aparece”, son frases bastantes usuales y no menos ciertas. Pero también es cierto que en los últimos tiempos parecen emerger y probar suerte, con mucha más frecuencia, nuevos emprendimientos que crean pautas y sientan precedentes en este campo. 

Olvídate de los tacones altos y opta por utilizar zapatos planos, sandalias o unas bailarinas cómodas”, recomienda un sitio de viajes sobre la ropa cubana que debes usar si visitas la Isla. Claro que “es diferente a la que se tendría que usar en una ciudad como Nueva York”, pero no exageren, que independientemente del clima, las mujeres cubanas se visten para todas las ocasiones.

Tampoco es la historia que le venden al extranjero: “¿A Cuba? A Cuba vamos en guayabera, dicen los incrédulos, hablando de una prenda icónica que surgió en el siglo XVIII en la provincia de Sancti Spíritus. Ciertamente la moda en Cuba hasta el momento no se ha desarrollado a plenitud, y aunque algunos estudiosos consideren que en el país prevalece la forma de vestir europea, nosotros creemos que aquí hay de todos los continentes. 

Hay que decir, además, que el mercado del diseño de moda en Cuba se encuentra poco explotado, por lo que es relativamente sencillo posicionarse dentro de él, siempre y cuando se ofrezca al consumidor un producto y una atención de calidad, que satisfaga sus gustos y sea asequible al bolsillo. La complejidad radica fundamentalmente en la adquisición de la materia prima, la cual escasea y, en ocasiones, la existente no tiene la calidad requerida para cumplir con los estándares del mercado.

Una alternativa para hacer frente a todo esto fue la propuesta que realizó la marca cubana Clandestina en Espacios Creativos hace poco más de un mes con el concepto de “Calentamiento Global”, espacio que acercó a los diseñadores, estudiantes de diseño y al gran público al mundo de la moda y el diseño sustentable.

 

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La premisa fue la colaboración y búsqueda de nuevas formas de coexistir y competir en entornos creativos inclusivos y colaborativos, como una manera de sobrevivir a la crisis y crear un sector más estable y duradero, por medio de la moda sustentable y ética, el reciclaje, la producción de materiales orgánicos alternativos y el consumidor consciente.

Sin lugar a dudas, los emprendedores cubanos han impulsado proyectos que defienden una estética de la moda cubana bastante funcional y acertada, y que, ¿quién sabe?, quizás puedan contribuir a que en un futuro se hable de una industria. Para explorar este mundo, Cubadebate contactó a cuatro marcas, relativamente nuevas, pero que desarrollan un trabajo coherente con las tendencias y las demandas del mercado.  

Moda Afro, no religiosa

Foto: Cortesía de BarbarA´s

Cuatros años antes de que BarbarA´s se oficializara como marca, en 2012, presentaron su primera pasarela en la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, “de moda Afro, no religiosa”, precisa su fundadora, Deyni Terry Abreu.

Sin embargo, en el 2014, luego de fallecer Bárbara, “la matriarca de la familia, quien desde un empirismo casi transgresor, trabajaba diseño y confeccionaba no solo los vestuarios de sus hijas, hijos y nietos, sino los de algún vecino o amigo de la familia” -añade-,  fue el impulso para terminar de definir algo que ya venían estudiando. El 16 de junio del 2016 salió a la luz este proyecto de negocio.

“Nos define el poder usar la moda como excusa para reivindicar una arista cultural que en Cuba ha sido soslayada, invisibilizada, y, hasta ese momento, no abordada desde el vestir, sino más bien en el campo religioso, y por ello, logramos asirnos a la creación y la creatividad, y desde un estilo de vida responsable, comenzar a hacer”, describe su propia fundadora. 

Dice Terry Abreu que BarbarA´s vende saberes junto a las ropas y nosotros le creemos. “La inserción de proyectos comunitarios y de desarrollo local que han sido destinados a mejorar la calidad de vida de personas que, en principio, han sido atendidas desde nuestra experiencia y que nos han enseñado también a crecer. 

“Nos distingue ser hasta hoy, en tanto se pruebe lo contrario, el único negocio en Cuba que se ha mantenido con ventas a plazos y ello no ha provocado un colapso en nuestra economía, el tener un té, con un secreto natural, derivado de Bárbara, que las personas degustan mientras adivinan de manera amable y casi familiar, dónde está la magia, y sobre todo que somos la única marca que ha insertado en su producto un concepto legal haciéndolo tangible y es el Derecho a la Imagen; que se materializa desde el momento en que el cliente selecciona la propia imagen que desea tener, hasta que con nuestra asesoría, se involucra de manera indirecta en el proceso de creación”, escribe vía WhatsApp. 

Innatus, un emprendimiento familiar

Foto: Cortesía de Innatus

Aunque llevaba dos años pensándose una marca que vinculara su profesión con el legado familiar, fue en pleno confinamiento que Daylene Hernández creó Innatus. Fundada oficialmente el 2 de junio de 2020, la que es hoy una de las marcas de ropa más reconocidas en redes sociales, nació para que “las mujeres cubanas se sintieran identificadas con ella y supliera la escasez de prendas de calidad a precios asequibles que aún hoy existe en el país. 

Innatus es un emprendimiento familiar. Según la jefa ejecutiva y diseñadora de la marca, “el equipo lo conformamos mi abuela, quien se encarga de los procesos de corte; mi madre, que se encarga de la confección de las prendas; y yo, que estoy a cargo del diseño de las prendas, la dirección creativa de la marca y las ventas. Además, colaboramos con otros emprendedores locales para la terminación de algunas prendas, la entrega de los pedidos y la gestión de las redes sociales”.

Innatus, que ha sido una marca que se ha distinguido por trabajar con tallas grandes y producir prendas que respondan a nuestra identidad, tiene como estrategia de trabajo mantenerse en constante renovación. “El cambio es un deseo nuestro como marca”. 

Los sueños son para perseguirlos

Foto: Cortesía de Fresko

Para Fresko no existe un estereotipo de cliente y tampoco les gustaría enmarcarse en uno. “Cuando son cubanos dicen: `miraaa`, cuando no lo son dicen: `wow`. Eso queremos, llegar a todos y de esta forma culturizar al que se siente atraído y no sabe y homenajear a nuestra idiosincrasia”.

Mariela Hurtado, diseñadora de la marca, explica que Fresko tiene una esencia nostálgica, desde su gráfica hasta los tejidos en los que se inspira para conformar sus piezas. 

“Cada creación tiene algo que contar, desde una frase hasta un objeto. Aunque se nos puede enmarcar en una época o una generación que frisa los 40 o 50 años de edad, Fresko trabaja la nostalgia dándole color, movimiento y vida a cada pieza inspirada en una época y en la idiosincrasia del cubano. Incorporamos lo estético, contemporáneo, original y atrevido, que hace que cualquier persona quede atraída aún sin haber nacido en la Isla y en algunos casos no saber de qué va el cuento”. En una frase, “Fresko es atreverse a andar diferente”. 

Por su parte, para  Color Café Habana también se ha tratado de cumplir sueños. Su punto distintivo serían los diseños atemporales, escotes atrevidos y tejidos tropicales. Según cuenta, Loypa Izaguirre, creadora y diseñadora de marca, esta surge desde el 2018 y en el 2019 es que lanzan su primera colección. 

¿Cómo vender y posicionar una marca en Cuba?

Foto: Cortesía de BarbarA´s

Lo primero sería buscar un concepto. Innatus, por ejemplo, defiende el empoderamiento de la mujer y la sororidad.  

“El mercado del diseño de moda en Cuba se encuentra poco explotado en la actualidad, por lo cual es relativamente sencillo posicionarse dentro de él, siempre y cuando se ofrezca al consumidor un producto y una atención de calidad, que satisfaga sus gustos y sea asequible al bolsillo”, opina su CEO, Daylene Hernández.

¿Dónde radica la complejidad? “Fundamentalmente en la adquisición de la materia prima, la cual escasea y, en ocasiones, la existente no tiene la calidad requerida para cumplir con los estándares del mercado”.

“Cada emprendimiento se encuentra en un punto distinto atendiendo a su tiempo de creado, las capacidades y experiencia de sus creadores, la facilidad con la que puedan adquirir los insumos para desarrollarse, entre otros factores que determinan que el ritmo de crecimiento de cada uno sea diferente”.

Por su parte, el criterio de Deyni Terry Abreu, desde BarbarA´s  es que para posicionar la marca se requiere de perseverancia, creatividad y pujanza: “no basta con hacer algo bien, se requiere de un esfuerzo extremadamente grande, a veces resulta agotador”.  

“Tenemos muy arraigada la cultura importada, se han seguido patrones de artistas internacionales, de revistas devenidas de otros territorios, el deseo de las personas del sueño americano, patrones de total consumo, la idea de lo europeo como referente. Todo ello, unido a la falta de recursos, la desmotivación de las personas, el desconocimiento que confunde lo fashion con lo folclórico, el racismo que, en nuestro caso, ha sido un elemento que algunas personas han tenido en cuenta cuando expresan erradamente que BarbarA`s es una tienda de negros, la competencia desleal, el favoritismo gubernamental en algunos casos, las deficientes herramientas legales para proteger una marca, aun cuando la inscribas en la OCPI, en fin, confluyen varios elementos”, añade. 

“Siempre es un reto y no es fácil pero una vez que logras convencer a tus clientes de usar tu marca y que confíen en ti, tienes el camino más labrado”, comenta la creadora de Color Café. 

¿Cuánto “cuesta” la moda?

Foto: Cortesía de Color Café

Hernández coincide. “Las prendas de diseñador son percibidas como sumamente costosas por el público, y en la mayoría de los casos así es”. Todo el mundo no se puede comprar ropa de diseñador y aunque son varios los emprendimientos que producen con frescura y cubanía, la mayoría son vistos como inaccesibles para el público medio. 

Esto ha contribuido a que exista una connotación negativa alrededor de la confección textil artesanal en nuestro país. Para la dueña de Innatus esto se debe también “a las malas experiencias que durante años ha tenido el público cubano con artesanos que ofrecen sus productos, aún sin tener los recursos necesarios para imprimirles la calidad que necesitan”.

No obstante -asegura- las marcas de moda que han emergido en los últimos años han ido, poco a poco, desmantelando esos estereotipos, logrando devolver el prestigio a la moda nacional. 

Trabas no, soluciones

Foto: Cortesía de Fresko

Si hablamos de trabas y burocracia, la dueña de Innatus considera que la principal complicación actualmente radica en la adquisición de la materia prima. “La gestión se realiza a través de empresas importadoras que exigen una cantidad mínima de inversión que en ocasiones sobrepasa los volúmenes de producción que como emprendimiento podemos abarcar”.

Aunque reconoce que se está viviendo un proceso de cambio para facilitar la adquisición de materiales e insumos a los cuentapropistas y mipymes, dice que “aún queda mucho por hacer en aras de acelerar estos procesos. Sería ideal contar con un mayor número de tiendas minoristas y mayoristas en territorio nacional para la adquisición de estos productos y que estas se encuentren mejor abastecidas”.

La diseñadora de Fresko, Mariela Hurtado, coincide en que el principal problema para cualquier creador en Cuba en estos momentos radica en la adquisición de materia prima. “Muy bien nos vendría poder tener mecanismos de importación menos complejos y comercializar fácilmente en cadenas nacionales”. 

“Las materias primas se dificultan mucho, la maquinaria también y la renta de espacio para poder montar, ya sea una tienda o taller. No todos tienen para comprar un lugar”, recalca Loypa Izaguirre. 

Por su parte, la fundadora de BarbarA´s, considera que “en Cuba, uno de los problemas es usar el término burocracia como algo simple. Por ejemplo, hace más de seis meses entregamos el proyecto de desarrollo local al gobierno y no se han pronunciado, ni siquiera para decir qué ha propiciado la demora en emitir resolución o denegar la pretensión”. 

Para esta mujer emprendedora llevar adelante un negocio privado no es un lujo, “implica morir a veces y revivir como el ave Fénix. Ya es tiempo de que se vea realmente el emprendimiento, asociado al desarrollo económico. Por más que se critica, la burocracia sigue siendo un viejo vestigio que mutila el cuentapropismo”. 

El reto de ser sustentable

Foto: Cortesía de Innatus

Seguiendo con el criterio de Deyni Terry Abreu, quien, como otros negocios sufre el alto costo del mercado informal y el acceso a oportunidades para exponer, la cual “sigue siendo un -monopolio- de quienes desde la toma de decisiones, priorizan no la calidad sino la amistad o el lucro”, se hace necesario poder acceder a lugares para la obtención de la materia prima y los materiales. 

De hecho, considera que la moda en Cuba está en franco deterioro, “pues aun cuando sea cíclica y las cosas van y vienen, lo real es que la motivación, la economía, e incluso el respeto de unas con otros y viceversa, también conspira con este elemento”.

“Alcanzar una rentabilidad sostenida o sustentable es un reto. Aunque, siendo la necesidad económica lo que ha impulsado algunas ideas, esto hace que peligre la vida del emprendimiento, desde la moda. Por otro lado, el conocimiento del clima, del contexto cubano, y los clientes potenciales, favorece notablemente el proceso de crecimiento de las marcas”. 

Loypa ofrece una visión más positiva del fenómeno: “Creo que todos estamos intentando posicionarnos y haciendo lo mejor que podemos por rescatar la moda en Cuba”.  

La diseñadora de Fresko, Mariela Hurtado, destaca que resulta muy valioso cada cosa que hace un diseñador cubano, “aportar al diseño local y a cualquier proceso artístico de tu país te hace bien a ti y a los tuyos. El diseño estuvo escondido, ahora que puede salir a la luz en cualquiera de sus manifestaciones nos hace realmente muy afortunados”.

Públicos y redes sociales: los “críticos” de todo

Foto: Cortesía de Fresko

En redes sociales de todo se habla, y de moda, muchísimo más. Es por esta y otras razones que estos negocios definen claramente un espacio en las distintas platafomas digitales. 

“Las redes sociales pueden constituir una herramienta de apoyo a las promociones de los productos y también las empleamos como vía para llevar un aprendizaje, con mensajes específicos, que buscan movilizar la conciencia y crear un estilo de vida en las personas que acceden en busca de información sobre la marca”, cuentan desde BarbarA´s. 

Si ampliamos más el público, ya fuera de redes sociales, ella misma responde: “Hay una parte importante que comienza a prestar atención a la moda cubana. Que se inquieta, participa, acude a obtenerla y hasta se inician desde la exploración para profundizar sus conocimientos respecto a esta.

“Como dije antes, no deja de ser un desafío, ya que tratamos de romper el molde y establecer nuevos derroteros dentro de una moda responsable, que no se acomode a lo cíclico como un elemento inherente, sino que pueda tener una economía circular que aporte al desarrollo local, y para ello, se necesita de un público que entienda bien el concepto”, asume.

Por su lado, Loypa, nos dice: “Hay que tomárselo en serio. Muchas marcas no le dan importancia a las redes sociales, pero es un mercado que hoy en día abarca mucho. Si pones tu sello, el público terminará por aceptarte y reconocerte”.

Hace algún tiempo el diseñador cubano Mario Freixas afirmaba que no hay una moda cubana, sino una forma de hacer la moda desde nuestra visión. “Un país, para establecer una moda, necesita una industria que fabrique diseños a nivel nacional”. Y sí, desde 2015 tenemos la Semana de la Moda en La Habana, y en otras provincias, y ya puede hablarse de tiendas de moda cubana con diseños propios, pero el camino por recorrer todavía es bien largo. 

Foto: Cortesía de BarbarA´s

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Se han publicado 17 comentarios



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  • RobertoGG dijo:

    Hay algunas cosas que se venderían con facilidad y que son difíciles de encontrar. Si ya no estudias en la universidad es casi imposible tener una camiseta (pullover). Las universidades pueden tener una tienda para vender ropa, llaveros, etc. y usar las ganancias para mejorar las aulas.

    Muchos quieren ropa relacionada con equipos de béisbol y lo mismo pasa con mochilas para niños y ropa con Elpidio o Fernanda.

    Esto no es moda como tal, son productos que siempre se van a vender y que casi nunca se encuentran.

  • Uno ahi... dijo:

    y esa es la moda? deja deja... sigo con jeans y pullover...

  • Maria Carla dijo:

    A favor de la marca Innatus tambien hay que mencionar el servicio de atención al cliente es de 100!!! El mejor trato imaginable. Los recomiendo.

  • Planeta dijo:

    Hace bastante rato "la moda" cubana deja mucho que desear.Para no pecar de "burguesa" o "mojigata" solo diré que para mostrar hay que saber que se muestra y como.Nuestras Bellas jovencitas cubanas con diez o doce libritas de más y la piel bastante descuidada necesitan que se cambie la moda radicalmente para que las favorezca más.Los vestidos de algodón e hilo vienen mejor con nuestro clima y la linda Pamela también debería imponerse sobre todo en el verano Sandalias y chancletas también ayudarían mucho en este sentido Y sin olvidar los precios...pero eso ya es hablar de otro tema.

  • Planeta dijo:

    Ah,algo que también preocupa es la apariencia estética de las modelos.¿Quién dijo que absolutamente todas las cubanas somos Bellas,morenas,altas y esbeltas?.Las cubanas tenemos,por lo general,más carne que cualquier establecimiento gastronómico,nuestro "patio trasero"(herencia africana) unido a nuestras otras diez nacionalidades nos regalaron un cuerpo más bien voluminoso,de cintura estrecha y enormes caderas.Entonces: sobre ese estereotipo es que debe trabajarse.Conozco muy pocas cubanas "planchadas"que cabrían en el ideal de la modelo anoréxica o de la bailarina de ballet.Si no aceptamos esto como idea fundamental,nunca tendremos una moda adecuada a nuestro clima y aspecto....y salta otra vez el tema:...los precios..

    • Alheli dijo:

      ¿Por qué hay que trabajar sobre el estereotipo de la criollita de wilson? Las cubanas vienen en todas fornas y tamaños; y realmente no hay motivos para limitar "qué" es lo que cada cual debe vestir. No solo la variedad en el gusto es infinita; sino que la industria global de la moda se ha visto obligada a reconocer la necesidad de ganarse a una clientela de todo tipo de color de piel, talla y patrones culturales en el vestir. Que, en lugar de bajar de peso para poder vestirse al gusto de la patera que dicta las reglas, se estaba llevando su dinero a proyectos inclusivos. En Cuba hay el escenario soñado de cualquier emprendedor: Un mercado virgen y desatendido, donde lo mismo hacen faltas las prendas mas comunes y ordinarias que un vestido de noche. Lo que falta es que se acabe la filosofia del corralito, y haya mas apertura y flexibilizacion en cuanto a las importaciones y el mercado interno.

  • terec dijo:

    La moda en Cuba debería ser de colores claros, pastel y blanco. Y la tela de algodón. Con el calor que hay casi siempre, debe ser ropa holgada, cómoda y fresca. Y los zapatos, preferiblemente sandalias, y si no, al menos ventilados. Otra cosa muy acorde a nuestro clima, y que además se ve muy bonito, son las pamelas y los sombreros, NO las gorras.

  • Armando Enrique dijo:

    No veo modelo alguno que quede bien en los obesos que tenemos en Cuba. Una realidad.

  • Planeta dijo:

    Creo que es de las pocas veces que me animo a comentar tanto acerca de un tema,pero es que veo tantos errores a la hora de escoger vestuario para las mujeres cubanas,que no me queda más que decirlo y créame que se debió que hablo.
    1-Para diseñar cualquier vestido hay que jugar con el clima,la tela y el color.
    2-En Cuba hay modelos que no se prestan para este clima:Las sayas anchas demasiado cortas,los diseños que muestran la panza bien laxa de algunas mujeres y los escotes demasiado pronunciados le dan un aspecto terrible a nuestras muchachas.
    3-Antes de optar por este o aquel modelo,hay que consultar al espejo y hacer una valoración objetiva sobre qué dirá de nosotras y si es ese el mensaje que queremos transmitir
    4-Los modistos y modistas cubanos deben de superarse en cuanto a cultura&realidad...el sueño mas hermoso,cuando se trae a la realidad a la que no corresponde,resulta CAÓTICO.
    En cuanto a estas cosas,hay muchas deficiencias que superar que nada tienen que ver con los recursos...

  • Oderlina cobas ortiz dijo:

    Creo que la moda , en Cuba ha de ser libre cual un ajiaco como nuestra sociedad . Tener presente el gusto , el mento y algunos requisitos sociales a no s la exageración .
    i Cuantas costureras o modistas(os) existen en muestras barriadas que hacen , deshacen y transforman con asombros .
    Solo se requiere amor cubanía , humildad espiritual y buen gusto .

  • Oderlina cobas ortiz dijo:

    Creo que la moda , en Cuba ha de ser libre cual un ajiaco como nuestra sociedad . Tener presente el gusto , el mento y algunos requisitos sociales a no a la exageración .
    i Cuantas costureras o modistas(os) existen en muestras barriadas que hacen , deshacen y transforman con asombros !
    Solo se requiere amor cubanía , humildad espiritual y buen gusto .

  • el lobo dijo:

    Moda en cuba es lo que te puedas permitir. Lo que veas mas a tono con tu bolsillo. Y menos mal que es "más que una guayabera", que estaban mandadas y zumbadas en las tiendas de artex, se acuerdan? Acá en SS estaban a mas de 35 CUC (en paz descanse la pobre moneda).

  • tijera dijo:

    Agradezco el artículo porque ilustra el trabajo de personas que desde sus emprendimientos procuran aportar su toque personal a un área muy importante de la vida social como es la forma en que uno se viste. Y esto pese a los retos que implica la escasez de materia prima y la diversidad de conceptos que el público usuario tiene sobre el asunto. Recordemos que no somos receptores pasivos sino innovadores y racionalizadores en todas las esferas porque la necesidad obliga. No siempre estamos al tanto de "lo cubano", de las tendencias de la moda, o no tenemos acceso a los tejidos apropiados para nuestro clima pero en general tenemos costureras excelentes, les decimos "curiosas", que hacen maravillas reciclando piezas de otras épocas.

  • TifoMilan dijo:

    En mi humilde experiencia como consumidor de algunos de los emprendimientos aqui mencionados me gustaria dar mi opinion. Definitivamente el tema de la adquisicon de las materias primas es un problema a resolver, los primeros t-shirts que compre en Clandestina presentaban una buena calidad de algodon pero los ultimos no tanto, ahi me dijeron que ya no tenian el mismo proveedor y eso incide en la calidad del producto, el otro punto es la inflacion que afecta a todos los rincones de nuestra sociedad. Si bien estos emprendimientos empezaron con la finalidad de dar un producto más cercano a nuestra cultura y nuestro poder adquisitivo, a dia de hoy, especificamente en la Feria de Arte para Mama que se esta celebrando, los t-shirts estan entre 850 y 925 cup su precio, es decir ya casi 1000 cup. Con el paso del tiempo todo esto se ha encarecido y pienso que corren el riesgo estos emprendimientos de llegar a un momento donde sus productos solo sean costeables para un sector minusculo de la poblacion. Clandestina en mi opinion ha hecho un trbajo extraordinario y digno de aplausos.

  • Tijeras dijo:

    Disculpa Dinella porque este no es el tema que propones para debatir pero el artículo me mueve el piso en un área cercana.
    La ropa es como los alimentos: una necesidad básica. Independientemente del toque "moda" o la etiqueta "moda cubana" que le da su carga ideológica, simbólica, subjetiva, como prefieran, lo primero que hace falta es vestirse. Respeto y valoro el trabajo de los cuentapropistas, no la tienen fácil por todas las razones que conocemos, pero el principal proveedor del vestuario debe ser el Estado y no ellos, los particulares. Somos millones de personas las que necesitamos ese bien, la provisión de ropas al pueblo no puede ser simplemente un negocio.
    Muchas veces me pregunto por qué no se acude a la industria del reciclaje de ropa de otros países para suplir nuestras carencias textiles. Ropa, zapatos, juguetes de peluche, todo de segunda mano y con grados de calidad diversos. No iremos a comprar lo peor. Es una tendencia mundial y sería una acción más económica que comprar la ropa aquella que muchas veces estaba mosqueada en la shopping, nueva, fea o muy cara, si era "linda" y moderna.
    Hubo un tiempo que esto se hizo con la ropa, con el descontrol programado de siempre que permitió el desvío de su destino final a los inescrupulosos de ídem y el lucro a los revendedores igual, y también con la venta de prendas muy deterioradas, o con un estilo de los años 70, o cambiadas por camisas Yumurí (unas camisas de cuadritos, de buena calidad que tenían todos los hombres cubanos en los 80). Así y todo, siempre se podía modificar algo, humanizar un poco algunos adefesios o simplemente ajustar para todas las edades prendas cómodas, con el estilo de cada cual. Esto es algo que ahora no se puede hacer. Hay que morir con los revendedores que traen ropas del extranjero a precios muuy especulativos y se vuelven los árbitros de la moda. Las confecciones de los emprendedores tampoco salen muy baratas que digamos, independientemente de que sus gusto estéticos, reflejados en su marca, sea considerado mejor o peor que el de otros.
    Coincido con Freixas en que necesitamos un industria de confecciones, pero en lo que ese momento llega, acudir a la industria del reciclaje es una opción a considerar.

  • Dey dijo:

    Existen novedosos emprendimientos que deben ser promovidos ,como Beyond roots ,radicado en la Habana Vieja,donde la línea afro es su sello ,desde confecciones de ropa preciosa,bisuteria ,y otras tendencias afro.También con sellos criollos existe la tienda Pedro's,donde la guayabera es distinguida desde diferentes diseños hermosos y prácticos

  • TifoMilan dijo:

    Olviden lo que dije, acabo de revisar, cuestan entre 1250 y 1500 cup los t-shirts de Clandestina, addio alla moda cubana.

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Dinella García Acosta

Dinella García Acosta

Periodista de Cubadebate. Graduada de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (2019). Contacto: dinella@cubadebate.cu En Twitter: @dinella_garcia

Jorge Suñol Robles

Jorge Suñol Robles

Gestor de Redes Sociales en Cubadebate. Licenciado en Periodismo de la Universidad de Holguín en 2018. Contacto: jorge@cubadebate.cu En twitter: @jsrobles94

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