Cubadebate

1.530 días más viejo era el once inicial de Inglaterra como promedio en comparación con sus homólogos alemanes. Dicho de otra forma, los hombres de Fabio Capello eran por término medio 4 años y 70 días mayores que los de la selección de Joachim Low. Con una media de edad de 29 años y 2 meses, la plantilla de Inglaterra es la segunda más vieja de Sudáfrica 2010.

Argentina se vistió nuevamente de verdugo de México al vencerlo hoy por 3-1 en Johannesburgo, en un partido signado por la polémica de un gol en offside, y sacó boleto para jugar contra Alemania los cuartos de final de Sudáfrica 2010. Carlos Tévez, con un doblete a los 26 y 52 minutos y otro tanto de Gonzalo Higuaín -su cuarto tanto en el Mundial-, a los 33′, marcaron para la "albiceleste", mientras que para el "Tri" descontó Javier Hernández, a los 71′.

Estamos ante el eterno clásico y la madre de todos los partidos: cuando Alemania e Inglaterra miden sus fuerzas en una Copa Mundial de la FIFA, automáticamente nos vienen a la memoria hazañas superlativas. Ambas selecciones han superado indemnes la primera etapa de esta Copa Mundial, por lo que ya pueden extraer sus propias conclusiones de la experiencia vivida hasta ahora.

El 24 de junio de 2006, en Leipzig, Argentina y México brindaron un emocionante partido correspondiente a los octavos de final de la Copa Mundial de la FIFA. En aquella oportunidad, la Albiceleste se impuso 2-1 y dejó al Tri a las puertas del famoso y esquivo 'quinto partido'. Cuatro años más tarde, los ahora dirigidos por Javier Aguirre tienen la oportunidad de conseguir su anhelada revancha. ¿Podrán ante el equipo de Diego Maradona y Lionel Messi? »

"Es un arma de doble filo. Porque si los detengo todos voy a arruinar la confianza de nuestros delanteros (ejecutores)", bromeó el arquero inglés David James cuando le preguntaron si se entrenaba para una eventual tanda de penales ante Alemania en los octavos de final.

El argentino Lionel Messi, el alemán Mesut Ozil, el japonés Keisuke Honda y el español David Villa iluminaron al menos con relámpagos de buen fútbol el túnel en que está sumido el Mundial de Sudáfrica-2010. Messi ha despertado por fin con la camiseta de la Albiceleste e intervino en al menos seis de los siete goles que sumó el equipo, invicto con puntaje ideal de nueve unidades en el Grupo B, aunque aún no ha podido marcar, porque la puntería le falló o porque tropezó con extraordinarios arqueros.

Se esperaba a Wayne Rooney, Cristiano Ronaldo, Kaká y compañía para deslumbrar en el Mundial con su talento y su clase, pero por el momento son los entrenadores, con sus personalidades, sus egos, sus discursos y actitudes, quienes les robaron el protagonismo. Los nombres más escuchados son Diego, Raymond, Fabio o Marcello. O sea, Maradona, Domenech, Capello o Lippi.

El ex astro francés Zinedine Zidane vaticinó hoy un posible éxito de la selección argentina en la Copa Mundial de Suráfrica-2010. "A priori, así, a bote pronto, me dan ganas de decir que Argentina", respondió Zidane a una pregunta sobre el equipo mejor armado para conquistar la justa universal. En declaraciones ofrecidas a la página web de la Federación Internacional de balompié, Zidane elogió el potencial ofensivo de los albicelestes y el sistema defensivo empleado por Diego Armando Maradona para no conceder muchos goles.

Lionel Messi se convirtió en el futbolista más joven en lucir la cinta de capitán de Argentina en un Mundial, al salir en esa condición el martes ante Grecia por el pase a los octavos de final. La ausencia del habitual capitán Javier Mascherano, a quien el técnico Diego Maradona le dio descanso al igual que a otros titulares, hizo que esa responsabilidad recayese por primera vez sobre Messi.

Una remodelada selección argentina derrotó el martes 2-0 a Grecia en Polokwane, en la última fecha de la llave B, y se clasificó por la puerta grande, como primera de grupo y tres victorias, para octavos de final del Mundial sudafricano, en que se enfrentará a México. El central Martín Demichelis abrió el marcador (77) tras un corner que remató primero de cabeza, que interceptó sin querer Diego Milito, antes de batir con la derecha al arquero Alexandros Tzorvas.