“Aquí estaremos hasta que sea necesario”
“No pase. Sala positivos COVID-19”, se lee en un cartel a la entrada del cuerpo de guardia del hospital de Cárdenas, en Matanzas. En el epicentro de la pandemia en Cuba, un letrero pequeño y manuscrito como ese, sobrecoge, impacta.
Aunque se conoce la posibilidad real del contagio, con la cepa Delta circulando, aquellas letras le ponen un freno al ajetreo del hospital. Son una alerta ante el peligro, un recordatorio de que adentro, la vida pende de una finísima cuerda y la pelea radica en que esta no se quiebre. Un cartel resume la vida de este municipio matancero en los últimos días: No pase, no pase, no pase…
Afuera, la doctora Ana Miriam Turro –recién graduada, 23 años– recoge resultados de los test de antígenos y los lleva a Epidemiología. Allí toma las altas médicas y les facilita a los pacientes el transporte de regreso a casa. Desde que llegó a Cárdenas como parte de una brigada de médicos procedentes de La Habana, Ana Miriam trabaja de lunes a lunes. No hay descanso. Aquí las horas vuelan. “El tiempo se va así…”, dice la doctora Yoandra Adelá Rives mientras chasquea los dedos.
***
Unidad de Cuidados Intensivos. Hospital Territorial de Cárdenas. 12:35 pm. “¿Se siente mejor ya? Esa es la cosa”, le dice el doctor Luis Jabier Docampo Tabío a una paciente. Quizás ella no lo recuerde mañana, pero el médico de 28 años, especialista en Anestesiología y Reanimación, le ha salvado la vida. Llegó descompensada, y la estabilizaron.
Alexei, un amigo periodista con quien entré a la sala de Emergencias, le dice a la señora: “Usted verá cómo mejora, está en buenas manos”. Ella lo mira y sonríe, como si asintiera. Alexei sabe que tiene razón. Todos allí lo sabemos. Si algo no puede perderse en esta lucha contra una pandemia que ha cobrado tantas muertes, es la esperanza, por mucho que intente escaparse.
El doctor Luis Jabier comenta que los momentos más críticos en el hospital cardenense son las mañanas, por la cantidad de pacientes que reciben. Sin embargo, aún al filo del mediodía, la Unidad de Cuidados Intensivos donde él trabaja, está en plena agitación. A decir verdad, el movimiento de médicos y pacientes no se detiene ni un segundo.
“Cada una o dos horas entra una urgencia y a todas se les da cobertura. Tenemos cuatro médicos intensivistas de forma permanente en la Emergencia, donde recibimos al paciente crítico y grave. Aquí se toman las primeras medidas para salvarle la vida. Lo reanimamos, estabilizamos y después lo trasladamos para las terapias según el estado de salud”, dice José Eduardo Díaz Gómez, especialista de primer grado en Medicina Intensiva.
Luis Jabier, Yoandra y José Eduardo llegaron de La Habana para apoyar al personal de salud de Cárdenas en la lucha contra la COVID-19. La brigada de la capital la componen 69 galenos, quienes laboran en el hospital “Julio Aristegui Villamil”, ubicado a la entrada de la ciudad.
El doctor José Eduardo es miembro del contingente Henry Reeve. Estuvo de misión internacionalista en Guatemala (2003) y en Guinea Conakry (2014) durante el enfrentamiento al ébola. Desde que la COVID-19 llegó a Cuba, él ha trabajado en la ciudad de Santiago, luego en el hospital “Salvador Allende” de La Habana, después en el militar de Matanzas y ahora en Cárdenas.
Cuando los primeros médicos de la brigada llegaron a esta ciudad matancera a inicios de julio, el número de casos positivos ascendía exponencialmente en cada jornada. El escenario era diferente a la organización que hoy se percibe en el hospital municipal.
Había entonces seis camas en el cuerpo de guardia y solo una camilla para la emergencia. El significativo incremento de los contagios en el peor rebrote de la pandemia en el país, hizo que algunos pacientes tuvieran que recibir atención médica en el suelo y en los pasillos de la instalación.
“Los primeros días fueron críticos. Tuvimos que organizar el sistema de urgencias del hospital. Se abrió una Unidad de Cuidados Intensivos nueva con cuatro camas, ventiladores artificiales cubanos y oxigenación central. También se habilitaron 18 camas para la urgencia, en terapia intensiva tenemos seis más y 11 en terapia intermedia”, cuenta el doctor José Eduardo y añade que lo primero es la salud y la seguridad de los pacientes.
“¿Qué te puedo decir? La COVID-19 es muy impredecible. Nosotros lo único que podemos hacer es brindar salud, cariño y explicarle todo claro al familiar. Hemos visto pacientes de 40 años muy bien y, de pronto, han hecho paradas cardiorrespiratorias frente a nosotros. Algunos se han recuperado, otros desgraciadamente no. En la mortalidad de la enfermedad, Cuba se diferencia muchísimo de los índices de otros países, pero la COVID-19 es así, cobra vidas por la insuficiencia respiratoria y la enfermedad trombótica que tiene. Aun con el apoyo ventilatorio y todo el esfuerzo que hacemos, lamentablemente a veces el paciente fallece”.
Para Luis Jabier, la muerte de un paciente es el momento más estremecedor que ha vivido durante el enfrentamiento a la pandemia: “Duele mucho ver a personas muy jóvenes llegar al hospital en un estado en el cual no es recuperable, aun cuando lo intentemos hasta el final. Salir y hablar con el familiar más de seis veces en una guardia, decirle que hicimos todo lo posible, pero que el paciente falleció. Eso duele mucho”.
***
12:54 pm. Unidad de Cuidados Intensivos. Hospital Territorial de Cárdenas. Llega una ambulancia a la puerta de Emergencias. De las cuatro camas que hay en esta pequeña sala, dos quedan libres para la atención de cualquier urgencia. Nunca se sabe cuándo puede llegar un paciente grave.
“Las emergencias llegan constantemente, hemos tenido que poner camillas hasta estabilizar al paciente y trasladarlo para otra sala, porque además, el espacio es muy reducido. Pero hemos avanzado. Pusimos los paneles de cabecera que nos dan oxígeno centralizado de un banco de oxígeno. Eso mejora el confort de la sala y nuestras condiciones de trabajo”, señala la doctora Yoandra Adelá Rives.
La intensivista comenta que el riesgo epidemiológico es elevadísimo y me hace recordar el cartel, ubicado a escasos metros de allí: “No pase. Sala positivos COVID-19”.
“A veces nos llegan personas sin síntomas y hay que atenderlos. Pero se exponen porque en el hospital solo hay pacientes sospechosos o confirmados con la enfermedad. Es importante que la población conozca eso, para otras patologías están habilitadas otras instituciones médicas. Lo digo porque esta también es una manera de cuidar al paciente que no tiene la enfermedad, porque te repito, aquí donde estamos el riesgo es muy alto”.
En el otro lado de la sala se escucha una voz pidiendo un anestésico: “Alcánzame el propofol”.
El sonido del monitor médico se mezcla con las voces de los intensivistas. Un señor de 91 años respira con la ayuda de un ventilador pulmonar creado por la ciencia cubana.
–¿A la paciente ya le hicieron electro? –le pregunta Luis Jabier a José Eduardo. Busca en él y en Yoandra la experiencia. De lejos es difícil identificarlos. Los tres van vestidos con idénticos trajes verdes y el rostro cubierto por mascarillas y caretas. El pelo tapado con un gorro y las manos enguantadas. Apenas se le ven los ojos. ¡Los ojos! A la doctora Yoandra le brillan cuando habla de su hija de 11 años.
Cuenta que “la niña a veces se pone un poco nostálgica, se preocupa, pero mamá siempre trata de darle confianza, de decirle que todo está bien, que no me voy a enfermar y que pronto nos vamos a volver a ver”.
El doctor Luis Jabier sale de la sala de Emergencias. En una camilla lleva a una paciente hacia la terapia, ubicada en la planta alta del hospital. Hace unos minutos me dijo: “Uno batalla, trata de salvarle la vida a la gente, y es satisfactorio verle la tranquilidad a la familia cuando todo sale”.
José Eduardo se adelanta para detener el elevador. Dicen que aquí estarán hasta que sea necesario. La puerta del ascensor se abre.
Vea además:
Empresa Mixta de Productos Sanitarios (PROSA) realiza donación al hospital de Cárdenas
- Médicos de la Henry Reeve: Matanzas les agradece (+ Fotos)
- Titico, y los niños que salvan
- “Tú luchas, pero te deprimes cuando alguien muere”
- Alma cubana: llega delegación de la UH a trabajar en hospital de campaña matancero
- Comienza en Cuba vacunación a embarazadas contra la COVID-19
- ir aDesde Matanzas: Contar el epicentro »
- Vea Cuadrando la Caja: El empleo informal en Cuba (+ Video)
- Sobre la Cancha: Pocas balas de cañón en el gran derbi de Andalucía
- La Tira de los Lectores: Amigos para siempre
- 65 de Casa de las Américas: Memoria viva y permanencia, punto de encuentro y una obra que continúa
- Sans Souci, una historia perdida
- ir aEspeciales »
- Implementan en Camagüey técnicas quirúrgicas menos invasivas en pacientes pediátricos
- Comienza en Cuba la campaña nacional de vacunación antipoliomielítica
- Hablar despacio es mejor indicador de deterioro cognitivo que olvidar palabras, según estudio
- Salvan la vida a niño avileño que aspiró cuerpo extraño
- Reconocen a médicos cubanos en región italiana de Calabria
- ir aSalud »
Qué hay de Ciego de Ávila, la situación allí empeora con muchos fallecidos por Covid. Sí no se toman medidas extremas de confinamiento y ayuda hospitalaria la situación puede descontrolarse.
nuestro reconocimiento y respeto para todo el personal de salud que combate sin tregua esta terrible pandemia , especialmente para esos jovenes que ponen el nombre de la juventud cubana en lo mas alto del altar de la Revolucion , mucha fuerza para todos de seguro venceremos estas horas dificiles y la patria saldra fortalecida , hasta la victoria siempre.
Valientes y solidarios, así son
El Dr. Javier excelente ser humano joven con gran espìritu de sacrificio y entrega. Felicidades y lo mejor para èl y sus compañeros. Gracias
Valientes, solidarios y revolucionarios son nuestros jovenes galenos. Un reconocimiento a ellos y a todos los q en toda nuestra geografia y fuera de ella no escatiman esfuerzos por salvar vidas.
Asi de grande es esta Revolución q defenderemos siempre!
Entiendo muy bien la situacion de Matanzas y me solidarizo con ellos, pero acá en Ciego de Avila no andamos mucho mejor, con el indice de mortalidad mas alto y no se logra controlar la propagacion.
Mi agradecimiento y respeto a todo el personal de la Salud. Y mi orgullo por periodistas como tú que no solo cubren la epidemia desde la profesión, sino que también han trabajado como voluntarios en la línea roja.
Gracias, profe. Es nuestro deber. Es de las tantas cosas que aprendimos de sus clases. Un abrazo grande.
Reconocimiento por valor incalculable a nuestros galenos en zona roja, Cuba no ha dejado ninguna región desprovista, hace meses ha enviado ayuda a Ciego de Avila, el director de salud de acá pasó meses en el rebrote anterior, estamos seguros ahora se volverá a auxiliar esa provincia, toda Cuba es así, solidaria, humana, altruista.
Hermoso como todo lo que haces. Tú sabes ponerle corazón al periodismo...
Gracias, Arleen. Te abrazo grande!!!
Mis felicitaciones a Todos los médicos , para médicos y personal auxiliar que están luchando contra la covid a lo largo y ancho de nuestro país, no excluyo aquellos que también lo hacen atendiendo a la salud de nuestro pueblo.
Mis felicitaciones a los aguerridos de la Salud
Nuestros médicos, jóvenes y no tan jóvenes, siempre poniendo el deber de su profesión por encima de sus necesidades personales. Nacieron en una sociedad donde no se veneran el dinero y las propiedades. Solo espero que los sepamos cuidar bien para que puedan seguir dándolo todo por nosotros y también alcanzar sus aspiraciones personales.
Adelante cubanos, invencibles por el amor que ponen para cuidar a su pueblo, Uds. son nuestros héroes de hoy, y este es su Moncada Fidel se sentiría orgulloso de Uds. Nuestro MINSAP. esta lleno de héroes, seamos respondables con nuestra disciplina, pongamos nuestro granito de arena. CUIDEMOSNOS TODOS.SÍ POR CUBA CON CORAZÓN. VIVAN NUESTROS MÉDICOS, ENFERMERAS, TODO EL PERSONAL Q ENFRENTA LA COVID.
Todo el respeto y solidariad para todos los que,en estos momentos, hacen tanto por la vida de tantos...
Gracias por el apoyo tan grande que han dado a nuestra Provincia de Matzas , Cardenas mi municipio de toda mi familia , gracias Galenos de la nuestra Capital es un orgullo para nuestra Provincia , Viva cuba !! Los médicos son héroe todos , muchas bendiciones ❤️ cuidanse mucho ❤️
Me uno a los millones de cubanos que sienten respeto y admiracion por los miles de medicos y el resto del personal de la salud que ocupan la primera fila de defensa contra este virus que aqueja al bravo pueblo matanzero
Son héroes, héroes.