La escuela que vive
Hay vida en la escuela que mantiene flores en el busto de Martí, que guarda el primer puesto en la fila al niño especial, que suma voces en el matutino para cantar felicidades al pionero de cumpleaños, que cierra sus puertas a las ocho de la mañana y no las abre más hasta las 4 y 20 de la tarde, porque el proceso docente merece respeto.
La vida corre intempestiva donde se canta el himno a viva voz, no como en un lamento, y se camina al asta con la bandera en el pecho y allí ondea toda la jornada; amanece hermoso en la escuela que recibe a sus niños con los buenos días, que pregunta por la familia, que se interesa por la batalla que quizás está librando el niño más triste del aula.
Vive la escuela que exige el uniforme como es y no como las modas dictan; que cuelga en sus paredes cuadros de héroes y también de dibujos animados; que hace la gimnasia matutina con música de moda, la que no agrede.
Muere la escuela donde a los maestros no se les regala abrazos, ni flores; donde escasea la pregunta de “profe, en qué podemos ayudarle”; donde ellos no tienen la última palabra porque un padre osó imponerse con el hijo delante; donde se alza la voz porque los argumentos también murieron.
Le falta el aire a la escuela donde los niños no juegan y a aquella en que el silencio reina. Se seca como árbol cansado la que no tiene pioneros exploradores, ni disfraces, ni fiestas, ni canciones, ni acampadas, ni juegos del pon, de yaquis o escondidos…
La escuela que vive y la escuela que muere están separadas solo por un par de cuadras. Pero ante las mismas carencias, a una le nacen alas.
Que bonito... realmente asi son las escuelas cubanas... sus niños son felices
Lindo reportaje, preciosa la foto de las niñas, gracias
Casi todas
Acabo de leer el artículo y he sentido como si estuvieran hablando de la Escuela Primaria Fructuoso Rodríguez Pérez de La Lisa, donde estudian mis 3 nietos. Es así como dice la periodista en su título: Una escuela que vive porque allí desde antes de las 8 de la mañana hasta pasadas las 6 de la tarde el colectivo de maestros dirigidos por su Consejo de Dirección libran día a día la mejor batalla de estos tiempos: hacer de nuestros niños buenos seres humanos, educándolos en el respeto, la disciplina, los valores patrios, reconociendo sus méritos, orientando al que lo necesita. Solo el inmenso amor que tienen por su profesión los hacen merecedores de nuestra gratitud
Magnífico artículo, ojalá hagan más así aunque en algunas escuelas deberían cambiarse tantas cosas
Viva la educación cubana!!!!!
Se puede decir más alto pero no se puede explicar mejor.
De forma muy concreta la periodista hace una radiografía a la Escuela de hoy. Vivo en un barrio donde observó este comportamiento.Tengo familiares y amistades en otros barrios de La Habana e inclusive en otras provincias y el escenario es el mismo, lo que se relata es la generalidad. Cuando regresó del Círculo Infantil al dejar a mi nieto, pasada ya las 8 de la mañana veo a niños con uniforme solos o arrastrados por sus padres que sin apuro van camino de la Escuela, otros que en horario escolar juegan por el barrio, esgrimiendo quizás alguna enfermedad.
Me emocione ayer leyendo el artículo del Dr Torres Cuevas sobre Perucho Figueredo, decía como esos patriotas del 68 de familias muy adineradas deben su formación patriótica a sus maestros (aunque aquellos eran españoles).
Urge transformar la Escuela cubana, más que transformarla llevarla a su lugar , volver a retomar su papel de formadoras de valores, de hombres y mujeres éticos y patriotas.
Tal y como están las cosas, deben dejar los directivos del MINED a todas sus instancias sus burles y visitar más las escuelas, también los de la UPC,, los de la UJC, elPCC, .Deben asistir a matutinos, promover actividades de la que habla la periodista. Cada día en el aula debe hablarse de un pensamiento de Marti, no solo aprenderlo de memoria sino analizarlo bien, desde los. Grados más pequeños como hace la colmenita. Todos los días debe hablarse de un héroe o un mártir de la Patria, de hechos históricos y culturales, que aprendan desde la base cuales son las verdaderas tradiciones. Involucrar en cada Escuela a la Familia, a la ACRC, la FMC, los núcleos Zonales. Mucho puede hacerse, para esto no hacen falta recursos materiales ni subir el salario a los maestros, solo hace falta voluntad y para los faltos de iniciativa crear desde el MINED y los Pioneros directivas y programas con este fin. Gracias Cubadebate
Este tema por su importancia debía ser viral
Muy hermoso artículo.. coincido con usted en que esta "es la escuela que vive" y es la que tenemos que ayudar a que viva de esta manera.
Nuestra participación como familia en este empeño es vital y lo primero es el respeto a la maestra o al maestro. No se logra nada "viendo la paja en ojo ajeno". No podemos educar a nuestros niños desautorizando a los maestros en la casa.
Apoyemos a la escuela y todas su iniciativas aunque nos pongan a correr, nuestros hijos y nietos nos lo van a agradecer mañana.
Gracias Leticia.
Y los círculos también, un abrazo muy afectuoso a las seños y otros trabajadores del Círculo Granitos de Azúcar, de Plaza, que también mantienen vivas todas las tradiciones y los niños son felices allí. Un consejo de dirección muy comprometido y que ama su labor. No hay dinero en el mundo que pague lo que esas mujeres hacen allí día a día. Ojalá les llegue este comentario agradecido.
Querida Leticia, excelente tu crónica, solo faltó la referencia a la profesora "Carmela", ojalá existieran muchas
La escuela es un lugar sagrado,donde reina el respeto ,donde se refuerzan valores,donde se aprenden materias desde la Histotia de Cuba,Matematica,Español y otras que contribuyen a la formacion integral.El maestro es una figura importante en ese rol en la escuela . La familia debe contribuir con al escuela ,pues a mi juicio en ocasiones esta sola en la comunidad .Me desempeñe como Director de escuela por espacio de 15 años y 20 en el sector y tengo elementos para decirle que todo no es tan bello como se pinta ,hay que buscar mecanismos de estimulos para frenar el exodo de docentes .