Cubadebate

TODAS estas reflexiones de FIDEL CASTRO RUZ se ve la presencia sabia y visionaria del COMANDANTE EN JEFE deben constituir un despertar de consiencias en esta larga batalla y dificil contra el imperialismo el COMANDANTE EN JEFE es lider solidario y artruista por las justicias sociales globales y de sus leyes las gue conoce bien siempre ha seguido de cerca los acontesimientos mundiales preocupandoce por el bienestar de la raza humana advirtiendo las nefastas consecuencias gue pudiera acaeser si no se lucha por una paz permanente sin armas nucliares y respeto para los paise y sus soberanias. Viva cuba. VIVA FIDEl VIVA LA REVOLUCION. LAZARO

“Por mi parte, no imagino al dirigente
libio abandonando el país, eludiendo
las responsabilidades que se le
imputan, sean o no falsas, en parte o en
su totalidad".
Precísamente aquí es donde discrepo de ud, Comandante.
Gaddafi debió eludir la destrucción y el martirio de él y de los suyos y preservar su obra de 40 años y las vidas de su pueblo. Debió preservar a sus mejores combatientes y aún debió hacerlo a la caída de Trípoli. "Soldado que arranca sirve para otra guerra". Es lo que hay que hacer cuando estos genocidas de la otan se abalanzan sobre las riquezas de nuestros países. No martirizarse, sí esconderse, huír, desarmar la conjura. ¿Acaso no se puede volver y triunfar, después de que el pueblo padezca por si mismo el gobierno colonialista de estos lacayos libios de la otan? Los pueblos tienen sus rítmos de maduración. Después de las multitudinarias marchas verdes, en la principales ciudades libias y antes que los bombardeos de la otan continuaran destruyendo la Libia de los 40 años de bienestar social, paz y justicia, de nuestro León del desierto verde, Gaddafi debió rehuír el enfrentamiento directo, para volver, él o alguno se sus hijos o de sus partidarios, a reconstruir la Jamairilla.
Entiendo perfectamente que quiso pagar con su vida, que quiso entrar en la memoria de su pueblo y de los pueblos del mundo, por la dorada puerta ancha de la moral y de la historia, pero el costo es terrible. Los suyos serán exterminados, y solo generaciones posteriores podrán regresar, con él ya hecho un símbolo. Mientras tanto, las ratas asesinas y traidoras libias que le han dado muerte extinguirán a los dignos ciudadanos libios y condenarán, damnatio memoriae mediante, todo rastro de su obra, lo que será difícil pero no imposible, los libios no son muchos, aunque la obra de Gaddafi es imperecedera.
Pero no podemos seguír viendo este espectáculo criminal en todas las latitudes donde se les antoje, a estos genocidas yankieuropeos; inmemorialmente, llegan y arrasan, roban las riquezas, acrecientan el capitalismo con ríos de sangre, y recíben solo lecciones morales de heroicos héroes como Allende, Gaddafi, Hussein, Milosevic. Etc.
Hochimin pudo resistir, gracias a la selva, pero más, gracias a la existencia de potencias que le disputaban la hegemonía a los genocidas yankis. Hoy China y Rusia están gobernadas por payasos y tienen vocación imperial.
¿Que podemos hacer, los de las colonias, frente a este espectáculo?
Solo hay una respuesta: atacar, buscar alguna herramienta para oponer a toda esa infernal tecnología bélica de la que gozan los yankieuropeos y convertirla en material obsoleto.
¿Cual puede ser esa tecnología, ya que la moral no sirve de nada para evitar el genocidio de poblaciones civiles inocentes, y soberanías populares libres?
La única tecnología que imagino es la tecnología nuclear de acotado impacto: pequeñas bombas atómicas que puedan hacer volar un área precisa en esas metrópolis: el parlamento inglés, por ejemplo, debe ser el primero en ser borrado de la faz de la tierra: el Tamesis debe lavar esa área mugrienta: hay que terminar la conjura de Guido Fawkes, ahora, y seguír con todas estas sedes de la partitocracia global, émula de la oligarquía parlamentaria inglesa, en todos los paises de la otan. Los propios pueblos yankieuropeos ya están deseosos de poder colaborar con la destrucción de esas clases dirigentes asalariadas del capital, que ahora los empiezan a someter a la miseria, de la que solo se salvaron durante el período que sigue a la 2da guerra mundial, donde fueron exterminados por millones en guerras interminables.
Trabajar en la confección, instalación y detonación de estas pequeñas y liberadoras bombas atómicas, llamadas en correcta analogía, "bombas atómicas molotov de maletín", es la tarea urbi et orbe, si queremos terminar con el espectáculo desmoralizador de estos genocidas que conforman la otan.
Los técnicos y los gobiernos de nuestros países bajo permanente amenaza, no deben engañarse más y no deben seguirle comprando armas al enemigo, y sí deben buscar el arma que destruya al enemigo, que con sus tecnologías del llamado complejo militar industrial, inician infinitas guerras de agresión.
No hay otra alternativa.
Me despido de Ud heroico Comandante y lo invito a contestarme, y a leer mi Oda al León del desierto verde, en homenaje al querido líder y estadista, Muammar Gaddafi, mientras aún quedan en las venas de nuestro último mártir, alguna gotas de sangre, en su majestuoso cadáver, que yace como trofeo, en manos de las ratas de Misrata.
“¿No distingues lo correcto
de lo equivocado, rata!?” serían sus últimas palabras, dicen. Tengan clemencia ¿acaso no conocen la clemencia, ratas!?